Page 3 of 4
1 2 3 4

República Democrática del Congo: Los sindicatos de la educación se unen para fijar unas condiciones firmes a la reapertura de las escuelas

Africa/RepúblicaDemocráticadelCongo/PrensaIE

Las organizaciones miembro de la Internacional de la Educación en la República Democrática del Congo han informado conjuntamente a las autoridades públicas de las seis condiciones que deberían cumplirse para proceder a la reapertura de las escuelas y los establecimientos educativos.

El 14 de mayo, el ministro de Estado y ministro para la enseñanza primaria, secundaria y profesional de la República Democrática del Congo (RDC) presidió la asamblea general de socios de su sector.

Una reapertura precipitada de escuelas y establecimientos educativos

Si bien durante la reunión se decidió la reanudación de las clases, los sindicatos nacionales afiliados a la Internacional de la Educación —la Centrale de l’Education Nationale et de la Recherche Scientifique (CSC-Enseignement), la Fédération Nationale des Enseignants du Congo (FENECO-UNTC) y el Syndicat des Enseignants du Congo (SYECO)— se opusieron a esta iniciativa en un comunicado de prensa el pasado 15 de mayo de 2020, pues la consideran «precipitada».

Los sindicatos recomiendan que el gobierno de la RDC y sus socios tengan en cuenta las seis condiciones que varios expertos han establecido para levantar la suspensión de las clases presenciales.

Las seis condiciones son las siguientes:

  • La transmisión del virus debe estar bajo control;
  • El sistema nacional de salud debe tener la capacidad de realizar pruebas, aislar y rastrear todos los contactos;
  • Los principales riesgos de transmisión deben haberse reducido al mínimo en los entornos vulnerables;
  • Deben haberse establecido medidas preventivas en escuelas, lugares de trabajo y otros espacios esenciales;
  • Debe ser posible gestionar el riesgo de los casos importados; y
  • Las comunidades escolares deben estar plenamente informadas, comprometidas y capacitadas para vivir según una nueva norma.

Dado que el país todavía no cumple estas condiciones, CSC-Enseignement, FENECO-UNTC y SYECO piden al gobierno que:

  • Cumpla estas seis condiciones antes de reanudar las clases;
  • Pague los atrasos que debe al personal docente y ponga fin a la discriminación relacionada con los subsidios para la vivienda, el transporte y la atención médica; y
  • Establezca un diálogo social permanente y transparente durante el proceso relacionado con la reapertura de las escuelas.

El público debe conocer las medidas adoptadas para la protección del alumnado y el personal docente

Augustin Tumba Nzuj, Secretario General de FENECO, también insistió en que el gobierno debería informar de forma clara a la opinión pública sobre las medidas adoptadas para proteger al alumnado y al personal docente: «El gobierno debería poder decirnos exactamente qué pasaría si detectamos a algún estudiante con el virus. ¿Hay medidas establecidas que nos permitan hacerle una prueba, el tratamiento y aislarlo, además de realizar un seguimiento de sus contactos?».

Por otro lado, lamentó que las autoridades públicas parezcan «andar a tientas» y recordó que la mayoría de los docentes de la República Democrática del Congo están en edad de jubilarse, es decir, que están preocupados por su salud y son vulnerables al virus.

Volviendo a la situación económica, también subrayó que muchos padres tienen dificultades para alimentar y pagar el transporte de sus hijos y, por lo tanto, se enfrentan a grandes dificultades económicas para enviar a sus hijos a la escuela.

Fuente: https://www.ei-ie.org/spa/detail/16799/rdc-los-sindicatos-de-la-educaci%C3%B3n-se-unen-para-fijar-unas-condiciones-firmes-a-la-reapertura-de-las-escuelas

Comparte este contenido:

¿Es razonable hacer tests masivos entre profesorado y alumnado para volver a clase?

Pablo Gutierrez Del Alamo

«La apertura de curso pasa por hacer test a los docentes, a los alumnos, tenemos tiempo para hacerlos». «Para cuando entren los niños al colegio, sea cuando sea, habría que hacer test masivos para niños y profesores, para todo el personal. Para conocer la realidad». «Test masivos para toda la comunidad educativa. Es una demanda». Son algunas de las intervenciones que el pasado jueves algunos diputados del Congreso realizaron durante la comparecencia de la ministra de Educación, Isabel Celaá. Su respueta: «Tendrá que hablar Sanidad. Seguimos recomendaciones sanitarias».

Los datos del estudio de seroprevalencia que se conocieron hace algunas semanas dejaban una sensación agridulde. Solo el 5% de la población había tenido una infección por COVID-19. Después de dos meses de confinamiento, con la práctica totalidad de la economía parada y con los centros educativos cerrados a cal y canto, queda un 95% de la población por entrar en contacto con la enfermedad. Decenas de miles de muertos en el camino.

Septiembre se antoja lejano, pero todas las autoridades educativas tienen la mente en ese mes y en cómo será posible hacer que el alumnado comience el curso con cierta normalidad, sea esta nueva o ya conocida.

Las portavocías de UPN, PP y EH Bildu ponían sobre la mesa en la Comisión de Educación la necesidad de realizar tests masivos entre el profesorado y el alumnado. En el caso de los dos primeros partidos, con la vista puesta a que el sistema educativo cumpla ese porcentaje que tiene de elemento de conciliación laboral. «No puede ser que estemos, decía el representante de Unión del Pueblo Navarro, con una economía y una educación paradas».

«Hay que hacer tests con una intencionalidad», asegura Encarnación Pizarro, secretaria de Salud Laboral y Medio Ambiente de la Federación de Enseñanza de CCOO. El sindicato publicó un documento la semana pasada con una serie de recomendaciones de cara a la vuelta a las aulas del alumnado. En la rueda de prensa de presentación apareció la cuestión de los test masivos a la comunidad educativa y, aunque la organización todavía está estudiando qué postura ha de tomar, no ven clara la idoneidad de esta decisión.

Pablo Suárez es médico especialista en medicina preventiva y salud pública. Ha pasado los últimos meses trabajando a destajo enfrentando el coronavirus. Preguntado por la idoneidad de realizar test masivos a un colectivo de unos 10 milliones de personas, su respuesta es doble. «Desde la perspectiva de la medicina preventiva y de salud pública, tiene sentido. Pero cuando los recursos son limitados, supone un gasto elevado y puede generar más problemas que soluciones».

El objetivo de los test masivos es detectar de forma rápida una enfermedad mediante un cribado. Se fundamenta en la idea de «atrapar» a las personas asintomáticas que pudieran portar el virus. Pablo Suárez ejemplifica esto con lo ocurrido en pueblo de Vo’Euganeo, en la provincia italiana de Padua (Veneto). Allí, toda la población (3.300 habitabtes) fue sometida a test masivos en dos tandas: cuando se produjo la primera muerte por COVID-19 y después de 14 días de aislamiento total. Entre los resultados, un 43% de infectados y que los menores de entre 0 y 10 no se habían contagiado a pesar de vivir con adultos que sí lo estaban.

Pillar in fraganti a las personas asintomáticas es importante porque son contagiosas como quienes presentan los síntomas. De hecho, antes de que estos aparezcan, es posible pasar a otros la enfermedad. Pero este especialista ve más complicaciones que ventajas a hacer esta criba en la comunidad educativa.

