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Mundo Educativo – El Papel de la Educación Socioemocional en el Éxito Estudiantil: Cultivando el Bienestar Integral

El Papel de la Educación Socioemocional en el Éxito Estudiantil: Cultivando el Bienestar Integral

La educación socioemocional ha emergido como un componente fundamental en el proceso educativo, reconocido por su influencia en el éxito estudiantil y el bienestar general de los individuos. Más allá de la adquisición de conocimientos académicos, la educación socioemocional se enfoca en el desarrollo de habilidades emocionales y sociales que permiten a los estudiantes navegar de manera efectiva en el mundo y enfrentar los desafíos de la vida. En este artículo, exploraremos en profundidad el papel crítico de la educación socioemocional en el éxito estudiantil y cómo su integración en el currículo escolar puede cultivar un bienestar integral en los estudiantes.

El Significado de la Educación Socioemocional

La educación socioemocional se refiere al proceso mediante el cual los estudiantes adquieren habilidades para reconocer y gestionar sus emociones, establecer relaciones saludables, tomar decisiones responsables y enfrentar los desafíos de manera efectiva. Este enfoque educativo reconoce la importancia de desarrollar habilidades emocionales y sociales junto con habilidades académicas para el éxito a largo plazo de los estudiantes.

Impacto en el Éxito Estudiantil

Numerosos estudios han demostrado que la educación socioemocional tiene un impacto positivo en el éxito estudiantil en múltiples niveles. Los estudiantes que participan en programas de educación socioemocional tienden a tener un mejor rendimiento académico, una mayor capacidad para resolver problemas, una mayor autoestima y un menor riesgo de involucrarse en comportamientos de riesgo como el acoso escolar y el consumo de drogas.

Desarrollo de Habilidades para la Vida

Una de las principales fortalezas de la educación socioemocional es su capacidad para desarrollar habilidades para la vida que son esenciales para el éxito en todos los aspectos de la vida. Estas habilidades incluyen la capacidad de comunicarse de manera efectiva, trabajar en equipo, resolver conflictos, tomar decisiones informadas y manejar el estrés y la adversidad. Al equipar a los estudiantes con estas habilidades, la educación socioemocional los prepara para enfrentar los desafíos del mundo real y prosperar en sus vidas personales y profesionales.

Promoción del Bienestar Integral

La educación socioemocional también juega un papel crucial en la promoción del bienestar integral de los estudiantes. Al enseñar a los estudiantes a reconocer y gestionar sus emociones, a desarrollar empatía hacia los demás y a establecer relaciones positivas, se promueve un entorno escolar más seguro, inclusivo y positivo. Los estudiantes se sienten más conectados con su comunidad escolar y tienen una mayor capacidad para enfrentar los desafíos emocionales y sociales que puedan surgir.

Integración en el Currículo Escolar

Para maximizar el impacto de la educación socioemocional, es fundamental integrarla de manera efectiva en el currículo escolar. Esto puede incluir la implementación de programas específicos de educación socioemocional, la integración de habilidades socioemocionales en todas las áreas de estudio y la creación de un entorno escolar que promueva la inclusión, la empatía y el respeto mutuo.

Colaboración entre Educadores, Familias y Comunidad

La educación socioemocional es un esfuerzo colaborativo que requiere la participación activa de educadores, familias y la comunidad en general. Los padres y tutores pueden apoyar el desarrollo socioemocional de los estudiantes al fomentar la comunicación abierta, el modelado de comportamientos positivos y la participación en programas extracurriculares y actividades comunitarias. Además, la colaboración entre la escuela y la comunidad puede proporcionar recursos adicionales y oportunidades de aprendizaje enriquecedoras para los estudiantes.

La educación socioemocional desempeña un papel fundamental en el éxito estudiantil y el bienestar integral de los individuos. Al desarrollar habilidades emocionales y sociales junto con habilidades académicas, la educación socioemocional prepara a los estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo moderno y prosperar en sus vidas personales y profesionales. Es imperativo que los educadores, las familias y la comunidad trabajen juntos para integrar efectivamente la educación socioemocional en el currículo escolar y brindar a los estudiantes las herramientas que necesitan para tener éxito en todos los aspectos de sus vidas.

Fuente de la Información: https://www.redem.org/el-papel-de-la-educacion-socioemocional-en-el-exito-estudiantil-cultivando-el-bienestar-integral/#

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Estrategias Efectivas para el Aprendizaje a Distancia: Maximizando el Potencial Educativo en un Mundo Digitalizado

Estrategias Efectivas para el Aprendizaje a Distancia: Maximizando el Potencial Educativo en un Mundo Digitalizado

El aprendizaje a distancia se ha convertido en una realidad cada vez más común en la educación contemporánea, especialmente con la proliferación de la tecnología digital. La pandemia de COVID-19 aceleró aún más esta tendencia, obligando a estudiantes y educadores a adaptarse rápidamente a un entorno de aprendizaje en línea. Sin embargo, el éxito del aprendizaje a distancia no solo depende de tener acceso a la tecnología adecuada, sino también de implementar estrategias efectivas que promuevan el compromiso, la participación y el aprendizaje significativo de los estudiantes. En este extenso artículo, exploraremos una variedad de estrategias efectivas para el aprendizaje a distancia, examinando cómo pueden maximizar el potencial educativo en un mundo digitalizado.

Crear una Comunidad Virtual de Aprendizaje

Uno de los aspectos más importantes del aprendizaje a distancia es establecer una comunidad virtual de aprendizaje donde los estudiantes se sientan conectados y apoyados. Los educadores pueden utilizar plataformas en línea para facilitar la interacción entre los estudiantes, fomentar la colaboración en proyectos y discusiones, y crear un sentido de pertenencia en el aula virtual.

Utilizar una Variedad de Recursos Multimedia

El aprendizaje a distancia ofrece la oportunidad de utilizar una amplia gama de recursos multimedia para enriquecer la experiencia educativa. Desde videos educativos y simulaciones interactivas hasta podcasts y presentaciones multimedia, los educadores pueden aprovechar estos recursos para presentar conceptos de manera más visual y atractiva, adaptándose a diferentes estilos de aprendizaje.

Promover la Autonomía y la Autorregulación del Aprendizaje

El aprendizaje a distancia requiere que los estudiantes asuman un mayor grado de autonomía en su proceso de aprendizaje. Los educadores pueden promover la autorregulación del aprendizaje enseñando a los estudiantes a establecer metas, gestionar su tiempo de manera efectiva y evaluar su propio progreso. Herramientas como los planificadores de tareas y las listas de verificación pueden ayudar a los estudiantes a mantenerse organizados y responsables de su aprendizaje.

