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La afectualidad como potencia social de los cuerpos para educarlos en una convivencia alternativa

Por Iliana Lo Priore.

Como señalamos en un anterior trabajo publicado, “La resignificación de la afectividad infantil en la educación como base de sustentación y expansión de la socialidad empática”, en el que nos aproximamos a una redefinición trascendente de la afectividad como afectualidad, con la intencionalidad de destacar la capacidad o potencia de los cuerpos  de afectar y ser afectados por empatía para favorecer nuevas relaciones intersubjetivas que propicien una transformación radical de la sociedad actual a favor de otro tipo de convivencia basada en la convicción de que el ser es relación con los demás, en la que se supere la separación moderna entre individuo y sociedad, una socialidad empática, donde unos dejen de ser usados como instrumento (económico, político, sexual, etcétera) de los intereses de otros. Donde desaparezcan el miedo y la  desconfianza hacia los demás. Inducidos por los poderes para propiciar irreconciliables disociaciones o separaciones, pretextando mediáticamente que los otros son competidores y potenciales o manifiestos enemigos al ser aparentemente distintos por su diversa otredad o condición sociocultural diferente (de clase social, étnica, política, religiosa, género, etcétera); y con su  desaparición, se posibilite un encuentro comunitario fraterno, igualitario, solidario, libertario y justiciero, dignificador de la condición ética de todos.  Relaciones intersubjetivas que expresen una distinta manera de percibir, sentir y pensar el mundo.

Es de destacar que el pueblo latinoamericano en su diversidad sociocultural  asienta su convivencia fundamentalmente en un tipo de relacionamiento de naturaleza afectiva.  Principalmente las mujeres establecen redes vinculantes de solidaridad, auxilio mutuo y compañerismo en sus comunidades que se sustentan en la afectividad.  Con base en ello es que creemos que la potenciación y redefinición de la afectividad relacionante de tipo popular, puede ser el basamento para redefinir las sociedades latinoamericanas y edificar una mejor vida social.

La afectualidad que suscribimos tiene su asiento en una sensibilidad convivencial con el otro, en la “experiencia de/con el otro”, los otros y lo otro. Pese a que esa experiencia sea en ocasiones afectivamente refractaria. Esta sensibilidad no se restringe a la capacidad sensorial de los individuos, de sus sentidos.  Ella sobrepasa la condición de los órganos sensoriales y sus funciones en el cuerpo biológico como organismo. Es una capacidad principalmente de registro racional-sensible y actuación existencial vitalista de los cuerpos frente al entorno-mundo y a sí mismos.  Desde esta posición racio-vitalista se reivindica la corporeidad considerada como un cuerpo-sin-órganos, concepto formulado por Deleuze y Guattari (1988), para resaltar la potencialidad de lo que puede hacer un cuerpo consigo mismo y con los otros cuerpos en su devenir, de lo que es capaz por las intensividades o fuerzas energéticas que lo conforman o afectan en su integralidad trascendente según sea su modo de reproducirse en la interacción sociocultural.

Comprender esa razón sensible (Maffesoli, 1997), supone, a su vez, una sensibilidad intelectual para aprehender sus expresiones en la realidad social en quien trata de entender la incidencia conformante de  lo sensible, sin relegarlo o subordinarlo ante la razón instrumental prevaleciente que convierte todo en un medio, herramienta o instrumento, cosa que pervertiría la comprensión de las relaciones de afectualidad que son anti-instrumentales.

Ello requiere que se supere la concepción racionalista mecánica en su pretensión científica positivista hegemónica que rechaza lo que no sea objetivable y cuantificable como objeto, ya que las relaciones de afectualidad son transobjetuales  en la interacción social; siendo para ésta la afectualidad, por tanto,  algo subjetivo, ambiguo, difuso o impreciso para su mirada de racionalidad cientificista.

La socialidad empática reclama, en consecuencia, otro tipo de intelección o ciencia que asuma la racionalidad de la  empatía intelectual con ella, la congruencia de la razón-sensible,  para compaginar lo sensible con lo inteligible, sin que ello signifique que se desdeñe el necesario distanciamiento subjetivo y relativista requerido para estudiarla en las modificacio

nes sociales que está produciendo la Posmodernidad, a través de las experiencias que afectan empáticamente a los cuerpos y que producen socialidad.

Para que esta afectualidad sea una experiencia densa se propone la pedagógica como condición de posibilidad.  La Pedagógica es,  una racionalidad ético-pedagógica en tanto envuelve una fundamentación  metódica coherente de pensamiento y acción que atiende a fines éticos que conlleva a una crítica y prácticas transformadoras de  la cultura o contracultura dominante de la modernidad o colonialidad,  y entraña o agencia la deseducación para la dominación y la reeducación liberadora, descolonizadora y transmoderna.  La Pedagógica contribuiría además a:  a) una erótica sin relaciones de dominación, reivindicando o revalorizando la afectividad o amorosidad entre hombre-mujer, padres-hijos, hermano-hermano, docente-estudiante, etcétera, y b) una política empoderadora del pueblo-víctima contraria a la prevaleciente por antidemocrática e injusta al no promover la distribución de la riqueza producida socialmente por el trabajo de todos los que trabajan.

