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Aprender al revés es más efectivo

Por: Ana Torres Menárguez 

La sensación de novedad que produce cualquier estímulo tiende a desaparecer después de 10 minutos. Con esa idea en la cabeza, Jon Bergmann (Chicago, 1964), reconocido en 2002 por la Casa Blanca como el mejor profesor de Estados Unidos de matemáticas y ciencias, rompió con la metodología de enseñanza tradicional. Dejó de basar sus clases en un discurso para no aburrir a sus alumnos y puso en marcha el llamado Flipped Classroom (en español, clase invertida). A partir de 2007, los estudiantes de química del instituto Woodland Park de Colorado empezaron a consumir la teoría en casa -con vídeos cortos hechos por el propio Bergmann- y a dedicar el tiempo de la clase a resolver dudas, investigar o trabajar por proyectos.

La ventaja principal del Flipped Classroom, según Bergmann, es que resulta más efectivo porque el profesor se adapta a los diferentes ritmos de aprendizaje y ninguno de los estudiantes se queda atrás. “En un aula tradicional, el profesor cuenta una información que para algunos será muy fácil de procesar y para otros no. Luego van a casa a hacer los deberes y los que tienen unos padres con conocimientos de la materia, siempre salen ganando. Este método permite que en clase cada alumno reciba lo que necesita”, explica Bergmann a EL PAÍS. La revolución de este método pedagógico es no dar por hecho que todos los alumnos van a avanzar a la misma velocidad. “Es una apuesta por la personalización y una cruzada contra la estandarización”, apunta Bergmann.

Desde que en 2012, Bergmann y su colega Aaron Sams, también profesor de Secundaria, publicaron el best seller Flip your Classroom, la metodología se ha replicado por todo el mundo y aunque no existen datos oficiales, en la actualidad más de 20 universidades están investigando las ventajas de su aplicación, según datos de la web Flipped Global Iniciative. Las conclusiones más contundentes de algunos de estos estudios inciden en que los estudiantes son más activos en clase, los profesores están más motivados y, en algunos casos, los alumnos obtienen mejores resultados en los exámenes.

Este método no es nuevo. En los setenta el pedagogo estadounidense Benjamin Bloom consideró erróneo dedicar la mayor parte del tiempo de las clases a escuchar una lección y dejar lo más creativo para casa. Según este teórico, es precisamente esa parte del aprendizaje la más complicada y la que requiere de un guía especializado, en este caso, el profesor. Más tarde, en 1990 Eric Mazur, decano de Física Aplicada de la Universidad de Harvard, también apostó contra el monólogo del profesor y el estudiante pasivo y acuñó el término peer instruction(en español, aprendizaje entre pares), para defender una fórmula más interactiva en el aula.

Pero es el Flipped Classroom la nomenclatura que aparece hoy en los listados asociados a innovación educativa y nuevas metodologías. “Lo mejor de este modelo pedagógico es que mejora la relación profesor-alumno”, defiende Bergmann. Dividir a los estudiantes en grupos, ponerles a trabajar sobre el contenido visualizado en casa, a debatir y a crear mientras el profesor resuelve dudas y les hace de guía, ese el punto que multiplica el número de interacciones y permite a los estudiantes que van por delante explicar al resto y, a la vez, afianzar los conocimientos. “Cuando los profesores no están de pie frente a sus alumnos simplemente hablando y pueden circular por la clase, la relación cambia por completo”. Según una encuesta realizada en 2012 a 453 profesores de Secundaria en Estados Unidos que habían usado Flipped, el 80% informó de una mejora en la actitud de los estudiantes y el 99% aseguró que lo volvería a usar el curso siguiente.

“Los estudiantes son autónomos, son los responsables de su aprendizaje siempre con la ayuda del profesor. Eso les activa, les hace implicarse”, añade Bergmann, padre de tres niños y asesor de TED Education, red de charlas sobre innovación educativa. El autoaprendizaje se produce cuando los niños aprenden a tomar sus propias notas mientras ven los vídeos en casa, pero el profesor debe enseñarles a hacerlo y dedicar unas tres semanas a ello. En la wed Flipped Global Iniciative se pueden seguir cursos online en los que Bergmann muestra cómo hacerlo.

Raúl Santiago, profesor de didáctica de la Universidad de La Rioja, es el principal impulsor de Flipped Classroom es España. En 2012, puso en marcha un proyecto de investigación para encontrar fórmulas que mejorasen el aprendizaje de sus alumnos de Magisterio y dio con este método. Creó la web theflippedclassroom.es en la que más de 80 profesores españoles de primaria, secundaria y Universidad han publicado más de mil entradas sobre sus experencias en el aula, sus consejos y herramientas. Esta red aglutina a investigadores de universidades como la Complutense de Madrid, la Universidad de Vigo o la UNED, entre otras.

