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Entrevista a Alejandra Rodriguez:»La Universidad no está exenta de la violencia de género»

19 Junio 2016/Fuente: La Haine/Autor: Mario Hernández

Mario Hernández (M.H).: Con Alejandra, Consejera de la Facultad de Ciencias Sociales. Hace unos días atrás, previamente a la movilización del viernes bajo la consigna “Nos queremos vivas, a todas” se produjo un intento de secuestro en la plaza Houssay, donde están las facultades de Medicina, Ciencias Económicas y Sociales, un hecho que no fue una novedad, recordemos que en la Facultad de Ciencias Económicas hay una estudiante desaparecida desde hace más de diez años: Florencia Penacchi. Y recordemos también que hace unos años tuvimos una situación muy delicada en la sede de la Facultad de Psicología en la calle Hipólito Yrigoyen en el barrio de Once, y luego hubo denuncias también en el IUNA por este tipo de situaciones. También en la Facultad de Ciencias Sociales en la calle Santiago del Estero, se han sucedido una serie de hechos de violencia y acoso contra las estudiantes que me gustaría que nos comentes.

-A.: Efectivamente, lo que estás enumerando son hechos que atraviesan a la Universidad de Buenos Aires y como manifestamos desde nuestra organización y en cada facultad donde intervenimos, la Universidad no está exenta de la violencia de género sino que es un ámbito más donde se reproducen estas prácticas que afectan cotidianamente al conjunto de las mujeres.

Como bien dijiste, en la Facultad de Psicología tenemos el antecedente de hace algunos años cuando hubo una red de trata operando en el barrio de Once, es una manera que tienen de accionar, merodean facultades, colegios, lugares donde hay una gran concentración de estudiantes mujeres. En la facultad de Psicología en esa oportunidad fueron las estudiantes y docentes las que se organizaron para denunciar el accionar de la red de trata, se movilizaron a la comisaría, lograron incluso que se traslade del cargo al comisario que estaba aparentemente implicado, también denunciando las responsabilidades políticas del Estado, porque sabemos que las redes de trata operan en complicidad y con el amparo de distintos sectores del Estado como la justicia, la policía y el poder político.

En Sociales el año pasado tuvimos una situación similar, varias compañeras a partir de una estudiante que hizo una publicación en los grupos de la facultad en Facebook contando cómo un tipo se le acercó a las 11:00 de la noche, cuando salía de la facultad y le propuso un trabajo de promotora, algo muy extraño; a partir de esa publicación otras compañeras comentaron que habían pasado por la misma situación y ese es el modus operandi de una red de trata, un tipo, de noche, merodeando el barrio de Constitución ofreciendo trabajos de mucho dinero para lo que significaba la tarea, incluso a una compañera este tipo llegó a forcejearla intentando meterla en el auto. Ahí también fuimos los estudiantes los que nos movilizamos para hacer llegar a las autoridades la situación.

Esto nos trae a este caso que pasó en Plaza Houssay. La estudiante de Medicina relata en un audio, cómo un tipo la agarró amenazándola de muerte, la intentó meter en un auto y gracias a alguien que pasó por ahí que distrajo al hombre, pudo escaparse y salir corriendo a pedir ayuda.

Somos las estudiantes las que sufrimos este tipo de situaciones y estamos totalmente desprotegidas por los responsables que son las autoridades de las facultades, que son quienes deberían ocuparse de que los estudiantes cursemos en condiciones, de que los trabajadores también y proteger la integridad física de cada uno de los y las compañeras que asistimos a las distintas facultades.

La policía consume, fomenta, ampara y permite que las redes de trata funcionen como un kiosquito más

-M.H.: Frente a estos hechos, ¿qué actitud han adoptado las autoridades de la Universidad, las fuerzas de seguridad? Porque en el caso de Florencia Penacchi incluso en algún momento se involucró a un personaje que después apareció en una foto con el actual Presidente de la Nación y su señora en Cancún. Situación que nunca se aclaró, me estoy refiriendo a Martins, siendo que Florencia Penacchi también era empleada del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

-A.: Vengo de la Facultad de Sociales, donde tuvimos un intercambio con las autoridades sobre otro caso de violencia que ocurrió allí. Pero concretamente sobre este caso de las redes de trata operando sobre Plaza Houssay, las autoridades de Medicina, de Económicas y de la UBA en general, no dieron ningún tipo de respuesta, de hecho es una de las exigencias que marcamos constantemente cuando surge algún caso de violencia donde hay alguna compañera que sufre algún tipo de ataque. Las autoridades deben garantizar la integridad de las personas que asisten a las casas de estudios, sin embargo, hacen oídos sordos y no ofrecen ningún tipo de salida.