Para ejemplificar la relación entre la erótica y la pedagógica dusselianas, se puede señalar que el niño o la niña, o los hombres y las mujeres, los seres humanos en general,  no advienen primeramente al mundo a encontrarse con/entre los entes u objetos como proponen las epistemologías que pretenden apoyarse en la inicial relación o  interacción sujeto-objeto; por el contrario, advienen al mundo en una relación fundante de sujeto-sujeto, de tipo erótica, afectiva o amorosa, que se produce en el vientre de la madre con ella, que es precedida de una relación también erótico-sexual entre hombre-mujer.  De aquí que la primera relación ético-pedagógica, madre-hijo(a), es erótica, y desde este enfoque se puede sustentar la continuidad escolar de la pedagógica.

La relación docente- niñx, niña (a)-niña (o) asumida desde esta perspectiva es ética amorosa, pedagógica, elementos claves para asumir la afectualidad como potencia social de una convivencia alternativa.

Por todo lo expresado hasta aquí, se trataría de reflexionar en torno a posibles experiencias pedagógicas densas “de/con los otros y lo otro”, que potenciarían la corporeidad favoreciendo una educación que ella misma fuera manifestación de la socialidad empática con base en el desarrollo de una sensibilidad convivencial entre los participantes y autores educativos.  No se trataría tan solo de innovar, ni de crear a partir de la nada, sino de crear, re-crear y reconvertir experiencias desde el acervo de profesionalidad que muchos docentes han agenciado autopoiéticamente o producido y acumulado autónomamente por medio de su praxis educativa. La afectualidad en la educación al trascender la relación del sí mismo-consigo mismo a la relación con la otredad, en una circularidad pedagógica,  humanizaría todos los procesos educativos abriendo ventanas a la estética, integralidad, dignidad y a una convivencia-otra pertinente y urgente en la construcción de la ciudadanía que nos ocupa.

Referencias

Deleuze, G. y Guattari, F.  (1988)  Mil Mesetas. Valencia: Editorial Pre-Textos.

Dussel, E.  (1980).  Filosofía ética latinoamericana.  Bogotá: Editorial C.E.D.

Maffesoli, M. (1997)  Elogio de la razón sensible. Una visión intuitiva del mundo contemporáneo.

                  Barcelona: Editorial Paidós.

Lo Priore, I. (2018). Resignificación de la afectividad infantil en la educación como base de sustentación y expansión de la  socialidad empática. En OVE: http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/269074.

Lo Priore, I. (2017). ¿Desde dónde asumo el pensamiento pedagógico? Material de mimeo, Universidad de Carabobo, Facultad de Ciencias de la Educación, Valencia.

* Correo: ilianalopriore11@gmail.com

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Innovación y creatividad toman protagonismo en la educación actual

Por: ABC,es/España/28-02-2018

Lejos queda la lección magistral impartida por un profesor que hablaba sin cesar, mientras los alumnos escuchaban «sin pestañear»

Probablemente, siempre existirá en la memoria de cada persona un profesor que destacó en su vida más que otro. A quien recordar con un cariño especial. Un docente que enseñó más allá de un año académico o de cuatro paredes. Los protagonistas de esta noticia destacan por ser los mejores docentes de España en 2017. El premio, pionero en nuestro país, ha sido otorgado durante el I Congreso Mundial de Educación «EDUCA», celebrado en La Coruña. Desde Infantil a la universidad, todas las ramas tienen cabida en este reconocimiento.

Los premiados coinciden en un aspecto: dar clase «a la vieja usanza» ya no se lleva. Ahora se enseña de forma creativa, dando autonomía a los niños y con una mayor preocupación y cercanía hacia los alumnos. Elementos a valorar que han llevado a estos educadores a ser los mejores de nuestro país.

Así, al menos, lo piensan las familias y los propios estudiantes, encargados de presentar la candidatura de «su profesor» y dotarlos de votos. La particularidad de este galardón es que los maestros son escogidos, no pueden presentarse por sí solos. «No nos sentimos los mejores, hay muchos docentes que están haciendo su trabajo bien; recibir este reconocimiento me llena de energía para seguir trabajando e innovando», afirma Lucía Quintero, destacada en Secundaria.

Según explicaban desde la organización del congreso, estos premios buscaban «difundir la buena praxis docente y sensibilizar a la sociedad de la importante labor desempeñada por el colectivo de profesores de todas las etapas educativas». Por ello, se ha valorado la educación en Infantil, donde el galardonado ha sido Samuel Ruiz; Primaria, con Óscar Casado; Secundaria, de la mano de Lucía Quintero; Formación Profesional (FP), que ha premiado a Patricia Santos, y la etapa universitaria, donde Víctor Arufe ha sido el ganador. Todos ellos vuelven a estar de acuerdo en algo: es un orgullo ser reconocido a nivel nacional.

