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La criminalización del feminismo (I parte)

Por: Sandra Moreno

Hace unos días, Tribuna Feminista publicó varios artículos donde puso de presente que el sexo, entendido como realidad material incontestable, sigue siendo utilizando por el patriarcado como coartada para anular los derechos de las mujeres. Como nos demostró Gerda Lerner, desde el principio de la Historia, el patriarcado tradicional ha apelado a nuestra biología para negarnos los derechos y mantenernos en situación de subordinación. Y ahora, el patriarcado posmoderno niega nuestra biología con el inaudito fin de redefinir el concepto de mujer y desmantelar nuestros derechos. En ambos casos, estamos frente a manifestaciones de misoginia, es decir, de desprecio, hostilidad, violencia, intimidación, aversión y castigo hacia las mujeres, por el hecho de ser mujeres.

Y ambos casos suponen una violación de nuestros DDHH, que evidencian los graves retrocesos que estamos sufriendo las mujeres y niñas a lo largo y ancho del planeta, en prácticamente todos los indicadores que miden la desigualdad entre mujeres y hombres. Por si fuera poco, ahora las mujeres debemos lidiar con una nueva amenaza a nuestra dignidad, derechos y libertades que no vimos venir, porque resultaba insólita: el tener que afrontar la acusación de delito de odio por hablar de la realidad biológica del sexo, defender nuestros derechos y hasta por formular la pregunta «qué es ser mujer o madre». Como en el mito de Casandra, Janice Raymond y Sheila Jeffreys alertaron infructuosamente desde hace mucho tiempo del caballo de troya que suponía el transgenerismo para los derechos de las mujeres y niñas.

Precisamente, hace unos días, la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres (ACBM) nos mostró una nueva grave manifestación del sacrificio injusto que se está imponiendo sobre los derechos más básicos de las mujeres y cómo avanza la alarmante criminalización del feminismo, publicando la respuesta que la organización británica Sex Matters dio al Informe emitido por el experto independiente de la ONU en materia de orientación sexual e identidad de género, Víctor Madrigal-Borloz, a la postre, uno de los firmantes de Yogyakarta10+. En su informe, éste cuestiona los trabajos de la Comisión de Igualdad y DDHH del Reino Unido sobre la Ley de Igualdad, al considerar que hablar sobre la realidad material de los dos sexos equivale a «odio» y perjudica a las personas trans.

En su informe, Madrigal-Borloz sugiere que preguntar «¿Qué es una mujer?» podría no superar los límites de la libertad de expresión y suponer la incitación al odio, señalados en el Plan de Acción de Rabat para combatir el discurso de odio. Y a lo largo de su reporte insiste en hacer graves afirmaciones sobre supuestas violaciones a los derechos de las personas trans en el Reino Unido, sin fundamentarlas fáctica ni jurídicamente. Como pone de manifiesto la ACBM, no sólo no aportó pruebas en las que apoye sus conclusiones, sino que hizo declaraciones en el Parlamento escocés desmentidas por los datos oficiales.

En su informe, Madrigal-Borloz sugiere que preguntar «¿Qué es una mujer?» podría no superar los límites de la libertad de expresión y suponer la incitación al odio

La postura irracional de Madrigal-Borloz, que reduce a transfobia prácticamente todo lo relacionado con la realidad biológica de las mujeres y la defensa de nuestros derechos, está siendo adoptada también por los Gobiernos de la izquierda posmoderna que reproducen en sus países estos desatinos en sus leyes y sus políticas públicas y acusan de delito de odio a las feministas.

Esta criminalización del feminismo per se ya ha llegado a España, como hemos podido comprobar en algunos actos de la reciente campaña electoral, donde algunas dirigentes políticas españolas, seguidas por sus adeptos, acusaban de transfobia a las feministas cuando preguntaban en sus mítines «qué es ser mujer o madre», o acerca de las víctimas de la violencia machista o nuestros derechos. Según se puede comprobar en los vídeos publicados en prensa y redes, la acusación de delito de odio por transfobia era la respuesta recurrente que daban las dirigentes políticas de la confluencia Podemos y Sumar y sus prosélitos, cuando las feministas preguntaban sobre cuestiones referentes a las mujeres. Lo cierto es que, según consta, en ningún momento se dijo nada sobre las personas trans. Esta acusación de transfobia hecha a las feministas es gravísima y jurídicamente resulta inaceptable, porque criminaliza al feminismo, como explicaré más en detalle en la segunda parte de este escrito.

El caso es que se están cumpliendo las predicciones fundadas que en 2020 hicieron al respecto las ocho Casandras españolas: Amelia Valcárcel, Ángeles Álvarez, Laura Freixas, Alicia Miyares, Angustias Bertomeu, Marina Gilabert, Rosa María Rodríguez Magda y Victoria Sendón, cuando  advirtieron de lo lesivo que resultaría la autodeterminación del sexo para los derechos de las mujeres y menores de edad. Por ello, resultan muy significativas las declaraciones de la relatora especial de la ONU sobre la violencia contra las mujeres y las niñas realizadas hace unos días.

Consciente de las crecientes amenazas e intimidaciones que sufren las mujeres que defienden los derechos de las mujeres, sean heterosexuales o lesbianas, la relatora de la ONU ha expresado su profunda preocupación por el deterioro de la calidad democrática que sufren los países occidentales, donde se está extendiendo la práctica de acusar de odio a las mujeres por defender sus derechos, restringiendo o impidiéndoles ejercer sus libertades de expresión, opinión, reunión y manifestación, entre otras. En palabras de Reem Alsalem traducidas por Tribuna Feminista:

Me preocupa la frecuente táctica de las campañas de desprestigio contra las mujeres, las niñas y sus aliados por sus creencias sobre la no discriminación por razón de sexo y las relaciones homosexuales. Tacharlas de «nazis», «genocidas» o «extremistas» es un medio de ataque e intimidación con el propósito de disuadir a las mujeres de hablar y expresar sus opiniones. Tales acciones son profundamente preocupantes, ya que pretenden infundirles miedo, hacerlas callar e incitar a la violencia y al odio contra ellas. Tales actos afectan gravemente a la participación digna de las mujeres y las niñas en la sociedad”.

