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Normalistas exigen a Ejército entregar toda la información sobre los 43

Redacción: Quadrin

Normalistas de Ayotzinapa consideraron que el Ejército tiene datos suficientes de lo que ocurrió en Iguala la noche del 26 de septiembre de 2014 y que conoce el paradero de sus 43 compañeros desaparecidos, por lo que exigieron que entregue a las autoridades toda la información con la que cuenta.

En conferencia de prensa en la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, los estudiantes indicaron que lo anterior se confirma tras la revelación de que el alumno Julio César López Patolzin estuvo en activo en el Ejército y desde la escuela hacia trabajos de inteligencia para las Fuerzas Armadas, y la difusión de un video, en el que un coronel se reúne con la madre del joven para entregarle un sobre con la quincena de su hijo, pago por su labor como informante.

Indicaron que los videos deben ser entregados a las autoridades que investigan el caso y adelantaron que llevarán a cabo diversas protestas para continuar con la exigencia de justicia y de presentación con vida de los 43.

En otro tema, manifestaron su solidaridad con el magisterio de Guerrero, que busca el ingreso de más de 5 mil 753 trabajadores al Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (Fone).
Fuente: https://tlaxcala.quadratin.com.mx/nacional/normalistas-exigen-a-ejercito-entregar-toda-la-informacion-sobre-los-43/

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Las normales rurales

Por: Gilberto Guevara Niebla

A lo largo de la historia, las escuelas norma-les rurales (ENR) han generado en su entorno una mitología según la cual ellas tienen una orientación ideológica socialista, popular, crítica, de lucha por la emancipación del pueblo. Pero me pregunto: ¿Tienen las ENR una orientación ideológica distinta a la que postula la Constitución?

El carácter distintivo de las ENR puede surgir de otra idea, dado que nacieron al calor de la educación socialista y dado que la Federación de Estudiantes Campesinos y Socialistas (1935) fue creada durante el sexenio de Cárdenas, es posible que esas escuelas se identifiquen primeramente con la ideología educativa del contexto de su nacimiento.

Lo real es que las ENR ofrecen estudios para hijos de campesinos pobres y constituyen una palanca real de movilidad social para las comunidades donde se encuentran. Según escuché decir a un maestro, las ENR ofrecen cinco tipos de estudios: 1) Académico; 2) Productivo, 3) Cultural, 4) Deportivo y 5) Político.

En abstracto, estas categorías son inobjetables. Pero me vuelvo a preguntar: ¿Las ENR no se sujetan al currículum oficial? Maestros y alumnos confiesan, que en esas escuelas se estudia marxismo, además de los “problemas de la realidad nacional”.  El estudio de estos dos campos se justifica, dicen ellos, porqué las ENR tienen una misión que consiste en “abrir la mente de las personas”.

Este postulado supone que la mente de las personas está cerrada, lo cual, en muchos aspectos, es cierto. ¿Pero qué revelación pueden alumnos y maestros de las ENR aportar a la inteligencia de las personas? Esta teoría del despertar de la conciencia, creo, responde a la sugerencia que hace un marxismo-leninismo rudimentario en el sentido de que el pueblo, en el capitalismo, vive alienado e inconsciente de la explotación que sufre y que sólo romperá con su alienación cuando la vanguardia revolucionaria lo incite a hacerlo.

En tal caso surge otra interrogante crucial: ¿Es que las ENR se proponen hacer una revolución? En esa dirección apuntan algunas acusaciones torpes hechas por políticos locales prepotentes que las han acusado de ser “semilleros de guerrilleros”. Los estudiantes de la FECySM niegan categóricamente esta acusación, sin embargo, la propia federación estudiantil dice actuar en la “semiclandestinidad” y en los edificios de algunas ENR (por ejemplo, Ayotzinapa) se encuentra murales glorificando a guerrilleros que fueron maestros como Lucio Cabañas y Genaro Vásquez y al ícono de la violencia guerrillera, Ernesto “Ché” Guevara. Esto, por lo menos, crea confusión.