La primera es que no hay capacidad técnica para realizar el número de test requeridos. El número de docentes no universitarios es de unos 700.000 y el del alumnado ronda los ocho millones. El sistema sanitario no tienen hoy capacidad para realizar esta cantidad de pruebas. A lo que se suma el coste que tendría hacer este trabajo. Suárez explica el protocolo para las PCR: una persona debe ponerse un EPI para hacerlas, utilizar un hisopo (bastoncillo) y un tubo para guardarlo. Enviarlo a un laboratorio donde un técnico pasará entre una y tres horas analizando las muestras cuyos resultados, después, habrá de comunicar al centro de salud donde se hicieron las pruebas. Más tarde, otra persona tendrá que contactar con el paciente en cuestón para confirmar si está o no contagiado.

Finalmente, la realización de test masivos ofrece una gran cantidad de información (que también habría que gestionar) pero como una foto fija. Antes de dicha foto, cualquiera pudo haber contagiado a otras personas. Y quien da negativo, puede contagiarse días después.

Mascarillas, protocolo respiratorio y distancia social siguen siendo, desde el punto de vista de este médico, las medidas óptimas para frenar la propagación del virus. Entre otras cosas porque, dice, «no hay pruebas perfectas» y se producen falsos positivos.

Además de las tres claves anteriores: un sistema eficaz de rastreo de contagios. La prueba de fuego para los centros de atención primaria de todo el país. Detectar rápidamente a las personas con síntomas y aislar a sus contactos de los últimos días es la otra técnica para frenar el avance.

A todo esto hay que añadir algo que comenta Encarnación Pizarro: la Ley Orgánica de Protección de Datos protege de especial manera la información relacionada con la salud. Para la dirigente sindical, deberían ser los centros de atención primaria los encargados de estas pruebas (de hacerse) para evitar vulneraciones de derechos.

Suárez explica que, en este sentido, el sistema sanitario intenta que el número de quienes conocen la información de un caso concreto sea el más reducido posible.

The post ¿Es razonable hacer tests masivos entre profesorado y alumnado para volver a clase? appeared first on El Diario de la Educación.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/05/25/es-razonable-hacer-tests-masivos-entre-el-profesorado-y-alumnado-para-volver-a-clase/

Comparte este contenido:

La nueva normalidad y la reconfiguración capitalista

Por Darío Balvidares

Mientras la pandemia se sostiene en la escena mundial y los discursos se encierran en las recomendaciones sanitarias que se centran en las medidas de distanciamiento, aislamiento, e higiene; las realidades se multiplican en infinidad de dispersiones.

La “normalidad” del mundo estalla y nos muestra todos los panoramas al mismo tiempo en una especie de pantalla total de la brutalidad sistémica con la que el capitalismo nos “ha cobijado” con sus mantas coloniales y patriarcales.

Todo parece precipitarse a una “deconstrucción”, en épocas en que el sistema se comenzaba a resquebrajar en su propio modelo culturalmente productivo (para no decir esclavizante, depredador, explotador, saqueador, desposeedor) de habitar el mundo.

Justamente, cuando los movimientos sociales venían ganado las calles (Chile, Ecuador, Colombia), el movimiento de mujeres hacía oír su voz con más potencia en Argentina y en el mundo. Cuando les trabajadores (con y sin trabajo) le reclamaban a sus propias (pero ajenas) centrales sindicales las negociaciones paritarias; con la pandemia se invierte la ecuación y las centrales pactan con el empresariado la rebaja de salarios, ministerio de trabajo mediante.

Todo sucede al mismo tiempo que el gobierno paga el 50% de los salarios de les trabajadores, incluidas las grandes empresas, que llevan sus dineros a paraísos fiscales y continúan con los despidos y suspensiones.

Todo se expone al mismo tiempo que los conteos desagregados de fallecidos e infectados como un nuevo ranking mundial estandarizado en la virtualidad de las pantallas y en el “tiempo real” de la circulación viral de las “noticias”.

La alarma de los contagios en los barrios populares (villas, asentamientos) se propaga como continuación de la política de pauperización seguida de la estigmatización de los vulnerados por el círculo vicioso de un sistema enviciado de tal manera que se ha tornado irrespirable.

Y mientras se implementa un “protocolo” para la “detección” de contagios puerta a puerta de los “sin agua” y algún figurón se emociona ante las cámaras de la realidad sesgada, Ramona Medina , la referente social del “Barrio 31” de Retiro, no tiene nada más que decir, ha muerto con corona-virus, pidiendo agua.

Lo peor de la peste no es que mata a los cuerpos, sino que desnuda las almas y ese espectáculo suele ser horroroso1

Y no podía ser de otra manera, el capitalismo no tiene fronteras éticas (para no abundar) y los “dueños” del planeta, tampoco. En el festival de los rankings comparativos de países según su “crecimiento” económico, la virtualidad de la educación, su deuda externa (es decir, la mayor estafa global), ahora se agregan los sistemas de salud. Todos estos rankings terminan desnudando ese espectáculo horroroso.

Incluso repugnantes personajes como Trump, Bolsonaro y Piñera, para no ir más lejos, tristes y patéticas figuras de una execrable película, que dan cuenta de su propia excremental inteligencia con sus discursos viciados de odio o pletóricos de estupidez (o ambas cualidades al mismo tiempo), es la prueba viviente del horror que produce el sistema capitalista.

Aunque hay otros personajes, igual de siniestros, pero “enjuagados” por los modelos “filantrópicos” que el capitalismo ha creado para permitir el desarrollo desmedido del poder.

Lo normal es mortal. La ‘normalidad’ es una inmensa crisis. Necesitamos catalizar una transformación masiva hacia una economía basada en la protección de la vida”2

¿Hay posibilidad de una transformación masiva como propone Naomi Klein?

Mientras el sistema siga siendo éste, no; mientras la burguesía siga sosteniendo sus privilegios y gobernando, no; mientras las grandes corporaciones continúen apropiándose de los territorios físicos y simbólicos, no; mientras la movilización social continúe siendo sectorizada, no; mientras la cultura patriarcal continúe, no. Y tantos otros “no” que no alcanzarían cientos de artículos.

Aunque también es cierto que van germinando con fuerza los otros No y sus afines: “No a la megaminería contaminante y saqueadora”; “Paren de Fumigar”; “La tierra es de quien la trabaja”; “El agua vale más que el oro”; “Basta es Basta”; “lo que hacen es Terricidio” y otras tantas variantes que acompañan el grito mundializado de los “de abajo”.

Los “de abajo”, que gracias a la paradoja de la pandemia, dejan expuesto que no son las famosas inversiones las que motorizan la economía, sino el trabajo de miles de millones.

Los que al mismo tiempo son precarizados o directamente expulsados como consecuencia de la concentración de la riqueza de aquellos obscenos que se rankean en el mundo de la revista Forbes y se asocian en alianzas de mercado “filantrópico” para diseñar nuestras vidas desde sus corporaciones empresariales con ropaje de fundación y lenguaje de “responsabilidad social” con la ética de una filosofía endulzante y siniestra.