Como veremos en la segunda parte, todas estas cuestiones puestas de manifiesto por Reem Alsalem son algunas de las expresiones más graves de lo que aquí denunciamos como la criminalización del feminismo y el creciente vaciamiento de los derechos humanos de las mujeres, que no son otra cosa que la misma misoginia de siempre, ahora exteriorizada también por algunas mujeres que ejercen posiciones de poder adoptando roles patriarcales.

Aunque se refería a los hombres, las reflexiones de Gerda Lerner sobre el poder patriarcal usado para eliminar a las mujeres rebeldes también se pueden predicar de algunas mujeres poderosas como estamos viendo en España: se da “preferencia a las mujeres dóciles y a aquellas que se adecúan perfectamente a la descripción del trabajo. Los hombres castigan con el ridículo, la exclusión o el ostracismo a cualquier mujer que se arroga el derecho a interpretar su propio papel o, el peor de todos los males, el derecho a reescribir el argumento”. Éstas son las tácticas de derribo que se están implementando contra las feministas radicales, las que combaten de raíz las causas de la opresión de las mujeres.

Mi reconocimiento a las valientes mujeres que llevaron el feminismo a los mítines de los partidos autoidentificados de izquierda, que hoy han podido comprobar que, sin el voto feminista, no pueden ganar las elecciones. Sin mujeres, no hay democracia. Y sin el feminismo, no es posible construir una sociedad justa y libre.

Fuente de la información: https://tribunafeminista.org

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“Ningún espacio tiene sentido si no se okupa”: protestas contra la violencia económica en la Ciudad de México

Por: Carla Carpio Pacheco*

 

El pasado sábado 3 y domingo 4 de junio personas vestidas de civil y uniformadas bajo el nombre de “Muralla” de la alcaldía Cuauhtémoc, quitaron a colectivas que se organizan en protestas feministas contra la violencia económica en la Plaza Río de Janeiro de la colonia Roma en la Ciudad de México. No es la primera vez que grupos policiales tratan de desalojar la plaza que ocupan los fines de semana desde hace dos años las colectivas, pero sí ha sido una de las veces más violentas porque en el desalojo arrebataron mercancías y artículos personales de las manifestantes (Del Castillo, 2023).

La respuesta de la colectiva La Marea Morada ha sido seguir resistiendo y ocupando el espacio, ya sin venta, únicamente con jornadas de trueque abierto al público, talleres y charlas informativas sobre los objetivos de su protesta. La represión que han ejercido en su contra forma parte de otras acciones de la alcaldía para modificar el uso del espacio público, que va desde el intento por desaparecer los rótulos de los negocios hasta las restricciones en el uso de las plazas para el baile popular (Foto 1).

Pero, ¿qué son las protestas contra la violencia económica, también conocidas como mercaditas?, ¿cómo surgieron?, ¿cuáles son las prácticas que llevan a cabo en sus manifestaciones?, ¿por qué son relevantes las tomas que realizan del espacio público?

Organizarse durante el confinamiento

Las mercaditas son grupos de mujeres que se “tienden” en el espacio público para vender e intercambiar productos que ellas mismas realizan como velas, bordados, bolsas, joyería, libretas, jabones, grabados, stickers, comida vegana, etc., así como ropa de segunda mano, y en menor medida otros accesorios manufacturados industrialmente. Se caracterizan por plantear sus acciones como protestas feministas contra la violencia económica, y se identifican porque sus “puestos” se acompañan de pancartas y consignas que se posicionan frente al patriarcado y el sistema económico imperante.

Estos grupos surgieron a finales de 2020, en el contexto del confinamiento por la pandemia de covid-19. Como en otros ámbitos de la vida, durante esa época las redes sociodigitales fueron una herramienta fundamental para convocar a las “tendidas” exclusivas de mujeres en diversas estaciones del sistema de transporte colectivo metro. Si bien algunas acudieron de forma individual, con el tiempo se conformaron colectivos que continuaron ocupando intermitentemente algunas estaciones. Sin embargo, las disputas por el espacio de venta con vendedores ambulantes y la constante presión por parte de las autoridades del metro ocasionó que se dispersaran hacia otros lugares.

Foto tomada por la autora el 7 de mayo de 2023
Así, en medio de tensiones con las autoridades y episodios de conflicto con ambulantes, las acciones de protesta en la red del metro continuaron hasta febrero de 2022, cuando fue realizado un operativo que tuvo por objeto “liberar” del ambulantaje toda la red del metro, lo cual significó el fin de las mercaditas en ese lugar.

De forma paralela a las “tomas” del metro, se llevaron a cabo algunas mercaditas como parte de los repertorios de acción de otras manifestaciones feministas en zonas periféricas del Estado de México. Por ejemplo, la colectiva Rudas Chimalhuacán Aborteras convocó a realizar una mercadita junto con la elaboración de un mural en noviembre de 2020 en memoria del feminicidio de Diana Velázquez asesinada en Chimalhuacán. Otro caso que tuvo lugar en 2021 fue la Mercadita anti 10 de mayo, por la colectiva Las brujas de la Paz, en el municipio de Los Reyes La Paz, con el objetivo de visibilizar a las madres de desaparecidos, a las madres asesinadas, a las mujeres obligadas a ser madres, y por supuesto también la violencia económica y precarización (Castro, P. et al., 2021).

Asimismo, algunos grupos de mujeres que primero ocuparon el metro, después se conformaron como colectivas y se establecieron en algunas plazas y calles de la ciudad de México. Desde entonces se colocan de manera recurrente los fines de semana en las inmediaciones de la plaza de Bellas Artes, el muro de la Biblioteca Vasconcelos y en la Plaza Río de Janeiro en la Colonia Roma.

