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“La agroindustria nos vende veneno”

Por: Daliri Oropeza}

 

Hay suficiente evidencia científica de que el glifosato envenena a los animales, dice Silvia Ribeiro, una de las especialistas más reconocidas en el tema. En entrevista, explica que el problema de la propuesta presentada por la Secretaría de Agricultura es que no plantea un plan de transición para prohibir el herbicida, como ya ocurre en otros países.

Silvia Ribeiro tiene más de 26 años estudiando los impactos sociales, económicos, ambientales y de salud que provocan los transgénicos y los paquetes tecnológicos de la agroindustria.

Es la directora para América Latina del grupo de ETC (Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración) que tiene reconocimiento consultivo ante la ONU, y una de las voces más respetadas en México para hablar del medioambiente. Sus últimas investigaciones profundizan en los impactos de nuevas biotecnologías la nanotecnología.

Hablamos del glifosato, el herbicida que ha sido prohibido en varios países del mundo por producir cáncer y cuyo uso en México ha tensionado las presiones dentro del gabinete de Andrés Manuel Lóperz Obrador.

En entrevista con Pie de Página, Ribeiro asegura que hay suficiente evidencia científica sobre la toxicidad del glifosato y sus repercusiones en la salud, como el cáncer. También desmenuza la relación entre el veneno que producen las empresas fabricantes de agrotóxicos y la letalidad que ha tenido la covid en México.

El negocio de los agroindustriales no está en las semillas, dice, sino en los agrotóxicos. Nos quieren convencer de que no se puede producir sin glifosato, cuando durante miles de años se sembró sin el herbicida y sólo se ha usado el último medio siglo.

“Lo necesitamos -dice- no son más estudios sobre glifosato (como propuso la Secretaría de Agricultura), sino un plan coherente de transición a una agricultura sin químicos”.

Evidencia suficiente

En el mundo hay una cantidad enorme de investigaciones sobre glifosato, dice Ribeiro. La mayor cantidad de investigaciones sobre el tema es la que reunió el grupo de expertos en investigación sobre el cáncer, por pedido de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Son 17 expertos de 11 países, que no están vinculados a la industria. La evaluación, desde 2015, es la que ha promovido la discusión mundial sobre el glifosato.

“Ellos llegan a la conclusión de que el glifosato, que estaba en la categoría 3, hasta ese año, en realidad debió de haber estado en la categoría 2A, que es la de probable cancerígeno”, dice Ribeiro.

“El estudio dice dos cosas: que el glifosato es cancerígeno en animales. No es ‘probable’. Es cancerígeno en animales, porque han realizado experimentos con ellos. Las evidencias las tienen sobre todo en Escandinavia. Hay glifosato en el surgimiento de un tipo particular de cáncer: linfático, de linfoma no Hodgkin. Lo que pasa que en humanos no se puede experimentar para decir: es cáncerígeno. Entonces dicen ‘probable cancerígeno’. Pero estas dos conclusiones, y otras (han encontrado evidencias de que es disruptor endócrino), hacen que la OMS diga: ‘el glifosato es altamente peligroso’”.

¿Qué tan peligroso?

“Sólo para darte una idea: hay cuatro escalones dentro de lo que es peligroso para la OMS. Las radiaciones ionizantes de los rayos X o la radiación nuclear están en el uno. Poner el glifosato en el 2A es realmente muy alto, es como decir: ‘si te expones a ellas directamente te va a dar cáncer’. El mensaje de la OMS es muy fuerte”.

Hasta hoy, hay más de mil cien estudios científicos arbitrados -quiere decir revisados por pares- que muestran diferentes aspectos de toxicidad del glifosato.

Aparte está el caso de los tres juicios ganados contra Monsanto, el inventor del glifosato (lo desarrolló en 1972 y lo registró con patente en 74).

“El primer caso que hay de un juicio en Estados Unidos contra Monsanto es por envenenar a la gente con glifosato. Hay precedentes judiciales de un jardinero de escuela, de 42 años, Dewayne Johnson. Durante dos años trabajó en una escuela. Para controlar las hierbas que crecen en el parque de la escuela usó glifosato. El hombre en este momento tiene cáncer, está en juicio desde hace varios años por eso. Logró demostrar con sus abogados que la razón es el glifosato. Condenaron a Monsanto a pagar 80 millones de dólares a este hombre”.

Hoy hay más de 100 mil juicios contra Monsanto en Estados Unidos en este momento por esta misma razón: el uso de glifosato. “Porque lo demostraron desde el primer juicio del jardinero Dewayne Johnson y luego lo vuelven a demostrar en el segundo y en el tercero, y en los que siguen pendientes. Monsanto sabía que el glifosato es cancerígeno, pero lo ocultó”.

China entra al mercado

La peligrosidad del glifosato está sobre la mesa. Decir que se van a hacer más estudios, como plantea al Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) es una repetición de la misma estrategia de los fabricantes de agrotóxicos. (Agroquímicos, aclara, es “la palabra neutral, agrotóxicos es la palabra más adecuada”).

Esa industria se ha dedicado a tratar de construir un discurso que minimiza la peligrosidad del glifosato. La manipulación viene de la propia industria que fabrica y usa el glifosato. “Es sobre todo la industria de los transgénicos; la misma que los agrotóxicos. Esta es la industria que trata de encontrar argumentos para usarlo. Hay instituciones de gobiernos que han sido, digamos, infiltradas por estos estudios fraudulentos de las empresas”.

Sin embargo, ese discurso no ha logrado revertir ni el estudio de la OMS, ni muchos estudios posteriores que llegan a lo mismo.

La patente de Monsanto duró veinte años. Hoy, la mayor de producción de glifosato en el mundo se hace en China. Incluso Monsanto compra el glifosato de China, porque le sale más barato que fabricarlo.

Ahora hay varios nombres comerciales de glifosato. Esa formulación tiene una serie de otros elementos coadyuvantes que también son tóxicos. Entonces, hay una combinación de toxicidades.

