España: Save the Children reclama cambiar el tipo de acogida de menores extranjeros

Europa/España/lasprovincias.es

El director general de Save the Children España, Andrés Conde, solicitó ayer la colaboración de la Generalitat para «impulsar algunas iniciativas de carácter nacional como la aprobación de una ley para erradicar la violencia contra la infancia y la adolescencia», pero también «el cambio del sistema de acogida y protección de menores no acompañados». Conde, en una reunión con la consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, solicitó su compromiso tanto para impulsar la citada ley como para reformar el sistema de acogida.

El portavoz de Save the Children apuntó que, en la actualidad, «se considera a estos niños un problema de orden público y no se les mira como niños que tienen derechos que tenemos que proteger». Por tanto, considera que, frente al sistema actual, en el que «resolvemos sus necesidades de alojamiento y manutención hasta que tienen 18 años y ya está», sería necesario poner en marcha un nuevo modelo, centrado en ofrecer soluciones educativas y un «itinerario de vida duradero». «El sistema tiene que evolucionar hacia algo distinto, especialmente ante el aumento actual» del número de llegadas. Asimismo, recalcó que «las competencias corresponden a las comunidades autónomas, que son las que los tutelan, por lo que tienen toda la responsabilidad al respecto, aunque es importante que las políticas nacionales den recursos a las comunidades».

Por su parte, Oltra aseguró que el Consell se va a comprometer para cambiar el marco nacional. También indicó que el nuevo modelo de atención ya está definido, con viviendas para proyectos migratorios (tres en Valencia y otra en Castellón) y alertó del progresivo aumento de llegadas: «Hay meses que el número se cuadruplica con respecto a 2016».

Fuente: http://www.lasprovincias.es/comunitat/save-children-reclama-20180112000013-ntvo.html

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Cómo una aplicación convirtió a una familia de refugiados en parte de su nueva comunidad

Una maestra de primaria comparte cómo utilizó la tecnología móvil para conectar a un padre que habla árabe con la escuela de sus hijos.

Por Erin T./TheEdvocate

Comunicarse con los padres puede ser complicado, teniendo en cuenta lo ocupada que está la gente en estos días. Enseño una clase de matemáticas de tercer grado, artes del lenguaje inglés, ciencias, estudios sociales, salud y  arte. Puede ser difícil encontrar tiempo para hacer una llamada telefónica rápida a un padre, y mucho menos para mantener a todos mis alumnos al día sobre lo que estamos haciendo en clase, y para lo que yo y mis alumnos podríamos necesitar su ayuda.

En el verano de 2015, un compañero profesor me preguntó si había oído hablar de la aplicación de comunicación Bloomz . Lo revisé y me gustó lo que vi. Muchas personas no pueden vivir sin sus teléfonos inteligentes y están conectadas en las redes sociales, por lo que Bloomz era fácil de usar para los padres. Me gustó poder enviar mensajes privados a padres individuales y también compartir fotos y recordatorios con todo el grupo. Este año, sin embargo, Bloomz ha sido más que una forma de comunicación con los padres, me ha ayudado a dar la bienvenida a una familia de refugiados a nuestra comunidad.

Traducción de una familia de refugiados

Mi escuela está poblada en su mayoría por nuevas familias de inmigrantes, así que tenemos muchos estudiantes de inglés en la escuela. La primavera pasada, tuvimos una mudanza de familia de refugiados patrocinada por el gobierno canadiense en nuestro vecindario. Cuatro de los niños se inscribieron en nuestra escuela en abril del año pasado, uno de ellos en mi clase.

Los niños vinieron a nosotros sin inglés, y fue increíble aprender junto con mi alumno mientras la veía descifrar qué hacer. Al principio, observó a los otros estudiantes y tomó sus señales de ellos, pero ahora, su inglés se está desarrollando muy bien y me hablará en oraciones completas. Ella ha sido un gran recurso para llevar mensajes a sus padres, porque saben muy poco inglés.

Esta es una historia graciosa: había estado usando Bloomz durante más de un año, pero no sabía que tenía una función de traducción. Un día, una de mis estudiantes, que es de Serbia, decía cuánto le gusta a su mamá usar Bloomz porque lo tiene traduciendo mensajes en serbio para ella. Así que le pregunté un poco más sobre eso, y fue entonces cuando me di cuenta de que la aplicación realiza la traducción instantánea en más de 80 idiomas.

Entonces, cuando mi estudiante de Siria asistió a las conferencias de padres y maestros, ayudé a su padre (a través de un intérprete) a descargar e instalar Bloomz y configurar la aplicación para que se tradujera al árabe. Estaba emocionado de que pudiera ver las cosas que estábamos haciendo todo el día y leer sobre ellas en su lengua materna. Desde entonces, he presentado lo que Bloomz puede hacer en una reunión de personal.

Creo que la capacidad de traducir nuestras actualizaciones diarias es el comienzo de conectar a esta familia con la escuela y la comunidad en general. Tienen ocho hijos, cuatro de los cuales todavía son demasiado jóvenes para ingresar al sistema escolar, por lo que si permanecen en nuestro vecindario, estarán conectados a nuestra escuela durante mucho tiempo.

