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La militarización de la política en Estados Unidos

Por: James Petras

Traducido para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo

Los militares juegan un papel cada vez mayor a la hora de definir la agenda de política exterior y, por extensión, de política interior en Estados Unidos. El ascenso de “los generales” a puestos estratégicos del régimen de Trump es evidente y ello refuerza la autonomía del ejército en la determinación de la agenda de política estratégica.

En este artículo analizaremos las ventajas que aportan los planes bélicos a la élite militar y las razones por las cuales “los generales” han conseguido imponer su punto de vista sobre la realidad internacional.

Examinaremos la influencia del estamento militar sobre el gabinete civil de Trump, consecuencia de la degradación implacable de la presidencia que lleva a cabo la oposición política.

El preludio a la militarización: la estrategia de múltiples guerras de Obama y sus consecuencias

El papel fundamental que desempeña el ejército en la elaboración de la política exterior de EE.UU. tiene su origen en las decisiones estratégicas tomadas durante la presidencia de Obama-Clinton. En ese periodo se implementaron una serie de políticas que influyeron enormemente en el advenimiento de un poder político-militar sin precedentes.

1- El enorme incremento de las tropas destinadas a Afganistán y sus subsecuentes fracasos y retirada debilitaron el régimen Obama-Clinton y aumentaron la animosidad entre los militares y la Administración Obama. A consecuencia de sus fracasos, Obama rebajo la reputación las fuerzas armadas y debilitó su autoridad como presidente.

2- Los bombardeos masivos y destrucción de Libia, el derrocamiento del régimen de Gadafi y la incapacidad de la administración Obama-Clinton para imponer un gobierno títere, pusieron de manifiesto las limitaciones del poder aéreo estadounidense y la ineficacia de su intervención político-militar. El presidente equivocó fatalmente su política exterior en el Norte de África y demostró su ineptitud militar.

3- La invasión de Siria por parte de mercenarios y terroristas financiados por Estados Unidos le vinculó a un aliado poco de fiar en una guerra en la que tenía todas las de perder. Ello provocó una reducción del presupuesto militar y persuadió a los generales de que el control de las guerras extranjeras y la política exterior era la única manera de salvaguardar sus posiciones.

4- La intervención militar de Estados Unidos en Irak tuvo una importancia secundaria en la derrota del Estado Islámico; los principales actores y beneficiarios fueron Irán y las milicias chiíes iraquíes aliadas.

5- La Administración Obama-Clinton organizó el golpe de Estado en Ucrania y facilitó la toma del poder a una junta militar corrupta e incompetente. Esto provocó la secesión de Crimea (que se unió a Rusia) y de Ucrania Oriental (aliada a Rusia). Los generales fueron marginados y descubrieron que se habían aliado con los cleptócratas ucranianos e incrementado peligrosamente la tensión política con Rusia. EE.UU. dictó sanciones económicas contra Moscú intentando desviar la atención de sus ignominiosos fracasos político-militares.

Trump se encontró con un legado de la administración Obama-Clinton levantado sobre tres patas: un orden internacional basado en las agresiones militares y la confrontación con Rusia; un “pivote hacia Asia” basado en el cerco militar y el aislamiento económico de China logrado mediante amenazas de guerra y sanciones económicas contra Corea del Norte; y el uso del ejército como guardia pretoriana de los tratados de libre comercio en Asia, que excluyen a China.

El legado de Obama consiste en un orden internacional de capital globalizado y múltiples guerras y su continuidad dependía inicialmente de la elección de Hillary Clinton como presidenta.

Por su parte, Donald Trump prometió en la campaña presidencial desmantelar o revisar drásticamente la Doctrina Obama que basaba el orden internacional en el mantenimiento de múltiples guerras, una visión “neocolonialista” de la nación y el libre comercio. El furioso presidente saliente comunicó al recién llegado que si procedía a cumplir sus promesas electorales de un nacionalismo económico se encontraría con la hostilidad conjunta de todo el aparato del Estado, Wall Street y los medios de comunicación de masas, con lo que socavaría el orden global centrado en torno a Estados Unidos.

La apuesta de Trump era cambiar las sanciones económicas y la confrontación militar de Obama por la reconciliación económica con Rusia, pero se encontró con el avispero de acusaciones sobre la supuesta conspiración electoral con Rusia, que insinuaban que había cometido traición, y con los juicios ejemplares a sus aliados más próximos y a miembros de su propia familia.

La fabricación mediática del complot Trump-Rusia fue solo el primer paso de una guerra total contra el nuevo presidente que consiguió debilitar su agenda económica nacionalista y su intención de cambiar el orden global de Obama.

Trump bajo el orden internacional de Obama

Tras solo ocho meses en el poder, el presidente Trump sucumbió impotente a los despidos, dimisiones y humillación de todos y cada uno de sus nombramientos civiles, especialmente aquellos empeñados en revertir el “orden internacional” de Obama.

Trump fue elegido para reemplazar las guerras, sanciones e intervenciones militares por acuerdos económicos que beneficiaran a las clases trabajadora y media de Estados Unidos. Eso implicaba acabar con los prolongados y dispendiosos compromisos de las fuerzas armadas en la “construcción de naciones” (ocupación), en Irak, Afganistán, Siria, Libia y otras zonas sin fin de guerra planeadas por Obama.

Se suponía que las prioridades militares de Trump eran el refuerzo de las fronteras nacionales y de los mercados extranjeros. Comenzó solicitando a sus socios de la OTAN que asumieran sus propias responsabilidades en defensa y pagaran por ellas. A los partidarios del orden global de Obama de ambos partidos les horrorizaba que Estados Unidos pudiera perder el control absoluto de la OTAN; inmediatamente se unieron y se movilizaron para despojar a Trump de sus aliados económicos nacionalistas y desmontar sus programas.

Trump se dio por vencido enseguida y se adaptó al orden internacional de Obama, con una única salvedad: él mismo seleccionaría el gabinete que pusiera en marcha el viejo/nuevo orden internacional.

Maniatado, Trump eligió una cohorte de generales encabezada por el general James Mattis (conocido como “Perro Loco”) como ministro de Defensa. Los generales se hicieron cargo de la presidencia. Trump abdicó de sus responsabilidades.

General Mattis: la militarización de Estados Unidos

El general Mattis asumió el legado de Obama y le añadió su propio matiz incluyendo la “guerra psicológica” incorporada a las declaraciones exaltadas de Trump en Twitter.

La “doctrina Mattis” combina amenazas graves con provocaciones agresivas, lo que sitúa a Estados Unidos (y al resto del mundo) al borde de una guerra nuclear. El general ha adoptado los objetivos y los campos de operaciones definidos por la anterior Administración dispuesto a reforzar el orden imperialista internacional existente.

Las políticas de la junta se han basado en las provocaciones y amenazas contra Rusia y el aumento de las sanciones económicas. Mattis echó más gasolina al fuego de la retórica antirusa, ya bastante candente, de los medios de comunicación de masas. El general fomentó una estrategia de “matonismo diplomático” de baja intensidad, incluyendo una invasión de las oficinas diplomáticas rusas que no tenía precedente y la expulsión inmediata de diplomáticos y personal consular.