Esto de la seguridad es interesante plantearlo, porque nosotros no creemos que la solución sea más policía, de hecho la policía como institución son los que consumen, fomentan, amparan y permiten que las redes de trata funcionen como si fuesen un kiosquito más. Muchos de los prostíbulos donde hay pruebas de que hay mujeres víctimas de la explotación sexual a partir de las redes de trata, funcionan con la complicidad del Gobierno de la Ciudad, de la Policía y sectores judiciales. Los Centros de estudiantes de Económicas y Medicina que están dirigidos por la Franja Morada, que es el sector político que dirige la UBA, fue a pedir más policía, pero nosotros entendemos que esa no es la salida porque son los mismos sectores implicados.

-M.H.: ¿Qué proponen?

-A.: Lo que nosotros remarcamos es que el Consejo Superior a partir de lo que fue la primera movilización de “Ni una menos”, en el Rectorado se aprobó un Protocolo de intervención en casos de violencia de género. Esto pasó a fines del año pasado y hasta hoy no fue implementado.

Los femicidios son el eslabón final de una larga cadena que parte desde el propio Estado

-M.H.: Dejando de lado que apañaron y cubrieron a un violento, como el decano de Ciencias Económicas, denunciado por su mujer y que luego tuvo que renunciar, lo que es de resaltar es un avance importante en la conciencia, la valentía de parte de las mujeres. La movilización del viernes pasado fue una demostración cabal de eso. Pero desde el lugar de las autoridades nacionales, se ve una actitud parecida a la de las autoridades universitarias, porque el presupuesto con el que cuenta el Consejo Nacional de la Mujer es ridículo, el 0,0055%, o sea 4,50 pesos por mujer, por otro lado, la Ley de patrocinio jurídico gratuito que propuso el senador Abal Medina y fue aprobada por unanimidad en noviembre del año pasado, jamás se implementó. Esto sabiendo que la denuncia en la comisaría es el inicio de un oneroso proceso judicial que debe ser costeado por la propia víctima que ya se encuentra en un estado de vulnerabilidad.

Otro proyecto que tampoco avanza es la llamada Ley “Brisa”, que prevé una asignación para los hijos de las mujeres asesinadas. Así podríamos seguir. Veremos si Fabiana Túñez, responsable del Consejo Nacional de la Mujer, presenta como dice, un Plan nacional contra la violencia de género y marca una tendencia para empezar a concretar algunas de estas cuestiones. Porque claramente se ha avanzado en concientización y valentía pero en el terreno concreto no se ha avanzado y los femicidios han aumentado, 225 el año pasado y en lo que va de éste ya se relevaron 235, esto deja en claro que desde el punto de vista concreto no se está a la altura de las circunstancias.

-A.: La movilización del año pasado del 3 de junio fue una reacción popular ante un flagelo social que sufren las mujeres constantemente. La movilización puso en agenda los reclamos de las mujeres. Del año pasado a éste, ni el gobierno anterior y mucho menos éste dieron una salida a esta problemática. Miles y miles nos movilizamos en todo el país y, efectivamente, los casos aumentaron, se visibilizó aun más y los femicidios son moneda corriente. Y queremos remarcar que los femicidios son el eslabón final de una larga cadena que parte desde el propio Estado. Y hay que remarcar las responsabilidades políticas, y cuando hablamos del Estado hablamos de cada una de sus instituciones y sus representantes, no es una cuestión de un gobierno sino que reproducen una lógica de relación cultural que necesita tener a las mujeres con la cabeza gacha y por eso en la Universidad pasa lo mismo.

Esto de las leyes es un punto importante, hay distintas leyes presentadas por distintos sectores políticos, que algunas tienen más limitaciones que otras. Hoy en día, por ejemplo, la Comisión de la Cámara de Diputados que debería tratar proyectos que tienen que ver con la violencia hacia la mujer o cualquier reclamo de las mujeres, que es la Comisión de mujer, niñez, adolescencia y familia no funciona, estamos a mitad de año y la comisión no se ha reunido nunca. Y está presidida por Julián Dindart, que fue asignado por el bloque del radicalismo y avalado por todos los sectores políticos, que es conocido porque cuando fue Ministro de salud de la provincia de Corrientes estuvo en contra del aborto no punible en dos casos de niñas que habían sido violadas y habían quedado embarazadas, eso entre otras declaraciones homofóbicas. Ese personaje es quien encabeza la Comisión de mujer en la Cámara de Diputados.

-M.H.: Además una Comisión de mujer presidida por un hombre y con estos antecedentes es algo bastante raro. Ya que tocaste el tema del aborto, no quiero dejar pasar el caso de Belén, la chica tucumana, porque es un caso que ilustra la criminalización del aborto y la falta de una perspectiva de género en los fallos judiciales. Porque como mencionaste, el otro eslabón importante es la justicia, una justicia misógina y machista.

-A.: No solo es misógina, machista y patriarcal, sino que es clasista, porque la justicia opera para un sector social en particular, Belén es el nombre ficticio de una joven tucumana que hace dos años llegó al hospital de Clínicas de Avellaneda de la Provincia de Tucumán con una hemorragia interna y en vez de recibir la asistencia que necesitaba porque se estaba desangrando, fue acusada de matar a su hijo, le pusieron un feto en la cara al que nunca se le hizo un ADN para saber si era de ella.

