Page 1 of 2
1 2

Entrevista a César Bona:«Hay que desterrar la lucha entre escuela tradicional e innovación»

14 septiembre 2017/Fuente: Diario de Ibiza

César Bona pronuncia esta tarde a la conferencia ‘Escuchar para Educar’ en Ibiza, un acto dirigido a la comunidad educativa cuyas invitaciones se agotaron en sólo cinco horas.

Maestro, finalista en 2014 del Global Teacher Prize.César Bona reivindica el trabajo que desarrollan muchos maestros en sus escuelas, que invitan a los niños «a reflexionar, a participar en la clase y en la sociedad». Anima a «poner el foco» en estas experiencias próximas y hace hincapié en la necesidad de «estar todos juntos», sin divisiones, pues, apunta, así «es como se avanza» en Educación.

De la mano del colegio Sa Real, la escuela de tiempo libre s’Espurna y la Asociación es Molí, César Bona llena esta tarde el auditorio de Can Ventosa –las invitaciones para asistir están agotadas– con su conferencia ‘Escuchar para Educar’. Bona valora el trabajo que cada día realizan los maestros y maestras en las aulas y anima a darlo a conocer, pues reivindica la necesidad de dar mensajes positivos sobre Educación.

¿Escuchar es la clave en Educación?

No sé si es la clave, pero sí el camino hacia la comunicación, hacia la convivencia. Para mí hay dos verbos que son muy importantes: escuchar y compartir, y los dos son de ida y vuelta. Yo tengo cosas para compartir y tú escuchas, y tú tienes cosas muy interesantes para compartir como adulta, niño o niña, y los demás te vamos a escuchar.

Antes se pensaba que eran los niños quienes debían escuchar al maestro, que era la autoridad. ¿Ahora toca hacerlo al revés?

No al revés. Es importante que seamos conscientes de que todo el mundo tiene cosas que aportar y que todos podemos aprender de todos. Hace ya años y años Sócrates decía: ‘Habla para que yo te conozca’, y qué menos que conocer a los chavales, a los chicos y chicas con los que estarás tanto tiempo.

Es algo que también deben tener en cuenta los padres…

Es que es un verbo importantísimo. También en el trabajo te tienen que escuchar y tú tienes que escuchar a tus compañeros. Eso implica respeto, respeto a las opiniones de los demás. Todo va unido. Y como todos somos diferentes –aunque seamos iguales ante la ley, en los derechos, en los deberes– ésa es la riqueza que tenemos que valorar y eso hace que todos podamos aportar y aprender de los demás.

¿Cómo ha cambiado el trabajo del maestro en los últimos 10 ó 15 años?

Siempre que hablamos de cambios en los últimos 10 ó 15 años viene a la mente la tecnología, que es una herramienta ahora mismo importantísima y no puede estar fuera de las aulas porque forma parte de la vida; si queremos educar para la vida, la tecnología debe estar.

Aparte de esto…

En España yo diría que en los últimos tres o cuatro se está dando un giro a la educación. Cada día en los medios de comunicación sale una noticia positiva: Esto se está haciendo en este centro; estas personas, estos docentes y familias están trabajando juntas para conseguir una educación mejor, y eso es positivo. Faltan muchas cosas por mejorar pero estamos en el camino. La gente debe tener claro que todo evoluciona –comunicaciones, tecnología, Medicina– y la Educación debe estar en la vanguardia. Debemos plantearnos qué tipo de personas queremos en nuestra sociedad y si queremos una sociedad mejor, tenemos que estar en la escuela dándoles las herramientas necesarias.

¿A qué modelo de educación debemos encaminarnos?

No puedo hablar de un modelo, pero creo que hay premisas básicas a tener en cuenta. Todos (niños, niñas, adolescentes, adultos) queremos sentirnos queridos, escuchados y útiles y en ese sentido yo creo que es importante que las escuelas sean lugares donde se escuche la opinión de los niños y donde se les invite a mirar hacia la sociedad. El compromiso social es importantísimo; el compromiso con la naturaleza, también, y creo que todavía no se le da la importancia que tiene. Educar, sobre todo, en el respeto a uno mismo, a los demás, en las diferencias. Yo creo que va por ahí.

Y para ello, ¿qué hay que desterrar de nuestras aulas?

Primero, la lucha que alguien levantó sobre escuela tradicional e innovación. En Educación tenemos que estar todos juntos; juntos es como se avanza. Continuamente hacemos divisiones: escuela tradicional e innovación, jornada partida o continua, bilingüismo o trilingüismo… Eso sale de la mente de los adultos; los niños lo que necesitan y quieren es aprender. En este sentido, hay cosas que funcionaban hace 40 años y que funcionan ahora igual de bien. Ir hacia delante no significa arrasar con todo lo que hemos tenido en el pasado.

