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Panamá: 7 veces ha aumentado este año la cantidad de niños y niñas que cruzan la selva del Darién rumbo a Norteamérica

El número de niños, niñas y adolescentes que han cruzado a pie la selva del Darién entre Panamá y Colombia ha aumentado 7 veces en los primeros dos meses de 2023 en comparación al mismo periodo de 2022, alertó hoy UNICEF.

En enero y febrero cerca de 9.700 niños, niñas y adolescentes atravesaron el tapón del Darién rumbo a Norteamérica. La mayoría con la esperanza de llegar a los Estados Unidos.

Esta cifra es la más alta que se ha registrado en un periodo de dos meses desde que se llevan estos registros. Durante el mismo periodo del año anterior menos de 1.400 fueron contados por autoridades panameñas.

Actualmente 1 de cada 5 migrantes caminando a través de la selva del Darién son niños y son el grupo de personas en movilidad que más rápido está creciendo entre quienes abandonan sus hogares huyendo a la violencia o migran en busca de mejores oportunidades.

Adicionalmente, el número de niños y niñas no acompañados o separados continúa creciendo. En los primeros dos meses de 2023, UNICEF ha estimado un promedio de 5 niños por día que llegan solos a Panamá o al menos 200 en lo corrido del año. El año pasado en el mismo periodo UNICEF registró menos de 40. Los niños y niñas separados o no acompañados son particularmente vulnerables a la violencia, el abuso y la explotación.

“Nuestros equipos en el terreno nunca han visto tal cantidad de niños y niñas cruzando la selva de Panamá solos o con sus padres” dijo Garry Conille, Director Regional de UNICEF para América Latina y el Caribe desde Ciudad de Panamá. “UNICEF está aumentando la asistencia humanitaria en apoyo a la respuesta del gobierno de Panamá. Sin embargo, asegurar los servicios básicos como agua potable, salud materno infantil y los servicios de protección para todos los niños y niñas, incluidos aquellos de las comunidades de acogida, se hace más complicado, semana tras semana. Si se mantienen las tendencias actuales, la cantidad de niños, niñas y adolescentes migrantes que cruzan a través de Panamá este año, rebasará por mucho el total registrado el año pasado”.

Más de 6,500 personas migrantes, entre ellas un estimado de 1,300 niños, niñas y adolescentes, quedaron represadas en las comunicades de acogida y las Estaciones Temporales de Recepción Migratoria en Darién (Panamá) cuando las autoridades paralizaron, transitoriamente, el traslado de frontera a frontera de personas migrantes en tránsito después del letal accidente de bus del pasado febrero generando un represamiento en las comunidades de acogida y Estaciones Temporales de Recepción Migratoria de Darién (Panamá). Como resultado, las instalaciones han tenido en ciertos momentos una capacidad de alojamiento excedida hasta en 600 por ciento. Hoy, el acceso a servicios básicos como agua segura e higiene, alimentos o servicios médicos resultan insuficientes.

Aunque el transporte se ha reactivado, la elevada cifra de ingresos diarios desafía las capacidades para garantizar condiciones adecuadas para los niños, niñas y sus familias, así como para que el flujo sea ordenado y seguro en los países a lo largo de la ruta migratoria.

En Colombia, Panamá y el resto de Centroamérica, UNICEF y sus socios proveen atenciones para salvar vidas y asistencia de largo plazo para garantizar el bienestar a los niños, niñas, adolescentes, mujeres embarazadas y familias migrantes, así como de las comunidades impactadas por la migración. Las intervenciones de UNICEF se centran en la protección de la niñez a través apoyo psicosocial y gestión de casos, servicios de salud materno-infantil, acciones de agua, saneamiento e higiene, prevención y atención de violencia basada en género, así como la protección por presencia.

“En América Latina y el Caribe muchos niños no solo están cruzando una frontera; ellos están moviéndose entre varios países en condiciones extremas. Mientras estos números continúen al alza, los gobiernos de los países de origen, tránsito y destino; organizaciones de la sociedad civil; y organizaciones internacionales, necesitamos trabajar juntos para asegurar que los derechos de todos y cada uno de los niños son protegidos a lo largo de la ruta”, agregó Conille.

UNICEF hace un llamado a los gobiernos a fortalecer su respuesta al creciente flujo de niñez migrante, y a los donantes y socios para proveer fondos flexibles adicionales para responder ágilmente a las necesidades de los niños, niñas, adolescentes y mujeres en las comunidades de acogida y de las familias migrantes en los países de origen, tránsito y destino, para:

  • Mantener e incrementar la provisión de servicios críticos en los sectores de agua, salud materno infantil, protección, justicia, alimentación y alojamiento.
  • Reforzar los mecanismos de coordinación transfronteriza para la garantía de derechos de la niñez en movilidad.
  • Incrementar las medidas de seguridad durante el tránsito para asegurar el bienestar y la protección de la niñez en todo momento.
  • Fortalecer la capacidad institucional para establecer planes de respuesta a largo plazo centrados en crisis prolongadas, teniendo en cuenta las necesidades específicas de la niñez migrante.

Fuente: https://www.unicef.org/lac/comunicados-prensa/7-veces-ha-aumentado-la-cantidad-de-ninos-y-ninas-que-cruzan-la-selva-del-darien-rumbo-a-norte-america

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México: SEP carece de protocolos para atender bullying, que se desborda sin control

Por: Alejandro Granados

 

Los casos de bullying o abuso se vuelven cada vez más recurrentes en las escuelas de México, el caso más sonado —y grave— de los últimos días es el de Norma Lizbeth, quien falleció luego de la agresión de una compañera. La responsable fue detenida, y mientras la sociedad mexicana se divide por el destino de la menor infractora, organizaciones civiles, padres de familia y especialistas alertan que la autoridad educativa carece de protocolos reales para frenar esta violencia.