Los líderes de la FECySM sostienen que su lucha es para defenderse del afán del gobierno (o los gobiernos) para suprimir las ENR. ¿Es esto cierto? ¿Existe algún plan oficial para consumar eso? No hay ninguna evidencia —en los últimos años, por lo menos que así lo demuestre. Es verdad que hace 50 años, el presidente Díaz Ordaz ordenó la supresión de 16 de estas escuelas, y también es cierto que muchos años después (2003), la escuela Luis Villarreal de El Mexe (Hgo) fue clausurada y substituida por una universidad politécnica, pero decir que existe una política dirigida a desaparecer las ENR es, sinceramente, un falso.

Cuando se les interroga, ni estudiantes ni maestros de las ENR admiten que se propongan destruir al poder público, lo que es cierto, en cambio, es que la FECySM tiene enfrentamientos frecuentes contra las autoridades locales y federales, enfrentamientos que se suscitan por motivos diversos, algunos muy justificados (sobre todo cuando sufren atropellos de la autoridad local). Lo que es difícil de entender es que casi sin excepción estos enfrentamientos desembocan en hechos de violencia y que se producen, en muchos casos, por iniciativa de los mismos estudiantes. Los líderes de las ENR piensan que su lucha es correcta y sienten —sinceramente— que cargan sobre sus espaldas la responsabilidad inmensa de lograr la justicia social en el país.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/las-normales-rurales/

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Historias Parecidas

Por: Manuel Navarro Weckmann

En un escrito reciente, a propósito de la intención y acciones por parte de la Secretaría de Educación Pública (SEP), mediante el cual se pretende la transformación de las Escuelas Normales en nuestro país, el Consejero Presidente del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Eduardo Backhoff Escudero, establece, a modo de comparación con las Instituciones de Educación Superior que forman a profesionales de la medicina, una serie de puntos específicos en donde, a su ver, las Escuelas Normales deberían de tomar en consideración para su mejora.

Coincido en algunos de sus comentarios, sobre todo en la falta de claridad por parte de la autoridad Educativa sobre la forma en que se implementarán dichos cambios para asegurar una verdadera transformación acorde a las necesidades tanto de las Instituciones Normalistas, como de las y los futuros docentes de las mismas y de su estudiantado, la necesaria rigurosidad para seleccionar a sus estudiantes, la gran cantidad de horas de práctica que se debe de realizar para poder lograr su formación profesional y por supuesto un examen de competencias que en el caso de las Instituciones Normalistas hace tiempo se vienen verificando.

Me parece que hay aspectos que podemos sumar a lo mencionado, como es el caso de un registro que se debería llevar de los estudiantes para permitir un seguimiento más puntual de desarrollo de sus competencias, la organización de la estructura jerárquica que está conformada exclusivamente por médicos no así en el caso del magisterio que estáimpregnada de otras profesiones y, la posibilidad de un atractivo salario y prestaciones que es en donde existe una diferencia muy importante para con las y los maestros nóveles.

Otro aspecto diferente, tiene que ver con los montos de asignación hacia los presupuestos que, en el caso de las Escuelas Normales, en donde, por poner un ejemplo, se ha asignado un “presupuesto para su fortalecimiento del orden de los dos mil millones de pesos para dos años para las 251 Normales del país, siendo que ese es un monto menor al presupuesto de cualquier Universidad de mediano tamaño y sólo para un año.

Por otra parte, me parece que un aspecto fundamental de comparación entre ambas carreras, tiene que venir desde el punto de vista de que, para el caso de la medicina, en ningún hospital y bajo ninguna circunstancia, se le expediría un título o se le permitiría generar una receta médica o iniciar una operación quirúrgica a alguien que no hubiera pasado por una institución especializada en la formación médica de una Institución de Educación Superior debidamente acreditada para ello, ni tampoco veo a la Secretaría de Salud del Gobierno Federal, haciendo una convocatoria para que, a través de un examen, “cualquier egresado de una Licenciatura” pueda, con tan sólo presentar un examen, obtener una plaza como médico en el IMSS, en el ISSSTE, en el Seguro Popular o en cualquier instancia de este tipo. No veo al Secretario de Salud “quitando el monopolio” de la formación médica a las Escuelas de Medicina.