La trampa, dice Ribeiro, es pretender que se hagan nuevos estudios en los que participe la industria.

“Eso es lo que ellos quieren. Pero ¿cómo va a participar el que tiene interés de lucro en el estudio para ver los impactos del producto?”, cuestiona.

El caso de México

Hay dos estudios importantes en México, explica Ribeiro. Uno es en Jalisco, donde se realizó un estudio de la presencia de diferentes agrotóxicos, uno de ellos el glifosato, en orina de niños. Es un estudio que publicado y arbitrado: la prueba dio positivo al 100 por ciento de los niños, en varias comunidades.

El otro es de científicos como Elena Álvarez Buylla (actual directora de Conacyt), Emmanuel González Ortega, Alma Piñeiro, que en ese momento eran de la UNAM. Ellos analizaron la presencia de residuos de glifosato en alimentos en México, y lo que tuvieron fue un porcentaje muy alto de glifosato tanto en tortillas como en todos los elementos que tienen maíz o soya.

El glifosato en México se usa sobre todo en cultivos industriales, pero también se usa en cultivos más pequeños como herbicida y se también en jardinería. No solo en usos agrícolas. Es en este momento el herbicida más usado en el mundo, también en México.

El presidente López Obrador, explica Ribeiro, dijo en campaña que no iba a permitir transgénicos en México. Sin embargo, su gobierno ha permitido la siembra de algodón transgénico. Es un algodón tolerante a varias cosas, no es sólo al glifosato.

“Ahora salen los algodoneros a decir que necesitan el glifosato. Pues eso es mentira. México, centro de origen del algodón, lamentablemente planta algodón transgénico en una superficie grande”.

Glifosato y transgénicos

 ¿Cuál es la relación del glifosato con los transgénicos?

—En los últimos 30 años, hay una fusión total entre las empresas semilleras y las empresas fabricantes de agrotóxicos. De las empresas fabricantes de agrotóxicos, Monsanto, Syngenta, Bayer, Dupont, Dow, Basf, ahora de esas sólo quedan cuatro: Bayer-Monsanto, Syngenta de China, Corteva que es la la fusión de Dupont y Dow; y Basf. Si te vas a los orígenes, tienen más de 100 años fabricando veneno.

Ellas son las fabricantes de veneno en el mundo, dice Ribeiro. “Entre esas cuatro tienen más de tres cuartas partes del mercado mundial de agrotóxicos, y en México más de las tres cuartas partes en agroquímicos”.

Las cuatro (Bayer, Syngenta, Corteva, Basf) están en la directiva de la Asociación Mexicana de Semilleros (AMSAC).

“Es importante entender que cada palabra que sale de la boca del AMSAC es de la industria de los agrotóxicos. Hablan en función de su interés de lucro”, insiste.

“Las empresas de agrotóxicos se compran a todas las semilleras. Entre esas cuatro empresas tienen el 71 por ciento de todo el mercado mundial de semillas. Además, tienen el 100 por ciento del mercado mundial de semillas transgénicas. Más de 90 por ciento de los transgénicos que se venden han sido semillas tolerantes o manipuladas para ser tolerantes a un agroquímico de la propia compañía: el glifosato. En lo que más ganan no es en la venta de semillas sino que es en la venta del veneno, esa es su principal fuente de ganancia”.

Pone un ejemplo: antes, a la soya le echaban glifosato pero le tenían que echar una cantidad pequeña antes de que saliera la plantita. Otro poquito después de que salía la planta, y otro poquito al crecer, porque si le echaban el herbicida de golpe, mataban también la planta.

“Al hacerla resistente, solo echan una gran cantidad de golpe. En lugar de hacerle cuatro aplicaciones, que significa mano de obra, hacen una fuerte. Matan todo lo que está alrededor menos la planta transgénica”.

Sin embargo, en los lugares donde hay cultivos tolerantes a herbicidas, también generaron resistencia las malezas, por lo que cada vez tiene que usarse más glifosato. “Por eso aumentó exponencialmente la cantidad de glifosato que se usa en el mundo”, dice Ribeiro.

En este momento más de la mitad de glifosato que se usa en el mundo se usa en cultivos transgénicos, pero éstos son menos del 5 por ciento de la superficie agrícola plantada en el mundo. Eso significa que va aumentando el uso del glifosato aunque no aumente la superficie cultivada.

“Eso es un coctel tóxico muy fuerte en todos los componentes de agroquímicos que hoy día tienen glifosato, se usen para transgénicos o no, porque se vende todo el paquete”.

—¿En México por qué se usa, si los transgénicos están prohibidos?

— Los transgénicos en México no están prohibidos. Solamente están detenidos porque hay un juicio, con demanda legal que aún no se ha resuelto. Lleva siete años. Plantea que no se debe permitir en México. Lo que sí se resolvió, en el marco de la demanda, es que sí se podían hacer plantaciones experimentales.

Las trampas y la ecuación de la agricultura industrial

Ya tenemos agroindustra, paquetes tecnológicos, uso de herbicidas como glifosato. En noviembre, Semarnat detuvo la importación de glifosato y su eliminación para el año 2024. ¿Cómo se debería de regular? ¿O se debería prohibir por completo?

—La agricultura tiene 10 mil años. Durante 9 mil 950 hemos vivido de agricultura sin agrotóxicos. En los últimos 50 años imponen una agricultura basada en el uso de químicos, con una enorme uniformidad de cultivos que está en manos de poquísimas empresas. Tanto las semillas como del veneno. Eso les permite controlar toda la industria. Y estas son las empresas que nos dicen que sin este tipo de agricultura no podemos sobrevivir. Eso es una mentira. En este momento el 75 por ciento de la tierra agrícola en el planeta se usa para producir forraje. La mayoría con cultivos industriales con agrotóxicos para producir forrajes para animales encerrados en confinamiento. Menos del 10 por ciento llega a alimentar a la gente. Esa es la ecuación de la agricultura industrial.