Y ahí están los “filántropos” de la era digital, que de los primeros 15 puestos del ranking Forbes, ocupan 7. La virtualidad ha llegado; el distópico mundo de Silicon Valley acelera las ganancias de un puñado de nuevos “dioses” que desde el ciber-olimpo, digitalizan nuestra existencia.

Entre esas fortunas personales, que totalizan sumadas 476 billones de dólares, están Jeff Bezos que además ganó en el mes de abril 30.000 millones de dólares más con su compañía Amazon3.

También está el “donador” serial, Bill Gates que entre “donación” y “donación” perfecciona el dispositivo de control total de la Identificación Digital ID20204 junto a otros grandes socios fundadores con los que patentaron el “inofensivo” producto.

Los socios fundadores de ID2020 son Microsoft; Fundación Rockefeller (es claro que ninguna de las dos necesita mayores aclaraciones); Accenture, que es una consultoría que tiene también base en Argentina y vende sus servicios bajo el título “Covid-19: Gestión de impacto humano y comercial del coronavirus5.

GAVI6, es una Organización Internacional financiadora de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se conoce como la Alianza Mundial de Vacunas, que a la vez tiene como socios fundadores a la Fundación Bill y Melinda Gates, UNICEF, la propia OMS y el Banco Mundial.

¿Y cuál es el objetivo de la existencia de GAVI?

La respuesta está en la propia página web: “El modelo de negocio: al agrupar la demanda de vacunas de los países más pobres del mundo, asegurar la financiación a largo plazo y dar forma a los mercados de vacunas, estamos acelerando el acceso a las vacunas que salvan vidas en los países que más lo necesitan

Lo que en otras palabras se traduce en hacer un negocio concentrado entre organismos internacionales, la fundación del “filántropo” y el Banco Mundial en lo que dan en llamar, asociación público – privada; ¿o deberíamos llamar, mercado de la acción inmunológica?

Volvamos a ID2020, porque aún queda otro socio fundador, Ideo.org, curiosamente o no, es una corporación de diseño (¿será de diseño de identidades?) que, a su vez, tiene como socios a la Fundación Rockefeller, la Fundación Bill y Melinda Gates, la J P Morgan y a la Bezos Family Foundation.

Por más que el bolillero de vueltas, como es digital, no puede dejar de concentrar los negocios relacionados con el control total de la circulación de mercancías, que eso son las vacunas, en este sistema.

El objetivo de biocontrol-digital de la humanidad se realizará desde ID2020, que ya está patentada en la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) de las Naciones Unidas y es parte de sus Objetivos 2030.

Mientras los mortales estamos en aislamiento intentando sobrevivir al modelo de producción corporativo con sus efectos de muertes colaterales, los “dioses” del Olimpo empresarial diseñan el nuevo modelo de biocontrol de la humanidad.

¿Quién será el paciente 0 del “microchip”? De la nueva viralidad de biocontrol corporativo, de la intimidad vulnerada con endulzantes perversamente ingenuos como: “cuidamos tu privacidad”, mientras los algoritmos que nos espían ahora pasaran a ser piezas del museo 2.0.

Toda esa maquinaria está en marcha en los tiempos que rige “la nueva normalidad”, un concepto de colonialidad explícita, que el periodismo servil repite con las mismas sonrisas idiotas de las fotos de las figuritas gerenciales de los portales de las fundaciones que traman nuestro destino.

La nueva normalidad es la reconfiguración del mismo y brutal sistema capitalista que se reordena en función de las decisiones corporativas en un modelo de híper-concentración de la riqueza con mayores efectos de desposesión, destrucción y biocontrol.

“La nueva normalidad” es el abracadabra de la reconfiguración del sistema: ¡Abracadabra! Y… ¡Paf! ¡Desapareciste!

En una video llamada de 3 minutos Uber despidió a 3.500 empleados: “Nuestro negocio de viajes compartidos se ha reducido a más de la mitad. No hay trabajo suficiente para muchos empleados en la primera línea de atención al cliente. Como resultado de eso, eliminamos 3.500 puestos de atención al cliente7. Esto fue informado por Ruffin Chaveleau, directora del servicio de atención al cliente de la plataforma, durante una videollamada por Zoom. Y, por supuesto, con consternación y cara de contener el llanto, propia de una actriz en plena escena de una telenovela. Así funciona el capitalismo 2.0 con el descarte masivo y en sólo tres minutos. ¡Abracadabra!

Aquí, en Argentina, Paolo Rocca, el Ceo del holding Techint despidió 1450 trabajadores, a pesar del decreto presidencial que lo prohibía, a pesar de subsidiarlo con los dineros públicos para que “ordeñe” Vaca Muerta con Tecpetrol y lleve los dineros a Luxemburgo donde tiene la sede central de la corporación. A pesar de ser la primera fortuna del país con un patrimonio personal 8 mil millones de dólares y una facturación empresarial 23.000 millones de la misma moneda, parece que el Ceo no puede responder al pago del 25 % del pago, puesto que otro 25% fue el acuerdo de la Confederación General del Trabajo (CGT) – que parece funcionar como gerencia de recursos humanos de la patronal – para la rebaja y el otro 50% son los dineros públicos que el gobierno utiliza para mantener esa porción de salarios, subsidiando a las mismas corporaciones que fugan esos mismos los dineros públicos. ¡Abracadabra!

El COVID-19 es el estado de sitio planetario que construye las condiciones de posibilidad para una reingeniería social sin precedentes, que abra paso a la cuarta revolución industrial y que constituye el régimen de gobernabilidad que requiere el capital en la actualidad, autoritario, destructor de la sociabilidad, con la intención de disminuir costos sociales y conjurar los riesgos de revueltas.  Una de las operaciones que se está llevando a escala planetaria es la redefinición del papel de los sistemas escolares, la profesión docente y los centros de formación de educadores; algo que ya se había iniciado en los ochenta del siglo XX8

No olvidemos que los ministros de educación de las últimas décadas y los “especialistas” juglares del poder, lo venían advirtiendo, cuando hablaban de estar “capacitado para el mundo que se viene”, porque las formas de trabajo y de empleo iban a ser otras para lo que se necesitaría “acreditar las competencias y habilidades del siglo XXI” y junto a eso nos repetían y repiten que muchos de los “trabajos que hoy existen, dejarán de existir” y nos mostraban las bondades de la “sociedad del conocimiento”, otro concepto que impone la reconfiguración de la subjetividad.

El proceso de desposesión educativa jamás se detiene, si no lo detenemos, el avance de la endoprivatización encontró en la pandemia el motor de aceleración que necesitaba para instalarse bajo el concepto de “la nueva normalidad”, con su poder adormecedor y su “aroma” de cambio. La nueva normalidad incluye la “vacuna” global de la virtualidad que como adelanto promociona el home office y el home schooling. Es decir que el “trabajo” en casa y la “educación” en casa amplían sus prácticas y las ganancias de las corporaciones tecnológicas.

En relación con la escuela, esto es llevar a su máxima expresión la pedagogía instrumental del individualismo, formadora de subjetividades egoístas que contribuyen aún más al proceso de fragmentación social, una modalidad que sin duda fomenta la desigualdad social.

De esa forma las corporaciones siguen aumentando sus ganancias y se apoderan de la educación pública con la gestión del “conocimiento” desde plataformas organizadas por gerenciadores externos. Creando un mercado “familiar” y otro de carácter “institucional”.