Es un caso que tiene una serie de irregularidades, ella sufrió maltratos de todo tipo, esto sucedió hace dos años, bajo el gobierno de Alperovich, y durante ese tiempo Belén esperó su condena presa, a diferencia de otros casos como, por ejemplo, el de Marita Verón, donde todos los acusados esperaron su condena en libertad y encima después fueron absueltos en primera instancia. Belén estuvo en una cárcel durante dos años y hoy el gobierno de Juan Manzur y la justicia tucumana decidieron darle ocho años más simplemente por tener un aborto espontáneo, que ni ella sabía que lo tenía. Es un caso, como bien dijiste, de criminalización del aborto pero hacia un sector en particular, es la regimentación, el disciplinamiento y la criminalización de las mujeres pobres, jóvenes y trabajadoras.

Hoy el aborto para muchos sectores es un tema polémico que quizás no habría que debatir, pero el aborto es una realidad y cientos de mujeres jóvenes y niñas mueren por realizarse abortos clandestinos. Insisto en el tema del sector social, porque la mujer que tiene los recursos puede acceder a una clínica privada y practicarse un aborto en condiciones óptimas, las que no pueden hacerlo se mueren. Es una pelea de las organizaciones de mujeres y que particularmente nosotras venimos dando hace años, el proyecto que presenta la Campaña nacional por el aborto que lleva diez años siendo presentado constantemente para que por lo menos se discuta, ha sido cajoneado por todos los gobiernos que pasaron.

Además, en cuanto a lo de la justicia, otro caso reciente es el de una niña wichí en Salta, de doce años que padece un cuadro de desnutrición, retraso mental, que fue violada por 8 personas, quedó embarazada y la justicia y el Estado de Salta le negaron el aborto no punible, incluso incumpliendo el fallo F.A.L de la Corte Suprema que establece el aborto no punible y lo único necesario era la declaración de una mujer para poder practicárselo y que no sea penalizada.

Provincias como Tucumán y Salta incumplen este fallo y tienen protocolos restrictivos, por ejemplo, en Tucumán hay un protocolo que establece que solo la mujer que fue víctima o algún pariente muy cercano son los únicos que pueden efectivamente hacer el pedido del aborto, pero en un plazo de doce semanas.

Este caso es significativo también porque esta niña fue violada en noviembre del año pasado y esto está saliendo a la luz ahora, se le negó el aborto no punible, se le practicó una cesárea porque el feto tenía malformaciones craneanas, incluso con el riesgo de que afecte su vida porque tiene una afección pulmonar. Los propios médicos dijeron que no tenía ninguna posibilidad de vida. Esto también demuestra como la justicia actúa para un sector en concreto y que criminaliza y regimenta a las mujeres trabajadoras constantemente.

-M.H.: ¿Querés agregar algo más?

-A.: Sí, en relación a Julián Dindart, quien preside la Comisión de mujer de la Cámara de Diputados, nosotras desde el FIT y el PO, con nuestra diputada por la provincia de Mendoza que es Soledad Sosa, hicimos un pedido al Presidente de la Cámara de Diputados para que se lo remueva de su cargo porque entendemos que un tipo con estas características, que está totalmente en contra de los intereses de las mujeres, no puede presidir esa Comisión.

Ese pedido no fue escuchado y es por eso que esa Comisión hoy no se reúne y no discute estas problemáticas. Mientras que en la segunda movilización por “Ni una menos”, en su primer aniversario, fuimos nuevamente miles y miles de trabajadoras y trabajadores, mujeres, niñas y hombres que salimos a la calle porque entendemos que motivos nos sobran.

Nosotros, si bien damos la batalla institucional, en las facultades, en el Congreso, en los distintos ámbitos, entendemos que la única forma de que los reclamos de las mujeres se lleven adelante o de conseguir las conquistas que estamos reclamando va a ser a partir de la organización independiente de las mujeres, del Estado y la Iglesia que son los principales responsables en todo caso de violencia de género.

Fuente de la entrevista: http://www.lahaine.org/mm_ss_mundo.php/la-universidad-no-esta-exenta
Fuente de la imagen:
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Jugando a papás y mamás

 

Este corto metraje es una ventana hacia la reflexión de los valores familiares en cuanto al tema de la violencia y el maltrato familiar, en el desarrollo del mismo una niña representa e imita en sus juegos lo que evidencia en el hogar.

Sabemos que los niños aprenden jugando y, generalmente, desde temprana edad comienzan a representar papeles de la vida cotidiana, siendo esta la forma para descubrir el mundo de los adultos. El juego se convierte en un escenario teatral donde ellos dan rienda suelta a lo que conocen de su entorno significativo. Dicho espacio tiene toda una intencionalidad y es que mediante el juego los niños aprenden a ponerse en el lugar de los otros, comenzar a comprender algunas situaciones, resolver problemas cotidianos, afianzar su personalidad, entre otros aspectos que van a moldear su futuro comportamiento como adultos.

