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Libros de Texto Gratuitos: momentos de reflexión para el 2024

Por: Abelardo Carro Nava

Pensar que el docente no requiere de un proceso de formación continua es ignorar el proceso educativo y lo que en éste sucede.

El 2023 se termina, y parece bastante pertinente reflexionar sobre los diversos acontecimientos que en el ámbito educativo se presentaron a lo largo del año. Es obvio, la inquietud que antecede a un periodo de descanso, trae consigo momentos de reflexión y/o análisis de lo que en nuestra vida sucede, ya sea en lo personal o en lo profesional. En cualesquiera de los casos, insisto, parece conveniente reflexionar sobre algunos temas que nos ocupan y preocupan, sobre todo por la posible incertidumbre que despiertan.

Creo, desde mi perspectiva, uno de los temas que sigue causando controversia es el de los Libros de Texto Gratuitos (LTG) de eso que han llamado Nueva Escuela Mexicana (NEM); no es para menos, el giro vertiginoso que implicó plantear una propuesta diferente a la que se conocía por varios años, movilizó a ciertos sectores conservadores, empresariales o de académicos e investigadores a plantear lo que, desde su visión, significaba implementar en las escuelas de educación básica unos materiales que, si bien podrían tener un carácter prescriptivo, no satisfacían lo que desde su punto de vista debían contener para que se generara el aprendizaje en las escuelas.

Las reacciones fueron diversas, hubo quienes emprendieron una intensa campaña de desprestigio a través de medios de diversos medios de comunicación, como Tv Azteca, hasta quienes mesurada y razonablemente expusieron sus argumentos en razón de las áreas de oportunidad que observaban, por ejemplo, en matemáticas. Del lado contrario, hubo quienes a capa y espada defendieron a ultranza su elaboración e implementación, hasta quienes con diversos argumentos vieron la posibilidad de emprender un camino diferente, donde la autonomía profesional y curricular colocara al centro el quehacer docente para la generación de aprendizajes y no a los LTG.

En todo caso, me parece que la discusión en torno a estos materiales abrió una puerta que, hasta hace algunos años era impensable, pues rara vez eran cuestionados los libros de texto y, mucho menos, a quienes se encargaban de elaborarlos, imprimirlos y distribuirlos. Con ello, pienso, se evidenció lo que muy probablemente se murmuraba en pasillos: más allá del contenido de los LTG (que desde luego puede ser debatible), dichos materiales representaban un negocio millonario para ciertas empresas y empresarios.

Por lo que corresponde a su contenido, me pareció bastante pertinente leer o escuchar a diversos especialistas en cada una de las ramas o disciplinas en las que se desenvuelven; su experiencia y conocimiento creo es, y ha sido, importante y necesaria para comprender las diferentes miradas que hay en torno a diversos temas que se abordan en las escuelas de educación básica. Los foros, conversatorios o conferencias aportaron eso, una mirada que probablemente fortalece la formación inicial o continua que recibieron las maestras y maestros en alguna etapa de su trayectoria académica y profesional. Sin embargo, considero que hubo voces que, por diversas cuestiones, no expusieron las razones que los llevaron a plantear ciertas actividades en los LTG; como parece obvio, me refiero a los docentes que en ellos participaron. Ciertamente, esta participación a partir de una convocatoria, abrió otra puerta que antaño no se abría para todos.

Luego entonces, pienso que esto fue favorable en la medida en que los actores que viven a diario las múltiples aristas que se desprenden del proceso de enseñanza y de aprendizaje, aportaron algunos elementos valiosos que pudieran enriquecer el trabajo de sus compañeros en las instituciones educativas cuando estos materiales llegaran. Claro que su expertise la han adquirido del día a día con sus alumnos y en las escuelas, pero, no por ello, otras voces, de otros especialistas no tendrían cabida en este proceso para lograr un avance significativo en esta materia. Por ello, tal y como lo he señalado en otros escritos, si bien es cierto que desde su aparición los LTG no han sido perfectos, éstos pueden mejorarse en la medida que haya la apertura para escucharnos y dialogar porque, en medio de toda esta discusión, se encuentran las alumnas y alumnos que cursan sus estudios en educación básica.

Menospreciar la participación de maestras y maestros, desde mi punto de vista, es negar que su valía se encuentra en cada aula de las escuelas mexicanas o… ¿acaso no podemos ubicar en un mismo plano a los maestros y a los especialistas?, ¿qué los hace diferentes o iguales?, ¿qué los hace uno mismo, pero con diferentes áreas de desarrollo personal y profesional que cubren en diferentes espacios?

Hace algunos días leía o escuchaba con atención que el actual gobierno, con sus respectivas autoridades educativas, se han venido quejando de lo prescriptivo que era el plan de estudios y LTG de anteriores sexenios, sin ver que dichos LTG y plan de estudios que propusieron eran prescriptivos, y en parte esto es cierto porque, por ejemplo, en los libros de texto se encuentran proyectos con pautas de actuación y/o desarrollo para ser trabajados en las aulas, por los maestros y alumnos. Sin embargo, algo que estas críticas no están considerando, es que la autonomía profesional y curricular brinda otra posibilidad para no seguir pie juntillas esos materiales, no obstante, coincido en que no se ha trabajado lo suficiente para que el docente pueda sentir esa autonomía ampliamente comentada, escasamente comprendida y difícilmente puesta en marcha por el desmedido burocratismo del Sistema.

Esperemos que para el siguiente año – cosa que dudo mucho porque en la SEP ya se viven momentos electorales –, se planteen esquemas de formación que apoyen a las maestras y maestros en este proceso o transición que, como al inicio decía, planteó un giro vertiginoso en el ámbito educativo.