Estas amenazas militares y estos actos de intimidación diplomática dan a entender que la Administración de los generales del títere Trump está dispuesta a destrozar las relaciones diplomáticas con una gran potencia nuclear mundial y, por ende, a llevar al mundo a una confrontación nuclear directa.

Lo que Mattis pretende con estas disparatadas agresiones es nada menos que obligar al gobierno ruso a capitular ante los antiguos objetivos militares de Estados Unidos: la partición de Siria (que se inició con Obama), la imposición de sanciones severas a Corea del Norte (que se inició con Clinton) y el desarme de Irán (principal objetivo de Tel Aviv) conducente a su desmembración.

La junta de Mattis que ocupa la Casa Blanca endureció las amenazas a una Corea del Norte, que, en palabras de Putin, “antes estaría dispuesta a alimentarse de hierba que al desarme”. Los megáfonos de los medios de comunicación y del ejército pintan a los norcoreanos, víctimas de las sanciones estadounidenses, como una amenaza “existencial” al continente norteamericano.

Las sanciones se han endurecido. Hay presiones para desplegar armamento nuclear en Corea del Sur. Se planean y se ejecutan maniobras militares masivas por tierra, mar y aire en torno a Corea del Norte. Mattis retorció el brazo a los chinos (principalmente a los burócratas empresarios relacionados con las compras) y se aseguró de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara un aumento de las sanciones. Y Rusia se unió al coro anti Pyongyang ¡a pesar de que Putin advirtió de la ineficacia de las sanciones! (¡Como si el general Perro Loco fuera a tomar en serio el consejo de Putin, especialmente una vez que Rusia votó a su favor!).

Mattis también ha incrementado la militarización del Golfo Pérsico, continuando la política de sanciones parciales y provocaciones belicosas contra Irán.

Cuando trabajaba para Obama, Mattis aumentó los cargamentos de armas estadounidenses destinados a los terroristas sirios y los títeres ucranianos, para estar seguro de que Estados Unidos pudiera echar por tierra cualquier “acuerdo negociado”.

Evaluación de la militarización

Se supone que al recurrir a “sus generales” Trump contrarresta cualquier ataque sobre política exterior que pueda recibir por parte de su propio partido o de congresistas demócratas. El nombramiento de Mattis “Perro Loco”, conocido rusófobo y belicista, ha servido para pacificar hasta cierto punto su oposición en el Congreso y debilitar cualquier “hallazgo” de conspiración electoral entre Trump y Moscú expuesto por el investigador especial Robert Mueller. Trump mantiene su papel como presidente nominal adaptándose a lo que Obama le advirtió que era el “orden internacional”, ahora dirigido por una junta militar no elegida ¡compuesta por remanentes del gobierno Obama!

Los generales proporcionan una apariencia de legitimidad al régimen de Trump (especialmente para los demócratas belicistas y los medios de comunicación). Sin embargo, el traspaso de los poderes presidenciales a Mattis “Perro Loco” y sus secuaces tendrá un alto precio.

Aunque la junta militar pueda proteger el flanco de política exterior de Trump, no sirve para reducir los ataques a sus proyectos internos. Por si fuera poco, el compromiso sobre presupuesto que Trump propuso a los demócratas ha enfurecido a los líderes de su propio partido.

En resumen, la militarización de la Casa Blanca producto del debilitamiento de la posición de Trump beneficia a la junta militar y aumenta el poder de esta. De momento, el programa de Mattis “Perro Loco” ha tenido resultados diversos: las amenazas de lanzar una guerra preventiva (posiblemente nuclear) contra Corea del Norte ha reforzado la determinación de Pyongyang de desarrollar y perfeccionar su capacidad de misiles balísticos de medio y largo alcance y sus armas nucleares. Las políticas suicidas no han conseguido intimidar a Corea del Norte. Mattis no ha podido imponer la doctrina Clinton-Bush-Obama dirigida a despojar a los países (como Libia e Irak) de sus armas defensivas avanzadas como preludio de una invasión estadounidense de “cambio de régimen”.

Cualquier ataque de EE.UU. a Corea del Norte provocaría represalias masivas que se cobrarían decenas de miles de vidas de militares estadounidenses y causarían la muerte y lesiones a millones de civiles en Corea del Sur y Japón.

Lo más que ha conseguido “Perro Loco” ha sido intimidar a las autoridades chinas y rusas (y a sus multimillonarios colegas de negocios de exportación) para que aumenten las sanciones económicas contra Corea del Norte. Mattis y sus aliados en la ONU y la Casa Blanca (la chiflada Nikki Haley [1] y el miniaturizado presidente Trump) pueden llamar a la guerra, pero no pueden aplicar la llamada “opción militar” sin amenazar a las fuerzas armadas estadounidenses desplegadas a lo largo de la región de Asia-Pacífico.

El asalto de Mattis “Perro Loco” a la embajada rusa no debilitó sustancialmente a Rusia, pero ha desvelado la inutilidad de la diplomacia conciliatoria de Moscú hacia sus supuestos “socios” del régimen de Trump.

El resultado final puede conducir a una ruptura formal de las relaciones diplomáticas, que incrementaría el riesgo de una confrontación militar y un holocausto nuclear global.

La junta militar está presionando a China para que actúe contra Corea del Norte con el objetivo de aislar el régimen de Pyongyang y reforzar el cerco militar estadounidense a Pekín. “Perro Loco” ha obtenido un éxito parcial al volver a China contra Corea del Norte al tiempo que garantizaba sus instalaciones avanzadas de misiles THADD en Corea del Sur, que apuntarán directamente a Pekín. Estos son los triunfos a corto plazo de Mattis frente a los excesivamente dóciles burócratas chinos. Pero si “Perro Loco” intensifica las amenazas militares directas contra China, Pekín puede tomar represalias deshaciéndose de miles de millones de bonos del Tesoro estadounidense, cortando relaciones diplomáticas, sembrando el caos en la economía de EE.UU. y enfrentando a Wall Street con el Pentágono

El aumento de tropas llevado a cabo por Mattis en Afganistán y en Oriente Próximo no servirá para intimidar a Irán ni conducirá a ningún triunfo militar. Por el contrario, implicas grandes gastos y pocas ganancias, tal y como descubrió Obama tras casi una década de derrotas, fiascos y pérdidas multimillonarias.

Conclusión

La militarización de la política exterior de Estados Unidos, el establecimiento de una junta militar en el seno de la Administración Trump y el recurso a la política arriesgada de la amenaza nuclear no ha cambiado el equilibrio de poder global.

En el ámbito interno, la presidencia nominal de Trump depende de militaristas como el general Mattis. Mattis ha intensificado el control sobre los aliados de la OTAN, atrayendo incluso a alguna oveja descarriada como Suecia, para que se unan a Estados Unidos en una cruzada militar contra Rusia. Ha aprovechado la pasión que sienten los medios de comunicación por los titulares belicosos y su adulación a los generales de cuatro estrellas.

