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Universidades públicas chilenas tienen el segundo arancel más caro de los países OCDE

América del sur/Chile/16 Septiembre 2017/Fuente: T13

Así lo indica el estudio «Education at a glance 2017», publicado hoy por la OCDE. En el caso de las instituciones privadas, las chilenas se ubican en el cuarto lugar del bloque.

Las universidades públicas chilenas se ubican en el segundo lugar de aranceles más altos de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), según indica el estudio «Education at a glance 2017», publicado hoy por el organismo internacional.

Según indica el documento, «Chile fue el único país de la OCDE con datos disponibles en los que las tasas de arancel para los estudiantes nacionales con títulos de licenciatura o equivalente eran más altas en las instituciones públicas (US$ 7.654) que en las privadas (US$ 7.156)«.

En tanto, agrega que en el país, las instituciones públicas «cobran la segunda cuota más alta en la OCDE después de Estados Unidos (US$ 8.202)», lo que contrasta con un tercio de los países de la OCDE en los que los estudiantes no pagan por estudiar títulos de licenciatura en instituciones públicas.

El estudio también destaca que la mayoría de los adultos en Chile cuentan con educación media completa, sin embargo, pone acento en que todavía son muy pocos los que acceden a la educación superior.

«En 2015, el 13% de los jóvenes de 25 a 64 años tenía una licenciatura o un título equivalente, en comparación con el 16% en promedio en la OCDE. Esta proporción desciende al 1% para la maestría, doctorado o equivalente, lo que es considerablemente inferior al promedio de la OCDE del 12%. La proporción de adultos jóvenes con título en educación superior es mayor al 30%, pero sigue siendo significativamente inferior a la media de la OCDE del 42%», puntualiza el documento.

Fuente: http://www.t13.cl/noticia/nacional/universidades-publicas-chilenas-tienen-segundo-arancel-mas-caro-paises-ocde

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En Chile las matrículas de universidades públicas son más caras que las privadas

Chile / 13 de septiembre de 2017 / Fuente: https://www.elcomercio.com

Chile es el único país de la OCDE en el que las matrículas de las universidades públicas son más caras que las de los centros privados, se indica en un informe anual sobre educación publicado este 12 de septiembre del 2017 por el organismo. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el valor medio de una matrícula en una universidad pública alcanza los 7 654 dólares, mientras que en las universidades privadas es de 7 156 dólares al año. El precio de las matrículas de los centros universitarios públicos chilenos solo es superado por las universidades públicas de Estados Unidos, donde alcanza 8 202 dólares de promedio. Como contraste, la OCDE destaca que alrededor de un tercio de los países del bloque ofrece matrículas gratuitas en las universidades públicas para estudiar licenciaturas. En el informe se llama la atención sobre el hecho de que Chile tiene grandes diferencias de remuneración entre egresados de la universidad y personas con una titulación inferior. Los que tienen el equivalente a una licenciatura ganan un 164% más de lo que perciben los que se quedaron con el último grado de secundaria. Y los que tienen un doctorado o un máster, casi les cuadruplican el sueldo, en lo que constituye la mayor diferencia observada en todos los países y muy por encima del promedio de la OCDE, que es de un 98%. La brecha de género en las ingresos es significativa, especialmente entre hombres y mujeres con estudios superiores. Según cifras de la OCDE, las mujeres de entre 25 y 64 años con estudios superiores tienen sueldos un 35% más bajos que sus pares hombres que realizan el mismo trabajo. En términos absolutos, el gasto público en educación sigue siendo bajo en Chile, con 4 401 dólares por estudiante en primaria y secundaria, frente a 9 489 de media en el conocido como el «club de los países desarrollados». Incluyendo los niveles de educación primaria, secundaria y superior, Chile gastó una media de 5 135 dólares por estudiante, una cifra similar a la de otros países latinoamericanos como Argentina (4 240 dólares), Brasil (5 610 dólares) o México (3 703 dólares). Sin embargo, en términos relativos, ese gasto se sitúa en el 5,2% del Producto Interior Bruto (PIB), equivalente al de la media de la OCDE. Entre 2006 y 2015 la escolarización de los niños de 3 años en preescolar ha crecido más del doble, para llegar al 49%, pero todavía está lejos del 73% de media de la organización, señala el documento de la OCDE.

