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Costa Rica: Traspié del fideicomiso educativo

Costa Rica / 26 de noviembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: La Nación

El fideicomiso, podemos afirmarlo desde ahora, nunca podrá ser considerado un éxito. No habrá forma de recuperar el tiempo perdido ni compensar los costos innecesarios

El Banco Nacional administra un fideicomiso de $167,5 millones prestados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para construir 80 centros educativos y 23 canchas deportivas. A más de cuatro años de creado el fideicomiso, el avance es poco y el país ha pagado ¢984 millones en castigos por demoras en la ejecución del crédito.

Bien manejados, con claridad de medios y objetivos, los fideicomisos son instrumentos útiles para desarrollar obra pública, pero no son la panacea pregonada cuando se abogaba por dar la espalda a otros esquemas, como la concesión. En el país hay varias concesiones en pleno funcionamiento, pero no se puede decir lo mismo de los fideicomisos más importantes, como son el educativo y el de la carretera a San Ramón. Ninguna de las dos figuras es superior. Lo importante es emplearlas para proyectos a los cuales estén mejor adaptadas.

En el caso concreto de la infraestructura educativa, la Contraloría General de la República reprocha el gasto de ¢1.334 millones en multas y gastos de gestión fiduciaria. Ese dinero habría alcanzado para construir cuatro centros educativos. Al 30 de junio del 2017, solo se había ejecutado el 9,12 % del préstamo total y se estima en dos años el atraso en la inversión de los fondos transferidos por el BID entre el 2014 y el 2016.

Según el Ministerio de Educación Pública (MEP), el atraso se debe a los dos años invertidos por el Banco Nacional para conformar la unidad ejecutora, encargada de llevar los proyectos a la práctica. La constitución de esa unidad es indispensable para poner el fideicomiso a operar. Precisamente por eso es incomprensible el tiempo transcurrido sin un organismo tan esencial, pero el asombro no es solo por la parsimonia del Banco, sino, también, por la pasividad del MEP.

De los 103 proyectos por construir, solo están en pie el Liceo de Mata de Plátano y el de San Isidro de León Cortés. Ese par de obras todavía no cuentan con todo el mobiliario. Les siguen en avance dos centros educativos en etapa de iniciación de obras y, luego, otros dos en trámite de permisos de construcción. Otros tres casos están en etapa de diseño y hay doce en proceso de licitación. En 37 proyectos se está a la espera de los estudios de suelos, la viabilidad ambiental y los anteproyectos. Doce obras carecen de terreno y otras doce están en proceso de adquisición de la tierra donde serán construidas.

El inventario inquieta, visto el transcurso de cuatro años y el desperdicio del valor de cuatro centros educativos, según la observación de la Contraloría. El MEP, una vez más, rechaza los señalamientos y argumenta que el 94 % de los recursos están comprometidos. El problema es que el compromiso no se traduce en obra y ni siquiera hay una buena estimación de fechas. Los “compromisos”, por otra parte, no bastaron para evitar los castigos impuestos por el BID.

Quizá, la observación más inquietante, es la insuficiencia de los recursos del fideicomiso para levantar todas las obras proyectadas. El déficit, según la Contraloría, es de entre $57,8 millones y $67,2 millones. Aparte de las multas y gastos de administración, el paso del tiempo encarece las obras. También hay costos asociados al simple hecho de no contar con instalaciones cuya necesidad se hacía sentir desde hace cuatro años. El fideicomiso, podemos afirmarlo desde ahora, nunca podrá ser considerado un éxito. No habrá forma de recuperar el tiempo perdido ni compensar los costos innecesarios. El nuevo plazo concedido para la ejecución de las obras (julio del 2020) se quedará corto. El proyecto dejará, en cambio, importantes lecciones sobre el uso de fideicomisos para ejecutar obras públicas.

Fuente de la Noticia:

http://www.nacion.com/opinion/editorial/editorial-traspie-del-fideicomiso-educativo/7VTHYTDCOJE5PJTJRL2N2DJO3A/story/

Fuente de la Imagen:

http://www.elfinancierocr.com/economia-y-politica/estos-son-los-59-acuerdos-con-los-que-se-comprometieron-nueve-partidos-politicos-para-el-2021/FZAFG4YFI5HBZOMHAVBP56DUMY/story/

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Chile: Tender un puente

26 Noviembre 2017/Fuente: que pasa/Autor:  Paula Namur

En 2010, Gonzalo Plaza estaba en Washington DC. Trabajaba en la división de monitoreo y evaluación del Banco Interamericano de Desarrollo, cuando recibió un llamado desde Nokia Latinoamérica que lo tentó. Al economista, que había trabajado en el ministerio de Educación, en la Cepal y en la superintendencia de pensiones de Chile, lo buscaban para hacerse cargo del proyecto Puentes Educativos, que apuntaba a cambiarle la cara a la educación rural.

Ocho años antes, Nokia y la fundación Pearson se habían asociado a nivel internacional para implementar el proyecto Bridge IT. ¿El objetivo? Entregar herramientas del siglo XXI para la educación a través de equipos tecnológicos como celulares. Quisieron extenderse a 10 países, abarcando África, el Sudeste Asiático y Latinoamérica, entregando a cada país US$1 millón para implementar el proyecto y conseguirse los socios locales. En la región, los elegidos fueron Chile y Colombia. A nuestro país el proyecto llegaría en 2010 de la mano de la ONG Achnu (Asociación Chilena Pro Naciones Unidas).

El economista aceptó el desafío de liderar la implementación de este proyecto y hacerlo sostenible en tres años. “De los 10 países que empezaron, sólo en dos el proyecto siguió vivo después de los 3 años: Filipinas y Chile”, asegura Plaza.

De a poco el proyecto fue tomando rumbos propios. Ahora el foco no está en TI, sino en metodologías para que los profesores desarrollen nuevas habilidades en los estudiantes. “El discurso en educación en 2010 estaba muy basado en la tecnología, que estaba en boga, pero poco a poco a nivel mundial los expertos fueron dándose cuenta de que esta no lo era todo. Nosotros dimos el giro y nos centramos en la metodología, integrando aprendizaje basado en proyectos, comunidades de aprendizaje, entre otras que ponen al estudiante como protagonista del proceso”, agrega Plaza, quien en 2012 fue elegido por el World Economic Forum como uno de los 16 chilenos líderes sub-30.

Puentes Educativos es hoy un programa de innovación en escuelas rurales que busca desarrollar habilidades del siglo XXI a través de la formación de los profesores, acompañamiento y entrega de recursos educativos como tablets. Su nicho es la educación multigrado, y el objetivo es cambiar el paradigma de la educación rural.

A la fecha han capacitado a más de 2.500 profesores, lo que ha impactado a 20 mil niños en 700 escuelas de 95 comunas del país. Su presupuesto anual son $700 millones.

“Había que cambiar esa concepción de la innovación basada en la tecnología, porque la innovación es mucho más que eso, es cambiar la forma de hacer las cosas, y eso puede ser con un computador o sin él”, dice Plaza.

El proyecto ha sido reconocido de manera internacional: en 2014 y 2015 el BID destacó a Puentes Educativos como una de las 50 iniciativas más innovadoras en educación de Latinoamérica. Y, este mes alcanzaron un hito importante al expandirse a Guatemala y Nicaragua gracias al financiamiento de Fondo Chile, una alianza de cooperación del PNUD_y el gobierno de Chile.

¿Los siguientes pasos? “Lo primero era consolidarnos en Chile, y luego internacionalizarnos hacia Latinoamérica. Es una región altamente rural y nuestro proyecto tiene un hábitat mucho más propicio para el entorno rural: las escuelas son multigrado, y en ese espacio es lindo desarrollar habilidades como la colaboración, solución de problemas, trabajo en equipo, pensamiento crítico, entre otros. Por lo tanto, nuestro desafío es estar en muchos más países de la región. México, Perú, Colombia y Paraguay son países donde probablemente trabajemos en un futuro próximo”, asegura.