Pero, a pesar de todo eso, Corea del Norte permanece impávida porque puede tomar represalias. Rusia posee miles de armas nucleares y sigue siendo el contrapoder en un planeta dominado por Estados Unidos.

China es dueña del Tesoro de Estados Unidos y no se deja impresionar, a pesar de la presencia de una armada estadounidense cada vez más dispuesta al choque a lo largo de todo el mar meridional de China.

“Perro Loco” se entusiasma con la atención mediática, encarnada en periodistas bien vestidos y con una escrupulosa manicura que no pierden detalle de todos y cada uno de sus discursos sanguinarios. Los contratistas de la guerra le rodean como un enjambre de moscas en torno a la carroña. Este general de cuatro estrellas ha alcanzado un estatus presidencial sin haber ganado ningunas elecciones (falsas o no). No hay duda de que cuando deje el cargo se convertirá en el más deseado miembro de consejo de administración o asesor especialista de los grandes contratistas militares estadounidenses de la historia de EE.UU. Recibirá lucrativos honorarios por charlas estimulantes de media hora y consolidará las sustanciosas prebendas del nepotismo para las tres siguientes generaciones de su familia. Podría incluso presentarse para senador o incluso presidente por cualquiera de los dos partidos.

La militarización de la política exterior de Estados Unidos nos ofrece importantes lecciones:

La primera de todas es que la escalada de las amenazas de guerra no triunfa si el objetivo es desarmar a adversarios que poseen capacidad para contraatacar. La intimidación mediante sanciones puede imponer penurias económicas importantes a los regímenes dependientes de la exportación de petróleo, pero no a las economías endurecidas, autosuficientes o muy diversificadas.

Las maniobras bélicas multilaterales de baja intensidad refuerzan las alianzas encabezadas por EE.UU., pero al mismo tiempo convencen a sus adversarios de que deben aumentar su preparación militar. Las guerras de intensidad media contra adversarios no nucleares pueden servir para tomar ciudades importantes, como en Irak, pero el ocupante se enfrenta a costosas y prolongadas guerras de erosión que pueden socavar la moral del ejército, provocar malestar en el ámbito nacional y elevar el déficit presupuestario. Y generan millones de refugiados.

Las políticas militares arriesgadas pueden traer cuantiosas pérdidas en vidas, aliados y territorio y montones de cenizas radioactivas… ¡una victoria pírrica!

En resumen:

Las amenazas y la intimidación solo funcionan contra adversarios conciliadores. La matonería verbal poco diplomática puede hacer que surjan el espíritu pendenciero y algunos aliados, pero tiene pocas posibilidades de convencer a los adversarios de que se rindan. La política estadounidense de militarización mundial excede a sus propias fuerzas armadas y no ha logrado ninguna victoria militar permanente.

¿Hay alguna voz dentro de los militares estadounidenses de ideas claras, esos que no se deslumbran por el brillo de sus estrellas o de sus estúpidos admiradores de los medios de comunicación, dispuesta a defender la reconciliación global y más respeto mutuo entre las naciones? El Congreso de Estados Unidos y los medios de comunicación corruptos han demostrado su incapacidad para evaluar los desastres del pasado, así que mucho menos podrán forjar una respuesta eficaz a las nuevas realidades globales.

FUENTE: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=231860

 

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España: La recuperación económica se basa en un tsunami de devaluación salarial y precariedad

Por: La izquierda Diario

La salida actual de la crisis de la economía española se está produciendo tal y como todos los datos económicos indican a costa de los trabajadores, lo que se manifiesta en una intensa devaluación salarial y una profunda precarización laboral.

Aunque el crecimiento económico y el beneficio empresarial se han restablecido prácticamente a los niveles pre-crisis, los trabajadores sin embargo han sufrido una devaluación salarial media del 12,6% durante el período 2008-2016, una vez descontada la inflación, y una tasa de temporalidad del 26,8% durante el último año.

La economía española ha venido obteniendo crecimientos del PIB durante los tres últimos años del entorno del 3,3% y ha alcanzado, a finales de 2016, un volumen total del PIB en su máximo histórico- al haber sido superado el dato de 2008- y lograr los 1,18 billones de euros. Pero esta riqueza no ha ido a parar a los bolsillos de la clase obrera, sino que ha servido para atajar la crisis financiera, reducir la deuda pública y restablecer la rentabilidad empresarial. Y todo ello a costa de las clases populares. Es decir, posibilitar que la crisis la paguen los trabajadores y los ricos sean… cada vez más ricos.

La realidad económica no ofrece sino un cuadro intenso y generalizado de devaluación salarial y precarización de trabajadores, que ha recaído sobre todo en los más jóvenes, las mujeres, los desempleados mayores de 50 años y los parados de larga duración. Así, los datos económicos tan positivos de los que el Gobierno de Rajoy no deja de presumir se basan exclusivamente en un retroceso brutal de las condiciones de vida de la clase trabajadora, como no se había producido en décadas.

El retroceso experimentado se ha basado en una devaluación salarial que, según determinados sectores y sobre todo para los contratados más precarios, ha alcanzado rebajas salariales con picos del 20-30%. Es decir, una auténtica devaluación salarial de caballo. Además, se ha llevado a cabo una implantación extensiva y muy generalizada de la precarización que supone que al menos un 60% de los trabajadores y trabajadoras a tiempo parcial no esté conforme con la jornada laboral que se le ha impuesto y que tiene en muchos casos salarios tan bajos que implican que el 12,6% de los asalariados no llegue ni a percibir el salario mínimo de 707,70 euros al mes brutos. Mientras, por otra parte, se les obliga en muchas ocasiones a realizar horas extras, en lugar de ampliarles la jornada, y, por supuesto, sin recibir retribución alguna por esas jornadas extra.

En general se ha producido un sometimiento duro de los trabajadores a los empresarios, facilitado por las reformas laborales emprendidas por Zapatero en 2010 en primera instancia y continuadas por Rajoy en 2012, que terminó por darle la vuelta de tuerca necesaria para asegurar el incremento del beneficio de los empresarios sobre la base de aumentar la explotación de los trabajadores.

El artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores, por ejemplo, permite tras la reforma laboral cambios salariales decretados unilateralmente por el empresario. Además, se han abaratado los costes del despido en torno a un 40% y se han facilitado y ampliado las causas de despido procedentes y la imposición de EREs y ERTEs en las empresas, entre otras muchas medidas antiobreras.

El empleo como factor de pobreza

La realidad salarial es desoladora, un tsunami de temporalidad y devaluación salarial, como lo demuestran todos los datos laborales y económicos. Esta situación está provocando un fenómeno que se caracteriza por un grave incremento de la miseria entre los trabajadores y trabajadoras, que incluso cuando están empleados, un número muy cuantioso de ellos (sobre todo jóvenes, mujeres, inmigrantes y empleados de baja cualificación), se vean incapaces de afrontar los gastos esenciales para su supervivencia.