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  1. Samuel Ruiz, mejor docente de Infantil

    «Mi mecanismo de enseñanza está ligado a la creatividad»

    Errar, en los niños menores de cinco años, podría decirse que es sinónimo de evolucionar. Así reflexiona Samuel Ruiz, elegido como el mejor maestro de Infantil y orgulloso de recibir este galardón «que tiene en cuenta la actividad docente que realizamos, algo que no siempre suele reconocerse a nivel nacional».

    Este andaluz basa su metodología en la creatividad, en dotar a los estudiantes de destrezas que quedan plasmadas, a modo de recuerdo, en su blog personal, «Relatos de aula», con el que Ruiz ha conseguido otros dos premios más en nuestro país. «Es una “memoria viva” que me sirve para visionar con el alumnado lo que hemos trabajado durante la semana», continúa este profesor malagueño.

    «Con este modelo de enseñanza, los padres están integrados de forma sistemática, ya que pueden ver todo lo que hacemos en el aula. Gracias a ellos y a sus votos, soy ganador de este reconocimiento», afirma. Incluso, si está abordando con los niños el tema del teatro o del cuerpo humano, «trato de que sea un padre o madre, si manejan ese ámbito, los que vengan a representarnos algo o a explicarlo y que las lecciones sean más dinámicas». Actividades y novedades que enriquecen la forma de enseñar.

Fuente: http://www.abc.es/familia/educacion/abci-innovacion-y-creatividad-toman-protagonismo-educacion-actual-201802272146_noticia.html

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México: Franquicias educativas de mercado infantil registran crecimientos de doble dígito

México/ 27 de febrero de 2018/Por: Notimex/ Fuente: https://www.eleconomista.com.mx

Las franquicias especializadas en temas de educación y emprendimiento prevén expansión de sus unidades de negocio este año, derivadas del mayor interés de padres de familia en la preparación de sus hijos.

Las franquicias Kumon y Businesskids, especializadas en temas de educación y emprendimiento dirigidas principalmente al mercado infantil, prevén crecimientos de doble dígito en la expansión de sus unidades de negocio este año, derivadas del mayor interés de padres de familia en la preparación de sus hijos.

Alejandro Pérez Granados, gerente Académico de Kumon, franquicia ubicada en el lugar 16 de las mas exitosas a nivel mundial de acuerdo con el ranking Franchise Direct, anunció que esperan crecer en mas de 30 nuevas franquicias en todo el territorio nacional.

Y es que, cada vez son más los padres de familia interesados en la preparación de sus hijos y también en la adquisición de esta marca que cumple 60 años de vida, destacó el directivo en entrevista.

Dijo que Kumon no solo es una de las marcas más exitosas a nivel mundial, sino que el modelo de negocio es exitoso y  en México se están registrando crecimientos de doble dígito.

Por su parte, Businesskids espera abrir este año 20 centros de emprendimiento infantil  en el país, y seis más en el extranjero, adelantó María del Carmen Cabrera, directora y fundadora de la compañía.

Resaltó que dichas sucursales se suman a los 71 centros de emprendimiento que tiene la marca en México, Estados Unidos, España, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Colombia y Panamá. Aunado a ello, tiene más de 35 solicitudes de franquicia en Asia, Latinoamérica y Estados Unidos.

México es líder mundial en emprendimiento infantil, pues se trata de una franquicia pionera a nivel internacional en su ramo, que surgió en 2009 en México, en 2013 se convirtió en franquicia y actualmente tiene operaciones en ocho países, destacó Cabrera.

“El objetivo de la compañía es descubrir la vocación de los niños y la idea de emprender un negocio con valores, a fin de formar líderes que influyan positivamente en los cambios que el país necesita” explicó.

Aprendizaje de negocios, desarrollo personal, educación financiera y consciencia social son los cuatro pilares con los que trabaja la empresa y que le han permitido que más de 60 mil niños tengan un emprendimiento a corta edad, resaltó.

Kumon y Businesskids participarán en la Feria Internacional de Franquicias (FIF 2018) que se celebrará en la Ciudad de México, del 1 al 3 de marzo próximos.

Fuente de la Noticia:
https://www.eleconomista.com.mx/empresas/Franquicias-educativas-de-mercado-infantil-registran-crecimientos-de-doble-digito-20180225-0036.html

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Libro: (PDF) Aulas Felices: Psicología positiva aplicada a la educación

España / Autores: Ricardo Arguís Rey, Ana Pilar Bolsas Valero, Silvia Hernández Paniello, Ma. del Mar Salvador Monge / Fuente: PSYCIENCIA

“AULAS FELICES” es un programa educativo basado en la Psicología Positiva y dirigido a alumnos de Educación Infantil, Primaria y Secundaria. Es gratis y de libre difusión. Pretende aportar recursos para trabajar en las áreas y también en tutoría, potenciando las Competencias Básicas más transversales, así como la Acción Tutorial y la Educación en Valores.