Cuando sobradamente el Gobierno Federal ha reiterado que “cualquiera puede ser maestro”, cuando se ha reducido la matrícula de las Escuelas Normales en casi un 70%, cuando se ha lastimado y abaratado la profesión del magisterio, cuando se ha desincentivado a la profesión con prestaciones menores que las que se tienen en la actualidad, poco se puede hablar del fortalecimento del normalismo en un escenario completamente hostil, adverso y de pleno desinterés gubernamental, a escasos meses de que culmine el sexenio.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/historias-parecidas/

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El Educador Popular para transformar la educación desde abajo

Por Alberto Colin

 “Los oprimidos, que introyectando la “sombra” de los opresores siguen sus pautas, temen a la libertad, en la medida en que ésta, implicando la expulsión de la “sombra”, exigiría de ellos que “llenaran” el “vacío” dejado por la expulsión con “contenido” diferente: el de su autonomía”

Paulo Freire, 1970

Durante la semana del 24 al 28 de Julio se realizó el XIV Curso-Taller del Educador Popular organizado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), Sección XVIII, en Michoacán, teniendo como honorable sede la Escuela Normal Rural “Vasco de Quiroga”, en Tiripetío, la primera Normal Rural instalada en el territorio de Abya Yala. Este evento contó con la participación de alrededor de 1887 docentes provenientes de prácticamente todas las regiones del estado, desde la Costa Michoacana, pasando por Tierra Caliente, hasta las 4 regiones Purhépechas.

Bajo el combativo lema “ser pueblo, hacer pueblo y estar con el pueblo” del normalista guerrerense Lucio Cabañas, las y los docentes de Michoacán se encontraron durante una semana con el objetivo de participar en diversas actividades de reflexión y acción para hacer realidad uno de los espacios autónomos más importantes en la formación política y pedagógica del magisterio, pues éste es fundamental para seguir manteniendo el esfuerzo colectivo por caminar en la construcción de las alternativas educativas [1].

Desde hace 38 años, la CNTE desarrolla -a la par de su lucha sindical y popular- una serie de propuestas de educación distintas a la que impone el Estado (“no hay protesta sin propuesta”, diría el maestro Luis Miguel Cisneros), pues “en los contingentes de la CNTE el tema de la educación alternativa se discute y ha sido prioritario prácticamente desde su fundación” [2]. En algunos estados de la república, los maestros democráticos elaboraron programas educativos integrales de largo plazo, donde participaron tanto los docentes de base, padres de familia, académicos y organizaciones sociales. Entre ellas se encuentran las Escuelas Altamiranistas de Guerrero, el Proyecto de Educación Alternativa de Chiapas y el Plan para la Transformación de la Educación en Oaxaca (PTEO) [3].

Para el caso de Michoacán, la sección XVIII, elabora desde 1999, mediante talleres, congresos, encuentros, y un enorme trabajo en base a la figura del Educador Popular, un Programa Democrático de Educación y Cultura para el Estado de Michoacán (PDECEM) que se intenta consolidar en su propio proyecto de educación desde la base, las Escuelas Integrales de Educación Básica (EIEB), materializado desde el 2003, ahora ya en gran parte del estado con 49 escuelas en activo (entre nivel prescolar, primaria y telesecundaria), donde participan alrededor de 5,400 alumnos y 460 educadores populares, escuelas del magisterio que son gestionadas y coordinadas por los mismos profesores disidentes ante el nulo interés de la Secretaría de Educación en el Estado (SEE).