Tengo la esperanza de que, después de ver mi éxito con él, otros maestros también utilizarán Bloomz para comunicarse con sus familias, y ayudará a atraer a más familias a la vida de sus hijos en la escuela. Me imagino que es difícil llegar a un nuevo país que es tan diferente al que dejó, sin hablar el idioma y pasando mucho tiempo sintiéndose aislado. Cuando podemos lograrlo, una conexión con la comunidad escolar es el primer paso para hacer que este país se sienta como en casa.

Erin T. enseña matemática de tercer grado , artes del lenguaje inglés, ciencias, estudios sociales, salud y arte en Canadá.

Fuente: http://www.theedadvocate.org/app-made-refugee-family-part-new-community/

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10 recursos para entender la situación de los refugiados en el mundo

Europa/España/elsalmoncontracorriente.es

Una selección de recursos que ofrecen datos sobre la situación de los refugiados tras el acuerdo suscrito por la Unión Europea y Turquía, tras la construcción de la Europa fortaleza y los efectos de las nuevas políticas migratorias de Donald Trump.

Según los últimos datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) hay en torno a 68.5 millones de personas refugiadas o desplazadas internamente, que han tenido que abandonar sus hogares debido a los conflictos, la violencia y la persecución.

Un panorama que no deja de empeorar ya que las políticas que pretenden cerrar las fronteras europeas a las personas refugiadas y migrantes, han convertido el Mediterráneo en la ruta más peligrosa del planeta, siendo responsables de la muerte de más de cinco mil personas, en 2016, a los que hay que añadir las 1.828 muertes en el Mediterráneo en 2017, según datos de la Organización Internacional de la Migraciones.

Ofrecemos a continuación una selección de recursos que ofrecen datos sobre la situación de los refugiados tras el acuerdo suscrito por la Unión Europea y Turquía, tras la construcción de la Europa fortaleza y los efectos de las nuevas políticas migratorias de Donald Trump.

Documentos que denuncian las condiciones extremas en las que se producen los desplazamientos, los abusos que sufren los menores y, por ello, la urgente necesidad de proteger a los niños de esta violencia y explotación.

Tremendos testimonios sobre la brutalidad y el trato vejatorio que sufren los refugiados en su camino y las enormes dificultades para su reasentamiento.

Las personas refugiadas en España y Europa Informe 2017. CEAR


Analiza la situación de las personas refugiadas en el mundo, en la Unión Europea y, principalmente, en España a lo largo de 2016. Asimismo, tal y como ha anunciado la Comisión Europea, muestra como los Estados incumplirán los compromisos de reubicar y reasentar a 182.504 personas refugiadas antes de la finalización del plazo en septiembre de 2017. Solo se acogerá al 25% de las 160.000 personas que se comprometieron a reubicar. Se trata de un fracaso en toda regla que desnuda la falta de voluntad política y la claudicación ante los sectores xenófobos, que están protagonizando un avance electoral muy preocupante en la mayor parte de la UE.

 

Enfrentando muros. Amnistía Internacional

Cientos de miles de personas huyen cada año de la violencia extrema en El Salvador, Honduras y Guatemala y piden asilo en México y Estados Unidos. Este informeanaliza el duro efecto que la orden ejecutiva de seguridad fronteriza dictada por el presidente Donald Trump tendrá sobre estas personas, así como la complicidad del gobierno mexicano a la hora de devolver a esta gente al peligro del que huyeron.

 

Migregroup

Migregroup es una red europea y africana de investigadores y activistas que trabajan para denunciar las condiciones de detención y poner fin a los centros de internamiento de extranjeros y hacer un seguimiento de la política de externalización de fronteras de la Unión Europea. Su página web ofrece mapas actualizados con las localizaciones de los diferentes centros de internamiento, experiencias, análisis de políticas migratorias, etc.

 

Disparen a los refugiados: la construcción de la Europa Fortaleza. Miguel Urban y Gonzalo Donaire

Disparen a los refugiados, claman los líderes de las nuevas formaciones xenófobas ante la llegada creciente de demandantes de asilo a Europa. Y las mismas élites que se escandalizan levantan muros, externalizan fronteras y militarizan el Mediterráneo, convertido hoy en la ruta migratoria más mortífera del mundo. La UE y sus Estados miembros han declarado la guerra a las personas migrantes, abrazando una xenofobia institucional y construyendo una Europa Fortaleza que provoca miles de muertes y conlleva recortes de derechos y libertades generalizados.

 

Infancias invisibles: menores extranjeros no acompañados víctimas de trata y refugiados en España. Save the Children

En el mundo de hoy, aumenta el número de niños y niñas que migra, y se hacen más complejos los flujos migratorios: en ellos se mezclan migrantes, víctimas de trata con fines de explotación y aquellos que escapan de guerras y persecuciones. Además,son niños y niñas cada vez más jóvenes: del 2000 al 2015, los migrantes menores de 4 años aumentaron en un 41%.