Link para la descarga:

https://psyciencia.com/wp-content/uploads/2013/03/Aulas-felices.pdf

Fuente de la Reseña:

(PDF) Aulas Felices: Psicología positiva aplicada a la educación

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Entrevista a Isabel Menéndez: “Me parece importante que los niños entiendan que está bien ser como uno es”

El público infantil quizás sea el más difícil de todos. Si no se captura su atención desde el inicio, lo habremos perdido. Los niños son implacables. Sin embargo, para Isabel Menéndez Ibárcena, el asunto se vuelve sencillo. Cada una de sus historias concitan el interés inmediato de los más pequeños. Así sucede con los libros que escribe. Como por ejemplo: El cerdito que no quería ser rosado (SM, 2017).

El cerdito que no quería ser rosado nos habla de la importancia de aceptarnos tal como somos, y de valorar nuestras particularidades.

–Exactamente, habla un poco de eso, de quererse como uno es. Saber que uno es valioso y que no se necesita imitar a otros. Y habla de eso, de aprender a quererte. Siempre toco ese tema en mis historias, es un tema recurrente. Me costó mucho aceptarme como soy, por mucho tiempo. Y me parece importante que los niños entiendan que está bien ser como uno es, así tengas lentes, seas más alto, seas más bajo, seas flaquito, seas gordito. Seas como seas, eres importante. Y es importante que te quieras como eres.

–Sobre todo cuando empiezas a crecer, y ciertos parámetros establecidos pueden afectarnos…

–Cuando uno crece va creciendo con una serie de parámetros que la misma sociedad te da. Los chicos viven bombardeados ahora de una perfección que no existe. Y es el culto a lo perfecto, a lo lindo; cuando todos somos lindos y bonitos, y tenemos nuestras propias perfecciones. Solo que mucha gente en vez de verlo como algo positivo, lo ve como algo negativo y entonces lo realza. Y eso no está bien. Y allí viene el tema del bullyng, el burlarte del otro, de reírte, de hacer sentir mal al otro. Y allí empiezas a sentirte mal. Y te das cuenta que algo no está bien.

–¿Cómo surge tu interés por escribir historias para niños?

–Siempre me gustó escribir. Desde chica escribía historias, escribía poemas, escribía mil cosas. Y cuando estudié educación inicial, lo que más me llamaba la atención eran los cuentos y la música para niños. Y, bueno, empecé a escribir para niños como es parte mía, no es que yo decida. Simplemente se dio. Y empecé a escribir por mi trabajo. Como jugando. Para mí es eso: divertirme con las palabras, con los personajes.

–Últimamente pareciera que se le da más importancia a la literatura infantil. ¿Piensas que es así?

–Sí, creo que sí. Unos dicen que no debería llamarse literatura infantil, que es literatura finalmente. Para diferentes edades, pero es literatura. Creo si, ahora se le da más importancia, y creo que tiene que ver con este fomento que ahora se le da a la lectura. Y allí está el tema del plan lector, pero la idea es que lean no sólo por el plan lector, porque tengan que evaluarlos. Para mí, por ejemplo, la literatura no debería ser evaluada. Lo que debería hacerse es que los maestros contagien en sus alumnos el gusto por la lectura. Y hay muchas cosas que deberían cambiar en ese sentido. Pero creo también que es un trabajo conjunto, no sólo el colegio, sino también en casa. Los papás tienen que involucrarse más con los chicos, leerles cuentos, contarles cuentos. Así vas a formar a chicos lectores. Pero volviendo a tu pregunta, sí, se está haciendo un trabajo muy fuerte: las editoriales, los colegios de fomentar la lectura. Falta mucho, pero se está trabajando bonito.

–Se dice que escribir para niños es difícil…

–Para mí no es

difícil. Además de escritora soy narradora de cuentos. Y para mí es fácil contarles historias a los chicos. Se me hace difícil contarles a los adultos, empiezo a temblar… pero con los niños no, me paro frente a ellos y soy una más. Creo que eso es lo que me ayuda a contarles historias, porque hablo un lenguaje similar. Eso es lo que siento. Y trato de tocar temas que a ellos les pueda interesar y se puedan sentir identificados.

Fuente: https://carlosmsotomayor.lamula.pe/2018/02/09/isabel-menendez-me-parece-importante-que-los-ninos-entiendan-que-esta-bien-ser-como-uno-es/carlossotomay.

Entrevista: Carlos M.  Sotomayor.

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La educación en el cambio de siglo

Chile / 1 de febrero de 2018 / Autor: Malva Villalón / Fuente: Scielo

Resumen
Pocas veces la arquitectura, en cuanto recrear y construir un mundo, es tan elocuente. Para un niño, la escuela es la primera visión de lo que es la sociedad más allá de las puertas de su casa; como tal, se convierte en modelo inaugural de las relaciones extra familiares. Como lo entendía Sánchez Ferlosio, es la entrada del ciudadano en el ámbito de lo público (y de lo impersonal), enfrentándolo sistemáticamente a los otros en una marcadora primera experiencia de urbanidad. ¿Qué pasa hoy con los espacios para la educación, como formadores de sociabilidad? ¿ha invadido la familia el territorio social del colegio? ¿cómo la arquitectura refleja los cambios de una educación que se acomoda cada vez más a la individualidad de cada estudiante?
En un momento en que se han reformulado los roles de padres y profesores, vale la pena preguntarse si las escuelas son las únicas depositarias posibles de la tarea educadora: la necesaria continuidad del proceso más bien hace pensar en una ciudad que es, toda ella, una escuela: abierta, pública, transparente.
Palabras clave: Educación, ensayos – experiencias pedagógicas, establecimientos educacionales, colegios urbanos, escuelas.