Durante el transcurso del Educador Popular, las y los maestros demostraron su capacidad para organizarse, nutrir su proyecto político sindical mediante discusiones derivadas de la práctica pedagógica y su reflexividad crítica, impulsando así los caminos para construir la escuela que quieren los pueblos, una educación para la descolonización. La discusión en el pleno se basó en cuatro paneles de reflexión: Contexto, Eje Político-Sindical, Eje Pedagógico y el Eje Social-Popular. Las y los ponentes provenientes de distintas geografías y experiencias educativas, tanto a nivel estatal, como nacional e internacional, aportaron elementos para provocar los debates que se tornaban mucho más concretos en las 50 mesas de trabajo que se desarrollaron al término de los paneles. En estas mesas de trabajo, cada una con un buen número de docentes de las diferentes regiones de Michoacán, hombres y mujeres que se asumen como educadores populares, aportaron sus puntos de vista, repensaron la educación, criticaron el sistema imperante y sus reformas en educación, analizaron la coyuntura y realizaron autocríticas al mismo movimiento, con la intención de ir fortaleciendo su propio andar y su proyecto pedagógico para convertir la escuela en un espacio de contestación.

Por la tarde, las y los maestros se encargaron de aprender-haciendo en alrededor de 70 talleres que se instalaron en diversas zonas de la Normal, donde podías tomar un taller de agricultura orgánica, serigrafía, soldadura, flores de papel, máscaras, lengua purhépecha, tejido y otros más. Maestros enseñando a maestros, aprendiendo en colectivo, compartiendo sus saberes para luego ser replicados en sus respectivos espacios. Este ejercicio es el claro ejemplo de que el “aprender a aprender” repetido por todos los medios de paga por el sargento Nuño, no aplica en espacios donde la praxis se convierte en un método de enseñanza-aprendizaje, donde aprendemos de forma colaborativa entre todas y todos, donde lo colectivo es el paradigma. Tampoco hicieron falta las artes y las ciencias, pues la música, el baile, el ejercicio lúdico y los experimentos científicos robaron escena en diversos momentos del evento.

Al menos tres consignas prevalecieron a lo largo del evento político: 1) La defensa del normalismo rural, no sólo en términos políticos ante una guerra de exterminio, sino sobre todo de defensa de un modelo educativo de raíz mexicana, para recuperar de nuevo los grandes ideales de lucha con las que fueron fundadas las normales a mediados del siglo XX, donde Rafael Ramírez y muchos otros educadores impulsaban un normalismo desde abajo, es decir la defensa pedagógica del normalismo [4]. 2) La defensa de la revolución bolivariana de Venezuela y el respeto a sus procesos democráticos sin la injerencia de los Estados Unidos, gobierno que financia una guerra para profundizar el despojo y la injusticia social en un pueblo que intenta enmendar sus errores y buscar soluciones a una crisis alentada por el capital trasnacional. 3) El rotundo rechazo a la mal llamada Reforma Educativa y su proceso de evaluación, por ser un proyecto transexenal que intenta privatizar la educación pública en el país para favorecer un modelo educativo empresarial que promueve una dinámica de competencias para formar sujetos útiles para el mercado capitalista.

Ante un contexto marcado por la violencia de la mal llamada Reforma Educativa que intenta desplazar la labor docente a un mero empleo que cualquiera puede hacer; que amenaza con el cierre de cien mil escuelas mediante la desconcentración escolar; que intenta establecer las “escuelas gallinero” mediante el método de la inclusión donde se elimina la diversidad; que deja en el olvido financiero a las escuelas por el engaño de la “autonomía de gestión”; que intenta imponer el inglés como lengua dominante y, por si fuera poco, que hostiga al magisterio por medio de la evaluación docente que decide de una forma arbitraria y ambigua quien es “idóneo” y quién no, según modelos estandarizados. Ante este escenario, las y los maestros democráticos prefieren responder con resistencias que crean alternativas, para afrontar lo que el profesor Luis Bonilla [5] acertadamente llama: “la hora más obscura para la educación pública en las últimas décadas.”

Referencias:

[1] Cisneros Villanueva, Luis Miguel (2016), “Las alternativas educativas desde la pedagogía crítica y la educación popular”, Ediciones Michoacanas, Ayuntamiento de Los Reyes, Michoacán, México.