Sino ver qué sigue siendo útil.

Por supuesto. Y sobre todo, desde el punto de vista de la sociedad, es necesario valorar lo que tenemos cerca. Después de haber viajado mucho por España me doy cuenta de que eso nos falta; admiramos lo que tenemos lejos y normalmente no valoramos lo suficiente las experiencias que se están llevando a cabo al lado de donde vivimos.

¿Quiere decir que nos fijamos demasiado en otros países como Finlandia, por ejemplo?

Obviamente tenemos que mejorar cosas y se puede poner el foco en mirar hacia afuera para intentar traer algo interesante. Pero también hay que hacer una tarea de reflexión y preguntarnos qué funciona aquí y qué podemos hacer para mejorar lo que tenemos.

Un estudio realizado recientemente en Balears señala que los ciudadanos suspenden la educación en las islas. Uno de los elementos más criticados es la masificación en las aulas. ¿Hay demasiados alumnos en las aulas para poder trabajar?

Hay muchos factores, depende de muchos factores. Obviamente, cuando hablamos de que es necesario invertir en Educación no se debe pensar sólo en que se invierta en una pizarra digital, se trata de tener en cuenta los recursos humanos. Hay muchos, muchísimos docentes que están sin trabajar y que sería necesario que estuvieran en las aulas. Reivindicamos que se apueste por la educación. Quizás necesitamos a alguien que sea valiente y diga: ‘Si queremos una sociedad mejor, tenemos que empezar en la escuela y vamos a hacer todo lo necesario para que sea así’.

¿Qué opina de las aulas prefabricadas, cuya instalación sigue aumentando, al menos aquí?

De forma puntual pueden ayudar. Pero estaría bien que repartieran esas aulas prefabricadas entre las oficinas de las personas de las administraciones. Debemos probar todos cómo funciona la Educación, y no hay nada mejor que vivir como viven los niños y niñas.

El diseño del aula, del espacio en la escuela, está cambiando en para favorecer el modelo de educación que antes comentaba.

Se hace en muchos centros en España, y en Balears yo creo que la gente está apostando bastante por ello, por esos modelos comunicativos, pues de hecho, es necesario. Cualquier cosa que pretendas para la sociedad debes empezarla en la escuela; si quieres diálogo, hay que empezar a estimular el diálogo en las clases. También aulas, escuelas, que tengan en cuenta el medio ambiente, que lo incorporen en su día a día para que los niños no aprendan lo que es un árbol en un papel cuando podrían tocarlo y sentirlo.

¿Todos estos cambios siguen dependiendo de cada maestro, de cada equipo?

No se puede generalizar, pero yo creo que deberíamos apostar por el trabajo en equipo fundamentalmente. Y porque las administraciones nos permitieran viajar de escuela en escuela, una vez al año, por ejemplo, para compartir, porque es así como nos damos cuenta de las prácticas que se hacen en otros lugares. Es conveniente que tomemos perspectiva de lo que hacemos nosotros, pero también mirarnos desde fuera y lo que hacen otras personas buscando la mejora, que debe estar basada en el bienestar de los niños y niñas.

Otro de los principales problemas que detecta la ciudadanía es el fracaso y el abandono escolar. ¿Tienen los maestros alguna responsabilidad en ello?

Yo no puedo decir que los maestros tengan responsabilidad en el fracaso escolar. ¿Por qué? Porque he visto miles de maestros que están deseando formarse, que llega un fin de semana, lo pagan de su bolsillo y van de aquí para allá; miles y miles de maestros con muchísima ilusión que están deseando recibir formación y aplicarla en las aulas. He vivido durante años el intentar comunicarme con mis compañeros y que no sea posible porque tenemos que estar rellenando papeles. ¿Cómo es posible que de Infantil a Primaria no lo pongan fácil para que siga siendo fluido? ¿O que de Primaria a Secundaria parezcan dos mundos distintos? ¿O que se sigan manteniendo horarios tan estrictos? Hay muchas cosas que hay que mejorar y, obviamente, no podemos decir que el fracaso depende de los maestros.

¿Cómo hay que hacer frente al fracaso escolar?

El sistema educativo es el que falla. Ni son los niños ni se puede decir que son los maestros. Una de las claves es que seguimos pidiéndoles unas respuestas que previamente les hemos dado. Entonces se olvida el proceso, que es investigar, compartir, experimentar. Por eso es necesario invitarlos a participar en la sociedad, en la escuela. Creo que es una de las claves.