La menor Norma Lizbeth estudiaba en la Escuela Secundaria Oficial 0518 en Teotihuacán y el pasado 21 de febrero fue atacada por Azahara Aylin “N” con una piedra, causándole lesiones graves que le provocaron la muerte el 13 de marzo pasado, lo que detonó la discusión en el país sobre los casos de bullying; sin embargo, lo primero que revela esta situación es que la Secretaría de Educación Pública (SEP) carece de un protocolo de actuación al respecto.

En el tema judicial, la Fiscalía del Estado de México obtuvo la vinculación a proceso contra la adolescente Azahara Aylin “N” de 14 años, tras acreditar su probable participación en el delito de homicidio calificado de Norma Lizbeth, solo que en el ámbito social la discusión sobre el tema crece, ante la pasividad con la que ha actuado la SEP.

Primero porque el fallecimiento ocurrió el 13 de marzo y la SEP se pronunció al respecto hasta el día 17 por medio de un tuit en el que no menciona la menor por su nombre, ni establece tampoco ningún lineamiento de seguimiento sobre el caso.

Es por ello que organizaciones y especialistas lanzan un llamado de alerta para frenar el incremento de violencia que se registra en las escuelas, con casos extremos como el de esta menor, al tiempo que reprochan que las autoridades educativas no han creado protocolos de prevención, detección y actuación para atender este fenómeno social.

El problema no es menor, de acuerdo con el Informe Nacional sobre Violencia de Género en la Educación Básica en México, 90% de la población escolar ha sufrido humillaciones e insultos; 24% de los estudiantes de primaria y secundaria han sido objeto de burlas; 32% de los alumnos han enfrentado agresión física, 39% agresión verbal, 13% agresiones psicológicas, 10% violencia sexual y 5% violencia por internet.

Dicho fenómeno no distingue raza, religión, sexo, condición física ni edad, y cada vez afecta más temprano.

La violencia crece en el país

Ante esta situación, Luis Arturo Solís Bravo, presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), expresó su preocupación sobre el tema de agresiones dentro de las aulas, “porque como país hemos visto un alarmante crecimiento de la violencia dentro de todo el entorno social”.

No podemos asumir que sean los profesores los únicos responsables. Debemos como comunidad educativa involucrarnos todos. No solamente dejar asumida la responsabilidad a los maestros a los directores. Es una responsabilidad compartida de los padres de familia y de los alumnos”, dijo en entrevista para Publimetro.

Por su parte, Tania Ramírez, directora del Redim, señaló que la violencia escolar es una problemática que está creciendo y que las autoridades federales, estatales y educativas han sido omisos en atender y la hacen a un lado.

“Hay una fuerte problemática de bullying en las escuelas. La responsabilidad escolar es de la Secretaría de Educación Pública y la de los estados, quienes llevan siendo omisas muchos años en atender las recomendaciones para propiciar ambientes no violentos, instalar capacidades de resolución no violenta de conflictos”, expresó.

A Norma Lizbeth la mató el bullying. Una compañera la golpeó con una piedra hasta causarle traumatismo craneoencefálico.

A Norma Lizbeth la mató el bullying. Una compañera la golpeó con una piedra hasta causarle traumatismo craneoencefálico.© Proporcionado por Publimetro

Como sociedad no podemos normalizar esta situación de violencia en las escuelas”

Luis Arturo Solís

Organizaciones piden combatir el acoso escolar

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El presidente de la UNPF hizo un llamado a Leticia Ramírez, titular de la SEP, y a todos los secretarios de educación de los estados, para crear un programa que involucre a padres de familia, profesores, directivos y a los mismos alumnos, el cual genere alternativas de solución para trabajar en una cultura de paz.

Resaltó que como organización están llevando a cabo en todas las escuelas donde tiene presencia, el taller: “Por una nueva cultura de paz”, “porque es hacia el interior de las casas donde se tiene que trabajar para que la violencia no se presente”.

La directora del Redim alertó que es necesario que la SEP elabore protocolos de actuación sobre la situación de acoso escolar, “sería interesante levantar un sondeo para saber cuántas escuelas tiene efectivamente estos protocolos y cuántas están siendo omisas en generar estos protocolos”, agregó.

Ivonne Gaona, abogada y especialista morfopsicología, reiteró que la autoridad educativa federal tiene la responsabilidad de desarrollar protocolos para el personal escolar, directores, maestros, alumnos y para padres de familia, “con la finalidad de reducir este fenómeno, y encauzar adecuadamente situaciones ante posible violencia en el entorno escolar”.

Explicó que el bullying supone tanto “violencia física, psicológica o ambas y tiene un impacto muy fuerte en la vida del menor que está siendo víctima de este fenómeno. Recordemos que pueden verse involucrados niños o niñas, adolescentes, ya sea como víctimas u observadores”.

Sobre todo, plantea la urgencia de tomar en consideración que estos actos de agresión o bullying físico —como en el caso de Norma— pueden llegar a consecuencias donde se lesione a la víctima, o en un caso peor, se le quite la vida y esto termina en delito.

Dijo enfática que un “homicidio por bullying, es un delito donde un juez de control será el encargado de determinar la situación jurídica del menor, con el objetivo de reformar o reincorporar al menor con una pena máxima de 8 años, esto de acuerdo a la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia para Adolescentes”, lo que implica que de una broma o bravuconería, se puede pasar a cometer un delito con graves consecuencias.

Por su parte la organización Inserta también exhortó a las autoridades educativas y de los distintos ámbitos de gobierno, a crear promover programas de capacitación al personal docente, para que cuenten con las herramientas necesarias para identificar la sintomatología de trauma por exposición a la violencia.