Actualmente, se producen más de dos veces de la cantidad de cereales que se necesitan en el mundo para alimentar a toda la población. Y aún así, no alcanza. Al contrario, hay hambre en muchos lugares, porque la agricultura industrial tiene un porcentaje de desperdicio enorme.

“Desde el campo hasta la casa desperdicia el 50 por ciento de lo que produce.  Pero hay otro porcentaje enorme de desperdicio que tiene que ver con que se produce un tipo de comida con conservadores químicos”, dice Ribeiro.

“Incluso los agrotóxicos han producido una serie de enfermedades que tienen que ver con cambios metabólicos. Eso hace que México tenga un porcentaje altísimo de letalidad. En este momento de pandemia por covid, es la obesidad la principal enfermedad por que muere la gente. Son cánceres del sistema digestivo. Todo eso está directamente relacionado a la agricultura industrial”.

El cálculo que hizo ETC – una investigación con tres ediciones en 13 años— es que, de todo lo que produce la agricultura industrial, sólo 20 por ciento le llega como alimento a la gente.

“Lo que sí sabemos es que el 70 por ciento de la humanidad depende de lo que producen los pequeños, o sea, la agricultura campesina, la agricultura familiar, sin químicos. La gran industria necesita una agricultura en donde cada vez hay menos gente, está hecha por tractores, con drones. Esos son los grandes monocultivos y claro ahí necesitan echar veneno”, dice Ribeiro.

“La trampa aquí es un tipo de agricultura industrial absolutamente concentrada en manos de pocas corporaciones, que tienen agrotóxicos y semillas. Y nos quieren hacer creer que la transición a una agricultura sin químicos es muy difícil. No es verdad”.

¿Quien produce la comida influye directamente en la salud?

—En ETC hicimos un trabajo que se llama ¿Quién nos alimentará? ¿La agroindustria o la agricultura campesina? Es una comparación entre qué producen las dos redes. Mostramos que por cada peso que la gente paga en comida industrial, química, chatarra, la sociedad paga dos pesos más en salud y medio ambiente, daños de salud. Entonces, no hay, ni siquiera económicamente, una razón para mantener ese tipo de agricultura.

Lo necesitamos, insiste, no son más estudios sobre glifosato, sino “un plan coherente de transición a una agricultura sin químicos”; 17 países en el mundo ya han prohibido el uso de glifosato en forma directa o escalonada.

La trampa de la propuesta de Sader, dice, es que «en lugar de que diga: ´vamos a hacer una transición para la prohibición‘, dicen: ‘vamos a hacer un estudio donde participen otra vez las industrias‘. Por si fuera poco, quieren que lo pague el Conacyt. No quieren que se vaya a una transición escalonada. Lo que quieren es que se vaya a otra investigación. Y al final vamos a decir: no va a haber transición en 2024. Además, que no sabemos qué gobierno va a estar».

Fuente e imagen: https://piedepagina.mx/la-agroindustria-nos-vende-veneno/

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La OMS previene de un gran rebrote por la vuelta al cole y la gripe

Según la organización internacional, se va a incrementar la incidencia de la Covid-19 en los grupos de edad más jóvenes de Europa.

Varios países de Europa están registrando estas últimas semanas notables repuntes de infecciones diarias de coronavirus, incluso hasta niveles no conocidos desde abril y mayo. Son numerosos los países que contabilizan cifras máximas en los últimos días —como Croacia, Rumanía o Hungría—. Y todavía no ha empezado la vuelta el colegio en la mayoría de estados.

Precisamente, este es uno de los puntos que más preocupa a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Europa. El director regional de la entidad, Hans Kluge, ha advertido de un posible gran incremento de la pandemia de Covid-19 en los próximos meses de transición del verano al otoño por la vuelta a los colegios. A esto se suma la temporada de gripe y la mayor mortalidad de los ancianos durante el invierno.

“Es un momento difícil ahora cuando pasamos del verano al otoño con tres fenómenos que se juntan: uno es la reapertura de las escuelas y el año académico. El segundo es la temporada de gripe, por lo que pedimos a los grupos de riesgo que se vacunen contra la ésta lo antes posible. Y el tercer fenómeno es el exceso de mortalidad que vemos en los ancianos durante el invierno”, ha resaltado este jueves en rueda de prensa virtual.

La OMS ha expresado ya en varias ocasiones su preocupación por la convivencia del coronavirus con la gripe en los hospitales, lo que puede llegar a provocar que colapse el sistema sanitario si no se gestiona de manera eficaz. Ambas enfermedades, además, presentan síntomas similares por lo que su diagnóstico se complica. En la pasada temporada de gripe estacional hubo una «drástica» desatención de ésta a causa del coronavirus, según la OMS.

Kluge alerta también de “un aumento de la incidencia” de la Covid-19 en los grupos de edad más jóvenes por toda Europa. “Nuestro mensaje ha sido consistentemente que nadie es invencible. Puede ser que los más jóvenes no necesariamente vayan a morir por ello, pero es un tornado con una larga cola y es una enfermedad multiorgánica. El virus está atacando los pulmones, pero también el corazón y otros órganos y es una etapa en la que la gente más joven, particularmente con la llegada del invierno, estará en contacto más cercano con la población de edad avanzada”, ha añadido.

En 32 de los 55 estados europeos ha aumentado la tasa de incidencia en 14 días más del 10%. Por lo que, “definitivamente hay un aumento que está generalizado en Europa, sin embargo el escenario dista del que se vivió en febrero”.

Reunión global sobre la reapertura de las escuelas

El próximo 31 de agosto se celebrará una reunión virtual para todos los países miembros de OMS Europa que tratará la reapertura de las escuelas. “Presentaremos lo que sabemos: que no podemos abrir sociedades sin abrir primero la escuela. Éste ha sido el mayor trastorno en la educación de la historia, con 1.600 millones de alumnos afectados en más de 190 países, por lo que la cuestión clave aquí es que depende mucho del nivel de transmisión en la comunidad”, ha avanzado.