En su investigación ¿Es el Flipped Classroom un modelo pedagógico eficaz?,publicada en 2015, hacían referencia a una encuesta realizada a 186 estudiantes españoles de primaria, secundaria y bachillerato de 10 centros educativos de diferentes comunidades autónomas que habían seguido la clase invertida durante, al menos, un cuatrimestre. Cerca del 85% de los alumnos aseguró que este método les brindaba más posiblidades de elegir el tipo de material que mejor se ajustaba a su forma de aprender y, también, de trabajar a su ritmo. Casi un 90% de ellos destacó que habían aumentado sus posibilidades de participar en la resolución de problemas y había mejorado su pensamiento crítico. Más del 90% afirmó que el aprendizaje era más activo.

Para Raúl Santiago, lo más complicado a la hora de ponerlo en práctica es el cambio de mentalidad que requiere por parte del profesor. “Su rol cambia, ya no tienen la sartén por el mango. La clase ya no gira en torno a su explicación, y además están acostumbrados a que sus palabras se repliquen en el examen”.

Leticia Serna es profesora de primaria del Colegio Escolapias Carabanchel desde hace 11 años. Los últimos dos se ha pasado al Flipped. “La escuela peca de ir por detrás. Aplicar nuevas metodologías es ponerse al ritmo de la sociedad”, explica. El principal inconveniente de la clase magistral, cuenta, es que no llega a todos. “Ahora tienen una hora para preguntarme lo que quieran, es un bombardeo de inquietudes. La ventaja es que están más motivados, piensan más y toman más decisiones”, unas prácticas que están más alineadas con su futuro laboral.

Serna se formó gracias a un curso online impartido por el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas (INTEF), dependiente del Ministerio de Educación. En el colegio en el que trabaja, junto a otros 11 en diferentes autonomías, están adoptando el Flipped gracias al asesoramiento de MT Grupo, la única empresa de innovación educativa española dentro de la red Flipped Learning, que ya ha formado a más de 1.500 profesores desde 2013.

Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2016/10/28/actualidad/1477665688_677056.html

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Colombia: La importancia de la tecnología en la Educación

América del Sur/Colombia/12 Noviembre 2016/Semana

En el marco de la segunda semana TIC, expertos se reunirán durante cinco días para debatir el futuro del país en materia de educación y tecnología.

De los países de América Latina, Colombia se encuentra entre los principales líderes en materia de digitalización del sector educativo. De hecho, la política pública del país reconoce que las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) son una oportunidad para transformar el ecosistema digital y educativo. De acuerdo a este panorama, el Ministerio de Educación Nacional (MEN) ha enfocado la mayoría de sus esfuerzos sobre el papel de la tecnología, la cual tiene desafíos tanto en infraestructura, como en conectividad en todas las escuelas del territorio nacional.

Es por eso que incrementar y transformar la calidad de la educación, promover la conectividad en los salones de clase, digitalizar la educación e involucrar a los principales ministerios para hacer de estos temas una prioridad nacional se ha convertido en el objetivo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe en las Naciones Unidas (Cepal), en su rol de secretaría técnica del proceso eLac y Cisco.

Para ello, CAF, Cepal y Cisco unieron fuerzas con los ministerios de Educación y TIC para la realización del foro Educación para el siglo XXI: Educación y Conectividad, que tiene como objetivo generar recomendaciones para el desarrollo de una iniciativa en materia de infraestructura tecnológica y conectividad en el sistema educativo basadas en las experiencias de países como Estados Unidos, Portugal, Uruguay y de organizaciones como la Comisión Europea y la Ocde.

Desde ayer hasta el próximo viernes, varios expertos nacionales e internacionales se reunirán para discutir los retos que enfrenta Colombia en materia de educación y tecnología para definir los desafíos que implica llevar conectividad a las escuelas y aulas de clases más aisladas del país y también la importancia de tener un plan de financiación y una política clara para alcanzar los objetivos en el tema.

De acuerdo con la Unesco, aproximadamente 58 millones de niños de primaria alrededor del mundo no tienen acceso a la educación, y más de 250 millones de entre cuarto y quinto grado no son capaces de leer, escribir o realizar operaciones matemáticas básicas. Es así como se convierte en una necesidad proveer una conectividad de calidad a Internet en los salones de clase permite digitalizar la educación.

Lo cierto es que al combinar un plan de estudios de alta calidad y programas de entrenamiento a docentes de acuerdo al nivel y a la complejidad del entorno de aprendizaje, la educación digital puede transformar a las nuevas generaciones de estudiantes en los pensadores del siglo XXI. Así lo afirmó Andrés Maz, director de Políticas Públicas para América Latina de Cisco: “La innovación tecnológica en la educación con el desarrollo de plataformas avanzadas de aprendizaje constituye un elemento fundamental para acelerar la transformación de la educación, mejorar su calidad y expandir su cubrimiento”, dijo.

Al mismo tiempo, experiencias documentadas en el estudio que presentó Maz “Conectividad Escolar para el siglo XXI”, han demostrado que llevar Internet al salón de clases, bajo programas diseñados con el propósito de incrementar el ambiente educativo, mejora los resultados de los estudiantes, complementa los objetivos de la educación formal y entrena a los alumnos para desarrollar las habilidades necesarias para vivir y ser exitosos en el mundo digital. Adicionalmente, las experiencias revelan que con una participación política e implementación de programas que faciliten el financiamiento, es posible conectar a todos los salones de clase de un país en un periodo de cinco a siete años, o a veces menos.