Aunque en cada lugar tienen características particulares, el denominador común de sus reclamos es la violencia económica que afecta principalmente a las mujeres y la precariedad entendida en un sentido amplio, como la falta de empleos y las malas condiciones de los que hay, que no permiten el desarrollo y cuidado de la vida en su conjunto. Su tipo de manifestación no contiene un pliego petitorio dirigido a ninguna autoridad estatal en particular, la ocupación que realizan del espacio es la protesta en sí misma, y ponen en práctica aquello por lo que están luchando: una forma amplia de entender la economía, porque además de los recursos monetarios generan vínculos y redes de apoyo mutuo.

Las mercaditas como okupaciones móviles y temporales del espacio público

Como investigadora, una de las preguntas que ha recorrido mi trabajo tiene que ver con la manera en que las personas se autoconvocan para llevar a cabo acciones en el espacio público, y el proceso por el cual lo transforman en un espacio común.

En la misma alcaldía Cuauhtémoc encontramos varios casos donde la ciudadanía ocupa distintas plazas de la ciudad con el fin de bailar y escuchar música los fines de semana, sobre todo entre sectores populares y de la tercera edad. Este tipo de espacios sin que tengan una intención política explícita son formas de ejercer el derecho a la ciudad que expresan “un derecho a cambiar y reinventar la ciudad…un derecho que es más colectivo que individual” (Harvey, 2013, pp. 20).

Sin embargo, ejercer ese derecho no está exento de conflictos, como el pasado mes de febrero de este año cuando fue removido el sonidero Sincelejo que congregaba una amplia comunidad de baile los domingos en la plaza de Santa María la Ribera (Wong, 2023).

No es casual que sean las mujeres, en el caso de las mercaditas, y personas de la tercera edad, en el caso del baile, quienes encabezan este tipo de tomas del espacio público, pues son sectores para quienes la dinámica de la ciudad se torna más hostil y violenta. En una sociedad como la actual que promueve una lógica individualista para la supervivencia y cuyo tejido social está constantemente fracturado, este tipo de acciones contribuyen a regenerar o hilvanar nuevas colectividades y comunidades afectivas entre las y los habitantes de la ciudad, ya sea por afinidad de intereses, por arraigo barrial, o por convergencia de ideas políticas.

En el caso de las mercaditas, además de la venta e intercambio de productos en la vía pública realizan talleres, charlas y otras actividades culturales de cooperación voluntaria o gratuitos para mujeres, infancias y disidencias. En estos espacios comparten algunos conocimientos sobre las técnicas artísticas mediante las que crean los productos que venden (bordado, serigrafía, collage, pintura, dibujo, joyería, etc.), hablan sobre temas relacionados con el feminismo, la economía solidaria, el autocuidado físico y emocional, etc. También organizan jornadas de trueque, ollas comunes, exposiciones gráficas y presentaciones artísticas.

Las actividades político-culturales que realizan funcionan tanto para afianzar la integración de las colectivas, como para vincularse con otras mujeres que se sumen a la protesta, y finalmente para que su protesta interactúe de forma no violenta con los transeúntes y habitantes de las zonas donde se ubican. Entre otras estrategias, para integrarse al entorno urbano han evitado la obstrucción del tránsito y del mobiliario urbano y procuran la limpieza del espacio que ocupan sus puestos cuando son retirados, en ese sentido realizan un uso estratégico del espacio público.

Foto: FB Mercadita Vassincelos, 14 de septiembre de 2022
Todas estas acciones dan sustento a una de sus consignas: “No se trata de un tianguis sino de una protesta”. Esto no significa posicionamiento en contra de los tianguis, pero enfatizan que su intención va más allá de la venta ambulante y abarca una serie de acciones con un objetivo explícitamente político que incluso vincula con otros proyectos autogestivos, artísticos y culturales.

Con ello buscan generar espacios que consideran seguros para las mujeres, infancias y disidencias por medio de la ocupación móvil del espacio. También podemos afirmar que han contribuido en la actualización de un formato que, si bien se llevaba a cabo dentro de los repertorios de la protesta social, adquiere características propias a la luz de las movilizaciones feministas recientes. En su modalidad de “okupaciones temporales” y abiertas al público, el ejercicio de ocupación ha conseguido integrarse a la dinámica de los habitantes y transeúntes, y al ser constantes y no efímeras, han logrado generar vínculos que refuerzan comunidades afectivas.

El sentido político de apropiarse activa pero momentáneamente de la calle, ha sido retratado por ellas mismas y compartido a través de sus publicaciones en redes sociales. Por ejemplo, en la página de facebook de la Mercadita Vassincelos se muestra una foto el muro y el tramo de calle vacío de la biblioteca José Vasconcelos, donde generalmente colocan sus puestos. Por la iluminación da la impresión que fue tomada muy temprano, quizá antes de “tenderse” y se acompaña del siguiente texto “Ningún espacio tiene significado si ningún ser vivo lo okupa. Nosotras hacemos el espacio sobre la barda que ahora llamamos mercadita Vassincelos, es nuestra espacia segura” (Foto 2).

Esta imagen da testimonio de que algo está por ocurrir, enfatizan la ausencia, y mediante ellas las fotógrafas captan algo de lo cual no hay rastros visibles más que el propio espacio vacío. La lente fotográfica de quien captó estas imágenes nos permite acceder al “inconsciente óptico” (Benjamin, 1931, pp. 8) de esos espacios por donde quizá hemos transitado y pocas veces reparado, colocando un énfasis en ellos a partir de la ausencia de las mercaditas.