Proporcionar Retroalimentación Oportuna y Significativa

La retroalimentación es fundamental para el aprendizaje efectivo, especialmente en un entorno a distancia donde la interacción cara a cara es limitada. Los educadores deben proporcionar retroalimentación oportuna y significativa sobre el trabajo de los estudiantes, utilizando herramientas como comentarios escritos, grabaciones de audio y video, y evaluaciones formativas para guiar el aprendizaje y fomentar la mejora continua.

Facilitar la Colaboración y el Trabajo en Equipo

Aunque el aprendizaje a distancia puede ser un proceso individual, también ofrece oportunidades para la colaboración y el trabajo en equipo. Los educadores pueden asignar proyectos grupales, organizar discusiones en línea y utilizar herramientas de colaboración como Google Docs y Microsoft Teams para fomentar la colaboración entre los estudiantes y promover el aprendizaje cooperativo.

Adaptar los Contenidos y las Actividades al Entorno Digital

Es importante adaptar los contenidos y las actividades al entorno digital para garantizar que sean efectivos y relevantes para los estudiantes. Los educadores deben utilizar recursos diseñados específicamente para el aprendizaje en línea, como plataformas de aprendizaje electrónico (LMS), herramientas de videoconferencia y aplicaciones educativas, y diseñar actividades que aprovechen al máximo las capacidades de estas herramientas.

Promover la Participación Activa y la Interacción

El aprendizaje a distancia puede presentar desafíos en términos de mantener la atención y la participación de los estudiantes. Los educadores deben utilizar estrategias para promover la participación activa y la interacción, como realizar preguntas abiertas, organizar debates en línea y utilizar herramientas de encuesta y votación para involucrar a los estudiantes en el proceso de aprendizaje.

Ofrecer Apoyo Tecnológico y Pedagógico

Para garantizar el éxito del aprendizaje a distancia, es fundamental ofrecer apoyo tecnológico y pedagógico a estudiantes y educadores. Esto puede incluir capacitación en el uso de herramientas digitales, soporte técnico para resolver problemas tecnológicos y orientación pedagógica sobre cómo diseñar y facilitar experiencias de aprendizaje efectivas en línea.

El aprendizaje a distancia ofrece una serie de oportunidades para promover el compromiso, la participación y el aprendizaje significativo de los estudiantes en un mundo digitalizado. Al implementar estrategias efectivas, como crear una comunidad virtual de aprendizaje, utilizar una variedad de recursos multimedia y promover la autonomía del aprendizaje, los educadores pueden maximizar el potencial educativo del aprendizaje a distancia y preparar a los estudiantes para el éxito en el siglo XXI. Con un enfoque centrado en el estudiante y un uso creativo de la tecnología, el aprendizaje a distancia puede ser una experiencia educativa enriquecedora y transformadora para todos los involucrados.

Fuente de la Información: https://www.redem.org/estrategias-efectivas-para-el-aprendizaje-a-distancia-maximizando-el-potencial-educativo-en-un-mundo-digitalizado

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Educación en el mundo: 8 consejos para volver a la rutina escolar de forma exitosa

8 consejos para volver a la rutina escolar de forma exitosa

El regreso a la rutina escolar puede vivirse con cierta tensión en las familias. Implica volver a obligaciones y horarios. ¿Cómo hacer esta rutina un poco más llevadera para los más pequeños? Te lo contamos.

¿A quién no le agradan los días sin horarios, con planes que surgen de manera espontánea y tiempo de sobra para compartir con la familia y los amigos? Sin duda, esta es la descripción de cómo transcurren los días durante las vacaciones. Por otro lado, están la agenda, los horarios y las obligaciones que exige volver a la rutina escolar.

Por lo tanto, no es sorprendente que, ante el inminente comienzo de un nuevo ciclo lectivo, tanto los padres como los niños comiencen a sentir inquietud. Sin embargo, existen formas positivas de regresar a la escuela, de enfrentar esta etapa con entusiasmo y prepararse para nuevos descubrimientos y aprendizajes.

¿Cómo volver a la rutina escolar? Consejos prácticos

Ten en cuenta que el inicio de un nuevo ciclo de clases para los niños puede ser emocionalmente desafiante. Para mitigar sus emociones, puedes seguir algunas de las siguientes recomendaciones para que tus chicos puedan volver a la rutina escolar de manera exitosa.

1. Haz un simulacro en las semanas previas

Durante las vacaciones, los horarios y rutinas se flexibilizaron y volver a ellos puede ser uno de los aspectos más desafiantes del regreso a clases. Una semana antes, es recomendable comenzar a reintroducir gradualmente esa rutina, en especial la relacionada con el sueño. Por ejemplo, adelantando 20 minutos la hora de levantarse y acostarse cada día.

2. Piensa en actividades entretenidas para el comienzo del día

Otra sugerencia que se puede considerar es planificar actividades atractivas para las primeras horas del día, como un desayuno tipo pícnic en el parque. De esta manera, los niños se sentirán motivados para levantarse temprano y prepararse con entusiasmo.

3. Retoma los hábitos de la época de clases

También ten en cuenta la importancia de regresar a la rutina que tenían antes de las clases. Por ejemplo, asegúrate de que los niños estén en casa temprano para que puedan bañarse, cenar y descansar a una hora adecuada.

No es necesario aplicar estas ideas todos los días, ya que interrumpir las vacaciones podría quitarles la oportunidad de disfrutar de su tiempo libre. Sin embargo, puedes comenzar por hacerlo, por ejemplo, tres veces a la semana. Además, es recomendable retomar los hábitos de alimentación con una dieta más equilibrada y menos calórica.

4. Habla con tus hijos del regreso a la escuela

Para que no todo sea percibido como negativo, anima a tus hijos a reflexionar sobre los beneficios y aspectos positivos de volver a la rutina escolar, como la importancia del orden.

Por ejemplo, pueden volver a reunirse con sus compañeros, seguir aprendiendo temas nuevos, entre otras cosas. Puedes hacerle preguntas como: «¿qué es lo que más te gusta de la escuela?», o «¿qué planeas contarles a tus amigos sobre las vacaciones?».

Abordar este aspecto te permitirá abordar las emociones asociadas al regreso a la rutina académica, incluyendo la felicidad, los temores y los nervios que conlleva. De esta manera, podrás comprender cómo acompañar a tu hijo en esta nueva etapa.

5. Elabora una lista de los pendientes necesarios

De esta manera, evitarás dejarlo todo para el último momento, lo que conlleva estrés. En esta lista, identifica todo lo necesario para asegurarte de que tus hijos estén preparados para volver a la escuela.

¿Necesitan nuevos uniformes porque han crecido? ¿Es necesario reemplazar algún material escolar? En ese caso, será momento de visitar la librería. Cuando hagas esta lista, puedes involucrar a tu hijo en su elaboración. De esta forma, no solo lo haces partícipe del proceso, sino que también le ayudas a asumir responsabilidades.