Fuente de la noticia: http://www.quepasa.cl/articulo/actualidad/2017/11/tender-un-puente.shtml/

Fuente de la imagen: http://s3-us-west-1.amazonaws.com/app-static-quepasa/wp-content/uploads/2017/11/24030008/Gonzalo-Pla

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Aprender a aprender. Cuatro informes recientes señalan el camino para mejorar la calidad de nuestra educación.

Por: Guillermo Perry

La mayoría de los niños latinoamericanos entran hoy a la escuela primaria y secundaria, pero apenas el 35 por ciento salen con las habilidades que exige el mundo contemporáneo.* Hemos invertido enormes recursos para asegurar que haya suficientes escuelas y maestros, pero los niños no están aprendiendo lo que necesitan. Es un desperdicio enorme y un limitante mayúsculo para que lleguemos a ser una sociedad próspera y equitativa. El reciente Informe Mundial para el Desarrollo califica esta tragedia como “la crisis del aprendizaje”.** Superarla debería ser la prioridad central de nuestro próximo gobierno.

Al revisar la evidencia disponible, el informe citado concluye que hay dos requisitos fundamentales para el aprendizaje: 1) Niños capaces de aprender y motivados para hacerlo; 2) Maestros capaces de enseñar y motivados para hacerlo. Todo lo demás (infraestructura, computadores, textos, educación a distancia, currículum) contribuye al aprendizaje solo en la medida en que haga más productiva la relación maestro-alumno y fortalezca sus motivaciones. A conclusiones similares llegan otros tres reportes recientes al respecto.***

Jim Heckman, premio nobel, señala que décadas de estudios en las disciplinas de psicología, neurología y economía permiten afirmar que un porcentaje muy alto del desarrollo de las capacidades cognitivas, emocionales y sociales se produce durante el embarazo y los primeros años de vida. Los niños que crecen rodeados de cariño, apoyo y estímulo a aprender, y que reciben una buena nutrición, aventajan por mucho a los demás en su posterior rendimiento escolar y laboral.

Esas diferencias resultan muy difíciles de revertir después, aun con buenas escuelas y universidades, por cuanto más del 80 por ciento del desarrollo cerebral ocurre en los primeros años de vida. Por eso, los programas públicos que tienen mayor rentabilidad social son los de atención prenatal y a la primera infancia.

Estos programas garantizan la nutrición y salud del niño y estimulan su capacidad de aprendizaje. No obstante los esfuerzos recientes, nuestros Centros de Desarrollo Integral y Hogares de Bienestar atienden menos del 60 por ciento de los niños vulnerables y padecen graves deficiencias que les restan efectividad.****

Los estudios también muestran que, aun cuando otros factores afectan la calidad de la enseñanza, lo fundamental es la capacidad y motivación del maestro. Por eso, los países en donde los niños obtienen los mejores resultados en las pruebas Pisa son aquellos donde, además de buenos programas integrales para la primera infancia, los mejores estudiantes de cada generación se dedican a la enseñanza, se los prepara en facultades de excelente calidad, se los escoge y promueve por méritos, se los apoya con tutores en los primeros años de práctica, se les brindan buenos programas de actualización diseñados con base en evaluaciones periódicas, se los remunera tanto como a ingenieros o abogados y se premia su buen rendimiento con estímulos monetarios y no monetarios. No menos importante: la sociedad les tiene un gran respeto y estimación. Así sucede en Finlandia, Suecia, Corea, Israel, Alemania y demás países reconocidos por la calidad de su educación, pero no en América Latina.

Buenas aulas, textos, computadores y otras ayudas, al igual que clases pequeñas y jornadas únicas, contribuyen a mejorar la calidad de la educación, siempre y cuando haya maestros competentes y motivados y alumnos capaces de aprender y motivados para hacerlo.

Las prioridades son claras, pero la frecuente improvisación y la interferencia de los intereses políticos y sindicales no nos han permitido avanzar más. Ellos también necesitan aprender.

P. S.: ojalá Humberto de la Calle le gane hoy al clientelismo liberal.

* BID, 2017
** Banco Mundial, 2017
*** BID y 3IE, 2017; NBER, 2014
**** Bernal, R. 2017

Fuente del Artículo:

http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/guillermo-perry/aprender-a-aprender-es-la-base-para-mejorar-la-educacion-152810

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BID plantea ajustes para mejorar nivel educativo de Panamá

Panamá/20 de Noviembre de 2017/La Estrella de Panamá

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) reconoció hoy la necesidad de ajustes para una mejora en el nivel educativo de Panamá, y que permita que la variable se compagine con la realidad de la que es una de las economías de mayor crecimiento en América Latina.

La importancia del cambio se planteó al hacer esta mañana ejecutivos del BID una presentación sobre el análisis crítico de la institución 2017 Aprender Mejor: «Políticas Públicas para el Desarrollo de Habilidades», que señala que pese al crecimiento destacado de la economía panameña, este país de padece las mismas deficiencias en habilidades en el tema educativo que el resto de la región, y que inclusive presenta resultados de aprendizaje inferiores a los esperados para su nivel de desarrollo.

Las responsables de Aprender Mejor, Diana Hincapié y Laura Ripani, observaron que un tercer estudio regional comparativo y explicativo de 2003 había señalado que Panamá se encontraba 120 puntos de aprendizaje por debajo de lo esperado para su economía, lo que equivalía a un atraso de tres a cuatro años aproximadamente.

Marcelo Cabrol, gerente del sector social del BID, dijo a Xinhua en relación con el estudio que si bien es bastante difícil determinar lo que los chicos panameños aprenden, respecto a otros chicos de América Latina, y fundamentalmente porque Panamá no ha participado, aunque va a participar ahora, de la prueba internacional Pisa, y que permite medir las habilidades de los chicos a los 15 años.

Manifestó que es necesario saber en dónde están los chicos panameños en cuanto al nivel de la educación, si bien resultados de propias pruebas indican que los chicos no aprenden.

Pero según Cabrol, Panamá tiene una peculiaridad, por las heterogeneidades regionales en su país, ya que a quién vive en las ciudades le va mucho mejor en materia educativa que si vive en una comarca (indígenas).

Estimó que habla de una proporción como de uno a tres al comparar la distribución de los recursos para la educación en la capital respecto a otros lugares del país. Enfatizó que el gasto mayor, un aprovechamiento de recursos que no es muy bueno y mal distribuido, son algunas de las debilidades a las que se hace referencia.

El representante de BID destacó el compromiso de Panamá a participar en la prueba Pisa en 2018, pero estimó importante empezar a pensar también en cuál es el papel del sector privado panameño en estas conversaciones sobre el tema educativo, y ya que se refiere a un sector que va a requerir de nuevas habilidades a las que están recibiendo.

«El sector privado puede esperar que el Estado solucione un problema, o puede trabajar con el Estado para solucionar el problema» , subrayó, apuntando que este tipo de análisis se centra fundamentalmente en la educación pública, y teniendo en cuenta la situación desde el desarrollo infantil temprano a adultos jóvenes.

El gerente del sector social del BID recomendó mejorar los sistemas de gestión de la educación en Panamá, por lo que explicó que se está trabajando con el gobierno de Panamá para poder modernizar la forma como se gestionan los recursos humanos, la infraestructura y todos los insumos que van a la educación.

Consideró como segundo punto entender del gasto en dónde están las posibilidades de conseguir eficiencia, o cómo optimiza ese gasto en infraestructura, y hacer una inversión más dinámica.

Cabrol dijo que recomienda sistemas de información para tomar decisiones que optimicen el gasto.