Según  el ministro encargado de Educación, Francisco Cardona, a la fecha se han distribuido más de 600.000 computadores portátiles y tabletas en las instituciones educativas oficiales del país, se ha capacitado a más de 200.000 docentes en el uso de estas herramientas y más de 1.000 municipios cuentan con conexión de fibra óptica de alta velocidad. Estos esfuerzos han permitido, tal como lo corroboran el Centro Nacional de Consultoría y la Universidad de los Andes en 2014, que los egresados de instituciones educativas que se han beneficiado con estos programas de infraestructura y capacitación aumentaran en un 7,5 % el ingreso a la educación superior.

“El Ministerio de Educación de Colombia tiene una gran visión sobre el papel de la tecnología en la educación. Ahora solo necesita llevar la infraestructura tecnológica y de conectividad a las escuelas para hacerla una realidad. Hemos visto cómo otros países lo han hecho y estoy convencido de que Colombia tiene la capacidad de conectar todas sus escuelas en un proyecto de tres a cuatro años”, agregó Maz.

Es así que durante los próximos días se espera que el país defina una hoja de ruta y disminuya la brecha que existe en el acceso a la información por medio de la educación.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/importancia-de-la-tecnologia-en-la-educacion/504842

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Regular los deberes: una medida urgente

Por: Eva Bailén

En mayo de este año, cuando el curso estaba a punto de acabar, al menos en dos comunidades autónomas (Madrid y Aragón) se plantearon proposiciones no de ley con el fin de limitar los deberes escolares. En Madrid, recibimos la noticia con alegría, pero la cosa no ha quedado ahí, sino que este curso, están surgiendo más propuestas para regular los deberes en todo el territorio nacional. Para forzar la situación, la Confederación Española de Asociaciones de Padres (CEAPA) ha convocado la Huelga de los Deberes para los fines de semana del mes de noviembre que comienza esta semana con el objetivo de reivindicar la recuperación del tiempo libre de los alumnos y sus familias y pedir su eliminación total.

Hasta ahora, sin regulación en la materia, estamos viviendo una situación impredecible, sin control alguno, en la que en muchos casos, por suerte, impera el sentido común de docentes y familias que saben dónde está el punto justo y la medida, pero al mismo tiempo hay otros que se exceden estresando y hartando a los niños. Si se regulan los deberes es de esperar que al menos los deberes abusivos se acaben.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de deberes abusivos?

Y con deberes abusivos, nos referimos a los que suponen que un alumno pase horas y horas sentado en una silla después de su jornada lectiva, los que impiden disfrutar de un puente, de un fin de semana o de unas vacaciones, los que acaban con el gusto por aprender, con las ganas de ir a la escuela al día siguiente.

Mi idea de regular los deberes, busca evitar los abusos, evitar esa situación de desamparo en la que nos vemos muchos padres que, por no restar autoridad al maestro, tenemos que llevar a nuestros hijos al límite de sus posibilidades, arrastrando a los hermanos pequeños y a la familia al completo.

La regulación de los deberes debería hacerse con el mayor respeto a los niños y a los docentes. No tendría sentido que en esta búsqueda de una mejora pusiéramos las cosas peor. Es decir, no tendría sentido que ahora, maestros que nunca han mandado deberes, se vieran obligados a hacerlo, o que los deberes que hasta ahora no tenían sustento legal, se conviertan justo en lo contrario de lo que queremos que sean.

¿Y cómo queremos que sean?

Queremos que sean motivantes, que sean justos y proporcionados a la edad de los alumnos, que los docentes se coordinen entre ellos para tener un plan que seguir, que estén personalizados para cada niño, que tengan en cuenta su realidad personal, su situación familiar, sus necesidades educativas. Queremos que sean estimulantes y creativos, que no sean punitivos, que se hagan por voluntad propia, por interés de aprender, y no por miedo al castigo, al negativo, a las consecuencias.

Regular los deberes pasaría por dejar de plantearlos como la opción por defecto, como algo que ineludiblemente hay que hacer todos los días al salir de clase; significaría que dejaran de ser evaluables, algo que sin base legal, se hace de hecho, incluso suspendiendo a aquellos que no los hacen o penalizando a estudiantes por más que sean capaces de sacar sobresalientes en los exámenes. ¿Te imaginas que un mes no hicieras horas extra y te rebajaran la nómina? Sería un abuso, ¿a que sí? Pues así de injusto es que a un estudiante se le baje la nota por no hacer los deberes, o por haber olvidado hacerlos algunos días.

