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UNICEF: #ReforzarLaInmunidad

#ReforzarLaInmunidad

Una campaña mundial para llegar a los niños y niñas que han dejado de recibir vacunas

Millones de niños y niñas en todo el mundo han dejado de recibir las vacunas de rutina durante la pandemia de COVID-19.

Como consecuencia de ello han reaparecido enfermedades que hasta ahora habían estado bajo control, tales como el sarampión, la poliomielitis o la difteria.

Ha llegado el momento de poner al día a estos niños y niñas con las vacunas que no han recibido y #ReforzarLaInmunidad para protegerlos a ellos, así como a sus familias y a sus comunidades.

El problema

Durante la pandemia de COVID-19, hemos asistido al mayor retroceso continuado de las tasas de vacunación infantil en una generación.

Durante la pandemia de COVID-19, casi 67 millones de niños y niñas dejaron de recibir las vacunas de rutina que los mantienen a salvo de enfermedades mortales.

Este retroceso se produjo debido a la incapacidad de los programas de vacunación sistemática para llegar a tantos niños y niñas como antes. Con la pandemia se interrumpieron los servicios sanitarios, se cerraron los centros médicos y se paralizaron las importaciones y exportaciones de viales, jeringuillas y otros suministros médicos. Por su parte, las familias se vieron afectadas por los confinamientos y no podían desplazarse con facilidad, al tiempo que se daba prioridad a los recursos financieros y al personal médico en la respuesta frente al COVID-19.

En estos momentos estamos viviendo las predecibles consecuencias de todo ello. Algunas enfermedades que pueden prevenirse con vacunación, como el cólera, el sarampión y la poliomielitis, están irrumpiendo justo en los países donde los niños y las niñas no han sido vacunados.

La solución

Existe una solución. Las campañas de vacunación de rescate a gran escala son una opción inmediata para proteger a los niños y niñas que no han recibido sus dosis en años anteriores.

Se trata de un primer paso importante para ayudar a las comunidades y a los sistemas sanitarios a recuperarse de la conmoción provocada por la pandemia. Las vacunas protegen a las familias y a las comunidades —a todos, en definitiva— de brotes epidémicos capaces de traspasar las fronteras nacionales, sobrecargar los sistemas sanitarios y paralizar nuestras economías y sociedades, tal y como tuvimos ocasión de ver durante la pandemia de COVID-19.

El trabajador de la salud Ghada Ali Obaid vacuna a Aheen Fahd, de 5 años, durante una campaña de vacunación contra la polio en Yemen.

Llamamiento a la acción de UNICEF

Los países con un elevado número de niños y niñas que no recibieron algunas o todas las vacunas sistemáticas durante la pandemia deben reasignar fondos y restablecer la inmunidad.

  • Reasignar fondos. El dinero sobrante de la respuesta a la COVID-19 se encuentra todavía en fondos nacionales, regionales y mundiales. Dichos fondos deben reasignarse urgentemente y canalizarse hacia actividades de inmunización sistemática, empezando por aquellos países con el mayor número de niños y niñas que no han recibido vacunas.
  • Restaurar la inmunidad. Los gobiernos deben dar prioridad y comprometerse a atender a los niños y niñas que no han recibido vacunas a través de campañas de vacunación de rescate destinadas a restablecer su inmunidad, acabar con las muertes infantiles evitables y prevenir nuevos brotes epidémicos. Se trata de un primer paso importante en lo que debería ser un plan a largo plazo destinado a retomar los esfuerzos en materia de vacunación tras la pandemia y reforzar la atención primaria de salud.

 

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UNICEF: Seis violaciones graves de los derechos de la infancia en tiempos de guerra

Seis violaciones graves de los derechos de la infancia en tiempos de guerra

Así es como los niños se han convertido en el principal objetivo de los conflictos armados

Asesinatos, mutilaciones, secuestros, violencia sexual, reclutamiento en grupos armados y ataques a escuelas, hospitales e instalaciones de agua esenciales: los niños que viven en las zonas de conflicto de todo el mundo siguen sufriendo ataques a una escala aterradora.

Para monitorear, prevenir y frenar con mayor eficacia los ataques contra los niños, el Consejo de Seguridad de la ONU identificó y condenó las siguientes seis violaciones graves contra los derechos de la infancia en tiempos de guerra: el asesinato y la mutilación de niños; el reclutamiento y el uso de niños por parte de fuerzas y grupos armados; los ataques a escuelas y hospitales; las violaciones y otros actos de violencia sexual contra los niños; y la denegación a los niños de acceso a la ayuda humanitaria.

El derecho internacional humanitario obliga a las fuerzas y grupos armados a tomar medidas para proteger a los civiles, incluidos los niños, que son especialmente vulnerables en tiempos de guerra.


Leer: 25 años de conflictos armados y la infancia: Actuar para proteger a los niños y niñas en la guerra


 

Mali. Una niña desplazada se apoya en una muleta para caminar.
UNICEF/UN0332638/Rose
Una niña camina con una muleta en un campo de desplazados en Sévaré, Mali.

