Por: ABC
Neil John Barnes, director del British School of Valencia, explica en este artículo cómo esta metodología consigue que los alumnos se involucren y participen más en clase.
En los últimos años han sido muchos centros educativos los que han adoptado la educación por proyectos en su programa educativo. Este método consiste en que los alumnos deben desarrollar un proyecto o trabajo de principio a fin, de una manera dinámica y marcada en todo momento por un aprendizaje activo.
En el caso de nuestro centro, el colegio British School of Valencia, consideramos esencial que los alumnos sean protagonistas de su propio aprendizaje, siempre guiados por el equipo docente que les ayuda en esta tarea.
La educación por proyectos está pensada para fomentar algunas capacidades que en el sistema educativo convencional es más complicado desarrollar. Por ejemplo, el trabajo colaborativo y la comunicación con el resto de sus compañeros y profesores. Los alumnos deben exponer frente a sus compañeros sus ideas y debatir sobre ellas argumentando sus opiniones. También deben realizar el ejercicio de comprensión y escucha cuando son sus compañeros los que exponen sus planteamientos. De este modo, se fomenta la comunicación entre iguales y se les prepara para entornos laborales en los que el trabajo en equipo sea fundamental.
Preparación para el «mundo real»
La preparación para el «mundo real» es otra de las claves de este sistema. Que los alumnos formen parte de manera activa de su formación, contribuye a su proactividad y favorece la asimilación de la información y conceptos en los que vayan a trabajar para la elaboración del proyecto. Así, adquieren una manera de trabajar que podrán aplicar en cualquier aspecto de su vida, tanto profesional como personal, algo que echamos en falta en el sistema educativo convencional.
No obstante, en todo este proceso, los alumnos están acompañados por el equipo docente. En nuestro caso, apostamos por convertir la figura del profesor en la de guía, que otorgue a los alumnos las herramientas y el feedback necesarios para que puedan dar forma a su proyecto. El papel del docente es muy importante para inculcar este sistema en los alumnos y ayudarles en el proceso. De esta manera, los alumnos cuentan con una mayor autonomía, evitando la dependencia continua del profesor en su proceso de aprendizaje. Se trata de un modelo que cuenta con un marcado carácter emprendedor en el que los alumnos cuentan con la confianza y ayuda del profesor.
Además, los alumnos disponen de todas las herramientas tecnológicas para poder hacer frente a los retos que se les presenten. Deben disponer de su propio dispositivo, ya sea una tablet o un portátil, que les facilite en gran medida la ejecución de sus proyectos. Gracias a su uso, el docente puede impartir una enseñanza más personalizada estructurando cada proyecto siempre en beneficio de cada alumno en particular. De esta forma, los alumnos disponen de recursos que les permiten ir más allá en su formación ofreciéndoles un mayor control sobre su propio aprendizaje y mayor flexibilidad a la hora de desarrollar sus ideas y proyectos.
De este modo, los alumnos desarrollan nuevas destrezas y habilidades que les permiten resolver problemas y dificultades de manera más eficaz. Además, las ganas de aprender y el interés también se incrementan, lo que les motiva a la hora de continuar aprendiendo y aumentar sus conocimientos.
Pero lo más importante de este modelo, es que los alumnos sienten el proyecto como suyo. De este modo, se involucran mucho más lo que fomenta la participación en clase y su disposición para realizar el trabajo.
Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-educacion-proyectos-y-importante-202102010205_noticia.html