Las prácticas educativas seguidas en el aula se ven totalmente reflejadas en el tipo de deberes que se mandan hacer en casa. Los deberes escolares son el reflejo de un sistema educativo, tal y como anunciábamos Ignacio Polo (inspector de Educación del Gobierno de Aragón) y yo misma en este artículo. Creo que no es posible conseguir que la regulación de los deberes sea efectiva sin hacer una revisión profunda de las metodologías empleadas en el aula. Y para que las metodologías avancen hacia una educación que llegue a un mayor número de alumnos, para que las escuelas cesen de actuar como embudo, dejando a muchos alumnos atorados en los centros educativos hasta que se rinden, es necesario hacer grandes y profundos cambios.

El día de Todos los Santos, el gran Francisco Mora, @morateruel, tuiteaba sobre lo que es ahora mismo la piedra angular de muchos de los problemas en educación: la falta de consenso y los continuos cambios de ley educativa.

Francisco Mora, además, ponía de relieve la importancia de mejorar la carrera docente desde su origen para que el Pacto de Estado tenga éxito. Y es que si solo nos centramos en tapar agujeros, en poner un parche allí donde se nos está desinflando la rueda, no vamos a solucionar mucho. Es urgente evitar los abusos, es urgente que los niños vayan al colegio con alegría y ganas de aprender. Es primordial recuperar la fe en la escuela como institución, desterrar las escuelas-embudo. Pero no nos podemos quedar aquí, necesitamos mejorar el sistema de pies a cabeza. Y para ello no podemos olvidarnos de la formación de los futuros maestros y maestras.

Solo con el compromiso de todos los actores conseguiremos que la educación en nuestro país mejore. Hay más implicados de los que parece, desde las Facultades de Educación, pasando por los equipos directivos, los claustros, las AMPAs, la Inspección de Educación, Consejerías de Educación, con sus Direcciones Generales correspondientes, y como no, docentes, familias y alumnos. Todos tenemos la obligación de informarnos, de preocuparnos y de si no luchar, al menos no poner trabas, para que la educación ocupe el puesto que se merece. Y ya que la Educación es uno de los mayores retos de una sociedad, el puesto que se merece no es otro que en el pódium.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/11/02/mamas_papas/1478086459_908122.html

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República Dominicana: Feria Internacional de Educación Superior

Centro América/República Dominicana/12 Noviembre 2016/Listindiario

Los dominicanos podrán conocer la oferta de educación en diversas universidades en la primera Feria Internacional de Educación Superior, donde participarán la Unión Europea, Francia, España, Alemania, Suiza, Canadá, México, Brasil y la Organización de Estados Americanos (OEA).

La feria se realizará el 15 de noviembre, de 9:00 de la mañana a 7:00 de la noche, en la Sala Aída Cartagena Portalatín y la Sala Latinoamericana y Caribeña de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña. El objetivo es que todos los estudiantes y profesionales dominicanos tengan la oportunidad de conocer los diversos programas de educación superior de los países e instituciones participantes.

Los interesados podrán tener información sobre la oferta educativa, así como asesoría puntualizada sobre los requisitos y procesos de postulación.

Durante el día habrá un programa de conferencias. Los temas serán las particularidades de los ámbitos académicos de los países participantes, los diferentes programas de becas y oportunidades de financiamiento, así como experiencias vividas por ex becarios de los diferentes programas.

Esta primera versión de la Feria Internacional de Educación Superior es organizada conjuntamente por la Delegación de la Unión Europea, el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD), Campus France, las embajadas de Alemania, Francia, España, Suiza, México, Brasil y la OEA.

Importancia de la movilidad
Los países participantes, señalan los organizadores en un comunicado, valoran particularmente la dimensión global de la enseñanza superior y enfatizan la importancia de la movilidad internacional a través de sus diferentes programas de intercambio y de becas.

El programa de las conferencias puede ser consultado en los portales electrónicos de las instituciones participantes. El ingreso a la feria y las conferencias son gratis.

Fuente: http://www.listindiario.com/la-vida/2016/11/11/442751/feria-internacional-de-educacion-superior

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Educar contra la explotación infantil

Por: Saray Marqués

Nos hemos acostumbrado a levantarnos escandalizados un martes porque un documental de la BBC denuncia que niños huidos de la guerra de Siria trabajan por un sueldo de miseria en fábricas textiles de marcas europeas en Turquía, y a plantearnos un miércoles, plantados ante un escaparate, si esta temporada somos más de Mango o de Zara. A parcelar, a diferenciar, a no conectar… También en la escuela.

No siempre

Sin embargo, esta no es siempre ajena a la realidad, y las aulas no siempre le dan la espalda al contexto de crisis ecosocial en que estamos viviendo. Y hay experiencias que nos demuestran que, si se quiere, los niños no son “demasiado pequeños” para afrontar la crudeza y la complejidad de determinados acontecimientos, el currículo demasiado intenso como para no jalonarlo de cuestiones que nos atañen ni la LOMCE tan antiecológica como para impedirlo.

En ocasiones dentro de la educación formal y otras desde la no formal, con talleres educativos como los que se proponen desde el colectivo Consume hasta morir, integrado en Ecologistas en Acción, un documental como el realizado por la cadena pública británica constituye una oportunidad para conectar las aulas con la vida.

