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El Consejo Escolar defiende la reducción del currículo si hay vuelta a las aulas

Por: Diario de la Educación

  • El órgano, consultivo, pide a las administraciones y a los centros que se dote al profesorado y al alumnado de recurso «material y todo aquello que necesiten» para que puedan seguir dando respuestas al proceso de enseñanza-aprendizaje.

  • Reclama a las administraciones que el trabajo que se está realizando ahora desde casa se centre «sobre los aprendizajes básicos garantizados».

l último documento elaborado por el Consejo Escolar del Estado (CEE) ha levantado mucho revuelo en las redes sociales ante las primeras informaciones publicadas en la tarde de ayer cuando se ha publicado que el organismo, consultivo, no defiende el aprobado general del curso y sí que se continúe con el curso con normalidad.

El texto, al que ha tenido acceso este periódico, establece dos escenarios, que pueda volverse a las aulas antes del final de curso previsto, o que haya que esperar hasta el mes de septiembre.

Ninguna de las dos opciones difiere demasiado en relación a cómo se están impartiendo las clases hasta ahora o si ha de continuar el avance de profesorado y alumnado por el currículo.

«Desde comienzos de mayo y hasta que se reanuden las clases», dice el documento, se «sugiere» que administraciones educativas «dispongan lo necesario para que las actividades de aprendizaje que se programen por parte de los centros y los docentes no impliquen el retraso del alumnado que no cuente con medios adecuados para llevarlos a cabo».

El CEE afirma que en este hipotético caso, el trabajo debería centrarse «en el repaso, profundización y afianzamiento de los contenidos y aprendizajes fundamentales» que se hubieran desarrollado desde el mes de septiembre hasta el de abril pasados. En el caso de que desde mayo se pudieran reanudar en algún momento, el órgano consultivo sugiere «una reducción y condensación de los currículos orientada al desarrollo de los aprendizajes fundamentales y las competencias básicas».

En cualquier caso, el CEE cree que el curso no debería prolongarse, ni las clases ni las evaluaciones, al mes de julio. Alega que el esfuerzo del profesorado y del alumnado en estas semanas y en las que vienen, «ahora no están de vacaciones y la carga que han tenido que soportar también exige un tiempo normal de descanso».

Evaluación

Dentro del escenario en el que todo el alumnado y el profesorado pudiese volver a las aulas, el Consejo Escolar entiende que las evaluaciones del último tramo del curso deben tener en cuenta el trabajo realizado en las casas, así como aquello que pueda impartirse en los centros educativos en las últimas semanas. Estas evaluaciones deberían realizarse sobre la «valoración de los desempeños», así con «informes personalizados de los alumnos» que deberían tener en cuenta las posibles dificultades que el alumnado hubiera tenido para acceder a medios tecnológicos para desarrollarlos.

El documento del Consejo Escolar incurre en ciertas contradicciones. Mientras que la propuesta de CANAE de realizar una aprobado general, como el decretado en los últimos días en Italia, asegura que «la brecha digital no puede ser la causa de una evaluación negativa de los aprendizajes y las competencias». Podría inferirse de esto que un cierto porcentaje de alumnado que no ha tenido acceso, o muy precario, a los medios tecnológicos y a internet así como a los contenidos «impartidos» por sus docentes, no deberían suspender.

El Consejo Escolar también señala que la repetición de curso en estas circunstancias, así como la evaluación negativa, «deben ser también recursos realmente extraordinarios» (la ley educativa ya contempla que la repetición debe ser extraordinaria). «En ningún caso, continúa el documento, la no realización de las tareas en casa servirá para perjudicar al alumnado que no ha podido realizarlas de forma adecuada».

En el caso de que, contempla el CEE, no pueda volverse a las aulas hasta el mes de septiembre, todo lo relacionado con el trabajo en casa o con la evaluación contemplado en el escenario de la vuelta a las aulas, habrían de mantenerse.

Personal docente y no docente

Uno de los problemas que han estado denunciando en los últimos días algunos sindicatos tiene que ver con el hecho de que las bajas que se han estado produciendo entre el profesorado en las últimas semanas no se han visto cubiertas por personal interino. El Consejo Escolar del Estado defiende «el mantenimiento de todos los docentes, personal complementario y de apoyo, personal de administración y servicios, así como los sistemas de provisión de sustituciones, pues en estas circunstancias también son necesarios».

Al mismo tiempo, el órgano consultivo dice que «sería conveniente» que las autoridades educativas fueran flexibles con las nuevas formas de organizarse que han tenido que adoptar docentes y centros educativos para poder dar respuesta a las difíciles circunstancias en las que están desarrollando su labor en las últimas semanas.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/04/07/el-consejo-escolar-defiende-la-reduccion-del-curriculo-si-hay-vuelta-a-las-aulas/

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La escuela rural, un laboratorio de innovación educativa

Por: Carlos Magro.

No sé cómo hemos llegado a concebir la disparatada idea de que una clase aprenderá mejor si todo el mundo aprende lo mismo al mismo tiempo. Como si una clase fuera una fábrica.

John Holt. El fracaso de la escuela. 1977

Antes de seguir leyendo este artículo, cierre un momento los ojos y trate de imaginar un aula y una escuela tipo. Es muy probable que esa aula tenga entre 20 y 30 mesas, de color verde escolar, alineadas en filas, dispuestas de una en una, quizá emparejadas, todas orientadas hacia delante, hacia un punto fijo, probablemente una pizarra, a cuyo lado se encuentra otra mesa, algo más grande que las anteriores.