La educadora infantil ideal debería tener un físico fuerte, una personalidad agradable y modales tranquilos y firmes. Ser equilibrada y con un carácter moral sólido, fuerte pero no impetuosa, al ser mordida o rasguñada. Su educación debería incluir un doctorado en psicología y medicina, siendo aconsejable que cuente también con estudios de sociología. Su formación tendría que incluir, al menos, cinco años de práctica en carpintería, gasfitería, música y poesía. Tener la capacidad de observar a las personas y evaluar su carácter, relacionándose con gente de todas las edades. Ser capaz de hipnotizar a los padres de sus jóvenes alumnos, y lograr que cambien su forma de pensar luego de dos reuniones de apoderados (Stanton, 1990). (1)

En este perfil es posible reconocer la influencia del filósofo y pedagogo John Dewey (1859-1952), para quien la democracia es la fuerza rectora de la educación y quien concibe la experiencia como el origen del conocimiento y del desarrollo de las personas. Sus ideas guiaron los movimientos pedagógicos iniciados a comienzos del siglo XX. En un período de fuerte expansión de los sistemas educativos, se buscó renovar, a partir de sus principios, la educación en las escuelas y desde éstas a la sociedad completa (Ravitch, 2000). En un tono ciertamente humorístico, este perfil del profesor ideal propuesto al inicio del siglo pone de relieve la amplitud de las demandas impuestas al profesional de la educación. Su figura aparece como la clave del proceso educativo, dotado de unas condiciones personales y de una formación amplia que lo hace capaz de enfrentar en solitario las resistencias de los niños y compensar la falta de preparación de los padres de familia para hacerse cargo de la educación de sus hijos. Estos ideales, así como la época y el contexto en el cual surgen, pueden ser vistos como una de las claves fundamentales para comprender el cuestionamiento al que está sometida la educación escolar en la actualidad.

El proceso de desarrollo de los sistemas escolares alcanzó mayor fuerza desde la segunda mitad del siglo XIX y el comienzo del siglo XX, potenciado por la convergencia de demandas de desarrollo de distinto origen. Por una parte, los requerimientos de personal cualificado desde el sector productivo; por otra, las presiones sociales dirigidas a lograr una mayor igualdad de oportunidades y también la influencia del pensamiento ilustrado, que relaciona el acceso al conocimiento con una mayor equidad social. En este contexto, los sistemas escolares nacionales fueron vistos como el medio más adecuado de responder a estas demandas, compensando las desigualdades determinadas por la situación familiar, especialmente en el caso de los grupos más pobres y marginados. Se instauró la educación básica obligatoria, la que fue complementada con programas de atención a la infancia y con la oferta de programas de educación secundaria, tanto en los países industrializados como en los países en desarrollo más avanzados del mundo occidental (Delors, 1996). Esta concepción de la educación como aspecto clave del cambio social y como tarea del Estado también se hizo sentir en nuestro país.

La consigna “Gobernar es educar” que presidió la campaña que llevó a Pedro Aguirre Cerda a ser elegido Presidente de Chile en 1939, ilustra la relevancia de esta convicción en las políticas gubernamentales de la época, como parte de una tendencia que marcó el desarrollo de los países a lo largo del siglo. Los recursos y esfuerzos se orientaron a garantizar el acceso de la población infantil a la educación básica, a través de la construcción y la dotación de escuelas (Barnard, 2000). Los edificios escolares se convirtieron en un elemento característico del entorno urbano, tanto como las formas sociales propias de la cultura escolar se articularon con el resto de la vida social de todos los sectores. El desarrollo sostenido del sistema escolar llevó a que los profesores llegaran a ser uno de los grupos profesionales más numerosos en todos los países. Diversos especialistas de distintos ámbitos influyeron en la introducción de cambios en los métodos pedagógicos, los objetivos y los contenidos curriculares, los materiales educativos y la formación de los profesores, los sistemas de evaluación y promoción del sistema escolar, buscando incorporar a la enseñanza los hallazgos de la investigación científica y la innovación tecnológica. La profundidad y el ritmo de estos cambios no fueron los mismos en todos los países, influidos por la presión de distintos grupos e instituciones sociales y por la mayor o menor disponibilidad de recursos, pero la tendencia universal fue de un creciente reconocimiento de la importancia de la educación para el desarrollo social y económico (Delors, 1996).