Pensar que el docente no requiere de un proceso de formación continua es ignorar el proceso educativo y lo que en éste sucede.

¿Por fin esta Secretaría se pondrá a hacer su trabajo o seguirá con su división interna que poco o nada abona al terreno educativo que dice dirigir?

Al tiempo.

Fuente de la información e imagen:  https://profelandia.com

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Los “libros de texto gratuitos” de Chihuahua

Por: Abelardo Carro Nava

Ojalá que los materiales entregados por el gobierno de Chihuahua hubieran sido elaborados y estructurados de mejor manera…

El verdadero rostro de los gobiernos panistas salió a relucir en días pasados pues, bajo la supuesta atención a la controversia constitucional que tiene el gobierno del estado de Chihuahua con los Libros de Texto Gratuitos emitidos por la Secretaría de Educación Pública (SEP) y ante los cuales presentó un amparo hace unas semanas, distribuyó en las escuelas una serie de cuadernillos para un diagnóstico inicial, para reforzar conceptos y para construir capacidades concretas. La verdad de las cosas es que ninguno de estos materiales reúnen las características para ser considerados de esa manera, es decir, para que, mediante su uso, se pueda realizar un diagnóstico, reforzar conceptos o construir capacidades concretas; son una suerte de “pegostres” – malhechos por cierto – de otros materiales que circulan por las redes sociales, en el mercado, librerías o tiendas comerciales, producidos por algunas editoriales que, como sabemos, los ponen en venta con la intención de que los padres de familia y algunos maestros los consideren para que los niños “refuercen” sus aprendizajes pero, a fuerza de ser sinceros, con la resolución de esos cuadernillos, ¿en verdad se refuerzan los aprendizajes adquiridos en las escuelas y en la vida diaria dando respuesta a unos ejercicios o al recortar infinidad de hojas para ser pegadas en otras tantas sin un propósito específico? Peor aún, ¿de qué manera el gobierno del estado de Chihuahua concibe al cuadernillo si su hechura claramente evidencia una completa ignorancia pedagógica? En fin.

Volviendo al tema que me ocupa, decía que el rostro mostrado en días pasados por el gobierno de María Eugenia Campos Galván, habla claramente de un interés genuino, pero no por las niñas, niños y adolescentes ni por la educación que tanto se ufana en “defender” pues, a través de los materiales entregados y distribuidos, se observa la intención de evitar a toda costa que los estudiantes analicen, reflexionen o critiquen aquello que puede ser analizado, reflexionado y/o criticado para ser aprendido; por ejemplo, si se analizan a detalle algunos de estos cuadernillos podrán observarse, algunas “supuestas consignas” a partir de un “tema”; de hecho uno de los temas que hallé fue ¿Cómo medimos?, con una consigna muy concreta para los niños Utiliza el recortable 6 y arma el metro para que puedas medir los siguientes objetos en tu casa o escuela. Debajo de esta indicación se pueden visualizar algunas imágenes con un pide foto que indica al menor lo que mediría de largo un escritorio, un pizarrón, un refrigerador, una silla mecedora y una lavadora.

Con seguridad alguien podría decir que éste es un ejercicio que no tiene nada de malo porque obedece a una circunstancia que ya se conocía en virtud de que actividades similares contenían los libros de texto de sexenios pasados y, por tanto, dichas actividades las debíamos resolver para que pudiéramos “enfrentar” la vida. No obstante, si se reflexiona detenidamente el planteamiento contenido en esta actividad valdría la pena preguntarse: ¿cuál es el objetivo de esta acción?, ¿limitar el razonamiento única y exclusivamente a la “construcción” de un metro y la medición de un objeto sea cual fuera éste? Y luego, ¿para qué le serviría la construcción de ese metro y eso que “aprendió” midiendo un objeto? En fin, yo preguntaría, ¿cuál es el sentido pedagógico de esta actividad y de qué manera le ayudaría al niño en su vida cotidiana?, ¿qué pasaría si, por ejemplo, en la casa del menor no se tuviera una lavadora o silla mecedora?, ¿de qué manera podría apoyar su pensamiento crítico esta actividad si limita dicho pensamiento reduciéndolo a un hecho concreto?, ¿será acaso que hay gobiernos que siguen pensando en que los sujetos solo deban resolver y no pensar para actuar o resolver?

Ojalá que los materiales entregados por el gobierno de Chihuahua hubieran sido elaborados y estructurados de mejor manera; digo, uno pensaría que la pandemia mucho pudiera habernos enseñado para considerar que la educación no puede ni tiene que ser la misma que la que hace unos años prevalecía en el mundo y en nuestro país. Uno esperaría que la crítica que este gobierno realizó a la Nueva Familia de Libros de Texto Gratuitos de la Nueva Escuela Mexicana, les hubiera llevado a proponer materiales con un claro sentido pedagógico y didáctico, pero no, desafortunadamente no fue así. Vaya uno esperaría que, al menos, hubieran leído, por ejemplo, una aventura planteada en el Libro Proyectos Comunitarios de 4º grado denominada Así eran las familias de mi comunidad.

Esta aventura, como podrá verse en ese Libro, tiene la finalidad de que los niños escriban un texto monográfico utilizando información de diferentes fuentes, teniendo la oportunidad de investigar algunos cambios que ha experimentado la comunidad en la que viven a lo largo del tiempo. De entrada, esta aventura parte del planteamiento de una sencilla pregunta que el alumno podría contestar individualmente: ¿cómo eran antes las familias de tu comunidad y cómo son en la actualidad?, ¿en qué ha cambiado y por qué?; seguido un proceso de observación de unas imágenes de diferentes comunidades y personas que habitan las mismas y, desde luego, de la invitación a un viaje en el tiempo para que respondan algunas interrogantes por demás interesantes: ¿cómo se vivía en su comunidad hace 100 años?, ¿qué hacían en esa época?, ¿cómo imaginan que era la ropa que usaban?, ¿qué lengua creen que hablaban?, ¿qué clase de comida disfrutaban? Con estas respuestas, se plantea que los niños, en asamblea, organicen las acciones que los llevaría a escribir su texto monográfico. Hasta aquí, solo es el principio de una serie de actividades que los niños, de manera conjunta con su maestro o maestra, podrían emprender. Actividades que, como he dicho, están planteadas en los libros de texto que el gobierno de Chihuahua no distribuyó. ¿Se observa una clara diferencia entre lo entregado por esta administración y lo planteado por la SEP federal en los libros de texto gratuitos?