Si le pido ahora que me describa qué está pasando en esa aula, es más que probable que me diga que hay un grupo de alumnas y alumnos, todos más o menos de la misma edad, sentados, quietos, trabajando ensilencio, de manera individual, respondiendo de vez en cuando a las preguntas de su maestra o maestro, que será el único adulto en el aula y donde, a pesar de la diversidad que hoy caracteriza nuestras aulas, se percibe un cierto orden y homogeneidad.

Centro de Estudios de Castilla la Mancha https://flic.kr/p/kKPJWH

Piense ahora en la escuela donde se encuentra esa aula imaginada. Es más que probable que esa escuela sea una sucesión de aulas, más o menos grandes, más o menos luminosas, más o menos decoradas, todas alineadas a lo largo de un pasillo, quizá en dos o tres plantas. Y que la escuela sea un lugar silencioso salvo en momentos muy concretos (la entrada y salida, el recreo de media mañana o el patio de comedor).

Esta escuela que está imaginando dispondrá seguramente de patio, comedor, biblioteca, un par de salas y despachos y alguna que otra zona común. Y si usted ha visitado escuelas recientemente es fácil que incorpore en su descripción un pequeño huerto escolar en uno de los rincones del patio.

Siento decirle que esa aula y esa escuela, a pesar de ser el más habitual en el imaginario colectivo está, afortunadamente, dejando de existir. De hecho, aunque este modelo pueda ser todavía el más común, la escuela no siempre fue así, ya no es el único modelo existente hoy, y todo apunta a que en un futuro más o menos próximo se convierta en la excepción.

Hubo un tiempo, no tan lejano, en el que las escuelas no tenían aulas. De hecho, hasta bien entrado el siglo XIX, la escuela y el aula que predominó fue la unitaria, el aula multigrado, en la que un solo maestro enseñaba a un grupo de alumnos de edades y conocimientos muy variados en un mismo local escolar. O en algunos casos, en la que alumnos mayores enseñaban a sus compañeros de menor edad o menos avanzados (el conocido como sistema monitorial o de enseñanza mutua de Bell y Lancaster).

Poco a poco, esa aula unitaria fue sustituida por estructuras cada vez más compartimentadas y homogeneizadas. En aras de una supuesta mayor eficiencia en los resultados de aprendizaje, la mezcla en un mismo espacio de alumnos de distintas edades y niveles haciendo tareas diferentes fue vista como un obstáculo y substituida por la opción de un aula para cada edad y nivel.

Había nacido la escuela que acabamos de describir, la escuela graduada, caracterizada por tener varias aulas y maestros y en donde los alumnos se clasifican lo más homogéneamente posible en función de su edad y conocimientos, por grados o por cursos. Para muchos y durante mucho tiempo, todo un avance pedagógico.

Un modelo, el de la escuela graduada, que está en la base de la mayoría de los sistemas educativos actuales y que determina los planes de estudios nacionales, los libros de texto, los sistemas de evaluación, la selección de profesorado o la formación docente.

Durante años hemos pensado que la manera más eficaz y eficiente de abordar la escolarización masiva era creando entornos de enseñanza los más homogéneos y estandarizados posible. Durante años hemos pensado (y vistas algunas políticas educativas y propuestas recientes parecería que hay quien aún lo piensa) que la mejora del aprendizaje pasaba por disposiciones detalladas de los modos de enseñar, estableciendo currículos fuertemente prescriptivos, utilizando libros de texto y materiales curriculares a prueba de profesores y con una generalización de la supervisión y de las pruebas externas.

Escuela rural almandoz

Detrás de esta pretensión encontramos, entre otras cosas, la fantasía de que todo lo que se enseña se aprende y de que los alumnos que comparten características psicológicas similares aprenden de la misma forma y deberían hacerlo al mismo tiempo. Encontramos una manera de entender la educación que, con cierta facilidad, puede derivar en formas de segregación y exclusión, ya sea por sexo, por supuesta capacidad, por rendimiento o por origen socioeconómico.

El problema de este enfoque es que, aunque las políticas sean uniformes, los estudiantes no son sujetos que puedan estandarizarse, ni en sus ritmos, ni en sus procesos de aprendizaje. Nunca lo han sido. Menos hoy.

Es más, lejos de sus supuestos beneficios, la ficción por el control, la obsesión por los objetivos, la homogeneización y la estandarización han dado como resultado una escuela muy regulada, burocrática, altamente presionada, sobrecargada, sobre responsabilizada y desmotivada. Un modelo de enseñanza de talla única que ha generado y sigue generando altas tasas de fracaso escolar.

Un fracaso que aunque sabemos que está relacionado con aspectos que tienen que ver con la financiación, los recursos disponibles, las características del currículum, las condiciones socioeconómicas de los estudiantes, depende también “de las prácticas mediante las que los docentes proveen de educación a los estudiantes, miden y valoran los aprendizajes, responden a aquellos estudiantes que encuentran dificultades en sus trayectorias escolares y educativas.

Es decir, que depende también de las maneras que tengamos de organizar la enseñanza y, por tanto, de la cultura escolar y del modelo de aula y de escuela que tengamos.