1. El asesinato y la mutilación de niños se producen cuando los niños son el objetivo directo o indirecto de los ataques, y puede incluir acciones como la tortura. La muerte y la mutilación de niños pueden producirse como consecuencia del fuego cruzado, las minas, las municiones de racimo, los artefactos explosivos improvisados u otros dispositivos, o en el contexto de operaciones militares, demoliciones de casas, campañas de búsqueda y captura o atentados suicidas.

Por todas estas razones, el uso de armas explosivas, especialmente en zonas pobladas, sigue teniendo un efecto devastador sobre los niños. Solo en 2020, por lo menos el 47% de todas las víctimas infantiles lo fueron debido a las armas explosivas y los restos explosivos de guerra. Entre 2005 y 2022 se confirmaron más de 120.000 casos de niños muertos o mutilados en conflictos armados.

Dos niños ex soldados se abrazan
UNICEF/UN0202141/Rich
Dos niños participan en una ceremonia para liberar a niños de las filas de grupos armados en Yambio, Sudán del Sur.

2. El reclutamiento y el uso de niños por parte de fuerzas y grupos armados se refiere al reclutamiento o alistamiento forzoso o voluntario de niños en cualquier tipo de fuerza o grupo armado. Los niños siguen siendo reclutados y utilizados por las partes en conflicto a un ritmo alarmante. Las fuerzas y grupos armados reclutan a niñas y niños para que desempeñen diversas funciones, como combatientes, cocineros, porteadores, mensajeros y espías, o para explotarlos sexualmente.

Entre 2005 y 2022 se han confirmado más de 105.000 casos de niños reclutados y utilizados por grupos de beligerantes, pero es probable que el número real de casos sea mucho mayor. Los Grupo de Tareas de las Naciones Unidas en el país sobre vigilancia y presentación de informes, o sus equivalentes, han confirmado el reclutamiento y el uso de al menos 1.000 niños por país en al menos 15 países durante este periodo.

Un grupo de niños en un salón de clases
UNICEF/UN0300571/Filippov
Una niña mira hacia arriba en un salón de clases en el este de Ucrania.

3. Los ataques a escuelas y hospitales implican el ataque a instalaciones educativas o médicas con el objetivo de destruirlas parcial o totalmente. Las escuelas y los hospitales deben ser espacios protegidos donde los niños se sientan seguros, incluso en tiempos de conflicto. Sin embargo, los repetidos ataques a estas instalaciones ponen de manifiesto el impacto catastrófico de los conflictos armados sobre los derechos de los niños, incluidos los de la educación y la salud.

Entre 2005 y 2022, las Naciones Unidas confirmaron más de 16.000 incidentes, entre los que se incluyen ataques directos o indiscriminados contra instalaciones educativas y sanitarias y personas protegidas, como estudiantes y niños hospitalizados y personal médico y escolar.

Estos ataques no sólo ponen en peligro la vida de los niños, sino que también interrumpen su aprendizaje y limitan su acceso a la atención médica, lo que puede tener efectos permanentes en su educación, sus perspectivas económicas y su salud en general.

Una niña presiona su mano contra la malla de alambre de una ventana en Nigeria.
UNICEF/Kokic
Una niña presiona su mano contra la malla de alambre de una ventana en Nigeria.

4. La violación y otros tipos de violencia sexual contra los niños también incluyen la esclavitud sexual o la trata de personas, la prostitución forzada, la esterilización, el embarazo o el matrimonio forzados, o la explotación o el abuso sexual de los niños. En algunos casos, la violencia sexual se utiliza intencionadamente para humillar a la población u obligar a las personas a abandonar sus hogares.

Entre 2005 y 2022, las partes beligerantes violaron, casaron a la fuerza, explotaron sexualmente y perpetraron otras formas graves de violencia sexual contra al menos 16.000 niños y niñas. Sin embargo, debido al estigma asociado con la violación y la violencia sexual en muchos lugares, los casos de niños víctimas de violencia sexual en los conflictos no se denuncian con la frecuencia suficiente. La violencia sexual afecta de forma desproporcionada a las niñas. Entre 2016 y 2020, las niñas representaron el 97% de los casos.

Un niño mira por una ventana en Sudán del Sur
NICEF/UN0202117/Rich
Un niño que fue secuestrado por un grupo armado mira por la ventana de un centro de cuidado infantil apoyado por UNICEF después de ser liberado en Sudán del Sur.

5. El secuestro de niños y niñas se refiere a la captura, la detención o la desaparición forzada de un niño, ya sea temporal o permanentemente. Tanto si es intencionadamente violento como si se trata de ejercer represalias, de infundir miedo a la población o de reclutar por la fuerza o explotar sexualmente a los niños, el secuestro es una de las violaciones más extendidas que se cometen contra los niños en situaciones de conflicto armado.

Entre 2005 y 2022, se confirmó que al menos 32.500 niños fueron secuestrados por las partes en conflicto. Los varones representan las tres cuartas partes de los secuestros de niños confirmados. Sin embargo, las niñas también corren el riesgo de ser secuestradas, especialmente con fines de violencia y explotación sexual. En muchos casos, los niños secuestrados son también víctimas de otras violaciones graves, como asesinatos, mutilaciones, violencia sexual o reclutamiento por parte de grupos armados. También pueden ser retenidos como rehenes o detenidos arbitrariamente.