Durante la presentación de Aprender Mejor se observó que la pruebas tendencias en estudio internacional de matemáticas y ciencias, y el segundo estudio regional comparativo y explicativo mostraron que en Panamá sólo 16 por ciento de los estudiantes de primaria alcanza las habilidades básicas en matemáticas; mientras que en el resto de Latinoamérica esa cifra es casi el doble (30 por ciento) y en economías con ingresos comparables a los de Panamá es de 66 por ciento.

El informe Aprender Mejor propone un giro hacia políticas basadas en evidencia empírica para fortalecer las habilidades de la población, y así mejorar la productividad y el crecimiento económico de cada país.

Se agregó que los programas más exitosos incluyen aquellos que mejoran la calidad de las interacciones en la casa y en la escuela, que ofrecen incentivos para que los jóvenes permanezcan escolarizados, y que ayuden a las empresas a promover un ambiente de aprendizaje en el trabajo.

Fuente: http://laestrella.com.pa/economia/plantea-ajustes-para-mejorar-nivel-educativo-panama/24033207

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El largo camino de la calidad educativa hasta el ODS-4 [1]

Venezuela / 19 de noviembre de 2017 / Autor: Luis Bonilla Molina / Fuente: Aporrea

Los prolegómenos

En la década de los ochenta del siglo veinte desembarca con fuerza el neoliberalismo. La globalización económica y la mundialización cultural son dos de sus expresiones concretas. Para realizar sus fines, el capital trasnacional necesita reordenar la arquitectura del poder y construir un modo único mundial de entender las dinámicas y procesos de gobernabilidad, lo cual pasa por cuestionar la utilidad y gobernabilidad de los sistemas, incluidos los escolares. En consecuencia plantean la crisis de los Estados nacionales como expresiones del déficit existente de eficacia[2] y legitimidad[3]. En realidad se trataba del emerger de una nueva generación de iniciativas privatizadoras, que cuestionando lo público abrían paso a la hegemonía discursiva y operativa de la gestión privada como paradigma gubernamental.

El neoliberalismo educativo constituye la expresión sectorial del nuevo paradigma de «gobernanza». Desde este lugar de enunciación construyen una narrativa que señala que en los sistemas escolares, la crisis de legitimidad es carencia de pertinencia[4] y la crisis de eficacia se muestra con problemas de calidad[5] educativa. Se impulsa un discurso educativo que desde el cosmopolitismo[6], la integración subregional, regional y mundial, plantea la necesidad de estandarizar procesos y resultados esperados. Esto replantea el papel del sistema de Naciones Unidas -y en el caso que nos interesa de la UNESCO[7]– como espacios para producir una acelerada normalización[8] de la teleología del campo educativo; ello implica renovadas formas de quiebre de las soberanías nacionales.

La neocolonización que impone el neoliberalismo educativo conlleva el desarrollo de sistemas de evaluación que tienden a la uniformidad, la construcción de imaginarios culturales que posibiliten la aceptación de los estándares educacionales que expresen esa nueva orientación y, la disolución progresiva de las autonomías conceptuales y operativas de los Ministerios de Educación nacionales. Como veremos, el trabajo de reingeniería educativa de los noventa del siglo XX y la primera década del siglo XXI allanan este camino.

Durante los noventa se inicia la construcción de la llamada cultura evaluativa[9], con el emerger de espacios como el LLECE[10] de la OREALC[11]-UNESCO. En un primer momento, no se trataba de acordar un modo único de medir el rendimiento asociado al discurso de la calidad educativa, sino que en todos los países y sistemas educativos se hablara de la necesidad de medir, de evaluar, los resultados de la acción escolar. Organismos económicos globales como el Banco Mundial (BM) o la Organización para el Desarrollo Económico (OCDE) y, regionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) fortalecen sus «equipos educativos» para apuntalar esta iniciativa. Se redoblan los condicionamientos para el acceso al financiamiento multilateral destinado a reformas educativas, exigiéndose cada vez más a los gobiernos el establecimiento de protocolos y decisiones que garantizaran la medición del rendimiento escolar –asociado cada vez más a la perspectiva unidimensional de calidad educativa- y el establecimiento de mecanismos institucionales periódicos de evaluación. Los organismos económicos globales y la banca multilateral desarrolla «experticias» sobre medición de la calidad educativa. En esta etapa lograron que todos habláramos de calidad educativa y la importancia o no de su medición; es decir construyeron hegemonía discursiva.

En un segundo momento, se trataba de construir redes de significados, dinámicas institucionales homologadas y asociación de la evaluación del rendimiento escolar con la toma de decisiones en políticas educativas. Nuevamente el LLECE-OREALC cumple un papel estelar en este sentido, mediante el desarrollo de las pruebas y evaluaciones conocidas como PERCE[12](1997), SERCE[13](2006) y TERCE[14](2013). Estos tres estudios regionales constituyen el más importante proceso de convergencia regional en América Latina y el Caribe respecto a la medición del rendimiento escolar fundamentalmente en las áreas de lectura y escritura, matemáticas y ciencias. Los decisores comienzan a utilizar sus resultados como argumentos -muchas veces maniqueos- orientadores de cambios o reformas educativas. Los medios de comunicación y buena parte de la academia presentan estos resultados como expresiones de la «calidad educativa» nacional en una u otra materia, que a su vez pueden ser comparados con los obtenidos por los restantes países de la región.

La cultura evaluativa se nutre y expande su hegemonía mediante la aceptación –con limitadas y contadas resistencias- de la evaluación del rendimiento escolar como el camino ideal para conocer y trabajar la calidad educativa. La evaluación de los aprendizajes se convierte en un indicador del estado del sistema educativo y su aparato escolar. Un segundo elemento que apuntala la cultura evaluativa lo constituye la aceptación de la estandarización de los conceptos, instrumentos, indicadores, parámetros y resultados esperados mediante la medición de un grupo de aprendizajes. Un tercer elemento de la cultura evaluativa lo constituyen las nociones de éxito y fracaso que subyacen al interior de las mediciones de aprendizajes y que se convierten en referentes que determinan políticas públicas en educación. Un cuarto elemento es la comparabilidad, que presupone la necesidad de identificar –y de ser posible asimilar- las prácticas que hacen posible los mejores logros, propios y de los otros.

La orientación de las políticas públicas como un tema supranacional

Este era un proceso que en los noventa del siglo XX tenia correlatos en los distintos campos de la gobernabilidad planetaria. En consecuencia se impulsan procesos de unificación de metas, en áreas como alimentación, fin de la pobreza, salud, igualdad de género, acceso al agua, energía sostenible, mundo laboral, desarrollo industrial, urbanismo, consumo responsable, medio ambiente, acceso a la justicia, crisis climática, entre otros. Ello lleva a plantear una agenda común global que aliente y oriente las políticas públicas nacionales, monitoreadas y supervisadas por Naciones Unidas.

En educación aún la dispersión de objetivos y propósitos aparece como una limitante para avanzar en la tarea de «alineación» de los sistemas escolares. Por ello, surge la necesidad de «consensuar» las metas, para que la educación marche en una misma orientación. El discurso de la Educación Para Todos (EPT) se convierte en el instrumento para alcanzar estos fines. EPT asume aspiraciones históricas de la humanidad, como un carril que alinea la locomotora educativa mundial. En ese sentido, la Conferencia Mundial de Jomtien (Tailandia,1990) marca la pauta, estableciendo diez objetivos[15] a escala internacional y un plan de acción[16] para cumplirlos construyendo un salto cualitativo en la normalización, estandarización, cultura evaluativa y la definición de los aprendizajes en determinadas áreas como el eje vertebrador de los sistemas escolares.

En el año 2000 Naciones Unidas lanza los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)[17] que constituyen un salto cualitativo en la mundialización cultural, vinculada a la toma de decisiones de los gobiernos y la construcción de políticas públicas. Esta iniciativa se complementa con la Declaración de Dakar (2000)[18], estableciendo ambas como fecha final de evaluación de resultados esperados el año 2015. Dakar (2000) continua la senda que trabajara Jomtien (1990) una década atrás: la construcción de un discurso consensuado que oriente las políticas educativas en los cuatro puntos cardinales del planeta. El mundo, los Estados miembros de la ONU, asumen una perspectiva homologada del desarrollo que es la propia de la mundialización cultural.