¡Abracadabra!

Fundación Varkey lanzó Comunidad Atenea, la primera comunidad virtual de aprendizaje colaborativo para maestros en toda América Latina.

Se trata de una plataforma online gratuita que ya cuenta con más de 6.000 miembros. El espacio permite encontrarse para compartir las mejores prácticas, celebrar su trabajo y aprender de otros sobre cómo mejorar la educación de sus estudiantes.

Con las escuelas cerradas en casi todos los países de América Latina debido a la pandemia, cien maestros se incorporan por día a la plataforma para encontrar y proponer soluciones creativas e innovadoras que logren mantener a los estudiantes aprendiendo cuando ya no pueden acceder al aula.

Los docentes ya se han inscripto desde Argentina, Ecuador, Paraguay, Perú, México, Uruguay, Colombia, Chile, Brasil, República Dominicana, Panamá, Bolivia y Venezuela9.

La Fundación Varkey no iba a quedar fuera del mercado virtual de la educación y de esta forma, sustituye los convenios con los gobiernos e interactúa directamente con los docentes/usuarios/consumidores de los contenidos de la plataforma: “Las más de 190 actividades que ya están disponibles en la plataforma están demostrando ser invaluables para los maestros de todo el continente”.

La estandarización de las prácticas de los futuros reconfigurados facilitadores está en marcha; la plataforma se promociona como gratuita y abierta y promociona cursos: “La plataforma busca crear una comunidad de maestros, funciona como un espacio similar al de las redes sociales, permite a los docentes subir sus perfiles, publicar contenidos, poner “me gusta” y entrar en contacto con colegas. Además, está moderada para garantizar que todas las publicaciones sean de alta calidad educativa. La plataforma también contiene una galería de cursos online, conocidos como MOOCs por sus siglas en inglés”.

Los “MOOCs” son cursos en línea, masivos y abiertos, lo que parece atractivo para los “virtualófilos” del mercado educativo, pero cuando finaliza el curso, para obtener el certificado, hay que pagar. ¡Business are Business!

Sunny Varkey es otro de los grandes billonarios que realizó su fortuna con los procesos de exoprivatización y endoprivatización que fueron impulsando la creación del mercado de la educación. Un mercado corporativo que está fracturando y desposeyendo la educación pública a nivel mundial. ¡Abracadabra!

Incluso el “llamamiento” que realiza la fundación de Ceos empresariales, Argentinos por la Educación a destrabar los accesos a la virtualidad, con un tinte de reclamo social, no es más que otra estrategia de negocio corporativo: “‘Es el momento para avanzar con iniciativas excepcionales para que no se amplíe esta situación de desigualdad’, sostienen quienes firman y, a su vez, se comprometen a promover el acompañamiento necesario para implementar estas plataformas en las escuelas y el uso de Whatsapp con fines pedagógicos en los barrios populares. Ignacio Ibarzábal, de Argentinos por la Educación, agrega: ‘Queremos convocar a más líderes y sectores para trabajar codo a codo en hacer de la urgencia sanitaria, social y educativa nuestra prioridad’10

No se trata de solidaridad social sino de solidaridad corporativa, puesto que la fundación AxE fue durante la presidencia de Mauricio Macri, una especie de “casa central” y el ministerio de educación, una de sus agencias. Una usina, entre otras tantas que siguen funcionando, como “consultoras”. Ignacio Ibarzábal es el director de la ong endoprivatizadora de la educación e integrante de Harvard University Graduate School of Education11. Todo un emporio de la desposesión de la educación pública.

Por supuesto que además de optimizar ganancias el negocio tecnológico de la venta de plataformas y cursos en línea, también amplían sus ganancias las corporaciones operadoras de la comunicación para sostener conectividad.

No es casual, que mientras continúa la cuarentena, el Banco Mundial, junto a la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), la GSMA y el Foro Económico Mundial hayan presentado el Plan de Acción Conjunta en respuesta al COVID-1912, que lejos de ser una vacuna es un parásito transgénico. Que no se conforman con los millones de dólares que ganan, sino que, aprovechan la pandemia para ganar aún más.

El documento, elaborado tras un diálogo con ministros de Finanzas y TIC, autoridades regulatorias y CEOs de compañías de telecomunicaciones y tecnología de todo el mundo, tiene por objetivo servir como guía de mejores prácticas para autoridades durante la situación de emergencia”. De lo que se trata es de la ampliación de cobertura para hacer el negocio más rendidor, porque en el apartado “Propuestas regulatorias para sostener la conectividad durante la crisis del COVID-1913: En el punto 11 dice: “Interacciones digitales: para favorecer la cohesión social, así como el uso de las comunicaciones y transacciones digitales durante esta crisis, se invita a reducir o eliminar impuestos específicos del sector, dispensar de impuestos y tasas especiales…”

La voracidad y la posición del Banco Mundial que opera como auspiciante y mediador para imponerle a los gobiernos una baja de impuestos “para sostener la cobertura” de las operadoras cuyas facturas pagamos cada uno de los usuarios.

¡Pingüe negocio! Nosotros les pagamos las obscenas tarifas que ellos nos cobran y al mismo tiempo no quieren pagar impuestos. ¡Eso es el capitalismo! ¡Esa es la normalidad sumada la “nueva normalidad”!, profundizar el saqueo con “nuevas” formas de legalizarlo.

El Día de la Marmota

En la ficción fantástica de la película todos los habitantes viven el mismo día jornada tras jornada y el protagonista es el único que se da cuenta.

La pandemia, la cuarentena y la “nueva normalidad” parecen instalar una especie de remake de El día de la Marmota en los formatos de copias de virtualidades educativas y en los discursos acerca de ellas.

En Argentina aparece el portal “Seguimos educando” desde el Ministerio de Educación Nacional, con transmisiones por televisión, por radio y en la web, al que se le suman portales provinciales con sus propios convenios de “plataformas educativas”. Lo que demuestra aún más la fragmentación del sistema.

Un gran mercadeo de plataformas que ponen en evidencia, también, los serios inconvenientes en la conectividad a lo largo y a lo ancho de todo el país. A lo que se le suma la imposibilidad concreta de los vulnerados, con casi un 50% de nuestros niñez y adolescentes debajo del límite de la línea de pobreza, viviendo en asentamientos, villas o barrios populares y las zonas rurales, donde la conectividad es escasa o nula.

El estresante trabajo de les docentes en búsquedas de sus estudiantes o, incluso, de estudiantes que no tienen docentes porque la administración no ha nombrado suplentes (como ocurre en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por ejemplo); sin horarios concretos y con sus propias problemáticas familiares, como la de cada una de las familias de les estudiantes. Todos acorralados por la pandemia.

En Chile: “La cuarentena por el coronavirus COVID-19 también ha afectado a los niños y jóvenes que para evitar el contagio han tenido que cancelar clases. Ante este problema el presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció que la educación en la región chilena será televisada. Esto se logrará con un acuerdo entre Anatel, el Consejo Nacional de Televisión y el Ministerio de Educación del país (…) Para esto también se ha elaborado una plataforma virtual llamada ‘Aprendo en línea´ en la cual pueden entrar los estudiantes que tengan acceso a internet…”14.