“El bullying es el acoso escolar y se define como la violencia repetida entre pares, compañeras, compañeros, en la que uno o más individuos tiene la intención de intimidar y hostigar a otros. Se caracteriza por el abuso de poder entre niños y jóvenes en edad escolar”, expresó la organización a través de un un comunicado.

Foto: Juan José Estrada Serafín / Cuartoscuro

Foto: Juan José Estrada Serafín / Cuartoscuro© Proporcionado por Publimetro

¿Qué hacer si mi hijo/hija está sufriendo bullying en la escuela?

  • Consuele y apoye a su hijo escuchándolo
  • Mantenga la calma mientras su hijo le explique lo que sucede
  • Evite culpar a su hijo
  • Recuérdele a su hijo que nadie merece ser acosado
  • No le aconseje a su hijo que pelee cuando lo acosen
  • Reporte el incidente ante las autoridades de la escuela (maestro o directivo) y deje en claro que no tolerará el acoso a su hijo
  • Si cree que su hijo/hija está en riesgo en cualquier momento, comuníquese con la escuela para recibir una intervención inmediata
  • Desapruebe cualquier intimidación o falta de respeto en la casa entre hermanos y adultos
  • Anime a su hijo a participar en actividades que fortalezcan la autoestima y la confianza en sí mismo
  • Colabore con el personal de la escuela para crear un programa de prevención del acoso escolar

¿Cómo identificar a un buleador?

La abogada y especialista en morfopsicología Ivonne Gaona describe que personalidad que suele tener un buleador, destaca los siguientes aspectos:

  • Es egocéntrico e identifica a los más débiles y tímidos, comparándolos consigo mismos para poder abusar de ellos
  • Simula lealtad con su grupo de amigos para sentirse fuertes y amenazantes
  • Son impulsivos, agresivos, desesperados y los acosadores suelen encontrarse en la antesala de la conductas delictivas
  • Aunque resulta paradójico, con su execrable actitud los acosadores obtienen aprobación y hasta admiración de otros compañeros, lo cual fortalece su actitud intimidatoria
  • En casos extremos, físicamente suelen tener el rostro con pérdida de simetría en la frente, mirada profunda y muy enfocada
  • Son personas que no sonríen con ternura sino se burlan, y en ocasiones oprimen y cierran los labios al querer golpear o intimidar, por la frustración e ira que tienen en su ser
  • Gesticulan poco, pero la burla y el sarcasmo son constantes

Fuente de la información e imagen:    https://www.publimetro.com.mx

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8M. Maestras, madres y alumnas juntas este 8 de marzo

Por: Valeria Martínez

 

La violencia y la explotación nos azotan cada día, para enfrentarla es necesario forjar la unidad. Maestra, madre, alumna, ¡marchemos juntas este 8 de marzo!

La violencia continúa aumentando y volviéndose más cruda para las mujeres del país. Agresiones sexuales, desapariciones y el feminicidio son la constante para nosotras. Cifras oficiales dan cuenta de que actualmente entre 10 y 11 mujeres mueren al día.

Toda esta violencia ocurre bajo la mirada cómplice del gobierno, pues son ellos quienes preservan las condiciones de pobreza y miseria que permiten que la violencia se reproduzca. Además, AMLO y la 4T mantienen la estrategia de “seguridad” del PRI y el PAN, apostando a la militarización del país con la Guardia Nacional y el Ejército en las calles, que lejos de ser un avance, es un retroceso para el conjunto de la población y sobre todo para las mujeres.

En este crudo contexto, las maestras sabemos que no basta con luchar únicamente por la educación digna y mejores condiciones laborales. Sino que debemos articular nuestras demandas con las de otros sectores, además de tomar en nuestras manos la organización permanente en contra de la violencia feminicida pues somos nosotras, nuestras alumnas y sus familias quienes vivimos día a día los estragos de un sistema de muerte que se configura para arrebatarnos la vida.

También, muchas de nosotras somos madres de familia. Sabemos a lo que se enfrentan las madres de nuestras alumnas con dobles o triples jornadas de trabajo para mantener sus hogares, a la par de mantener las tareas del hogar que no son remuneradas.

La estrategia del gobierno, de las autoridades y los patrones siempre ha sido apostar a la división, a echarnos a pelear entre nosotros con el fin de que no miremos quién es el verdadero enemigo. Por ejemplo, en el tema educativo, la culpa de cualquier falla oscila entre la familia o las maestras, pero no contra quienes mantienen el sistema educativo en condiciones deplorables que impiden enseñar de manera adecuada, o contra quienes garantizan la precarización laboral y de vida que lleva a nuestrxs alumnxs a vivir en condiciones que no les permiten aprender.

Pero como vimos en 2013 y en 2016, durante los procesos de lucha magisterial contra las reformas educativas, las madres de familia pueden jugar un fuerte rol de apoyo y unidad con las y los maestros. En aquel entonces las familias salieron a las calles, tomaron las escuelas y apoyaron los plantones magisteriales haciendo guardias, llevando víveres y protestando codo a codo.

Para enfrentar la violencia, no puede ser distinto. Maestras, madres y alumnas debemos forjar unidad ante la violencia feminicida que nos ataca a todas y ante la explotación laboral que vivimos cada día. Es necesario sacar las mejores lecciones de procesos pasados, apuntar al enemigo que es el sistema capitalista y patriarcal, y organizar toda nuestra rabia y descontento para que nunca más nos falte una de nosotras. Articulemos las demandas educativas, las del conjunto de trabajadores, las de las mujeres y la diversidad sexual para luchar por una vida que merezca ser vivida.

¡Tomemos las calles juntas este 8 de marzo! El contingente de Pan y Rosas te espera, ven con tu familia. La cita es a las 3:30 pm en la Glorieta de las Mujeres que Luchan.