Jomtien (1990) y Dakar(2000) desarrollan fundamentalmente la perspectiva de la educación inicial, básica y media. Sin embargo, la educación universitaria no escapa a esta dinámica. El proceso de normalización y estandarización del sector se redimensiona a partir de la reunión regional de la Habana sobre Educación Superior (1996) que sirve de pilar a la Conferencia Mundial de la Educación Superior (CMES, 1998). Ambas conferencias asumen como ejes orientadores de las políticas universitarias la calidad educativa y la pertinencia operativa. A esta cita regional le seguirían la II Conferencia Regional de Educación Superior realizada en Cartagena, Colombia (2008) y la II CMES,2008. En la actualidad se trabaja en la convocatoria y debates de la III CRES a realizarse en Córdoba, Argentina, en Junio de 2018, la cual trabaja entre otros temas la diversidad cultural, el papel de la ciencia y la innovación, el rol estratégico de ES en la región y por supuesto la calidad educativa. La cultura evaluativa en la educación superior se expresa en la proliferación e incorporación en la narrativa del sector de la estandarización de dinámicas y procesos, catalogados en los llamados ranking universitarios. La internacionalización constituye la síntesis discursiva de la mundialización cultural en la educación superior.

El Ministerio de Educación Planetario

En el proceso de neocolonización política, económica, educativa, tecnológica y cultural que impulsa el neoliberalismo como parte de la globalización económica y la mundialización cultural, a partir del año 2000, la OCDE decide auto asumirse de hecho, como el Ministerio Mundial de la Educación. En esa dirección, la OCDE inicia las pruebas del llamado Programme for International Student Assessment (PISA,2000-2017) que actualmente cubren a mas de sesenta países de los cinco continentes, y que se han convertido en el marco discursivo usado por los organismos económicos globales para referirse a la «calidad educativa». Otros organismos como el Banco Interamericano de desarrollo (BID) y más recientemente la Corporación Andina de Fomento (CAF) pugnan por convertirse en una especie de viceministerios regionales y sectoriales de la agenda educativa. El Banco Mundial (BM) pugna por ser el viceministerio regional de educación superior, como lo evidencia en su informe «Momento Decisivo: La educación superior en América Latina y el Caribe» (2017).

El formato deliberativo y parlamentario de la UNESCO comienza a ser un obstáculo para la agenda liberalizadora de la educación. El neoliberalismo prefiere orientar las políticas educativas al pulso propio de los mecanismos de financiamiento mundial y los condicionamientos para su acceso. Por ello, trasladan el centro de las decisiones en el sector a la llamada Banca de Desarrollo, generando un creciente caos organizacional en la UNESCO, para presentarla como un órgano incapaz de liderar las transformaciones educativas globales. La OCDE se coloca en el centro de las orientaciones para las reformas y cambios educativos.

De Incheon a Paris: la 39 Conferencia General de la UNESCO

En esta dinámica y proceso de más de tres décadas de construcción de una visión unificada de los énfasis de las políticas públicas y los mecanismos de evaluación de las mismas, se convocan a dos eventos separados pero complementarios: La Conferencia de la Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible (2015) y el Foro Mundial sobre la Educación (2015). Este último evento tiene la tarea de alinear esfuerzos para la normalización planetaria de un objetivo educativo. La Declaración de Incheon(2015) elaboraría un Plan de Acción para la realización del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número cuatro, que sería mejor conocido como el ODS-4 de los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)[19] aprobados por la ONU el 25 de septiembre del 2015.

Los días 12, 13 y 14 de Mayo de 2014 se celebró en Mascate, Omán la «Reunión Mundial sobre la Educación Para Todos», como balance de los actuado en EPT y de cara a los denominados nuevos Objetivos del Milenio 2015-2030 –finalmente Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS- la cual produjo una Declaración Final mejor conocida como «El Acuerdo de Mascate» (2014). Esta declaración contiene dieciséis numerales que apoyan el papel de UNESCO en los logros de EPT y de cara a los nuevos ODS. El numeral siete plantea que «la agenda de la educación para después de 2015 debe estar claramente definida, ser ambiciosa, transformadora, equilibrada y holística y formar parte integrante del marco más amplio del desarrollo internacional. Esta agenda debe tener una pertinencia universal y movilizar a todas las partes interesadas en todos los países. La educación debe constituir un objetivo independiente en la agenda para el desarrollo después de 2015 y enmarcarse en un objetivo global, con metas mundiales cuantificables e indicadores conexos. Además, la educación debe integrarse dentro de otros objetivos de desarrollo«. (Acuerdo de Mascate,2014). Lo sustantivo de esta reunión fue subrayar el papel de UNESCO en el seguimiento del ODS4.

En la ruta hacia Incheon destaca lo ocurrido en Octubre de 2014, en la reunión de Ministros de Educación de América Latina y el Caribe. Allí, varios de los representantes educativos le pidieron al señor Jorge Sequeira que les informara en que momento se había consensuado en la región, un concepto de calidad educativa. El director -para ese momento- de la OREALC-UNESCO señaló que no se había alcanzado ese propósito; solo se contaba con cinco dimensiones consensuadas que debería contener un concepto de calidad educativa regionalizado, las cuales habían sido acordadas años atrás en una reunión en Argentina. En consecuencia y en razón que las pruebas estandarizadas son presentadas como indicadoras del «nivel» de calidad educativa de los países, sería válido preguntarse ¿ustedes aceptarían una tesis o un trabajo que presente la medición de algo que no haya sido conceptualizado previamente? La Declaración de Lima (Octubre,2014) ratificó su compromiso con las políticas mundiales de EPT coordinadas por UNESCO y la construcción de un ODS educativo en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que sería aprobados en 2015, sin embargo el concepto difuso de calidad educativa sería un problema que acompañaría el camino hacia Incheon y posteriormente a Nueva York.

La cita de Incheon (2015) fue la constatación del giro economicista de la orientación de los sistemas escolares que imponía el neoliberalismo educativo. Los mayores protagonistas del Foro fueron los organismos económicos globales y las corporaciones. En este evento, el Director del Banco Mundial (BM) se atrevió a afirmar que en América Latina y el Caribe se había perdido la última década, al enfatizar en la ampliación de la cobertura, en detrimento de la calidad y la relación de los sistemas escolares con el mundo productivo; lo cual generó una respuesta enérgica de los representantes de los Estados miembros. Mientras voceros de la OCDE ocupaban los escenarios, los maestros y profesores eran los grandes ausentes de la gran cita mundial que definiría las metas para los próximos 15 años. Solo la representación de la Internacional de la Educación (IE) y la Campaña Mundial por el Derecho a la Educación (CMDE) tuvieron la oportunidad de expresar la voz de los ausentes y de las resistencias al modo único de entender la educación, propio del paradigma de la mercantilización educativa.

La propia mercantilización ha sufrido adaptaciones epocales. En el presente, esta tendencia del capital aparece impactada por la cuarta revolución industrial, generándose una creciente tentación a la virtualización educativa y la disolución de la escuela que conocimos, proceso que comienza a generar resistencias en distintas latitudes. De hecho, el neoliberalismo educativo ha venido generando de manera paralela en las últimas décadas (a) la despedagogización del hecho educativo, (b) la imposición de modas educativas fragmentadas (didácticas, evaluativas, gestión escolar, curriculares), (c) la destrucción progresiva de la carrera docente y la profesión docente, culpabilizando a los maestros de los problemas de calidad y pertinencia de los sistemas escolares, (d) la reconfiguración del plantel con la introducción tendenciosa de la noción de «ambientes de aprendizaje» como sustituto del aula, donde emerge peligrosamente el hogar con computadora y conexión a Internet como un espacio de aprendizaje. Elementos que hemos denunciado como constitutivos en el presente del riesgo de un Apagón Pedagógico Global.