Pero ocurre que las desigualdades sociales se ponen en evidencia, al igual que en Argentina, sumada la falta de conectividad.

En México: “El gobierno mexicano ha desarrollado un programa de educación a distancia. ‘Aprende en Casa’, alternativa para mantener actividades educativas durante el periodo de contingencia utilizando tanto Internet como algunos canales de televisión pública. De cualquier forma, las condiciones sobre las cuales se lleva a cabo el aprendizaje desde casa no son siempre favorables, ya sea por ambientes hostiles, falta de oportunidades de acceso a la tecnología o de pericia en su uso. Este programa terminará por profundizar la desigualdad entre hogares, que expresa también de las oportunidades de aprendizaje en el sistema15.

No sólo están estos parecidos con México en cuanto a la respuesta a la sustitución de la escuela por la virtualidad sino que además: “…grupos privados de interés han alzado la mano, con propuestas que van desde el desarrollo de un currículum educativo nacional ante emergencias por organizaciones civiles pro empresariales, hasta la profundización de la digitalización educativa.

Ya veremos si el ingreso a la ‘nueva normalidad’ significa también un rostro más explícito del gobierno empresarial de la educación.16”.

El panorama parece ser el mismo, pero no sólo por la ausencia de la pedagogía y lo que ella conlleva, la impresindibilidad de la escuela, para compartir no sólo la construcción del conocimiento, sino el estar junto al otre, con el otre, estableciendo incluso un sistema semiótico de relaciones, gestualidades y construyendo subjetividad social.

La virtualidad nos lleva a un estado de inacción, de degradación de la socialización, a la pasividad de una sala de espera, al alejamiento de los rituales cotidianos de encontrarnos, de estar. En definitiva, de ser la escuela.

Y a pesar de los reconocimientos ministeriales sobre la importancia de la escuela y la presencialidad, la Cámara de Diputados de la Nación vota la modificación del artículo 109 de la Ley de Educación Nacional (26.206) y le da media sanción para legalizar la educación virtual: “En un acuerdo entre el oficialismo peronista, radicales, macristas, y sin consulta a los sectores involucrados en el sistema educativo se avanzó sobre la modificación del artículo 109 de la Ley de Educación Nacional (LEN)17

Esto demuestra que el oficialismo y la llamada oposición comparten intereses en cuanto al sesgo ideológico respecto de la educación. Sólo los dos diputados del Frente de Izquierda votaron en contra, Romina del Plá y Nicolás Del Caño, entendiendo que otra vez se opera al margen de la docencia. ¡La virtualidad vino para quedarse! ¡La ampliación del negocio corporativo también!

La “nueva normalidad” de la “vieja normalidad”

La cuarentena no es universal, porque hay trabajos esenciales que no se detuvieron, pero seguramente algunos otros son declarados exceptuados de practicar el aislamiento porque algunas actividades “no se contagian de corona-virus”, aunque sí provocan la muerte por otros medios. Es el caso del agronegocio y la producción de agrotóxicos, así como la cianurada minería a cielo abierto.

El 31 de marzo más de 100 organizaciones de Argentina denunciaron que “Durante estos días de aislamiento ha habido “incidentes” con fumigaciones en Santiago del Estero, Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos o Chaco; en aquellas zonas donde la producción de commodities se realiza parece haber vía libre para fumigar(nos). Esto no es nuevo, es la trágica cotidianeidad de los  Pueblos Fumigados de nuestro país, donde se liberan cada año alrededor de 500 millones de kilos/litros de agrotóxicos en miles de formulados comerciales y con principios activos prohibidos en buena parte del mundo sin control alguno, e incumpliendo la Ley General del Ambiente núm. 25.675 (…) en plena cuarentena a nivel nacional, el desmonte no cesa y uno de los bosques más conservados de todo el ecosistema del Gran Chaco recibió la  denuncia de desmonte sobre una superficie de 8 mil hectáreas en la Estancia La Fidelidad. Por otro lado, a partir del monitoreo con imágenes satelitales, Greenpeace descubrió que en el norte del país ya se  desmontaron casi 10 mil hectáreas desde que comenzó el aislamiento en las provincias de Salta, Chaco, Santiago del Estero y Formosa18.

Mientras esto sucede el “filántropo” de las “donaciones” para el millonario negocio de las vacunas, Bill Gates, llega a Jujuy para la explotación de litio, en plena pandemia: “De esta manera el magnate norteamericano, Bill Gates, desembarca en el negocio del litio, ya que es él quien lidera la ronda de inversiones de alrededor de 20 millones de dólares que, a través “Breakthrough Energy Ventures” y “The Engine”, buscan capitalizar Lilac Solutions.

La empresa norteamericana proyecta realizar las primeras pruebas experimentales en el país hacia finales del 2020, junto a la compañía minera Lake Resources”19.

De las vacunas a la explotación de litio en Jujuy. En Estados Unidos el mismo Bill Gates con su fundación “filantrópica” está en la carrera por la charterización de las escuelas públicas y el negocio de las pruebas estandarizadas.

Tal vez no solo debamos referir la película, “El día de la marmota” por la compulsión a cierta repetición de escenarios y formatos diarios que impone la cuarentena, sino literalmente a ser tomados como “marmotas” (dormir en el aislamiento), mientras los sectores depredadores de la vida continúan con sus negocios de la “vieja y nueva normalidad”.

Sin tapabocas

Nos envenenan y dicen que producimos alimentos para 400 millones de habitantes, mientras se mueren niñes por desnutrición.

Talan los bosques nativos, desertizan la tierra, persiguen a los pueblos originarios, los sacan de sus territorios comunitarios para el negocio de la tierras, los pauperizan, los enferman, los reprimen, los matan.

En las villas y barrios populares se multiplican los casos de corona virus, la empresa encargada del agua AySA discute con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a quién le corresponde haber hecho las obras de agua potable en la Villa 31.

Provocan una pandemia con sus actividades depredadoras del planeta y la cría industrial de animales. Generan el calentamiento global.

Nos imponen una vida virtual, una escuela virtual, el trabajo virtual, nos despiden, nos bajan el salario, aumentan los femicidios y la violencia intrafamiliar, pero nos explican “que el uso del barbijo es para cuidar al otro” y que la “distancia no puede ser menor a metro y medio”, según protocolos sanitarios.

Sin embargo, dónde están los protocolos “sanitarios” y las consultas a especialistas médicos y científicos, cuando se trata de los Pueblos Fumigados, las escuelas fumigadas, los barrios contaminados con los desechos empresariales, los pueblos y ciudades con ríos contaminados por la actividad minera y sojera.

Siguen funcionando como si nada y nosotros vivimos según protocolos de aislamiento social según reza la “nueva normalidad”.

Sólo en esta semana, fuerzas de seguridad, ingresan y reprimen en la comunidad mapuche de la Lof Lafken Huincul Mapu en la localidad de Mascardi, dónde hace 30 meses el grupo de élite, Albatros, había asesinado a Rafael Nahuel. Unos días antes algunos medios20 nacionales de prensa preparaban el escenario para la brutalidad policial en la comunidad.