Municiones sin detonar en el este de Ucrania.
UNICEF/UNI200697/Filippov
Municiones sin detonar en un suburbio de Donetsk, en el este de Ucrania.

6. La denegación del acceso humanitario a los niños es la obstrucción y privación intencionada por parte de los beligerantes de la asistencia humanitaria esencial para la supervivencia de los niños, impidiendo incluso que los agentes humanitarios u otros agentes pertinentes accedan a los niños afectados por situaciones de conflicto armado y les presten asistencia.

Las Naciones Unidas han confirmado al menos 14.900 incidentes de denegación de acceso humanitario a los niños entre 2005 y 2020; el 80% de estos casos verificados se produjeron entre 2016 y 2020, lo que subraya la necesidad de aumentar los esfuerzos para documentar y verificar estos incidentes. Las partes en conflicto suelen negar a los agentes humanitarios el acceso a los necesitados o tratan de evitar que la ayuda no llegue a la población civil.  También se niega la ayuda a los civiles cuando los trabajadores humanitarios son un objetivo de guerra o se les considera una amenaza.

Entre 2005 y 2022 se han confirmado más de 315.000 casos de violaciones graves contra los niños cometidas por las partes en conflicto en más de 30 conflictos de África, Oriente Medio y América Latina. El número real es sin duda mucho mayor, ya que las dificultades de acceso y seguridad, así como los sentimientos de vergüenza, dolor y miedo de las supervivientes, impiden a menudo la denuncia, documentación y confirmación de estas violaciones.

Qué hace UNICEF

Un niño refugiado sirio sostiene una caja de suministros de UNICEF en el Líbano
UNICEF/UN0326770
Un niño refugiado sirio sostiene una caja de suministros de UNICEF en el Líbano.

UNICEF y sus aliados siguen proporcionando atención y protección a los niños que viven en situaciones de guerra, abogando en su nombre y comprometiéndose con todas las partes en conflicto para garantizar que se respeten sus derechos. Además de proporcionar asistencia de emergencia y a largo plazo a los niños, UNICEF y sus aliados también han ofrecido formación en materia de protección de la infancia a funcionarios gubernamentales y a los componentes de las partes beligerantes, y han concienciado a los gobiernos, las comunidades y las familias sobre los riesgos a los que se enfrentan los niños en los conflictos armados.

Sin embargo, se necesita una presión pública y política sostenida para garantizar que los niños dejen de ser el objetivo de la guerra. Por este motivo, UNICEF ha hecho un llamamiento a la acción para proteger a los niños en situaciones de conflicto. Lea el Programa de Acción para la Protección de los Niños en los Conflictos Armados de UNICEF.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/historias/ninos-en-la-mira-seis-graves-violaciones-contra-ninos-en-tiempos-de-guerra

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UNICEF: Las Directoras Ejecutivas del PMA y UNICEF visitan Haití para impulsar el apoyo internacional en un momento en el que las necesidades humanitarias alcanzan un nivel sin precedentes

Las Directoras Ejecutivas del PMA y UNICEF visitan Haití para impulsar el apoyo internacional en un momento en el que las necesidades humanitarias alcanzan un nivel sin precedentes

El hambre y la desnutrición a una escala inusitada amenazan la vida en todo el país

PUERTO PRÍNCIPE, 20 de junio de 2023  – Las Directoras Ejecutivas de UNICEF y del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) finalizaron hoy sus misiones en Haití con la petición de que se aumente el apoyo a los niños y familias altamente vulnerables que se enfrentan a la violencia desenfrenada, los desastres naturales mortales y un rebrote del cólera.

“La crisis del hambre en Haití no se ve, no se escucha y no se aborda. La violencia y las crisis climáticas acaparan los titulares, pero no soleos oír hablar de los 4,9 millones de haitianos que luchan día a día por alimentarse”, afirmó la Directora Ejecutiva del PMA, Cindy McCain. “La proporción per cápita de haitianos que se enfrentan a una inseguridad alimentaria de nivel de emergencia es la segunda más alta del mundo: no podemos abandonarlos”.

“Las necesidades humanitarias son aún mayores hoy que después del devastador terremoto de 2010, pero con muchos menos recursos para responder”, dijo la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. “He visto y oído cómo los niños y las familias haitianas están abordando problemas insuperables, y no se rinden. En la hora de mayor necesidad del país, la comunidad internacional tampoco debería hacerlo”.

En total, 5,2 millones de personas necesitan ayuda humanitaria urgente, entre ellas casi 3 millones de niños. Unos 4,9 millones de personas tienen dificultades para alimentarse, y se calcula que este año más de 115.000 niños menores de cinco años sufrirán casos de desnutrición potencialmente mortales, lo que supone un aumento del 30% desde el año pasado. El sistema sanitario está al borde del colapso, las escuelas han sido atacadas por grupos armados y la población civil está aterrorizada y carece de medios de subsistencia. En los barrios más peligrosos de la capital, mujeres y niños sufren niveles asombrosos de violencia sexual. Las mortíferas inundaciones y el terremoto de junio han puesto de manifiesto la vulnerabilidad de Haití ante el cambio climático y las catástrofes naturales.

