Nigeria: Prostitución 20 horas al día en los cruces de autopistas del Sur de Italia

Redacción: El País

Las jóvenes nigerianas son obligadas a trabajar en las calles de Castelvolturno para pagar una deuda que puede alcanzar los 50.000 euros.

 

  • Se identifica como S., es de Nigeria y tiene 22 años. Suele esperar a los clientes en la carretera, cerca de Castelvolturno, en el sur de Italia, país al que llegó hace dos años. En cuanto alcanzan Europa, estas jóvenes nigerianas son obligadas a trabajar en la calle para pagar una deuda que puede alcanzar los 50.000 euros.
    1 Se identifica como S., es de Nigeria y tiene 22 años. Suele esperar a los clientes en la carretera, cerca de Castelvolturno, en el sur de Italia, país al que llegó hace dos años. En cuanto alcanzan Europa, estas jóvenes nigerianas son obligadas a trabajar en la calle para pagar una deuda que puede alcanzar los 50.000 euros. ALESSIO PADUANO
  • Reducidas a la esclavitud, a veces tienen que pasar hasta 20 horas diarias en los cruces de las autopistas haga el tiempo que haga.
    2 Reducidas a la esclavitud, a veces tienen que pasar hasta 20 horas diarias en los cruces de las autopistas haga el tiempo que haga. ALESSIO PADUANO
  • A. y G. descansan en la conocida como "casa de contactos", en la que viven en Castelvolturno. Son apartamentos privados ‒normalmente dirigidos por una 'madame'‒ que funcionan como restaurantes, lugares de reunión, y también prostíbulos. Los hombres acuden a ellos a tomar una copa, fumar o contratar servicios sexuales.
    3 A. y G. descansan en la conocida como «casa de contactos», en la que viven en Castelvolturno. Son apartamentos privados ‒normalmente dirigidos por una ‘madame’‒ que funcionan como restaurantes, lugares de reunión, y también prostíbulos. Los hombres acuden a ellos a tomar una copa, fumar o contratar servicios sexuales. ALESSIO PADUANO
  • A., una joven de 21 años de Lagos (Nigeria), sentada junto a una amiga y compatriota en una peluquería de la localidad italiana. Las dos viven en una de las muchas "casas de contactos" de la zona.
    4 A., una joven de 21 años de Lagos (Nigeria), sentada junto a una amiga y compatriota en una peluquería de la localidad italiana. Las dos viven en una de las muchas «casas de contactos» de la zona. ALESSIO PADUANO
  • Un momento de una ceremonia religiosa en una iglesia pentecostal de Castelvolturno. Con frecuencia, los pastores influyen psicológicamente en las prostitutas que frecuentan estos lugares y se promueve con ello el mercado de la trata.
    5 Un momento de una ceremonia religiosa en una iglesia pentecostal de Castelvolturno. Con frecuencia, los pastores influyen psicológicamente en las prostitutas que frecuentan estos lugares y se promueve con ello el mercado de la trata. ALESSIO PADUANO
  • A., una joven nigeriana de 19 años, descansa en la habitación donde suele recibir a sus clientes en Castelvolturno.
    6 A., una joven nigeriana de 19 años, descansa en la habitación donde suele recibir a sus clientes en Castelvolturno. ALESSIO PADUANO
  • El eslogan "Las prostitutas son tu ruina" en una señal de tráfico de una carretera cercana a Castelvolturno.
    7 El eslogan «Las prostitutas son tu ruina» en una señal de tráfico de una carretera cercana a Castelvolturno. ALESSIO PADUANO
  • Una prostituta nigeriana espera que lleguen clientes en una carretera cercana a Castelvolturno.
    8 Una prostituta nigeriana espera que lleguen clientes en una carretera cercana a Castelvolturno. ALESSIO PADUANO
  • Una joven nigeriana en el consultorio de urgencias de Castelvolturno. Entre otras muchas actividades, la clínica presta apoyo a las mujeres y les facilita el acceso a los servicios sanitarios de la zona y mejorando su información sobre las enfermedades de transmisión sexual.
    9 Una joven nigeriana en el consultorio de urgencias de Castelvolturno. Entre otras muchas actividades, la clínica presta apoyo a las mujeres y les facilita el acceso a los servicios sanitarios de la zona y mejorando su información sobre las enfermedades de transmisión sexual. ALESSIO PADUANO
  • Habitación en la que Q., una nigeriana de 21 años, recibe a los clientes en Castelvolturno.rn
    10 Habitación en la que Q., una nigeriana de 21 años, recibe a los clientes en Castelvolturno. ALESSIO PADUANO
  • Q., se prepara para ducharse antes de empezar su jornada de trabajo, en Castelvolturno.
    11Q ., se prepara para ducharse antes de empezar su jornada de trabajo, en Castelvolturno. ALESSIO PADUANO
  • Una silla y una sombrilla en la carretera en la que las nigerianas esperan a los clientes en Castelvolturno. Las chicas trabajan en condiciones muy duras, están obligadas a esperar junto a carreteras pequeñas, donde están expuestas a enormes riesgos, como agresiones y robos.
    12 Una silla y una sombrilla en la carretera en la que las nigerianas esperan a los clientes en Castelvolturno. Las chicas trabajan en condiciones muy duras, están obligadas a esperar junto a carreteras pequeñas, donde están expuestas a enormes riesgos, como agresiones y robos.

    Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/09/05/album/1567682379_951239.html#foto_gal_12

 

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