Tampoco, como decíamos, la escuela que hemos imaginado al inicio es el único modelo existente hoy. Se estima que el 30% de los centros escolares del mundo poseen aulas multigrado. Uno de cada tres. Muchos. En España, según el último informe del Consejo Escolar del Estado, hay 727 centros rurales agrupados que escolarizan a unos 75.000 estudiantes (aproximadamente un 2,4% del total).

Escuela Serón de Nágima 1952

Ni parece que vaya a ser tampoco el modelo del futuro. Vemos como cada vez más los centros educativosmás innovadores, tratando de dar respuesta a la creciente complejidad de la enseñanza y a la diversidad existente en las aulas, están transitando hacia una organización escolar en la que lo normal ya no es el aula con un único profesor sino la combinación de varias aulas con varios profesores, lo que algunos han llamado aulas cooperativas multitarea, superaulas o aula inteligente.

Si la escuela nació principalmente instructiva y selectiva, ahora necesitamos que ésta sea educativa e inclusiva. Se trata de formar a todos, con toda su diversidad. Si algo caracteriza nuestras aulas y escuelas hoy es precisamente la diversidad.

No podemos seguir pensando que la solución a este reto pasa por más homogeneización. Al contrario, la solución pasa por poner en valor la diferencia. Por entender la diferencia como un recurso educativo. La única manera de atender el reto de la diversidad es con diversidad.

Es en este contexto en el que en los últimos años hemos comenzado a mirar la escuela rural, ignorada, descuidada y maltratada durante mucho tiempo, en tanto que claro ejemplo de diversidad dentro de la diversidad, como un lugar de innovación pedagógica y organizacional donde aprender a enfrentar gran parte de los retos educativos actuales (atención a la diversidad, personalización, aprendizaje competencial, multidisciplinariedad, colaboración docente, vinculación con el contexto…).

Muchas de las especificidades del entorno y de la escuela rural que durante mucho tiempo vimos como barreras se han convertido hoy en elementos clave para abordar la transformación educativa. La heterogeneidad y la diversidad como posibilitadoras de inclusión; el medio como un facilitador de aprendizaje experiencial; el aprendizaje cooperativo como apoyo de la individualidad, entre otras características, pueden convertir a la escuela rural en un “laboratorio” de innovación y mejora escolar.

El aula multigrado, al entender la diferencia no como un problema sino como un recurso de enseñanza y al exigir la diversificación de actividades de enseñanza para grupos diversos, rompe de facto con las prácticas educativas uniformes apoyadas, como decíamos, en la fantasía de unos aprendizajes correspondientes a una edad determinada.

Escuela rural Mexico

El aula multigrado conlleva una organización del aula específica; unas relaciones entre los alumnos; una forma determinada de distribuir a los alumnos que posibilita, a su vez, distintas dinámicas grupales (grupo plenario, subgrupos fijos, subgrupos rotativos, comisiones de trabajo); un uso concreto de los espacios y los tiempos; un diseño de actividades didácticas específicas; una movilización de otro tipo de recursos educativos; y una vinculación natural con el entorno y la comunidad que pueden ayudarnos a afrontar los retos educativos actuales.

Son múltiples los desafíos que enfrenta la escuela rural y que, sin duda, debemos atender (falta de infraestructuras, flexibilidad legislativa, mayores cuotas de autonomía, una formación del profesorado más adecuada…) pero son múltiples también los aprendizajes que los sistemas educativos pueden obtener de la escuela rural.

Cuando la graduación múltiple no es solo una consecuencia casual derivada de un contexto rural sino una opción elegida, se abren múltiples oportunidades pedagógicas.

Nadie duda de que la escuela necesita un cambio profundo a través de un proceso de re-escolarización, caracterizado por una nueva cultura del aprendizaje basada en la participación activa, las actividades significativas, la autorregulación y la atención a las diferencias de desarrollo e individuales; y por una cultura organizacional caracterizada por la colaboración, la innovación, la autonomía, la atención a la diversidad y la apertura al entorno.

Escuela rural Nº 209, en la localidad de Cañada Grande, Canelones. Foto de Pablo Nogueira

La tarea de enseñar es ahora más compleja que nunca, pero también más estimulante. En un mundo lleno de miradas catastrofistas sobre la educación, necesitamos más que nunca esperanzas practicables e inspiraciones alcanzables. En este contexto, no es disparatado imaginar a la escuela rural guiando y sirviendo de orientación a una “escuela urbana” que debe ser cada día más dinámica, flexible y personal.

No es disparatado imaginar la escuela rural como fuente de esperanzas practicables e inspiraciones alcanzables para los retos educativos actuales y del futuro. 

Fuente de articulo: https://carlosmagro.wordpress.com/2019/06/02/la-escuela-rural-un-laboratorio-de-innovacion-educativa/

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El colegio público que ha desterrado la pelota

Por: Ana Torres Menárguez.