Russell y McCain mantuvieron conversaciones con el Primer Ministro Ariel Henry y otros funcionarios del gobierno y visitaron una escuela que recibe apoyo de UNICEF y el PMA.

En la ciudad de Jérémie, McCain se reunió con agricultores y productores de alimentos que suministran a las escuelas cultivos producidos en el país y habló con personas que reciben transferencias mensuales de efectivo en el marco de un programa de seguridad social. También visitó un centro de preparación de alimentos en Puerto Príncipe, donde el PMA y sus aliados proporcionan comidas calientes que se transportan diariamente a las escuelas situadas en las zonas afectadas por la violencia armada en Cité Soleil.

Russell, que fue nombrada recientemente Defensora Principal para Haití por el Comité Permanente entre Organismos, un órgano colectivo de altos dirigentes humanitarios, visitó un lugar para familias desplazadas de sus hogares a causa de la violencia, donde UNICEF presta apoyo a una clínica móvil de salud. También habló en privado con niños, niñas y mujeres supervivientes de la violencia sexual perpetrada por los grupos armados, y visitó un centro de nutrición donde niños y niñas gravemente desnutridos reciben cuidados terapéuticos que salvan vidas con el apoyo de UNICEF.

A pesar de la magnitud de las necesidades, solo se ha financiado el 23% de los 720 millones de dólares necesarios para la respuesta de las Naciones Unidas en 2023. El PMA necesita 330 millones de dólares para alcanzar su objetivo de asistir a 2,3 millones de personas en 2023, mientras que UNICEF solicita 246 millones de dólares para llegar a 1,7 millones de niños y niñas este año.

Russell y McCain pidieron que se aporte financiación oportuna y flexible que sea posible destinar rápidamente allí donde las necesidades sean más urgentes.

“Haití nunca estará en paz si casi la mitad de la población pasa hambre. Con la paz llega la esperanza de tener un buen plato de comida en la mesa y un futuro mejor”, afirmó la Directora Ejecutiva del PMA. “No podemos esperar a que los haitianos mueran de hambre para actuar; necesitamos financiar hoy mismo el futuro de Haití”.

Russell subrayó la urgencia de una respuesta humanitaria más contundente para los más necesitados, el restablecimiento de los servicios básicos y la búsqueda de soluciones de desarrollo a más largo plazo. Los sectores público y privado y las instituciones financieras internacionales deben intensificar su apoyo a Haití con un renovado sentido de la urgencia, afirmó.

“La población de Haití está en régimen de supervivencia perpetua, sin ningún tipo de red de seguridad”, dijo Russell. “La comunidad internacional puede ayudar a poner en marcha los requisitos básicos que las familias haitianas nos dicen que necesitan, como servicios de salud, educativos, sociales y de protección. Sobre todo, lo que me han dicho es que necesitan desesperadamente el fin de la violencia y la inseguridad.”

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NOTA PARA LOS EDITORES:

RESPUESTA DE UNICEF:

UNICEF y sus aliados tienen la intención de proporcionar tratamiento vital a los 115.000 niños que se prevé que sufran desnutrición aguda grave este año. UNICEF es el único proveedor del alimento terapéutico listo para usar, que se adquiere de un proveedor local. Trabajamos con el Ministerio de Sanidad para reforzar los sistemas de la cadena de suministro, y con las comunidades para fortalecer la primera línea de protección contra la desnutrición, es decir, las madres y los trabajadores sanitarios de la comunidad, que son los más indicados para examinar a los niños y remitir a los que necesitan tratamiento. En las zonas donde el acceso es difícil, enviamos clínicas móviles para prestar un conjunto integrado de servicios de salud y nutrición.

UNICEF y sus aliados han ayudado a decenas de miles de niños y familias con asistencia sanitaria, agua potable, saneamiento y educación. Estamos trabajando para ayudar a mantener los sistemas a flote, entre otras cosas reteniendo a los maestros recién graduados y a los trabajadores sanitarios de la comunidad para reforzar los sistemas de los que depende la infancia. Nuestra labor se centra específicamente en llegar a los niños y las familias más vulnerables que son, a menudo, los más difíciles de alcanzar.

 

RESPUESTA DEL PMA

El PMA sigue centrándose en apoyar la economía alimentaria haitiana comprando directamente a los agricultores y mediante transferencias de efectivo a gran escala, lo que estimula los mercados locales y capacita a las personas para tomar sus propias decisiones de compra. Mientras tanto, el PMA sigue distribuyendo alimentos vitales a las personas más vulnerables, especialmente en zonas de extrema violencia.

En lo que va de año, el PMA ha ayudado a 1,4 millones de personas en Haití con más de 31 millones de dólares en transferencias en efectivo y más de 5,5 toneladas de alimentos básicos. Se han distribuido más de 217.000 comidas calientes en emplazamientos para personas internamente desplazadas, centros de tratamiento del cólera y pasos fronterizos. El programa de comidas escolares del PMA proporciona comidas calientes a 450.000 niños. Casi la mitad de los alimentos comprados para las comidas escolares se cultivan en Haití.