Esto queda claramente expresado si tenemos en cuenta que la cuantía del salario más frecuente hay que distinguirla del salario medio, que es más bien una “engañifa” estadística. El que más se da entre los trabajadores es de tan solo 16.498,47 euros al año lo que implica en realidad 993 euros mensuales netos al mes por 14 pagas. Por lo tanto, si antes de la crisis ser mileurista era una desdicha ahora es contemplado con admiración por la mayoría de los trabajadores que ni siquiera alcanzan ese salario.

Pero la situación es mucho peor que esto. El salario que percibe el 10% de los trabajadores que menos gana (trabajadores a tiempo parcial) es de tan solo 350 euros mensuales, por lo que no les permite ni siquiera cubrir los gastos mensuales de alimentación pese a estar trabajando.

Incluso el salario medio que ya indicamos, que supone un auténtico engaño estadístico dado que las medias distorsionan la información, implican un salario medio de tan solo 1.309 euros netos en 14 pagas, es decir, muy ligeramente por encima de los 1.000 euros, lo que tampoco resulta ninguna bicoca. Conclusión: muchos más de la mitad de los trabajadores y trabajadoras son mileuristas o incluso ganan menos de 1.000 euros.

Si analizamos los datos facilitados por la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en la que se facilita información detallada de los gastos familiares comprobamos que con el nivel de salarios existentes resulta imposible pagar los gastos básicos de comida, ropa, energía y vivienda. Por lo que solo con dos o más sueldos y la aportación, en muchos casos, de la pensión que puedan recibir abuelos o padres, un inmenso sector de familias trabajadoras pueden salir adelante, y con muchas penurias.

Además, el sector de los trabajadores más “protegidos”, es decir aquellos que disponen de un convenio y que vienen a ser un poco más de la mitad de los asalariados, también se ven atacados duramente en sus ingresos. Así, tenemos que ocho de cada diez convenios firmados no están garantizando el poder adquisitivo actualmente, pese a que la inflación está en mínimos históricos. El 83,6% de los convenios firmados a julio de este año no disponían de cláusulas de garantía salarial en el caso de que la inflación desborde el aumento salarial pactado. Aumento pactado que es de un raquítico 1,33%.

Según los datos de la última EPA en junio de 2017, y pese a haber superado los niveles de PIB de 2007, tan solo se había recuperado la mitad del empleo perdido. De los 3,8 millones de ocupados que se perdieron por el camino quedan aún por recuperar nada menos que 2,4 millones de empleos, más de la mitad de los perdidos todavía. Esto es así porque la población ocupada ha pasado de 20,7 millones que hubo en 2007 a 18,3 millones, último dato tras el fin de la temporada turística de este verano.

Sin embargo, como decíamos, el PIB ha sido ya incluso algo mayor al máximo histórico de 2007, lo que implica que la productividad obtenida, es decir el grado de explotación de la mano de obra, ha permitido que con algo más de dos millones menos de trabajadores, se obtenga una riqueza de conjunto superior que se han embolsado el su mayor parte los empresarios.

Además, el nivel de desempleo sigue siendo muy elevado. Según la última EPA del mes de junio todavía permanece en un elevado 17,2% pese a que se ha reducido desde el 26,94% de 2013. El 54,6% de los parados es de larga duración y la tasa para los jóvenes menores de 25 años es del 39,5% y para las mujeres el 19%. Teniendo en cuenta, además, que las prestaciones al desempleo se han reducido considerablemente y solo llega a algo más del 50% de los parados.

Otro dato a tener muy en cuenta es la disminución del peso de las rentas del trabajo en favor de las rentas del capital. Las rentas del trabajo se han reducido hasta el 47,6% del PIB, una reducción de 30.000 millones, cuando el 2008 representaban el 50%. Mientras, las rentas de capital han crecido y son ahora un 43%, dos puntos de crecimiento desde el 2008.

Todo esto nos lleva a que, según datos del INE basada en la encuesta de condiciones de vida que elaboran, casi tres de cada diez ciudadanos se encontraban en riesgo de exclusión social (28,6%). De entre ellos el 6,4% tiene una situación de carencia material severa

Las cúpulas sindicales burocratizadas trabajan para el Gobierno y los empresarios

Mientras tanto, las cúpulas de los sindicatos burocratizados de CC.OO. y UGT han estado reuniéndose y firmando acuerdos tanto con la CEOE como con el gobierno neoliberal del PP de Rajoy durante todo el período de crisis.

Sirviendo de sostén al gobierno de Rajoy y acordando con la CEOE indirectamente la devaluación salarial y la precariedad laboral -según se tratase de trabajadores sujetos a convenio o directamente desregularizados y abandonados a su suerte-, cuando no directamente traicionando mediante acuerdos sectoriales firmados por las cúpulas sindicales a espaldas de los trabajadores. Así fue recientemente el caso del acuerdo con la patronal hotelera en contra de lo defendido por Las Kellys, o el de Telemarketing, o en su día el acuerdo con Movistar, traicionando la denominada “revolución de las escaleras” de los técnicos de Movistar.

La realidad es que la burocracia de CC.OO. y UGT no sólo dejó pasar sin pena ni gloria la Reforma laboral de 2012, sino que ha firmado todo lo que la CEOE les ha puesto encima de la mesa, incluidos los acuerdos salariales causantes de la devaluación salarial. Su filosofía de “la moderación salarial” para salir mejor de la crisis lo único que ha garantizado es el enriquecimiento de los empresarios a costa de los trabajadores. Así las subidas salariales medias en los convenios firmados fueron: del 1,16% en 2012, prácticamente un 0,5% en 2013, 2014 y 2015 y un 1,02% el 2016. De los trabajadores fuera de convenio, más de la mitad del total de asalariados, mejor ni hablar, basta con ver los datos existentes.

CC.OO y UGT ahora han comenzado una campaña reivindicativa sobre la necesidad de incrementar los niveles salariales. Pero esto no irá muy lejos. De hecho, la CEOE está ofreciendo un aumento salarial de entre el 1% y el 2% más medio punto más porcentual por productividad que a los sindicatos les parece insuficiente, de momento, puesto que están solicitando una horquilla de aumento de entre el 1,8% y el 3%. Pero el dirigente de la CEOE Juan Rosell ha argumentado que no hay necesidad de subir mucho más allá de lo que se ha venido negociando en los diferentes convenios durante todo este período. Es decir, la propia moderación salarial practicada debilita ahora enormemente la posición de CC.OO. y UGT a la hora de exigir tan solo un poquito más.

Mientras los trabajadores y trabajadoras no destituyan a las cúpulas burocratizadas de CC.OO. y UGT y se hagan con el control democrático de estos sindicatos, desarrollando una política sindical apoyada sobre la base de la movilización y la extensión y unificación de las luchas, confluyendo con los trabajadores insertados en el denominado “sindicalismo alternativo”, no habrá salida.

@as_juancarlos

Fuente:http://www.laizquierdadiario.es/La-recuperacion-economica-se-basa-en-un-tsunami-de-devaluacion-salarial-y-precariedad?id_rubrique=2653

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Pasos hacia la «despetrodolarización»

Por: Hedelberto López Blanch

La proliferación de la política norteamericana de imponer sanciones económicas a los países que no le son afines se ha convertido en un arma de doble filo para la preservación del dólar como la principal moneda de reserva internacional.