Y eso ya se está haciendo…

Hay lugares donde ya están haciendo cosas maravillosas, donde se les está invitando a reflexionar, a participar en la clase y en la sociedad? Estoy viendo mucha gente que está haciendo cosas muy interesantes que están empezando a salir a la luz y que en otros casos son anónimas, pero que necesitamos que la sociedad las valore. Porque todo evoluciona, y hay una expresión que tenemos que borrar para que nadie la asocie a la Educación, la resistencia al cambio. Hay mucha gente, miles de personas, que no tienen esa resistencia al cambio.

¿Cómo son algunos de estos proyectos que comenta?

El compromiso social y el compromiso con la naturaleza son clave. Se trata de usar el conocimiento para mejorar el mundo donde vives. Eso hay gente que lo está haciendo y creo que es hacia ahí hacia donde debe ir la educación. Ya hay coles en los que se invita a los niños a reflexionar, pues de hecho reflexionando es la única manera como crecemos como personas; se les invita a tener ese pensamiento crítico, a intentar mejorar el lugar donde viven. A los niños les interesa aprender y esa curiosidad que tienen innata es lo que tenemos que seguir estimulando, esa creatividad, esa imaginación.

Fuente: http://www.diariodeibiza.es/pitiuses-balears/2017/09/13/hay-desterrar-lucha-escuela-tradicional/939804.html
Comparte este contenido:

La escuela innovadora reivindica la tradición

Por : Carina Farreras

  • Dos directores de centros con proyectos pedagógicos singulares reflexionan sobre los cambios en la educación

Pocos rasgos comunes parecen tener las escuelas que dirigen Pilar Ugidos(Miquel Bleach) y Joan Puig (Súnion). No coinciden ni sus etapas educativas (primaria y secundaria/ bachillerato), ni el tipo de alumnado (inmigrante y autóctono), ni la titularidad de los centros (pública y concertada). Sin embargo, sus respectivos directores, que dejaron el cargo el pasado junio después de tres décadas de experiencia en entornos educativos, comparten el mismo discurso: la educación es alentar la autonomía intelectual y humana de los alumnos. “No es extraño”, indica Ugidos, “porque las personas que vivimos con pasión la educación coincidimos en lo
básico”.

Se reúnen en Súnion, a propuesta de La Vanguardia. “La educación, que ahora acapara tanto la atención de la sociedad, no ha cambiado en su esencia”, interviene Puig que habla sobre los jóvenes. “Los adolescentes comienzan a ver el mundo, se hacen preguntas, son muy críticos. A veces, parecen estar de vuelta del mundo (que desconocen), pero si les acompañas, les das confianza, estimulas el sentido de la curiosidad, ves que están abiertos a comprender, y te siguen”.

 Los populismos educativos

Ambos directores han forjado sus carreras en proyectos pedagógicos revolucionarios, transformadores. Pero se muestran reservados respecto a la ola de innovación que recorre las escuelas de Catalunya. En este sentido, advierten sobre el riesgo de los “populismos educativos”.

“Hay que preguntarse, ‘la innovación ¿para qué?’ En sí misma no es un valor absoluto”, indica Puig. “La pedagogía a lo largo de la historia ha realizado muchas aportaciones que no podemos desestimar, desde la explicación magistral brillante hasta el trabajo por proyectos”. Ugidos añade que “el educador debe estar abierto a todas las metodologías y pensar cuál es la adecuada a su propósito, porque lo que importa es el aprendizaje”.

A juicio de estos maestros, que pese a su cargo no han renunciado a dar clases, educar es acceder a la cultura palanca para interpretar la realidad. Y en ese proceso se requieren las disciplinas educativas, las asignaturas clásicas. “Claro que todo está enlazado en la vida –exclama Puig– pero, ¡hombre!, las matemáticas son las matemáticas, la literatura es la literatura”. Y sigue: “Internet nos hace pensar que muchos contenidos se han quedado obsoletos, prescindibles, y con poco significado para los alumnos. En este camino de transformar el cu-
rrículo hay mucho que hacer. Pero hay muchos aspectos que tienen un buen recorrido, un único recorrido. No es la disciplina la que hace perversos algunos contenidos, sino algunos contenidos mal planteados”. Y concluye: “Los niños tienen que ser competentes, por supuesto, pero tiene que haber una base de conocimiento para aplicar la sabiduría, porque si no son ignorantes”.

Revisión continua

La innovación, acuerdan, tiene que ver, en todo caso, con el cuestionamiento continuo sobre la práctica educativa desde la dirección y el claustro. “La construcción de materiales, la realización de actividades concretas, la formación del profesorado, la creación de una estructura organizativa (calendarios, reuniones), hasta el espacio, todo eso debe estar vinculado a los objetivos finales”, indica Ugidos.

Puig asiente en que no se puede caer en la autocomplacencia. “Un profesor no puede estar quieto, está obligado a cuestionarse. Si hace tres años que imparte la clase igual, con los mismos materiales, ¿está bien? No, hay que revisar nuestra actuación. De forma individual y colectiva. Si perdemos la capacidad de interrogarnos permanentemente, fallamos”, señala.