 

Reasentamiento, Revista Migraciones Forzadas

Examina algunas de las modalidades y retos del reasentamiento con el fin de arrojar luz sobre los debates sobre cómo y cuán bien se gestiona el reasentamiento, si es un buen uso de los fondos y la energía que utiliza, y si es una buena solución para los refugiados. Contiene 33 artículos sobre el Reasentamiento, además de una minisección sobre Los riesgos tras la deportación y su seguimiento y cuatro artículos sobre otros temas relacionados con la migración forzada.

 

Welcome Refugees. Revista Por la Paz

Mientras la Unión Europea (UE) llega a acuerdos para retornar personas refugiadas con países tan poco seguros en materia de derechos humanos como Turquía o Afganistán; mientras la gran mayoría de los países europeos muestran un vergonzoso pesar a la hora de acoger personas en necesidad de protección; mientras parece que los discursos de los partidos xenófobos van teniendo cada vez mayor respaldo; mientras que, en definitiva, muchas instituciones nos están fallando como acreedoras de los derechos y libertades fundamentales; una parte de la ciudadanía se está moviendo para hacer valer por encima de todo los principios de solidaridad. Este monográfico da visibilidad a este activismo solidario y a las protestas sociales pacíficas que quieren contrarrestar el discurso del miedo y hacer frente a unas decisiones políticas que ponen límites inaceptables a las garantías legales y éticas en materia de derechos humanos

Ante todo son niños: Proteger a los niños y las niñas en tránsito contra la violencia, el abuso y la explotación. UNICEF

Millones de niños y niñas están cruzando las fronteras internacionales. Estos niños huyen de la violencia y los conflictos armados, los desastres y la pobreza, en busca de una vida mejor Cientos de miles se están desplazando en solitario. Ante la imposibilidad de hacerlo legalmente, utilizan rutas peligrosas y recurren a contrabandistas para ayudarles a cruzar las fronteras . Graves lagunas en la legislación, las políticas y los servicios con los que se pretendía proteger a los niños en tránsito dejan a los niños refugiados y migrantes desprovistos de protección y atención. En medio de privaciones, desprotegidos y a menudo solos, los niños en tránsito pueden convertirse en presas fáciles de traficantes y otros individuos que los someten a abusos y explotación.

 

A dangerous game: The pushback of migrants, including refugees, at Europe’s borders. Oxfam Intermon

Testimonios de la violencia, la brutalidad y el trato vejatorio que a menudo sufren los refugiados y migrantes que atraviesan la ruta de los Balcanes occidentales por parte de las autoridades policiales. Estas personas que huyen de la guerra, la persecución y la pobreza denuncian palizas, robos y un trato inhumano a manos de la policía, la guardia fronteriza y otras fuerzas de seguridad.

Realizado por Belgrade Centre for Human Rights (BCHR) y la Macedonian Young Lawyers Association (MYLA) con el apoyo de Oxfam. El informe incluye testimonios de víctimas de estos abusos en Serbia, Hungría, Croacia, Bulgaria y la Antigua República Yugoslava de Macedonia.

Nacido en Siria

Es un documental dirigido en 2016 por Hernán Zin (85 minutos), rodado en 11 países, que narra el periplo de los refugiados sirios que huyen del horror de la violencia, pero desde la mirada de siete niños: los abusos de las mafias, las inclemencias del mar, la incertidumbre sobre un futuro al que la gran mayoría se enfrenta apenas con lo puesto, y los problemas de integración que surgen al llegar a una tierra, que es hostil.

El mayor éxodo de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial visto a un metro y medio de altura a través de siete historias de guerra, sufrimiento y desesperación… pero también de superación, inocencia, valor y esperanza, que nos permitirán entender qué significa haber nacido en Siria.

Fuente: http://www.elsalmoncontracorriente.es/?10-recursos-para-entender-la
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«¿Por qué los niños deben ser víctimas de las guerras de los mayores?»

21 de febrero de 2017/Fuente: www.elperiodico.com

Testimonios de padres y menores muestran la cara más injusta del drama de los refugiados.

«¿Por qué los niños deben ser víctimas de las guerras de los mayores?», se pregunta una familia de refugiados que explica en esta líneas su testimonio, recogido por Save The Children, junto con el de otros padres y críos que viven el mismo infierno. Su futuro, un futuro sin sangre, está en las manos de todos los que este sábado acudan a la gran manifestación a favor de los refugiados bajo el lema ‘¡Queremos acoger!’. Desde enero del 2015 a septiembre del 2016, más de 660.000 niños solicitaron asilo en Europa. En las vidas de los protagonistas, varadas en distintos campos de refugiados y que cuentan a continuación en primera persona, están todas las razones.