 

Defensora principal sobre Haití para el Comité Permanente entre Organismos

Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF, es la principal defensora de Haití ante el Comité Permanente entre Organismos, un órgano colectivo de altos dirigentes humanitarios. Como Defensora Principal para Haití a petición del Coordinador del Socorro de Emergencia de las Naciones Unidas, Martin Griffiths, Russell contribuirá a dirigir el esfuerzo de la comunidad humanitaria internacional para movilizar atención, apoyo y recursos en un momento de necesidades sin precedentes en el país.  Colaborará con la sociedad civil haitiana, el gobierno y los aliados internacionales para ayudar a ampliar el acceso a una asistencia humanitaria y una protección seguras, dignas y predecibles para los niños y sus familias, y establecer una vía para encontrar nuevas soluciones.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/directoras-ejecutivas-pma-unicef-visitan-haiti-impulsar-apoyo-internacional

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UNICEF: El número de niños y niñas desplazados alcanza un nuevo máximo de 43,3 millones

El número de niños y niñas desplazados alcanza un nuevo máximo de 43,3 millones

Con motivo del Día Mundial de los Refugiados, UNICEF advierte que el creciente número de desplazados pone de manifiesto la incapacidad del mundo para hacer frente a las causas de los desplazamientos y ofrecer soluciones para los niños en tránsito

Sashko, de 6 años, de la ciudad de Ukrainka, camina hacia la frontera entre Ucrania y Eslovaquia.

NUEVA YORK, 14 de junio de 2023 – A finales de 2022, una cifra sin precedentes de 43,3 millones de niños y niñas vivía en situación de desplazamiento forzado, muchos de ellos durante toda su infancia, según estimaciones de UNICEF.

El número de niños y niñas desplazados forzosamente de sus hogares se duplicó en la última década a pesar de los esfuerzos para incluir y proteger a todos aquellos que se encuentran refugiados o están internamente desplazados. La guerra en Ucrania ha obligado a más de 2 millones de niños y niñas ucranianos a huir del país y ha desplazado a más de 1 millón dentro de Ucrania.

“Durante más de una década, el número de niños y niñas que se ven obligados a huir de sus hogares ha aumentado a un ritmo alarmante, y nuestra capacidad mundial de respuesta sigue sometida a una gran presión”, declaró Catherine Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF. “El aumento es un reflejo de los conflictos, crisis y desastres climáticos que se producen de manera constante en todo el mundo. Pero también pone de manifiesto la insuficiente respuesta de muchos gobiernos para garantizar que todos los niños y niñas refugiados y desplazados internos puedan seguir aprendiendo, mantenerse sanos y desarrollar todo su potencial”.

De los 43,3 millones de niños y niñas que tuvieron que huir de sus hogares por la fuerza a finales de 2022, casi el 60% (25,8 millones) habían quedado desplazados internamente debido a los conflictos y la violencia. El número de niños y niñas refugiados y solicitantes de asilo alcanzó los 17,5 millones, una cifra también sin precedentes que ni siquiera incluye a los nuevos desplazados en 2023 por el conflicto en Sudán, entre otros. UNICEF calcula que hasta la fecha más de 940.000 niños y niñas han tenido que desplazarse a causa de un conflicto. Además, los fenómenos meteorológicos extremos, como las inundaciones en Pakistán y la sequía en el Cuerno de África, provocaron otros 12 millones de desplazamientos de niños y niñas a lo largo de 2022.

De todos los desplazados internos y refugiados, los niños y niñas suelen estar entre los más vulnerables. A muchos se les niega el acceso a la educación y la atención de la salud, no reciben la vacunación sistemática y no pueden acceder a la protección social.

Para muchos niños y niñas, el desplazamiento es cada vez más prolongado. La mayoría de los que están desplazados hoy en día suelen pasar en esa situación toda su infancia. Además, se prevé que los desplazamientos inducidos por el clima aumenten rápidamente si no se toman medidas urgentes para mitigar el calentamiento global y preparar a las comunidades que viven más expuestas a la crisis climática.

“Se necesita una mayor voluntad política para abordar las causas de los desplazamientos y ofrecer soluciones a largo plazo para los niños y niñas que se desplazan”, afirmó Russell. “El número sin precedentes de niños y niñas refugiados, migrantes y desplazados –una población mundial que es casi la misma de Argelia, Argentina o incluso España– exige una respuesta acorde. Hemos comprobado que se produce un cambio sostenido cuando los gobiernos invierten adecuadamente en la inclusión de los niños y las familias desplazadas. Si trabajamos juntos podemos lograr que sigan aprendiendo y mantenerlos seguros, sanos y protegidos”.

UNICEF pide a los gobiernos que tomen las medidas siguientes para no dejar a ningún niño ni niña atrás:

  • Reconocer a los niños y niñas refugiados, migrantes y desplazados como niños y niñas ante todo, con derechos a la protección, la inclusión y la participación
  • Proporcionar vías seguras y legales para que los niños y niñas se desplacen, soliciten asilo y se reúnan con sus familias
  • Garantizar que no se detiene a ningún menor de edad debido a su situación migratoria ni se le devuelve sin garantías, a menos que se haya determinado que la devolución responde a su interés superior
  • Reforzar los sistemas nacionales de educación, sanidad, protección de la infancia y protección social para incluir sin discriminación a los niños y niñas desplazados
  • Invertir en sistemas nacionales de protección de la infancia para atender mejor a los niños y niñas que se desplazan y corren el riesgo de sufrir actos de explotación y de violencia, en particular los que no están acompañados
  • Escuchar a los niños y niñas desplazados e implicarlos de forma significativa en la búsqueda de soluciones sostenibles e integradoras que puedan ayudarles a desarrollar todo su potencial.