Al servicio de un proyecto

La diferencia con la escuela concertada, según explica la directora del centro público, es que se admite que hay una línea pedagógica. Toda la comunidad (las familias, el equipo, los alumnos) la comparten. “En una pública un director no es nada más que un compañero que está en dirección al que le toca desempeñar temas de gestión y organización. Y te tocan unos alumnos, familias heterogéneas. Si quieres transformar, tienes que convencer, seducir, implicar al claustro primero y a las familias después”. Al llegar a Miquel Bleach, hace siete años, se encontró con un personal desmotivado por el difícil reto que suponía el alumnado (98% inmigrante, sin dominar la lengua, con cargas emocionales pesadas al vivir en contextos desfavorecidos). “La vivencia de los maestros en muchos centros de alta complejidad, que son como guetos, es: ¿qué culpa tengo yo de encontrarme con estos niños si yo he estudiado para dar clases?”. Al mito de la homogeneidad del aula (una fantasía común) se unían las quejas hacia la administración, la dejadez de las familias, la falta de esfuerzo de los alumnos… “Pero logramos el cambio colocando al alumno en el centro de todas las decisiones. Los niños pasaron de ser meros receptores pasivos a narradores del relato de su aprendizaje, dirigiéndose a sus propias familias, a las que también implicamos. Entendieron por qué estudiaban, ampliaron competencias comunicativas, y el arte, nuestro eje vertebrador, les aportó perspectivas fundamentales para comprender el mundo, como la creatividad o la crítica”.

“Nosotros –continúa Puig– planteamos desde el inicio la necesidad de que los alumnos tuvieran un espacio amplio y de bienestar para que se autoconstruyeran, con poca presencia de los adultos, pero con responsabilidad”. El espacio, el horario (variable cada semana en función de las actividades) y la asistencia fueron los elementos que definieron la fundación de Súnion. “Hemos recuperado la libertad de asistencia a clase que inicialmente había y que retiramos un tiempo después porque nos pareció que la sociedad no iba por ahí. Los chicos de 2.º de bachillerato, con 18 años, ¿tienen que cumplir con esta obligación cuando estrenan su libertad en otros ámbitos? La asistencia, por mucho que crean algunas universidades que la exigen para su evaluación, no es un valor en sí mismo. El valor es el aprendizaje y eso es lo que nosotros creemos que hay que evaluar. Y funciona. Sólo hay que procurar que los alumnos hagan un buen uso de esa libertad, que no se excedan. El acompañamiento en este proceso es parte de nuestra función”.

El papel del maestro

“Los profesores son la clave del proyecto, si creen en él, lo aplican cada uno con su capacidad, su temperamento y creatividad. Deben mantener una buena relación con el alumno”, reitera Ugidos. Para el director de Súnion, los docentes son educadores. “Yo no entiendo que haya unos profesores especialistas y luego unos tutores que entran en la vida privada de los alumnos. No, todos tenemos que conocer a los alumnos y luego ser profesores de matemáticas o de lo que sea”.

Ambas organizaciones reflejan en las aulas lo que sucede en el claustro, donde también hay una diversidad. “No todo el mundo es perfecto y tenemos el deber de ayudarnos unos a otros. Hay profesores que tiran más que otros, pero todos participamos y hay que asegurar un buen ambiente de personal”, considera el director de la escuela de secundaria.

Formación

“Soy muy crítica sobre la formación que se hace a los profesores por su inutilidad –explica la directora de primaria–. Nosotros determinábamos el tipo de formación preguntando a los maestros. Primero formarnos en arte, luego en trabajo por proyectos, en trabajo en equipo, en gestión emocional… Pero no queríamos expertos para llenar vasos vacíos, sino expertos que entraran en el aula, y dieran un feedback personal”. Puig cree en la responsabilidad como docente. “Hay una parte tuya, de querer actualizar conocimientos, profundizar en tus inquietudes. Y otra parte es de la escuela, que debe organizar la formación de forma eficiente”.

Fuente: http://www.lavanguardia.com/vida/20170803/43291766828/escuela-innovadora-reivindica-tradicion.html

Comparte este contenido:

Pensar en la transformación y no tanto en la innovación

Por: Fernando Hernández

Una de las limitaciones de la actual ola de innovación educativa es que no tiene visión sistémica. El sistema burocrático hace todo lo posible para que la transformación sea imposible.