AMENA (5 años) Y SAMER (8)
ITALIA

«En Siria solo hay dos opciones: o robas o mueres de hambre. ¿Qué futuro tienen los niños? -se pregunta Fadi, padre de Amena y Samer-. Un futuro de sangre. ¿Por qué los niños deben ser las víctimas? Los niños son inocentes, por qué los meten en medio de las guerras. Si quieren luchar, que se vayan fuera y los dejen solos. Pero no, bombardean a las familias y a los niños. Y uno ya no sabe quién es terrorista, quién está a tu lado o en contra. Necesitaba dinero para el tratamiento de mi hija, que necesita oxígeno, y decidí que nos fuéramos a Libia. Allí no había trabajo y no era seguro. Traficantes humanos nos engañaron. Nos hablaron de un barco confortable, con solo 100 o 150 personas, para ir a Europa. 1.200 dólares por cabeza. Esperamos mes y medio. Cuando llegó el día, vi un barco lleno, conté hasta 300 personas. Cada vez que la embarcación golpeaba las grandes olas pensaba que era nuestro final. Tras 10 horas de travesía el motor se paró… La botella de oxígeno de Amena se acababa. Entonces vimos el barco de Save the Children y lloré. Mi hija estaba muy enferma y se la llevaron en helicóptero al hospital. Espero trabajar y dar a mis hijos una buena educación”.

YAMAN (5) Y MOHAMMED (3)
JORDANIA

«Nuestra vida en Siria era muy sencilla -relata Abdul, progenitor de Yaman y Mohammed-. Somos granjeros, trabajábamos en granjas. Vivíamos juntos en una casa a las afueras del pueblo nueve hermanos y tres hermanas. Una noche empezaron a disparar a nuestra casa. Yaman estaba aterrorizado. Dejó de hablar. Mohammed empezó a tener fiebre alta y convulsiones. Decidimos partir a Jordania, al campamento Zaatari. Fue el inicio de nuestra miseria. La carretera no era segura por los bombardeos. Era en febrero, con la lluvia y la nieve. Tuvimos que atravesar el desierto, una inhóspita área. El viaje duró 25 días. Cuando llegamos al campamento de Zaatari, solo con las ropas en nuestras espaldas, no pudimos conseguir los servicios médicos que necesitábamos debido a que había muchos refugiados y enfermedades. Mohammed tenía convulsiones y hasta seis meses después no pudieron llevarle al hospital. Yaman necesitaba terapia psicológica para controlar su miedo. Fue tratado poniéndolo a jugar con otros niños. Jugar con ellos le ayudó a recuperarse. Empezó a hablar. Y dejó de ser agresivo y egoísta. Ahora comparte juguetes con sus amigos”.

“Me gustaría vivir en mi casa en Siria. Es un país bonito” (Yaman)

AAYIZ (11), ZAIN (8) Y BARAKA (4)
IRAK

«Abandonamos Qayyarah por los combates, era demasiado peligroso quedarse -explica Bahlul, padre de Aayiz, Zain y Baraka-. Queríamos ir al campo de Debaga, en el norte, pero no teníamos dinero para pagar a los contrabandistas. Este campamento está bien [Jad’ah] pero queremos volver a casa, a Gwer. Hace dos años fue tomada como base por las fuerzas de Irak y no creo que haya familias que vivan ya allí. Nosotros tenemos aún parientes en Mosul aunque desde julio pasado no sabemos cómo están».
«La vida en el estado islámico es difícil -prosigue Noora, la madre-. Yo tenía que llevar el burka que cubría mis ojos y no veía nada. No estaba permitido el móvil y solo podía salir de cadas con mi marido. Era muy frustrante. Mi hijo Aayiz hace tres años que no va a la escuela y Zain nunca ha ido. Los niños quieren aprender y nosotros necesitamos que ellos estudien para que tengan un buen futuro. Pero más que nada queremos volver a casa”.

WAFAA (19)
LÍBANO

Había una guerra. Un bombardeo.Estuvimos bajo asedio durante nueve meses. Muchas chicas se casan pronto debido a la guerra y las violaciones. Los padres no rechazan a nadie que pida a una niña para casarse. Tienen miedo de las violaciones. Las chicas que se van ya no regresan. Las matan, violan o cosas así. Si no hubiera sido por la guerra hubiera continuado mis estudios, no me hubiera casado. A los 16 años, las chicas son demasiado jóvenes para casarse. Pero lo tenemos que hacer. Yo tenía miedo al principio, pero cuando mi marido me pidió en matrimonio me sentí más segura. Fue herido y me dijo que me fuera de Siria. Murió. Ahora vivo con mis padres en una pequeña tienda y mi hijo en el norte de Líbano. Si trabajo, como. Si no, no como. He perdido la esperanza de volver a los estudios porque no tengo dinero. Ahora me preocupa mi hijo. Desearía que pudiéramos volver a Siria y que tuviera una educación».

ROHULLAH (11) Y OBAID (9)
AFGANISTÁN

«Era feliz en Pakistán. Tenía a mis amigos -cuenta Obaid-. Jugábamos con otros niños. Había muchas áreas abiertas. Nos gustaba Pakistán pero la policía acosaba a nuestros mayores. Cuando la policía venía a nuestra casa teníamos miedo. Cogía a cualquiera de las personas que había y se las llevaban. Cuando los llevaban a la cárcel les hacían trabajar como castigo. Eran azotados y golpeados por los policías”.