Si, con seguridad alguien podría decir que hay una diferencia entre un cuadernillo y un libro de texto, y es cierto; sin embargo, no hay que perder de vista que, en ambos casos, el sentido pedagógico es lo que habrá de orientar el aprendizaje y la enseñanza, entonces, bajo esta premisa, es obvio que hay una clara diferencia pedagógica en un material como en otro. Digo, no estaría mal que los asesores de la Secretaria de Educación o de la propia Gobernadora leyeran un poco a Jolibert o Freinet para que entendieran que el niño es un ser activo – más no pasivo – que construye sus conocimientos gracias a sus habilidades y creatividad y, para ello, se le pueden brindar ciertas herramientas como puede ser un cuadernillo o libro de texto con un amplio sentido pedagógico. Entonces, repito, ¿hay o no una clara diferencia pedagógica en ello?

Con negritas:

Si tanto le preocupa a la gobernadora de Chihuahua la educación de las niñas, niños y adolescentes de la entidad que gobierna, bien haría en transparentar los recursos económicos que erogó para los “pegostres” mal hechos y que denominó “cuadernillos”. Si tanto le preocupa la educación al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en esa entidad, bien haría en exigir la entrega inmediata de los libros de texto de la Nueva Escuela Mexicana pudiendo paralizar la entidad como, se supone, podría hacerlo, pero bueno, ni una ni otra cosa sucederá, sencillamente porque a ninguno de los dos les interesa la educación ni los niños.

Fuente de la información e imagen:  https://profelandia.com

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Los libros de texto más revisados de la historia

Por: Abelardo Carro Nava

 

Considero que los libros de texto gratuitos de la Nueva Escuela Mexicana han sido los más revisados de la historia

En esta primera semana de actividades del ciclo escolar 2023-2024, tuve la oportunidad de visitar diversas escuelas primarias para dialogar con directivos y maestros sobre algunos temas relacionados con la formación inicial de estudiantes de las escuelas normales; el diálogo, tan rico como lo es con quienes viven a diario las bondades y vicisitudes de nuestro intricado Sistema Educativo, favorece el intercambio de puntos de vista sobre los diversos acontecimientos, en este caso, de la educación básica. Destaco tres momentos que me parecieron importantes, a propósito de los tan comentados, revisados y analizados Libros de Texto Gratuitos (LTG) de la Nueva Escuela Mexicana (NEM).

En primer lugar, retomo algunas ideas de la conversación sostenida con una maestra a la que, en este ciclo escolar, le asignaron tercer grado; desde luego, el intercambio de miradas me permitió comprender el tránsito que paulatinamente se irá dando pues, de un libro de texto totalmente prescriptivo que les era entregado a los profesores, la posibilidad de generar otras propuestas me sigue pareciendo bastante, pero bastante pertinente.

Recuerdo con claridad que la profesora hablaba de una lectura contenida en el Libro Múltiples Lenguajes titulada “El ki de Zamná”. Hago un breve paréntesis para señalar que este texto se encuentra en la página 28, su autor es Omar Alfredo Nieto Arroyo y, entre otras cosas, narra lo que sucedió cuando la niña Yolanda ve a un compañerito suyo, Zamná, en el mercado de artesanías de Mérida, Yucatán, pues los papás de este último eran artesanos y se dedicaban a la venta de tapetes, bolsas, zapatos, hamacas y sombreros de fibra de henequén. Con este referente, esta maestra describía la forma o manera en que desarrollaría un proyecto con sus alumnos pues, como ella misma lo reconoció, había cosas que desconocía, por ejemplo, cómo es que se producía el sisal y cómo es que éste terminaba en un accesorio que a veces usamos; también, que en Yucatán el henequén es conocido como ki porque así se dice en maya, y que éste también puede producir combustible para los autos; aunado a que también desconocía que había una historia de un dios llamado Zamná que fue herido con una espina de henequén. En fin, el que no conociera a profundidad sobre tales cuestiones la había llevado a indagar más sobre el tema, por ejemplo, en qué región de Yucatán se trabaja el henequén y cuál era su ubicación geográfica, si éste era originario de ahí o en qué otros países se producían sombreros, bolsas u otros accesorios a partir del ki, si éstos eran exportados y cuál era su costo, y si la historia del dios Zamná tenía otras aristas o diversas interpretaciones entre los lugareños, etcétera, etcétera, etcétera. Y bueno, como decía, el proyecto ya lo tenía en mente, solo faltaba trabajarlo para que en su momento lo pudiera desarrollar con sus alumnos.