He señalado en alguna columna anterior que en estos últimos tiempos asisto a encuentros con equipos directivos y educadores para hablar y pensar en torno al aprender por proyectos de indagación. El motivo es que se considera que esta concepción de las relaciones pedagógicas constituye una práctica clave en lo que caracteriza a una escuela innovadora. En estos encuentros, una idea que intento compartir es que, si no queremos que vuelva a suceder lo que pasó en la reforma de 1990, en la que también se consideró que los proyectos era la metodología que vehiculaba la concepción constructivista, no hay que tomarlos como otra innovación que entra en la escuela y el aula. Hay que tratar que afecte a la estructura y la forma de pensar y actuar de docentes, alumnos y familias sobre el conocimiento, el aprender, y la función social de la Escuela.

Por este motivo, y esto no es algo que afirme yo, sino que lo dice la investigación en torno al cambio en la educación escolar, una de las limitaciones de la actual ola de innovaciones en las escuelas es que no tiene una visión sistémica y estructural del cambio. Consideran que una modificación en el sistema, por ejemplo, cambiar el mobiliario, el espacio escolar, hacer agrupamientos de alumnos no por edades, diseñar ambientes o hacer proyectos, afecta y modifica todo el sistema. Y cuando hablo de sistema hablo tanto de cultura escolar como de gramática de la escuela.

Jean Rudduck (1999) recuerda al respecto que “en nuestros esfuerzos para cambiar, hemos subestimado, por regla general, la fuerza de la cultura vigente en una escuela y en el aula para acomodar, absorber o rechazar las innovaciones que no concuerdan con las estructuras predominantes y los valores que mantienen las costumbres”(p.42). Por eso, a lo que se tiende es a ajustar las innovaciones a las pautas ya establecidas. Un ejemplo: veo escuelas e institutos que han incorporado en su franja horaria ‘proyectos’, del mismo modo que tienen ‘matemáticas’, ‘lengua’ o ‘educación física’. Este sería un ejemplo de introducir una posible innovación sin considerar que no se trata de ‘hacer proyectos’ tres horas a la semana, o en sustitución del trabajo de investigación a lo largo de una semana, mientras que el resto del tiempo se continúa enseñando para aprender de la misma manera. Esto significa que las escuelas parece que tienden a “cambiar en su apariencia para no mucho en profundidad” (Tangerud y Wallin, 1986: 45), de tal manera que, al final, acabamos teniendo “formas simplemente recicladas y reenvasadas de la racionalidad vigente” (Giroux, 182: 150).

Cambiar en la cultura y la gramática de un centro no depende de la voluntad y los recursos de las personas que promueven una red de innovación, ni del deseo de un equipo directivo o de un grupo de docentes y familias. La organización del saber por disciplinas, la noción de conocimiento como algo empaquetado y estable, la parcelación del tiempo en franjas que no permiten desarrollar procesos de indagación, la idea del aprendiz como receptor-reproductor, la clasificación de los alumnos por edades, cursos o capacidades, el rol del maestro o del profesor como quien -dice Recalcati- prefiere el saber muerto para no perder su poder, la normativa rígida y única de construcciones escolares, la dificultad para constituir equipos estables de docentes, el sentido de la evaluación como medida del rendimiento… todo ello forma parte de un potente sistema burocrático que hace que, a pesar de las evidencias y de los deseos de cambio y transformación, este no sea sencillo. Recuerdo a Michel Fullan, uno de los investigadores y promotores sobre cambio en educación, diciendo que una trasformación profunda en un centro de primaria necesita cinco años, y diez en una secundaria.

Por eso no hay que olvidar que uno de principios que hemos aprendido en este cincuenta años de investigación sobre innovación, mejora y cambio en la escuela es que los modelos de arriba abajo y con voluntad de generalización no funcionan y no tienen garantía ni de arraigo ni de continuidad, porque “la mejora escolar es única para cada escuela porque el contexto de cada escuela es único” (Stoll y Fink, 1999: 88).

Lo que conecta con la fantasía de la generalización de algunas redes de innovación, que no tienen presente el contexto de cada centro. Como me comentó la directora: “Cada centro tiene una historia y esta no se puede traspasar en un proceso de formación a otra escuela. Cada escuela debe encontrar su propio camino”. Lo me lleva a la noción de ‘contexto’ de Goffman (1974), para considerar que una innovación es un evento que está situado y enmarcado en un contexto. No se puede implementar una innovación sin ponerlo en relación e interpretarlo con las características que presenta este contexto. Sobre lo que puede ayudar a llevar a cabo procesos de transformación y no quedarnos en la innovación que deviene en moda, será el tema de la colaboración del próximo mes.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/05/11/pensar-en-la-transformacion-y-no-tanto-en-la-innovacion/

Comparte este contenido:

Educar para Emprender: Guía didáctica de educación emprendedora en Primaria

13 marzo 2017/Fuente: openlibra

Grandes dosis de ilusión y una extraordinaria labor investigadora y educativa es lo que impregna cada página de la Guía que tienes ahora mismo en tus manos. Una gran herramienta didáctica que a buen seguro va a servir para implantar la iniciativa emprendedora entre los alumnos en las edades más tempranas.