El aumento de los recursos económicos destinados a la educación a través del siglo llevó a un interés creciente por los resultados alcanzados por el sistema escolar, que se hizo más amplio durante las últimas décadas. Títulos como “La escuela ¿Cómplice del fracaso escolar?” (Filp, Cardemil, Donoso, Torres, Diéguez y Schiefelbein, 1981), publicado en Chile o “Una nación en riesgo” (National Commission on Excellence in Education, 1983), en Estados Unidos, permiten ilustrar este contexto de preocupación y denuncia. Durante la segunda mitad del siglo XX, y especialmente desde la década de los setenta y los ochenta, comenzaron a implementarse sistemas de evaluación de los aprendizajes escolares, primero a nivel local y luego a nivel nacional e internacional, estableciéndose comparaciones entre distintos segmentos de la población (Marchesi y Martín, 1998). Los resultados obtenidos mostraron la distancia existente entre las metas propuestas y los logros alcanzados en la asimilación de aquellos conocimientos definidos como básicos para que las personas puedan participar plenamente de la vida en sociedad. Desde entonces se han multiplicado los informes que muestran las dificultades que presenta una mayoría de los alumnos de distintos grados escolares y los egresados del sistema escolar, para resolver problemas matemáticos, comprender lo que leen y expresarse por escrito de acuerdo a los objetivos de los programas cursados (Bruer, 1993). Estas dificultades han probado ser aun mayores para los grupos más vulnerables de la sociedad, entre los que se dan niveles altos de repitencia y deserción escolar. Como consecuencia de este panorama, el interés de los especialistas se ha centrado en la identificación de los factores que determinan la calidad de la enseñanza. Los métodos pedagógicos, las actividades de aprendizaje, el papel del director en la gestión escolar y las relaciones de los centros educativos con las familias y el contexto social inmediato son algunos de los aspectos que han sido reconocidos como los más relevantes para mejorar el rendimiento de los alumnos (Marchesi y Martín, 1998).

Los antecedentes aportados por estos estudios han servido de base para el desarrollo de programas de intervención orientados a lograr una educación más efectiva a partir de la realidad de las escuelas. En este contexto, el perfil del profesor ideal no corresponde al planteado al inicio. El número de profesores que se requiere para atender a toda la población infantil y juvenil no permite esperar una homogeneidad en las características personales de los profesores, tampoco en la calidad de la formación inicial recibida (Delors, 1996). Diversos estudios muestran que en los centros de calidad el desempeño efectivo aparece como el resultado de un trabajo colaborativo de todo el equipo docente del centro escolar y no como un producto del esfuerzo individual de cada profesor con sus alumnos (Barberá, 2003). Tampoco el período de formación profesional inicial resulta suficiente para que los profesores puedan cumplir con su tarea, en una sociedad en la que el conocimiento se renueva de una manera acelerada. Esta formación sólo puede plantearse como la primera etapa de una formación que debe ser continua. Por otra parte, más que imponer a los padres sus puntos de vista, se ha demostrado que es preciso que los profesores valoren y tomen en cuenta la influencia de la familia en el proceso de aprendizaje. De esta forma se logra que ésta se potencie a través de la educación escolar y que se alcancen los resultados de aprendizaje esperados.

Sin embargo, frente al optimismo de esta postura, representada por quienes creen que el problema está en identificar y superar los carencias específicas que presentan los distintos niveles del sistema escolar, se alza un conjunto de voces críticas que plantean que es necesaria una revisión más profunda de la relación entre la educación y la escolarización, es decir, entre la formación intelectual y moral de las personas y el aprendizaje en las escuelas. Desde esta perspectiva de crítica más radical se advierte que el error fundamental está en que se ha llegado a una identificación arbitraria de ambos términos, educación y escolarización. Se afirma que en el intento de dar solución a todos los problemas que plantea la formación de las personas se ha perdido de vista el sentido más restringido del aprendizaje escolar, que es el de enseñar un conjunto de conocimientos, destrezas y actitudes que son la base del desarrollo personal y de la vida en sociedad (Coll, 1999; Letwin, 2000).