Es un micro para analizar desde un lente más agudo la formación de nuestros niños y jóvenes y las consecuencias que generan los ambientes familiares donde persiste la violencia de género.

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El impacto de los casos

Algunas revelaciones provocan mayor indignación por ser más mediáticas.

Por Carolina Vásquez Araya

Los jueves de Cicig y MP se han convertido en un punto de convergencia de la atención ciudadana. La sucesión indetenible de escándalos revelados con lujo de detalles por la Fiscal General y el Comisionado de la Cicig, junto con el ministro de Gobernación, en algunos casos, y los fiscales encargados del trabajo de base, constituyen una novedad en este país de los ocultamientos.

La transparencia con la cual han procedido las instancias encargadas de las investigaciones y el armado de los expedientes dista mucho de las manipulaciones usuales cuando los involucrados son individuos de gran poder político o económico, como en estos casos. Quizá ese ha sido uno de los factores que ha motivado a la población a volver a la plaza.

Sin embargo, duele constatar que algunas denuncias incluso más graves en incidencia y alcance pasen casi inadvertidas para la ciudadanía. Entre ellas, la de la trata de personas que afecta a miles de niñas, niños, adolescentes, hombres y mujeres, cuyo destino incierto a veces se decanta por la prostitución forzada, el tráfico de órganos, la esclavitud o la muerte.

Pero si devanamos los hilos llegaremos a la conclusión de que todo está conectado de un modo u otro. Veremos que los actos de corrupción no han sido solo el saqueo de los recursos del Estado por medio de argucias administrativas o descarados robos de caja, sino también una estrategia perversa de asesinato masivo de la institucionalidad en todos sus niveles. Amarrar las cosas de tal modo que la cooptación del Estado echara sus raíces para siempre en un sistema garante de la impunidad para sus amplias organizaciones criminales.

Los objetivos resultan cada vez más claros si nos remitimos a los inicios de la campaña que llevó al poder a esta clica criminal, aunque es indispensable incluir en la fórmula a toda la casta política y a sus jefes directos: los financistas. Esa mirada en perspectiva permite captar en toda su dimensión la profunda podredumbre mental y espiritual de quienes han gobernado al país con el único fin de servirse de ese privilegio para sus beneficios personales y de grupo.

La trata de personas, uno de los crímenes de lesa humanidad más repugnantes que conciba la mente humana, ha pasado por debajo del agua gracias al poder de sus redes. La inmensa estructura construida gracias al increíble capital amasado en esta actividad y al tráfico de influencias en sectores de decisión, tiene un alcance operativo que trasciende al de otras actividades delictivas –aunque asociadas- como el narcotráfico.

Por qué el informe divulgado por la Cicig, junto con el Ministerio Público y Unicef sobre el negocio de la trata no convocó a una plaza, resulta incomprensible. Cuando nos adentramos en la descripción de las experiencias de una sola de las víctimas de este negocio maldito cuesta comprender cómo es posible tanto silencio. Cómo las víctimas escogidas por esas redes aparezcan a diario en las alertas y no haya reacción masiva de la sociedad: niñas y niños que deberían estar seguros en sus hogares, asistir a la escuela y vivir felices y protegidos, perdidos muchas veces de manera definitiva en manos de explotadores, ellos sí acunados por el sistema.

¿Alguien lo recuerda? 33 personas captadas diariamente, 64 por ciento de ellas niñas y mujeres ofrecidas “por categoría” y obligadas a atender unos 30 servicios sexuales por día. Y esos son los casos denunciados o captados por quienes se han tomado la molestia de investigar. Hay, sin duda, muchos más perdidos en esta vorágine interminable de escándalos. ¿Qué haremos por ellos?

elquintopatio@gmail.com

@carvasar

Blog de la autora: https://carolinavasquezaraya.com

Imagen de uso libre tomada de: https://farm9.staticflickr.com/8357/8320783267_d09d8f558c_o_d.jpg

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Argentina: Violencia de género, un problema cultural que la educación no logra resolver.