Luego, al cumplir con los pendientes, pueden distribuir tareas según la edad del niño o adolescente. Por ejemplo, es posible que no le pidas a un niño que vaya a la tienda a comprar la mochila, pero sí puedes pedirle que verifique si tiene todos los lápices afilados.

6. Empieza por reducir el tiempo de exposición a las pantallas

Durante las vacaciones, es posible que algunos límites en el uso de las nuevas tecnologías se hayan vuelto más flexibles, entre videojuegos y películas. Por lo tanto, antes de regresar a la escuela, es importante que los niños comprendan que también deben volver a utilizar estos dispositivos de manera moderada.

7. Piensa alguna actividad especial de regreso al cole

Para que el regreso a clases no resulte tan abrupto, puedes planear una o dos actividades especiales para la primera semana. Por ejemplo, preparar alguna comida especial que normalmente se disfruta solo durante el fin de semana o incluso hacer una salida a una heladería.

8. Organiza un espacio de estudio

Dedica un área específica en casa para el estudio y la tarea escolar. Asegúrate de que esté bien iluminada y equipada con los materiales necesarios, lo que facilitará la concentración y el aprendizaje.

Renovando la motivación para el regreso a la escuela

En un principio, el regreso a la rutina escolar puede ser motivo de preocupación para muchos. Implica horarios, restricciones y tareas, entre otras responsabilidades. Sin embargo, la rutina también conlleva orden, previsión y la capacidad de priorizar, habilidades esenciales que se desarrollan desde los primeros años de vida.

Por lo tanto, volver a la vida cotidiana ayuda a recuperar cierta estabilidad y certeza, lo que a su vez facilita una mejor gestión del tiempo. Aprovechando los beneficios de la rutina, también puedes planificar momentos libres para el ocio y el disfrute.

Es importante destacar que la rutina no implica limitaciones. Dentro de la agenda y la rutina diaria, puedes reservar un tiempo exclusivo para conversar y conectarte con tus hijos, realizar actividades juntos y compartir momentos de diversión, que pueden ser tan simples como compartir una canción que les guste.

Fuente: Maria Fátima Seppi Vinuales / eresmama.com

Fuente de la Información:

https://www.redem.org/8-consejos-para-volver-a-la-rutina-escolar-de-forma-exitosa-2/

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Ambiente: Hacia una arquitectura ecológica

Hacia una arquitectura ecológica

EcoPortal

Vivimos en una época en la cual, más que en otras, existe la inquietud por el bienestar humano y planetario. Esta tendencia se manifiesta desde diferentes ámbitos: en la medicina, en la alimentación, en la agricultura, en las psicoterapias, en la educación, etc., e incipientemente en la arquitectura.

La arquitectura comienza también a querer formar parte de esta conciencia, diseñando y construyendo en contacto más estrecho con la Tierra y con nosotros mismos.

Si pensamos en el universo como una serie de fenómenos interconectados, entonces cada una de nuestras acciones, aún la más pequeña, repercute en lo demás. De la misma forma, la construcción de un edificio resulta una interrelación con el entorno y con el ser humano.

En la arquitectura tradicional un edificio se concibe de acuerdo a una función, una técnica y a ciertos preceptos estéticos. Se inserta el objeto en un determinado contexto, algunas veces teniéndolo en cuenta y la mayoría de ellas como algo autónomo, sin ningún lazo.

La física cuántica ha demostrado cómo la visión mecanicista del mundo y las especializaciones inconexas de la ciencia moderna son destructivas. Pensar cada unidad aislada de la otra nos lleva a la fragmentación que existe en todos los ordenes de la vida. Si por el contrario consideramos nuestro modo de vida y el entorno en que vivimos como una parte global del ecosistema, ya no sólo los humanos, sino los humanos junto con las plantas, los animales, etc., veremos que somos parte de toda una red entrelazada de diferentes ecosistemas, interactivos, interdependientes, regenerativos y sostenibles.

Todos los procesos que se encuentran involucrados en ellos son parte de un eco ciclo, en el cual los deshechos de un componente se convierten en materia prima para el siguiente; ciclos que a su vez se conectan con los ciclos globales de la energía, el aire y el agua. Se trata de una intrincada red, donde todo ser de la naturaleza está interrelacionado: un cambio en una parte puede afectar al sistema en cualquier lugar, incluso a la distancia.

Tomar verdadera conciencia de que somos parte de un ecosistema general y que cada acción y pensamiento nuestro repercute en el afuera, nos hace responsables en nuestro accionar hacia nosotros mismos, hacia los otros y hacia el planeta.

Arquitectura ecológica

Pensar en una arquitectura profundamente ecológica, es pensar el edificio como un organismo vivo interactuando en un determinado ecosistema. Por ejemplo: una persona ingiere alimentos y elimina sus desechos, inhala oxigeno y exhala anhídrido carbónico.

Si entendemos a la arquitectura como un organismo vivo, vemos que: necesita materiales para su construcción que generan un impacto ambiental; consume agua y elimina aguas grises y negras; toma aire exterior y despide aire viciado; necesita energía: eléctrica, gas, carbón, leña y petróleo, y elimina calor, radiación electromagnética, ruido y contaminación.

Estos son los componentes del ciclo energético de una casa. Evaluar el impacto de cada uno de ellos y diseñarla de tal modo que los ciclos se autorregulen en armonía con los ciclos de la naturaleza, es nuestro desafío.

Al igual que la medicina integral que pone el énfasis en equilibrar todo el cuerpo, en lugar de curar los síntomas, pensamos que un edificio tiene que ser parte de esta misma propuesta, generando una nueva visión arquitectónica.

¿Qué es entonces una arquitectura ecológica?

Es aquella que establece una interrelación armoniosa con la Naturaleza y con el Hombre.

Con la Naturaleza:

  • Integrándose al ecosistema local: haciendo uso de los materiales y técnicas locales y aprovechando todas las condiciones favorables del clima y la geografía para lograr confort en forma natural.
  • Ahorrando energía: haciendo uso de energías renovables y cuando sea necesario recurrir a las no renovables, en la forma que implique menos derroche.
  • Reciclando los excedentes: para que el edificio cierre su ciclo, no en forma lineal sino circular (previamente adoptando una forma de vida para que dichos excedentes sean los mínimos: de qué vale un tratamiento de aguas grises, si consumo por ejemplo toda una variedad de productos de limpieza por el afán moderno de brillo y “pulcritud”).
  • Construyendo con materiales con baja “energía incorporada”: con esto nos referimos a un valor, de referencia, que se le asigna a un determinado producto. Este valor nos demuestra cuánta energía “incorpora” en el proceso de extracción, procesamiento, manufacturación y transporte. Las sociedades industriales han creado justamente una extensa red de canales, donde cada proceso es autónomo uno del otro. A esto se lo llama desarrollo. Sin embargo es un modo de producción altamente contaminante y de un tremendo derroche de energía. Cada vez somos más ajenos de todo el proceso que recibió ese producto terminado que recibimos en casa, poco podemos saber de su calidad, y de las implicancias de cada una de sus etapas.