Otro momento, un tanto similar al anterior, lo recogí de un diálogo muy interesante que se estaba dando en un colectivo docente sobre un tema y dos proyectos contenidos en los Libros Proyectos de Aula y Comunitarios de primer grado. La conversación giraba en torno al vínculo que se podía o no establecer entre dos proyectos, uno denominado Nombrario de grupo (Proyectos de aula) y el otro Nuestras manos hablan (Proyectos comunitarios). Hago un paréntesis para señalar que, el primer proyecto tiene como finalidad que los alumnos conozcan más sobre la escritura de su nombre, su significado y las letras que lo componen; mientras que en el segundo se plantea que los estudiantes elaboren un fichero de frases en lengua de señas mexicana, que podrían ser compartidos con la comunidad. Y bueno, retomando la conversación, recuerdo que los profesores brindaban sus puntos de vista sobre los Contenidos y Procesos de Desarrollo de Aprendizaje del Campo Formativo de Lenguajes y, como parece el obvio, sobre el vínculo que podría realizarse con los LTG; sin embargo, lo que me pareció más interesante fue la intención de vincular los proyectos contenidos entre estos dos libros de texto, cuyas actividades podrían ser ajustadas para que, por un lado, los niños trabajaran la escritura de su nombre, pero también, el conocimiento del abecedario en lengua de señas mexicana y la enorme posibilidad de comenzar a identificar las letras de su nombre a través de las manos a partir de la escritura de las letras que lo componen para, finalmente, exponerlo a los padres de familia y/o colocarlos en algún lugar en la entrada de la escuela para que cualquier persona de la comunidad que caminara por ella se detuviera a observar el material elaborado por los pequeños.

Un momento más que, desde luego me pareció interesante, fue el diálogo que observé y escuché entre el colectivo docente de otra escuela primaria; la conversación versaba sobre la incertidumbre de trabajar siempre por proyectos en las aulas, sin considerar otras alternativas desde las cuales, a decir de los profesores, se podría hacer énfasis en una disciplina y no en el proyecto como tal. Obviamente yo esperaba que el director, en ese momento, señalaría que en lo sucesivo se trabajaría por proyecto, porque así lo mandataba la NEM, el Plan de Estudios o LTG, pero craso error de mi parte, sucedió lo contrario, y no solo eso, recomendó varios materiales u otras alternativas para reforzar algunas áreas del conocimiento que era necesario profundizar para atender lo que el mismo diagnóstico iría arrojando durante la primera y segunda semana. Esta apertura desde luego que me pareció bastante pertinente porque, precisamente, un elemento fundamental para el desarrollo del trabajo docente parte de los resultados del diagnóstico y no de la imposición a rajatabla de una propuesta educativa que, por ejemplo, puede ser extraordinaria, pero que no lo podría ser tanto si es que no se parte del conocimiento de los alumnos, su contexto, etcétera. En consecuencia, el emplear o no los LTG dependería de las actividades que diseñaría o planearía el maestro para sus alumnos.

Sí, considero que los LTG de la NEM han sido los más revisados de la historia, al menos, de la historia de mis poco más de 25 años de servicio; en consecuencia, pienso que la revisión más importante es la que he descrito en párrafos anteriores, donde cada uno de estos agentes educativos que tienen la enorme responsabilidad de coordinar el proceso de enseñanza y aprendizaje, como parece obvio, tienen la última palabra; desde luego que esto no significa que lo narrado sea una generalidad que ocurre en todo México, lo que estoy diciendo es que estos actores son quienes toman decisiones previa valoración de ciertos factores que intervienen en dicho proceso. Entonces, ¿por qué no confiar en las maestras y los maestros?, ¿por qué denostar y menospreciar el trabajo que han hecho en los LTG?

Sí, considero que los LTG de la NEM han sido los más revisados de la historia, al menos, cada semana leo, veo y escucho una cantidad importante de conversatorios, foros, notas o artículos en las redes sociales, lo cual me parece extraordinario, porque en unas semanas subió el promedio de lectura nunca antes visto en nuestro país, y eso que desde la derecha se quejan que no se lee mucho en México. Vaya, hasta ellos han conocido un libro de texto gratuito, lo cual me parece doblemente extraordinario porque, sin duda, podrán arengar su quema o no distribución en las escuelas, pero de que los han leído los han leído; bueno, eso espero.

Sí, considero que los LTG de la NEM han sido los más revisados de la historia, y qué bueno… qué bueno.

Fuente de la información e imagen:  https://profelandia.com

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México: exigen en Chihuahua y Coahuila entrega de libros

Leopoldo Ramos, Jesús Estrada y Rubén Villalpando, corresponsales/La Jornada

El Movimiento Magisterial de Coahuila anunció que tratará de revertir de forma legal la suspensión que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) concedió al gobierno de ese estado para no distribuir los libros de texto gratuitos.

El representante de la agrupación, Claudio Alberto Escobedo Hernández, criticó al gobierno de la entidad por la decisión de no repartir los ejemplares que se encuentran en bodegas de los distintos municipios y, en cambio, ordenar la elaboración e impresión de otros libros con editoriales privadas con un costo de 72 millones de pesos.

Aseveró que ese recurso se puede utilizar en la compra de miles de aparatos de aire acondicionado, en cientos de techumbres para los patios de escuelas o en resolver muchas otras necesidades educativas.

En la manifestación en la plaza Alameda de Torreón, integrantes del movimiento, en su mayoría profesores de la Universidad Pedagógica Nacional campus Laguna, y militantes de Morena, dijeron que reunirán firmas de maestros y padres de familia para acudir a la Corte y exigir que se anule la suspensión.

En la movilización no participaron dirigentes o representantes de las secciones 5, 35 ni 38 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

En Chihuahua, un grupo de 200 personas movilizadas por consejeros estatales de Morena protestaron ayer afuera del Congreso estatal en respaldo de diputados locales de ese partido durante la instalación del primer periodo ordinario de la 67 Legislatura, quienes exigieron a la gobernadora panista María Eugenia Campos Galván distribuir los nuevos libros de texto gratuitos.

Mientras tanto en Ciudad Juárez, padres de familia denunciaron que en las escuelas públicas les están cobrando 400 pesos por copias de los libros de texto del ciclo escolar pasado.