Este proyecto, en marcha desde 2002, ha servido durante todos estos años para “desenmascarar el argumentario fundamental detrás de la sociedad de consumo gracias a la contrapublicidad y a las herramientas de la comunicación social”, explica Isidro Jiménez, en Consume hasta morir desde sus inicios. Distintos profesores e investigadores universitarios vinculados a estos campos han ido pasando por sus filas (cinco personas lo componen en estos momentos), aportando estrategias para introducir la reflexión a partir de estas herramientas, ya sea en la educación formal, en institutos, en asignaturas como Plástica, o en la no formal (centros de formación ambiental, ocio y tiempo libre…). También hay personas en su día ligadas al marketing. “El objetivo va más allá de derrumbar la publicidad, esta es solo la herramienta al servicio del modelo de consumo. Nuestra tesis es que esta es ideológica, educa y transmite valores definidos e interesados”, analiza Jiménez. “Nosotros le damos la vuelta y la empleamos para luchar y trabajar contra ese modelo”.

La contrapublicidad, la primera herramienta que emplearon, es ahora una más, y el trabajo del colectivo está ya un paso por delante. De la denuncia han pasado a la propuesta en positivo de alternativas desde la economía social, gracias a medios como El salmón contracorriente y proyectos como el libro de próxima aparición Manual de comunicación para la ciudadanía organizada. Sin embargo, en muchos centros se sigue empleando el lenguaje de la contrapublicidad, con el que comenzaron, para acercar determinados temas a un público joven, “y es interesante esa parte que sigue, sin que ya ni siquiera participemos”, apunta Jiménez.

La emisión de The refugees who make our clothes ha sido el caso más reciente y ha servido para “descubrir una realidad que ignorábamos, preocupante porque nos habla de una segunda o tercera explotación de una población ya vulnerable, y reaccionar, pidiendo a las empresas afectadas saber si conocían estas situaciones, lo que han hecho hasta el momento para evitarlas y lo que pretenden hacer, conscientes de que no caben soluciones inmediatas y fáciles, de que la deslocalización es un hecho que hay que gestionar, pero esperando que esas empresas no miren para otro lado, porque sus políticas de responsabilidad social corporativa no terminan en sus sedes sociales en España, sino que han de llegar allá donde están sus centros de producción”, en palabras de David del Campo, director de cooperación y ayuda humanitaria de Save the Children en España.

Del Campo habla de 2.485.000 niños sirios refugiados en países limítrofes como Turquía y de 2.700.000 que viven en su país pero no van a la escuela. En ambos casos, la amenaza de la explotación laboral se cierne sobre ellos, “que pueden llegar a cobrar un tercio del salario mínimo, aunque la ley no permita en Turquía ni el trabajo de menores ni la explotación de refugiados en fábricas”, relata.

El precedente de Dacca

Ahora ha sido Turquía, pero hace tres años fue Bangladesh. Todos los focos se giraron hacia su capital, Dacca, cuando 1.127 trabajadores textiles murieron en un derrumbe durante su jornada laboral (2.438 resultaron heridos). Entonces, los profesores María Pose y Guillermo Rodríguez, del Colegio Montserrat (Fuhem) de Madrid, se tomaron en serio lo de que “los centros educativos son agentes activos de transformaciones sociales donde formar, trabajar y hacer ver que podemos construir un mundo mejor”. Así fue como comenzaron a preparar una exposición, que se inserta dentro del proyecto global ConSumoGusto, que a día de hoy sigue haciendo campaña en pro del concepto de ropa limpia.

Durante el tercer trimestre, los pasillos del colegio se llenaron de fotos del accidente y de carteles en que los alumnos denunciaban que de una camiseta de 25 euros tan solo 11 céntimos iban destinados al sueldo de la persona que la cosía o cómo se pagaba la hora de trabajo en Bangladesh (10 céntimos), China y Bulgaria (30 céntimos) o Marruecos (70 céntimos). En ocasiones en horas de clase y otras fuera del horario, Rodríguez recuerda cómo, bajo el lema ‘Sabemos lo que pasó y sabemos cómo actuar’, chicas y chicos analizaron las etiquetas de su ropa, situando en un mapamundi los países de donde venía, hablaron de externalización, deslocalización, de derechos laborales o recibieron charlas de expertos.

“El profesorado está a veces sobrecargado, le saturamos para que haga cosas, por eso yo oriento, abro puertas para que sea el alumno el que las haga”, explica Rodríguez, que recuerda cómo entonces hubo posibilidades de seguir trabajando en el tema para aquellos alumnos más implicados, a los que no les bastaba con las horas lectivas. Otros docentes se contagiaron del entusiasmo, que partía en esta ocasión de un profesor de Matemáticas impregnado del estilo de educación para el desarrollo: “Nunca dejas tu asignatura, porque cuando recurríamos al mapa era un mapa de Peters, que también es curioso y me permitía hablarles de conceptos matemáticos”.