Fuente noticia: https://www.elcomercio.com/tendencias/chile-matriculas-universidadespublicas-privadas-educacion.html

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Perú: Huelga Magisterial: ¿Se postergará o suspenderá el examen de admisión a las universidades públicas?

Perú/11 de Septiembre de 2017/Gestión

La huelga acabó y es hora de recoger todas consecuencias de ella. ¿Qué pasará con los exámenes de admisión a las universidades nacionales? Sunedu responde.

La huelga magisterial terminó y es hora de ver las consecuencias. Uno de los problemas más alarmantes, es el caso de los alumnos de quinto de secundaria. Y es que la recalendarización podría afectar su postulación a alguna universidad nacional. El lunes por la mañana, la congresista Gloria Montenegro comentaba en una entrevista a RPP que las universidades públicas deberían postergar sus exámenes de admisión entre 10 a 15 días. “Acá la preocupación viene por los chicos de 4to y 5to de secundaria, fundamentalmente 5to de secundaria que tiene que retomar su preparación a la universidad y ha perdido dos meses de clases.

Entonces, también las universidades nacionales van a tener que tomar en cuenta esto de tal manera que se pueda postergar quince días o un mes las inscripciones para la universidad”, acotó Montenegro. Sin embargo, ¿podría suceder esto? Sunedu responde: “No es posible suspender o postergar los exámenes de admisión de las universidades nacionales”. Y es que esto sucede, según fuentes de Sunedu , debido a que todos los procesos dentro de los exámenes de admisión de las universidades nacionales se tercerizan.

Entonces por un tema de pagos adelantados a proveedores y servicios que se realizan para el examen de admisión, no se puede cancelar o postergar. “Un antecedente para situarnos con este tema sería lo que sucedió en el caso del Niño Costero. A pesar de los problemas que miles de postulantes que vivían en las zonas afectadas tenían para llegar al examen de San Marcos, no se suspendió ni postergó el examen de admisión”, aseguraron. Por otro lado, Sunedu precisó que en el caso de Institutos nacionales podría ser factible, ya que el proceso no es tan riguroso; sin embargo, aun así es difícil. “Lo que sí podrían hacer, remitiéndonos al antecedente más cercano del Niño Costero, es que se le dé a los estudiantes la oportunidad de guardar su postulación para el siguiente examen que sería a mitad de año”, finalizó.

Fuente: http://gestion.pe/politica/huelga-magisterial-se-postergara-suspendera-examen-admision-universidades-publicas-2199270

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Costa Rica: OCDE recomienda que estudiantes de universidades públicas paguen mucho más.

Además, propuso que parte del presupuesto de becas se destine a estudiantes de bajos recursos de las universidades privadas.

Centro América/Costa Rica/15.08.2017/Autor y Fuente:http://www.nacion.com

Un aumento «regulado pero sustancial» en las tarifas de las universidades públicas recomendó  la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) como parte de las reformas para fortalecer la educación superior en el país.

También propuso que parte del presupuesto de becas se destine a estudiantes de bajos recursos de las universidades privadas.

Población universitaria estatal. (.)

Según  la organización, estos son algunos de los mecanismos que permitirán hacer la educacion superior pública más equitativa.

El informe «Revisión de políticas nacionales de educación en Costa Rica», que evalúa las prácticas del país en este ámbito como parte del proceso para ingresar a ese organismo, explica que el gasto dentro del sistema universitario público «no se asigna de forma equitativa».

El estudio, presentado la semana pasada, parte de que el 54% de los alumnos que están matriculados en las universidades públicas proviene de contextos acomodados, lo que sugiere que tienen capacidad de pago, y que solo un 7,5% forma parte del quintil 1 (el de más bajos ingresos).

Actualmente, por ejemplo, un alumno de la Universidad de Costa Rica (UCR) que no esté becado paga en promedio ¢15.000 por concepto de créditos. El tope de créditos que debe pagar es de 12, aunque lleve más. O sea, por semestre, ese alumno paga alrededor de ¢180.000 por el bloque completo, aunque eso varía según la carrera y el nivel.

Cabe destacar que el 56% (21.412) de los 38.000 alumnos de la UCR tenían, en el 2016, un tipo de beca socioeconómica, lo cual les reduce o exonera del pago de los créditos.