Tener en cuenta estos cuatro ítems: integración al ecosistema local, ahorro de energía, reciclar los excedentes y energía incorporada a los materiales, nos lleva a un enfoque ecológico profundo hacia la naturaleza.

Con el Hombre:

La nueva relación con el ser humano es pensar al edificio no sólo como respuesta a una función y a una estética particular, sino que además sea un hábitat tanto para la salud del cuerpo como para el espíritu.

Hablamos ahora de una arquitectura en relación armoniosa con el hombre. Una construcción pensada como un organismo vivo que respeta las leyes naturales, será por ende un edificio sano para el hombre. Lo mismo sucede cuando cultivamos vegetales en forma orgánica, no sólo estamos respetando a la Tierra sino que no intoxicamos nuestro cuerpo con productos químicos.

Un edificio sano es aquel que está libre de elementos tóxicos, y además es flexible y posee los recursos necesarios para responder a las agresiones como a las oportunidades. Del mismo modo que un cuerpo saludable es el que está ausente de enfermedades y también es dinámico, tiene vitalidad.

Tomemos por ejemplo un muro, por un lado es el límite del afuera y del adentro, y por el otro, regula la humedad, la evaporación, el paso del calor y del frío: es un elemento vivo, que “respira”.

Si nuestra segunda piel son las ropas con que nos cubrimos , la tercera son estos muros. Y así como elegimos telas y lanas naturales, libres de sintéticos, de la misma forma, al construir esta tercera piel con materiales naturales porosos, sin productos sintéticos o químicos, otorgamos a nuestro hábitat una calidad superior: un clima sano y “vivo”.

Uno de los grandes problemas actualmente en la construcción es la cantidad de productos tóxicos que se utilizan : formaldehídos, pegamentos, pinturas sintéticas, espumas aislantes, materiales plásticos, barreras de vapor, son algunos de los que despiden al ambiente vapores nocivos a nuestra salud. Esto se agrava con los edificios herméticos debido a los sistemas mecánicos de acondicionamiento del aire y las superficies y aberturas cada vez más impermeables. Estos gases y vapores quedan concentrados en el ambiente provocando a largo plazo enfermedades como alergias e infecciones en sus habitantes.

Una arquitectura para el espíritu crea belleza a través de espacios, formas, luces, texturas, colores, sonidos y aromas, en íntima relación con las personas que habitan el edificio y las funciones que desarrollen, para hacerlos participes de un espacio gratificante.

La belleza es de enorme poder curativo. Rodearnos de un entorno hermoso, en unión con la naturaleza, crea en nosotros un tipo de vivencia ?vivificadora?, al contrario de lo que podemos sentir en uno de los típicos edificios anónimos, en los cuales la mayoría de nosotros nos hemos acostumbrado a vivir.

Pensar así nuestro hábitat es parte de una propuesta global, de vivir una vida en armonía con la Tierra, en estrecha relación con la Naturaleza, en la búsqueda de una mayor salud personal y planetaria.

Cuando tenemos presente nuestra conexión con la tierra, con el ciclo, con la vida, nos energizamos y nos sentimos parte de todo cuanto nos rodea ( Margo Adair).

Arquitecta Mariana Bidart

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UNICEF: El futuro de los niños en una encrucijada

El futuro de los niños en una encrucijada

A principios de 2024, nos encontramos en una coyuntura crítica: las tensiones geopolíticas están aumentando, la integración económica se está desmoronando y la cooperación multilateral está flaqueando. Esta fragmentación global amenaza con socavar décadas de progreso logrado para los niños en todo el mundo. Las decisiones que tomemos hoy –si continuar por este camino o si debemos reforzar la cooperación global– tendrán un profundo impacto en las generaciones venideras.

Los niños son siempre los más vulnerables en tiempos de crisis, una realidad puesta de relieve por la pandemia de COVID-19, cuando el cierre de escuelas, las dificultades económicas y la interrupción de los servicios de salud pusieron en peligro los derechos y el bienestar de los niños. Casi cuatro años desde que se declaró esa pandemia, nuestro nuevo informe, Perspectivas para la infancia en 2024: Cooperación en un mundo fragmentado , pinta un panorama preocupante para el desarrollo y el bienestar futuro de los niños.

Las tensiones entre las principales potencias están aumentando y la amenaza de que surjan nuevos conflictos es alta. Más allá de los peligros físicos inmediatos, los niños pueden experimentar traumas psicológicos duraderos y violaciones de sus derechos básicos. Si el gasto militar sigue aumentando a expensas de las inversiones en atención sanitaria, educación y protección social, el desarrollo de los niños se verá aún más comprometido.

Mientras tanto, la fragmentación económica está ampliando las disparidades entre los países. Las políticas comerciales restrictivas y las interrupciones en las cadenas de suministro están provocando un aumento de los precios de la energía y los alimentos, reduciendo el acceso a bienes esenciales y afectando negativamente a la nutrición infantil y los ingresos de los hogares. La competencia por minerales críticos esenciales para la economía verde está aumentando los riesgos de fragmentación del comercio y amenazando al mismo tiempo el ritmo de la transición a la energía verde. Al mismo tiempo, el impulso para ampliar la extracción de minerales pone a las comunidades mineras y a los niños en riesgo de sufrir prácticas de explotación.

A pesar del continuo crecimiento económico mundial, la recuperación tibia y desigual está disminuyendo las perspectivas de reducir la pobreza infantil. Desde ahora hasta 2030, 15 millones más de niños al año vivirán en la pobreza de los que vivirían de otra manera, debido a la desigual recuperación post-Covid.

Tailandia. Un miembro del personal de UNICEF habla con una mujer que sostiene a su bebé fuera de su casa.

Este panorama sombrío se ve agravado por el debilitamiento de las instituciones multilaterales, lo que está socavando aún más el potencial de progreso para los niños. ¿Por qué? Porque un sistema multilateral fragmentado y paralizado por intereses contrapuestos tendrá dificultades para cumplir con la prevención de conflictos, el cambio climático, la gobernanza digital efectiva, el alivio de la deuda y la aplicación de las normas de los derechos del niño, lo que alimentará la insatisfacción en el Sur Global con las crecientes desigualdades. Los niños de las naciones más pobres también enfrentan barreras continuas para financiar los servicios básicos. La deuda paralizante, las altas tarifas de las remesas y la falta de voz en la gobernanza económica global restringen las inversiones en atención médica, educación y protección social, inversiones vitales para la supervivencia y el desarrollo de los niños.