Desde la Cámara de Comercio e Industria de La Rioja, como representantes genuinos de los intereses generales de las empresas y de la economía de la región, siempre hemos apostado por el fomento de la cultura emprendedora en la sociedad. Las empresas son las verdaderas generadoras de empleo y riqueza en un país y de ahí que se convierta en una tarea fundamental el apoyo a cualquier proyecto emprendedor, sea de la naturaleza que sea.

Pioneros en crear una Cátedra de Emprendedores en una universidad española. La Universidad de La Rioja fue sensible a la importancia de esta iniciativa y ya en el año 2003 se puso en marcha esta Cátedra en el campus riojano, que posteriormente ha sido imitada en otros puntos del país.

Una Cátedra que pretende contribuir al estudio, investigación y la enseñanza de las principales cuestiones de interés sobre quienes emprenden una idea de negocio.

Para leer, descargue aqui: https://openlibra.com/es/book/download/educar-para-emprender-guia-didactica-de-educacion-emprendedora-en-primaria

Fuente: https://openlibra.com/es/book/educar-para-emprender-guia-didactica-de-educacion-emprendedora-en-primaria

Comparte este contenido:

Suecia: Las escuelas más innovadoras del mundo no tienen aulas ni pizarras

Suecia/02 marzo 2017/Fuente: ABC

Las clases duran dos horas para que al alumno le dé tiempo a arrancar, hacer las tareas y terminarlas.

No hay aulas, tal y como se conocen trandicionalmente, ni pizarras ni pupitres. En las escuelas suecas Vittra los alumnos circulan libremente y cualquier lugar del centro es bueno para aprender, con profesores o con otros compañeros. A veces en las escaleras, otras sobre cojines o tumbados en el suelo. Estos centros han revolucionado la forma de educar, aprender y enseñar con nuevos conceptos sobre el espacio y el tiempo. Los estudiantes aprenden a su ritmo en un modelo distinto y profundamente innovador, sin clases y sin rígidos horarios.

Vittra es una empresa que gestiona 27 centros educativos de preescolar (1 a 6 años) y escuelas (de 6 a 16) en Estocolmo y en la zona sur de esta ciudad. Cerca de 8.500 alumnos se benefician gratuitamente de estas enseñanzas. Aunque estos colegios estén gestionados por una empresa privada, son financiados con fondos públicos. Por eso, están sometidos a unas restricciones, por ejemplo, no pueden cobrar ni matrícula ni ninguna cuota a los alumnos que tienen que ser admitidos por riguroso orden de llegada, es decir, sin examenes de acceso.

Los pilares de la innovación

Las escuelas Vittra nacieron hace veinte años planteando ya verdaderos retos educativos. Por ejemplo, en estos centros la tecnología es fundamental para el aprendizaje; el aprendizaje se realiza a través de la propia experiencia y en contacto continuo con la vida cotidiana; el modelo está basado en el bilingüismo y las aulas se suprimen dejando paso a nuevos conceptos del espacio.

«La idea del espacio abierto en lugar del aula cerrada (que también se utiliza cuando se considera apropiado) es dar la posibilidad a profesores y alumnos de cooperar en el trabajo. El aprendizaje es un proceso que suele tener lugar cuando se trabaja, se conversa y se debate con los docentes o con otros compañeros. El propósito es crear un espacio en el que nuestros alumnos estén siempre acompañados por uno o varios profesores», explican desde las escuelas Vittra.

Ese nuevo concepto de espacios abiertos da pie a una organización escolar muy diferente a la que estamos acostumbrados. Los alumnos se dividen por equipos: preescolar y grupos escolares de 6 a 9 años, de 10 a 12 y de 13 a 16. Cada grupo ocupa una parte del edificio. El espacio se organiza alrededor de una plaza central abierta rodeada por aulas. Las divisiones entre estos espacios son de vidrio para crear la sensación de apertura y transparencia. Las clases se pueden dar en las aulas, en la plaza central abierta… dependiendo del grupo, del tema o de la asignatura.

El tiempo que se dedica a las clases es otro de los conceptos revolucionarios en las escuelas Vittra. Las clases duran unos 120 minutos para dar tiempo a los alumnos a arrancar el tema, realizar las tareas y terminarlas a su propio ritmo. En ocasiones duran 60 minutos. Todo depende de la materia y la edad del alumno.

Un plan individualizado

Cada alumno posee lo que se ha denominado «libro Vittra», un plan de desarrollo individual donde se evalúa su currículum académico y los logros conseguidos por cada estudiante. A través de internet, padres e hijos conocen y siguen el trabajo del alumno en la escuela, sus evaluaciones, sus ritmos o sus necesidades de apoyo.