Con estas reflexiones en mente, quisiera regresar a la pregunta inicial: ¿por qué son relevantes las tomas que realizan las mercaditas del espacio público? Considero fundamental tener en cuenta que las protestas de estas colectivas de mujeres fomentan la posibilidad de la población para autoorganizarse en acciones colectivas y ejercer el derecho a la ciudad sin intermediación de las autoridades por medio de la configuración de comunidades afectivas fundamentales para sostener la vida en sociedad.

Referencias

Benjamin, Walter. (1931). Breve historia de la fotografía, Pre-textos.

Castro, P., Andrade, L., Hurtado, D., Bustamante A., Montoya M., Reyes, K., & Hernández N., (13 de abril de 2021) Mercaditas: la lucha de las mujeres por la sobrevivencia y el espacio público. Corriente alterna. UNAM. Recuperado de Corriente alterna

Del Castillo A. (7 de junio de 2023) Colectivas feministas defienden la protesta económica en la alcaldía Cuauhtémoc. La-Lista. Consultado en:

Gravante, T. (2023) Activismo de base prefigurativo y futuros alternativos. Una propuesta de análisis. Andamios. Volumen 20, número 51, enero-abril, 2023, pp. 133-166

Harvey, David. (2013). Ciudades rebeldes. Del derecho a la ciudad a la revolución urbana, Akal, Madrid.

Wong, A. (19 de febrero de 2023) Apagan a sonideros en CDMX; no podrán tocar en la Alameda de la Santa María la Ribera. Milenio. Consultado en:

https://www.milenio.com/politica/comunidad/sonideros-cdmx-tocar-alameda-santa-maria

* carpa.cv@gmail.com. Socióloga de-formación y feminista por convicción desde que nos acuerpamos en la Colectiva Sícorax junto con otras escritoras, maestras y latinoamericanistas en 2016. Actualmente realizo una investigación como becaria posdoctoral de la UNAM en el Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) que se titula Frente a la violencia machista, autogestión feminista: trayectorias rebeldes en las protestas feministas contra la violencia económica.

Fuente de la información: https://desinformemonos.org

Foto: FB Mercadita Vassincelos

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¿Por qué equiparar violencia de género e intrafamiliar es un riesgo para las víctimas?

Por: Efeminista

Usar el concepto “violencia intrafamiliar” para hablar de la violencia de género es insuficiente para proteger a las mujeres, según aseguran expertas consultadas por Efe a raíz del acuerdo firmado entre PP y Vox para el Gobierno de la Comunidad Valenciana que, a lo largo de sus 50 compromisos, equipara ambos tipos de violencia.

El texto no menciona la violencia de género, aunque sí aboga por impulsar medidas para erradicar la violencia intrafamiliar. Esa referencia se encuentra en el punto número 43 del acuerdo, según el cual el futuro Ejecutivo valenciano se compromete a “defender los derechos de las familias y promover políticas que perseguirán erradicar la violencia intrafamiliar, en especial las que sufren mujeres y niños, garantizando la igualdad entre todas las víctimas”.

“La violencia de género puede no ser intrafamiliar y no toda la violencia intrafamiliar es contra las mujeres”, resalta Marisa Soleto, jurista y directora de la Fundación Mujeres, quien alerta de que “confundir ambos tipos de violencia lleva a confundir las causas y las necesidades de protección de las víctimas”, y a “tomar malas decisiones para el abordaje”.

¿Qué diferencia la violencia de género de la intrafamiliar?

Según el artículo primero de la Ley de Medidas de Protección integral contra la violencia de género de 2004, la violencia de género es aquella que se ejerce “como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres”.

Esta norma, impulsada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y aprobada por unanimidad en el Congreso, castiga de forma específica la violencia física y psicológica que ejerce el hombre hacia la mujer siempre que exista o haya existido una relación afectiva o sentimental, independientemente de si agresor y víctima han convivido o no.

El sujeto activo siempre será un hombre, mientras que el sujeto pasivo ha de ser necesariamente una mujer, una casuística “acreditada estadísticamente” y por eso recogida en una ley propia, especifica la abogada de la Asociación de Mujeres Juristas Themis Ángela Alemany, quien recuerda que desde 2003 han sido asesinadas 1.204 mujeres por sus parejas o exparejas.

Por otra parte, por violencia intrafamiliar se entienden “los actos de maltrato puntual que se producen entre el resto de miembros de la familia”, concreta la catedrática de Derecho Penal de la Universitat de València Paz Lloria.

Estos actos se recogen en el artículo 173.2, que si bien no menciona expresamente la violencia intrafamiliar, sí castiga la violencia ejercida por una persona contra otra “que se encuentre integrada en el núcleo de su convivencia familiar”, ya sean parejas, exparejas, descendientes, hermanos, padres o personas que necesiten especial protección.

Desprotección de las víctimas

Englobar todas las violencias que se ejercen contra las mujeres bajo este paraguas es problemático para las expertas, quienes avisan de que así se deja fuera a las víctimas que no tienen una relación familiar con su agresor.

“Fuera del ámbito de las relaciones de pareja también hay violencias contra las mujeres, como las violencias sexuales, las digitales o las institucionales“, resalta Lloria, quien recuerda que también aquellas mujeres que no conviven con su agresor están protegidas por la ley de violencia de género.

Ante las críticas que ha despertado su acuerdo con Vox, el PP defiende que “tiene un compromiso inamovible e incuestionable contra la violencia de género“.

En una entrevista en TVE, su vicesecretaria de Políticas Sociales, Carmen Fúnez, ha argumentado que ambos tipos de violencia “no son incompatibles” y se debe “terminar con los dos”.

Auge del negacionismo de la violencia de género

Para Soleto, no obstante, este “retroceso discursivo” puede “dar alas a los que alegan que la violencia de género no existe” y frenar el avance de los derechos de las mujeres, que necesitan de un “clima social favorable” para su correcto desarrollo.

Estos discursos, coincide Lloria, “utilizan la demagogia al dar a entender que solo las mujeres gozan de un tipo de especial de protección”, algo que considera “falso”, puesto que existen otras leyes específicas como la de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia.