El Martinet, un centro público de Ripollet, tiene un proyecto pedagógico innovador sin asignaturas ni balones y lucha contra la Administración para eliminar la cancha de su patio

“Hemos colonizado la pista”, dice Isabel Trías, directora del colegio público El Martinet, en el pueblo de Ripollet (Barcelona), que ha desterrado el uso de la pelota. Allí los alumnos no juegan al fútbol ni al baloncesto. En ningún momento de la jornada escolar. La pista es una explanada en desuso sin porterías ni canastas en la que los trazos de colores son casi imperceptibles. Rodeada de montículos de tierra con pequeñas construcciones hechas con troncos y con cabañas de madera, ese trozo de cemento es uno de los símbolos de la lucha de este colegio por implantar su propio modelo de escuela, en el que no hay asignaturas y los niños no almuerzan bocadillos, sino fruta y frutos secos.

Cuando se levantó el colegio, en el año 2004, comenzó la pugna de este centro con la Administración. Pidieron al Departament d’Ensenyament (la consejería de Educación catalana) que no instalara ninguna pista. El proyecto educativo que presentó el equipo directivo era revolucionario: los alumnos no tendrían asignaturas y, por tanto, la materia de educación física se diluía. “No es que no hagan deporte, sino que no consideramos necesario que practiquen los deportes tradicionales con pelota”, explica Isabel Trías, la directora del colegio, con 480 alumnos, que no tienen permitido llevar balones al centro.

Hay dos grandes razones. “Ya sabemos qué tipo de actitudes generan los deportes como el fútbol, los niños juegan por un lado e invaden gran parte del espacio y las niñas, por otro”, cuenta Montserrat Navarro, la primera directora que tuvo el centro y la impulsora del proyecto. “La pelota está asociada a juegos competitivos que, además, generan un consumismo en los niños [por la compra de camisetas de los equipos y balones oficiales]. Es como las pantallas, tapan otras realidades”, argumenta Isabel Trías.

A diferencia de las escuelas tradicionales, en El Martinet los alumnos no pasan seis horas sentados en el pupitre porque se mueven constantemente de los espacios interiores a los exteriores. “No hay sedentarismo”, añade la directora. Les enseñan juegos cooperativos en los que el fin último no es ganar, practican deportes al aire libre, hacen salidas en bicicleta y suben montañas. A los seis años empiezan y a los 11 suben el Puigmal, de casi 3.000 metros de altura.

El Departament y la Inspección Educativa dieron su visto bueno al proyecto, previamente aprobado por el consejo escolar con las familias, pero colocaron la pista deportiva reglamentaria en el patio. Años después, la madre de uno de los alumnos se ofreció a llevar al colegio una cantidad suficiente de tierra para tapar la pista y crear encima el entorno que habían diseñado: 100% natural y sin pavimentos de cemento. Lo hicieron y pocos meses después la historia volvió a empezar; el Ayuntamiento de Ripollet y el Departament —en ese momento liderado por CIU— urgieron al colegio a volver a despejar la pista. “Tú misma lo puedes ver, los alumnos ocupan los espacios con naturaleza y la cancha se queda siempre vacía. Es un sinsentido”, indica la directora, que ha vuelto a solicitar a la Administración autonómica —que tiene las competencias en materia de Educación— que les dé permiso para volver a cubrir el pavimento.

La pista sin porterías ni canastas de El Martinet, rodeada de cabañas de madera y montículos de tierra.
La pista sin porterías ni canastas de El Martinet, rodeada de cabañas de madera y montículos de tierra.CRISTÓBAL CASTRO

¿Qué hacen los niños en esos espacios de tierra? Unos construyen un canal de agua con piezas de madera y poleas, otros revisan las hortalizas que están creciendo en el huerto, otros usan una lupa binocular para mirar de cerca unas hojas que han recolectado y otros, simplemente, deambulan. Actividades no faltan. «Nuestro argumento es claro: ya hay polideportivos y zonas públicas con pistas que los niños pueden usar en su tiempo libre”, aclara la antigua directora Montserrat Navarro.

Desde el Departament aseguran que ya son cerca de una decena los colegios públicos catalanes que quieren transformar sus patios para que las pistas no ocupen la mayor parte del espacio, pero ninguno de ellos quiere, por el momento, eliminar las canchas. El real decreto de 2010 —aprobado por el Gobierno central— que regula los requisitos mínimos de los centros educativos habla de “un patio de recreo, parcialmente cubierto, susceptible de ser utilizado como pista polideportiva”. Eso quiere decir que la decisión última sobre las canchas corresponde a la comunidad autónoma, aseguran fuentes del Ministerio de Educación.

El cambio en la forma de interpretar la educación física no es exclusivo de El Martinet. “La disciplina, el orden y el esfuerzo ya no son las premisas, la gente sigue teniendo esa idea de la asignatura pero es un prejuicio anticuado”, explica Albert Batalla, profesor de Didácticas de la Educación Física de la Universidad de Barcelona. La superación física ya no es el objetivo, no se trata de aprender a botar bien el balón, sino de cooperar y respetar las normas sin la mirada puesta en ser el ganador. “Es un cambio radical que lleva años instalándose en los colegios, ya no se ve el cuerpo como una máquina que hay que mantener en forma. Ahora se practica la expresión corporal mediante la danza o los malabares”, añade. Aunque reconoce que la pelota suele colonizar los recreos, obligando a los alumnos a sortear los balonazos y a refugiarse en las zonas periféricas, cree que es “muy radical” eliminar los balones. “Supone darle la espalda a la realidad, la competitividad está ahí y hay que educar a los niños a gestionar el ansia por ganar”.