Lo mismo sucede con los pueblos del norte, los qom en el Chaco estigmatizados por ser “responsables” de portar corona virus. La comunidad Mbya-guaraní sufre los desmontes de la empresa CARBA en Misiones y podríamos seguir con los constantes eventos en nombre del Estado que después recomienda “lavarse las manos”.

Uno de los artículos de Alfredo Grande, publicado en estos días, afirma: “Los Estados hablan de pobres cuando son responsables de haberlos empobrecido. Hablan de ricos cuando son cómplices de haberlos enriquecido. Y los Estados sostienen al Mercado para que el alucinatorio político del capitalismo bueno pueda sostenerse…21

Una nueva pedagogía emancipadora construida desde abajo, sin hipocresías, sin tapabocas y con las manos enchastradas de anormalidad es definitivamente necesaria para erradicar la pandemia voraz del viejo capitalismo y del nuevo capitalismo que acelera su reconfiguración al mismo tiempo que amplía su estatus represivo y de biocontrol, su conducta depredadora del planeta, su estrategia de desposesión de la intimidad y su compulsión al confinamiento virtual de los que sobrevivan al proceso de deshumanización corregido y aumentado.

1 Albert Camus

15 Mauro Jarquín Ramírez: “La nueva escuela Mexicana en tiempos de Pandemia”. Diario “La Jornada”. https://www.jornada.com.mx/2020/03/29/politica/015a1pol?partner=rss

16 Mauro Jarquín Ramírez: “Quién reconstruirá el sistema educativo”. Diario “La Jornada” https://www.jornada.com.mx/2020/05/16/opinion/011a1pol?partner=rss

21 Alfredo Grande. “El libro flaco de Petete” Agencia Pelota de Trapo (APe) 22 de mayo 2020

Artículo enviado por su autor a la redacción de OVE

Comparte este contenido:

Conversación con Bruno Latour: Imaginar el mundo después de Covid-19

América del Norte/México/ObservatoriotecMonterreu

La Cátedra Alfonso Reyes del Tecológico de Monterrey te invita a la conversación con el filósofo, sociólogo y antropólogo francés BRUNO LATOUR. Imaginar el mundo después de Covid-19.
Modera Philippe Ollé-Laprune.
Conversación grabada del 08 de mayo del 2020 con audio original en francés y subtítulos en español.
Jueves 21 de mayo, 12:00 horas.
Facebook Live:
https://www.facebook.com/CatedraAR/posts/1398924693632639
Fuente: https://www.facebook.com/events/2000771383380702/
Comparte este contenido:

Bienvenidas, bienvenidos, a un nuevo curso penitenciario

Almudena Carrascosa

Las escuelas deben abrir, pese a las advertencias sanitarias, porque las familias vuelven al trabajo, y el colegio debe cumplir con esa función social, guardar al alumnado durante un tiempo. Esta afirmación es dura y difícil de escribir para una docente de vocación que cree en un cambio en la educación a todos los niveles. Pero es cierta. Esta sociedad, y al fin y al cabo nuestra economía, no contemplan una verdadera conciliación familiar, no hay un tiempo para el desarrollo de la infancia. Pero esto es otro tema sobre el que reflexionar.

La cuestión es que, más pronto que tarde, las escuelas y los centros educativos deben abrir pero ¿cómo? ¿en qué condiciones? La solución no es fácil, eso lo sabemos, pero hemos entrado en una lucha: la ciencia contra la ciencia.

El doctor Fernando Simón nos recuerda diariamente que debemos prevenir los contagios y, para ello, no hay mejor  mecanismo que el uso de mascarillas, distancia de seguridad de dos metros e higiene. Por otro lado, la ciencia en el ámbito de la educación defiende que el desarrollo integral del alumnado a nivel cognitivo, físico, afectivo, social y emocional se produce, principalmente, por la interacción con el entorno y con las personas que lo comprenden. ¿Por qué todavía no ha intervenido ningún experto en educación? Así pues, he aquí el quid de la cuestión. ¿Cómo vamos a hacerlo?

Viendo las imágenes de Francia, no puedo evitar pensar en que las escuelas se van a convertir en centros penitenciarios. Aunque, pensándolo mejor, tal vez antes ya lo eran, ¿o no? Timbre de entrada, salida y cambio de clase, horarios marcados, tiempo limitado para el ocio y el esparcimiento del alumnado, filas, silencio, orden… Muchos centros han evolucionado, pero en el fondo, leyendo estas palabras, quien lea esto habrá podido retornado al colegio. Sin embargo, para volver a abrir los centros, daremos un paso más allá. Maestras y maestros guardando las distancias de seguridad entre sí y con el alumnado; niñas y niños separados unos de otros, sin contacto, espacio físico delimitado para jugar solos… ¿esto es posible?

Las personas que hayan respondido sí, hace mucho tiempo que no han visto una escuela de cerca. Una escuela y, sobre todo, la de las edades comprendidas entre 0 a 6, que es la que el gobierno pretendía reabrir en breve para sorpresa de los docentes, está llena de lloros desconsolados que sólo se calman con el abrazo de un maestro/a, mocos que ayudas a quitar o que enseñas cómo sonar; riñas y peleas entre compañeros y compañeras; acompañamiento emocional; besos y abrazos diarios y un largo etcétera. Si dejamos de hacer esto, si dejamos de hacer nuestra labor, estaríamos desatendiendo a nuestro alumnado. Hoy en día, a nadie se le ocurriría decirle a una médica o a un médico, a una enfermera o un enfermero, que no atendiera a sus pacientes; entonces ¿por qué se lo vamos a exigir al profesorado?

Cuando empezó el confinamiento, la sociedad pensó que sería cuestión de unos días. El mundo podía detenerse, se entendía que gran parte de la economía debía parar por el bien común, pero la infancia no. La educación no puede, ¡debe seguir! Cómo se nos ocurre tan siquiera plantearnos esto.

Docentes, familias y Gobierno entramos en una vorágine sin precedentes en la educación. Docentes estresados, familias estresadas y niños y niñas… no se sabe. Nadie les preguntó, total ¿qué sabrán si sólo quieren jugar todo el día?

Desde el colegio hicimos aquello que mejor sabemos hacer: dar una respuesta rápida. Improvisar con los pocos o muchos recursos que cada uno tuviera. La privacidad de los docentes ha quedado expuesta, muchos sin conocimientos han aprendido a marchas forzadas o simplemente, no tenían, al igual que muchas familias, dispositivos y conexion ilimitada a Internet.

Hemos improvisado, porque tampoco nos habíamos planteado nunca cómo sería la docencia on-line y, sobre todo, en las edades más tempranas. Pero, tal vez, en algún momento, nos pasamos de frenada. Se han mandado tareas como si todavía estuviéramos en los centros educativos, siguiendo nuestra rutina diaria, incluyendo los 30 minutos para el recreo.

Sin embargo, muchos docentes y profesionales de la educación paramos y reflexionamos; no estábamos llegando a todo nuestro alumnado. La “brecha digital”, por no llamarla “brecha social” directamente, atañe a más de la mitad de nuestro alumnado. Así pues, el problema no es, únicamente como piensa la Administración, que nuestro alumnado no tenga acceso a Internet y necesite una tablet o un ordenador. Si sólo somos capaces de ver esto, estamos siendo muy ignorantes ya que sólo estamos viendo la punta del iceberg. El problema social es mucho más grave, y la escuela on-line y a distancia, no puede compensar esas desigualdades que ya sabíamos que teníamos en nuestras aulas y que debido a la pandemia se han incrementado, si cabe, un poco más.