Ese porcentaje no incluye a los universitarios que reciben becas por «actividades universitarias» o por excelencia académica, a los que también se les exonera del pago de créditos, independientemente del nivel socioeconómico.

«La mayoría de los alumnos que se benefician de las universidades públicas son de contextos acomodados. Los estudiantes que pueden pagar educación secundaria privada tienen el doble de probabilidades de ingresar a las universidades públicas comparados con aquellos que asisten a la pública. Por el contrario, los estudiantes de universidades privadas casi no tiene acceso a becas, a pesar de hacer frente a montos mucho más elevados y muchos de ellos provienen de familias de bajos ingresos», explica el informe de la OCDE.

Según la OCDE, esas barreras financieras explican por qué la matrícula  de los alumnos de más bajos ingresos es tan baja en la educación superior pública.

«Se debe ofrecer becas y préstamos a estudiantes  que buscan programas de calidad, ya sea en universidades públicas o en privadas, reemplazando los actuales acuerdos  que canalizan principalmente el subsidio a estudiantes vía universidades públicas por medio de una matrícula subsidiada y por medio de becas. Deberá haber un aumento regulado pero sustancial de las tarifas de universidades públicas», explica el informe de la OCDE.

En el 2016, las cinco universidades públicas –UCR, Universidad Nacional (UNA), Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), Universidad Nacional a Distacia (UNED) y la Universidad Técnica Nacional (UTN)– destinaron ¢41.533 millones para becas de tipo socioeconómico.

Posiciones

El rector de la UNA, Alberto Salom, dijo que le extraña que la OCDE pida que los alumnos paguen más cuando muchos de los 35 paises que pertenecen a la OCDE ofrecen la educación superior gratuita.

«Yo personalmente creo que podríamos aumentar un poco más el valor de los créditos para los que puedan pagar más, siempre y cuando todo lo que entre por concepto de crédito vaya al sistema de becas. Si los estudiantes están de acuerdo, no me tiembla el pulso para aumentar el valor del crédito, si los estudiantes pueden pagar», dijo Salom.

En la UNA, los alumnos pagan un promedio de ¢12.000 por el crédito, y el bloque completo por semestre les cuesta  menos de ¢150.000. De los 18.400 alumnos matriculados en el 2016, 7.675 tenían beca socioeconómica.

Para Salom, el informe de la OCDE es muy superficial, ya que mezcla las universidades privadas con las públicas, lo cual, según él, «distorsiona cualquier estadística».

«Tienen estadísticas sesgadas. Hacen sugerencias que muestran un enorme desconocimiento de nuestra realidad, incluida nuestra  autonomía. Tenemos un porcentaje mucho más alto de estudiantes provenientes de colegios públicos que de privados, y sacan una estadística en la que están haciendo una mezcla de los dos sistemas, público y privado, que no corresponde», indicó Salom.

Por su parte, el rector de la UCR, Henning Jensen, no está de acuerdo en aumentar las tarifas.

«Eso resultaría catastrófico porque provocaría mayor exclusión social. En la inequidad en el acceso a la educación superior, aquí hay que señalar que esa inequidad no es provocada por las universidades públicas, sino por la sociedad. Nosotros tenemos programas de admisión diferida y un programa con la población indígena y hemos fortalcedio los sistemas de becas para asegurar la retención del estudiantado», manifestó Jensen.

La OCDE destacó en su informe el recococimiento internacional de algunas universidades públicas, pero fue enfático en señalar que «el gasto público en la educación universitaria está aumentando de forma insostenible y no se asigna de forma equitativa»

El organismo propone priorizar los fondos dentro del presupuesto general de educación, con una reducción en el gasto universitario, en favor de la inversión en educación preescolar, primaria y secundaria.

«Costa Rica invierte muchos recursos en los estudiantes universitarios y poco en los más pequeños, pero, si usted ve los beneficios sociales de la inversión, los mayores resultados provendrán de invertir en las edades tempranas y no en la etapa universitaria», dijo Andreas Schleicher, director de Educación y Habilidades de la OCDE.

Para el 2017, el presupuesto del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) es de ¢478.570 millones. Según la OCDE, el presupuesto es muy superior a la mayoría de los países de la Organización y es usado por las universidades a su total discreción.