IMPLICAR A LOS MAESTROS EN EL DISEÑO ARQUITECTÓNICO DEL CENTRO

“La arquitectura y la docencia tienen que ir de la mano”, aseguró el pasado marzo Josep Gonzàlez-Cambray, el director general de centros públicos de Cataluña, donde el Gobierno regional ha lanzado un plan para que docentes y miembros del Colegio de Arquitectos trabajen conjuntamente para identificar las nuevas necesidades de los colegios en función de los proyectos pedagógicos. La idea es involucrar a los maestros en el proceso previo a la construcción de nuevos centros para adaptar los espacios interiores y exteriores a los criterios pedagógicos. “Ya hemos empezado a implicar a los equipos directivos en la fase inicial de diseño de las escuelas, es la vía para crear las aulas del futuro”, dijo el conseller Josep Bargalló.

Para María José Camacho, profesora de Educación Física en la Facultad de Educación de la Complutense, el problema es que los deportes tradicionales llevan a los colegios a aplicar la “jerarquía de resultados”: salen mejor parados los alumnos con mayor rendimiento físico. “Siempre lo harán mejor los que practican esos deportes en su tiempo libre y eso genera mucha frustración. Los juegos cooperativos, en los que el rendimiento es más parecido, son más inclusivos”, explica.
Es lo que las nuevas hornadas de maestros de Educación Física llaman gamificación. “Todo el grupo tiene que superar el reto, no vale con que uno sea buenísimo”, dice Tristán González, profesor de la materia que ha dado clase en primaria durante 12 años. Pone un ejemplo: un torneo de combas a modo de juego de rol; cada movimiento tiene un nombre y lleva asociado unos puntos. Los niños saltan a la cuerda solos y en grupo. “En los colegios públicos en los que he trabajado, nunca he centrado la asignatura en jugar al fútbol o al baloncesto”. Coincide con los investigadores en que la época del «chándal, sudor y esfuerzo» ya pasó. Ahora importa más la inclusión.

Lectura autónoma

En El Martinet, que el año que viene tendrá también secundaria, los espacios exteriores están cubiertos de tierra y árboles y se usan, igual que los interiores, como áreas de aprendizaje. “Salir fuera equivale a acercarse a lo imprevisible, a lo que no se sabe, a lo que es sorpresa”, se puede leer en un libro autoeditado por el colegio en el que se explica su filosofía. En cada una de las puertas de entrada al edificio hay estructuras de madera con botas de agua de colores de diferentes tamaños. Porque los días de lluvia también se sale. En el interior las aulas no tienen pizarras porque quieren que los niños trabajen a su ritmo, que no realicen las mismas actividades todos a la vez. Salvo en la comida.

Tampoco hay exámenes y los niños lideran su propio aprendizaje con los maestros como guía. Es casi la una del mediodía y los alumnos hacen tiempo hasta que llegue su turno del comedor. En una de las aulas, un grupo de alumnos de ocho años de tercero de primaria construye estructuras con figuras de madera o conversan entre ellos. Más de la mitad están concentrados en su lectura. Pol García, de 19 años, fue alumno del colegio. “Para nada eché de menos la pelota. La llegada al instituto sí fue un poco heavy, por el cambio de modelo. Llevaba muy mal estar sentado tantas horas sin poder hablar, pero tenía muchas ganas de que me mandaran deberes y de hacer exámenes”, cuenta. Estudió un grado de formación profesional superior en Gestión Forestal y ahora está haciendo prácticas en un viñedo cerca de Oporto. Lo que más valora es que le enseñaran a interesarse por los temas y a buscar él mismo información. “Eso nunca se olvida, la curiosidad por aprender se te queda”.

LOS PATIOS SE TRANSFORMAN PARA INCLUIR A LAS NIÑAS

Hora del recreo en un colegio cualquiera. Desde fuera, un observador no ve nada especial en el patio. Un tumulto infantil, niños que juegan al fútbol, otros que corren y niñas sentadas en corros por la periferia del espacio. Parece que cada uno está a su aire, donde le apetece. ¿Hay sexismo en ese escenario? Este planteamiento inicial de la socióloga Marina Subirats en su libro Balones fuera (Octaedro) ha inspirado a algunas escuelas a transformar sus recreos para evitar que los roles de género se reproduzcan desde la infancia. El colegio público La Paloma, en el barrio madrileño de La Latina, es uno de ellos. “Desde que son pequeños les enseñamos a estar de una manera en el mundo. El hecho de que los chicos ocupen la mayor parte del espacio con una actividad más agresiva y las niñas se resignen a los alrededores es el comienzo de la desigualdad”, explica Irene Martínez, profesora de la Complutense.

“A partir de segundo de primaria empieza a notarse la separación de chicos y chicas en la hora del recreo, por eso el uso de la pista va rotando entre diferentes cursos y hemos habilitado nuevos espacios para hacer música, escalar, plantar o comer tranquilo y solo prohibimos los juegos con balón los viernes”, cuenta María Belén González, directora del centro. Hay tres tipos de zonas: activas, semiactivas y tranquilas. “Hemos conseguido que los alumnos se relacionen más con niños que tienen otros intereses”.

Fuente del artículo:  https://elpais.com/sociedad/2019/05/10/actualidad/1557488263_130279.html

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La comunidad educativa pide al Gobierno que rescate la escuela rural

Por: Ana Torres Menárguez.