Por lo tanto, paremos una vez más, busquemos un consenso y no nos dejemos presionar por agentes externos. Dejemos de una vez de utilizar la educación como moneda de cambio en la batalla política. No podemos permitir que el derecho a la educación que toda la infantia tiene, se utilice políticamente. El fin no justifica los medios.

Una escuela no es una guardería. Nosotros y nosotras no guardamos nada. Los docentes y las escuelas deberían ser el lugar de encuentro donde se geste el cambio social que ha de venir, por lo tanto, hay que tratar a las personas que trabajan en los centros y a los niños y niñas con dignidad y respeto. No vale que se abran centros educativos convertidos en centros penitenciarios, no vale que releguemos la educación y la simplifiquemos a “contenidos y aprobados o suspendidos”, no vale pensar que se está perdiendo el tiempo en casa y que las escuelas abran para dejar allí a las niñas y niños para reactivar la economía. Eso no es una escuela. Eso tiene otro nombre.

Si ahora le preguntamos a cualquier miembro del Gobierno si volvería a gestionar la crisis igual que lo ha hecho, su respuesta, seguramente, sería no. Así que la nuestra como docentes debería ser la misma. No.

Necesitamos tiempo para aprender de nuestros errores, trabajar de manera conjunta con la Administración para crear nuevas soluciones a los problemas que hemos encontrado y sentar las bases de una nueva educación. Creemos nuevos espacios y redes de ayuda para atender a las familias que más lo necesiten fuera de la escuela. Ahora es el momento de cerrar esos centros penitenciarios y viejos modelos de educación y repensar el modelo donde el niño y la niña sean, de verdad, el centro de la vida en las escuelas.

Y hasta septiembre ¿qué?

Dejemos que niñas y niños recuperen, poco a poco y con cautela, aquellas libertades que les arrebatamos hace meses.

The post Bienvenidas, bienvenidos, a un nuevo curso penitenciario appeared first on El Diario de la Educación.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/05/21/bienvenidas-bienvenidos-a-un-nuevo-curso-penitenciario/

Comparte este contenido:

REINO UNIDO Gobierno anuncia medidas para proteger universidades

Europa/Reino Unido/Universityworldnes

El gobierno del Reino Unido ha anunciado una serie de medidas para proteger a los estudiantes y las universidades del impacto de la pandemia de coronavirus, pero de inmediato se enfrentó a las críticas por no cubrir una brecha de financiación de miles de millones de libras dejadas por la pérdida de los aranceles nacionales e internacionales.

Las medidas del gobierno también imponen un límite al número de estudiantes de la Unión Británica y Europea que cada universidad puede inscribir en el próximo año académico en función de sus pronósticos para el próximo año académico, más un 5% adicional. El gobierno controlará estos números a través del sistema de financiación estudiantil.

El gobierno también tendrá la discreción de asignar 10,000 lugares adicionales, con 5,000 cercados para cursos de enfermería, obstetricia o cursos de salud aliados para apoyar los servicios públicos vitales del país.

En lugar de rescatar a las universidades, el paquete aportará £ 2.6 mil millones (US $ 3.2 mil millones) en matrículas que las universidades habrían recibido al comienzo del próximo año académico, más un adicional de £ 100 millones en fondos de investigación.

Al anunciar los planes el 4 de mayo, el Secretario de Educación Gavin Williamson dijo: “Estamos comprometidos a apoyar a nuestras universidades y estudiantes de clase mundial a través de este momento desafiante sin precedentes. Por lo tanto, estamos implementando medidas para ayudar a proteger a los estudiantes y al personal del impacto del coronavirus ”.

Financiación para la investigación

La ministra de Ciencia, Amanda Solloway, anunció que se aportarán £ 100 millones de fondos públicos a este año académico para ayudar a proteger las actividades de investigación de la universidad.

El gobierno también ha confirmado que los proveedores son elegibles para solicitar sus paquetes de apoyo, incluidos los planes de apoyo para préstamos comerciales, que la Oficina para Estudiantes u OfS, el regulador en Inglaterra, estima que podrían valer al menos £ 700 millones para el sector, dependiendo elegibilidad y aceptación.

Los proveedores también pueden acceder al Esquema de retención de empleos de Coronavirus para salvaguardar los empleos del personal, pero el gobierno hace hincapié en que cualquier subsidio del esquema no debe duplicar otras fuentes de financiamiento público donde se mantienen, como las tarifas de matrícula para estudiantes en el hogar del Reino Unido.

La ministra de universidades, Michelle Donelan, dijo: “Las universidades tienen una parte integral que desempeñar en nuestra economía, sociedad y cultura, que se destaca ahora más que nunca a través de su importante papel en la lucha contra el virus.

«Es por eso que estamos introduciendo un paquete de medidas para aumentar el apoyo a los estudiantes, estabilizar el sistema de admisión y aliviar las presiones sobre las finanzas de las universidades».

Solloway dijo que los £ 100 millones que se adelantan para la investigación «proporcionarán ayuda inmediata para garantizar que la excelente investigación que se lleva a cabo en nuestras universidades continúe durante este período de incertidumbre».

La propuesta sobre las ingestas fue presentada por el propio sector, y las universidades del Reino Unido o UUK describieron el paquete como «un reconocimiento positivo del gobierno del papel central que las universidades desempeñarán en la recuperación de la economía y las comunidades y la necesidad urgente de brindar apoyo a las universidades para capear la severa tormenta financiera creada por COVID-19 «.

«Está claro que el gobierno ha escuchado las preocupaciones planteadas y se ha basado en las sugerencias que ha hecho el sector».

Sin embargo, UUK también dijo que las universidades desearían garantizar un mayor apoyo para «proteger la fortaleza, la capacidad y la calidad de la base de investigación y garantizar que el sector esté en posición de apoyar la recuperación económica y social a través de la investigación y la innovación».

El Dr. Tim Bradshaw, director ejecutivo del Grupo Russell, que comprende 24 universidades de investigación líderes, advirtió sobre un «gran desafío pendiente» para abordar la sostenibilidad financiera de la investigación. «Las universidades se enfrentan a importantes deficiencias en los estudiantes internacionales y otras fuentes de ingresos que necesitamos para respaldar el trabajo vital que de otro modo se subfinanciaría», dijo.

Dolor financiero

Jo Grady, secretaria general de la Universidad y College Union o UCU, advirtió que el paquete «no brinda la protección o estabilidad que los estudiantes, el personal y las comunidades a las que sirven necesitan desesperadamente. La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria dice que las universidades corren mayor riesgo de sufrir problemas financieros debido a la crisis actual y que necesitan más que pagarés para resolver los problemas que enfrentan ”.

Ella dijo que el límite en el número de estudiantes «es un nombre inapropiado ya que permitirá que las universidades más ricas aumenten sustancialmente su base de estudiantes domésticos a expensas de otras instituciones más enfocadas localmente. No podemos permitirnos que este enfoque de perro-come-perro se arriesgue a un daño sustancial tanto en la capacidad académica de nuestro país como en las economías locales de las cuales las universidades son una parte tan importante.