Las voces negacionistas siempre alegan que la ley de violencia de género supone la persecución de los agresores, pero esta catedrática les recuerda que, aunque la ley se derogue, los asesinatos y las agresiones seguirán siendo castigados con penas que solo bajarán de forma “mínima”.

Prevención, detección y acompañamiento

Pero la derogación, añade, “sí erradicaría el sistema de protección a las víctimas” porque, además de la sanción penal, la ley contempla medidas de prevención, detección y acompañamiento.

La directora de Fundación Mujeres avisa además de que dar ese paso significaría que España “deja de cumplir con sus compromisos internacionales“, algo en lo que coincide Alemany, quien recuerda que nuestro país ha ratificado convenios como el de Estambul, “que se refieren expresamente a la violencia contra las mujeres, no solo a nivel familiar”.

“Quienes están intentando confundir ambos conceptos están negando el derecho de las personas a ser atendidas correctamente”, avisa Soleto.

Fuente de la información e imagen: https://efeminista.com

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Hambre, desocupación… y elecciones con los mismos de siempre

Si votar sirviera para cambiar algo, ya estaría prohibido”. -Eduardo Galeano

En una fecha decisiva del calendario electoral en Argentina se confirmaron las alianzas vigentes. El panperonismo cambió de nombre -quizás una forma de disimular un fracaso-, mientras se cruzan durísimas acusaciones internas, al igual que en la coalición neoliberal Juntos por el Cambio.

Subsiste en el país una superestructura política que no termina de morir, alejada de la evolución del proceso político, mientras se calcula que la inflación anual rondará el 100 por ciento, y crecen la desocupación y la inseguridad alimentaria.

Si se anualiza la inflación de un 8,1% promedio de los dos últimos meses, la suba de precios en el año alcanzaría 155%. La tasa de interés de Banco Central, referencia para los plazos fijos, está en 155% anual.Quizás el factor que defina el escenario de los próximos meses es lo que se acuerde o no con el FMI, con la esperanza de recibir dólares frescos y poder usarlos para intervenir en el mercado cambiario.

En la provincia de Jujuy, el gobierno a cargo del dirigente radical (opositor) Gerardo Morales desató una represión salvaje sobre los trabajadores y las comunidades que protestan contra una Reforma Constitucional a todas luces reaccionaria, que pretende legalizar la persecución a movimientos sociales en nombre una paz de cementerios y mantiene desde hace casi ocho años presos políticos, como es el caso de Milagro Sala.

En la Ciudad de Buenos Aires, el poder ejecutivo que comanda el candidato a presidente de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta, desalojó violentamente a las mujeres de Casa Pringles, una experiencia feminista muy interesante. ¿Estos hechos anticipan los tiempos que vendrán en la Argentina?

 Las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) se realizarán el 13 de agosto. Todos los partidos que se presenten a ellas deberán obtener el 1,5 por ciento de los votos “válidamente emitidos” para poder acceder a las elecciones nacionales del 22 de octubre, en las que se definirá quién será el nuevo presidente y se renovarán la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.

Desde los medios se insiste en una derechización del escenario electoral, alentada y sobreanalizada desde los medios, que no logra que la población pierda de vista  un trasfondo de crisis que no terminará con las elecciones ni el 10 de diciembre, cuando un nuevo gobierno, de cualquier signo, intente aplicar nuevos planes de ajuste.

Acorralados en sus propios mundos, el neoliberal Juntos por el Cambio y el oficialista Frente de Todos sobreviven la incertidumbre, fracturas, rompimientos y cambios de nombre de cara a los comicios generales de agosto. En pleno cierre de alianzas entre los partidos que competirán en las elecciones nacionales, el oficialismo panperonista -quizá para disimular su fracaso- dejará la denominación de Frente de Todos para llamarse Unión por la Patria.

Elegir el término “Patria” para la nueva denominación y centrar la prioridad en una nueva relación con el FMI que elimine los condicionamientos a la política económica  empezaron a definir el eje programático que planteó la vicepresidenta Cristina Kirchner. Las escaramuzas para ordenar la interna panperonista eran previsibles y peligrosas para la nueva alianza que se mueve en un camino finito de crítica al gobierno (¿propio?) y de tratar al mismo tiempo de no expulsarlo y contenerlo.

Por su parte, la principal coalición opositora confirmó que sostendrá la neoliberal Juntos por el Cambio como expresión de alianza, en medio de ríspidas negociaciones y definiciones respecto a su conformación final, demostración de un cuadro perfecto de crisis del regimen político del país.

Las primeras definiciones de la flamante coalición panperonista, que en rigor tiene en su interior a las mismas fuerzas que formaron el Frente de Todos en 2019, da cuenta de uno de los objetivos del nuevo nombre: polarizar con la derecha como defensora de la dolarización, del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, y la extranjerización de los recursos estratégicos, entre otras cosas.

Los medios hegemónicos vienen repitiendo la película de una derrota peronista  lineal y previsible, pero Juntos por el Cambio, que aparecía hasta hace poco como ganador casi inevitable de la elección, también atraviesa una profunda crisis.

Sus partidos están partidos: por un lado Patricia Bullrich apoyada por el expresidente Mauricio Macri y el “Grupo Malbec” del radicalismo se enfreta a Horacio Rodríguez Larreta, jefe de gobierno de la capital, que junto con el radical Gerardo Morales y la Coalición Cívica, emiten comunicados seriales llamando a una mayor amplitud de alianzas.

El cambio de nombre de la alianza oficialista,  no es para nada inocente: trata de desligarse de la apática figura presidencial de Alberto Fernández, que ante la realidad debió abandonar el sueño de ir por su reelección. El peronismo no quiere cargar con el peso del fracaso.El primer comunicado de la nueva Unión por la Patria repitió fórmulas rituales como aquello del «crecimiento con inclusión social» pero, sobre todo el piso de participación de cada sector en las listas para las elecciones.