En esta perspectiva crítica, se ha puesto de relieve que el traspaso de todas las responsabilidades relacionadas con el desarrollo de los niños y los jóvenes a la educación escolar ha implicado simultáneamente una des-responsabilización del resto de las instituciones sociales en esta tarea (Coll, 1999). El entorno social se percibe como nocivo para la salud física, psicológica y moral de los niños y los jóvenes, en una situación agravada por el debilitamiento de la influencia familiar. Estas condiciones han hecho de los centros educativos un lugar que se considera adecuado para proteger a los niños y los jóvenes del abandono y la negligencia, de las carencias físicas y afectivas, de la violencia, el abuso sexual y las drogas. Se espera también que la educación escolar garantice el desarrollo de hábitos de vida saludables y de formas de convivencia colaborativa que preparen a los alumnos a integrarse a la sociedad. La experiencia ha demostrado, sin embargo, que estas demandas no pueden ser una tarea exclusiva de los profesores y las actividades escolares (Ghilardi, 1993). La importancia del conocimiento y del dominio tecnológico en el contexto globalizado actual plantea exigencias de una formación amplia y continua que superan los recursos con los que cuentan los centros escolares (Barberá, 2003). En este escenario han surgido iniciativas que plantean la necesidad de hacer de la educación una tarea social más amplia, en la que participen activamente las distintas instituciones de la sociedad. El caso del Proyecto Educativo de Ciudad, llevado adelante por la ciudad de Barcelona desde 1988, permite ilustrar esta postura innovadora acerca de la educación (Institut d’Educació de Barcelona, 1998). A través de este proyecto se ha revisado el papel de los municipios y de la ciudad en la organización y la provisión de servicios educativos, generándose un conjunto de iniciativas en las que todos los sectores aportan a la educación, desde su área de especialidad, en ámbitos tan diversos como la conservación del patrimonio artístico o el reciclaje de los residuos. Cada una de estas instituciones ha sido invitada a reflexionar y a proponer experiencias para aportar a la educación de las nuevas generaciones. En otras ciudades y regiones, especialmente en Gran Bretaña, Australia y Canadá, han surgido también proyectos similares, desde 1990 (2). En ellos se ha aplicado el concepto de comunidades de aprendizaje, como una forma de poner de relieve la responsabilidad compartida con la que es necesario llevar adelante la educación de las nuevas generaciones (Yarnit, 2000). En un contexto en el que el conocimiento está ampliamente distribuido y se renueva a un ritmo vertiginoso, parece necesario distribuir también la tarea de traspasarlo, cambiando sustancialmente el perfil del educador y de su actual marco institucional.

 notas
1. En el verano de 1920 Jessie Stanton elaboró un perfil del profesor ideal. Este trabajo fue parte del programa de innovación pedagógica al que asistió con todo el equipo docente de la escuela de la ciudad de Nueva York en la que trabajaba como educadora de párvulos. Este programa estaba dirigido a preparar a los profesores que participarían en las nuevas escuelas experimentales que se iniciaron en ese período. Jessie Stanton fue más tarde reconocida como una autoridad en educación infantil, como directora de un centro educativo y profesora de la Universidad de Nueva York, además de autora de numerosos artículos especializados. Su ensayo acerca del profesor ideal fue publicado en 1954 y nuevamente en 1990, como una propuesta vigente a través del tiempo.
2. Las propuestas y experiencias surgidas en torno a este concepto de comunidades de aprendizaje pueden encontrarse en sitios de internet como: Learning Communities Network, http://www.lc-network.com/, en el que se presentan antecedentes acerca del programa desarrollado en Gran Bretaña, incluyendo documentos de referencia. En el sitio: http://www.bcn.es/imeb/pec/, es posible acceder a las diversas iniciativas que incluye el proyecto desarrollado por la ciudad de Barcelona: PEC- Projecte Educatiu de Ciutat. En la dirección http://www.ala.asn.au/cities.html, se presenta el proyecto de educación de adultos desarrollado en Australia, propuesto como una red de aprendizaje comunitario ajustado a las necesidades de las personas.

Bibliografía
Barberá, Elena; “Profesores para la era de la Información ¿Cuál es el perfil?”.         [ Links ]Pensamiento Educativo, Vol. 32, 2003, pp. 190-203.         [ Links ]
Barnard, Anne; “Growing with equity: Social change and challenges to education in Chile”.         [ Links ] En: Mazurek, K.; Winzer, M. y Majorek, C. (Eds.); Education in a global society: A comparative perspective. Allyn & Bacon, Boston, 2000.         [ Links ]
Bruer, John T.; Schools for thought: A science of learning in the classroom. MIT Press, Cambridge, Massachusetts, 1993.         [ Links ]
Coll, César; “Algunos desafíos de la educación básica en el umbral del nuevo milenio”.         [ Links ]Perfiles Educativos, 83/84, 1999. pp. 8-26.         [ Links ]
Delors, Jacques; La educación encierra un tesoro. Ediciones UNESCO, París, 1996.         [ Links ]
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País Vasco: Educación pone coto a las aulas de 2 años en la concertada para evitar la segregación

País Vasco/25 enero 2018/Fuente: Deia

 El Departamento de Educación pondrá coto a la proliferación de aulas de 2 años en los centros concertados para favorecer una distribución equilibrada del alumnado más desfavorecido entre la red pública y la red concertada. El próximo día 29 se abrirá el periodo de matrícula para el curso 2018-2019 en uno de los 703 centros educativos con la segregación del alumnado extranjero en la red pública como telón de fondo.

El Gabinete que dirige Cristina Uriarte aprobó el decreto que regula la admisión del alumnado e introduce cambios con el objetivo de dotar de mayor transparencia al proceso de matrícula, adaptarlo a los nuevos modelos de familia (monoparental, divorciada, adopción…) y dotar de marco legal a la escolarización del alumnado fuera del plazo ordinario.

Alrededor de 3.000 estudiantes -en su mayoría migrantes- se incorporan cada año a las aulas vascas una vez comenzado el curso. Por lo general acaban estudiando en centros públicos, que atienden al 80% de este colectivo. En los últimos años distintos sectores de la escuela pública, incluso el Consejo Escolar de Euskadi o el Ararteko, están denunciando este problema, más acusado en ciertos municipios como Gasteiz. Básicamente reclaman al Gobierno vasco medidas para evitar la creación de guetos por la asistencia de un elevado número de alumnado con un nivel socioeconómico bajo o en circunstancias desfavorecidas.