El Consejo Escolar demanda una financiación suficiente, dotación de ordenadores, banda ancha e incentivos a los profesores en su informe sobre la nueva ley

La fórmula de las escuelas rurales funciona: pocos niños y aulas con edades mezcladas. Castilla y León es un buen ejemplo. En el último informe PISA -prueba internacional que evalúa a los chavales de 15 años-, obtuvo los mejores resultados de España. En esa comunidad reinan las escuelas rurales: el 68% de los centros públicos de infantil y primaria están en localidades con menos de 10.000 habitantes. La falta de recursos de esas escuelas y sus problemas para subsistir son una de las principales reivindicaciones del informe elaborado por el Consejo Escolar del Estado sobre el anteproyecto de la nueva ley educativa presentado por el Gobierno.

«El compromiso de una financiación suficiente y estable de la escuela rural», es una de las peticiones que el Consejo Escolar -órgano consultivo del Gobierno integrado por profesores, alumnos, familias, representantes de las escuelas concertadas y privadas y miembros de la propia Administración- incluye en el informe de 33 páginas, al que ha tenido acceso este periódico, que el próximo 8 de enero votará y trasladará al Ministerio de Educación.

La propuesta, que destaca la problemática del mundo rural y señala que el 85% del territorio español lo es, contiene varios apartados como uno que recomienda la dotación de recursos TIC (ordenadores y pizarras digitales, entre otros) y banda ancha ultra rápida. Solo el 48% de los núcleos de menos de 5.000 habitantes dispone de banda ancha básica en la actualidad, según datos del Ministerio de Economía. Además, piden que a la hora decidir si se mantiene o se cierra alguno de estos centros, se tengan en cuenta otros elementos «más allá del número de alumnos».

Otra de las peticiones se refiere al profesorado. Piden que se incentive la permanencia de maestros y profesores en las escuelas rurales mediante complementos en el sueldo o la liberación de horario lectivo para actividades de formación permanente, entre otras. Otro de los puntos sugiere que se incluya un temario específico sobre el funcionamiento de estas escuelas en el grado de Magisterio.

La metodología de las escuelas rurales recuerda, en algunos aspectos, a la que se sigue en centros privados como Montessori o Waldorf en las grandes ciudades, con pocos niños en cada clase (entre 5 y 15, frente a los 25 o 28 de una ciudad), y mezcla de estudiantes independientemente de su edad. Más actividades al aire libre o mayor participación de las familias son otros de los distintivos.

También se pide potenciar la Formación Profesional para asegurar el empleo juvenil en las zonas rurales y crear observatorios de la escuela rural en las autonomías.

Becas y bilingüismo

En su anteproyecto de ley, Educación contempla como novedad que las becas serán inembargables en todos los casos. El Consejo Escolar sugiere que, además, se elimine el adelanto de dinero por parte de las familias.

Otro punto polémico se refiere a la contratación de expertos en idiomas en centros públicos bilingües. Celaá incluyó en su borrador un apartado en el que se prohibía la contratación de esos expertos por «procedimientos distintos al ordinario». El anteproyecto quiere impedir que se contrate sin oposición, como ahora, a extranjeros, en su mayoría recién graduados, que vienen nueve meses a España a ejercer como auxiliares de conversación en las aulas de los colegios públicos bilingües.

El Consejo Escolar reclama, sin embargo, que la nueva ley incluya que los centros «podrán, excepcionalmente, mientras haya insuficiencia de docentes con competencias lingüísticas, incorporar expertos bilingües con los requisitos que determine la Administración».

El Consejo pide que Historia del Mundo Contemporáneo se incorpore como materia obligatoria en todas las modalidades del Bachillerato.

Mayor financiación pública

Respecto a la financiación del sistema público de Educación, el Consejo Escolar reclama pasar del 4% del PIB al 5,5% (la media de los países europeos es del 5%). Para ello, piden la «incorporación de la correspondiente Ley de Financiación del Sistema Educativo, en la que se recogerá el compromiso de financiación de al menos el 5,5% del PIB». Hasta la fecha, el Ministerio no ha enviado a la comunidad educativa la memoria económica del anteproyecto de ley. Isabel Celaá ha asegurado en repetidas ocasiones que el anteproyecto se llevará al Parlamento a principios de año, después de escuchar las peticiones de las diferentes organizaciones.

Dirección de los centros

«La dirección de los centros públicos es una asignatura pendiente del sistema educativo (…). No hay un modelo definido ni consensuado y no se observa voluntad de cambio ni mejora», señalan en el informe, en el que hacen mención al documento de la OCDE de 2009 Mejorar el liderazgo escolar, donde se considera crucial la «profesionalización» de esa figura. España necesita «direcciones estables en los centros educativos, que les permitan trabajar en proyectos consistentes en el tiempo», continúa el escrito. Para ello, instan al Gobierno a incluir en el anteproyecto de ley educativa «una especial consideración» hacia la labor de los directores de centro mediante una formación especializada, una evaluación y un posterior reconocimiento. Además, consideran que cada candidato a director deberá presentar un proyecto con su estrategia a cuatro años que deberá tener un peso del 50% en su valoración final.