“Yo quiero estudiar pero no sé cómo -lamenta Rohullah-. No sé cómo poder ir a la escuela en Afganistán”.

“No sabíamos el procedimiento [para registrarse como refugiados en Pakistán]. Cuando mis hijos veían los coches de la policía corrían dentro de la casa -recuerda Faqir, el padre-. Miles de personas se enfrentaban a la misma amenaza, especialmente durante la noche. Les llevaban a la cárcel. O pagabas o te deportaban. La situación en Pakistán era mejor porque podíamos encontrar trabajo, la comida era barata y no pagábamos alquiler. Aquí en Afganistán [fueron deportados de Pakistán] no encontramos trabajo. Me gustaría poder conseguir apenas pan. No tengo grandes deseos, solo sobrevivir. Desearía que mis hijos se escolarizaran pero no creo que pueda ser. Mi prioridad es curar la pierna de Obaid. Hace frío por las noches aquí. Tenemos solo una manta para dos o tres niños. Estos días estoy muy preocupado. Dentro de cuatro días me vendrá el alquiler y no puedo pagarlo”. [FAQIR JAN, EL PADRE]

MAHMOUD

IRAK

«Antes del 2014 trabajaba de yesero en Erbil -señala este padre-. Tengo cuatro hijas, de 2, 4, 8 y 10 años. Antes del estado islámico mis hijas iban a la escuela y les encantaba. Después, el contenido escolar cambió y dejaron de ir. Todas las lecciones eran militares. Incluso las matemáticas. Les hubieran enseñado: una bala más otra bala igual a dos balas. Hace una semana, cuando los combates se acercaron al pueblo, el EI nos llevó junto con cien familias andando a Surouj, donde los helicópteros iraquís nos atacaron. Nos quedamos atrapados entre dos pueblos bajo los disparos. El líder tribal nos dijo de volver al nuestro y regresamos. Pero oímos que el EI quería matar a ese líder y decidimos huir todos. Nos costó mucho llegar al campamento de Jad’ah, pero la gente durante el viaje nos trató muy bien. Aquí en el campamento estamos contentos de que vayan a abrir una escuela, enviaremos a nuestras hijas. No necesitamos nada más. No sé cuánto tiempo estaremos, pero de momento las cosas están bien. Lo único es que no nos hemos cambiado de ropa desde hace 10 días y no tenemos nada más».

MAHLER, VOLUNTARIO
LÍBANO

«Soy voluntario con Save the Children y hago visitas a los campos de refugiados sirios. Cada mes organizamos sesiones. Hoy hablaremos de los matrimonios tempranos. Hay 10 participantes. La mayoría están en contra. Les he explicado muchos efectos negativos que desconocen. Los padres desean casar a sus hijas pronto para aseguarse que alguien se responsabilice de ellas, pero hay otros muchos problemas, psicológicos y de salud. Al cabo de un año o incluso meses, cuando se divorcian y más si tienen niños, los problemas aumentan. Hay muchos casos de niñas que mueren al dar a luz porque sus cuerpos no están preparados. Además, estas niñas divorciadas son consideradas de segunda clase, como viudas, porque ya no son vírgenes. Desde Save the Children cuando nos enteramos de un caso de enlace temprano vamos a hablar con los padres y les advertimos de sus efectos. Proponemos alternativas, como la educación. [Más del 6% de las niñas sirias de 12 a 17 años en Líbano están casadas]».

Fuente: http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/ninos-refugiados-manifestacion-barcelona-5844990

Imagen: estaticos.elperiodico.com/resources/jpg/3/9/refugiados-amena-and-brother-samer-1487337561993.jpg

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Oportunidades perdidas

Por: Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados

“Los refugiados se enfrentan a dos viajes, uno que lleva a la esperanza, otro a la desigualdad. Depende de nosotros llevarlos por el camino correcto”.

Cuando la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para Los Refugiados comenzó su trabajo el primero de enero de 1951, se le dieron tres años para completar sus labores para ayudar a millones de refugiados europeos que quedaron sin hogar o en el exilio después de la guerra. En ese momento, se consideraba que tres años eran suficiente para resolver los problemas de los refugiados, y después de lo cual, según se esperaba, la labor del ACNUR estaría completa.

Hoy hay 16,1 millones de refugiados bajo el mandato del ACNUR en todo el mundo. Más de la mitad son niños, y seis millones están en edad escolar primaria y secundaria. El tiempo promedio que un refugiado pasa en el exilio es de cerca de 20 años. Veinte años son más que una niñez entera, y representan una porción significativa de los años productivos de una persona. Debido a este panorama, es crítico que pensemos más allá de la supervivencia básica de los refugiados. Los refugiados tienen habilidades, ideas, esperanzas y sueños. Ellos enfrentan grandes riesgos y desafíos pero, como se ejemplificó con los inspiradores logros del Equipo Olímpico de Atletas Refugiados, también son personas fuertes, resilientes y creativas, con energía y motivación para forjar sus propios destinos, si se les da la oportunidad.