Por Víctor Leopoldo Martínez
Las «mujeres” son como los «negros”, un mal social que los hombres blancos deben «soportar”. El hombre evita trabajar como «negro” porque es denigrante, pero ve como bueno y elogiable que una mujer lo haga porque para eso está, para trabajar como «negra” (la propia mujer también sostiene esto a la hora de «dar examen” al macho). Las mujeres «blancas” tienen mujeres pobres y «oscuritas” para que sean sus sirvientas. Las mujeres blancas disfrutan del sexo porque tienen recursos económicos para el aborto. Las «negritas” hacen el amor sabiendo que se juegan la vida si tienen que abortar; o por los planes sociales. El hombre tiene derechos porque trabaja fuera de casa y trae el «sustento”. Las labores hogareñas de la mujer no son parte de un trabajo sino un «deber” por gratitud hacia el hombre que trae el sustento. Hoy la mujer trabaja afuera porque «debe” ayudar al hombre; un «deber” sin muchos «derechos”, de ahí su sueldo diferente y en ocasiones inferior. La mujer es una «serpiente” y tan mala como la «bola negra” de billar cuando se trata de la diversión del macho.
Para vender cualquier producto, o para que un programa televisivo tenga audiencia tiene que «ofrecer” culos y tetas de mujeres revoloteando en la pantalla; no pocas mujeres se prestan al juego porque «paga bien” si esas tetas o culos se transforman en buena «merca” para un macho. Su creador fue Gerardo Sofovich, el continuador Marcelo Tinelli. El macho cuanto, más desnudo pueda aparecer, más macho es por ser más sexy. La mujer, cuanto más desnuda pueda aparecer, más permisiva para ser violada y/o violentada está diciendo ser porque lo hace para provocar. El hombre puede vestirse como se le canta; la mujer, si lo hace, «quiere guerra” (y en las guerras siempre hay muertes).
El hombre es violento con la mujer por cobardía, ya que jamás hablará de sus miedos. La sabe inferior en términos físicos y por ende indefensa y descarga sobre ella posibles traumas psicológicos infantiles irresueltos, cuando no reproduciendo modelos y costumbres familiares incorporados. La mayoría de las mujeres naturalizaron y justifican aún hoy esa violencia por aceptación cultural del sometimiento que supuestamente les cabe por una cuestión de género. Las madres educan a sus «nenas” para que sean futuras «señoritas decentes” (sometidas) a los dictámenes «machos”;  y de chiquitos justifican que los «nenes” fajen a sus hermanas. Las madres compran muñecas para que sus hijas mujeres sean futuras buenas madres y compran «autitos” para que sus nenes sean buenos conductores y ya grandes pueden gritar en la calle a una mujer que maneja un vehículo «anda a lavar los platos”. Maestras y profesoras (que son mayoría dentro del sistema educativo) exigen a las «niñas” comportamientos «de niñas” sin brindarles nunca un argumento sólido para tal exigencia. En cualquier establecimiento educativo la buena alumna se caracteriza por ser «obediente” a los dictados de una educación pensada por y para machos. La buena alumna lo es porque es buena y sumisa repetidora de lecciones, nunca por ser pensante, algo que no la prepara para ser una «buena mujer.
Las mujeres sólo se deben dedicar a lavar platos, la ropa, a cocinar y a cuidar chicos, y si son científicas es porque están al pedo y/o quieren competir con los hombres. Si un hijo sale «desviado” es culpa de la mala educación de esa madre. Un imbécil y energúmeno macho humano se arroga el don divino de poder golpear y hasta disponer de la vida de su –o una- mujer, y nunca falta en boca social el «por algo le pegó, algo habrá hecho esa mujerzuela”. Una «diva” televisiva –Mirta Legrand- pregunta a una de sus invitadas: «¿Qué hiciste para que te golpee?”. Muchas de sus seguidoras televidentes la acompañaron con sus comentarios hogareños justificatorios: «Seguro que algo anduvo haciendo, lo habrá gorreado” (infiel).
El hombre, cuanto más «gorreador”, más macho; la mujer, cuanto más prueba tratando de encontrar placer sexual ante tanto macho inútil y frustrador, más puta es. El hombre tiene derechos, la mujer tiene que agradecer los poquitos que los hombres le otorga. Sólo el 33% de las bancas parlamentarias (municipales, provinciales o nacionales) puede ser ocupado por mujeres … «y agradezcan”. Si una mujer es presidenta, hasta para sus pares de género es una «yegua que tiene que ir a la guillotina” y dejarle lugar a un macho misógino (Cristina vs. Macri) que, aunque sea un torpe e inútil, basta con que sea «macho”.
Las mayores enemigas de los derechos de la mujer lamentablemente están dentro de las propias mujeres. Por ahora, las defensoras de esos derechos son excepciones. Las propias mujeres hicieron suyo el calificativo «mina” para denigrarse entre ellas. Trazando paralelos, las «minas” son sólo «surcos” donde los machos pueden penetrar como quieren y cuando quieran y hacerlas saltar por el aire si se deciden explotarlas a cielo abierto.
¿Y la educación? La educación continúa acompañando de la mano de maestras, profesoras, licenciadas y doctoras a una sociedad para que esos desvalores nunca se pierdan. El viernes 3 de junio, la plaza 25 de Mayo de Catamarca, lugar del acto central para la convocatoria por «#NiUnaMenos”, se pudo haber transformado en el escenario propicio para una clase abierta sobre violencia de género, con presencia de funcionarias y hasta la propia Gobernadora, que son mujeres, y con una plaza colmada de maestras y profesoras con sus alumnos viendo y discutiendo el tema. No fue así. Sólo había no más de 100 mujeres recordando víctimas de atroces crímenes, mientras muchas y muchos pasaban por el lugar mirando a esas «locas” que piden justicia para unas locas a las que mataron seguramente porque algo hicieron como simples seres humanos de género femenino. Lamentable.
 