Precisamente Incheon (2015) donde se acordó el 6% del PIB y por lo menos entre el 15% y el 20% del total del gasto público, como piso mínimo de inversión en educación, parecía a veces más un lugar para la promoción de la inversión en tecnología que un Foro Educativo Mundial. Claro está siendo el área de la innovación tecnológica uno de los sectores empresariales globales de mayor ganancia, al consensuarse un porcentaje común de la inversión estatal en educación, convertía a la educación en un segmento a disputar por parte del sector industrial tecnológico. Para que este acuerdo mundial de inversión en educación no fuera trasladado a políticas orientadas a mejorar las condiciones de trabajo y salariales de los docentes, el neoliberalismo impulsó el discurso que culpabiliza a los docentes de los problemas de calidad educativa, fundamentado en pruebas al magisterio.

El 21 de Mayo de 2015, representantes de los Estados miembros de la UNESCO firman la llamada «Declaración de Incheon», la cual contiene veinte numerales convergentes con la agenda de los ODS de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En el segmento «Hacia 2030: una nueva visión de la educación» se plantea que una educación transformadora se fundamenta en la inclusión, equidad e igualdad de género, comprometiéndose los firmantes con «la mejora de los resultados de aprendizaje… para lo cual es necesario fortalecer los insumos, los procesos y la evaluación de los resultados y los mecanismos para medir los progresos» (p.8,2015). La cultura evaluativa se consolida en este consenso mundial, que plantea además el compromiso de «promover oportunidades de aprendizaje de calidad …[para lo cual].. es importante que se ofrezcan vías de aprendizaje flexibles» (p.8,2015), abriendo con ello, una rendija a la virtualización educativa, pero ese es tema de otro artículo. En materia de «Aplicación de una Agenda Común» se establece que la «responsabilidad fundamental de aplicar con éxito esta agenda corresponde a los gobiernos» (p.9,2015) … para lo cual «resolvemos desarrollar sistemas nacionales de seguimiento y evaluación integrales a fin de producir datos sólidos para la formulación de políticas y la gestión de los sistemas educativos, así como para velar por la rendición de cuentas» (p.11,2015). La Declaración de Incheon (2015) se constituye en el soporte sustantivo para la aprobación del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número cuatro, mejor conocido como ODS-4 (Septiembre, 2015)

Ese mismo año se conocía la nueva «Estrategia de Educación de la UNESCO 2014-2021» (2015) basado en un contexto de educación cambiante y la agenda inclusiva de la EPT, en cuya propuesta post 2015 destaca como objetivo estratégico 1, el «desarrollar sistemas de educación que fomenten un aprendizaje de calidad e inclusivo a lo largo de toda la vida para todos»[20](p.37,2015). En el numeral 5 de este objetivo destaca positivamente la valoración que hace este organismo internacional de «abordar los asuntos relativos a los docentes y mejorar la calidad de la enseñanza» (p.45,2015), precisando que «para los sistemas de educación es un reto prestar la atención adecuada a los factores que afectan la eficacia y el desempeño docente, tales como las políticas de formación, contratación, implementación,, gestión, evaluación y desarrollo profesional … A menudo, el estatus profesional, el salario y las condiciones de trabajo son deficientes» (p.46,2015). En este sentido UNESCO vuelve a colocar su voz como un mecanismo para hacer sentir la opinión de los millones de docentes del mundo que han visto afectado sus ingresos, reconocimiento social y condiciones de trabajo en el periodo del neoliberalismo educativo, abriéndose a la posibilidad de recuperar su legitimidad en el magisterio. Están pendiente en este sentido, la actualización y ratificación de las convenciones aprobadas por los países miembros hace varias décadas, respecto a las condiciones de trabajo del personal docente. Esta orientación de la UNESCO, fuera de la orientación de los organismos económicos globales ratifica la personalidad propia del organismo internacional.

Pero al convertirse UNESCO en el organismo encargado de hacer seguimiento al ODS-4 se corre el riesgo que preste demasiada atención a las evaluaciones estandarizadas no como un complemento, sino como el mecanismo central para la valoración del cumplimiento de las metas. En el numeral 6 del instrumento normativo referido[21] se usa como referente central las pruebas internacionales (p.47,2015), además de adoptar como marco de la calidad educativa los aprendizajes valorados en estas pruebas estandarizadas. No se menciona el desarrollo integral de la personalidad ni la construcción de ciudadanía crítica como tareas centrales de sistemas educativos que se precien de ser de calidad.

El ODS-4 fue enunciado como una tarea internacional con el objetivo de Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos. Al ser presentado como el objetivo de la calidad educativa en la estrategia global de desarrollo para todos los países del mundo, en la práctica lo que ocurre es que se cierra un primer ciclo iniciado en los ochenta del siglo XX, cuando el neoliberalismo acusaba a los sistemas escolares de una crisis de calidad y pertinencia educativa y proponía a la calidad educativa como el epicentro de las reformas educacionales de nueva generación. Lo que pretendo subrayar es que la ruta hacia los ODS y el logro del ODS-4 evidencia la hegemonía actual del neoliberalismo educativo en la construcción de políticas educativas. El hecho que la visión de los organismos económicos globales (G8[22], FMI[23], BM, OCDE, BID) entienda la calidad limitada a determinados aprendizajes y la construcción de ciudadanía planetaria para la consolidación de la mundialización cultural, no niega que a nivel del ciudadano común y buena parte del magisterio internacional las calidades educativas[24] tengan una aspiración y concepción mucho más amplia. De hecho, desde la pedagogía radical de las resistencias hemos insistido que para los pueblos, los padres y los maestros(as) las calidades educativas vistas como resistencias y alternativas[25], se relacionan con el aprendizaje para la vida, el desarrollo integral de la personalidad y la felicidad, las capacidades para ejercer plenamente la ciudadanía crítica y las posibilidades de enfrentar el desafío laboral y de desarrollo profesional que se plantean con el desembarco de la cuarta revolución industrial. En consecuencia la calidad educativa emerge como un concepto y una práctica en disputa.

La UNESCO que se había sumado desde los noventa del siglo XX a la locomotora de la cultura evaluativa vinculada a la calidad educativa, tenía en la segunda década del siglo XXI serios problemas para desarrollar un discurso que mantuviera su perfil y acompañara la visión de la gobernanza económica mundial. En distintas etapas el organismo se vio social e intergubernamentalmente interpelado respecto a su posición en coyunturas cambiantes. No todo lo explicaba la Constitución de la UNESCO (1945), por ello debió preparar el texto conocido como «Aprender a ser, la educación del futuro» (Informe Faure, 1972), el cual se actualizó años después con el libro «La Educación Encierra un Tesoro» (1996) mejor conocido como el Informe Delors. El debate actual llevo a la Sra. Irina Bokova, anterior Directora General de la UNESCO, a convocar a un grupo de especialistas de diferentes continentes para que elaboraran un texto que planteara la visión epistémica y teleológica del organismo en el presente. El libro «Replantear la educación: ¿hacia un bien común mundial?» (2015) intento cumplir esta tarea, el problema fue que al no tener una lectura de procesos y sistémica de la dinámica actual su contenido resultó limitado y no resolvió el problema para el cual fue convocada su elaboración. En consecuencia la actualización paradigmática de la UNESCO es una tarea pendiente.