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Notas para los editores:

* Esta cifra incluye a solicitantes de asilo, refugiados y personas en situación similar a la de refugiado bajo mandato del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y los refugiados palestinos registrados en el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente, así como a los niños y niñas que se encuentran entre “otras personas necesitadas de protección internacional”, según informa por separado el ACNUR.

Las estimaciones sobre el número de desplazamientos internos de niños y niñas como consecuencia de fenómenos meteorológicos extremos se basan en los datos comunicados por el Centro para el Monitoreo del Desplazamiento Interno.

UNICEF preside la Secretaría de la Alianza Internacional de Datos para los Niños en Movimiento, que coordina los esfuerzos mundiales para mejorar la disponibilidad y la calidad de los datos con el fin de mejorar los resultados para los niños y niñas en tránsito. Más información aquí.

Contactos de prensa

Tess Ingram
UNICEF Nueva York
Teléfono: +1 934 867 7867
Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/numero-ninos-desplazados-alcanza-nuevo-maximo-43-millones

 

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UNICEF: En los últimos 18 años se han verificado en todo el mundo más de 300.000 violaciones graves contra la infancia en situaciones de conflicto

En los últimos 18 años se han verificado en todo el mundo más de 300.000 violaciones graves contra la infancia en situaciones de conflicto

NUEVA YORK/OSLO, 5 de junio de 2023 – Entre 2005 y 2022, las Naciones Unidas verificaron un total de 315.000 violaciones graves de los derechos de la infancia en situaciones de conflicto, una cifra espeluznante que ilustra claramente los efectos devastadores de las guerras y los conflictos sobre los niños y niñas.

Mientras los Estados, los donantes y la comunidad humanitaria se reúnen en Noruega para participar en la Conferencia de Oslo sobre la Protección de los Niños en los Conflictos Armados*, UNICEF ha informado que, desde que comenzaron las labores de monitoreo en 2005, las Naciones Unidas han verificado 315.000 violaciones graves cometidas por las partes en conflicto en más de 30 situaciones de conflicto en África, Asia, Oriente Medio y América Latina.

Entre ellas cabe destacar las siguientes:

  • Más de 120.000 niños y niñas muertos o mutilados.
  • Al menos 105.000 niños y niñas reclutados o utilizados por fuerzas o grupos armados.
  • Más de 32.500 niños y niñas secuestrados.
  • Más de 16.000 niños y niñas sometidos a actos de violencia sexual.

Las Naciones Unidas también han verificado más de 16.000 ataques contra escuelas y hospitales, y más de 22.000 casos de denegación de acceso humanitario a menores de edad.

Dado que estos son solo los casos verificados, es probable que la cifra real sea mucho mayor. Además, varios millones más de niños y niñas han sido desplazados de sus hogares y comunidades, han perdido a sus amigos o familiares, o han quedado separados de sus padres, madres o personas encargadas de su cuidado.

“Cualquier guerra es, en última instancia, una guerra contra la infancia”, afirmó Catherine Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF. “La exposición a los conflictos tiene efectos catastróficos que transforman las vidas de los niños y niñas. Aunque sabemos lo que hay que hacer para protegerles de la guerra, el mundo no está haciendo lo suficiente. Año tras año, las Naciones Unidas documentan las formas viscerales, trágicas y demasiado predecibles en que se destrozan las vidas de niños y niñas. Nos incumbe a todos garantizar que no paguen el precio de las guerras de los adultos, y adoptar las medidas audaces y concretas que son necesarias para mejorar la protección de algunos de los niños y niñas más vulnerables del mundo”.

En este contexto, UNICEF ha colaborado en la tarea de cuidar y proteger a millones de niños y niñas afectados por situaciones de conflicto para mejorar su bienestar, entre otras cosas mediante la prestación de apoyo psicosocial y de salud mental, la gestión de casos de protección de la infancia, la localización y reunificación familiar, y la prestación de servicios para niños y niñas supervivientes de la violencia de género. En 2022, UNICEF proporcionó apoyo para su reintegración u otro tipo de protección a casi 12.500 niños y niñas que abandonaron las fuerzas armadas o los grupos armados, y ofreció información para protegerse de los restos explosivos de guerra a más de 9 millones de niños y niñas.

Lamentablemente, la magnitud de los riesgos para la protección de los niños y niñas afectados por los conflictos no se corresponde con la magnitud de la financiación disponible para abordar estos problemas. Un nuevo análisis de Humanitarian Funding Forecasting (Previsión de la financiación humanitaria), encargado por UNICEF, Save the Children, la Alianza para la Protección de la Infancia en la Acción Humanitaria y el Área de Responsabilidad Mundial de Protección de la Infancia, revela que en 2024 el sector de la protección de la infancia necesitará 1.050 millones de dólares para abordar las necesidades de protección de la infancia en los conflictos armados, una cifra que aumentará hasta los 1.370 millones de dólares en 2026. Esto incluye servicios esenciales como la reunificación familiar, el apoyo a la salud mental y la prevención del reclutamiento por parte de grupos armados.