Dijeron que el pasado miércoles los citaron en la primaria José Reyes Estrada, de la colonia Oasis Revolución, y les pidieron 400 pesos por las copias; cada grado tiene siete ejemplares.

En redes sociales circularon avisos de directores de diferentes escuelas públicas en los que se pide a los padres de familia pagar cuotas por material didáctico de apoyo y se les exhorta a comprar guías de estudio de editoriales como Santillana o Montenegro.

Fuente de la información e imagen:  https://www.jornada.com.mx

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La prueba de fuego será en las aulas, no en la hoguera, advierten maestros

Por: Laura Poy Solano

Antes del inicio del ciclo escolar 2023-2024, en la mayoría de las escuelas se están revisando los decretos publicados por la Secretaría de Educación Pública (SEP) el pasado 15 de agosto para ver si van a la par de los libros de texto gratuitos (LTG), conocer a fondo los planes de estudio y definir cómo se trabajará con los nuevos materiales educativos en las aulas, afirmaron directores y docentes de prescolar, primaria y secundaria.

Luego de condenar la quema de libros de texto el pasado fin de semana en el municipio de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, aseguraron que la prueba de fuego de los ejemplares no será en la hoguera, sino en las aulas, con los alumnos, padres y profesores.

Pedro Hernández Morales, dirigente del magisterio disidente en la Ciudad de México, destacó que al inicio del taller intensivo de formación continua para docentes, que se realiza de este lunes al viernes, se está haciendo una revisión más profunda del plan y programas de estudios, así como de los libros que se entregarán el 28, en el primer día de clases.

Indicó que en la mayoría de las supervisiones de la capital del país se nos informó que este jueves se hará entrega de los grados que aún no llegan a las escuelas, para que los alumnos cuenten con todos sus libros desde el primer día de clases.

En entrevista, Francisco Bravo, director de la primaria Leonardo Bravo, enfatizó que cada plantel trabaja en su propia revisión de materiales y planes de estudios, y avanzamos en el diseño del proyecto de la escuela, que dependerá del diagnóstico de nuestros alumnos, el cual se realizará en las primeras dos semanas del nuevo ciclo escolar; nos indicará qué necesidades tienen los niños y qué quieren aprender.

Destacó que ante la carga de proyectos a desarrollar propuestos por la SEP, cada plantel va a definir temas y revisar qué propuestas son más acordes con sus contextos, porque hay grados en los que se sugieren hasta 70.

Respecto a las controversias constitucionales interpuestas por los gobiernos de Chihuahua y Coahuila, subrayó que se trata de una imposición que afectará el trabajo del magisterio y el aprendizaje de los niños, porque si bien el libro de texto es una herramienta, no deja de ser un instrumento importante para la enseñanza.

Hernández Morales insistió en que no se va a poder detener su revisión y consulta, porque entre más prohibido sea, más se leerá. Subrayó que ambos gobiernos estatales se arrogan la representación de toda la comunidad escolar, sin dar el derecho, que todos tenemos, a discutir, analizar y proponer las adecuaciones que se consideren necesarias a los libros de texto.

Fuente de la información: https://www.jornada.com.mx
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La polémica por el dijistes e hicistes en los libros de texto de la NEM

Por: Abelardo Carro Nava

«La lucha por el control de la educación en nuestro país está a tambor batiente; los grupos empresariales y conservadores buscan recuperar lo que no pudieron mantener por su propia incapacidad y abuso de poder.»

Como docente frente a grupo, en mis más de dos décadas de servicio ininterrumpido, he considerado a los libros de texto gratuitos como un instrumento valioso y una herramienta necesaria para el fortalecimiento de los aprendizajes de los estudiantes; jamás los he visto como la piedra angular que determine el que un niño, niña o adolescente aprenda o no.

Pienso que es un instrumento, porque indudablemente aporta información sobre el tema que se esté desarrollando en el aula; una herramienta, porque favorece la resolución de algunas actividades contempladas en éste y que refuerzan el contenido abordado en la clase. En cualesquiera de los casos, el punto central del uso o empleo que tengan los libros de texto en las escuelas y en los salones pasa por el docente; un profesional de la educación que ha sido formado para que desarrolle sus actividades en los centros escolares a partir de diversos recursos y/o materiales didácticos. En consecuencia, el conocimiento de dichos recursos y/o materiales, resulta fundamental para que los alumnos adquieran un conocimiento.

Es cierto, con propósito distintos, algunas maestras y maestros emplean estos libros de texto a lo largo de su jornada, ya sea al inicio, en el desarrollo o en el cierre de alguna materia o asignatura, sin embargo, también hay que decirlo, hay quienes no los emplean diariamente porque, afortunadamente, su conocimiento y capacidad les permiten valorar el uso de éstos o, como ya he dicho, el que no los empleen dada la actividad, previamente planeada, para que sus estudiantes se acerquen o adquieran un aprendizaje.

¿Lo anterior significaría restarles un valor importante a los libros de texto gratuitos que la Secretaría de Educación Pública (SEP) hace llegar a miles de escuelas esparcidas en el territorio nacional? La respuesta es no; porque en el proceso de enseñanza y de aprendizaje confluyen diversos elementos para un solo propósito: el aprendizaje de los niños.