A pesar de que el entorno escolar no ha sido un contribuyente principal al Covid-19, hay cada vez más publicaciones que se suman al conjunto de pruebas de que los niños sí juegan un papel en la transmisión.

Fuente: https://www.economiadigital.es/politica-y-sociedad/alerta-de-la-oms-la-vuelta-al-cole-y-la-gripe-amenazan-con-un-rebrote_20092315_102.html

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Las ONGs y la nueva cotidianidad

Por: Elisabeth de Puig

Tomando como punto de partida que tendremos que vivir mucho tiempo con la Covid-19 como lo afirma la OMS, hay que evaluar lo realizado y reinventarse para prepararse a afrentar la nueva cotidianidad con valentía e ideas nuevas.

La pandemia ha venido desbaratando muchos sueños y tendrá para numerosas ONGs consecuencias imprevisibles, e incluso, incalculables. Las ONGs son entidades de la sociedad civil que, por lo general, están vinculadas a proyectos sociales, culturales, de desarrollo, u otros, destinados a generar cambios en determinados espacios, comunidades, regiones o países.

Las ONGs suelen financiarse a través de donaciones privadas de individuos o empresas,aportes de instituciones internacionales o de los gobiernos nacionales y locales, o por medio de la generación propia de ingresos.

Con la merma de las economías nacionales y global las fuentes de financiamiento han disminuido y en un primer tiempo los recursos han sido reorientados hacia la emergencia inmediata.

Producto de esta situación, las decisiones que algunas instituciones se han visto obligadas a tomar a causa de la Covid-19 arrastran con ellas la suerte de cientos y miles de personas beneficiarias de sus servicios.

Tomaré como ejemplo la Fundación Abriendo Camino, ONG comprometida desde el año 2002 y que trabaja en el sector de Villas Agrícolas.

Con un crecimiento sostenido y los oídos puestos en las necesidades de la comunidad, su misión es de ofrecer alternativas de protección y educación integral para que niños, jóvenes y familias de sectores urbanos vulnerables, desarrollen su potencial y disfruten de una vida digna.

Con sus varios programas innovadores de educación, protección, formación para el empleo, desarrollo de liderazgo juvenil, educación ambiental y participación, ha logrado ocupar un sitial reconocido en la vida de miles de jóvenes y sus familias.

Hoy, los sueños de nuevos proyectos para el sector y su extensión a otros barrios de la zona norte se han visto brutalmente parados: la estructura física de la Fundación está como un cascarón vacío que ha perdido su esencia y su finalidad que es la de brindar servicios.

De día, estos se ofrecían a una población infantil y a sus familias, y de noche, a jóvenes con una amplia oferta de cursos técnicos profesionales.

Durante los meses de abril, mayo, junio, julio y lo que va de agosto el país ha vivido en constante evolución. Entre los escenarios pensados al inicio de la crisis sanitaria no se tomó en cuenta el comportamiento que realmente asumiría la curva de la pandemia luego de la apertura de la economía apoyada por el empresariado y por los partidos mayoritarios por razones electorales.

Durante estos meses de cuarentena y toques de queda muchas instituciones han tratado de navegar entre el cierre impuesto y la necesidad de estar presente y ser solidarias.

La primera etapa fue la de distribuir alimentos y kits de higiene; algunas iniciaron actividades de enseñanza virtual y la realización de animaciones lúdicas de la misma forma, lo que ha permitido visualizar las virtudes y las inmensas limitaciones de estas herramientas en sectores vulnerables.

Tomando como punto de partida que tendremos que vivir mucho tiempo con la Covid-19 como lo afirma la OMS, hay que evaluar lo realizado y reinventarse para prepararse a afrentar la nueva cotidianidad con valentía e ideas nuevas.

Se tratará, para algunas organizaciones, de redefinir sus poblaciones meta en función de los estragos de la pandemia y de las prioridades, sabiendo de antemano que los grupos serán reducidos, los riesgos presentes y los financiamientos más escasos.

Para las ONGs cuyos servicios van dirigidos, entre otros, al reforzamiento de capacidades educativas y a la protección de niños, niñas y adolescentes de comunidades vulnerables cuyas necesidades no pueden seguir desatendidas más tiempo, los pasos deberían ir en el sentido de trabajar la alfabetización con pequeños grupos de niños, niñas y adolescentes desescolarizados antes de la pandemia.

Al mismo tiempo, correspondería retomar la nivelación escolar para aquellos niños y niñas que por su bajo nivel académico y su situación precaria se han desvinculado de las escuelas durante la pandemia por falta de acceso a la virtualidad.

Convendría también acompañar las amilias y los niños que van a seguir una modalidad virtual y formar los facilitadores en educación virtual.

La juventud debería ser integrada a acciones a favor de su comunidad, movilizándola bajo estrictos protocolos para reforzar las medidas de higiene en las familias.

Igualmente, habría que fortalecer las medidas de protección contra la violencia intrafamiliar, el abuso y el trabajo infantil.

Para todo ello es importante apoyarse en los comunitarios de buena voluntad y abrir consultas psicológicas.

Con este tipo de iniciativas micro las ONGs del sector educativo pueden contribuir a mitigar, a su escala, las nuevas brechas sociales y educativas que se están ensanchando en el seno de nuestra población más vulnerable como resultado del Coronavirus.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/las-ongs-y-la-nueva-cotidianidad-8850581.html

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World: WHO, UNICEF urge safe school reopening in Africa

World/Africa/23-08-2020/Author and Source: www.kbc.co.ke

The unprecedented and prolonged school closures aimed at keeping students safe from COVID-19 are harming them in other ways, World Health Organization (WHO) and UNICEF said Thursday, urging governments in Africa to promote the safe reopening of schools while taking measures to limit the spread of the virus.

A WHO survey of 39 countries in sub-Saharan Africa found that schools are fully open in only six countries. They are closed in 14 countries and partially open (exam classes) in 19 others. Around a dozen countries are planning to resume classroom learning in September, which is the start of the academic year in some countries.