Sin embargo, el estudio alerta también sobre la inminencia de un déficit en la financiación. Si se mantiene el ritmo actual de financiación humanitaria, el déficit previsto sería de 835 millones de dólares en 2024, y aumentaría a 941 millones de dólares en 2026. Este déficit podría llevar a que los niños y niñas afectados por los conflictos queden expuestos a los efectos inmediatos y duraderos de la guerra, el trabajo infantil, la trata y la violencia.

Mientras los dirigentes se reúnen en Oslo, UNICEF pide a los gobiernos que asuman nuevos y audaces compromisos para:

  • Respetar y poner en práctica las leyes y normas internacionales ya en vigor destinadas a defender a los niños y niñas en situaciones de guerra, entre ellas resguardarlos contra los ataques a escuelas, hospitales y otros lugares protegidos, como las instalaciones de agua y saneamiento; poner fin al reclutamiento y la utilización de niños y niñas por parte de grupos y fuerzas armadas; y detener el uso de armas explosivas en zonas pobladas.
  • Exigir responsabilidades a los autores de violaciones de los derechos de la infancia.
  • Aumentar los recursos esenciales para financiar la protección de la infancia en los conflictos a la escala adecuada y con la rapidez necesaria, en consonancia con la gravedad cada vez mayor de los problemas. Esto debe incluir la inversión en las labores de respuesta humanitaria y en los trabajadores nacionales encargados de la protección de la infancia.

UNICEF también hace un llamamiento a los responsables humanitarios para que inviertan en políticas que sitúen a la infancia y su protección en el epicentro de la acción humanitaria en las situaciones de conflicto armado.

“Debemos ofrecer una respuesta en materia de protección de la infancia que esté a la altura de los problemas a los que nos enfrentamos”, afirmó Russell. “Tenemos que hacer todo lo posible para llegar a todos los niños y niñas necesitados, especialmente a los más vulnerables. Los servicios de protección de la infancia deben basarse en los sistemas y las estructuras comunitarias existentes, y apoyar los derechos de la infancia, su participación y su interés superior. Los programas y las labores de promoción en estos contextos deben situar indefectiblemente a la infancia y su protección en el epicentro de la acción humanitaria”.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/ultimos-18-anos-verificado-mundo-mas-300000-violaciones-contra-infancia-conflicto

 

 

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UNICEF: Niños en la mira

Niños en la mira

Los niños son víctimas de conflictos en todo el mundo. No podemos aceptar esto como una «nueva normalidad»

Los ataques contra los niños siguen produciéndose de manera incesante en todo el mundo. El número de países en los que hay conflictos violentos activos es el más alto de los últimos 30 años. Como resultado de esos conflictos, más de 30 millones de niños han tenido que desplazarse. Muchos de ellos son víctimas de la esclavitud, la trata, el abuso y la explotación. Otros viven en un limbo jurídico, ya que carecen de un estatus migratorio oficial y no tienen acceso a la educación ni a la atención de la salud. Desde Afganistán hasta Malí, Sudán del Sur, Yemen y otros países, las partes beligerantes están desobedeciendo una de las normas de guerra más básicas: la protección de la infancia.

Los niños se han convertido en el blanco de primera línea. Esta es una crisis moral de nuestra era, y en ningún caso podemos considerarla la “nueva normalidad”.

Con el fin de mejorar la supervisión, así como prevenir y poner fin a los ataques contra los niños, el Consejo General de las Naciones Unidas ha distinguido y condenado seis violaciones graves contra los niños en tiempos de guerra: el asesinato y la mutilación de niños; el reclutamiento o la utilización de niños en fuerzas y grupos armados; los ataques contra escuelas y hospitales; las violaciones y otras formas graves de violencia sexual; el secuestro de niños; y la prohibición del acceso de la asistencia humanitaria para los niños.

Entre 2005 y 2022, se verificaron más de 315.000 violaciones graves cometidas contra los niños por parte de las facciones beligerantes en más de 30 situaciones de conflicto en África, Asia, Oriente Medio y América Latina. Sin lugar a dudas, la cifra real es mucho más alta.

No más ataques contra los niños

Lo que necesitan los niños para crecer bien es que haya paz. Es fundamental para ellos que se redoblen los esfuerzos para poner fin a los conflictos armados actuales, aparentemente incesantes. Sin embargo, los niños no pueden estar esperando a que llegue esa protección: mientras las guerras continúan, jamás debemos aceptar los ataques contra niños.

Treinta años después de la adopción de la Convención sobre los Derechos del Niño y 70 años después de los cuatro Convenios de Ginebra (la base internacional jurídica de la protección de civiles en tiempos de guerra), ha llegado la hora de decir “¡Basta! Basta de atacar a los niños”.

Lo que podemos hacer para lograr el cambio:

Los ciudadanos de todo el mundo pueden empezar por no apartar la mirada del sufrimiento de los niños, ya sea porque les parece muy lejano o porque la política del conflicto es demasiado compleja.