¡Si tocan a una, nos organizamos miles!

Fuente de la información e imagen: https://www.laizquierdadiario.mx

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La frontera de las ambigüedades

Por: Carolina Vásquez Araya

El delito de acoso sexual es una de las agresiones mas solapadas y perversas.

En estos días, se debate en España la modificación de la Ley de Garantía Integral de Libertad Sexual, conocida como la ley de “solo sí es sí”, considerada uno de los instrumentos legales más avanzados en la materia. Esta ley surgió como consecuencia del caso de “la manada”, cuando 5 hombres violaron a una joven de 18 años en un portal durante las fiestas de San Sebastián en Pamplona. La modificación de la ley de acoso, impulsada por el gobierno español, implica establecer el consentimiento pleno antes de cualquier encuentro sexual. Esto significa que la agresión no está necesariamente rodeada de violencia, ya que la víctima puede encontrarse en un estado de pánico, intimidación o inhibida de defenderse por cualquier otra causa.

Sin embargo, la nueva ley ha abierto una salida para que algunos agresores se beneficien con una reducción de penas, cuyas condenas mayores la nueva legislación reduce a un máximo de 4 años de prisión. Este escenario ha puesto nuevamente en la balanza un tema sensible y es la situación de riesgo inherente a la condición femenina, por ello para tipificar el delito de acoso sexual primero hay que analizar el fondo de los estereotipos que marcan la conducta de hombres y mujeres dentro de una sociedad patriarcal. Las leyes, aunque constituyen un importante avance en el establecimiento de normas de respeto entre individuos, no van al fondo del problema.

El acoso sexual es consecuencia directa de patrones culturales consolidados a través de los siglos, incluso impresos en códigos y leyes sexualmente discriminatorias en un marco de relaciones patriarcales, predominante en casi todas las naciones del mundo. Para combatir esta deformación institucional, aceptada hasta ahora como un elemento inherente a las relaciones entre los sexos, es indispensable comprender que no existen mecanismos transparentes ni herramientas que garanticen una aplicación justa de la ley.

Por lo tanto, para la gente común, es una extraña medida coercitiva que limita los derechos de las personas, exageración legalista que pretende imponer normas de conducta que sólo competen a los involucrados dentro del ámbito de su vida privada. Es decir, una medida considerada por efecto de estereotipos y tradiciones machistas, absurda y represiva. Esto, porque de acuerdo con las costumbres ancestrales, es permitido invadir el terreno íntimo de una persona que está en calidad subordinada, ya sea por razón de su sexo o de su posición en la estructura social.

El hostigamiento sexual, por razones de carácter cultural se refiere primordialmente a la mujer, porque ella ha sido la gran perdedora en la batalla de los sexos. De ahí proviene la fijación de los roles masculino y femenino como el dominante y el dominado, el fuerte y el débil, el activo y el pasivo. Y entonces, la sociedad acepta estas reglas del juego que le indica claramente su lugar en el orden social.

Para hacer de una ley contra el acoso sexual un elemento eficiente, se debe atacar a fondo el origen de las ambigüedades conceptuales, porque pocas violaciones a esta ley se dan ante testigos. Ello se presta a confusiones que pueden resultar aún más humillantes para las víctimas y las coloca frente a su victimario -palabra contra palabra-  en un duelo degradante que no propicia un desenlace justo ni garantiza un avance de la sociedad contra el prejuicio y la ignorancia.

El papel de los sexos en el contexto de sociedades patriarcales, está definido por los hombres.

elquintopatio@gmail.com

@carvasar

www.carolinavasquezaraya.com

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Argentina: El asesinato de Fernando y una mirada desde la ESI

Por: Liliana Maltz/eldiarioar.com

El crimen de Fernando Báez Sosa y el juicio a los rugbiers, ocupa desde hace un tiempo, un lugar preponderante en la tapa de diarios y revistas, en los medios, en las redes. Ocupa nuestros pensamientos y nuestros sentires. Ocupa un espacio central en la charla entre personas amigas o en la mesa familiar. Y bienvenida esta ocupación, si no se transforma solo en pre-ocupación, sino también en un motor para pensar y revisar en qué mundo estamos. En qué mundo queremos vivir y cómo nos queremos vincular. Y, especialmente, si nos impulsa a actuar para modificar aquello que nos duele y molesta. Motor para encender hoy, pero especialmente cuando esta noticia deje de estar en primera plana.

Para encarar esta revisión, contamos con una herramienta muy potente: la Educación Sexual Integral, que por Ley Nacional 26150 del 2006 es obligatoria en todas las escuelas del país, en todos sus niveles y modalidades, tanto laicas como religiosas, públicas como privadas

Voy a enfocarme en sus aportes, reconociendo que es una mirada posible entre otras, desde donde analizar esta tragedia.

En tanto ley, es un derecho y una obligación. Pero también es una ética y una política de cuidados y especialmente, podemos pensarla como oportunidad.

Oportunidad para promover comunidades que alojen la diversidad en sus múltiples sentidos. La diversidad sexo-genérica, pero también cultural, de lenguas, de espacios de pertenencia y procedencia. Nos invita a celebrar que ese otro, esa otra esté ahí, pensando distinto para armar un buen lugar. Nos invita a desarmar y cuestionar las relaciones de poder por género, clase, raza o etnia, entre otras variables posibles. Relaciones de poder que tiñeron la escena del crimen a Fernando. Todavía resuena y nos duele ese “negro de mierda, me lo voy a llevar de trofeo.”

La diversidad es constitutiva de la vida en común y no característica de un grupo o de una persona. Las diferencias nos enriquecen y en un contexto epocal que promueve la exclusión del diferente y el individualismo exacerbado, en una sociedad que nos inunda con el discurso del odio, trabajar por el respeto y el cuidado colectivo, deviene una tarea urgente y central. 