Como expresa un viejo refrán: a grandes males, grandes remedios, y eso es lo que han estado haciendo varias naciones emergentes y en desarrollo cuya última acción fue anunciada por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, al notificar el pasado 8 de septiembre que su Gobierno venderá petróleo y otros productos en monedas distintas al dólar, en un esfuerzo para hacer frente a las restricciones financieras impuestas por Estados Unidos.

La obsesión estadounidense por derrocar a la Revolución Bolivariana le ha llevado a imponer numerosas sanciones contra Caracas para perjudicar su producción petrolera y por ende su economía, además de impulsar acciones terroristas y desestabilizadoras con la utilización de las fuerzas de derecha opositoras de esa nación.

En su alocución ante la televisión, Maduro informó de que comenzarán la venta de petróleo, gas, oro y todos los productos que vende el país con nuevas monedas, entre las cuales están el yuan chino, el yen japonés, el rublo ruso y la rupia india.

La nación sudamericana siempre ha reportado semanalmente en dólares el precio promedio de su cesta de crudos y productos, pero ya en la semana del 11 al 15 de septiembre el Ministerio del Petróleo presentó el valor en yuanes, 306.26 en la moneda china, equivalente a 46.76 dólares por barril (dpb) y proporcionó un tipo de cambio de referencia para hacer la conversión a dólares.

Tras las sanciones impuestas por Washington, como si fuera el regente del mundo, los bancos estadounidenses han rehusado recibir fondos públicos para pagos de importaciones o servicio de deuda y además Venezuela ha tenido dificultades para vender y cobrar sus barriles de petróleo, la mayor fuente de ingresos del país.

Los economistas consideran que el petrodólar es más importante para la dominación global estadounidense que la exportación de armas o la cultura hollywoodense, porque permite que Washington sea el mayor exportador de billetes de dólares, los que el mundo necesita para comprar petróleo.

La historia comienza desde los acuerdos de Bretton Woods, en 1944, cuando el oro era el sistema monetario basado en una cantidad fija de reservas del metal dorado almacenadas en bancos nacionales, lo cual limitaba los préstamos. Por entonces, Washington poseía el 70 % de las reservas del mundo, excluyendo a la ex Unión Soviética, y logró que el billete verde se estableciera como moneda de reserva en el orbe.

En los años 70 el dólar sufrió una dramática caída debido al crecimiento económico de Alemania y Japón y a la reticencia de Estados Unidos de ajustar sus políticas económicas para mantener el equilibrio dólar-oro.

En 1973, bajo el mandato de Richard Nixon, Estados Unidos logró que el rey Faisal de Arabia Saudita aceptara el pago en dólares por el petróleo que exportaba y que invirtiera los beneficios en bonos y letras de cambio del Tesoro estadounidense. A la par, Washington protegería a Riad de cualquier hipotética agresión.

Además, la administración de Nixon, separó el dólar de sus reservas de oro y comenzó a imprimir a diestra y siniestra su moneda con la cual inundó al mundo, sin que ésta tenga un valor real respaldada con las riquezas del país emisor.

Para 1975, todos los miembros de la OPEP acordaron cobrar su petróleo únicamente en dólares mientras los importadores de crudo debieron acumular sus excedentes comerciales en esa moneda, con el fin de comprar petróleo.

Con la abrupta demanda, el dólar se fortaleció, mientras los países productores del Golfo ponían sus excedentes del billete verde en obligaciones del Tesoro estadounidense lo cual posibilitaba un aumento considerable en su gasto público. Washington imprime desde entonces grandes cantidades de moneda sin tener un respaldo en oro.

La bonanza fue grande, y uno de sus resultados es que la actual deuda externa sobrepasa los 20 billones de dólares por lo que para mantener sus enormes importaciones, necesita la llegada diaria de miles de millones de dólares procedentes de China, (mayor acreedor de títulos del Tesoro público de Estados Unidos) las monarquías árabes, Japón y Corea del Sur.

Importante resultó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) aceptara el yuan chino como moneda de reserva internacional a la par que el gigante asiático extiende sus intercambios comerciales en esa y otras divisas con Rusia, Irán, India y varias naciones asiáticas, europeas y latinoamericanas.

Rusia, desde antes de las sanciones norteamericanas en su contra, ya estaba adaptando sus bancos para no utilizar en sus transacciones al dólar.

Irán desde hace meses renunció a utilizar el billete verde en su comercio exterior. Kazajistán ha encargado recientemente al Banco Nacional la desdolarización de la economía de su país.

Hay que reconocer que la jugada venezolana es valiente y peligrosa pues todo país que luche contra el dólar es considerado una amenaza directa a la hegemonía económica estadounidense, y sus élites (empezando por el mandatario Donald Trump) intentarán resistir como sea este proceso.

Recordemos que una de las causas por las que el líder libio Muammar al-Gaddafi resultó derrocado y asesinado brutalmente en 2011 fue luego de decidir vender petróleo mediante un denominado dinar de oro para reemplazar al dólar y el euro.

Aunque la «despetrodolarización» se encuentre en constante jaque, los pueblos del mundo deberán estar alertas para que en Caracas no ocurra lo mismo que sucedió en Trípoli.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=231951&titular=pasos-hacia-la-%22despetrodolarizaci%F3n%22-

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Textos escogidos de la mujer más peligrosa de Alemania

“Pequeña antología, seguida de cartas de la cárcel y últimos escritos” de Ulrike Meinhof (La Cotali), traducción y notas de Manuel Sacristán

Por: Jesús Aller

Este volumen recoge la Pequeña antología con selección, introducción, traducción y notas de Manuel Sacristán, que Anagrama publicó en 1976, y la complementa con una traducción, realizada por la editorial, de algunos de los últimos fragmentos de Ulrike Marie Meinhof (1934-1976), una joven burguesa que lo abandonó todo cuando comprendió la vacuidad cruel de la vida que nos ofrece el capitalismo, descifradora de los enigmas de éste desde las páginas de la revista konkret, de la que fue principal animadora, y que dio el paso a la lucha armada en 1970, contribuyendo a fundar la Fracción del Ejército Rojo (RAF). Detenida en 1972, fue probablemente asesinada en la cárcel por la policía de la RFA, aunque su muerte se hizo pasar por un suicidio.

Manuel Sacristán explica en la introducción su criterio al seleccionar los artículos de konkret escogidos, correspondientes muchos de ellos a los años 1967 y 1968, período en el que se produce un giro en el pensamiento de Ulrike desde los intentos de evitar por la vía democrática la involución política en Alemania hacia el convencimiento de la necesidad de organizarse para la acción contra la violencia del estado. El primer fragmento, de 1960, contiene una protesta ante el progresivo endurecimiento de la legislación represiva, con recortes de la libertad de huelga y manifestación, facilidades para decretar el estado de excepción y otras disposiciones que hacían recordar 1933. Los artículos siguientes, hasta 1967, comentan aspectos de la política alemana y el antagonismo inevitable con los intereses de la clase trabajadora.