Para construir mecanismos y métodos consensuados de presentación de resultados en materia de metas del ODS4, la UNESCO-OREALC convocó a una reunión de Ministros de Educación de América Latina y el Caribe la cual se realizó en Buenos Aires, Argentina el 24 y 25 de Enero de 2017. Con un preámbulo de siete numerales, los acuerdos regionales expresados en doce numerales adicionales y una visión prospectiva de cinco numerales, se inicia la ruta consensuada para el cumplimiento de metas señalando que «es necesario abordar nuevos desafíos y temas emergentes que identifican la nueva agenda E2030, los que, de acuerdo con las realidades y prioridades de cada país, debemos asumir en su conjunto» (numeral 7, Declaración de Buenos Aires, 2017), para lo cual, «nos comprometemos a desarrollar políticas inclusivas con miras a la mejora de la calidad y la pertinencia de la educación que incidan en todos los actores del sistema educativo» (numeral 8, Declaración de Buenos Aires, 2017). Al final se acordó una hoja de ruta con (1) mecanismos de trabajo conjunto; (2) monitoreo y reporte; (3) políticas y estrategias; (4) sensibilización y comunicación; (5)financiamiento y gobernanza.

En ese contexto se convocó a la Trigésima novena Conferencia General de la UNESCO (Octubre-Noviembre,2017), que sería la primera cita global del organismo para dar seguimiento al ODS-4. Esta Conferencia fue la más «plana» de las citas convocadas en los últimos años por el organismo multilateral. Los debates sustantivos del presente le fueron esquivos, siendo peligrosamente sustituidos por discusiones respecto a aspectos administrativos y de gestión. Sin embargo, destacó en el sector de Educación el foro sobre «Rendición de cuentas en el ámbito de la Educación: cumplir nuestros compromisos» que fue precedido por la presentación del «Resumen del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2017-2018». En el formato del foro fue emblemático el papel de moderador cumplido por el aprendiz de «Ministro de Educación Planetario» el Sr. Andreas Schleicher (OCDE), quien dirigió el debate sobre los mecanismos de rendición de cuentas nacionales respecto a las metas del ODS-4. Solo el Ministro de Educación de Bolivia, el Sr. Roberto Aguilar cuestionó la denominación empresarial del foro mismo, pero ya nadie se opone al hecho que un representante del organismo económico mundial que se ha erigido en Ministerio de Educación Mundial, sea quien coordine la mesa donde los representantes de países soberanos conversan sobre los mecanismos de seguimiento al ODS-4. El GRULAC[26] representado por el Sr. Aguilar expresó la intención de la región de construir mecanismos compartidos, propios y contextualizados de seguimiento al ODS-4.

Pero veamos brevemente, sin polemizar, algunos elementos que contiene el Informe[27] que alimentó el debate de este Foro. El primero, es que centra en las «escuelas responsables» (p.17,2017) el tema de la calidad educativa, al señalar que «las escuelas y otros establecimientos de educación y capacitación, son formalmente responsables ante los gobiernos y de manera informal ante los padres y alumnos» (p.17, 2017) respecto a la calidad educativa. Esto desdibuja el papel del Estado como garante de la educación y abre paso a la dicotomía entre sociedad educadora versus Estado docente. Segundo, respecto a los «Docentes Responsables» (p.25,2017) señala que «la confianza de los profesores en su proceso de evaluación influye considerablemente en la eficacia de los métodos de rendición de cuentas» a lo cual agrega «la mayoría de los países evalúan a los profesores utilizando diversos métodos. Las observaciones en las aulas se utilizaron en las evaluaciones para el 96% de los docentes de los países más ricos que participaron el estudio TALIS[28] de 2013«. (p.26,2017). En este sentido, en la línea de construir cultura evaluativa, se da por sentado que la evaluación de los docentes es parte sustantiva de las tareas por una calidad educativa, así mismo, se asumen las pruebas estandarizadas y las encuestas supranacionales como indicadores del comportamiento de los sistemas escolares respecto a la calidad educativa. Tercero en «Padres y Estudiantes responsables» se señala que «la educación es un esfuerzo social compartido, los padres y los alumnos tienen también papeles importantes que desempeñar. Los padres son responsables de crear un ambiente hogareño estimulante, pero también de propiciar la asistencia a la escuela, el esfuerzo y el buen comportamiento de los hijos» (p.29, 2017). Compartiendo la necesidad de estimular un mayor involucramiento de los padres, planteo que en este aspecto se desconocen u ocultan el impacto de las desigualdades sociales en la prosecución escolar, desdibujando la responsabilidad del Estado. Esta tendencia se mantiene en los segmentos de «Organizaciones Internacionales Responsables» (p.31, 2017), «Agentes privados con animo de lucro y responsables» (p.34, 2017). Lo que quiero destacar es la carencia de la mirada humanista en la rendición de cuentas respecto al ODS-4 al desaparecer por completo la valoración de las tareas centrales de nuestros sistemas educativos: el desarrollo integral de la personalidad y la construcción de ciudadanía critica. Los números solos, vacíos y sin la fuerza del encuentro humano, empujan peligrosamente la educación al campo de la relación costos/resultados, es decir a la mercantilización.

2030 como horizonte

En este artículo he ratificado mi valoración crítica sobre la ruta que construyó el neoliberalismo educativo para llegar al ODS-4. Podemos cuestionar la globalización económica y la mundialización cultural, pero lo que no podemos negar es que ya son una realidad. Por ello, la importancia de conocer su proceso de instauración para poder construir resistencias y alternativas. Me cuento entre los que consideran que la UNESCO, sigue siendo un espacio privilegiado para la defensa de la educación como un derecho humano, pero este convencimiento no puede llevarnos a una lectura ingenua o despolitizada de la dinámica de gestión y construcción de discurso del organismo internacional. Al contrario, solo con una clara lectura de las dinámicas de UNESCO podemos rescatar su rol unificador de la esperanza educativa mundial.

Si bien el ODS-4 es una etapa en la ruta neoliberal de destrucción de la escuela moderna, considero que existen muchos elementos en su narrativa que pueden y deber ser valorados y defendidos. El ODS-4 no es una política cerrada, por el contrario esta en el centro de las disputas educativas del presente. Es urgente entrar al debate desde la perspectiva de la pedagogía radical de las resistencias, para garantizar que la esperanza que en su agenda tienen millones de maestros, profesores, estudiantes y comunidades pueda ser un hecho. Me cuento entre quienes trabajaremos desde una perspectiva crítica por alcanzar las metas positivas del ODS-4.

Lista de referencias

Banco Mundial (2017) «Momento Decisivo: La educación superior en América Latina y el Caribe» Ediciones del Banco Mundial. Washington. EEUU

Bonilla-Molina, Luis (2015) Calidad de la Educación: ideas para seguir transformando. Ediciones Fonacit. Caracas. Venezuela.

Bonilla-Molina, Luis (2016). Apagón Pedagógico Global (APG) Las reformas educativas en clave de resistencias. Disponible en http://vientosur.info/spip.php?article11627

Bonilla-Molina, Luis (2017). La salida de EEUU de la UNESCO desde la perspectiva de la crítica al Apagón Pedagógico Global (APG). Disponible en http://questiondigital.com/la-salida-de-eeuu-de-la-unesco-desde-la-perspectiva-de-la-critica-al-apagon-pedagogico-global-apg/

Delors y otros (2016). La educación encierra un tesoro. Ediciones UNESCO. Paris Francia.

ONU (2015) Objetivos de Desarrollo del Milenio. Disponibles en http://www.un.org/es/millenniumgoals/

Popkewitz, Th (2009) El cosmopolitismo y la era de la reforma escolar. Ediciones Morata. Madrid. España

Torres S., Jurjo. (2017) Políticas Educativas y construcción de personalidades neoliberales y neocolonialistas. Ediciones Morata. Madrid. España.

UNESCO (1990) Declaración y Marco de acción de Jomtien (1990). Disponible en http://www.unesco.org/education/pdf/JOMTIE_S.PDF

UNESCO (2014) Declaración de Mascate. Disponible en http://www.unesco.org/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/Santiago/pdf/Muscat-Agreement-ESP.pdf

UNESCO (2014). Declaración de Lima. Papeles de trabajo. UNESCO-OREALC. Santiago de Chile, Chile.