Pero en medio de todas estas tendencias preocupantes, todavía vemos signos de esperanza. Están surgiendo alianzas alternativas en el mundo en desarrollo para promover la cooperación, aportando soluciones políticas novedosas, una formulación de políticas más ágil y resultados efectivos. A pesar de expresar descontento con las estructuras políticas democráticas actuales, los jóvenes siguen siendo optimistas en cuanto a que existen oportunidades para reformar y resolver las deficiencias del sistema político, ya sea a nivel nacional o internacional. Están participando como agentes de cambio, dando nueva vida a la participación cívica y la renovación democrática.

Además, las innovaciones tecnológicas están abriendo nuevas oportunidades para empoderar a los niños y mejorar sus derechos. La transición verde, si se lleva a cabo de una manera justa y sostenible, que dé prioridad a las necesidades, las habilidades y el acceso de los jóvenes a empleos en sectores emergentes (como la economía digital y verde), puede beneficiar a las generaciones más jóvenes. Las reformas y la modernización de la gobernanza global y los acuerdos financieros aún podrían generar mayor justicia para los países en desarrollo.

Este camino más esperanzador no se desarrollará por sí solo. Requiere que los líderes mundiales tomen una decisión activa: redoblar la solidaridad, la inclusión y la cooperación a pesar de las tensiones y la inestabilidad.

Dar prioridad a los niños y sus derechos debe estar en el centro de esta elección.

Jasmina Byrne es Jefa de Previsión y Políticas de UNICEF Innocenti – Oficina Mundial de Investigación y Previsión.

 

Para leer más sobre lo que les espera a los niños en 2024 y explorar las ocho tendencias que los impactarán más, lea Perspectivas para la infancia en 2024: Cooperación en un mundo fragmentado , la última publicación de la serie anual Global Outlook de UNICEF Innocenti.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/blog/childrens-futures-crossroads

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La Transformación Educativa: Nuevos Horizontes en la Educación Virtual para Estudiantes

 

La Transformación Educativa: Nuevos Horizontes en la Educación Virtual para Estudiantes

La educación virtual ha experimentado una metamorfosis significativa en los últimos años, impulsada por avances tecnológicos, cambios en la percepción de la educación a distancia y la necesidad de adaptarse a un mundo en constante evolución. Para los estudiantes, este cambio no solo representa un ajuste en la modalidad de aprendizaje, sino una redefinición completa de cómo acceden al conocimiento, interactúan con los materiales de estudio y participan en experiencias educativas significativas. En este artículo, exploraremos los cambios clave en la educación virtual que están dando forma a la experiencia de aprendizaje de los estudiantes en la actualidad.

1. Accesibilidad Global y Oportunidades Ampliadas

Uno de los cambios más significativos en la educación virtual es la eliminación de las barreras geográficas. Los estudiantes ahora tienen acceso a una variedad de cursos y programas educativos de instituciones de todo el mundo. Esta globalización de la educación no solo amplía las opciones disponibles, sino que también brinda a los estudiantes la oportunidad de sumergirse en perspectivas culturales diversas y colaborar con compañeros de diferentes partes del mundo.

2. Modalidades de Aprendizaje Interactivas

La educación virtual ha pasado de ser una experiencia pasiva a ofrecer modalidades de aprendizaje interactivas y participativas. Plataformas educativas integran elementos como videos interactivos, simulaciones y entornos virtuales que involucran activamente a los estudiantes en el proceso de aprendizaje. Esto no solo hace que las lecciones sean más atractivas, sino que también fomenta la aplicación práctica de conceptos y el desarrollo de habilidades prácticas.

3. Personalización del Aprendizaje y Adaptabilidad Curricular

La personalización del aprendizaje se ha convertido en un pilar central de la educación virtual. Los estudiantes ahora tienen la capacidad de avanzar a su propio ritmo, profundizar en áreas de interés y recibir retroalimentación personalizada. Los sistemas de aprendizaje adaptativo utilizan algoritmos para ajustar el contenido en función del rendimiento y las preferencias del estudiante, proporcionando una experiencia educativa más centrada en el individuo.

4. Enfoque en el Desarrollo de Habilidades

La educación virtual se ha alineado más estrechamente con las demandas actuales, centrándose en el desarrollo de habilidades que van más allá de la mera acumulación de conocimientos. Los estudiantes se enfrentan a tareas y proyectos que fomentan el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la creatividad y la colaboración. Estas habilidades son fundamentales para preparar a los estudiantes no solo para los desafíos académicos, sino también para el mundo laboral en constante cambio.

5. Tecnologías Emergentes y Realidad Extendida

La integración de tecnologías emergentes, como la realidad virtual (RV) y la realidad aumentada (RA), ha añadido una dimensión completamente nueva a la educación virtual. Los estudiantes pueden sumergirse en experiencias inmersivas, desde explorar civilizaciones antiguas hasta realizar simulaciones científicas complejas. Estas tecnologías no solo hacen que el aprendizaje sea más emocionante, sino que también permiten a los estudiantes visualizar conceptos abstractos de una manera tangible.

6. Colaboración Global y Redes de Aprendizaje

La educación virtual ha fomentado la colaboración global y la formación de redes de aprendizaje. Los estudiantes pueden conectarse con compañeros de todo el mundo a través de plataformas en línea, participar en proyectos colaborativos y compartir experiencias culturales. Esta conectividad global no solo enriquece la experiencia educativa, sino que también prepara a los estudiantes para trabajar en entornos cada vez más interconectados.

7. Evaluación Continua y Formativa

La evaluación en la educación virtual ha evolucionado hacia un enfoque más continuo y formativo. En lugar de depender en gran medida de exámenes puntuales, los estudiantes son evaluados de manera constante a lo largo del curso a través de tareas, proyectos y discusiones en línea. Esta forma de evaluación proporciona retroalimentación regular, permitiendo a los estudiantes comprender y abordar áreas de mejora de manera más efectiva.

8. Soporte Tecnológico y Recursos Accesibles

La infraestructura de soporte tecnológico ha mejorado significativamente en la educación virtual. Los estudiantes cuentan con acceso a una variedad de recursos en línea, desde bibliotecas digitales hasta herramientas de colaboración en línea. La disponibilidad de recursos accesibles contribuye a una experiencia de aprendizaje más completa y equitativa.

Desafíos y Reflexiones Éticas

Aunque la educación virtual ha traído consigo beneficios significativos, también plantea desafíos y reflexiones éticas. La brecha digital, la seguridad de los datos y la necesidad de equidad en el acceso son cuestiones cruciales que deben abordarse cuidadosamente para garantizar que los beneficios de la educación virtual lleguen a todos los rincones de la sociedad.

Un Nuevo Paradigma Educativo

En conclusión, la educación virtual ha experimentado una transformación radical que redefine el paradigma educativo. Los estudiantes se benefician de un acceso global a la educación, modalidades de aprendizaje más interactivas, y la capacidad de personalizar su experiencia de aprendizaje. A medida que la educación virtual continúa evolucionando, es esencial abordar los desafíos restantes y garantizar que esta revolución educativa beneficie a todos los estudiantes, preparándolos para un futuro lleno de oportunidades y descubrimientos en el mundo virtual y más allá.