A partir de 1967, Ulrike Meinhof recrudece su batalla dialéctica contra las medidas represivas, basadas en interpretaciones abusivas de la normativa existente, y reforzadas con leyes de emergencia. No faltan tampoco llamamientos a la movilización contra la intervención norteamericana en Vietnam y la participación del ejército de la RFA en la guerra, cuyo carácter imperialista pone de manifiesto, ni protestas por las críticas que reciben los activistas y la brutalidad con que son reprimidos. Reprocha la tibieza reformista del SPD, que mantiene el sistema y silencia los conflictos, y percibe con claridad la urgencia de alzar la voz contra los que se niegan a escuchar. Cuando estalla la violencia estudiantil de 1968, se solidariza con aquellos a los que no han dejado otro camino. Hay también invectivas contra la política errática de la DDR y la intervención del Pacto de Varsovia en Praga en 1968.

Los últimos escritos recogen un texto sobre la estructura del grupo y el liderazgo, que para ella ha de emerger de la colectividad, y algunas cartas con críticas tanto de la deriva económica de la URSS, como de la trayectoria histórica de la socialdemocracia, en la que ve un simple apoyo del capitalismo. Se incluye después una larga declaración acerca del objetivo militar da la RAF: atacar el imperialismo en su mismo corazón. En este sentido, la liberación de Andreas Baader el 14 de mayo de 1970 en un acto de guerrilla urbana, representa para ella un ejemplo que marca el camino para salir del letargo a través de una lucha armada en la que ve todo por ganar y cuya organización discute con pasión. Sin embargo, un último fragmento expresa su desesperación en la celda de aislamiento: “una feroz agresividad para la que no hay válvula de escape”.

La magnífica traducción, pletórica de notas detalladas sobre la política del momento, nos permite disfrutar al máximo la prosa implacable, brillante e incisiva de Ulrike Meinhof, un riguroso alegato contra la deriva autoritaria de la República Federal Alemana en los años 60. El epílogo de César de Vicente Hernando trata de explicar la evolución de su pensamiento como una expansión progresiva de conciencia, que desemboca en la asunción de la necesidad de una insurrección contra el sistema. Ésta, no obstante, emprendida por un grupo armado desconectado de la masa social, se revela al fin autodestructiva y estéril.

Blog del autor: http://www.jesusaller.com/

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¿Por qué EEUU (no) se opone al referéndum de independencia de Kurdistán?

Por: Nazanín Armanian

Washington pide al Gobierno Autónomo de Kurdistán (GAK) de Irak que en vez de suspender el referéndum previsto para el 25 de septiembre lo posponga, y eso a pesar de que los propios kurdos no han puesto ninguna fecha para la independencia a pesar de contar con una mayoría absoluta de la población a favor del ‘SÍ’.

Del mismo modo que la RAK nació por la voluntad de EEUU y como una recompensa a los dirigentes derechistas y feudales kurdos por su colaboración durante la agresión militar dirigida por George Walker Bush al resto del pueblo iraquí en 1991, su independencia también dependerá, no de su pueblo, sino de los intereses y la voluntad de la Casa Blanca.

Durante las semanas pasadas, el Secretario de Defensa de EEUU, Jim Mattis, el jefe del Comando Central de EEUU, general Joseph L. Votel, y otros militares han visitado la RAK, exigiendo al presidente Massoud Barzani aplazar el referéndum para dentro de tres años. Aunque EEUU afirma que así pretende mantener la unidad de todos los iraquíes en su guerra contra ISIS, sus propósitos reales son otras:

–Consolidar el gobierno de Bagdad dirigido por el chiita árabe Haider al-Abadi, el hombre de EEUU y de Arabia Saudi, de cara a las elecciones parlamentarias previstas para el próximo año, y neutralizar los intentos de Irán en forjar sus lazos con los diversos partidos iraquíes, incluidos los kurdos. Washington al aplazar la salida de Kurdistán, que mayoritariamente es sunnita, evita que aumente el peso de las fuerzas chiitas pro-iraníes en Irak, cuyo régimen administra la segunda reserva mundial del petróleo. Necesita que al-Abadi renueve el mandato, aunque, en realidad, los chiitas árabes prefieren que los kurdos se marchen, siempre y cuando no se lleven consigo la ciudad de Kirkuk, multiétnica, estratégica y empapada del Oro Negro.

-Ganar más tiempo para fortalecer las estructuras políticas kurdas necesarias para crear un Estado propio: Los conflictos entre los partidos kurdos (que son más de corte familiar-tribal que político) han llagado a tal punto que Barzani suspendió en 2015 el parlamento y sólo lo volvió a reunir la semana pasada para que legitimase el referéndum. La guerra civil de los años noventa dejaron a miles de muertos en esta región: El enemigo de la independencia kurda no sólo es la élite gobernante de Bagdad, Ankara, Teherán o de Washington, también lo es la burguesía corrupta y autoritaria.

-Buscar una solución al problema de falta de autonomía económica de Kurdistán, que carece de infraestructuras capaces de gestionar la independencia: al no tener salida al mar, sólo podrá vender su petróleo pasando los oleoductos por Irán, Turquía o Irak. Además, la caída del precio del petróleo, un monumental saqueo de las arcas públicas (la desaparición de 1.107 millones de dólares en 2016) y la aplicación de políticas neoliberales han provocado una profunda crisis económica en el GAK.

-Disuadir a Turquía que puede aprovechar la formación del estado kurdo, y darse el derecho de apropiarse de las tierras kurdas de Siria. A demás, preocupa a EEUU que los kurdos de esta socia de la OTAN -que sufren una creciente represión-, intensifiquen su lucha contra el régimen autoritario de Erdogan, desestabilizando este estratégico país euroasiático.

-Alargar el proceso hasta que hubiese cambios en Irán y Turquía. EEUU está tomando muy en serio las insinuaciones de ambos países en intervenir militarmente en la autonomía si el GAK llega a declarar la independencia.

En general, los costos de un Estado Kurdistán son mayores para Washington que los beneficios: un estado kurdo no es viable, por lo que su prioridad es proteger las cinco bases militares que ha construido en Kurdistán (la ultima en el distrito de Zummar, a 60 kilómetros al noroeste de Mosul, con el fin de controlar desde la orilla occidental del río Tigris hasta unos kilómetros de Mosul) e impedir que choque con los países vecinos y perder la estabilidad y el estatus que tiene actualmente.

Las quejas de la autonomía

Liberarse de los interminables conflictos religiosos de la zona árabe de Irak en los que se ha visto envuelto es uno de las principales razones presentadas por el GAK para demandar el divorcio a Bagdad, consciente de que sus vecinos árabes, turcos e iraníes le declararían la guerra.

El GAK le acusa a Bagdad de incumplir la Constitución del 2005 que exige un acuerdo sobre la disputada ciudad de Kirkuk, del impago del 17% del presupuesto general del estado, de marginar a los kurdos en las instituciones gubernamentales, de no equipar a su ejército Peshmargas, y bloquearle el suministro de armas extranjeras. Por lo que ha dado por fracasado el federalismo iraquí.