However, the impact of extended education disruption is significant. It includes among others: poor nutrition, stress, increased exposure to violence and exploitation, childhood pregnancies, and overall challenges in mental development of children due to reduced interaction related to school closures.

In Eastern and Southern Africa, UNICEF finds that violence rates against children are up, while nutrition rates are down with more than 10 million children missing school meals. For girls, especially those who are displaced or living in low-income households, the risks are even higher. For example, following school closures triggered by the 2014 West Africa Ebola outbreak, pregnancy rates among teenagers in Sierra Leone doubled and many girls were unable to continue their education when schools reopened.

The long-term social and economic impact of extended school shutdown is also concerning. According to a World Bank modelling, school closures in sub-Saharan Africa could result in lifetime earning losses of US$ 4500 per child.

This may also be worsened by reduced earning of the parents who are forced to stay at home to take care of the children especially in households that cannot afford child care services.

“Schools have paved the way to success for many Africans. They also provide a safe haven for many children in challenging circumstances to develop and thrive,” said Dr Matshidiso Moeti, WHO Regional Director for Africa. “We must not be blind-sided by our efforts to contain COVID-19 and end up with a lost generation. Just as countries are opening businesses safely, we can reopen schools. This decision must be guided by a thorough risk analysis to ensure the safety of children, teachers and parents and with key measures like physical distancing put in place.”

WHO, UNICEF and the International Federation of Red Cross have issued guidance on COVID-19 prevention and control in schools. The guidance includes recommendations for physical distancing measures such as staggering the beginning and end of the school day, cancelling school events that create crowding, spacing desks when possible, providing handwashing facilities, wearing masks, discouraging unnecessary touching and ensuring that sick students and teachers stay at home.

“The long-term impact of extending the school shutdown risks ever greater harm to children, their future and their communities,” said UNICEF Regional Director for Eastern & Southern Africa, Mohamed M. Malick Fall. “When we balance the harm being done to children locked out of schools, and if we follow the evidence, it leads children back into the classroom.”

WHO and UNICEF also recommend a range of hygiene and disinfection measures for schools to reopen and operate safely, including regular handwashing, daily disinfection and cleaning of surfaces, basic water, sanitation and waste management facilities, and environmental cleaning and decontamination.

However, millions of children attend schools that lack water, sanitation and hygiene services. In sub-Saharan Africa, only a quarter of schools have basic hygiene services, 44% of them have basic drinking water and 47% cent have basic sanitation services, according to a WHO and UNICEF report assessing progress on drinking water, sanitation and hygiene in schools between 2000 and 2019.

As such, this is the moment to take an opportunity from a crisis, and for investment and innovative thinking. As we seek to get children back into school, WHO and UNICEF stress that there are quick solutions to handwashing in schools, such as a tap, bucket and soap.

Source WHO 

Source and Image: https://www.kbc.co.ke/who-unicef-urge-safe-school-reopening-in-africa/

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Embarazadas padecen violencia obstétrica agravada por la emergencia sanitaria de COVID-19

Por: Daniela Rea, Diana Cariboni y  Lydiette Carrión  

Las mujeres enfrentan una crisis de «violencia obstétrica» agravada por la emergencia sanitaria de covid-19, a pesar de las leyes que buscan combatir el maltrato y la «medicalización excesiva»

Mujeres que dieron a luz en medio de la pandemia de covid-19 en América Latina enfrentaron una presión creciente en favor de las cesáreas, además de maltrato, prohibiciones de acompañante y negativas de asistencia en casos de emergencia – pese a la existencia de leyes contra la “violencia obstétrica” y la “medicalización abusiva”.

La región ya tenía la mayor tasa de cesáreas del mundo, estimada en 40% de todos los nacimientos, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que no sobrepasen el 15% e insiste en que solo deben practicarse cuando las justifican razones médicas.

La OMS reiteró esta recomendación en sus pautas sobre el parto durante la pandemia publicadas en marzo, que dicen además que las mujeres deben contar con una compañía de su elección al parir, recibir un trato digno y respetuoso, información clara, analgesia adecuada y apoyo para amamantar si lo desean.

La práctica de cesáreas, inducciones, episiotomías y otros procedimientos que no sean médicamente necesarios, o que no cuenten con consentimiento informado, está prohibida por leyes nacionales o estadales contra la violencia obstétrica en por lo menos ocho países latinoamericanos, entre ellos Argentina, Ecuador, México, Uruguay y Venezuela.

Fotografía durante una videollamada con Lidia y su bebé en su casa en el Estado de México. / Foto: María Ruiz.

La mayoría de estas leyes garantiza una compañía en el parto, cohabitación con el recién nacido y apoyo para amamantar. Pero activistas por la salud materna aseguran que ni esas normas ni las pautas de la OMS eran suficientes para proteger estos derechos incluso antes del covid-19. Y la pandemia no hizo más que empeorar las cosas.

En Argentina, Margarita Goñi, del grupo activista El Parto es Nuestro (EPEN), dijo que “en marzo y las primeras semanas de abril”, cuando el gobierno decretó el aislamiento obligatorio, en algunos hospitales “se comenzó a citar a inducción o directamente a cesárea por estar de 38 semanas de embarazo”, incluso contrariando las pautas del propio ministerio de salud.

Violeta Osorio, del grupo de derechos humanos Las Casildas, agregó: “Se le dice a las embarazadas que es mejor programar una cesárea a entrar en trabajo de parto en el medio de un pico de covid-19. Pero esto es contradictorio con la necesidad de no saturar el sistema de salud, dado que una cesárea implica más tiempo de internación e insumos”.

En Ecuador, Sofía Benavides (también de EPEN) dijo que su grupo reunió testimonios de 26 mujeres que dieron a luz durante el brote de covid-19. Trece de ellas dijeron que no se les permitió parir con un acompañante, como parte de las restricciones de los hospitales, y 15 dijeron que no pudieron tener contacto temprano piel con piel con los recién nacidos.