UNESCO (2015) Replantear la educación: ¿Hacia un bien común mundial?. Ediciones UNESCO: París. Francia.

UNESCO (2015) Estrategia de educación de la UNESCO 2014-2021. Ediciones UNESCO. Paris. Francia.

UNESCO (2015) Educación 2030. Declaración de Incheon y Marco de Acción para la realización del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4. Ediciones UNESCO: Paris. Francia.

UNESCO (2015) Educación para la ciudadanía mundial. Temas y Objetivos de Aprendizaje. Ediciones UNESCO. Paris. Francia.

UNESCO (2017). América Latina y el Caribe hacia la implementación del ODS-4E2030. Educación 2030. UNESCO OREALC. Santiago de Chile. Chile.

UNESCO (2017) Resumen del Informe de seguimiento a la educación 2017-2018. Ediciones UNESCO. París. Francia.

UNESCO (2017) Educación para los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Objetivos de Aprendizaje. Educación 2030. Ediciones UNESCO: Paris. Francia.

UNESCO (2017) Guía para asegurar la inclusión y la equidad en educación. Paris. Francia.


[1] Escrito a solicitud, para la revista de Educación de la Universidad Nacional de Educación (UNAE) de Ecuador.

[2] Desde esa perspectiva neoliberal las instituciones «no sirven para lo que dicen servir». Los sistemas de salud no garantizan la salud, prevención y cura de enfermedades, las escuelas no sirven para el desarrollo integral de la personalidad, la construcción de ciudadanía ni para el desarrollo laboral, entre otras. Se colocan en tela de juicio todas las instituciones públicas.

[3] Se cuestiona que las instituciones no expresan los deseos, anhelos y necesidades de la gente y las mayorías ciudadanas están ajenas a los procesos de toma de decisión en las instituciones públicas.

[4] En cada uno de los componentes pedagógicos: currículo, planeación, evaluación, didácticas, modelos de gestión.

[5] Vista con una epistemología de productos, de resultados. Se enfatiza en el rendimiento escolar, en los resultados de los aprendizajes como la expresión de las bondades de la acción escolar o en su defecto, de su negación.

[6] Leer Popkewitz, Th (2009) El cosmopolitismo y la era de la reforma escolar. Ediciones Morata. Madrid. España

[7] Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura

[8] Entendida como la construcción de protocolos globales que orienten la actividad educativa y que sean no solo «consensuados» con los Estados sino acatados como referentes para la construcción de políticas públicas en educación.

[9] Es la aspiración a lograr que todos los procesos y resultados vinculados al rendimiento educativo y las dinámicas escolares, sea posible explicarlo a partir de resultados de las evaluaciones estandarizadas cuantitativas. y/o cuali-cuantitativas.

[10] Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad Educativa, creado en 1994 en la ciudad de Monterrey, México, con la participación de 15 países de la región

[11] Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe, ubicada en Santiago de Chile.

[12] Primer Estudio Regional Comparativo y Explicativo

[13] Segundo Estudio Regional Comparativo y Explicativo

[14] Tercer estudio Regional Comparativo y Explicativo

[15] 1) satisfacción de las necesidades básicas de aprendizaje; (2) perfilar la visión; (3) universalizar el acceso a la educación y fomentar la equidad; (4) concentrar la atención en el aprendizaje; (5) ampliar los medios y el alcance de la educación básica; (6) mejorar las condiciones de aprendizaje; (7) fortalecer la concertación de acciones; (8) desarrollar políticas de apoyo; (9) movilizar los recursos; (10) fortalecer la solidaridad internacional.

[16] El cual establece en su introducción que «los países y los grupos de países, así como las organizaciones internacionales, regionales y nacionales, podrán recurrir al Marco de Acción para elaborar sus propios planes de acción y programas de acuerdo con sus objetivos y su mandato y con los sectores que representan».

[17] (1) erradicar la pobreza extrema y el hambre; (2) lograr la enseñanza primaria universal; (3) promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer; (4) reducir la mortalidad infantil; (5) mejorar la salud materna; (6) combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades; (7) garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y (8) fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

[18] Cuyos objetivos son: (1) Extender y mejorar la protección y educación integrales de la primera infancia, especialmente para los niños más vulnerables y desfavorecidos; (2) Velar por que antes del año 2015 todos los niños, y sobre todo las niñas y los niños que se encuentran en situaciones difíciles y los pertenecientes a minorías étnicas, tengan acceso a una enseñanza primaria gratuita y obligatoria de buena calidad y la terminen; (3) Velar por que sean atendidas las necesidades de aprendizaje de todos los jóvenes y adultos mediante un acceso equitativo a un aprendizaje adecuado y programas de preparación para la vida activa; (4) Aumentar en 50% de aquí al año 2015 el número de adultos alfabetizados, en particular mujeres, y facilitar a todos los adultos un acceso equitativo a la educación básica y la educación permanente; (5) Suprimir las disparidades entre los géneros en la enseñanza primaria y secundaria de aquí al año 2005 y lograr antes de 2015 la igualdad entre los géneros en la educación, en particular garantizando a las niñas un acceso pleno y equitativo a una educación básica de buena calidad, así como un buen rendimiento

[19] (1) fin de la pobreza; (2) hambre cero; (3) salud y bienestar; (4) educación de calidad; (5) igualdad de género; (6) agua limpia y saneamiento: (7) energía asequible y no contaminante; (8) trabajo decente y crecimiento económico; (9) industria, innovación e infraestructura; (10) reducción de las desigualdades; (11) ciudades y comunidades sostenibles; (12) producción y consumos responsables; (13) acción por el clima; (14) vida submarina; (16) paz, justicia e instituciones sólidas, y; (17) alianzas para lograr los objetivos.

[20] El Objetivo 2: «empoderar a los educandos para que sean ciudadanos mundiales, creativos y responsables»; Objetivo 3: «definir la futura agenda de educación» (pp-52-58, 2015)

[21] UNESCO (2015). Estrategia de Educación de la UNESCO 2014-2021. Ediciones UNESCO. París. Francia

[22] El Grupo de los ocho países más poderosos del mundo esta integrado por Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Alemania, Reino Unido, Japón y Rusia. Muchas decisiones son tomadas en reuniones del G8 + China.

[23] Fondo Monetario Internacional

[24] En plural se centra en la aceptación y sinergia constructiva de las diversidades

[25] Muchas veces no consientes ni articuladas

[26] Grupo Latinoamericano y Caribeño de países miembros de la UNESCO

[27] UNESCO (2017) Informe de Seguimiento de a educación en el Mundo 2017-2018. Ediciones UNESCO. Paris. Francia

[28] En español: Encuesta Internacional sobre Docencia y Aprendizaje, otro mecanismo de evaluación que desarrolla el Ministerio de Educación Mundial, la OCDE.