Fuente del artículo: https://elpais.com/sociedad/2018/12/14/actualidad/1544805097_842938.html

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Argentina: Clausuran setenta escuelas

Argentina / 12 de agosto de 2018 / Autor: Ludmila Ferrer / Fuente: Página 12

Los distritos escolares de General Rodríguez y Moreno prácticamente no tuvieron clases luego de la fatídica explosión de la escuela 49. En General Rodríguez una cuadrilla del gobierno comprobó pérdidas de gas en la mayor parte de las escuelas.

Ayer hubo movilizaciones de docentes y padres de alumnos en los partidos de Moreno y General Rodríguez. En ambos distritos prácticamente el total de escuelas se mantuvo sin dar clases. Luego de la explosión en la escuela 49, que provocó la muerte de la vicedirectora Sandra Calamano y el auxiliar Rubén Rodríguez, las comunidades educativas salieron a denunciar las paupérrimas condiciones edilicias. “Faltan aulas, hay problemas con el gas, la electricidad, los desagües, paredes electrificadas, cortes diarios del suministro de agua en las distintas instituciones”, le informó a PáginaI12 Verónica Ledesma, secretaria general de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB). En otros distritos bonaerenses, como Merlo y Pilar, surgieron denuncias similares. En Mar del Plata, además, el interventor del Consejo Escolar renunció aduciendo “estrés”.

“El viernes le pregunté al presidente del Consejo Escolar si podía garantizar la seguridad de alumnos, docentes y auxiliares y me respondió que no”, dijo Ledesma. Finalmente, se decidió que cuadrillas especiales pasen a revisar todos los establecimientos educativos de General Rodríguez. “Queríamos que se revisen con cuadrillas especiales y que nos garantizaran que iban a hacerse trabajos en concreto y, además, tener la certificación de profesionales que garantizaran la habitabilidad de los edificios. Queríamos que nos dijeran que los chicos podían concurrir a las escuelas sin riesgo de vida”, afirmó.

Ayer, los directivos de algunas escuelas del municipio de General Rodríguez, presionados por el reclamo de docentes y padres, decidieron suspender las clases ante el peligro que corrían los alumnos y asustados por lo sucedido en Moreno la semana pasada. “A medida que pasaba la cuadrilla que mandaron el Consejo Escolar y la municipalidad se detectaron fugas de gas –dijo Ledesma–. Hay un 80 por ciento de servicios educativos que ahora están con suspensión de clases.” Esto representa entre 60 y 70 establecimientos, entre ellas, la escuela primaria N°11, donde se detectó una fuga de gas.

Ayer a la mañana, hubo una marcha a la Jefatura Distrital de ese distrito porque los gremios fueron convocados a una reunión con el jefe regional Hugo Daniel Costilla. “El objetivo era tratar la situación edilicia de General Rodríguez después de una movilización que se hizo el viernes frente al Consejo Escolar de parte de gremios, docentes, alumnos y padres para pedirles soluciones respecto a la situación de infraestructura de nuestro distrito”, afirmó Ledesma.

En abril se había declarado la emergencia educativa en General Rodríguez “dada la situación preocupante de las instituciones”. “Los gremios reclamamos hace años la falta de edificios y la situación de los edificios que funcionan ahora. Faltan aulas, hay problemas con el gas, la electricidad, los desagües, paredes electrificadas, cortes diarios del suministro de agua en las distintas instituciones. Además hay sobrepoblación y los alumnos están hacinados. A veces llega a haber hasta 80 alumnos en un aula”, sostuvo la titular de FEB.

Como informó ayer este diario, a principios de julio, en la escuela N°22 del barrio Bicentenario de General Rodríguez explotó una cocina por una pérdida de gas. Aunque no hubo muertos, una auxiliar sufrió graves quemaduras.

A su vez, en otros distritos comenzó a replicar el miedo y el enojo. Los directivos de la escuela secundaria N°7 de Pilar se vieron forzados a evacuar a sus alumnos por escapes de gas. Para dejarlos fuera de peligro, el director decidió llevar a los chicos al patio y resolvió suspender las clases cuando vio una estufa defectuosa y un tomacorriente enchufado a su costado. Fernando Sorrentino, docente del establecimiento, contó que el olor a gas se empezó a sentir cerca de las once de la mañana en el auditorio. “Por primera vez en la vida veo una estufa que no es de tiro balanceado, infrarroja, no tenía llave para regular a la vista y al lado de la estufa conectado un toma corriente como si fuese un bypass por afuera, cuando todos sabemos que no puede estar al lado si hay una pérdida”, dijo Sorrentino. En ese momento, los trabajadores de la escuela hicieron un acta y le solicitaron al director que tomara medidas de prevención. “Resolvió primero ubicar a los chicos en el patio donde no hubiese riesgo y luego suspender las clases”, afirmó el docente.

Los directivos de la institución ya habían presentado quejas ante las autoridades provinciales, pero no obtuvieron respuesta. Hubo distintos reclamos, por olor a gas, escapes de gas y techos que llueven y se caen”, informó Sorrentino, quien señaló que la situación de las escuelas se debe a “la política de ajuste a la que estamos sometidos”.

Después de lo que sucedió en la escuela 49 de Moreno, el personal educativo acordó armar “un dispositivo para estar alerta ante cualquier falla que hubiera”.