Benavides relató que, en el peor momento del brote en la ciudad de Guayaquil (abril y mayo), una clínica privada ofrecía: “vienes sola, se te practica una cesárea, no te damos habitación, te mantenemos en zona de observación y te cobramos 1,200 dólares. Lo único bueno es que le permiten permanecer con el bebé”.

En México, el ginecólogo y obstetra Christian Mera, del Grupo Médico Proparto Natural, estima que, cuando se acceda a las estadísticas, “en abril y mayo veremos un aumento en las cesáreas”, impulsado por “el miedo a que se saturen los hospitales”, que sin embargo “es contradictorio porque la cesárea tiene mayores riesgos y, en el caso del covid-19, se suma el riesgo de la hospitalización e infección”, observó.

En toda la región, “en nombre de la pandemia, los niveles de cesáreas han llegado a ser extremadamente altos, incluso en las mujeres sin covid-19”, dijo a openDemocracy Bremen de Mucio, asesor regional en salud materna de la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

En Uruguay, que registra alrededor de 1,000 casos de covid-19 y una treintena de muertes, las autoridades fueron acusadas de hacer la vista gorda cuando varios centros de salud suspendieron temporalmente los acompañantes en partos, cesáreas y ecografías, contraviniendo la ley.

En Venezuela, dos mujeres jóvenes que dieron a luz en mayo en maternidades públicas de Caracas, reportaron haber permanecido solas y “asustadas” hasta que les dieron el alta, luego de pasar por procedimientos sobre los que no las consultaron, como ruptura artificial de membranas (lo que se conoce como romper bolsa), inducción y episiotomía (corte en la abertura vaginal).

Solas y mal informadas

A partir de marzo, openDemocracy entrevistó a diecisiete mujeres y a gran cantidad de organizaciones no gubernamentales, parteras y obstetras de Argentina, Ecuador, México, Uruguay y Venezuela, que detallaron experiencias de parto en la pandemia que parecen infringir tanto las pautas internacionales como las leyes locales.

La mayoría de las mujeres debieron parir solas porque se prohibieron los acompañantes por el covid-19. Esto “multiplica el riesgo de maltrato” en países donde la violencia obstétrica “siempre está presente”, advirtió la partera mexicana Nuria Landa, del grupo Nueve Lunas.

Muchas de estas mujeres denunciaron asimismo abuso verbal y físico de un personal hospitalario sobreexigido, que tampoco les dio suficiente información para entender lo que estaba pasando. Además, varias parturientas dijeron que fueron separadas de sus bebés y no pudieron amamantarlos.

“Me sentí abandonada. Fue una mezcla de angustia y dolor”

Las infracciones a la guía de la OMS y a las leyes se presentan tanto en hospitales públicos como privados. “No nos trataron con dignidad”; así es como Lidia Cordero describe lo que sintió al quedarse sola en trabajo de parto en una sala de emergencias de un hospital público de Huixquilucan, México, donde asegura que no le dieron información necesaria.

“Literal, fuimos las apestadas del hospital”, dijo Montse Reyes, que tuvo una cesárea programada en mayo en una clínica privada de México. Reyes asegura que tras el nacimiento ella y su bebé dieron positivo en el test de covid-19, pero el personal no le informó los resultados hasta que le dieron el alta, tras pasar dos días en aislamiento.

No la separaron de la recién nacida, pero ambas fueron colocadas “en una zona aislada detrás de una puerta de cristal” y “nadie quería tener contacto con nosotras. Eran las 11 de la noche y yo no había tomado ni un vaso de agua desde las 10 de la noche del día anterior”, relató.

Montse Reyes y su bebé durante una videollamada, mayo de 2020. Foto: Fernanda Ruiz. 

“Me sentí abandonada. Fue una mezcla de angustia y dolor”, explicó Daniela Echeverría, en Ecuador. Le habían prometido un parto con música, libertad de movimiento y masajes en el centro de salud pública de Conocoto, Quito. Pero, si bien le permitieron estar con su esposo, los dejaron solos en la sala de partos.

Echeverría cree que el personal fue reducido por la pandemia, y explica que el único equipo de guardia (una médica y dos enfermeras) estaba atendiendo otro parto y solo apareció tres horas después; para entonces ella sufrió un desgarro vaginal y su beba había tragado líquido amniótico y meconio, señal de sufrimiento fetal.

En Uruguay, la coordinadora del Grupo por la Humanización del Parto y Nacimiento, Laura Vega, dijo que su organización recibió “70 denuncias en todo el país”.

La ausencia de información clara es un asunto que se reitera en los testimonios recopilados por openDemocracy. Dos mujeres que fueron a cesárea en dos ciudades uruguayas en abril (antes de que el gobierno revirtiera la prohibición de acompañantes en mayo) dijeron haberse enterado a último momento que darían a luz solas.

“Ni siquiera me preguntaron. La ginecóloga le dijo a mi compañero que no era conveniente que entrara al quirófano”, dijo Anahí Oudri. Andrea Fernández sostuvo: “En ese momento no me daba para discutir. Tenía terror a la cesárea, y sabés que si no ganás la discusión, no está bueno ver caras malas”.

Problemas globales, partos riesgosos

En todo el mundo, la investigación de openDemocracy identificó más de 100 infracciones a las pautas de la OMS en al menos 45 países desde que comenzó la pandemia. Esta evidencia procede de testimonios directos, de ONG y de otros medios periodísticos.

En América Latina, los toques de queda y las restricciones al transporte por el coronavirus llevaron a que muchas mujeres perdieran controles de embarazo, tuvieran que caminar largas distancias para llegar a un hospital o incluso se vieran obligadas a partos en casa, no planificados y riesgosos.

Dos mujeres embarazadas esperan que las controlen en un hospital de Caracas, Venezuela, mayo 2020 Foto: Yadira Pérez.

En mayo, nuestra reportera en Venezuela vio a una mujer con una gestación de 31 semanas a la que le negaron inicialmente asistencia en una maternidad pública de Caracas. Fue trasladada horas más tarde a otro hospital, pero su bebé estaba muerto y debieron practicarle una histerectomía.