Para lograrlo, no alcanza con enunciar “está mal” frente a un insulto o discriminación, necesitamos entender al servicio de qué o de quiénes está la búsqueda de un chivo expiatorio, al que solo se puede segregar y odiar. Necesitamos tener claves de lectura para comprender este fenómeno histórico que nos llevó a considerar, por ejemplo, que la blanca es una raza superior. Necesitamos, primero visibilizar cómo esta idea todavía impregna los vínculos, para poder barajar y dar de nuevo.

“La ESI abraza y valora las identidades históricamente vulneradas y discriminadas y al mismo tiempo ofrece la posibilidad de reflexionar y abrir preguntas tales como:  ¿qué nos distingue y qué nos iguala? ¿Cómo equilibrar la supervaloración de algunas identidades con la subvaloración social de otras? ”Encontrar las respuestas a estas preguntas no es algo sencillo, pero las articulamos con algunos principios como el respeto, el diálogo y la inclusión. De este modo, estaremos más cerca de encontrar un camino común, habitado por un gran nos-otrxs“. De: Identidades. Colección Derechos Humanos, Género y ESI en la escuela. M. de Educación Argentina (2021)

Por otro lado, es una oportunidad para interpelar lo que hasta ayer considerábamos como naturaleza, como algo inmodificable, para entenderlo como construcción y visibilizar las relaciones de poder ocultas. Ideas que fuimos mamando en esta cultura patriarcal, como por ejemplo, en todo lo referido al género.

La filósofa francesa Simone de Beauvoir, allá por el 1949 escribía “No se nace mujer, se llega a serlo” para explicar que lo que entendemos por mujer es una construcción social que fue variando a lo largo de la historia y que lo que nos hace mujeres no son las características biológicas, sino nuestras conductas, roles, atributos, expectativas que vamos aprendiendo en determinado contexto, en determinada cultura y época.

Pues bien, esto vale también para los varones. No se nace varón. Es decir: no se nace fuerte, valiente, agresivo, ni con el sello de ser el proveedor, procreador, y protector del “género débil.” Ni se nace con el deseo de adueñarse del cuerpo de alguien más débil ni con la necesidad de gratificarse ostentando frente a otros pares el uso y abuso de poder. No se nace con el deseo de patearle la cabeza a otro hasta matarlo: estas conductas se construyen. Nuevamente, el patriarcado hace lo suyo y con esto no minimizo ni saco responsabilidad a los asesinos ni al peso de la educación recibida en un marco familiar, educativo y deportivo. Y aclaro, además (no se ofendan los varones) que estoy realizando una generalización que puede resultar injusta a los efectos de simplificar y explicar estos conceptos.

Entonces, con la perspectiva de género como lente, podemos interpelar esta masculinidad hegemónica para promover y construir otros modelos, otras formas de ser varón, o mujer o ser por fuera de cualquier binomio.

Finalmente, el asesinato de Fernando está teñido de una crueldad que nos espanta. Fernando devenido en cosa, totalmente deshumanizado. ¿Y qué entendemos por crueldad?

La antropóloga Rita Segato nos recuerda que “La pedagogía de la crueldad es un conjunto de actos y prácticas que enseñan, habitúan y programan a los sujetos a transformar lo vivo en cosas”. ¿Y cómo se transforman en cosas? “Si retiro la ternura”. “El mundo de los dueños que habitamos necesita de personalidades no empáticas, de sujetos incapaces de ponerse en el lugar del otro”… (para)…“Matar sin que sea muerte, muerte humana” Y queremos, necesitamos, que la muerte de Fernando se humanice.

Por eso, deviene hoy como tarea central promover la ternura, la empatía, el cuidado y respeto por quienes nos rodean ya que, en la voz de Segato, “solo un mundo vincular y comunitario pone límites a la cosificación de la vida”. 

Nuestro desafío de cada día será trabajar para que en cada espacio la vida y la muerte sean vidas y muertes humanas. Para promover otros vínculos más solidarios, otras comunidades que alojen las diversidades en todos los sentidos y en las que circule el cuidado colectivo. Es cierto, es ir contra el discurso dominante, pero es por ahí y es con a ESI.

https://www.eldiarioar.com/opinion/asesinato-fernando-mirada-esi_129_9933572.html

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Aprenden primero a disparar y después a leer

Por: Renan Vega Cantor

“‘Acaba de vaciar el segundo cargador y dice que quiere seguir disparando. Hace muchos progresos. Estoy muy orgulloso de ella’, cuenta un padre que está enseñando a manejar una escopeta a su hija de cinco años”.

Ciertos hechos de la vida cotidiana rebelan las características fundamentales sobre una determinada sociedad, mucho más que sofisticados análisis académicos. Hechos aparentemente puntuales y anecdóticos ‒o así es como lo muestra falsimedia mundial‒ tienen un profundo contenido para comprender la violencia que carcome a los Estados Unidos y que los está destruyendo desde dentro, desde las propias entrañas del monstruo, para retomar la famosa frase de José Martí.
La violencia con armas de fuego, los tiroteos, las masacres indiscriminadas en escuelas, centros comerciales, iglesias son el pan de cada día en los Estados Unidos. Eso no es novedad, es tan reiterativo que es casi una banalidad registrar semana tras semana una nueva masacre con armas de fuego en el “país de la libertad” [libertad de matar, incluida].

Esta normalización de la violencia no ayuda a desnudar la militarización consustancial a la vida estadounidense, como lo evidencia lo acontecido el 6 de enero de 2023 en una escuela pública de una pequeña ciudad de los Estados Unidos. Ese día en la Escuela de Primaria Richneck en la ciudad de Newport News, Estado de Virginia, fue abaleada una joven profesora de primaria por uno de sus alumnos, léase bien y frotémonos los ojos de espanto, cuya edad es de seis [6] años. Esto es lo novedoso de la noticia, como cuando un hombre muerde a un perro.