¿Qué pasará?27

En realidad, el objetivo de Barezani al convocar el referéndum (que aún puede ser desconvocado) no es la independencia a corto plazo sino:

-Forzar a Bagdad a iniciar el proceso de la independencia para un futuro indeterminado. De hecho Francia, EEUU y la ONU ya están diseñando planes para salvar la cara de Barezani, trabajando con Bagdad para que acepte la negociación de la separación de Kurdistán en los próximos años, pero con garantías internacionales sobre las fronteras del nuevo estado y mientras las tropas kurdas permanezcan en Kirkuk. Sabe que el hecho de que el referéndum no incluya las importantes zonas en disputa con Bagdad, estas se quedaran fuera de su dominio quizás para siempre. Por lo que preferirá congelarlo de momento.

Desviar la atención de sus ciudadanos de la incapacidad de su “familia” (en el sentido don coleonilista del término) de gobernar sobre cinco millones de personas (la mitad, jóvenes nacidos en la autonomía que no se consideran iraquíes) cuyas expectativas de una vida mejor no se han cumplido después de 26 años de gozar de semi-independencia de la región. Cerca de 70.000 kurdos viven en la pobreza, y el gobierno no sube los salarios según la inflación y encarcela y tortura a los detenidos. Un etnocentrismo insolidario y con aires de superioridad es incapaz de entender la lucha de clases.

Y ¿cómo no? la ambición de querer ser “cabeza de ratón, que no la cola de león”.

La lucha actual de los kurdos iraquíes no es una romántica batalla por la liberación nacional: no puede conseguirlo si su único apoyo es Israel que niega este derecho a los palestinos. Los que dirigen este escenario no buscan una solución sensata a la cuestión kurda, sino utilizarla.

Washington avanza en su Proyecto de Nuevo Oriente Próximo, que incluye romper estados poderosos de la zona y convertirlos en mini estados y si no lo consigue los dejará como “estados fallidos” para poder controlarlos y ocuparlos militarmente. Aquí, los kurdos no son jugadores de su propio destino, sino peones de los intereses de otros. Lamentablemente, hace décadas que el derecho de autodeterminación de los pueblos se ha convertido en el derecho exclusivo de un solo estado con derecho al veto del Consejo de Seguridad de la ONU, aunque haya sido por la mayoría absoluta de los estados del mundo: El 31 de diciembre del 2014, EEUU vetó en el Consejo de la Seguridad de la ONU el reconocimiento de Palestino como Estado, a pesar de la gran aprobación de la Asamblea general. Salvo Rusia que voto en positivo otros miembros del Consejo se abstuvieron, mientras votaron en favor de romper a Sudan, convirtiéndole en el ultimo estado reconocido del mundo.

Fuente: http://blogs.publico.es/puntoyseguido/4201/por-que-eeuu-no-se-opone-al-referendum-de-independencia-de-kurdistan/

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Un dolor que deja enseñanzas.

Por: Fanny Pollarolo.

La reciente tragedia ocurrida en  la institución educativa privada Alianza Francesa, nos empuja a  reflexionar  sobre los  distancias e incomprensiones que pueden existir en las relaciones entre los adultos que integran las instituciones educativas y sus estudiantes, especialmente los que se encuentran  en etapa adolescente. Uno de los factores que parece estar a la base de estas dificultades es el que se relaciona  con vacíos en la capacidad de empatizar y acceder a la subjetividad de cada joven, lo que, por una parte,  convierte la escuela  en un espacio desprovisto de un adecuado manejo de la dimensión emocional  de los estudiantes y de sus impactos en el aprendizaje y la conducta, al mismo tiempo que   pone en tensión las habilidades emocionales de los propios adultos a cargo.

Vacíos de este tipo son los que se muestran en una situación como la producida en dicha institución, desencadenada ante el hallazgo de unas, al parecer, pequeñas dosis de mariguana trasportada por uno de sus alumnos. Ausente el manejo de las dimensiones emocionales, el relato solo destaca  la existencia de la droga en la mochila revisada. Nada aparece  en cuanto una mirada  integral del sujeto cuya conducta se evalúa. Lo visible para el observador parece no ser el estudiante en tanto persona,  con una forma de ser y una historia que le son propias  y cuyo conocimiento facilitaría nuestra comprensión y evaluación del la conducta que se investiga. Para  los  enjuiciadores  ha desaparecido la   identidad que se perfila en ese estudiante y que podríamos conocer. Ella está ausente y solo es visible en él su  acto de portar marihuana.

No es sencillo hablar públicamente de lo ocurrido. Entendemos que varios otros factores deben haber jugado en esa dramática decisión del joven estudiante. Y, muy especialmente, entendemos el difícil duelo que vive su familia y entorno inmediato, ese que fue su colegio, sus compañeros y todos los estudiantes, autoridades, maestros, funcionarios, apoderados, todos ellos se encuentran sobrellevando una experiencia en extremo difícil, seguramente con enorme tristeza.

Y son, entonces, las consecuencias de ese acto, las que parecen alinear  las decisiones y las conductas de las autoridades. Y quizás si fueron las  emociones que acompañaron esas ideas las que cerraron el paso   a un tiempo de reflexión y empatía, empujando a iniciar un camino que no permitía   marcha atrás.

Porque, la celeridad para decidir el llamado a carabineros pidiendo su orientación  y la opción tan directa de afirmarse en la ley y en el control, ¿no muestra acaso que se está reaccionando a un efecto que se teme y que debe ser acallado antes de que surja? ¿Habrá sido  el peso  que puede tener el rol de autoridad cuando le preocupa  el  prestigio del colegio; la relación con apoderados  que demandan mayor efectividad en el tema de la droga;  inseguridad respecto a  tener éxito  en un  tema que hoy pareciera ser  inmanejable? Puede entonces que el formato de la ley y el control que implica poner al estudiante  “en manos de la justicia”, sea percibido como  la salida más rápida, que  frena la crisis antes de que se inicie y evita procesos que se perciben largos e inciertos.

No es sencillo hablar públicamente de lo ocurrido. Entendemos que varios otros factores deben haber jugado en esa dramática decisión del joven estudiante. Y, muy especialmente, entendemos el difícil duelo que vive su familia y entorno inmediato,  ese que fue su colegio, sus compañeros y todos los estudiantes, autoridades, maestros, funcionarios, apoderados, todos ellos se encuentran sobrellevando una experiencia en extremo difícil, seguramente con enorme tristeza.

Si lo hacemos es porque el intentar comprender el proceso interno y subjetivo de lo ocurrido puede permitir visualizar con mayor claridad las carencias que nuestras instituciones educativas tienen en el plano de lo afectivo,  las que aún no se nutren suficientemente de las necesarias dimensiones emocionales y contextuales que marcan a cada uno de sus estudiantes, y en las que el necesario  diálogo entre lo pedagógico y lo psicosocial es aún incipiente. Igualmente lo hacemos recordando las palabras del  Director, dadas  en una entrevista,  sobre la reflexión que ellos deberán hacer, incorporando el  “dar espacio a las emociones de los alumnos y no considerando solo el desempeño académico”.