«En lugar de patear la lata en el futuro, el gobierno debe financiar los fondos perdidos por una caída en el número de estudiantes nacionales e internacionales y eliminar los incentivos para que las universidades compitan entre sí en un momento en que necesitamos unirnos», dijo.

Un informe publicado en abril por London Economics para UCU destacó una pérdida de ingresos de £ 2.5 mil millones de las tasas de matrícula y becas de enseñanza. Demostró que las universidades más afectadas por las caídas en las tarifas y los ingresos de las subvenciones son las que atienden a un número significativo de estudiantes internacionales. Advirtió que las dificultades a las que se enfrentan esas universidades también tendrán graves repercusiones para el resto del sector.

El informe predijo una caída del 24% en la matrícula de primer año en promedio por institución de educación superior, ya que los estudiantes aplazan el inicio de sus estudios debido a la incertidumbre causada por la pandemia.

Esto incluye una caída del 47% en los estudiantes de la UE y una caída del 47% en la matrícula de estudiantes internacionales no pertenecientes a la UE. En promedio, las universidades perderían £ 20 millones en ingresos cada una, pero en las universidades que más dependen de los estudiantes internacionales, la pérdida sería de £ 42 millones cada una.

Un informe de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria dijo que las universidades serían el sector más afectado por la crisis del coronavirus. Pero no tuvo en cuenta otras pérdidas de ingresos, como alojamiento o conferencias.

El modelo de UUK muestra que los riesgos para los ingresos por tasas de estudiantes internacionales (no pertenecientes a la UE y de la UE) suman un total de £ 6.9 mil millones en todo el sector de educación superior del Reino Unido.

Nick Hillman, director del Instituto de Políticas de Educación Superior, dijo que el paquete ofrece mucho de lo que el sector de educación superior pidió sin exponer demasiado a los contribuyentes. Pero advirtió que el paquete no elimina la necesidad de tomar decisiones difíciles.

«Cualquier institución que enfrentó serios desafíos financieros antes de la pandemia aún los enfrentará e, incluso con este nuevo apoyo, es probable que la estructura de nuestro sistema de educación superior cambie», dijo.

Fuente: https://www.universityworldnews.com/page.php?page=UW_Main

Comparte este contenido:

El desafío educativo de no volver a la realidad anterior

Carlos Aldana

Volver a las aulas, a las calles, al trabajo, a la vida, como si nada hubiera pasado, como si el huracán global del Covid-19 no hubiera pasado arrastrando al planeta sería un triste y vergonzoso regreso al que llaman “normalidad”. Por respeto a quienes han sufrido, están sufriendo o murieron por una pandemia, pero también por un compromiso apasionado por la vida y por los seres humanos, necesitamos aprender a vivir en la “nueva realidad”. Esto debe significar que es necesario educar(nos) para descubrir que no podemos -o no debemos- volver a lo que teníamos antes de este primer trimestre del 2020.

Por ejemplo, no podemos volver a vivir una catástrofe para descubrir que los Estados, los gobiernos y sus instituciones evidencian graves carencias o enfoques y visiones que no privilegian al ser humano. Si en estados de bienestar la cosa ha sido terrible, ¿cómo es o cómo podrá llegar a ser en estados fallidos? Durante estas semanas nos han pedido responsabilidad personal y familiar para no contagiarnos, para no afectar a otros, para no extender el virus. Y eso, por supuesto, está bien, es nuestra responsabilidad como ciudadanos y ciudadanas, como grupos familiares. No podemos evadirlo. Pero tampoco nos ceguemos y olvidemos que mucho de este drama se ha debido a irresponsabilidades de los grandes poderes, a carencia de institucionalidad efectiva, a engaños o mentiras por razones políticas, a que se privilegia las decisiones de los grandes poderes económicos. Está bien que respondamos individualmente, pero no podemos aceptar que las condiciones estructurales e institucionales sigan siendo las mismas.

Se precisa, entonces, generar educación política y ciudadana que movilice, que llame a la participación de esos grandes conglomerados que se conforman con votar cada cierto tiempo, sin mayor participación o compromiso. La educación, mucho más que nunca, debe asumirse como una exigencia para el compromiso político, ese que nos lleve a construir una cultura política distinta, que cree estructuras e instituciones para proteger la vida, no para proteger los intereses corporativos.

La educación, en el retorno, también debe mirar hacia el centro de todo: el ser humano. Eduquemos para la vida en toda su integralidad, y ello incluye la consideración tierna y solidaria hacia otros. Incluye la sensibilidad hacia los que más sufren, hacia los excluidos y empobrecidos (que ahora lo serán más por los efectos de la pandemia). Una educación que deje la tecnocracia y la necesidad de cumplir con estándares predeterminados y priorice la emocionalidad sana, la salud, el encuentro interpersonal que construye, que ayude a crear convivencia digna y pacífica.

Una tercera llamada de atención, entre muchas, se ubica en algo que empiezo a descubrir en la vida de muchos educadores y educandos. Los espacios virtuales para el aprendizaje (con plataformas de todo tipo) eran la gran aspiración de muchos enfoques pedagógicos. Llegó el coronavirus y ¡pegaron el grito de júbilo! Se demostraba que la educación a distancia es la gran carencia en la educación escolar. Y claro que así ha sido, ha permitido mantener ritmos y procesos de aprendizaje. Sin embargo, ¿todos los niños, niñas y jóvenes tienen acceso a internet, a teléfonos móviles, a computadoras potentes? En nuestros países latinoamericanos se ha evidenciado que la inmensa mayoría no tiene acceso a todo eso, por razones económicas. Es escandalosa esta realidad en los establecimientos públicos, donde la pobreza se pasea con soltura.

A lo anterior, se agrega que el teletrabajo y los ritmos de educación a distancia han venido a crear una ironía: ¡Ahora se añora, se extraña, se necesita la presencialidad! Imagino, (porque todo está en el mundo oscuro de las incertidumbres), que tendremos que aprender a valorar la vida escolar que aprecia al máximo el encuentro presencial, pero que está apoyada, de manera complementaria (y no sustitutiva) por los esfuerzos virtuales. Esto incluirá una consideración socioeconómica, cultural y técnica de aquellos entornos de mayor pobreza.

Educar(nos) para una nueva realidad conlleva que aprendamos a vivir para construir esa nueva realidad. El desgano, la indiferencia o el conformismo, que nos pueden llevar a vivir la educación desde la rutina que no nos compromete a luchas por la vida digna, puede ser el peor de los efectos de esta pandemia. No volver a la realidad anterior debe ser la consigna educativa que nos una mundialmente. Necesitamos descubrirnos como seres que aprendieron e hicieron de esta crisis una escuela para la vida plena, para la solidaridad global y para el gozo de encontrarnos, como humanos, en la cercanía o en la distancia. Si el Covid-19 no ha tenido una sola nacionalidad, la lucha por un mundo mejor tampoco tiene fronteras o pasaportes. Todos estamos y somos parte de esta casa planetaria.

The post El desafío educativo de no volver a la realidad anterior appeared first on El Diario de la Educación.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/05/08/el-desafio-educativo-de-no-volver-a-la-realidad-anterior/

Comparte este contenido:
Page 3 of 4
1 2 3 4