El hecho puntual fue el siguiente: a las 13:35 de la tarde un niño, cuyo nombre no se ha revelado, del primer grado, desenfundó un arma de fuego y disparó directamente a la profesora Abby Zwerner, de 25 años que resultó gravemente herida, hasta el punto de que se encuentra en peligro de muerte. La maestra, tras recibir el disparo, «les gritó a los alumnos que salieran corriendo», suponiendo que su agresor iba a seguir disparando. En el resto de los salones de la escuela, sus 550 estudiantes se escondieron asustados debajo de sus pupitres. Al cabo de unos diez minutos llegó la policía y detuvo a un “sospechoso” que “ha sido identificado como un estudiante varón de seis años de edad en la Escuela Primaria Richneck”.
Lo que siguió es lo de siempre: ruido mediático instantáneo y desechable, las autoridades civiles y policiales declaran que el hecho es inaudito, que no puede volver a pasar, que no se explican cómo sucedió. Se cerró la escuela durante una semana, supuestamente para que la comunidad se recupere del trauma creado por la agresión armada, textualmente para que los niños y sus familias tuvieran “tiempo para sanar”.

Otros datos sorprenden: el niño hizo un solo disparo que fue certero, lo cual indica o que es un tirador adiestrado o estaba muy cerca de la profesora; y el disparo se produjo, según la información del jefe de Policía local, luego de un “altercado” entre la maestra y el estudiante.
Hasta acá la información somera y superficial que se ha dado sobre este acontecimiento. Vale la pena profundizar en la cuestión, por sus implicaciones pedagógicas, sociales y culturales.

Varias preguntas de fondo se derivan del asunto: ¿Por qué razones un niño de escasos seis años lleva un arma de fuego, de verdad y no de juguete, consigo a clase? ¿Quién le suministró el arma o cómo la consiguió? ¿Qué tipo de controles se ejercen en las escuelas de los Estados Unidos con respecto al ingreso de armas? ¿Qué lleva a que un niño, que apenas está aprendiendo a leer y a escribir ‒que, de pronto, ni garrapatear su nombre puede‒ le dispare intencionalmente a su profesora en plena clase y en presencia de todos los alumnos de su curso? ¿Por qué un niño tiene el deseo de matar a su profesora? ¿Quién o quiénes y cómo le inculcan ese odio asesino a una mente infantil, cuyos intereses deberían estar centrados en el juego, el aprendizaje y el goce de la vida? ¿Qué puede considerarse como un “altercado” entre una profesora y un niño pequeño? ¿Una simple reconvención, un regaño, una orden pueden concebirse como un “altercado” que lleva a una de las “partes” (un estudiante) a dispararle a la otra (a la profesora)?

Aunque no se cuente con información exacta para responder con detalle y precisión a estas preguntas si se pueden realizar inferencias a partir de algunos elementos que cuando se difunden este tipo de noticias nunca se mencionan y atañen al conjunto de la sociedad estadounidense, y a la situación particular de la localidad a donde se llevó a cabo el criminal atentado. Empecemos por esto último.

Contexto de militarización institucional

En la pequeña ciudad de Newport News y en sus inmediaciones se encuentra la sede de empresas militares o ligadas a las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. Entre ellas están la Vertex Aerospace Flight International Aviation, una entidad que opera vuelos chárter para el Departamento de Defensa desde hace más de 35 años.  Allí se encuentra la base de Fort Eustis, fundada desde la Primera Guerra Mundial, que alberga el Comando de Entrenamiento y Doctrina del Ejército de los Estados Unidos. En localidades adyacentes se encuentran otras instalaciones militares: la Base de la Fuerza Aérea de Langley , la Estación de Armas Navales de Yorktown , Camp Peary, el Centro de Entrenamiento de la USCG Yorktown.  En sus inmediaciones se encuentra la Estación Naval de Norfolk, el cuartel general y el puerto de base del Comando de Fuerzas de la Flota de la Armada de Estados Unidos. Esta es la estación naval más grande de Estados Unidos y del mundo, donde se concentra la mayor cantidad de fuerzas de la Marina, con 75 barcos, 14 muelles. 134 aviones y 11 hangares de aviones.
Como es obvio por estos datos, gran parte de los habitantes de esta pequeña ciudad trabajan directa o indirectamente con empresas militares o que abastecen a las fuerzas armadas o laboran en la Newport News Shipbuiding, una instalación conjunta de la Fuerza Aérea y el Ejército de los Estados Unidos. Allí se construyen los portaaviones y submarinos con los que Estados Unidos amenaza y agrede al resto del mundo.

La Newport News Shipbuilding reabastece de combustibles y supervisa la revisión de los portaaviones de la llamada clase Nimitz [portaaviones de propulsión nuclear]. También se ubica en la región el Camp Peary, centro de Entrenamiento Experimental de las Fuerzas Armadas, directamente dependiente del Departamento de Defensa (sic) y donde se alberga una instalación encubierta de la CIA, conocida como La Granja. En este lugar se entrena a los oficiales de la Dirección de Operaciones de la CIA y a los del Servicio Clandestino de defensa de la DIA. [Agencia de Inteligencia de la Defensa]
Todos estos datos nos indican que la pequeña ciudad de Newport News es un lugar profundamente militarizado porque se encuentra, literalmente, rodeado de instalaciones y bases militares. De ahí se deriva que gran parte de sus habitantes deben transpirar “disciplina militar” hasta por el último poro de su cuerpo.