Fuente de la Información: https://www.redem.org/la-transformacion-educativa-nuevos-horizontes-en-la-educacion-virtual-para-estudiantes/

 

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Ecología Social:Por una ecología de la clase obrera

Por una ecología de la clase obrera

Suzanne Icarie

Para aclarar los malentendidos teóricos y los obstáculos a la necesaria alianza entre el movimiento ambientalista y la clase obrera, Paul Guillibert ensaya una ecología política del trabajo. Y hace un llamado a reactivar el ecologismo obrero.

Sobre Paul Guillibert, Exploiter les vivants. Une écologie politique du travail, París, Amsterdam, 2023.

Inicialmente estructurado en torno a la “huelga escolar” y la estrategia estudiantil inaugurada por Greta Thunberg en 2018, el movimiento ambiental internacional aún no ha convergido masivamente con el movimiento obrero, a pesar del continuo empeoramiento de la crisis ecológica y una notable intensificación de la lucha de clases, como se vio en Francia con la revuelta de los Gilets Jaunes y los movimientos contra las pensiones en 2019 y 2023. Mientras que algunos “huelguistas ambientales” se plantean ahora modos de acción más radicales, como la recuperación de tierras o el “desarme” de infraestructuras destructoras del medioambiente, siguen siendo pocos los interesados en llevar a cabo acciones localizadas en los lugares centrales de la producción capitalista y en colaboración con los trabajadores empleados en sectores estratégicos, como la energía o el transporte. Convencido de que los malentendidos teóricos son uno de los obstáculos que se oponen a esta necesaria alianza entre los activistas medioambientales y la clase obrera, el filósofo Paul Guillibert propone en su último libro, Exploiter les vivants. Une écologie politique du travail (Explotar a los vivos: una ecología política del trabajo), una aclaración conceptual centrada en dos cuestiones.

En primer lugar, sintetiza los trabajos de las ciencias humanas y sociales para convencer a quienes se preocupan por la crisis ecológica de que la catástrofe actual es en gran medida el resultado de las diversas formas capitalistas de explotación del trabajo. En segundo lugar, en el capítulo central de su libro, Guillibert propone reexaminar el concepto de “poner a trabajar la naturaleza” desarrollado por el geógrafo marxista Jason W. Moore. ¿Afirmar que el capitalismo contemporáneo “pone a trabajar a la naturaleza” a escala planetaria significa que los capitalistas someten a los agentes “no humanos” a una forma de explotación idéntica o comparable a la de los trabajadores humanos?

Para Guillibert, esta cuestión no es un simple juego de lenguaje. Tiene fuertes implicaciones políticas, que desarrolla en el tercer capítulo de su libro, de orientación más estratégica que los dos precedentes. En su opinión, solo una disminución radical de la producción, acompañada de la emergencia de un nuevo imaginario político, permitirá luchar contra el ecocidio planetario en curso. A diferencia de los defensores no marxistas del decrecimiento, que tienden a pensar en términos individuales, el planteamiento de Guillibert pretende vincular esta consigna con el cuestionamiento del capitalismo y la defensa del comunismo como única alternativa viable a este modo de producción ecocida.

Aunque afirma que asignar un papel estructurador a los trabajadores de la industria y la energía en las futuras luchas políticas “tiene mucho sentido en vista de la centralidad de la energía en la producción capitalista” [1], Guillibert no examina con precisión las formas en que esta clase obrera cuestionará la producción capitalista y destructiva y la sustituirá por una forma más democrática de organización económica que sea, sobre todo, compatible con la continuación de la vida en la Tierra. Pero el objetivo de Exploiter les vivants no es señalarle a los trabajadores qué forma adoptará el control obrero de la producción ecológica. Su meta principal es convencer a los simpatizantes del movimiento medioambiental y a los intelectuales ligados a él de que dejen de dar la espalda a la categoría de “trabajo” en sus teorías y prácticas.

Una perspectiva marxista del ecocidio en curso

En términos teóricos, los primeros interlocutores de Guillibert fueron los pensadores críticos de la ecología política que estudiaron el ecocidio situando el género, la colonialidad y el estudio de la tecnología en el centro de su pensamiento. Sin dejar de reconocer el gran valor de sus trabajos, Guillibert sostiene que convendría combinarlos con un enfoque marxista de la crisis ecológica actual.

Este enfoque marxista, que se afirma en la introducción, evita los dos principales escollos de la ecología tal y como la promueven las clases dominantes. Volviendo a la definición de Marx del capitalismo como modo de producción que combina tecnología, producción y consumo, muestra que la transición ecológica no se producirá como resultado de la innovación tecnológica o de cambios en el comportamiento individual. De la misma manera, pensar en la transición como un cambio necesario y drástico del modo de producción previene contra la tendencia al desprecio ecológico de clase, por el cual quienes no tienen los medios para afrontar la transformación de sus modos de consumo son acusados inmediatamente de “negacionismo climático” por aquellos entre las clases medias y altas que poseen “consciencia climática”. Sin embargo, la lección que saca Guillibert de la revuelta de los Chalecos Amarillos es que, lejos de estar reñidas con la ecología, las clases trabajadoras de los países imperialistas pueden producir una visión de futuro alternativa a la transición ecológica que las clases dominantes intentan imponerles.

Para persuadir a los partidarios de la ecología política radical del papel esencial que tienen los trabajadores en la lucha contra el desastre ecológico, Guillibert comienza destacando el hecho de que las relaciones de clase han sido fundamentales en la historia de la crisis ecológica desde la era moderna. Se remonta a varios siglos antes de la Revolución Industrial inglesa del siglo XVIII, que condujo a la generalización de la relación salarial y a la consiguiente utilización de combustibles fósiles. Basándose en particular en los trabajos de los historiadores del medio ambiente Jean-Baptiste Fressoz y Fabien Locher [2], Guillibert sostiene que fue el desarrollo de las primeras economías coloniales y esclavistas a partir del siglo XV lo que inauguró la catástrofe ecológica que sigue desarrollándose hoy en día.

Si bien el trabajo asalariado se convirtió en la principal forma de explotación laboral con la progresiva extensión del capitalismo industrial y de los combustibles fósiles por todo el mundo, el autor señala que dicha explotación del trabajo asalariado fue posible gracias a la apropiación de otras formas de trabajo, en particular el trabajo en régimen de servidumbre en las colonias y el trabajo reproductivo, realizado principalmente por las mujeres en el hogar. La explotación asalariada también se basa en la apropiación de la “naturaleza”, que Guillibert propone definir aquí como todas las realidades que los capitalistas consideran que no tienen valor de cambio y que, por tanto, pueden apropiarse gratuitamente.