Aprendizaje que, como bien se sabe, en las dos últimas décadas, a partir de lo que se conoció como Reforma Integral de la Educación Básica y Modelo Educativo 2017, ha estado determinado por organismos internacionales pues, según se dijo, estos esquemas llevarían a que un ser humano fuera alguien en la vida. Es decir, que a mayores aprendizajes y/o conocimientos adquiridos, un sujeto tendría un status diferente de aquel que no los tuviera, como si en realidad esta premisa determinara quién podría tener “X” valor y quien no; de ahí que pueda entenderse, el por qué del establecimiento de una serie de estándares e indicadores que permitirían evaluar lo que un alumno aprende en un plantel educativo olvidándose, casi por completo, que diversos factores inciden para que un estudiante logre aprender lo que tendría que aprender.

sto lo traigo a colación, por la reciente polémica sobre los libros de texto gratuitos que están en proceso de construcción por la SEP, y que se suscitó derivado algunos artículos y comentarios que, por ejemplo, periodistas como Carlos Loret de Mola o Ana Paula Ordorica, han hecho sobre dichos libros.

La polémica se desprende porque, en el libro Avance del contenido para el material educativo, Nuestros Saberes: Libros para alumnos, maestros y familia, en el Contenido Usamos reflexivamente los lenguajes con intenciones específicas al participar en la vida cotidiana de nuestra comunidad, para construir y fortalecer vínculos socialesLección Características se la conversación cotidianaaparecen palabras y expresiones como dijistes o hicistes, u otras oraciones como Sal para afuera Voy a subir para arriba; en el caso de las primeras, éstas se leen en algunas oraciones como Tú dijistes eso o ¿Ya hicistes la tarea?; hecho que llevó, precisamente a este par de periodistas, a formular algunas preguntas: ¿Qué tal los contenidos de los Libros de Texto Gratuito de 1º de Primaria?, Está bien decir “sal para afuera” y “dijistes”, señaló en su cuenta de Twitter Ordorica; ¿Saben que les quieren enseñar a los niños de primaria de 6 o 7 años de edad?: cómo organizar asambleas, qué es una plenaria, cómo protestar contra las autoridades; les enseñan que dijistes, buscastes, estuvistes está bien dicho, expresó Loret de Mola, también, a través de un video colocado en su cuenta de Twitter.

Lo que no señalaron estos periodistas es que, tales palabras y frases, como ya he señalado, se ubican en la lección Características de la conversación cotidiana en la que también se especifica La forma de conversar depende de las personas con quienes platique. Hay distintas maneras de comunicarse con familiares, amigos, compañeros, profesores o personas que apenas conocen, y se ponen, por ejemplo, acciones al conversar con familia y compañeros, personas conocidas fuera de la familia y personas que apenas se conocen; aunado a que también se señala la existencia de diferentes tipos de lenguaje: Aunque tradicionalmente se habla de lenguaje formal o informal, en realidad hay niveles o grados de formalidad. Por ejemplo, al comprar un producto en una tienda de abarrotes donde el dependiente es alguien conocido, el lenguaje es menos formal en comparación con la compra de ese mismo producto en una tienda en la que no conocemos al dependiente. Usamos reflexivamente los lenguajes con intenciones específicas al participar en la vida cotidiana de nuestra comunidad, para construir y fortalecer vínculos sociales. Es importante considerar que no hay distinciones absolutas entre los niveles de formalidad, sino que se pueden entremezclar” (SEP, 2022).

Aunado a lo anterior, en el apartado denominado Características del lenguaje cotidiano, en el mismo texto se señala que se pueden usar contracciones, es decir, formas incompletas de las palabras, por ejemplo, Esto es pa’ ellos, Mi ma’ dijo que pidiera la tarea, ¿Tons’ hacemos la tarea juntos”, pero también refiere que, con las personas que apenas se conocen, se suelen emplear las palabras completas, por ejemplo, Esto es para ellos, Mi mamá dijo que pidiera la tarea, ¿Entonces hacemos la tarea Juntos? (SEP, 2022).

Además de ello, también se señala en el mismo texto que, a veces, en una misma expresión se usan palabras que buscan reforzar o aclarar lo que se dice, por ejemplo, Sal para afuera o Voy a subir para arriba, o el añadir una en verbos que indican acciones pasadas pues, en ocasiones, al hablar, se pronuncia una al final de los verbos (las palabras indican procesos o acciones), por ejemplo, Tú dijistes eso o ¿Ya hicistes la tarea?, sin embargo, en este texto se enfatiza que, por lo regular, esta no se escribe, por ejemplo, Tú dijiste eso o ¿Ya hiciste la tarea? (SEP, 2022).

Como podrá leerse, hay una diferencia abismal entre quienes, desde la ignorancia pretenden enviar un mensaje distinto a la sociedad, y quienes, con conocimiento de causa, saben y reconocen que esta serie de actividades son parte de algo que se llama “Prácticas sociales del lenguaje”, y que no explico a detalle en este momento, más por falta de espacio que de ganas, pero que se desarrolla en las escuelas de educación básica de la República Mexicana con un propósito específico.

Curiosamente, quiero pensar, que quienes se formaron en una licenciatura en Ciencias de la Comunicación, desconocen sobre este tema. Habría revisar entonces, qué programa de estudios cursaron, cuáles fueron las asignaturas que abordaron, cuáles fueron los contenidos que trabajaron, en fin, qué entendieron por todo lo que existe en un proceso comunicativo entre los seres humanos.

La lucha por el control de la educación en nuestro país está a tambor batiente; los grupos empresariales y conservadores buscan recuperar lo que no pudieron mantener por su propia incapacidad y abuso de poder.

Queda claro que, independientemente de esa lucha entre unos y otros, el trabajo docente no se detiene; ni hoy ni nunca su brillo se verá opacado por quienes solo buscan satisfacer sus malsanos intereses.

Al tiempo.

Referencias:

Fuente de la información:  https://profelandia.com

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Más allá de la nueva familia de libros de texto gratuitos

Por: Abelardo Carro Nava

«El libro de texto es un instrumento o herramienta de suma relevancia en las escuelas, sin embargo, contar con otros apoyos que posibiliten un mejor trabajo del profesorado mexicano, sobre todo si en su seno participan maestras y maestros, enriquecería el proceso de enseñanza y de aprendizaje en los salones de clase.»