Mientras el kirchnerismo y el Frente Renovador del actual ministro de Economía Sergio Massa proponían que fuera del 40 por ciento, desde el sector del exvicepresidente Daniel Sioli y  Alberto Fernández impusieron que fuera el 25, apelando a recurrir al “partido judicial”, el mismo que proscribió a la actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner,  para dirimir el tema.

En medio del cierre de las candidaturas, la vicepresidenta  habló desde la sureña provincia de Santa Cruz para dejar en claro que quiere gobernantes “con experiencia en la gestión pública». El más elogiado fue Axel Kicillof, a quien le reconoció que había advertido sobre el Fondo Monetario Internacional: “Kicillof lo advirtió y hoy estamos ahí, en el FMI, con una terrible deuda. Además, hay sobretasa de interés por la magnitud del préstamo acordado”.

“Cuando el FMI irrumpe en un país después de un préstamo de la magnitud que le dieron a Argentina, hay que decirle a la sociedad la verdad. Si tenés que firmar porque tenes la 45 en la cabeza, tenes que decirles que te hacen firmar. Porque, después de todo, ese préstamo no es responsabilidad de este gobierno. La sufre este gobierno y la sociedad argentina, pero creo que es hora de comenzar a hablarle con la verdad a la sociedad”, dijo.

Resta ver antes del 24 de junio qué candidatos se confirman y si esa unidad tendrá el formato de lista única, o si habrá un capítulo de disputa en las PASO antes de llegar todos con la misma boleta a octubre, como parece lo más probable.  La opción de un salto nacional (a la presidencia) del exministro de Economía y hoy gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof ,volvió a cobrar fuerza.

A horas del cierre de alianzas en Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta nuevamente subieron el tono de la disputa.»Sumamos en esta nueva etapa a José Luis Espert y el GEN de Margarita Stolbizer y vamos a seguir sumando», lanzó Rodríguez Larreta y reiteró que su intención es que el gobernador cordobés Juan Schiaretti participe del armado electoral. Bullrich ratificó su plan de ajuste y salió a proteger a su potencial aliado el “libertariano” Javier Milei.

Los medios de comunicación hegemónicos son parte del desfasaje: sus coberturas políticas, dedicadas en un 99 % a reflejar y analizar las internas del peronismo, de Juntos por el Cambio y la evolución del ultraderechista Javier Milei, están a trasmano de la vida real, de los procesos políticos y de los paros, piquetes y movilizaciones de un abajo que se mueve, contra los bajos salarios, la desocupación y el hambre.

Pero la realidad que más allá del impacto mediático, a Milei no le va bien. En los procesos electorales en varias provincias hizo apuestas fuertes y le fue entre mal y peor. En el mundo politizado del periodismo e incluso de la academia se sacaron conclusiones de mínima apresuradas, en base a un solo elemento: las encuestas.

 Y, se comenzó a afirmar que la sociedad giró unilateralmente a la derecha, especialmente los jóvenes, que Milei expresaba la rabia. Pero  varios estudios de opinión cualitativos muestran cierta inconsistencia incluso entre los que dicen que votarían por Milei, pero defienden las empresas públicas, la salud y la educación pública, todos derechos que el programa libertariano quiere liquidar lisa y llanamente.

Como suele ocurrir ante las coyunturas electorales, y más en el escenario de insatisfacción y frustración frente a unas democracias que durante varias décadas solo han garantizado algunas libertades formales sin avanzar resueltamente hacia la justicia social, el tira y afloje entre las coaliciones en competencia han convertido a la Argentina mediática en un pandemonio. Terminado el Mundial de Fútbol hay que hablar de las elecciones.

Un régimen político que aparenta continuidad, aparece desfasado ya del proceso político real, desgarradas las coaliciones internamente y en crisis con sus propias bases electorales, continúan adelante a pesar de todo. Son la expresión de lo viejo que no termina de morir. Decía Antonio Gramsci: «El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos».

El economista Horacio Rovelli señala que el salario mínimo en EEUU es de 2.000 dólares por mes y en la Argentina de 310 dólares al tipo de cambio oficial y de 160 dólares al cambio paralelo, mientras la inflación quizá supere el 100% este año.

Algo ya parece seguro: el próximo gobierno nacerá débil y condicionado por la inmensa deuda externa, lo que adelanta nuevas crisis y convulsiones de una futura gestión que intentará continuar planes de ajuste y sumisión al FMI en la Argentina de la crisis permanente.

O del estallido que algunos agoreros vaticinan, como hace 22 años, con el entonces presidente Fernando de la Rúa huyendo en helicóptero desde la Casa Rosada. Mientras, en las plataformas se difunde el filme “Diciembre 2001”, basado en el libro «El palacio y la calle» del periodista Miguel Bonasso. Cualquier similitud no es mera coincidencia.

*Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Creador y fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).

Fuente: https://estrategia.la/2023/06/19/argentina-hambre-desocupacion-y-elecciones-con-los-mismos-de-siempre/

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Violencia escolar

Por: Manuel Alberto Navarro Weckmann

Es fundamental reconocer que la responsabilidad no recae únicamente en el personal educativo, sino en un sistema que debe trabajar de manera conjunta …

Un tema que suele ser recurrente tiene que ver con la violencia y acoso en las escuelas, la cual muestra elementos cuya expresión superficial se da en la escuela, sin embargo, cuenta con profundas raíces en la familia y en el tejido social. Es un argumento que desnuda la realidad que viven día a día en su hogar y colonia, en una normalidad aprendida que simplemente trasladan a la escuela, por lo que un planteamiento erróneo, es buscar criminalizar al personal educativo, promoviendo castigos en los códigos penales, sin ver las razones de fondo y sobre todo evadiendo la responsabilidad con la aplicación integral de soluciones para enfrenar el problema.