Debemos insistir a los dirigentes nacionales e internacionales en que proteger a los niños durante conflictos armados es la piedra angular de una humanidad compartida.

Hemos de exigir un liderazgo que esté preparado para tomar medidas con el fin de prevenir ataques y violencia contra los niños atrapados en zonas de guerra.

Los gobiernos y todas las partes beligerantes de los países asolados por conflictos deben actuar para cumplir con sus obligaciones para proteger a los niños y permitir el acceso a servicios de respuesta especializados para niños afectados por la violencia.

Es necesario ayudar a las comunidades de zonas afectadas por conflictos a crear entornos protectores para niñas y niños.

Los gobiernos que apoyan o tienen influencia en las partes beligerantes deben usar toda esa influencia para asegurarse de que los niños reciben la protección que dictan las normas de derecho internacional.

Instituciones de seguridad y paz internacional como el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y organizaciones regionales pueden hacer más para priorizar la seguridad y el bienestar de los niños atrapados en conflictos armados.

La comunidad internacional puede esforzarse más para promover programas dedicados a proteger a los niños contra la violencia, abuso y explotación y prestar los servicios necesarios para ayudar a los niños a superar conflictos con la esperanza de un futuro mejor.

Si protegemos a los niños de los ataques en conflictos armados, mantendremos viva la esperanza y comenzaremos a prepararlos para construir futuros pacíficos para sí mismos y para sus países. Si actuamos juntos, podremos lograr que los ataques contra los niños dejen de ser algo normal y preservar la humanidad.

Los niños no pueden esperar. Debemos actuar de inmediato.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/ninos-en-la-mira

 

 

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Argentina: Aprender a través del juego

Aprender a través del juego

Cuando jugamos, nuestro cerebro se pone en acción. Nos enfrentamos a desafíos, resolvemos problemas y tomamos decisiones, lo cual estimula nuestra mente de una manera única

¡Claro! El juego es algo maravilloso que nos ayuda a aprender, crecer y divertirnos al mismo tiempo. ¿Sabías que jugar tiene un papel muy importante en el desarrollo de nuestras habilidades cognitivas? ¡Te contamos por qué!

Cuando jugamos, nuestro cerebro se pone en acción. Nos enfrentamos a desafíos, resolvemos problemas y tomamos decisiones, lo cual estimula nuestra mente de una manera única. Además, el juego nos permite explorar, experimentar y ser creativos, lo cual es fundamental para desarrollar habilidades cognitivas.

Por ejemplo, cuando jugamos un juego de estrategia, como el ajedrez, debemos planificar nuestros movimientos y anticiparnos a las jugadas del oponente. Esto fortalece nuestra capacidad de pensar de manera lógica y estratégica. Además, el juego de ajedrez nos ayuda a mejorar nuestra memoria, concentración y toma de decisiones rápidas.

Los juegos de construcción, como los bloques o las piezas de Lego, también son muy beneficiosos. Mientras jugamos, tenemos que visualizar y manipular diferentes formas y colores para crear algo nuevo. Esto estimula nuestra capacidad espacial y desarrolla nuestra habilidad para resolver problemas complejos. Incluso los juegos de mesa, como el Monopoly o el Scrabble, nos ayudan a mejorar nuestras habilidades cognitivas. Estos juegos requieren que pensemos estratégicamente, calculemos probabilidades y utilicemos el lenguaje de manera creativa. Además, nos enseñan a seguir reglas y a respetar turnos, lo cual es importante para el desarrollo de habilidades sociales.

Los primeros años son importantes

Según un estudio de Unicef.org investigaciones científicas realizadas en los últimos 30 años han demostrado que el período más importante del desarrollo humano es el que comprende desde el nacimiento hasta los ocho años de edad. Durante esos años, el desarrollo de las competencias cognitivas, el bienestar emocional, la competencia social y una buena salud física y mental forma una sólida base para el éxito incluso bien entrada la edad adulta. Aunque el aprendizaje tiene lugar durante toda la vida, en la primera infancia se produce con una rapidez que luego nunca se igualará. Los años correspondientes a la educación preescolar constituyen la parte central del período de la primera infancia, y son los que fundamentan el éxito tanto en la escuela como después de esta. Aunque el informe se centra en los años que corresponden a la educación preescolar, debemos señalar que el aprendizaje a través del juego resulta pertinente durante todo el
período de la primera infancia e incluso después de esta.

Fuente www.unicef.org

 

El juego también fomenta la imaginación y la creatividad. Cuando jugamos a ser piratas, astronautas o superhéroes, creamos historias y nos sumergimos en mundos imaginarios. Esto estimula nuestra capacidad para pensar de manera abstracta y nos ayuda a desarrollar habilidades de resolución de problemas fuera de lo convencional.

Es mucho más que simple diversión. Es una herramienta poderosa para el desarrollo de habilidades cognitivas. Nos enseña a pensar de manera lógica, estratégica y creativa. Además, nos ayuda a mejorar nuestra memoria, concentración y toma de decisiones. ¡Así que no subestimes el poder del juego, es posible divertirse y aprender al mismo tiempo!

Fuente de la Información: https://aptus.com.ar/aprender-a-traves-del-juego/

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