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Todo el currículo

El de Dacca es solo un ejemplo de lo que se está haciendo desde el Montserrat (premio Vicente Ferrer de Educación para el Desarrollo, concedido por la Agencia Española de Cooperación Internacional y el Ministerio de Educación) y de lo que se propugna desde la Fuhem. Su coordinador de áreas ecosocial y educativa, Luis González, explica cómo pretenden elaborar un currículo Lomce “ecosocializado”: “Partimos de un documento muy desarrollado sobre lo que consideramos que debe conocer una persona desde el punto de vista de la sostenibilidad, la justicia social y la democracia y, una vez que tenemos claros esos aprendizajes clave, vamos analizando dónde encajarlos en el currículo oficial: en qué asignatura en qué curso y con qué visión insertaríamos el cambio climático, con conexión entre distintas áreas y niveles”.

Es así como, según González, estarán trabajando los contenidos mínimos de la ley pero con un enfoque ecosocial, “en ocasiones incorporando contenidos nuevos y, en otras, con una visión distinta”, como podrán abordarse en profundidad temas que hoy o no se tratan o se tratan de soslayo, dependiendo de la disposición del docente, o que se consideran un extra. Cuestiones como “Comprender que no todo es reparable”, “Contrastar organizaciones socioeconómicas depredadoras con otras con una relación armónica con el entorno”, “Valorar las implicaciones de la lógica comprar-tirar-comprar y el papel de la publicidad”, “Ser conscientes de cómo las personas han sido y siguen siendo tratadas como mercancía” o “Conocer cómo el capitalismo consigue reproducir el capital a través de la explotación de personas”, algunas de las que se recogen en su borrador, ahora sí estarán.

Todo esto se ofrecerá en forma de materiales autoeditables para todos los docentes, en abierto, y se espera tener un primer piloto de Ciencias Naturales y Sociales de 6º de Primaria el curso que viene. “El trabajo no se pierde con un posible cambio de ley educativa, pues la mayoría de los elementos, aun con una nueva ley, no variarán sustancialmente”, señala González.

Lesbos, Girona, Málaga

Para Iolanda Arboleas, directora del Institut de Sils de Girona, no hay desconexión posible con la realidad. Todo, de Sant Jordi a la inauguración del curso, se impregna de aquello que nos rodea y que consideran más acuciante. No es raro en un centro, reconocido por Ashoka como changemaker, que inicia la jornada con su Bon Dia, dedicando los cinco primeros minutos a abordar un tema de impacto en ese momento.

Así, el pasado Sant Jordi la guerra de Siria y sus consecuencias fue la protagonista, con su descenso a cada uno de los cursos (sensibilización en 1º de ESO, análisis en 2º, reivindicación y protesta en 3º y acción en 4º). Y este curso se dará por inaugurado el viernes 28 con un acto en el Ayuntamiento al que toda la población está invitada, en el que los alumnos de 3º de ESO hablarán de democracia y derechos humanos vinculándolo con la Revolución Francesa y la Americana, que están estudiando, y donde acudirá para dar una conferencia, promovida por el centro y el AMPA Joel Da Silva, voluntario de Proactiva Open Arms, la ONG cuya labor describe Astral, el documental de Salvados.

A la colaboración con ONG están también acostumbrados en el IES Pablo Picasso de Málaga, donde trabajan con InteRed. Del mismo modo, es frecuente que se aborden problemáticas sociales desde una visión multidisciplinar y con testimonios de primera mano. El curso pasado, en un proyecto sobre las migraciones, participaron los profesores de Filosofía, Inglés, Economía y Geografía. Los alumnos escucharon las experiencias de personas que en su día tuvieron que abandonar su país que visitaron el centro, leyeron noticias, vieron documentales… “Queremos formar agentes de cambio, y hacerlo con herramientas propias de la participación en ciudadanía”, analiza Marisol Aneas, jefa de estudios y premio Vicente Ferrer de Educación para el Desarrollo. “En base a lo que está pasando, aspiramos a que el alumnado forme parte, aunque guiado, en la toma de decisiones de cómo trabajar en el aula, qué temáticas abordar”, prosigue Aneas.

Profesora de Economía, también comienza sus clases con dos noticias seleccionadas por los chicos y chicas, que dan para una exposición y un debate de unos 15 minutos y “sirven para conectar la clase a la realidad inmediata”. Su asignatura, para ella, contiene además conceptos imprescindibles con que analizarla. En sus clases de 1º, 2º y 4º de ESO hay lecciones fundamentales, las que hablan del agotamiento de los recursos, de los objetivos de desarrollo sostenible, de emprendimiento social, de finanzas alternativas, de responsabilidad social o de consumo responsable.

Ciudadano LOMCE

Para José Carlos Tobalina, docente del centro de formación ambiental Ciudad escolar en la Comunidad de Madrid, vinculado a los Movimientos de Renovación Pedagógica (MRP), existen estas y otras experiencias (cita también las de los colegios Trabenco de Leganés, Miguel Hernández en Getafe, Carlos Cano de Fuenlabrada o Palomeras Bajas en Madrid) “donde maestros o maestras de forma individual o en equipo sacan adelante proyectos coherentes con un nuevo paradigma ético, que desarrolla el pensamiento crítico y forma parte de una concepción global del ser humano en la sociedad”, pero no bastan.