El papel del maestro también da un gran giro en estos colegios. El docente no imparte clases a alumnos sentados en pupitres entre cuatro paredes. Por el contrario, la función del profesor es la de guiar y motivar al alumno. Cada docente es responsable de un grupo de entre 20 y 20 estudiantes e imparte entre una y tres asignaturas.

Cuando concluyen la enseñanza obligatoria hasta los 16 años, los chicos son «responsables de su propio aprendizaje», afirman los responsables de Vittra. «Son capaces de aprender a aprender, de encontrar información, de resolver problemas y de reflexionar sobre su aprendizaje», aseguran. Los grandes pilares para su futuro.

Las seis promesas de Vittra

Fuente: http://www.abc.es/familia-educacion/20140130/abci-vittra-escuela-suecia-201311111102.html#.VOC8pXql_b0.facebook
Comparte este contenido:

Colombia: Nace una escuela para crear ‘supercerebros’ en el país

Colombia/22 diciembre 2016/Autor:Sergio Rodríguez Forero /Fuente: El Tiempo

Jaime García Serrano, mejor conocido como la ‘calculadora humana’, ha desarrollado empíricamente durante más de 20 años métodos y fórmulas para hacer operaciones matemáticas al instante.

Con seis récords Guinness gracias a su velocidad con las razones trigonométricas, radicaciones, potenciaciones y factoriales, y con varias participaciones en programas de televisión –donde lo han considerado un ‘superhumano’–, este matemático autodidacta nacido en Málaga, Santander, abrió una escuela en Bogotá llamada Súper Cerebros. Allí busca revelar algunos de sus secretos a niños y adultos.

Su más reciente logro, aparte de factoriales y cálculo de calendarios de billones de años, con cifras hasta de 16 dígitos y con las que busca otro Guinness, lo obtuvo la semana pasada en el Congreso de la República, donde fue condecorado con la Orden de la Democracia Simón Bolívar. El reconocimiento le fue otorgado por su “consagrada e ininterrumpida carrera de más de 20 años en aras del estudio, investigación y docencia de la ciencia matemática”.

“La base de mi trabajo es el ábaco, que me enseñaron a manejar desde pequeño, y eso fue lo que me motivó y me desarrolló la mente para poder analizar y buscar algoritmos diferentes a los tradicionales”, dice García, de 60 años, casado y con dos hijos.

Una de las pruebas con las que más ha descrestado fue cuando memorizó 220 dígitos de una sola mirada. O cuando demostró que podía memorizar los primeros 152.000 decimales del número Pi. “Trabajo principalmente con cuatro números y con la representación de colores: el 1, amarillo; el 2, azul; el 3, rojo, y el 6, verde. Entonces, tres puntos amarillos son el 111; pero si junto el rojo, el verde y el amarillo, es un 361”, explica.

Otra de sus técnicas son las multiplicaciones “grandes”. “Por ejemplo, 12 por 15. Saco la mitad de 12 que es 6 y le sumo 12, cuyo resultado es 18. A ese número le agrego un cero y el resultado final es 180”.

Aunque en la niñez fue un gran jugador de fútbol, las matemáticas siempre estuvieron presentes en su vida, hasta el punto de desarrollar sus propias técnicas, que él mismo llama “las técnicas de Jaime García”. Con ellas es capaz de hacer todo tipo de operaciones matemáticas en cuestión de segundos.

“Es importante dominar el lenguaje matemático y saber lo elemental, como sumar, restar y multiplicar”, asegura. Y agrega que está dispuesto a capacitar a los profesores del país para que aprendan sus métodos y los repliquen.

Hace pocas semanas, García abrió Súper Cerebros en un salón del Colegio Campestre San José, en el norte de Bogotá. Allí dicta los talleres con la presencia de dos profesores. Actualmente, sus alumnos llegan a 47 entre niños, profesionales y padres de familia. “Hay espacio para todos, pues las matemáticas son un lenguaje universal”, afirma.

Para García, la utilidad de los cálculos en la vida cotidiana de las personas es indispensable. Explica, por ejemplo, que en el caso de los empresarios, ellos tienen una gran agilidad para hacer operaciones rápidamente. “Y ni hablar de los comerciantes…”.

Creo que los niños se deben interesar más por las matemáticas. También debe haber una reforma en los colegios para que no se siga enseñando esa materia de manera tradicional y aburrida. Los niños deben motivarse, y mi escuela está para eso”. Y añade un punto clave: “Las matemáticas se aprenden con disciplina y mucha concentración”.