Fuente: 
http://www.elesquiu.com/policiales/2016/6/13/violencia-genero-problema-cultural-educacion-logra-resolver-217173.htm
Imagen: http://www.elesquiu.com/u/fotografias/m/2016/6/12/f620x0-197714_197732_15.jpg
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El orgullo de nuestra  comunidad LGBTI  

Ilka Oliva Corado

Hace unos días hice limpia en mis redes sociales. A raíz de un comentario en apoyo a la comunidad LGBTI   salieron a relucir seguidores homofóbicos que no expresaron argumentos (¿qué argumento sería válido para justificar el odio a la diferencia y a la libertad?) sino que me cayeron encima con infinidad de insultos.  Que me decían que me quemaría en el infierno, que era una sucia, cocha, pervertida sexual.  Yo la tuve fácil porque solucioné el problema eliminando y bloqueando gente.

 Pero la vida real no está en las redes sociales, ¿qué sucede con las agresiones verbales y físicas que sufrimos quienes somos parte de la comunidad LGBTI? ¿Qué sucede con la invisibilidad del sistema que nos niega los derechos que legítimamente nos corresponden? ¿Con los crímenes de odio? ¿Con la exclusión tanto en centros educativos como en los centros de trabajo? ¿Con la discriminación que está en las acciones más simples; como una mirada, un gesto?

Nos critican por nuestro colorido al celebrar el Orgullo, realmente la gente común cree que se trata  de una especie de bacanal en el que se incluye todo tipo de drogas y variedad de orgías. Esta es la perspectiva de quienes ven a la comunidad LGBTI como la perversión de la raza humana.

Pero el mes del Orgullo no es más que la conmemoración de eventos trágicos que sufrió la comunidad LGBTI en décadas pasadas (en ese tiempo LGBT). Los disturbios de Stonewall (28 de junio de 1969), en el barrio neoyorquino de Greenwich Village,  cuando la policía realizó redadas contra los manifestantes de la comunidad LGBTI que por primera vez exigían sus derechos en público y un alto la persecución policial que el gobierno ordenaba contra homosexuales.

Por tratarse de Estados Unidos y un barrio neoyorquino esta noticia le dio la vuelta al mundo e hizo visible lo invisible hasta entonces. ¡Y aquí estamos, como hemos estado desde el inicio de los tiempos y somos legión! Eso es el desfile del Orgullo, una celebración, nuestro pronunciamiento, nuestro manifiesto como comunidad.

Es una acción política en la que exigimos igualdad social, respeto a nuestros derechos, un alto a la homofobia y a los crímenes de odio. En donde nombramos a los mártires, en donde agradecemos a los ancestros por sus luchas que han abierto nuestro camino. En donde reafirmamos nuestra lucha para abrir caminos a las siguientes generaciones.

Nuevamente 47 años después en Estados Unidos, la comunidad LGBTI sufre una embestida como la de Stonewall, en esta ocasión en un bar gay de Orlando, Florida, en la que un homofóbico abrió fuego matando a 50 personas e hiriendo a docenas. Por tratarse de Estados Unidos la noticia le ha dado al vuelta el mundo, y en consecuencia visibilizando a la comunidad LGBTI del mundo entero.

A cumplirse un año de la Ley del Matrimonio Igualitario y un aniversario más del Mes del Orgullo Gay. Esto enluta los corazones de la comunidad LGBTI, pero nos debería enlutar a todos, como cualquier otra masacre que se realiza por cualquier razón en cualquier lugar del mundo.  Esto debería colocar al gabinete presidencial en una situación de emergencia y realizar enmiendas a la Ley de Armas, no es posible que cualquier  persona pueda comprar un arma como si de un chicle se tratara.

Pero también en consecuencia llega hasta nuestros países, de sociedades con mentes patriarcales, misóginas y machistas. Y nos coloca frente al espejo y nos cuestiona, nos escupe en el rostro, ¿de qué estamos hechos los seres humanos? ¿En dónde está nuestra integridad, nuestra sensibilidad, el respeto que tanto profesamos y exigimos? ¿En dónde está lo que nos hace humanos? ¿En dónde está esa conciencia, ese ideal político que habla de derechos humanos para todos por igual? ¿Cuándo vamos a cambiar el sistema patriarcal que tanto daño nos hace a todos? ¿Cuándo vamos a condenar la homofobia y los crímenes de odio?  ¿Cuándo vamos a dejar de discriminar y atacar a quien es diferente y ha tenido los arrestos para atreverse a vivir en libertad?