Según él, ni el currículo ni la formación inicial del profesorado están listos para aportar “una visión crítica, consciente y lúcida del sistema en que vivimos, de las contradicciones en el funcionamiento del modelo neoliberal capitalista, de los problemas que tenemos de carácter ecológico y de justicia social”.

La escuela está en medio, reconoce Tobalina, a su alrededor los medios de comunicación o las redes sociales van ganando en impacto, “pero debería estar jugando un papel de compensación, de alfabetización crítica, y no lo está haciendo, sino que sigue vehiculando un conocimiento alejado de la realidad a través de materias que en ciertas épocas sirvieron para situar al ser humano en una visión del mundo antropocéntrica, distinta a la que tenemos que tener hoy”.

Tobalina habla de cómo la actual ley va en esa línea, “encaminada a crear ciudadanos LOMCE, seleccionados, con una mente capaz de cambiar muy rápido en lo tecnológico, muy dóciles en lo político y social, con una conciencia medida sobre medio ambiente (capaces de plantar un árbol cerca de su casa, o de comer comida ecológica), pero con una visión incompleta de lo que son en su entorno social y natural”.

Frente a esto, desde las jornadas que los MRP y Ecologistas en Acción celebrarán a principios de 2017 abordarán Qué escuela para qué mundo. Porque en el ámbito escolar hay mucho que repensar, también más allá del currículo (plantea algunos ejemplos: cómo se va y se vuelve del cole, cómo se transforma arquitectónica y estructuralmente para que sea algo abierto, cómo se conciben los tiempos, respetando los ritmos de cada uno, cómo, qué y con quién se come…) y porque todo esto ha de servir para acercar un poquito más la escuela a la vida, para que la escuela sea la vida.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/educar-contra-la-explotacion-infantil/

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Brasil y Haití acuerdan construir centro de formación profesional

América del Sur/Brasil/12 Noviembre 2016/Prensa Latina

Los gobiernos de Brasil y de Haití rubricaron un protocolo de cooperación técnica para construir un centro de formación profesional en la nación caribeña, con miras a calificar la fuerza de trabajo local.
Con un financiamiento de 17 millones de dólares del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el proyecto será coordinado por la Agencia Brasileña de Cooperación, del Ministerio de Relaciones Exteriores, y su ejecución estará a cargo de la unidad del Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial de Río Grande del Sur.

La escuela técnica tendrá como propósito contribuir a la formación en las áreas de ingeniería civil, costura, instalación eléctrica en edificaciones, operación turística y mecánica automotriz y de motocicletas.

En opinión del secretario de Estado para la Formación Profesional de Haití, Jean David Geneste, citado por la Agencia Brasil, la concreción del acuerdo proporcionará a muchos jóvenes de su país el acceso a una educación de calidad.

Por su parte, el canciller brasileño, José Serra, manifestó su convicción de que la iniciativa contribuirá a profundizar los lazos de cooperación y de solidaridad entre los dos países.

Fuente: http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=41167&SEO=brasil-y-haiti-acuerdan-construir-centro-de-formacion-profesional

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Revolucionar las aulas de la escuela secundaria para sentirnos libres

Por: Felipe Foschini y Matias Busi

Muchos ojos observando cómo los jóvenes se transforman en alumnos (“sin luz”). Cómo, a modo de producción en masa, se ubican enfilados en cada aula los pibes que tienen que obedecer para ser alguien.

Los chicos que concurren a los colegios secundarios resisten a la observación constante y sistemática de las autoridades de las instituciones, que controlan por un lado el comportamiento del alumnado y por otro la actividad de aquél que transmite el “conocimiento”, es decir, el docente.

La idea del control fue desarrollada por Michel Foucault mediante los conceptos de “panóptico” y “microfísica del poder”. En su obra Vigilar y castigar explica, entre otras cosas, cómo los modelos de construcción de cárceles se aplican a varias instituciones, tales como escuelas, hospitales o fábricas. Este diseño se basa en la permanente vigilancia sobre los sujetos presentes en cada establecimiento, y en generar la sensación en éstos de estar constantemente bajo observación.

Mediante este planteo, Foucault determina que las instituciones ya mencionadas son aparatos que transforman a los individuos en mercancías afines al sistema capitalista, generando en ellos obediencia y subordinación.

El caso particular que queremos tratar acá es el de la resistencia de los alumnos de sexto año a la observación sistemática que brindan la disposición de las aulas y los ventanales que las exponen. Colocando láminas en los vidrios, evitan que se vea desde el pasillo lo que ocurre en el salón. Frente a esto, los directivos suelen arrancar los papeles, y de esta forma se genera una ida y vuelta de accionar.