En Merlo, la directora de la escuela primaria N°8 les pidió a los padres que entraran al establecimiento cuando fueron a llevar a sus hijos. Ahí intentó minimizar que había “pequeñas pérdidas de gas”, además de otras irregularidades, pero que de todas formas se dictarían las clases por pedido estricto de la inspectora. Los padres se resistieron a dejar a los niños en la escuela. Luego, hicieron una denuncia en el comando de bomberos del distrito, quienes junto al personal de Defensa Civil comprobaron que había cinco escapes de gas en el lugar.

Karina, madre de una alumna de primer grado, contó que la directora “empezó a sostener que no la dejaban cerrar la escuela pero todos los padres empezamos a decir que eso no era factible. Algunos se pusieron nerviosos, sacaron a los chicos de la escuela y otros quedaron adentro”.

Pero el problema no es sólo el gas. Desde la escuela N°5 de El Palomar denuncian que fueron abandonados por el gobierno provincial y el de Morón, encabezado por el intendente Ramiro Tagliaferro, ex esposo de María Eugenia Vidal. El 29 de abril la escuela fue afectada por un temporal y quedó sin techo. Y ahora denuncian que el gobierno desistió de avanzar en su recuperación.

Fuente de la Noticia:

https://www.pagina12.com.ar/133542-clausuran-setenta-escuelas

ove/mahv

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«Ir a la escuela en la provincia de Buenos Aires es una bomba de tiempo»

América del Sur/Argentina/07.08.18/Fuente: www.primereando.com.ar.

De esa manera se refirió uno de los docentes de la Escuela N°49 de Moreno, para describir el nivel de abandono a la educación pública por parte del gobierno de la Provincia. También confirmó la denuncia sobre el retiro de documentos del colegio en el Consejo Escolar por parte de funcionarios

El maestro de la primaria que la semana pasada estalló por una pérdida de gas en la localidad de Moreno, Hernán Pustilnik, dialogó con el programa radial La Vuelta Completa, y allí afirmó: “No iniciamos las clases hasta que no revisen las escuelas y nos den la seguridad de que vamos a estar bien. Los docentes, los auxiliares y los chicos”.

El viernes pasado, se registró una explosión de la Escuela N 49 de Moreno, donde fallecieron vicedirectora de ese centro educativo, Sandra Calamano, y del auxiliar Rubén Rodríguez

Pustilnik indicó que, desde el día de la explosión, “por lo menos Vidal salió a hacer algo», aunque agregó: «Es una lástima que no lo haya hecho unos días antes”.

“Hasta que no sucedió una tragedia los funcionarios no tomaron nota. No entendíamos por qué demoraron tanto”, manifestó el maestro.

Por otra parte, confirmó la denuncia acerca de que “funcionarios se llevaron cajas y documentos del colegio, entraron al Consejo y se llevaron muchos papeles. Entonces los docentes definieron ir al Consejo e instalar la carpa hasta que la fiscalía decida allanar”.

“Están tratando de responsabilizar a Sandra y Rubén, nosotros no lo vamos a permitir de ninguna manera”, advirtió Pustilnik. Según comentó, “ayer el abogado del gasista salió a los medios de Moreno a decir que la escuela explotó por culpa de las víctimas que supuestamente manipularon mal el gas”.

Luego recordó que “la escuela presentó notas permanentemente, no solamente por el tema del gas sino por pozos desbordados de materia fecal. Ir a la escuela en Buenos Aires es una bomba de tiempo”.

“Hace un mes y pico los sindicatos hicieron un ‘carpetazo’ en la cual entregaron en mano la situación de todas las escuelas de Bs. As. Ahí estaba la carpeta de la escuela 49”, detalló.

“Somos docentes y auxiliares pero parecemos bomberos en las escuelas. Tenemos que aguantar que la gobernadora nos trate de vagos que no queremos trabajar”, reclamó Pustilnik. Por último, desafió a la mandataria provincial: “Invito a Vidal a que venga a la escuela a ver como trabajamos”.

Fuente de la noticia: https://www.primereando.com.ar/buenos-aires/-ir-a-la-escuela-en-la-provincia-de-buenos-aires-es-una-bomba-de-tiempo-_a5b69918f7e33450d89e08e75

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Radio FAPA: Somos escuela 278. Maestros catalanes (Audio)

España / 26 de noviembre de 2017  / Autor: Radio Enlace 107.5 FM, Madrid / Fuente: Audio URCM

Junto a las secciones habituales, el tema de la semana nos trae el manifiesto de la confederación de MRP contra el ataque al profesorado de Cataluña.

 

Producción: Radio Enlace 107.5 FM, Madrid   |   Relacionado con : Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado «Francisco Giner de los Ríos»   |  Duración aproximada: 00:59:23

Así se desarrolla el programa

  • -En la sección informativa, Arancha Ventura, vicepresidenta de la FAPA, nos recuerda el próximo Encuentro de experiencias de la FAPA, comenta la reunión del Consejo Escolar, la campaña @noaceptomadrid, la falta de profesorado…
  • Le dedicamos a Silvita la canción Ojalá que llueva café de Juan Luis Guerra, un homenaje a quien nunca dejó de ser niña.
  • Conversamos con Ricard Aymerich, presidente de la Federació de MRP de Catalunya, acerca de la nota de prensa la Confederación de MRP contra el ataque al profesorado de Cataluña.
  • En su sección de controversias, Valentín Huerta reflexiona sobre la persecución a la que siempre se sometió a los maestros.

Fuente:

http://audio.urcm.net/Radio-FAPA-Somos-escuela-278

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