Contexto de inseguridad y criminalidad

En esta dirección, y este es un segundo tipo de datos para tener en cuenta, en esta pequeña ciudad se muestren indicadores de violencia que superan con creces la media nacional de los Estados Unidos. En efecto, un cuadro de hace quince años es indicativo al respecto:

Una simple mirada nos indica que con respecto a Estados Unidos ‒un país profundamente violento‒ esta pequeña ciudad de 185 mil habitantes es mucho más violenta. Y por supuesto, esa criminalidad debe estar ligada a la militarización institucional de la vida cotidiana de Newport News. No debe ser raro que esos delitos sean efectuados por miembros activos o en retiro de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos que habitan en la región o por personas con algún tipo de vínculo con esas instancias. Esta no es ninguna especulación, porque como está bien establecido muchos de los tiroteos y actos delictivos en los Estados Unidos son protagonizados por veteranos de guerra.
Al respecto, sería bueno saber si el niño de seis años que le disparó a sangre fría a su profesora es hijo o familiar de militares o de personas que han trabajado en algunas de las empresas bélicas de la zona. No sabemos con precisión si el arma que uso el niño-agresor pertenecía a un militar, o si es un arma privada, que se adquiere fácilmente en el mercado bélico de ese país, es decir, en un centro comercial de la esquina.

Militarización mental

El asunto no se reduce a la militarización fáctica de la vida en una pequeña ciudad como la de Newport News. A eso debe agregársele la militarización mental, es decir, la construcción de un imaginario en el cual las armas y la violencia forman parte esencial del American Way of Life [en verdad, American Way of Death]. Como parte de ese imaginario bélico y asesino se genera una cultura de guerra, de violencia y de muerte. No es raro que, desde la más tierna edad, los niños convivan con las armas de fuego, que sus padres o familiares cercanos manipulan a diario y exhiben en forma cotidiana a sus hijos. Tampoco sorprende que, como parte de esa cultura de la muerte, se inculque a los niños a usar las armas y se les adiestre en ese propósito. De ahí que jóvenes, adolescentes y, más recientemente, niños sean responsables de la muerte de numerosas personas, en algunas casos de sus propios progenitores que les suministran las armas o las dejan al descubierto en algún lugar de la casa. Al respecto, vale recordar lo sucedido en Orlando (Florida) el 26 de mayo de 2022, cuando un niño de dos años mató a su progenitor con una pistola de 9 mm, que encontró en casa abandonada.

Pero además se está consolidando la pedagogía de la muerte, porque los padres enseñan conscientemente a sus hijos cómo usar las armas, cargarlas y disparar. En un video puede observarse a un niño de cuatro años manejar con propiedad un rifle, cargar y descargar el cartucho, siendo felicitado por una mujer. E incluso en redes sociales una mujer llamada Kendal sostuvo que “Este video es increíble”, muestra lo que es “una buena educación”. Muchos padres en los Estados Unidos les profesan un culto abierto a las armas y sostienen que no ven ningún problema en enseñarles a matar a sus hijos, porque tienen derecho a defenderse.
En el fondo, en los Estados Unidos es más importante aprender a disparar que a leer y eso se lo inculcan una gran parte de los padres a los hijos. En lugar de libros en las casas se tienen verdaderos arsenales de guerra. Esto no es raro en un país con elevadas tasas de analfabetismo funcional y a donde a sus niños y jóvenes se les forma en la cultura de la muerte, algo que se aprende en casa y se práctica adentro [en las escuelas, por ejemplo] y afuera, como lo evidencian las miles de agresiones que ha sufrido el mundo por parte de los Estados Unidos en los últimos doscientos años.

La corrección política en la escuela

Un último hecho que no puede pasar desapercibido, por sus implicaciones pedagógicas, es el del lenguaje políticamente correcto que se usa para referirse a este caso de violencia con armas de fuego en una escuela de los Estados Unidos. Resulta revelador que se diga que un “altercado” entre la profesora y el niño fue el que produjo el ataque a bala contra la maestra. ¿De cuando acá se puede considerar como una disputa, pelea, discusión, riña, choque, discordia, reyerta, trifulca, para usar algunos de los sinónimos de altercado, la relación entre una profesora y un niño de seis años? ¿En qué habrá radicado el tal altercado? ¿Es que acaso la profesora le dijo al niño que hiciera silencio, que no molestara, que se sentara? ¿Le solicitó alguna tarea o le pidió que respondiera a una pregunta? O el altercado radicó, como sucede en un video célebre sobre la corrección política en la educación de los Estados Unidos, en que la maestra enseñó que 2+2=4 y el niño y sus padres sostienen que 2+2=22, porque como no hay verdades ni conocimientos universales, cualquier opinión es válida y debe ser admitida por los profesores, so pena de ser calificados de intolerantes y querer imponer verdades cuando la verdad no existe y cualquier opinión es válida y debe ser aceptada. A la profesora del video se le acusó de querer implantar su verdad matemática, esto es que 2+2=4, algo que, para el relativismo posmoderno es solo una opinión entre muchas y todas son igualmente validas, como la de decir que 2+2=22. Y la profesora del video fue matoneada por alumnos, padres de familia, rectores de escuelas y jueces, hasta expulsarla de la escuela en la que trabajaba. En la vida real, la profesora de Escuela de Primaria Richneck, fue abaleada por uno de sus pequeños alumnos.