Fuente: http://www.nacion.com/nacional/educacion/OCDE-recomienda-estudiantes-universidades-publicas_0_1650634995.html

Imagen: http://www.nacion.com/nacional/educacion/Sistema-Admision-Universitaria-SAU-Foto_LNCIMA20170404_0118_5.jpg

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Perú: Programa Nacional ofrece dos mil becas para culminar estudios

América del Sur/Perú/13 Agosto 2017/Fuente:diariocorreo /Autor:Redacción Multimedia

El Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) lanza la convocatoria de Beca Permanencia con el objetivo de facilitar las condiciones necesarias para la continuidad y culminación de los estudios superiores de estudiantes de universidades públicas. Con este objetivo se ha puesto en concurso público dos mil becas en tres modalidades de ingreso: Ordinaria, Excelencia e Intercultural. Las inscripciones para postular en línea a través de la web de Pronabec estarán vigentes hasta el 27 de agosto.

Beca Permanencia está dirigida a estudiantes regulares de universidades públicas peruanas en carreras elegibles, inscritos entre el primer y noveno ciclo académico según su malla curricular vigente y que cumplan con los requisitos establecidos en cada modalidad de acceso que determinan las bases del concurso de esta convocatoria.

Entre los requisitos más importantes para acceder a la Beca Permanencia se encuentran, tener nacionalidad peruana, conforme al ordenamiento jurídico vigente, estar matriculado entre el primer y noveno ciclo de estudios en una universidad pública y carrera elegible, tener como máximo 25 años cumplidos al 31 de diciembre de 2016 para las modalidades Ordinaria o Excelencia. Asimismo, tener como máximo 28 años cumplidos al 31 de diciembre de 2016 para la modalidad Intercultural, poseer insuficientes recursos económicos para financiar los gastos directos e indirectos de su educación superior y cuyo ingreso per cápita mensual no exceda los 1,500 soles, además de cumplir con los requisitos específicos de cada modalidad.

La beca será otorgada por un periodo máximo de nueve semestres académicos consecutivos o el mínimo requerido para completar su carrera profesional, conforme al plan de estudios de las carreras de las universidades públicas elegibles, con excepción de los casos que proceda suspensión de beca.

BENEFICIOS.

La Beca Permanencia otorga el beneficio del pago de alimentación, movilidad local y material de estudio. Son 27 las universidades nacionales elegibles en todo el Perú. En Lima destacan la Mayor de San Marcos, de Ingeniería, del Callao, Agraria La Molina y de Educación Enrique Guzmán y Valle.

Fuente de la noticia: http://diariocorreo.pe/peru/programa-nacional-ofrece-dos-mil-becas-para-culminar-estudios-767240/

Fuente de la imagen: http://cdne.diariocorreo.pe/thumbs/uploads/img/2017/08/12/programa-nacional-ofrece-do-jpg_604x0.jpg

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Precariado universitario

Enrique Javier Díez Gutiérrez

La gestión neoliberal de nuestra Educación Superior está convirtiendo las universidades públicas en empresas, como constatan investigadores de prestigio como Noam Chomsky.

El personal docente e investigador (PDI) se vincula cada vez más con las universidades con fórmulas contractuales caracterizadas por la precariedad y por la temporalidad. La contratación de “profesores y profesoras asociados” y de figuras cada vez más temporales, precarias y con derechos cada vez más recortados, a fin de reducir costes laborales e incrementar el servilismo laboral, es parte del asalto neoliberal general a los servicios públicos, a los bienes comunes, a los denominados “procomunes”.

La Ley Orgánica de Universidades de 2000 (LOU) creó seis modalidades de contratación de carácter temporal. A lo que habría que añadir el profesorado visitante, los y las investigadoras Ramón y Cajal, o Juan de la Cierva, así como las y los técnicos de investigación y el profesorado asociado. Esta última figura, por su bajo coste, por ser los que más carga docente tienen, y por su carácter contingente, ha animado a utilizar profusamente esta figura en las Universidades. Se les despide cada semestre, para no pagarles las vacaciones. La conjunción entre asociados y becarios de investigación, evidencia que buena parte de la docencia universitaria está en manos del profesorado peor pagado de todo el sistema educativo.

Este modelo neoliberal pretende un sistema dual de profesorado, como en su reflejo empresarial: una “élite” investigadora y docente de “fichajes estrella” con contratos blindados y una mayoría de profesorado en condiciones precarias, temporales y dependientes de continuas renovaciones de sus superiores, mal pagados y trabajando “a destajo”, con graves dificultades para mantener una cierta “libertad de cátedra” e independencia académica.