El pasado 23 de febrero de 2023, fueron publicados en el Diario Oficial de la Federación (DOF), los Lineamientos generales para la innovación en los materiales educativos impresos dirigidos a estudiantes de preescolar, primaria y secundaria que contribuyan a la mejora de la educación de las escuelas, cuyo objeto radica en el establecer elementos que podrían contribuir en los procesos de innovación pedagógica, didáctica y editorial en los materiales educativos impresos para estudiantes, emitidos por la Secretaría de Educación Pública (SEP) y las secretarías de educación – o instancias homólogas – en las entidades federativas, para apoyar, complementar y profundizar la puesta en práctica del plan y programas de estudio de preescolar, primaria y secundaria y con ello favorecer los procesos formativos que se desarrollan en las escuelas (DOF, 2023).

Lineamientos que, a decir verdad, parecieran tener una efímera relevancia para el magisterio mexicano pues, como se sabe, entre las maestras y maestros, es conocido que todo material educativo que llega a los planteles escolares es diseñado, elaborado y aprobado por algunos especialistas o por algunos funcionarios que llegan a ocupar un lugar en la SEP; sin embargo, como se verá más adelante, dichos lineamientos abren una oportunidad importante para que el profesorado mexicano pueda proponer diversos materiales, siempre y cuando se cumplan con ciertos requisitos.

Esta oportunidad, me parece que debe o debería ser aprovechada por todos aquellos interesados en el tema que, continuamente, por ejemplo, en las redes sociales o en otras plataformas o canales de comunicación, comparten materiales que, sin duda, contienen elementos valiosos porque apoyan el trabajo de sus colegas o padres de familia; pero también es conocido, que varios maestras y maestros suelen diseñar o construir algunas propuestas didácticas para abordar ciertos temas o contenidos, ya se de alguna asignatura, curso o proyecto, sin que se hagan, por así decirlo, públicos. Es por ello que insisto, aprovechar estos espacios para que las propuestas que muchas veces surgen de los colectivos docentes es importante, en la medida en que se reconozca que, por varios años, el mismo magisterio ha demandado y/o exigido sea tomado en cuenta para impulsar propuestas que no emanen del centro, de especialistas o de funcionarios de la SEP, sino de los contextos, diversidades y expertos que se encuentran en las miles de escuelas que existen en el territorio mexicano: los maestros. Veamos.

Algunos acuerdos y/o documentos que pude encontrar en la internet sobre este tema datan de 1982; el primero fue el Acuerdo 86 del 11-15-82 por el que se establecía el procedimiento de revisión y dictamen de libros de texto y apoyos bibliográficos. En éste se señalaba con bastante claridad, que los materiales educativos eran el libro de texto, cuaderno de trabajo u obra de consulta, destinados a la educación primaria, secundaria y normal, y la de cualquier tipo o grado obreros y campesinos. También se refería, que la Dirección General de Planeación de la SEP, sería la instancia que dictaminaría dichos materiales y, para ello, se proponía un procedimiento que fijaba algunos criterios para que fueran aprobados como que deberían satisfacer los planes y programas de estudio vigentes, responder a los principios generales de la técnica y la ciencia pedagógica, proporcionar información científica actualizada y probada, desarrollar el programa del grado correspondiente, entre otros; sin embargo, no se especificaba si un maestro o maestra podría realizar y proponer dichos estos materiales, porque la SEP, a través de la Dirección Adjunta de Contenidos y Métodos Educativos, los elaboraría y sometería a un Consejo para ser dictaminados (DOF, 1982).

Años más tarde, específicamente el 28 de febrero de 1987, se publicó en el DOF el Acuerdo No. 126 por el que se regulaba el procedimiento de revisión y dictamen de materiales auxiliares y didácticos. En dicho Acuerdo se puede observar, una clasificación más amplia con relación a los materiales que podrían se dictaminados y aprobados, pues ya se hablaba de materiales didácticos, libros de texto, cuadernos de trabajo y auxiliares didácticos. La elaboración de los libros de texto y los cuadernos de trabajo, a través de sus unidades técnico-pedagógicas o unidades técnicas, correspondía a la SEP; particularmente, la valoración de éstos le correspondía a la Dirección General de Evaluación Educativa y, solo el Secretario de Educación, era el único facultado para aprobarlos. Por lo que respecta a los auxiliares didácticos, éstos eran sometidos a aprobación de la referida Dirección de Evaluación previo dictamen. El procedimiento, como es de pensarse, sufrió ligeras variaciones, pero, en esencia, mantuvo los establecidos en el Acuerdo 86 (DOF, 1987).

Después de ese Acuerdo, fue difícil encontrar algún otro documento que regulara el procedimiento para la revisión y dictamen de los materiales educativos. El único que hallé en la internet fue el Acuerdo 13/12/17, por el que se determinaban los lineamientos a que se sujetaría el procedimiento para autorizar el uso de los libros de texto destinados a escuelas secundarias (DOF, 2017) y otro (que supongo se desprendía de éste) denominado “Los materiales educativos en las Escuelas de Educación Básica. Hacia una política de materiales educativos: consideraciones, lineamientos, criterios y recomendaciones” emitido por esas mismas fechas (2017) por la Dirección General de Materiales Educativos (DGME, 2017). Como es de suponerse, tales documentos tienen como base lo que se conoció con el nombre de Modelo Educativo para la Educación Obligatoria. Educar para la libertad y la creatividad; modelo que se desprendió de la reforma de 2013 por todos ya conocida. Y bueno, sobre todo en el segundo de éstos, se habla de algunos materiales educativos como los libros de texto, materiales impresos, para la biblioteca escolar, audiovisuales, digitales interactivos, así como de los procedimientos y el seguimiento que se debería realizar por parte de los colectivos docentes.