Vale preguntarse, y la cuestión es totalmente válida y legitima en las actuales circunstancias de la dictadura de lo políticamente correcto en la educación, sí se atacó a una profesora, ya no discursivamente sino a punta de plomo, porque el pequeño estudiante-monstruo, de pronto azuzado por sus padres, supuso que la profesora no tenía el menor derecho a corregirlo ni hacerle ningún tipo de sugerencia. Es posible, entonces, suponer que solo porque la maestra procedió a hacerle una reconvención o le dijo algo el niño armado decidió dispararle. Puede ser, también es posible, que en días o en clases anteriores el niño se haya molestado por alguna sugerencia o recomendación de la profesora y haya decidido “vengarse” mediante el uso de una arma de fuego. A tal nivel de intolerancia se ha llegado en la educación de diversos lugares del mundo y esto, además, se trata de justificar en la lógica de lo políticamente correcto, presentando un brutal ataque como producto de un supuesto “altercado”. Como la corrección política ha llegado a las escuelas de los Estados Unidos no sorprende el lenguaje que se utiliza para tratar de explicar una agresión con un arma de fuego por parte de un pequeño niño: fue resultado de un altercado. Así las cosas, con la corrección política de índole pedagógica se pueden justificar hasta los asesinatos de profesores por parte de sus alumnos. Y andando el tiempo entonces llegaremos a admitir que está bien que a los profesores les peguen un tiro y los maten simplemente porque no pueden tener altercados con sus estudiantes al decirles que están equivocados, que hagan caso, que hagan las tareas y cosas elementales como esas, que son propias de la educación en esta y en cualquier época, pero que ahora se pretende cobijar diciendo que los profesores no pueden generar una “angustia emocional” en los niños cuando los corrigen o les hacen alguna observación.

A ese paso, en los Estados Unidos la suma de violencia homicida y corrección política puede llevar a que en un momento determinado se justifique que los profesores se armen, no de valor, sino de artefactos de fuego, para protegerse y responde a ataques con armas de fuego. Así, en Estados Unidos la educación deviene en una especie de Lejano Oeste [Far West] en la que se proclama el sálvese quien pueda y cómo pueda. Si se aplica en esta lógica aquello de ojo por ojo, entonces en Estados Unidos las escuelas van a ser un nido universal de ciegos y tuertos, frente a la cual el Ensayo sobre la Ceguera de José Saramago termina siendo un juego inocente de niños, por supuesto no propio de los niños-gánsteres que se están formando en el país que debería llamarse Esclavos Unidos por el odio y la muerte.
Fuente: https://contrahegemoniaweb.com.ar

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La ilusión del cambio

Por: Carolina Vásquez Araya

Fugaz como todo aquello que carece de raíces profundas, la idea del cambio sólo sobrevive hasta el primer golpe de realidad.

No cabe duda de que la línea ininterrumpida del tiempo -almanaques más, almanaques menos- nos lleva indefectiblemente a pagar por los errores, a perseguir sueños fatuos y a persistir en las acciones erradas.  Y así, comenzamos una agenda de hojas vírgenes cuyas líneas impresas se irán poblando de citas nuevas demasiado parecidas a las de la agenda anterior y uno que otro proyecto previsiblemente similar a ese no realizado durante los 12 meses pasados.

Afuera, en la calle, dejando aparte la basura de los cohetes que alteraron el silencio nocturno, la misma violencia acecha a los ciudadanos confiados, porque el crimen no descansa ni depende de un cambio de dígito que se desvanezca su ominosa y abrumadora presencia.

La lección del día es que la magia no existe ni se dan los milagros de una manera tan básica y pedestre como el hecho de pasar de diciembre de un año a enero del siguiente.  Todo lo contrario, es preciso mantenerse alerta y analizar los errores cometidos:  el entusiasmo infantil por los augurios de un cambio de gobierno, el silencio cobarde ante los abusos de los legisladores, esa especie de adormecimiento cívico inducido por muchas décadas de represión, pero también el egoísmo de quienes tienen algo y no desean arriesgar su precaria estabilidad por aquellos que nada poseen.

El tsunami bélico que ha llenado de ruinas y cadáveres las pantallas de los televisores, aunado a la tragedia de los emigrantes -víctimas de las guerras, del hambre y la violencia es sus territorios- debería haber despertado un poco la conciencia colectiva, al demostrar con su rotunda realidad que frente a las grandes tribulaciones es importante la solidaridad humana. La violencia desatada contra la población civil en naciones cuyo único pecado es la inmensa riqueza de su subsuelo o su estratégica posición geográfica, nos ha dado una idea bastante aproximada de los alcances de la ambición de aquellos países que se han enriquecido como resultado de su poder de agresión.

Todo cuanto nos ha golpeado durante 2022 nos seguirá azotando en el nuevo año: la pérdida de certeza jurídica en nuestros países tercermundistas; el aumento de la pobreza extrema y los abusos de los gobernantes; la indiferencia de la comunidad internacional ante la violencia contra los pueblos indefensos.

Lo importante, entonces, es involucrarse y despejar las brumas de una parranda alegre y trasnochada sin mayor relevancia, cuyo estruendo solo camufló, por algunas horas, la tristeza de quienes perdieron su empleo o de aquellos que no tenían nada que celebrar. El sol sigue su eterno camino arrastrando a un planeta mal administrado, poblado por unos seres incapaces de convivir en paz y empeñados en destruir su entorno. Los esfuerzos aislados por convertir los avances de las ciencias en mayor bienestar para los pueblos, chocan de frente contra el inmenso poder de grupos consolidados de empresas dedicadas a manipular y transformar los descubrimientos en más dinero para sus accionistas.

Si hubiera cambio al ritmo de los días, que sea para involucrar a la población en lo que sucede con su futuro y el de sus hijos y contribuya a despertarla del letargo acomodaticio en donde ha permanecido mientras sus bienes se esfuman en bancos extranjeros, sin esperanza de retorno.  Que el protocolo del calendario funcione como conjuro para despertarla del sueño en que la ha sumido la corrupción, la amenaza y el miedo a enfrentar la realidad.

El Sol sigue su ruta arrastrando a este planeta maltratado y peor administrado.

 

Fuente de la información e imagen: www.carolinavasquezaraya.com

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