El nuevo decreto contempla por primer vez esta matrícula fuera de plazo e introduce distintos filtros para avanzar en el acceso a la escolarización de todo el alumnado en condiciones de igualdad de oportunidades. Se crean oficialmente las Comisiones de Garantías para supervisar la limpieza e idoneidad del proceso de admisión y asesorar a las delegaciones territoriales sobre la delimitación de las zonas de influencia del centro escolar. Además, la Administración educativa se reserva un 10% de las plazas tanto en los centros públicos como concertados para atender las necesidades de todo el alumnado que llega con el curso empezado y que normalmente precisa un refuerzo.

También se han adoptado algunas de las disposiciones que han reclamado insistentemente desde la escuela pública para evitar la “segregación inducida” encaminadas a revisar los criterios de baremación reduciendo el impacto de la renta y eliminando la influencia de los puntos otorgados por los consejos escolares, OMR (Órganos de Máxima Representación) y cooperativas para acceder a un determinado centro. La nueva norma introduce cambios en las puntuaciones que se otorgan para baremar en caso de que haya más solicitudes que plazas.

Así, la puntuación por renta familiar pasa a 1,5;las que obtienen los socios de proyectos educativos cooperativistas, como las ikastolas concertadas, baja de 1 a medio punto. También se reducen las puntuaciones otorgadas por los consejos escolares de los centros por distintos conceptos, que pasa de 2 a 1 punto. Entre otras cuestiones se ha modificado el nivel de renta anual familiar por el que se puede obtener puntuación en el baremo. De esta manera, las familias que en el ejercicio fiscal del año 2016 no superen la cantidad de 9.080,40 euros -correspondiente al Salario Mínimo Interprofesional del 2015- obtendrán un punto y medio por este concepto. Hasta hace dos años, el nivel de ingresos máximo para obtener esta puntuación se establecía en los 42.000 euros. De este modo el Departamento de Educación pretende que sean las familias que disponen de menos recursos las que realmente se beneficien de ese punto y medio. Todas estas medidas están incluidas en el II Plan de Atención Educativa al Alumnado Inmigrante.

Otra de las acciones con las que Educación quiere facilitar la escolarización inclusiva y equilibrada del alumnado de origen extranjero en todas las redes es la ampliación a la red concertada del control de número máximo de alumnado y grupos que cada centro puede admitir de acuerdo con la planificación .

Por primera vez, será la Delegación de Educación de cada Territorio la que establecerá el número máximo de plazas en cada centro. Es decir, un centro concertado no va a poder matricular a todos los estudiantes que soliciten entrar, sino que va a ser la Delegación de Educación correspondiente la que determine cuántos estudiantes puede matricular, igual que sucede en la pública.

Hasta hora, las aulas de dos años estaban fuera de la normativa. “Si un centro tenía tres aulas autorizadas las llenaban a tope independientemente de las aulas que tuvieran concertadas a partir de los tres años. Y sin embargo ahora solo van a poder matricular en el primer ciclo de Infantil según la planificación autorizada a partir de los tres años”, explican desde Educación. Con esta medida lo que se persigue es “equilibrar la oferta y la demanda, que entre la red pública y la red concertada no exista una competencia de crecimiento en detrimento de la otra red”, afirman fuentes del Departamento. “Tenemos que intentar trabajar con lealtad, tenemos que ser todos conscientes de que tanto la red pública, como la concertada, prestan un servicio público y que deben responder a las necesidades de la sociedad desde ambos colectivos sin intentar pisotearnos unos a otros”, señalan las mismas fuentes.

Fin a las “trampas” Al no ser una enseñanza obligatoria, la política de admisión en el ciclo 0-2 años se mueve en una especie de limbo. Algunos concertados cercanos a colegios públicos con mala fama entre algunas familias que rehuyen centros con gran diversidad han aprovechado esta circunstancia para crecer y ganar estudiantes a pesar de que la matrícula general no ha crecido por la escasez de nacimientos.

La lógica es sencilla, se abren nuevas aulas en Infantil y luego piden a Educación que concierte más aulas en Primaria para garantizar plaza a ese nuevo alumnado. “Desde el punto de vista empresarial querer crecer abriendo aulas de Infantil puede ser legítimo pero ahora mismo el número de alumnos no está creciendo, por tanto, si un centro incrementa el número de grupos perjudica a los centros que están haciendo el mismo servicio público. Todos somos necesarios y no tiene sentido hacernos esa competencia mercantil que no es la propia de este sector”. Según Educación, este decreto va a evitar que se sigan “usando este tipo de trampas ya que ahora mismo no se dan las condiciones de crecer sino de prestar un servicio de la máxima calidad desde ambas redes”.

Fuente: http://m.deia.com/2018/01/16/sociedad/euskadi/educacion-pone-coto-a-las-aulas-de-2-anos-en-la-concertada-para-evitar-la-segregacion

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