A otras parturientas que llegaban a pie a la maternidad (algunas tras caminatas de una hora desde sus casas) se les decía que volvieran más tarde, cuando tuvieran mayor dilatación del útero.

En Ecuador, la abogada feminista Ana Vera, del grupo de derechos sexuales y reproductivos Surkuna, dijo que en abril a dos mujeres con emergencias obstétricas se les negó asistencia varias veces en salas de urgencia de hospitales públicos de Guayaquil, entonces sumergida en un descontrolado brote de covid-19.

“Tuve que intervenir directamente llamando a autoridades del ministerio de salud pública” para que le “dieran antibióticos a una” y una “transfusión de sangre” a la otra, dijo Vera.

También en abril, Nuria Landa, la partera mexicana, recibió llamadas telefónicas de emergencia de dos mujeres que estaban haciendo trabajo de parto en sus casas, tras ser rechazadas por un hospital reconvertido para atender casos de covid-19 sin previo aviso.

Otra mujer en Guadalajara, México, relató a openDemocracy que había parido sin complicaciones en su casa en abril, pero al día siguiente se sintió mal y fue al hospital para que le hicieran un test de coronavirus. Al principio se lo negaron.

“La doctora me introdujo más fuerte los dedos, remolineó dentro”, dijo la mujer. La médica la regañó y le aseguró que tenía restos de placenta y necesitaba un legrado. Pero no era cierto, como demostró un segundo médico que ordenó una ecografía y un test de coronavirus, que resultó positivo.

La mujer denunció su caso a las autoridades como una violación a las normas contra la violencia obstétrica. Sin embargo, no está claro si las autoridades van a investigar estos casos en algún momento, pues ninguna de ellas respondió las preguntas de openDemocracy en México. Tampoco en Argentina, ni en Uruguay, ni en Venezuela.

La defensoría del pueblo de Ecuador dijo en mayo, en respuesta a nuestras preguntas, que no había recibido ninguna denuncia de violencia obstétrica durante la pandemia.

Mientras tanto, una portavoz de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, dijo que su oficina “también ha recibido reportes preocupantes sobre los derechos humanos de las mujeres y niñas embarazadas en el contexto de la pandemia de covid-19”.

“Nos preocupa que en todo el mundo, con sistemas de salud sobreexigidos, se desvíen con frecuencia los recursos para servicios de rutina como los de salud materna… Documentar estos incidentes es un primer paso crucial para exponer el problema. Los estados deben adaptar sin demoras sus prácticas a las pautas de la OMS”.

La violencia obstétrica existe, pero no se nombra

A la violencia preexistente hacia las mujeres embarazadas, dice la OMS, se le suman los agravios por la emergencia sanitaria.

El asesor regional en salud materna de OMS/OPS, Bremen de Mucio, dijo que las situaciones encontradas en nuestra investigación no lo sorprenden, “porque ya existían antes de la pandemia y de hecho la necesidad de que OMS haya desarrollado una declaración específica sobre el maltrato durante el embarazo, el parto y el puerperio da cuenta de que esta es una realidad que se presenta en la casi totalidad de los países… Y lo único que ha ocurrido en la pandemia es que algunas de esas situaciones se han agravado o se han hecho más frecuentes”.

El experto añadió que “lo primero es abogar para que el tema tome la visibilidad necesaria, esto tiene un doble efecto, por un lado que las usuarias conozcan que el problema existe y que los derechos están de su lado. Y al mismo tiempo, dar a entender a los profesionales que prácticas que ellos consideran normales son violatorias de los derechos de las usuarias y que tarde o temprano deben ser punibles”.

De Mucio se explayó asimismo sobre la resistencia que genera en el personal médico la expresión “violencia obstétrica”.

En la declaración de la OMS, firmada por decenas de instituciones relevantes, “debimos hablar de trato irrespetuoso en lugar de violencia obstétrica. Y esto no ha sido por capricho, o por no reconocer que la violencia obstétrica existe”, sino “para evitar cortar puentes de diálogo con las sociedades profesionales, porque hablar de violencia obstétrica genera resistencias que impiden  discutir el tema”, sostuvo.

Las leyes contra la violencia obstétrica se hicieron necesarias “ante la constante violación de los derechos de las usuarias. Desafortunadamente, en algunos casos no han sido reglamentadas, o no se han especificado las sanciones que comporta el no respetarlas, o directamente no se monitorea el respeto a estas leyes”, dijo. Más grave aún, según el experto, los profesionales y las mujeres incluso ignoran a veces la existencia de estas normas.

Una anécdota hace explícita esta situación. “Hace unos años, en un congreso de ginecología y obstetricia, el presidente de una gran federación de ginecología y obstetricia de un país de América Latina se jactaba de que, aunque existía una ley contra la violencia obstétrica en varios estados de su país, nunca se había sancionado a un ginecólogo por violencia obstétrica”, sostuvo De Mucio.

Contribuyeron a este artículo Magda Gibelli y Agostina Mileo.

Este artículo fue publicado originalmente por el proyecto Tracking the Backlash de openDemocracy.

Fuente: https://piedepagina.mx/mujeres-de-america-latina-bajo-presion-para-aceptar-cesareas-durante-pandemia/

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“No ignoren lo que dicen los números”, pide OMS a gobiernos para acabar con la pandemia

América/México/08/07/2020/Fuente: https://desinformemonos.org

 

“Ya es hora de que los países miren las cifras. Por favor, no ignoren lo que les dicen los números”, pidió a los gobiernos el jefe de emergencias sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Michael Ryan, para hacer frente a la pandemia de coronavirus.

En una conferencia de prensa, luego de ser interrogado sobre la situación de la pandemia en México, Ryan respondió que “la gente debe despertar”. No obstante, especificó que su mensaje iba dirigido a “muchos países”.

“La OMS comprende perfectamente que hay buenas razones para que los países quieran relanzar sus economías, pero no se puede ignorar tampoco el problema, no va a desaparecer como por acto de magia”, destacó Ryan.