A esa élite hay que añadir la proliferación de otra “élite de ejecutivos” que florecen en este modelo de negocio empresarial universitario. Gerentes, cargos administrativos y burocráticos, y empresas asociadas de gestión, se convierten en imprescindibles si tienes que controlar a la gente: una suerte de despilfarro económico, pero útil para el control. En los últimos años se ha registrado un aumento drástico en nuestras universidades de estos “profesionales” de la gerencia y los cargos burocráticos, más que bien pagados y “afines” a quien los contrata.

No obstante, la fe de los fanáticos talibanes en el credo neoliberal es inquebrantable. Cuando Alan Greenspan, economista norteamericano conocido por haber sido presidente de la Reserva Federal de EE. UU., testificó ante el Congreso en 1997 sobre este modelo económico, explicó que una de las bases de su éxito era que estaba imponiendo lo que él mismo llamó “una mayor inseguridad en los trabajadores”. Según esta ideología, si la clase trabajadora está insegura no exigirá aumentos salariales, no irá a la huelga, no reclamará derechos sociales. Y eso es lo óptimo para la salud económica de las grandes empresas. En su día, a todo el mundo le debió parecer razonable el argumento de Greenspan, a juzgar por la falta de reacciones y los aplausos registrados, recuerda Chomsky.

Eso es lo que se ha transferido a las universidades. Conseguir una mayor “inseguridad” de los profesionales que en ellas trabajan manteniéndoles pendientes de un hilo que puede cortarse en cualquier momento, de manera que mejor que sean dóciles, acepten salarios ínfimos y trabajen a destajo. Esa es la manera como se consiguen universidades “eficientes” desde el punto de vista de la ideología empresarial. Y en la medida en que las universidades avanzan por la vía de un modelo de negocio empresarial, la precariedad es exactamente lo que se impone.

Los efectos de esta lógica neoliberal individualizada, precarizada y competitiva, que fija retribuciones, dedicación y prestigio en función de los resultados, supone un aumento de la presión y del estrés laboral, del ritmo de trabajo. Se perciben con mayor claridad cuando afectan a colectivos precarios de docentes e investigadores porque los hace responsables no sólo de su competencia profesional (de su nivel de reconocimiento) sino de mantener (o de conseguir en un horizonte incierto) el propio puesto de trabajo, responsable de su potencial empleabilidad. En estos colectivos la desregulación laboral se traduce en exigencias de flexibilidad y en mayor precariedad. A la flexibilidad temporal (inestabilidad de contratos, dependencia de las subvenciones variables) hay que añadir la flexibilidad horaria (disponibilidad más allá de lo estipulado) y la flexibilidad funcional (polivalencia y tensión formativa correlativa a los posibles cambios en los requisitos de las distintas instancias evaluadoras). Estas nuevas reglas del juego laboral tienen también como efecto perverso una despolitización del profesorado y una casi exclusiva dedicación a aquello que se considera clave en el reconocimiento académico de méritos, centrándose únicamente lo que permite superar pruebas de rendimiento, tener visibilidad y reconocimiento institucional.

Las políticas públicas de gobiernos conservadores, neoliberales y socialdemócratas han promovido y están incentivando que nuestras universidades públicas se orienten hacia este modelo de gestión empresarial, donde parece que lo que importa es mantener los costos bajos y asegurarse de que el personal contratado es dócil y obediente.

La idea es transferir la mayor parte de la docencia a trabajadores precarios, lo que mejora la disciplina y el control. Los costos, claro está, los pagan los estudiantes y quienes se ven obligados a desempeñar esos puestos de trabajo precarios. Pero es un rasgo típico de una sociedad dirigida por la mentalidad empresarial transferir los costos a la gente. La universidad impone costos a los estudiantes y a un personal docente que, además de dificultar gravemente su carrera académica, se le mantiene en una condición que garantiza un porvenir sin seguridad. Todo eso resulta perfectamente natural en los modelos de negocio empresariales. Es nefasto para la educación, pero está claro que su objetivo no es la educación.