Hoy día conocer a un adolescente exige también apreciar las condiciones externas en las que se desarrolla, no solo familiares sino también los pares y el barrio, así como también los propios rasgos de su temperamento y de la personalidad que se perfila. Todos ellos son  factores que marcan con mucho mayor fuerza las necesidades y deseos propios de  esta etapa del desarrollo humano, y son también los que empujan la aparición  de aquellas conductas denominadas de riesgo, fácilmente visibles cuando  se trata de  violencia, impulsividad, resistencia a la autoridad y, por el contrario, mucho más  difíciles  de detectar cuando la inseguridad y el miedo que acompaña a un adolescente están ocultos en un comportamiento silencioso, un pasar “desapercibido”.

Llegar a la emocionalidad que está expresándose en el comportamiento de un adolescente demanda del adulto una mirada absolutamente personalizada y desprejuiciada  de él, pero también le  exige  la capacidad de estar abierto a reconocer sus propias emociones en esa relación. Esa posibilidad de sentir al estudiante, no solo de evaluarlo en sus conductas o en sus capacidades de aprendiz,  y su disposición a tolerar con tranquilidad el tiempo y el espacio que requiere el apreciarlo en  sus necesidades y sus sentimientos, es  lo que para algunos constituye la base de una: “escuela emocional”.

Todos ellos  son aspectos que se vienen impulsando desde el Ministerio de Educación, desde experiencias comunales y regionales que buscan innovar; desde el interés de otros Ministerios que aprecian la importancia  del espacio escolar en aspectos preventivos; ligado todo esto con la mirada sistémica e integradora de la Reforma de la Infancia y Adolescencia impulsada por la presidenta Bachelet. Y es también la necesidad de hacer efectiva la mirada integral que alimenta la gran Reforma de la Nueva Educación Pública, la ley de desmunicipalización que concibe la escuela  como espacio en el que se percibe y apoya al estudiante  en el despliegue de todas sus capacidades y en la efectividad de  sus derechos. Es la pedagogía que hace unidad con la integralidad  del  desarrollo humano, para toda la infancia y la adolescencia de nuestro país.

Y en relación a esta gran tarea es que sentimos la necesidad de que tragedias como la vivida sean una exigencia y un aprendizaje, para escucharnos más, para trabajar juntos y  colaborar.

Fuente: http://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2017/09/22/un-dolor-que-deja-ensenanzas/?v=desktop

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Venezuela: ¿Un oasis educativo?

Por: Fernando Pereira.

“El pasado viernes 15 de septiembre se cumplieron 18 años de la implementación, por parte de nuestro Comandante Hugo Chávez, de las Escuelas Bolivarianas. Programa educativo que rescató la concepción del Estado Docente, tesis del gran Maestro venezolano Luis Beltrán Prieto Figueroa, desechada en la última década del siglo 20 por el modelo neoliberal privatizador. La Educación Bolivariana reivindica el papel indeclinable del Estado en garantizar la educación pública, gratuita y de calidad como derecho humano fundamental.”

Estas son palabras del ministro de Educación Elías Jaua que coinciden discursivamente con los planteamientos quinta republicanos.

¿La Revolución Bolivariana preservó los avances educativos?

Un inicio de año escolar es propicio, en cualquier país, para que el mundo político exponga sus conquistas y expectativas para estar agraciado con el pueblo.

Si analizamos el informe Situación Educativa de América Latina y el Caribe: Hacia la educación de calidad para todos al 2015, de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) encontraremos que en la región, independientemente de gobiernos que se definen (o que los califican sus adversarios) de derecha, centro o izquierda, hay un marco legal que todos ratificaron con la Convención de los Derechos del Niño, tratado de derechos humanos que consagra el derecho a la educación y cuenta con marcos legales, muy similares, consagrando los enunciados de gratuidad, igualdad, equidad, accesibilidad.

Si hay coincidencias legales, ¿qué pasó con las políticas públicas?

La Unesco señala, con estadísticas oficiales, que durante la década del 2000 “las condiciones básicas de sobrevivencia, salud y bienestar de la infancia temprana experimentaron un avance importante en la región durante la década pasada. También hubo un incremento moderado en el acceso a la educación preprimaria (la tasa neta de matrícula aumentó de 56% a 66% en promedio)”…

…Los países de la región ya en 2000 presentaban un alto nivel de acceso a la educación primaria (tasa neta de matrículade 94% promedio); además, durante la década pasada tanto la repitencia como la deserción mostraron tendencias favorables, todo lo cual hizo que las tasas de retención hacia finales del ciclo, así como de conclusión, mejoraran de manera muy significativa en la mayoría de los países…

Durante la década pasada la educación secundaria se expandió levemente en la región (la tasa neta de matrícula promedio aumentó de 67% a 72%). La tendencia general del gasto público en educación durante la década pasada fue levemente positiva en la región (pasando aproximadamente de un 4,5% a un 5,2% del PIB en promedio)”.

¿Se dio el crecimiento de la cobertura e inversión escolar en mayor medida en los países de izquierda?

Si analizamos el gasto público total en educación (con los países que tenían información disponible al 2010) encabezan: Bolivia, Paraguay, Argentina, República Dominicana, Panamá.

Si vamos al gasto público en educación primaria por alumno con % PIB per cápita: Panamá, Paraguay, Bolivia, Guatemala, Uruguay. El mismo dato para secundaria: Panamá, Paraguay, Bolivia, Uruguay, El Salvador.

Al revisar la tasa neta de matrícula de la educación preprimaria: México, Uruguay, Perú, Argentina, Venezuela. En Educación Primaria: México, Uruguay, Panamá, Guatemala, Ecuador. En secundaria: Chile, Argentina, Perú, Colombia, Venezuela.

Como se verá, no se trató de un asunto ideológico, países con distintas orientaciones alcanzaron logros similares debido a una coyuntura que los favoreció a todos. La Unesco destaca que “la mayor parte de los países de la región experimentaron progresos importantes en aspectos claves como el desarrollo global, el crecimiento económico y –en menor medida– la reducción de la pobreza, todo lo cual generó un contexto favorable para el avance en educación.

Otra condición positiva –aunque aún no universal en la región– fue el cambio demográfico que disminuyó la demanda potencial por educación”.

Tiempos de “vacas flacas”

La caída de los precios de materias primas (en nuestro caso el petróleo) y el estancamiento de las economías han impactado negativamente los logros sociales de los gobiernos de la región. La realidad es que la educación no escapa a ello. No somos un oasis educativo. Somos un país que tuvo avances cuantitativos (como la mayoría de la región) y que se están revirtiendo.

Venezuela requiere políticas que apunten al crecimiento económico y que impacten la calidad de vida de la mayoría de las familias que bregan para mantener a sus hijos en una educación que les ofrezca alternativas reales para mejorar su vida.

Fuente: http://efectococuyo.com/opinion/venezuela-un-oasis-educativo

Imagen: http://efectococuyo.com/wp-content/uploads/2017/09/escuelas-bolivarianas.jpg

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