Corresponde al centro escolar por supuesto ser el vínculo y el canal para la detección oportuna que permitan favorecer el conocimiento y orientación al promover programas de sensibilización y prevención en todos los niveles educativos, brindando información y herramientas a estudiantes, docentes, padres y comunidad educativa en general. Estos programas deben abordar temas como el respeto, la empatía, la resolución pacífica de conflictos y la promoción de una cultura de convivencia sana.

Para lograr esto, el Estado debe brindar capacitación y formación continua a docentes y personal educativo en la identificación, prevención y manejo de situaciones de violencia y acoso. Esto incluye desarrollar habilidades de comunicación efectiva, gestión de conflictos y promoción de un entorno escolar seguro y respetuoso.

Por otra parte, los diferentes niveles de gobierno deben establecer mecanismos de coordinación entre las instituciones educativas, los servicios sociales, la policía y otros actores relevantes para abordar de manera integral los casos de violencia y acoso, garantizando una respuesta rápida y eficaz, así como la derivación a los servicios de apoyo necesarios.

Así, es esencial que se establezcan políticas y marcos legales sólidos para prevenir y combatir la violencia y el acoso en los centros educativos. Estas políticas deben enfocarse en la protección de los derechos de los estudiantes, establecer protocolos claros de actuación y sanciones adecuadas para los casos de violencia y acoso.

Es claro que la participación de la comunidad educativa, incluyendo a padres, madres, tutores y otros actores sociales, es fundamental para abordar eficazmente el problema. Se deben promover espacios de diálogo, colaboración y participación para buscar soluciones conjuntas y crear un entorno de apoyo y protección para los estudiantes.

Entonces, la solución a la violencia y al acoso requiere de una respuesta integral y coordinada que involucre a diferentes niveles de gobierno, instituciones educativas, docentes, comunidad educativa y sociedad en general. Es fundamental reconocer que la responsabilidad no recae únicamente en el personal educativo, sino en un sistema que debe trabajar de manera conjunta para reconstruir el tejido social y promover entornos educativos seguros y respetuosos. La educación es el camino.

Fuente de la información e imagen:  https://profelandia.com

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Estrategia nacional de adicciones. ¿Otra vez la escuela?

POR: ABELARDO CARRO NAVA

«En una de las presentaciones de la estrategia Si te drogas te dañas, una estrategia en el aula, la profesora Leticia Ramírez señaló que la participación de los docentes sería voluntaria…»

Estrategias van y vienen, y la Secretaría de Educación Pública (SEP) no acaba de entender, que los problemas de salud que causan ciertas drogas no se erradican, primero, de la noche a la mañana y, segundo, que la escuela en solitario no puede resolver lo que a otras instancias por su propia naturaleza les corresponde atender, por ejemplo, la ola de violencia que se vive en el país o el incremento de los grupos de la delincuencia organizada ligados con el narcotráfico a lo largo y ancho del territorio mexicano.

Para nadie es desconocido que el narcomenudeo se encuentra cerca de las instituciones educativas y de los estudiantes, sino es que ya se ha “infiltrado” y convertido en uno de sus enemigos o amigo, según sea el caso, y por más crudo que pueda sonar mi comentario; es como un secreto a voces que, por obvias razones, no se ha hecho público porque, de hacerlo, podría causar la vida de los denunciantes. Entonces, siendo un tema tan delicado, pero tan importante como lo es para la vida de los seres humanos, particularmente, de los mexicanos, ¿por qué solamente la escuela tiene o tendría que asumir la enorme responsabilidad de abordar este tema en los planteles educativos?, ¿cuál es el papel del estado mexicano y las otras instancias relacionadas con la seguridad y salud pública?, ¿qué estrategia ha puesto en marcha el gobierno mexicano para erradicar los distintos cárteles de las drogas que, por más que se diga lo contrario, siguen tan presenten en México? En fin.

Justo hace unos días, cuando la titular de la SEP, la profesora Leticia Ramírez, presentaba la Estrategia Nacional Si te drogas te dañas, una estrategia en el aula, recordé otra estrategia que fue anunciada con bombo y platillo en el mes de octubre del año pasado y cuyo nombre hablaba por sí sola Déjalo ya. Alto riesgo a la salud por vapeadores, una estrategia de concientización que pretendía inhibir el uso de esos dispositivos para asegurar la salud de niñas, niños, adolescentes y jóvenes.

Como se recordará, en esta última estrategia, la población objetivo fueron los estudiantes de educación básica (primaria alta y secundaria), padres y madres de familia, docentes y directivos y, para ello, se propusieron diversos medios a utilizar como material didáctico, secuencias didácticas (para docentes), periódicos murales, hojas de consejos, infografías, carteles, podcast, webinars, spots en radio y tv, entre otros; además de que en alguna sesión programada para los Consejos Técnicos Escolares (CTE), también se abordó dicho tema. Entonces, ¿qué materiales son los que se propusieron para la primera estrategia señalada, la denominada Si te drogas te dañas? Una guía para docentes, un reposito en la red con diversos documentos relacionados con el tema, videos, carteles, etcétera, etcétera, etcétera. Lo anterior, bajo la encomienda de que los profesores podrían trabajar estos temas 3 veces a la semana, de 10 a 15 minutos, en alguna de las asignaturas como formación cívica y ética, biología, vida saludable, ciencias o en cualquier otra dado que los tópicos, a decir de la SEP, son transversales; y bueno, su intención es brindar información sobre cada una de las drogas y los daños que pueden causar a la salud de los seres humanos.

Hasta aquí, todo parecería indicar que la estrategia o estrategias propuestas por esta Dependencia de gobierno, son harto relevantes y necesarias dadas las demandas y problemáticas sociales que observamos en nuestros días; ¿quién se atrevería a señalar que tales campañas no son necesarias? Imagino que nadie.