Asegurarse de que los refugiados tengan acceso a la educación está en el corazón del mandato del ACNUR para proteger a la creciente población de refugiados del mundo, y es central para su misión de encontrar soluciones a largo plazo para la crisis de los refugiados. Sin embargo, a medida que aumenta el número de personas forzosamente desplazadas por los conflictos y la violencia, la demanda por la educación naturalmente crece y los recursos de los países que los albergan están muy presionados.

De los seis millones de refugiados bajo el mandato del ACNUR que se encuentran en edad escolar, 3,7 millones no tienen un centro educativo al que asistir. Los niños refugiados son cinco veces más susceptibles a quedar fuera de las escuelas, en comparación con niños no refugiados. Solo el 50 por ciento tiene acceso a la educación primaria, comparado con el nivel global de más de 90 por ciento. Y a medida que crecen, las diferencias se hacen abismales: 84 por ciento de los adolescentes no refugiados asisten a los primeros años de educación secundaria, pero únicamente 22 por ciento de los adolescentes refugiados tienen la misma oportunidad. A un nivel educativo más alto, solo un uno por ciento asiste a la universidad, en comparación con un 34 por ciento a nivel mundial.

“La educación le permite a los niños y jóvenes a prosperar, no solo sobrevivir”.

Las historias personales en este reporte muestran que los niños y jóvenes refugiados, sean mujeres o hombres, niños o adolescentes, sea que vivan en ciudades, pueblos, campamentos u otros asentamientos, consideran a la educación como una necesidad básica, y no como un lujo. Sin embargo, los obstáculos para un participación completa en la educación formal son considerables.

La gran mayoría de los refugiados en el mundo, un 86 por ciento, están en regiones en desarrollo, con más de un cuarto en los países menos desarrollados. Más de la mitad de los niños refugiados que no asisten a la escuela están en siete países: Chad, República Democrática del Congo, Etiopía, Kenia, Líbano, Paquistán y Turquía. Los refugiados a menudo viven en zonas donde los gobiernos están luchando para poder educar a sus propios niños. Estos gobiernos enfrentan la labor adicional de contar con espacios para escuelas, maestros capacitados y materiales de enseñanza para las decenas, e inclusive centenas de miles de recién llegados, quienes a menudo no hablan el mismo idioma y pierden, en promedio, tres o cuatro años de educación.

Los obstáculos para una participación en la educación formal son considerables.

A finales de 2015, 6,7 millones de refugiados vivían en situaciones prolongadas. Los refugiados atrapados en desplazamiento forzado por periodos tan largos se ven a sí mismos en un estado de limbo. Puede ser que sus vidas no estén en riesgo, pero sus derechos básicos y sus necesidades económicas, sociales y psicológicas esenciales continúan sin estar satisfechas. A pesar de los esfuerzos para expandir la educación para más niños y jóvenes refugiados, el peso de los números ha causado que la asistencia haya caído en los últimos años, inclusive en países donde se han realizado determinados esfuerzos para llevar a más niños refugiados a las escuelas.

A pesar de que algunas situaciones prolongadas de refugiados han durado más de dos décadas, la educación para los refugiados está financiada en gran parte por fondos de emergencia, dejando poco espacio para planificación a largo plazo. Tradicionalmente, la educación de los refugiados no se contempla en los planes nacionales de desarrollo o en la planificación del sector educativo, pero algunos de los principales países de acogida están tomando pasos en la dirección correcta. Sin embargo, el acceso y la conclusión de la educación por parte de los refugiados raramente se monitorea a través de sistemas nacionales de monitoreo, lo que significa que los niños y jóvenes refugiados no solo están en desventaja, sino que también sus necesidades educativas y logros continúan ampliamente invisibles.

La retribución por la inversión en educación es inmensa y tiene un gran alcance. Existe una sólida evidencia de que la educación de calidad les da a los niños un lugar seguro, así mismo puede reducir el matrimonio infantil, el trabajo infantil, los trabajos de explotación y peligrosos, y el embarazo adolescente. Les da la oportunidad de hacer amigos y encontrar mentores, y les da habilidades para la auto resiliencia, resolver problemas, pensamiento crítico y trabajo en equipo. Les mejora los prospectos laborales y les aumenta la confianza y la autoestima.

La educación les permite a los niños y jóvenes prosperar, no solo sobrevivir. No poder darle educación a 6 millones de refugiados en edad escolar, por otro lado, puede ser sumamente dañino, no solo para los individuos, sino también para sus familias y la sociedad, perpetuando los ciclos de conflicto y por ende, el desplazamiento. Esto significa oportunidades perdidas para el desarrollo sostenible y pacífico en nuestro mundo. Como lo ilustra este reporte, la educación es central tanto para estas metas de paz y desarrollo, como para ayudar a los niños refugiados a desarrollar su potencial.

La retribución por la inversión en educación es inmensa y tiene un gran alcance.