Demostrar que el capital acuerda valor solo a una parte del trabajo explotado y de las fuerzas naturales apropiadas no tiene únicamente importancia teórica. Si ciertas feministas marxistas de los años 60 y 70 promovieron una definición del trabajo más inclusiva que la que figura en El Capital de Karl Marx, fue para dar armas a los movimientos de liberación de la mujer más radicales de su época. Del mismo modo, al denunciar la concepción reduccionista e inerte que tiene el capital respecto a la naturaleza, Guillibert pretende dotar a los pensadores ecologistas radicales con herramientas de lucha suplementarias.

El enfoque adoptado en Exploiter les vivants también se inspira en el Libro I de El Capital en la medida en que Guillibert opta por centrarse en las características específicas del modo de producción capitalista. En su opinión, el extractivismo puede definirse como el modo típicamente capitalista de apropiación de la naturaleza. A diferencia de la socialización de la naturaleza en las sociedades donde no domina el capitalismo, el extractivismo se practica sin ninguna contrapartida religiosa o simbólica. Por lo tanto, no tiene límites. El modo de producción capitalista es también el único que separa radicalmente las actividades de subsistencia de las demás actividades sociales. Así, para Guillibert, como para muchas feministas marxistas antes que él, el “trabajo doméstico” como actividad de producción y reproducción de la vida, separada de la esfera productiva, solo existe bajo el capitalismo. Del mismo modo, el filósofo coincide con la socióloga Jocelyne Porcher en que el trabajo animal alienado solo existe en el contexto de la producción capitalista y, en particular, en las granjas industriales. Para Guillibert, las formas de resistencia que los animales son capaces de desplegar en esas granjas son la prueba de que los humanos no son los únicos desposeídos de su “ser genérico” por el modo de producción capitalista.

Los trabajadores en el centro de la transición ecológica

Según Guillibert, los ecologistas tienen todas las de ganar si desarrollan nuevas estrategias a partir de los lugares donde desarrollan su actividad los trabajadores, a condición de que asuman la constatación de que el capital domina conjuntamente la naturaleza, el trabajo humano y el trabajo “no humano”. Mientras que las “huelgas ambientales” a menudo se han contentado con retomar métodos de movilización inventados por la clase obrera, el movimiento ambiental debe ahora ir más lejos y apoyar más sistemáticamente las movilizaciones obreras en favor de una auténtica reconversión ecológica, en la línea de las luchas llevadas a cabo por los trabajadores de la refinería Total de Grandpuits o por los antiguos trabajadores de la planta subcontratista de automóviles GNK de Florencia.

En función de alentar a que ese tipo de acciones se multipliquen, Guillibert recuerda a lo largo de su libro una serie de episodios emblemáticos del “ecologismo obrero”. Desde las primeras décadas de la industrialización, los miembros de esta clase se han movilizado políticamente con frecuencia contra los efectos nocivos del modo de producción capitalista sobre sus cuerpos y sobre los lugares donde viven. Desde principios del siglo XX, algunos sindicatos estadounidenses de trabajadores de la madera fueron aún más lejos al reivindicar una gestión racional de los bosques: consideraban que esas prácticas conservacionistas eran inseparables de la mejora de sus propias condiciones de vida y de trabajo. A la cabeza del Sindicato de Trabajadores del Petróleo, la Química y la Energía Atómica (OCAW) y en contacto con los trabajadores de Shell, el activista estadounidense Tony Mazzochi proclamó a principios de los años 70 la necesidad de preparar la reconversión de los trabajadores del sector petrolero hacia actividades menos destructoras de los cuerpos y de la naturaleza. Guillibert señala que el plan de reconversión ecológica propuesto por Mazzochi hace cincuenta años era mucho más radical en su contenido que la “transición justa” preconizada desde 2010 por las burocracias sindicales representadas a escala mundial por la CSI (Confederación Sindical Internacional).

Convencido de que la alianza entre el movimiento ambientalista y los trabajadores a favor de la transición ecológica vendrá desde abajo, Guillibert no subestima las dificultades que también existen en este plano. Si bien considera que la condena en 2012 contra el grupo siderúrgico ILVA, que empeoró la vida de todos los habitantes y trabajadores de la ciudad italiana de Taranto, es una victoria conjunta de los movimientos ecologistas y del mundo del trabajo, muestra que el vínculo entre el sindicalismo de base en la fábrica y el sindicalismo más comunitario dirigido por los movimientos de mujeres y de residentes locales no es algo que se haya dado de forma evidente ni automática.

Hacia una teoría ecológica del capitalismo

Al tiempo que defiende las aportaciones teóricas y prácticas del enfoque marxista a la crisis ecológica, Guillibert afirma que esta catástrofe es también una oportunidad para que la tradición filosófica de la que él proviene se actualice desarrollando “una teoría ecológica del capitalismo”. En particular, insta a sus colegas marxistas a no reducir el ecocidio a la crisis climática, porque tal reducción les lleva a propugnar soluciones que él considera que confían demasiado en el progreso tecnológico y que están demasiado centradas en los países del Norte global.

En este sentido, Guillibert critica el plan de batalla propuesto por Matt Huber en 2022 en su ensayo Climate Change as Class War: Building Socialism on a Warming Planet. A pesar del título de su libro, que hace referencia a una escala planetaria, Matt Huber plantea que la transición energética puede comenzar con la socialización del sector de producción de electricidad en Estados Unidos, en la medida en que se trata de un área especialmente estratégica y sindicalizada en el corazón de uno de los principales países emisores de gases de efecto invernadero. Sin negar la importancia del trabajo de Huber, Guillibert considera que uno de los límites de este “socialismo en un solo sector” y en un solo país es que no se enfrenta a la catástrofe ecológica a la escala a la que se está desarrollando: la del sistema-mundo capitalista.

Siguiendo el ejemplo del peruano José Carlos Mariátegui y del trinitense Eric Williams, los pensadores marxistas del Sur han demostrado desde hace más de un siglo que los hombres blancos asalariados y sindicalizados están lejos de ser los más explotados en el contexto de un capitalismo cada vez más globalizado. Desde la época de las primeras plantaciones, la división capitalista del trabajo también ha producido y reproducido relaciones de dominación racial, que los pensadores marxistas tienen el deber de considerar y combatir.