[2] Martin del Campo, Jesús (2013), “La CNTE y la larga lucha por la educación alternativa”, publicado en La Jornada. Disponible en: http://www.jornada.unam.mx/2013/07/31/opinion/023a2pol

[3] Hernández Navarro, Luis (2016), “El largo camino hacia una educación alternativa”, publicado en La Jornada. Disponible en: http://www.jornada.unam.mx/2016/08/09/opinion/020a2pol

[4] Velázquez Barriga, Lev (2017), “La defensa pedagógica del normalismo”, publicado en La Jornada. Disponible en: http://www.jornada.unam.mx/2017/06/28/politica/017a2pol

[5] Entrevista de Luis Hernández Navarro a Luis Bonilla, Rompeviento TV

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El país necesita de las escuelas normales superiores para mejorar la educación rural

Por: Ángel Pérez Martínez

La Colombia de clases medias y altas que educan a sus hijos en colegios y universidades de calidad debe saber que 3 meses después de iniciado el año escolar, algunos niños del sector rural aún no han empezado clases o han sido suspendidas por falta de maestros y otros problemas.

En el país, según el MEN, hay 3.782 centros educativos rurales con menos de 50 estudiantes y 1.240 centros con 51 a 150 estudiantes; el 19% de los docentes del área rural son provisionales; el 51% de las sedes educativas rurales son multigrado; el promedio de años de educación de la población urbana es de 9,2 años, mientras que el de la población rural solo alcanza 5,5 años; los bachilleres del sector urbano obtienen en promedio 252 puntos, los del sector rural 233; los jóvenes del sector rural se retiran o no asisten a la escuela, la cobertura en educación media es del 27,4% y el tránsito inmediato a la educación superior de los bachilleres en el área urbana alcanza el 41%, en el sector rural el 22%.

Fue un acierto del acuerdo de paz cuando estableció que el acceso a la tierra es una condición necesaria para la transformación del campo, pero no es suficiente, por lo cual deben establecerse planes nacionales financiados y promovidos por el Estado destinados al desarrollo rural integral para la provisión de bienes y servicios públicos, uno de ellos es educación.

Sin embargo, podemos hacer el mejor plan nacional para el desarrollo de la educación rural, pero primero el MEN y las secretarías de educación, junto con los rectores de los colegios con sedes educativas ubicadas en el sector rural deben resolver problemas básicos, como lograr que ningún niño deje de asistir al aula escolar por ausencia o falta de un docente. No podemos olvidar que detrás de los líos estructurales o de la ineficiencia en la gestión del sector educativo, y de los problemas entre los adultos, están los niños y los adolescentes más pobres, quienes más y mejor educación requieren.

El MEN, las secretarías de educación, los sindicatos y la comunidad deben reconocer que las características de la ruralidad no permiten estandarizar acciones de política educativa. El entorno juega duro en las condiciones de formación y en los procesos educativos de los docentes, por ello cada escuela y cada docente tiene retos diferenciados, según el tipo de ruralidad. Por ejemplo, en el caso de la ruralidad más profunda, los niños realizan su educación inicial y la primaria en una escuela que tiene 1 o 2 salones, donde los docentes educan en aula multigrado con sólo 6 u 8 estudiantes, con diferentes edades y grados escolares. En Colombia en estas escuelas hay mayor ausentismo de los docentes.

Son varias las deudas que tenemos con los niños del sector rural, pero la más importante tiene que ver con los docentes en temas como: conseguir y formar docentes de muy buena calidad para que trabajen de manera específica en el sector rural; establecer concursos sólo para docentes, con formación en aulas multigrado, modelos educativos flexibles y proyectos productivos, entre otros, y además que quieran ir a trabajar al sector rural, por lo menos 5 años continuos, en regiones o zonas apartadas de las cabeceras municipales o de pequeños caseríos; determinar procesos especiales para que los rectores puedan remplazar de manera exprés las vacantes de los docentes que se ausenten por menos de 15 días por incapacidad o por otros inconvenientes (los rectores deben contar con los instrumentos legales, recursos y requisitos para proveer este tipo de vacantes) y para las secretarias de educación para proveer las vacantes cuando el docente se retira de manera definitiva por traslado, renuncia o pensión y; lo más difícil, lograr que no falten recursos financieros en las entidades territoriales más débiles para nombrar los docentes del sector rural.