Hace un año, miembros de las Naciones Unidas establecieron una agenda de acción global para los próximos 15 años. El Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos” no puede ser alcanzado para 2030 sin satisfacer las necesidades educativas de las poblaciones vulnerables, incluyendo refugiados, apátridas y otras personas forzosamente desplazadas. El efecto multiplicador que tiene la educación en los otros objetivos, como erradicar la pobreza y el hambre, promover la equidad de género y el crecimiento económico, ilustra el importante rol de la educación para el cumplimiento de los objetivos.

Con la reunión para la Cumbre de la ONU sobre Refugiados y Migrantes, así como la Cumbre de Líderes, encabezada por el Presidente de los Estados Unidos, el ACNUR está llamando a una mayor colaboración entre gobierno, agencias humanitarias, socios de desarrollo y sector privado, para abordar los grandes vacíos en brindar educación de calidad para todos los refugiados.

Estamos empezando a reconocer la escala de este problema. En mayo de este año, gobiernos, compañías y filántropos se reunieron en la Cumbre Humanitaria Mundial en Turquía para crear el Fondo “La educación no puede esperar”, una iniciativa para satisfacer las necesidades educativas de millones de niños y jóvenes afectados por las crisis en todo el mundo.

Pero no estamos actuando lo suficientemente rápido. Muy a menudo, la educación para los niños refugiados se ve como un lujo, un extra opcional no esencial que viene después de la alimentación, el agua, el albergue y la atención médica. Es lo primero que se saca de la lista cuando la financiación es poca, como en la actualidad. Las cifras cuentan esta triste historia; uno de cada dos niños refugiados tiene acceso a educación primaria, lo que disminuye a menos de uno por cada cuatro en la escuela secundaria, disminuyendo a uno de cada 100 que tiene la oportunidad de continuar sus estudios en universidad o cualquier institución de educación superior.

Esto necesita cambiar. Al educar a los líderes del mañana, que sean ingenieros, poetas, científicos, filósofos, programadores de computación, les estamos dando a los refugiados, herramientas intelectuales para moldear el futuro de sus propios países desde el día que retornen, o a contribuir de manera significativa a los países que les ofrecen albergue, protección y visión de futuro.

Si abandonamos esta labor, estaremos fallando a la paz y la prosperidad. La educación brinda las llaves para el futuro en el cual refugiados pueden encontrar soluciones para sí mismos y sus comunidades.

Los refugiados se enfrentan a dos viajes, uno que lleva a la esperanza, otro a la desigualdad. Depende de nosotros llevarlos por el camino correcto”.

Panorama mundial

Hay seis millones de niños y adolescentes refugiados en edades escolares bajo el mandato del ACNUR. En 2015; 2,3 millones estaban en la escuela; 3,7 millones estaban fuera de la escuela. 1,75 millones de niños refugiados no estaban en la escuela primaria y 1,95 millones de adolescentes refugiados no estaban en escuela secundaria. Los 1,75 millones de niños en escuela primaria, así como 550.000 adolescentes en escuela secundaria estaban en una gran necesidad de apoyo para poder mantenerse y poder tener éxito en la escuela.

Los Gobiernos, el ACNUR y sus socios han logrado progresar en involucrar a refugiados en la escuela y asegurar que tengan acceso a educación acreditada en sistemas nacionales. La lucha es con los números absolutos: mientras que la población de refugiados en edad escolar fue relativamente estable en 3,5 millones durante los primeros 10 años del siglo 21, y hubo un progreso gradual en las cifras de matrícula desde 2011, esta aumentó en promedio por 600.000 niños y adolescentes al año. Únicamente en 2014, la población de refugiados en edad escolar aumentó en un 30%.

A este ritmo, esto significaría que en promedio se necesitaría por lo menos 12.000 clases y 20.000 profesores adicionales cada año.

Fuente: http://www.acnur.org/que-hace/asistencia/educacion/oportunidades-perdidas/

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El conflicto reactivado en Sudán del Sur desplazó diariamente a miles de personas en octubre

Africa/ Sudan del Sur/8 de noviembre de 2016/Fuente: ACNUR

Este es un resumen de lo dicho por el portavoz del ACNUR, Cécile Pouilly, a quien se le puede atribuir este texto, durante una conferencia de prensa hoy en el Palacio de las Naciones en Ginebra.

 El conflicto en Sudán del Sur, que ha desencadenado una de las mayores crisis humanitarias del mundo, sigue generando inmenso sufrimiento y enormes volúmenes de desplazamiento forzoso. Los datos del mes de octubre muestran que una media diaria de 3.500 personas ha huido a países vecinos, como Uganda, República Democrática del Congo, Etiopía y Sudán.  En estos países, ACNUR, las autoridades nacionales y otros actores humanitarios están trabajando a contrarreloj para crear condiciones seguras y respetuosas con la dignidad humana para los recién llegados. Nueve de cada diez son mujeres y niños.

La mayor parte de este éxodo se ha dirigido hacia Uganda, que se ha encontrado con unos 2.400 recién llegados diarios desde principios de octubre y con más de un cuarto de millón de nuevos refugiados desde que volviera a estallar la violencia en Yuba el 7 de julio. La mayoría de las llegadas vienen de la región de Ecuatoria, en Sudán del Sur. Los refugiados informan de grupos armados que hostigan a los civiles, asesinatos y torturas a personas sospechosas de apoyar a facciones opositoras, incendio de pueblos, agresiones sexuales a mujeres y niñas, y reclutamiento forzoso de hombres jóvenes y niños.