 

Fuente del Artículo:

https://www.aporrea.org/educacion/a255352.html

 

Fuente de la Imagen:

ODS 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos

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Uruguay: Método educativo de Singapur aterriza en una escuela pública

América del sur/Uruguay/28 Octubre 2017/Fuente: El observador

Plan del líder de las pruebas PISA está presente en 48 colegios privados

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) fue categórico a finales del año pasado: llegar al nivel promedio de las pruebas PISA en el mundo resulta «inalcanzable» para Uruguay. En ese marco, las maestras de la Escuela Nº 149 pidieron autorización al Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) y adoptarán el método de enseñanza de Singapur, el país con mejores resultados en las pruebas PISA. A partir de marzo del próximo año, los estudiantes de ese centro complementarán los aprendizajes oficiales con la metodología del sudeste asiático.
El principal diferencial entre lo que se enseña en Uruguay y en Singapur es el cómo. El gerente de Marshall Cavendish Education -la editorial que importa los libros de ese método a Chile-, Alex Castillo, dijo a El Observador que los contenidos que aprenden los estudiantes uruguayos no distan demasiado de lo que reciben los alumnos singapurenses, pero sí cambia la forma en la que les son enseñados.
Castillo puso como ejemplo la enseñanza de las operaciones matemáticas. Mientras que en Uruguay los niños aprenden «ciertos trucos» que les permiten resolver los problemas, en Singapur los maestros explican por qué esos mecanismos funcionan. Según explicó Castillo, en Uruguay el 96% de los estudiantes aplican una forma de trabajar y no entienden realmente por qué es esa operación la correcta y no otra.
El experto señaló que el 4% de los niños que logran comprender la forma en la que se manejan las matemáticas terminan eligiendo carreras como la ingeniería. El resto logra salvar las materias, pero no se apropia del conocimiento. «Todos aprendimos operatoria y nos dijeron una manera de hacer los ejercicios. Lo que no estudiamos era por qué esa abstracción de números funcionaba, por qué era que la resta funcionaba así y no de otra manera», sostuvo.
Por ese motivo, en Singapur los estudiantes no solo aprenden matemáticas a través de los números, sino que también utilizan materiales didácticos que les permiten ver el funcionamiento de las operaciones. En una resta, por ejemplo, usan objetos que representan las unidades, las decenas y las centenas, para que los niños comprendan qué es lo que pasa cuando a una cifra se le resta otra. «Los niños tienen que debatir, explicar por qué llegaron a determinado resultado, trabajan mucho en equipo. El cambio en la dinámica de la clase genera resistencias entre los profesores, porque deja de ser un grupo que mira hacia un pizarrón y pasa a ser un aula en la que los estudiantes son los verdaderos protagonistas», contó.
Experiencia uruguaya
Los libros del método Singapur llegan a Uruguay a través de Avista, una editorial que importa los textos en español. Actualmente hay 48 colegios privados de todo el país que ponen en práctica esa metodología, pero la Escuela Nº149 será la primera institución pública. La directora de Avista, María Eugenia Mones, dijo a El Observador que la propuesta surgió a partir de la directora y las maestras, que pidieron el aval en Primaria. Las autoridades resolvieron otorgar el permiso, pero advirtieron que en la escuela deberán complementar los aprendizajes de la currícula oficial con el método usado en el país del sudeste asiático.
Mones señaló que la implementación del proyecto será gradual. Empezarán por inicial, primero y segundo, y luego irán avanzando en el método a medida que los niños crezcan. El financiamiento del programa se realizará a través de empresas privadas que donarán fondos para costear los libros. Según relató Mones, por el momento no consiguieron todas las donaciones que necesitan, ya que se trata de un proyecto que implica un compromiso a mediano plazo. Sin embargo, afirmó que están «encaminados» y esperan llegar a marzo del año que viene con el dinero necesario.
El consejero de Primaria, Héctor Florit, destacó la iniciativa de las maestras de la Escuela Nº149, pero también se mostró cauto en que el proyecto pueda prosperar en el resto de los centros educativos del país. El jerarca dijo a El Observador que «no correspondería» que los libros cambiaran, ya que en Uruguay hay un equipo de expertos que resuelve qué textos se utilizarán oficialmente.
Además, afirmó que la financiación también resulta un obstáculo para que el plan se expanda, porque Primaria «ya invierte mucho dinero» para que los alumnos tengan los materiales que necesitan. De todos modos, consideró enriquecedor que los niños complementen los aprendizajes de la currícula uruguaya con una propuesta extranjera.
Fuente: http://www.elobservador.com.uy/metodo-educativo-singapur-aterriza-una-escuela-publica-n1134761
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Colombia: Invertir más no implica calidad en educación: BID

Colombia/ 24 de octubre de 2017/Fuente: http://www.elcolombiano.com

Aunque Colombia ha invertido más en educación en los últimos años, esto no asegura que se obtengan mayores índices de calidad en el sector.

Esta es la visión que tiene Diana Hincapié, economista de la división de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, tras explicar los resultados del libro Aprender mejor, políticas públicas para el desarrollo de habilidades, que analizó el sector educativo de América Latina, incluyendo a Colombia.

Según la analista, los países de este hemisferio invierten casi cinco puntos del Producto Interno Bruto, PIB, pero aún es necesario diseñar estrategias que sean coherentes con las realidades de las comunidades.

Una visión similar se obtuvo de la presentación del Plan Nacional Decenal de Educación 2016-2026, hace dos semanas, que definió la ruta de la educación en el país por los próximos 10 años, encaminada en tener mayor cobertura, calidad y fortalecer la educación rural en el país.

Fernando Rincón, exgerente del Plan Decenal, asegura que son metas planteadas para generar impactos mediáticos y que no se cumplen.

“Las metas no han cambiado en ninguno de los tres planes y por eso digo que deben ser consecuentes con las realidades de las comunidades”, dijo Rincón.

Pese a ello, Julián de Zubiría, director del instituto Alberto Merani, de Bogotá, indica que los retos planteados en el Plan son los necesarios, porque trazan la ruta que debe tomar el Estado pare reducir las brechas sociales que se registran en Colombia.

“Los desafíos están muy bien definidos, pero necesitamos promover un “Acuerdo Nacional” que garantice que se implementen en los planes de desarrollo nacional y regionales”, explica Zubiría, haciendo referencia a que estos desafíos deben ser tenidos en cuenta en la formulación de los planes de las secretarías de Educación.

EL COLOMBIANO habló con Medina para conocercuáles son los retos que tiene Colombia y qué debe hacer para mejorar los indicadores de la educación, frente a lo que sucede en otros países.

¿Qué conclusiones deja el informe?

“El reporte de Aprender mejor es que si bien América Latina y El Caribe han aumentado su gasto en educación, los resultados son más bajos de lo esperado. Esto nos deja tres mensajes: Hay avances en cobertura y calidad, casi el 100 % asiste a primaria y tres de cada 10 jóvenes están en bachiller, pero todavía tenemos niños que no alcanzan a completar sus competencias básicas”.

¿Por qué sucede esto?

“Porque se implementan programas que tienen la mejor voluntad, las decisiones no se toman basadas en la evidencia, es decir, en lo que pasa en las comunidades. El Gobierno no evalúa los programas que está implementando. Es una obligación revisarlos para saber si están funcionando o no”.

¿Cómo está Colombia frente a otros países?

Igual, aumentó el gasto en educación. Pasó de invertir 2,5 puntos del PIB, hace 25 años, a 5 puntos en la actualidad, que es el promedio de la región. En cobertura, es un país modelo, porque es casi universal. En términos de aprendizajes, Colombia es uno de los 10 países que participan en las pruebas Pisa y ha tenido mejorías en los resultados obtenidos.

¿Cuáles son los retos que debe encarar Colombia para potenciar sus niveles educativos?

Dos fundamentales. El primero, que los niveles de aprendizaje son muy bajos, incluso con los países con un PIB similar al de Colombia. Los estudiantes están rezagados, y solo el 30 % alcanza un estándar mínimo en matemáticas. Segundo, hay brechas de aprendizaje en familias de bajos ingresos, porque están rezagados casi que un año y medio y eso debe reducirse desde las políticas del Estado.

¿Qué deben hacer los gobiernos para crear estrategias que permitan reducir la deserción escolar?

Usar la evidencia para tomar decisiones. Es importante entender los retos y dificultades a los que se enfrentan los adolescentes para saber el porqué abandonan, si es por falta de interés o porque la educación que reciben no es pertinente para su entorno. Por ejemplo, los programas de becas y premios son efectivos.

Fuente de la Noticia:

http://www.elcolombiano.com/colombia/educacion/mas-inversion-en-educacion-no-implica-calidad-BB7542650

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