Con este breve, pero muy breve recorrido por diversos acuerdos y/o documentos relacionados con el tema que abordo en estos momentos, llegamos al que me llevó a escribir unas líneas: Lineamientos generales para la innovación en los materiales educativos impresos dirigidos a estudiantes de preescolar, primaria y secundaria que contribuyan a la mejora de la educación de las escuelas. Resaltaré algunos aspectos que, desde mi perspectiva, son fundamentales considerar.

En los Considerandos, llama la atención que se señale que, en el marco de los documentos de la mejora continua de la educación y el modelo interno, la emisión de los presentes lineamientos refiere de manera exclusiva a los materiales educativos impresos (físicos) dirigidos a estudiantes, con excepción de los libros de texto gratuitos. La razón por la que no se consideran a los libros de texto en tal esquema no se señala, sin embargo, es posible suponer que, independientemente de las funciones que, por ejemplo, tiene asignada la Dirección de Materiales Educativos, la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU), propone una forma más abierta de participación del magisterio y no una determinada por lo que lo se mandata desde el centro.

Ahora bien, en su Artículo 1 se refiere, que los presentes lineamientos generales tienen por objeto establecer elementos que podrán contribuir en los procesos de innovación pedagógica, didáctica y editorial en los materiales educativos impresos para estudiantes, emitidos por la Secretaría de Educación Pública y las secretarías de educación -o instancias homólogas- en las entidades federativas, para apoyar, complementar y profundizar la puesta en práctica del plan y programas de estudio de preescolar, primaria y secundaria y con ello favorecer los procesos formativos que se desarrollan en las escuelas. Esto, supongo, derivado de la próxima implementación del plan de estudios 2022 en las escuelas de educación básica; no obstante, resalta a la vista que no se hable de implementación sino de una puesta en práctica; situación que me permitió formular una pregunta más adelante.

En el Artículo 6 se señala, que la SEP o las secretarías de educación -o instancias homólogas- en las entidades federativas seleccionarán y definirán, en colaboración con los equipos responsables del proceso de innovación, aquellos contenidos que se consideren necesarios de complementar, profundizar y fortalecer en estos materiales educativos, en apego a lo establecido en el plan y programas de estudio vigentes. Y para ello, en el Artículo 7 se refiere que se podrá considerar la conformación de equipos técnico-pedagógicos multidisciplinarios de trabajo, especialistas en diseño y desarrollo curricular, didáctica de las distintas disciplinas, investigación educativa y práctica docente; así como docentes y especialistas en diseño de materiales educativos, ilustración, fotografía, diseño gráfico y edición, siempre y cuando no existan conflictos de interés, y en estricto apego al Código de Conducta de la Secretaría. Equipos técnicos-pedagógicos que, como puede leerse, consideran la participación de los docentes y otros actores para el diseño de esos materiales educativos. Sin embargo, importantísimo es lo que puede leerse a continuación.

Artículo 8. La Secretaría o las secretarías de educación -o instancias homólogas- en las entidades federativas, en el ámbito de sus competencias y atribuciones, podrán considerar la selección de quienes participen en los equipos técnico-pedagógicos multidisciplinarios para el proceso de innovación de materiales educativos impresos, mediante una convocatoria que establezca, entre otros, los siguientes elementos: experiencia en el nivel educativo, conocimiento de los elementos y espacios curriculares de los programas de estudio vigentes y en didáctica de las disciplinas, así como en la elaboración de materiales educativos.

Convocatoria y elementos a considerar por quienes deseen participar que, como señalaba al inicio de estas líneas, abre las puertas para que las maestras y maestros puedan participar en este proceso. Un asunto que, conforme a ese breve recorrido en los documentos no se había considerado, al menos, de manera abierta. Sin embargo, sería relevante que los docentes exigieran la emisión de esas convocatorias para que se den estos procesos en cada uno de los estados porque, como sabemos, en varias entidades del país, existen prácticas que no son tan transparentes; un tema que sin lugar a dudas se ha mantenido dada la “simulación” que ha podido conocerse en distintos procesos que emprenden algunas dependencias estatales. En fin.

Para finalizar este texto, invitaría a consultar los lineamientos referidos y, obviamente, a exigir la emisión de esas convocatorias en cada una de las entidades federativas. Es cierto, el libro de texto es un instrumento o herramienta de suma relevancia en las escuelas, sin embargo, contar con otros apoyos que posibiliten un mejor trabajo del profesorado mexicano, sobre todo si en su seno participan maestras y maestros, enriquecería el proceso de enseñanza y de aprendizaje en los salones de clase.

Por mi parte, particularmente me llamó la atención el Capítulo III De la puesta a prueba en las aulas de los materiales educativos impresos dirigidos a estudiantes para el proceso de innovación; de entrada, me parece que sería ideal realizar este proceso, en el que obviamente participarían los equipos-técnicos pedagógicos multidisciplinarios a partir de la observación, documentación y análisis del desarrollo de una selección de actividades, secuencias, situaciones o proyectos integradores de los materiales por parte de los docentes y estudiantes en las aulas; desafortunadamente, como sabemos, en nuestro país los tiempos políticos y educativos no están en sintonía. Estamos prácticamente a un año de un proceso electoral que, sin duda, traerá nuevas figuras al terreno político y educativo, además de que los intereses empresariales que no cejarán en su intento por controlar la educación en nuestro país.

La pregunta es: ¿dará tiempo?

Referencias:

Fuente: https://profelandia.com/mas-alla-de-la-nueva-familia-de-libros-de-texto-gratuitos/

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