Este texto no busca adentrarse en fundamentalismos ni análisis de ningún tipo, ya he escrito al respecto y seguiré escribiendo siempre, hoy este texto es para enviar un abrazo a la comunidad LGBTI del mundo entero, en nuestro mes, el mes del Orgullo.  Y para recordarles a los homofóbicos que discriminan y atacan y asesinan en crímenes de odio, que aquí estamos y que no nos vamos a ir a ningún lugar, ¡porque somos legión y tenemos el mismo derecho! Y que vendrán crías, millones de crías más, y que nos seguimos reproduciendo con la belleza de los jardines de multicolores, con el encanto del arcoíris, con la fecundidad que da el amor.

Y que seguiremos transformando este mundo, para volverlo más humano, más diverso, más fecundo, así se nos vaya la vida en ello.

Porque eso somos los LGBTI amor, amor puro y el amor no distingue de razas, credos, colores, géneros. El amor es del alma, el alma es esencia y los LGBTI hemos demostrado a través de los tiempos de qué estamos hechos. No será ahora que nos van a silenciar y exterminar. Somos como los girasoles: ¡seguimos viendo de frente al sol! Ése es nuestro Orgullo, ¡nuestra resistencia! Y sí, también aunque no les guste, ¡nuestra belleza singular!

En el mes del Orgullo y siempre, ¡somos legión!

Blog de la autora: https://cronicasdeunainquilina.com/2016/06/12/el-orgullo-de-nuestra-comunidad-lgbti/

Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado contacto@cronicasdeunaunainquilina.com

12 de junio de 2016, Estados Unidos.

Imagen de uso libre tomada de: http://orig08.deviantart.net/b568/f/2012/137/5/e/lgbt__banner_by_irina1492-d5040si.png

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En Venezuela: Yenchi es reconocida con el Premio Nacional de Periodismo Anibal Nazoa en su convocatoria 2016.

 Activista XSL / 10 June, 2016

El pasado miércoles 8 de junio, el Jurado de la VII Edición del Premio Nacional de Periodismo Aníbal Nazoa, decidió otorgar la Mención especial en Investigación al artículo “El aprender-haciendo desde las Tecnologías de Información Libres: Yenchi, una herramienta para seguimiento de violencia de género”, escrito por Mariángela Petrizzo, integrante de nuestro colectivo, y del portal de Comunicación Educativa Otras Voces en Educación. El jurado consideró que se trataba de una propuesta innovadora donde se combina de forma original la investigación y el seguimiento de información a través de las tecnologías libres con perspectiva de género para el tema de la violencia y la seguridad digital.

Cuando desde ActivistasXSL pensamos en hacer un aporte a la gestión nacional de incidentes de género, no previmos la posibilidad de poder participar en una convocatoria de periodismo, sin embargo, es indudable que la labor de sensibilización que asumimos desde el feminismo militante en las tecnologías libres, nos llevaría tarde o temprano a incursionar nosotras mismas en tareas directas de divulgación.

Este premio nos llena de expectativas como colectivo. Es evidente que una de las primeras razones es la proyección del uso de Yenchi, tanto a nivel institucional, como de colectivos feministas que abordan la violencia de género puede dar este premio. Esto supone para nosotras como colectivo un reto en términos técnicos y también en términos humanos. Atender la violencia de género, con su multifactorialidad implícita, es una tarea que demanda el concurso de todas nosotras como activistas y desde todos nuestros campos de acción.

Pero quizás una de las mayores expectativas es lo que este reconocimiento supone: por primera vez en Venezuela se premia un proceso de investigación hecho sobre una iniciativa de software libre orientado a una solución nacional, y por primera vez, además, se trata de una iniciativa llevada por feministas activistas en tecnologías libres

Como colectivo, estamos muy agradecidas con el Jurado de la VII Edición del Premio Nacional de Periodismo Aníbal Nazoa, este reconocimiento es una oportunidad para seguir trabajando, con más ahínco cada día, en la feminización de las tecnologías libres.

Yenchi es una de nuestras hijas. Estamos orgullosas de que su postergada presentación colectiva haya sido de la mano de un reconocimiento de estas dimensiones y mucho más de la posibilidad que tal espacio le ofrece aActivistasXSL y al movimiento feminista para apalancar otros espacios de nuestro quehacer, como lo son la divulgación de presencia de mujeres en producción y divulgación de TIL y la incorporación activa, militante y visibilizada de mujeres con discapacidad a esa producción y uso de TIL.

Somos mujeres, activadas en estos compromisos y activistas de su logro.

Fuente: http://activistasxsl.org.ve/2016/06/yenchi-es-reconocida-con-el-premio-nacional-de-periodismo-anibal-nazoa-en-su-convocatoria-2016/

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Se debe proteger a la mujer que denuncia y a los niños que viven con un violento

Argentina/08 junio 2016/Autor:Silvina Heguy/ Fuente: El Clarín

Diálogos a fondo. Caroline Andrew, politóloga.

Para combatir la violencia de género se debe realizar un gran número de acciones a la vez, donde es central la educación, explica la canadiense, experta en inclusión.