A Jaime le preocupa que Colombia esté muy rezagada en la materia, en comparación con otros países. Según los más recientes resultados de las pruebas Pisa 2015, organizadas por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (Ocde), el país ocupó el puesto 61, por debajo de México, Costa Rica, Chile, Uruguay y Argentina.
Muchos critican su labor e, incluso, dudan de sus capacidades, pues Jaime, entre sus cálculos, no hace el procedimiento tradicional para conocer el resultado de las operaciones aritméticas, sino que tiene estrategias y métodos para calcular.

“Tengo defectos, como cualquier ser humano. Estoy abierto a las críticas o sugerencias. Lo que pretendo es superarme y lograr nuevos objetivos”, dice.

Ana Milena Castro, madre de Luis Ángel García, uno de los estudiantes de la academia, cuenta que la experiencia de su hijo hasta ahora ha sido positiva. “Él quiere ser un científico de la Nasa y desde ya se está preparando. La idea no es que él llegue a ser como su profesor, sino que fortalezca sus capacidades mentales”, sostiene Castro.

Fuente: http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/educacion/escuela-de-supercerebros-en-bogota/16777567

Comparte este contenido:

Alfredo Hernando: ¿Qué es una escuela innovadora?

España/15 diciembre 2016/Fuente: Educación 3.0

El investigador y educador Alfredo Hernando reflexiona en este artículo sobre qué tienen en común las escuelas más innovadoras del mundo. Fruto de su investigación, que le ha supuesto viajar durante nueve meses por los cinco continentes, es su libro ‘Viaje a la escuela del siglo XXI’, editado por Fundación Telefónica.

viaje-a-la-escuela-del-siglo-xxi-fundacion-telefonica-¿Centros innovadores en España?
-Sí -respondo- por supuesto. Se está haciendo un increíble trabajo, por ejemplo… -Y entonces me interrumpe exaltado alzando los brazos.

-¡Pero tú te has ido al extranjero a buscarlos! ¿Has estado en Finlandia? -Suspiro y suelto metralla.
-Un modelo nacional es muy difícil de exportar para un claustro de profesores porque el sistema educativo conecta con muchos otros sistemas y es desproporcionado para la realidad del aula y del profesor. Las buenas prácticas, por el contrario, sí ofrecen potencial para replicarse y nos permiten celebrar éxitos en una escala viable y medible para las comunidades. La unidad de cambio del sistema educativo es la escuela. Y precisamente por existir tanta escuela con tanto talento en España sentí que había llegado el momento de ampliar el horizonte e ir a conocer buenas prácticas con las que seguir creciendo e inspirando a otros ya que aunque no se conozcan, hay grandes experiencias de éxito en cada rincón de nuestra geografía que viven en continua búsqueda y aprendizaje.

-Entonces, ¿por qué elegiste esas escuelas y no otras? -me pregunta.
-Porque la selección se basó en tres criterios: histórico de mejora como centro, proyecto educativo pionero y posibilidad de replicación. Hablar de inteligencias múltiples o de pensamiento de diseño hoy forma parte del día a día de muchos docentes, pero a mí me interesaba ir a los orígenes, saber qué tienen en común aquellas escuelas que iniciaron el camino para muchas otras. -Y en este momento, no falla, aparece la pregunta.
-¡Pues mi hijo va al colegio…! ¿Lo conoces?, ¿es una escuela innovadora?

alfredo-hernandoResulta un tanto paradójico que el sistema educativo español consiga, a duras penas, reducir la tasa de fracaso escolar mientras que, cada día y con mayor frecuencia, un número considerable de centros educativos están protagonizando experiencias innovadoras. Al mismo tiempo que las mediciones internacionales nos entristecen, conocer la realidad de profesores, claustros o familias embarcadas en proyectos de mejora es una vivencia inolvidable.

Vivimos una primavera de innovación educativa que obedece a la divergencia y a la inspiración de un nuevo siglo, pero también a nuestro desarrollo como humanidad, porque si la escuela es la institución que nos prepara para vivir y cambiar el mundo, su mejora es la herramienta social para la evolución del ser humano.

El sistema educativo español vive una adolescencia revolucionaria, una suerte de estirón innovador que necesita cristalizar en un camino de crecimiento para armonizar el éxito de la escuela con el del sistema. Quiero iniciar aquí el diálogo sobre: ¿Qué es una escuela innovadora? Para mí es una escuela que busca el éxito para todos, que crece sin prisa pero sin pausa, mejorando no solo los resultados académicos, sino las oportunidades de aprendizaje. En la respuesta consensuada a esta pregunta trabajaremos los próximos cursos. Ojalá que lo logremos. Puedes escribir tu opinión en Twitter con el hastag: #unaescuelainnovadoraes.

Fuente:http://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/una-escuela-innovadora-alfredo-hernando/40184.html

Comparte este contenido:
Page 1 of 2
1 2