La vigilancia silenciosa

Pero supongamos que todos los ventanales están tapados, que ninguna autoridad tiene sus ojos sobre los pibes y que ningún profesor castiga a sus alumnos por desobediencia. ¿Dejaríamos entonces de estar atrapados?

Esta pregunta nos lleva a analizar la problemática más profundamente: los chicos no solamente se ven subordinados por la vigilancia física, sino también por otros agentes como redes sociales, prejuicios, estereotipos.

No dejaríamos de ser obedientes al sistema. La gran mayoría seguiría sacando el celular para revisar mensajes carentes de emoción y carnalidad, seguiríamos juzgando a una mujer por ser libre, a un chico por ser amante de la lectura, o a alguien por ser homosexual, continuaríamos tratando a las empleadas auxiliares como mucamas que deben arreglar nuestro desorden, mientras solo algunos pocos sienten que pueden ser sus madres trabajando para un patrón.

Nosotros mismos nos vigilaríamos y castigaríamos, porque las estructuras anteriormente nombradas, sumadas a los valores transmitidos por la educación familiar, por los programas de Disney, la Iglesia y las instituciones educativas ya nos grabaron el disco duro con los valores de “la normalidad y el acatamiento”.

Desde que comienza el secundario, cada mente espera con ansias el sagrado viaje a Bariloche, y al llegar el último año todas las energías de los estudiantes, que también podrían usarse para mejorar las cosas, se vuelcan totalmente en romperse la cabeza con la joda y el alcohol y, tal vez inconscientemente, en confrontar a las autoridades, las cuales durante todo el transcurso escolar se empeñaron en moldearnos hacia la obediencia.

Las instituciones

Como se nombró previamente, a lo largo de la historia diversas instituciones impusieron sistemáticamente los patrones de comportamiento sobre la sociedad para establecer la dominación.

Las más identificables de los últimos siglos son la Iglesia, la familia, la escuela y el Estado. Todas, con sus respectivas diferencias de accionar, determinaron y determinan cómo deben comportarse los individuos en cuanto a su sexualidad, ideología, rol social, rol laboral, etc.

Por ejemplo, la familia comienza este proceso desde el nacimiento determinando roles. A las niñas se les entregan objetos rosas, muñecas, cocinas y habitaciones de juguete, ropa con flores; mientras que los niños reciben pelotas de fútbol, ropa azul o celeste, autitos y armas.

A partir del jardín esta diferenciación se agrava, cuando maestros y maestras dejan bien claro cómo se comporta “un verdadero chico” y “una verdadera chica”.

Ya en la primaria comienzan a establecerse los valores culturales y sociales según la historia escrita por los vencedores. Se tocan los temas de “normalidad” en cuanto a los roles sexuales (heteronormatividad), acompañados muchas veces por la incidencia religiosa, que califica como herejía cualquier comportamiento que se salga de la regla.

A su vez esta institución difunde a lo largo de generaciones las ideas de inferioridad femenina, el rol de parto y de madre obligado y la subordinación a lo “masculino”.
También, en su constante actividad misógina, la Iglesia aparece reiteradas veces influyendo en cuestiones que competen al Estado, tomando protagonismo en temáticas como la legalización del aborto, que en Argentina deja 300 mujeres muertas en situación de clandestinidad al año. Al mismo tiempo en temas relacionados a las drogas, derechos de educación sexual integral, racismo, xenofobia y hasta, en algunos casos, los programas escolares.

Para reflexionar

Para continuar con lo que venimos hablando, consideramos que hay dos frases que están en boca de muchos, jóvenes y adultos, estudiantes y docentes, aunque de manera inconsciente. Una de ellas es “me voy a quedar libre”, refiriendo al miedo de tener que rendir todas las materias a fin de año por no ir una cantidad obligatoria de días a la escuela. Y esta frase refleja la situación en la que están los alumnos, los “sin luz”.

No están libres, están presos y es a la libertad a la que le temen. Porque esa libertad tiene un castigo, como todas las verdaderas libertades. Y en la escuela ese castigo es el de rendir todas las disciplinas, que te disciplinan, que te ordenan, que te controlan. Por eso desde la infancia te enseñan a respetar, a cumplir, a actuar.

Por otra parte, existe una frase común en los jóvenes que dicen “me escapé” o “vamos a escaparnos”. ¿Qué significa? ¿Que estamos encerrados? Esto quiere decir que la escuela nos condiciona y nos obligan, nos imponen y nos vigilan. Porque no aprendemos lo que nos gusta, nos enseñan lo que quieren. Porque no estamos donde queremos cuando queremos, estamos donde nos obligan y nos controlan.

Defender una educación pública y de calidad, para el conjunto de la población, va de la mano con cuestionar esos «saberes» que observan, condicionan, vigilan y castigan. Apostar a la revolución cotidiana en las aulas, donde se involucren todas y todos los «sin luz», docentes y demás trabajadoras y trabajadores de la comunidad educativa, es el camino para transformar esas genuinas sensaciones de encierro, obligación y control en una potente energía liberadora.

Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/Revolucionar-las-aulas-de-la-escuela-secundaria-para-sentirnos-libre

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