Recordó que “las cifras no mienten y la situación en el terreno no miente”, por lo que los gobiernos deben adoptar las medidas necesarias para detener la propagación del virus, incluidas las de confinamiento “si no hay alternativa”.

“Los países enfrentan decisiones difíciles», pero «deben absolutamente romper las cadenas de transmisión”, dijo el representante de la OMS.

Por primera vez desde que inició la pandemia en China, el pasado viernes América Latina superó a Europa en el número de casos positivos de coronavirus, con más de 2.7 millones de enfermos. En cuanto a las muertes, Europa continúa como el continente con mayor número de decesos (cerca de 200 mil muertos), seguida por Estados Unidos y Canadá (137 mil 421) y América Latina (121 mil 662).

Fuente e imagen: https://desinformemonos.org/no-ignoren-lo-que-dicen-los-numeros-pide-oms-a-gobiernos-para-acabar-con-la-pandemia/

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Mundo: ¿Cómo cuidar la salud visual durante la cuarentena?

Mundo/05-07-2020/Autor(a) y Fuente: www.publimetro.co

Pasar horas frente a diferentes dispositivos sin los ejercicios y cuidados adecuados para los ojos puede generar molestias, fatiga visual, dolores de cabeza y problemas a futuro. Consultamos con un experto.

Con la llegada del coronavirus aumentaron las largas jornadas frente a computadores o celulares por el teletrabajo o el estudio en casa, mientras que los televisores y tabletas se convirtieron en dispositivos para entretenerse durante el tiempo libre. Sin embargo, el uso prolongado puede llegar a ser perjudicial para la vista si no se siguen las recomendaciones de los expertos.

Según el primer Informe mundial sobre la visión, presentado por la OMS a finales de 2019, al menos 2.200 millones de personas tienen deficiencia visual o ceguera y de estos, más de 1.000 millones pudieron evitarse o aún no han sido tratados.

La Asociación Americana de Optometría detectó que quienes utilizan los dispositivos electrónicos durante un tiempo prolongado y presentan un conjunto de signos oculares padecen un Síndrome Visual Informático, cuyos síntomas están relacionados con la fatiga visual, resequedad, picor o escozor ocular, enrojecimiento, visión borrosa, mareos, dolores de cabeza y fotofobia.

¿Pero cómo evitar que la vista se afecte si se debe pasar un tiempo prolongado frente al computador debido a la coyuntura? Hernando José Hernández, optómetra y docente de la Universidad El Bosque, contó en diálogo con PUBLIMETRO cuáles son esos pasos a seguir para que la salud visual no sea afectada durante las jornadas de teletrabajo o estudio en casa.

La primera recomendación es adecuar el puesto de trabajo para evitar esforzar la vista debido a la oscuridad, para esto es necesario buscar un lugar cómodo, ventilado y donde se pueda combinar la luz ambiente con la luz artificial. Lo ideal es evitar que en el lugar donde pasamos la mayor parte del día existan acumulaciones de sombra, que además de traer problemas visuales, generan cansancio y afectan el rendimiento de dichas actividades que requieren una demanda visual.

El siguiente paso a seguir es no olvidar hacer pausas activas y una serie de ejercicios que ayudarán a que aumenten la frecuencia de parpadeos y lubriquemos correctamente los ojos.

“Cerrar los ojos durante unos 15 o 20 segundos nos ayuda a relajarnos y tener un descanso visual. Una de las rutinas más recomendadas se llama 20-20-20 y consiste en que cada 20 minutos cambiemos la posición de la mirada y enfoquemos a unos seis metros durante 20 segundos, de esta manera logramos que los ojos no estén enfocando cortas distancias durante tanto tiempo”, aseguró Hernández.

Aunque los síntomas como cansancio y la resequedad están ligados a las largas jornadas frente a los dispositivos, no hay que dejar de lado los síntomas que alarman sobre un daño más grave, el cual debe ser atendido por un optómetra u oftalmólogo, bien sea en un centro médico o por telemedicina, todo dependiendo del manejo que le esté dando la IPS.

Si durante el día se evidencia una agudeza visual repentina, es decir, que se pierde la vista de un momento a otro; si hay visión doble, algún traumatismo, ojos rojos o un dolor ocular debido a un golpe, es necesario ser valorado por un profesional. En caso de asistir a un centro asistencial, hay que seguir todas las medidas de higiene y salud recomendadas por el Gobierno Nacional y el Ministerio de Salud y evitar tocarse los ojos por más molestia que generen. Según la OMS, las manos tienen contacto con muchas superficies y pueden coger el virus, una vez contaminadas, pueden transferirlo a los ojos, nariz o boca y desde allí, entrar al cuerpo y transmitir la Covid -19.

Pasar el tiempo en casa también permite que cambiemos algunos hábitos y dejemos descansar los ojos. En el caso de quienes usan lentes de contacto, aunque estos vengan adaptados a los ojos y sean confortables, es recomendable alternarlos de vez en cuando con las gafas. Bajo ningún motivo los lentes de contacto deben ser utilizados para dormir, al contrario, hay que retirarlos, lavarlos bien con los elementos adecuados y dejarlos listos para utilizar al día siguiente.

Evitar la fatiga visual y prevenir las enfermedades depende en gran parte del cuidado que tengamos y más en esta época donde aumenta el uso de aparatos tecnológicos. Aunque algunas veces no podamos medir cuánto tiempo pasamos frente a ellos, sí es posible realizar los ejercicios, pausas activas e incluso lograr conciliar el sueño más rápido.

“Es recomendable dejar a un lado dos horas antes de dormir televisores, computadores y celulares, porque esto te puede provocar insomnio y disminución del sueño, lo que nos va a afectar al siguiente día nuestra jornada”, concluyó Hernández.

Fuente e Imagen: https://www.publimetro.co/co/noticias/2020/07/03/juan-carlos-tainy-la-pareja-venezolanos-se-ha-dedicado-limpiar-rio-colombia.html

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