El meollo de asunto es que, al ser temas y problemáticas en el que inciden una multiplicidad de factores, la escuela por sí misma no podría ir más allá del ámbito de su competencia; es decir, puede la escuela (y sus actores) estar plenamente comprometida en este proyecto; puede trabajar constantemente entre directivos, maestros, alumnos, padres de familia y otro agentes para su puesta en marcha; puede realizar una serie de acciones con la finalidad de sensibilizar y concientizar sobre el daño que representa a la salud el consumo de drogas; en fin, puede hacer lo que le corresponda hacer, pero si tales esfuerzos no se acompañan de hechos concretos y contundentes por parte de otras dependencias de gobierno, tales como la fiscalía, guardia nacional, ejército, marina, juzgados y jueces, ministerios públicos, centros de readaptación social, economía, trabajo y previsión social, salud, gobernación, y las que se acumulen, poco o nada significará lo que en las instituciones se hubiera emprendido. Así de simple, así de complejo.

Ahora bien, ¿no ha sido suficiente toda la serie de actividades que ya de por sí tienen asignadas las maestras y maestros, como para que de la noche a la mañana se implementen estrategias como las que he mencionado sin que se conozcan los resultados que se han obtenido en su desarrollo?, ¿no sería necesario que la SEP hiciera un ejercicio valorativo de la estrategia relacionada con el uso de vapeadores?, ¿no habría la imperiosa necesidad de que en las escuelas se contaran con especialistas que abordaran de manera amplia y expedita estos temas?, ¿por qué solo las maestras y los maestros?. Por otra parte, ¿no habría que revisar, modificar o reformar el sistema de justicia penal, pero también los centros de readaptación social con el propósito de que se encarcele a quien se tenga que encarcelar por la venta ilegal de drogas y, por obvias razones, cumpla con su pena bajo un proceso readaptativo? Vaya, ¿no sería indispensable mirar no solo a la escuela como el único espacio que puede actuar para prevenir y erradicar este problema?

Con negritas:

En una de las presentaciones de la estrategia Si te drogas te dañas, una estrategia en el aula, la profesora Leticia Ramírez señaló que la participación de los docentes sería voluntaria; habría que recordarle que, en el Sistema Educativo Mexicano, son escasas las acciones educativas que las maestras y maestros pueden realizar voluntariamente porque todo cae en cascada; no sé si lo sepa (imagino que sí), pero el sistema que ella “coordina” es tan autoritario y vertical, que aún sigue presente aquella vieja anécdota que data del periodo de gobierno de Porfirio Díaz cuando éste llagaba a preguntar qué hora era y se le respondía la que usted diga señor presidente. Por obvias razones, y para el caso que me ocupa, es claro que la Secretaria de Educación representa una figura de esa anécdota, y los Secretarios de Educación estatales, Jefes de Departamento, Jefes de Sector, y muchos pero muchos supervisores y directores, la otra u otras figuras. En fin, ¿con el tiempo sabremos cuáles serán los resultados obtenidos con la puesta en marcha de esta estrategia o solo será un asunto de moda y de política?

Al tiempo.

Fuente de la información:  https://profelandia.com

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Feminicidios y posesión

Por: Tahira Vargas García

 

Recientemente sucedió un hecho que mantiene consternada a la sociedad dominicana, el asesinato de la joven comunicadora Chantal Jiménez por su ex pareja que luego se suicidó.

La presencia continua de feminicidios en nuestro país muestra los altos niveles de violencia existente en una gran parte de nuestra población masculina quienes responden a separaciones, celos y conflictos de pareja desde el uso de la violencia psicológica, verbal y física, en algunos casos llegando a eliminar físicamente a parejas o exparejas femeninas.

Los celos se aprenden culturalmente, las teorías socio-culturales identifican en los celos un comportamiento aprendido en los procesos de socialización en la niñez. Este aprendizaje tiene una fuerte connotación sexista, hombres y mujeres aprenden a celar de forma distinta sobre todo en lo relativo a sus relaciones de pareja en sociedades patriarcales.

Las diferencias entre hombres y mujeres con respecto a los celos no se atribuyen desde la perspectiva antropológica y sociocultural a influencias de carácter evolutivo sino a los procesos y estructuras sociales que crean y mantienen estas diferencias. (Eagly 1987).

La masculinidad en nuestra sociedad se aprende desde la niñez con una agresividad permitida y fomentada “para ser todo un macho”.

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“Se puede constatar la existencia de normas duales que históricamente han sido utilizadas para permitir y alentar la actividad sexual masculina mientras se restringe la actividad sexual femenina (Muehlehard y McCoy,1991).

Nuestra sociedad, como toda sociedad patriarcal, coloca las relaciones de pareja en un estándar de relaciones posesivas y dependientes en las que la mujer se convierte en “la mujer de” – posesión – de un hombre con el que tiene una relación afectivo-sexual. La carga de posesividad que tiene el hombre sobre la mujer no soporta las separaciones. Muchos feminicidios se producen cuando la mujer se separa de su pareja. Esta separación entra en crisis con su sentido del honor masculino y su virilidad.

La mujer aprende desde su niñez que el “hombre que la cela, la quiere”. Este círculo de posesividad- celos-amor es uno de los detonantes principales de la violencia de género, junto a otros patrones culturales que configuran la masculinidad como son el honor, la virilidad y la violencia.

La masculinidad en nuestra sociedad se aprende desde la niñez con una agresividad permitida y fomentada “para ser todo un macho”. La violencia es la única herramienta que conoce para resolver conflictos que inician con sus pares y se extiende hacia sus relaciones afectivo-sexuales.

Detener la violencia de género supone desarrollar estrategias culturales y educativas que cambien esta masculinidad sostenida en círculos de celos-posesividad-amor-violencia en los que nuestros niños, adolescentes y jóvenes están insertos. Un aprendizaje que se encuentra en la calle, grupos de pares, familia y escuela.

Fuente de la información e imagen: https://acento.com.do

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