Sucede que los docentes que se  presentan a concursos para ingresar a las plantas oficiales de departamentos como Nariño o Cauca quieren estar ubicados lo más cerca posible de Pasto o Popayán, pero cuando conocen que su nombramiento es para ir a escuelas ubicadas en la Costa Pacífica  o en áreas rurales, en escuelas localizadas a más de 6 horas del casco urbano más cercano (áreas pobres, violentas y con economía ilegal), ellos no aceptan o en algunos casos empiezan a trabajar, pero a los 2 o 3 meses renuncian o se hacen trasladar; igual sucede en varias regiones de Colombia, como en el departamento de Bolívar donde los docentes quieren laborar cerca de Cartagena pero no en el sur de Bolívar, región pobre y aún con violencia paramilitar y guerrillera, además de economía ilegal. Esta situación es más compleja en los departamentos como los de la Orinoquia que tienen más territorio, menos población y mayor dispersión de la población.

La solución al problema de cómo lograr docentes bien formados y estables en las escuelas rurales está en parte en las normales. El país cuenta con 137 escuelas normales superiores autorizadas por el MEN para ofrecer programa de formación complementaria en modalidad presencial, la mayoría de ellas están ubicadas en municipios o regiones con entornos rurales, donde profesores y estudiantes tienen una apropiación de la vida y la cultural de la ruralidad, el país requiere fortalecerlas y planear el desarrollo de licenciaturas en educación en algunas de ellas, de acuerdo con las necesidades del sector rural, en convenio con universidades acreditadas. Los estudiantes que aspiran ser profesores podrían tener dos años de formación en educación superior en la normal, un año de prácticas en instituciones rurales y luego regresar a completar la licenciatura, con el compromiso de ir a trabajar a escuelas rurales por lo menos 5 años continuos.

Fuente: http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/escuelas-normales-superiores-para-educacion-rural-angel-perez/245001

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Buen bachiller, buen profesor.

Por: Andres Gomez.
Hace años era muy repetida esta frase en círculos populares: «si no puedes entrar a la Universidad, ándate a la Normal”. En mi tierra solían agregar unas palabras más: «al menos deberías ser «chajra” maestro (profesor rural), si no puedes ser otra cosa”.
Ambas frases expresaban menosprecio a la profesión de maestro y daban por establecido que algunos bachilleres estaban destinados a las normales, más que todo por deficiente formación y causas económicas que le impedían aspirar a otro nivel académico. Quedarnos con esta idea sería consumar una injusticia, cuando por experiencia propia puedo dar fe que hay excelentes profesores en escuelas y colegios.
Sin embargo, como en todo, hay malos y buenos. Pero en la profesión de Maestro sólo debería haber excelentes y nunca deficientes, lo que significaría cribar en el ingreso a las instituciones de formación, como en otros países. Puede sonar discriminatorio, pero la educación es un bien determinante para el crecimiento humano. Falla la educación, falla la sociedad. Y para tener una buena educación, hay que tener buenos profesores.
La consecuencia no necesita mucho análisis, la educación saca de la pobreza a los pueblos y los convierte en sociedades con bienestar social y económico, autoestima y felicidad. A las escuelas va el futuro del país. Ergo, ¿cómo podemos dejar a nuestros hijos, que son ese futuro, en manos de los peores bachilleres? Es probable que algunos que eran deficientes en la escuela, por diferentes razones, sean muy buenos en la Universidad Pedagógica. Hay excepciones.
Pero, lo que uno es en el colegio suele ser en el resto de su vida académica. Cierto, tampoco se garantiza que un excelente bachiller, sea un excelente profesor. Quizás no sea su vocación. Tal vez sepa mucho, pero no tenga carácter como para compartir y construir conocimientos. Sin embargo, un buen bachiller siempre tendrá más chances de ser un gran educador y no sólo alfabetizador; ser un innovador y no repetidor porque entenderá rápidamente que educar es moldear almas libres ávidas de conocimientos que generen bienestar en sus sociedades.
Ya sé, un buen bachiller busca generalmente una profesión con mayores ingresos económicos, así tenga vocación de enseñanza, pues, finalmente, hemos venido a vivir bien y no a sufrir con bajos salarios.
Para seducir a los mejores, el Estado debería subir considerablemente el sueldo de maestro por su importancia determinante. Entonces, dormiríamos más tranquilos sabiendo que nuestros hijos (el futuro de Bolivia) aprenderán con los mejores profesionales y mejores seres humanos del país.
Un buen ingreso económico permitiría, por ejemplo a una maestra, dedicar el 100% de su tiempo académico a la educación, podría comprarse más libros y leer más; produciría más conocimientos y no se preocuparía por sobrevivir hasta fin de mes.
Es sabido que para ser una sociedad con desarrollo humano, primero hay que invertir en educación, luego en educación y después en educación. Los países que no lo hacen tienen gobernantes que ignoran que la diferencia con los desarrollados no es la riqueza, sino el conocimiento y éste se adquiere sólo invirtiendo en educación.
Desde la década del 90, cuando llegó dinero estatal a los municipios, veo excelente infraestructura escolar, pero no sé si hay excelentes profesores. Ya no escucho aquellas frases, será porque ahora hay otras opciones académicas o hay exceso de maestros. Antes había déficit, por lo que muchos bachilleres llegaron a las aulas sin formación pedagógica, más que todo, en las zonas rurales alejadas, a donde ningún titulado normalista quería ir.
Empero, se repite hoy con frecuencia otra frase: «del colegio vienen  con mala formación, aquí en la Universidad ya no podemos hacer nada”. Entonces, algo sigue fallando, no es la infraestructura, ni la ley, sino la gente y este problema se resuelve sólo con la mejor gente en educación.
Fuente: http://www.paginasiete.bo/opinion/andres-gomez-vela/2016/9/4/buen-bachiller-buen-profesor-108624.html
Imagen: http://ined21.com/wp-content/uploads/CLAVES-PARA-SER-UN-BUEN-PROFESOR-Magazine-INED21-01.jpg
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México: Reunión con padres de estudiantes desaparecidos.