Para ello, es particularmente importante estudiar en detalle las diferentes formas que adopta el imperialismo en nuestro mundo poscolonial, que está sumido en formas particularmente agudas de crisis ecológica. Como demuestran los trabajos de los ecosocialistas estadounidenses John Bellamy Foster y Brett Clark, el imperialismo ecológico no es nada nuevo en el siglo XX [3]: es una de las realidades constitutivas del modo de producción capitalista. Sin embargo, con la descolonización del mundo a partir de 1945 y la multiplicación de las migraciones intercontinentales de mano de obra, ya no es posible proponer una geografía de la dominación mundial similar a la presentada por Rosa Luxemburg en La acumulación del capital. En el siglo XXI, la explotación asalariada existe mucho más allá de las fronteras de los países del centro, y los trabajadores que migran hacia allí pueden verse sometidos a formas de explotación desenfrenada que prolongan las prácticas que prevalecían en los Estados periféricos en la época de la colonización. Por lo tanto, incluso dentro de los Estados imperialistas, no toda la mano de obra está sujeta a la forma “regulada” de explotación que distinguía a los trabajadores asalariados en contraposición a los pueblos colonizados en la primera mitad del siglo XX.

Es en este sentido en el que Guillibert considera que quienes forman parte del ecologismo radical y de los movimientos de izquierda radical con base dentro de las fronteras de la Francia continental deberían apoyar más las luchas en curso en los territorios dominados por el imperialismo, ya sean países semicoloniales o de persistencia colonial, como los llamados territorios de ultramar de Francia, y, por ejemplo, no permanecer en silencio ante la operación Wuambushu en Mayotte. Con ello se hace eco de la exhortación [4] dirigida a los simpatizantes de Soulèvements de la Terre [5] por el filósofo Malcolm Ferdinand en la antología On ne dissout pas un soulèvement publicada la primavera pasada. Aunque la violencia en Sainte-Soline [6], Martinica y Mayotte no es idéntica, Ferdinand afirma no obstante que “sigue siendo algo común, dando testimonio de la misma política de destrucción de la tierra y de deshumanización de una parte de sus habitantes: una política capitalista y neoliberal impuesta por la fuerza” [7].

Guillibert comparte la observación de Ferdinand sobre la multiplicidad de relaciones de dominación que estructuran el mundo actual, y cree que no surgirá una clase ecológica en el sentido del término que le da Marx. Para luchar contra la crisis ecológica y desarrollar una “ecología de clase” en los viejos países industrializados como Francia, Guillibert sostiene que hay que apoyarse en la multiplicación de las alianzas entre grupos sociales explotados de diversas formas por el capitalismo contemporáneo. Para el filósofo, las alianzas que se forjen también deben contribuir a la emergencia de una forma de subjetividad política que vincule a los humanos y a los “no humanos”, de ahí el lugar importante que concede en su libro y en su pensamiento al trabajo animal y a la resistencia que probablemente muestren frente al modo de producción capitalista.

Contrariamente a las propuestas teóricas de Bruno Latour [8] y Andreas Malm, la amplia definición que hace Guillibert del sujeto político de la transición ecológica tiene la ventaja de demostrar que no puede tener lugar una transición “justa y eficaz” sin los trabajadores. No obstante, es una lástima que en la parte final y programática de su libro no aborde de forma más concreta las transformaciones sociales y económicas que hay que llevar a cabo en el interior de los centros de producción capitalistas para frenar la crisis ecológica.

Ecología de clases y comunismo de lo vivo

Para Guillibert, el principal reto de la “ecología de clase”, que también denomina “ecología obrera”, es luchar contra la mercantilización de todos los aspectos de la vida. En su opinión, así es como los trabajadores explotados se liberarán de su doble dependencia del trabajo asalariado y del mercado de bienes de consumo, por lo que los anima a participar de experimentos ecológicos que intenten desarrollar nuevas formas de subsistencia al margen del sistema capitalista, a escala de determinados territorios.

En el marco de los debates marxistas contemporáneos, Guillibert se sitúa así resueltamente del lado de Kohei Saito frente a la propuesta “ecomodernista” de Huber esbozada más arriba. Llegado al final de su razonamiento, considera que solo una versión mejorada del “comunismo del decrecimiento” teorizado por el filósofo japonés es capaz de alcanzar el principal objetivo de la ecología obrera: “arrancar la reproducción social a la producción capitalista”. Al igual que Saito, Guillibert vuelve a poner en el orden del día las consignas históricas del movimiento obrero marxista, como la abolición del trabajo asalariado, el fin de la división capitalista del trabajo que opone el trabajo manual al intelectual y la reducción de la jornada laboral. Saito y Guillibert añaden las del decrecimiento y el aumento de las tareas vinculadas a la reproducción ecosocial, encarnadas en particular por los trabajadores de las tareas de cuidado y del tratamiento de residuos que Guillibert destaca constantemente en su libro.

Para hacer deseable el programa de Saito, Guillibert considera que su tarea como filósofo consiste en contribuir a la emergencia del imaginario de un “comunismo de lo vivo”, atento a las causas sociales de la destrucción ecológica en curso y que tenga en cuenta las relaciones y simbiosis entre el mayor número posible de seres vivos explotados. Deja a otros la tarea de determinar la forma y la naturaleza exactas del poder que sería capaz de planificar el ambicioso programa político expuesto al final de Exploiter les vivants. Sin embargo, en la medida en que este programa prevé la reorientación de la producción hacia el trabajo de reproducción ecosocial, el racionamiento de los más ricos, la abolición de la propiedad privada y la lucha contra todas las formas de apartheid climático, es en realidad indisociable del desarrollo de una estrategia revolucionaria cuyo sujeto principal sigue siendo la clase obrera.

Notas:

[1] Paul Guillibert, Exploiter les vivants, París, Amsterdam, 2023, p. 171

[2] Jean-Baptiste Fressoz y Fabien Locher, Les Révoltes du ciel. Une histoire du changement climatique XVe-XXe siècle, París, Seuil, 2020.

[3] Brett Clark, et John Bellamy Foster. 2009. ‘Ecological Imperialism and the Global Metabolic Rift : Unequal Exchange and the Guano/Nitrates Trade’. International Journal of Comparative Sociology, 50(3-4), 311-334.

[4] Malcom Ferdinand, « Outre-mer, Pour des soulèvements décoloniaux de la Terre » en On ne dissout pas un soulèvement, París, Seuil, p. 109-112

[5] Colectivo ecologista francés radical y contestatario. Fundado en enero de 2021, se opone al acaparamiento de tierras y lucha contra determinados proyectos de desarrollo de infraestructura. (Nota del traductor)

[6] Comuna rural francesa del oeste del país donde en 2022 hubo represión contra el movimiento que se oponía a la construcción de una “mega-cuenca”. (N. del T.)

[7] Malcom Ferdinand, op. cit., p. 111

[8] Ver por ejemplo: Bruno Latour y Nikolaj Schulz, Mémo sur la nouvelle classe écologique. Comment faire émerger une classe écologique consciente et fière d’elle-même, París, La Découverte, 2022

Traducción: Guillermo Iturbide

Fuente: https://www.laizquierdadiario.com/Por-una-ecologia-de-la-clase-obrera

 

Fuente de la Información: https://rebelion.org/por-una-ecologia-de-la-clase-obrera/

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