La ciudad como escenario de violencia y desigualdad, pero también como uno de posible inclusión. Con propuestas para discutir esta segunda opción llegó a Buenos Aires Caroline Andrew, directora del Centro sobre Gobernanza de la Facultad de Estudios Políticos de la Universidad de Ottawa. Con años en investigaciones en cuestiones de género pone el foco en las soluciones desde las esferas gubernamentales, universitarias y de la sociedad civil desde Canadá, un país que estrena un nuevo gobierno que marca un cambio de rumbo en las políticas de género. Con un esquema novedoso y con mucho de sentido común, Andrew propone acciones específicas para transformar los centros urbanos. En camino a las Jornadas sobre Empoderamiento de la Mujer y Liderazgo – Compartiendo Agendas Canadá-Argentina en la Universidad Nacional de Rosario y la embajada de su país, aseguró a Clarín que el momento a nivel mundial representaba una instancia interesante para analizar estrategias conjuntas entre distintos sectores de la sociedad y el Estado porque “los derechos de la mujer necesitan de acciones concretas con financiamientos efectivos”.

-¿Por dónde se debería empezar para llegar a una ciudad inclusiva?

-Por varios lugares. Hay diferentes formas de entrar a estos temas y construir una agenda para que la ciudad se vuelva inclusiva: un punto central es que la sociedad civil se implique. El gobierno debe ver a la sociedad civil como un sector que puede aportar soluciones y no generar problemas. El tema es que cada sector tiene su propia agenda. Es el Estado quien coordina las agendas de todos para lograr una única.   Uno de los grandes problemas en los centros urbanos de América Latina es la violencia de género.

-Usted que ha analizado el tema, ¿cuáles cree que son las estrategias efectivas para detenerla?

-En Canadá también es un grave problema. Hubo innumerables denuncias en las universidades. Incluso es uno de los temas sobre el que habló en su presentación el nuevo primer ministro Justin Trudeau al anunciar cuáles serían las prioridades de su gobierno en tema mujer: igualdad de salario, el segundo las guarderías y no menos importante, la violencia de género. En mi país probablemente uno de los problemas más graves e invisibilizados es la violencia contra la mujer de los pueblos originarios, hay unas 2.000 desaparecidas o muertas, que no se sabe bien qué pasó. El anterior gobierno federal dijo que no iban a hacer una investigación sobre ese tema y el nuevo dijo que obviamente lo harían. Hay un cambio de 180 grados con respecto a esto y es una estrategia válida.

-Pero, ¿cuáles serían concretamente más allá de los anuncios?

-La nueva ministra de Justicia es aborigen y conoce perfectamente este tema. El problema es grave porque la policía está involucrada con su mal comportamiento. El Ministerio de la mujer va a tener más presupuesto, es un tema vital que esto suceda para tener realmente políticas públicas que puedan llevarse a cabo y que no caigan en meros anuncios. Otro cambio es que ahora el Ministerio de la mujer podrá hacer campañas por los derechos de la mujer, antes no estaba contemplada la posibilidad.

–Además del financiamiento de políticas públicas, ¿cómo se comienza a cambiar culturalmente a una sociedad que permite la violencia contra la mujer?

–Es el punto más complejo de toda esta cuestión. Se debe hacer un gran número de acciones a la vez. Sobre todo en educación y con programas para los menores víctimas de la violencia. A ellos se los debe ayudar inmediatamente. Además de trabajar en los diferentes niveles de educación. Funcionan bien las campañas publicitarias. Se debe proteger a la mujer que denuncia, a los niños que viven con un violento, implementar campañas en las escuelas y fomentar programas universitarios para investigar el tema.

-En una ciudad poco inclusiva, los inmigrantes son parte de los excluidos, ¿cómo se pueden aplicar medidas para impedir estas situaciones?

-Cuando hablamos de diversidad siempre se tiene en cuenta a las mujeres y también a los inmigrantes. Y las mujeres inmigrantes constituyen uno de los grupos más vulnerables en cualquier centro urbano. Tienen grandes dificultades, incluso cuando poseen un alto nivel de educación, porque a pesar de eso no consiguen trabajo. En Canadá se dan muchos casos de este tipo. Tampoco encuentran guarderías y escuelas para sus hijos. A partir de la crisis de refugiados este problema también se da en Europa y en los países receptores. Uno de los programas que funciona con buenos resultados es uno que se llama “Una ciudad para todas las mujeres”. Está destinado a inmigrantes que no encontraron una inserción laboral en lo que se formaron. La ciudad de Ottawa no sólo da material informativo para ellas si no que también se comprometió a ofrecerles pasantías de seis meses para que logren una experiencia de trabajo canadiense. Eso les permite entender la lógica del mercado laboral local y, al mismo tiempo, dan un paso hacia adelante, logran además ser recomendadas con una carta de referencia. Es un programa pequeño, efectivo y fácil de copiar.

Fuente:

http://www.clarin.com/opinion/proteger-denuncia-ninos-viven-violento_0_1559844391.html

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