Es sorprendente que el dogma neoliberal sea incapaz de comprender que la Universidad debe ser una institución democrática, en la que la comunidad universitaria (profesorado, estudiantes, personal no docente) debe participar en la determinación de la naturaleza de la institución y de su funcionamiento. Esto no es ninguna propuesta ni siquiera progresista o de izquierda, por cierto. Procede directamente del liberalismo clásico de sus fundadores, como John Stuart Mill, que daba por descontado que los puestos de trabajo tenían que ser gestionados y controlados por la gente que trabajaba en ellos: eso es libertad y democracia.

Es la comunidad universitaria y sus docentes quienes tienen que establecer qué van a enseñar, cuál será el programa, cómo se va a desarrollar las investigaciones y cómo compartirlas y colaborar en ellas. En un sistema representativo, necesitas tener a alguien haciendo labores administrativas, pero tiene que poder ser revocable, sometido como está al servicio de los componentes y la institución que administra.

Es bueno para las personas, para la sociedad e incluso para la economía el que la gente sea creativa e independiente y libre. Todo el mundo sale ganando de que la gente sea capaz de participar, de controlar sus destinos, de trabajar con otros: puede que eso no maximice los beneficios económicos inmediatos ni la dominación de unos pocos sobre otros, pero, como plantea Chomsky también, ¿por qué tendríamos que preocuparnos de esos “valores”?

Fuente del articulo: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=224568

Fuente de la imagen: http://e02-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2015/02/05/14231409414006.jp

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OCDE: Costa Rica debe fortalecer supervisión de enseñanza superior

Centro América/Costa Rica/05 Agosto 2017/Fuente: La república

Informe señala carencias tanto en Conesup como en Conare

El país debe fortalecer la supervisión de la enseñanza superior, tanto privada como pública.

Esa fue una de las recomendaciones que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señaló en el Estudio de las Políticas Nacionales de Educación.

El objetivo del informe es brindar claves para desarrollar un sistema de educación superior que sea equitativo, de alta calidad y que cubra las necesidades de los estudiantes así como de los empleadores.

A nivel privado, el organismo advierte que en la reforma para fortalecer el rol de supervisión del Consejo Nacional de Enseñanza Superior Universitaria Privada (Conesup), se debe dar facultades y recursos para garantizar que todos los programas de los centros de enseñanza privados alcancen un estándar mínimo de calidad.

Para esto, OCDE recomienda que se faculte a Conesup para acreditar y garantizar revisiones obligatorias cada cinco años, de un nivel adecuado y abiertas al escrutinio público, así como la potestad para cerrar programas que no cumplan con los estándares mínimos.

En cuanto a universidades públicas, la OCDE se enfoca en el rol del Consejo Nacional de Rectores (Conare), al que califica como una institución que solo se dedica a administrar los recursos que recibe mientras no ve al sector como una plataforma para la eficiencia en la relación entre los programas y las universidades.

“No existe entidad con responsabilidad para el sector como un todo, ni plataforma donde los actores puedan reunirse para garantizar coherencia entre los programas e instituciones Y ninguna base sobre la cual asignar significativamente fondos públicos”, advierte la organización en el análisis.

El problema radica en que no hay forma de desarrollar e implementar nuevas políticas sobre financiamiento de estudiantes, calidad universitaria o de cubrir las necesidades de una economía de rápido cambio.

“Esto no proporciona una base sólida para el desarrollo de un sector de la educación superior competitivo y alta calidad”, se lee en el informe.

Otro aspecto que propone la OCDE es ampliar la cobertura del Sistema Nacional de Acreditación (Sinaes) y que el financiamiento público esté sujeto a su aval.

También recomienda establecer un órgano independiente con su propio presupuesto para recopilar, analizar y proporcionar información sobre el desempeño del sector de educación superior.

Para esto, todas las universidades (tanto públicas como privadas) deberían proporcionar insumos al Sinaes, como información sobre costos y retornos estimados de los programas de estudios.

El financiamiento universitario también es parte del informe, en el que se señala la urgencia de un nuevo sistema que logre una distribución de costos más efectiva y justa entre el gobierno y los estudiantes.

“Los acuerdos actuales de financiamiento universitario no son sostenibles, son desiguales y no responden a las necesidades del mercado laboral”, indica.

Fuente: https://www.larepublica.net/noticia/ocde-costa-rica-debe-fortalecer-supervision-de-ensenanza-superior

 

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