En las últimas semanas, los refugiados han utilizado de manera creciente pasos fronterizos no oficiales, al parecer debido a la presencia de grupos armados en las carreteras principales. Muchos refugiados informan de que han tenido que caminar por el monte durante días, a menudo sin comida ni agua.

Un nuevo asentamiento, Bidibidi, que abrió en agosto, se ha convertido en una de las mayores áreas de acogida de refugiados en el mundo. Ya es hogar para 170.000 refugiados sursudaneses. Proporcionarles asistencia básica inmediata -incluyendo comida, agua y cobijo- sigue constituyendo una cuestión prioritaria para ACNUR. La severa falta de fondos, no obstante, supone un obstáculo para los esfuerzos de la Agencia sobre el terreno.

El suministro de agua sigue siendo un gran desafío en Bidibidi, donde las necesidades están aumentando rápidamente. Se están dando pasos para identificar fuentes de agua en el campamento, ya que ahora mismo el agua se transporta en camiones cisterna, a un elevado coste, desde una planta de tratamiento situada a unos 50 km.

En Etiopía, unos 36.600 refugiados recién llegados han sido registrados desde principios de septiembre. Las llegadas se cifran en una media de 630 personas diarias.

El 20 de octubre se abrió un nuevo campamento de refugiados, Nguenyyiel, con capacidad para acoger a 50.000 personas, debido a que los campamentos de Tierkidi, Jewi y Kule han alcanzado su capacidad máxima. Unos 6.200 refugiados de estos asentamientos han sido reubicados en Nguenyyiel, que cuenta ya con servicios básicos de refugio, agua y saneamiento.

La gran mayoría de las llegadas proceden del Alto Nilo y citan el conflicto y el miedo a la reanudación de los combates como las principales razones para irse. Quienes abandonan el estado de Jonglei mencionan principalmente la escasez de alimentos como la causa de su huida.

Más del 85% de los recién llegados son mujeres y niños; el 65% son menores de 18. Más de 1.300 menores no acompañados y 6.200 niños separados han sido registrados. De las entrevistas realizadas se desprende que muchos niños siguen huyendo solos, ya sea porque sus padres están muertos, porque han sido abandonados o porque fueron separados de su familia durante la huida.

En Sudán, el número de refugiados de Sudán del Sur ha sobrepasado la cifra del cuarto de millón. La mayoría de los refugiados llegan al estado del Nilo Blanco, con unas 2.000 llegadas cada mes, pero también se han registrado flujos esporádicos a los estados de Kordofán del Sur y del Oeste, así como a Darfur del Este.

Aunque Darfur del Este ha recibido al mayor flujo, con más de 47.000 refugiados desde mediados de junio de 2016, la mayoría de los refugiados están repartidos por el país, viviendo fuera de campamentos y asentamientos organizados.

La mayor parte de los refugiados que entran en Sudán, especialmente mujeres, niños y ancianos, llegan con problemas de salud. Muchos han huido de áreas en las que las tasas de desnutrición aguda se encuentran en un nivel de situación de emergencia y además se encuentran aún más debilitados a causa de la inseguridad y de la dificultad del viaje durante la temporada de lluvias.

En la República Democrática del Congo, el número de refugiados ha aumentado, con un flujo de entrada de 60.000 personas, la mayoría de los cuales han llegado desde julio de este año.

Los refugiados están asentados a lo largo de la frontera con Sudán del Sur, donde grupos armados siguen activos en varias áreas. Según los equipos de ACNUR en el terreno, la mayoría de los refugiados llegan sin apenas pertenencias desde Yei, en el estado de Ecuatoria Central.

La provincia de Ituri se enfrenta al mayor flujo de refugiados. Esta semana, ACNUR ha empezado a trasladar a unos 40.000 refugiados desde áreas fronterizas remotas. De momento, se enviará a los refugiados a Biringi, un asentamiento cercano a la ciudad de Aru, en el noreste de la provincia de Ituri; aunque se han identificado también otros dos asentamientos. La operación se enfrenta a graves retos logísticos ya que muchas carreteras se encuentran en pésimo estado.

Otros 4.000 refugiados que se desplazaron por sus propios medios desde la frontera hasta Meri, en la provincia de Alto Uele, han recibido agua potable y otros servicios de atención básica. El Programa Mundial de Alimentos inició la semana pasada la distribución de asistencia alimentaria a este grupo.

Los refugiados recibirán, en todos los asentamientos, parcelas de terreno, materiales de construcción, enseres domésticos y herramientas agrícolas para ayudarles lograr su autosuficiencia.

Fuente: http://www.acnur.org/noticias/noticia/el-conflicto-reactivado-en-sudan-del-sur-desplazo-diariamente-a-miles-de-personas-en-octubre/

Imagen: https://pbs.twimg.com/media/Cwm_3X5WEAA1EIg.jpg

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