La canciller Claudia Ruiz Massieu se reunió con los familiares de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero.

América del Norte/México/12.07.2016/Autor y Fuente:http://www.ansur.am/

Es la segunda ocasión en que la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) recibe a los padres y familiares de los estudiantes, después del encuentro celebrado el pasado 19 de mayo. Durante el encuentro, se analizó las modalidades del esquema de seguimiento de las medidas cautelares dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en octubre de 2014.

Lo anterior, en relación con el lamentable caso de la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, ocurrido en septiembre de ese año, informó la dependencia en un comunicado.

Acompañada del subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE, Miguel Ruíz Cabañas Izquierdo, y del subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa Cifrián, se comprobó que existen una serie de coincidencias y acuerdos sobre los principales elementos que debe contener el esquema de seguimiento.

Tal es el caso del mandato; la composición; el calendario de visitas a nuestro país que llevará a cabo el relator de la CIDH, y la necesidad de que cuente con personal técnico especializado de apoyo a sus labores; el financiamiento, y el pleno acceso a los expedientes de la investigación, quedando por superar algunas diferencias de matiz para darle plena operatividad al mecanismo, agregó.

A ese respecto, subrayó que las diferencias de matiz deberán analizarse en conjunto con la CIDH para encontrar fórmulas mutuamente aceptables para todas las partes.

Se espera que la comisión se reúna este mismo mes, y convoque a ambas partes a una reunión en la que quedarán definidas todas las modalidades del esquema de seguimiento, para que el mismo empiece a funcionar a la mayor brevedad posible.

La canciller Ruiz Massieu enfatizó que el gobierno mexicano no descansará hasta lograr el total esclarecimiento de la desaparición de los 43 estudiantes y el castigo conforme a la ley de todos aquellos que hayan sido responsables de dichos actos.

Fuente: http://www.ansur.am/politica/reunion-con-padres-de-estudiantes-desaparecidos_n39189

Imagen: http://www.ansur.am/multimedia/noticias/N/201607/archivo_20160707084906_5777_672x448.jpg

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