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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 24 de marzo de 2019: hora tras hora (24×24)

24 de marzo de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 24 de marzo de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – Puerto Rico: Viva la lucha contra las escuelas chárter

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304295

01:00:00 – 10 Técnicas educativas para TRIUNFAR con tus alumnos

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304249

02:00:00 – Qué dicen los últimos informes sobre la educación en Argentina

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304402

03:00:00 – La educación, el capitalismo y la 4T

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303129

04:00:00 – UNICEF y la OEI firman un acuerdo para fortalecer los sistemas educativos de América Latina y el Caribe

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304409

05:00:00 – WhatsApp nos conecta. Cómo usar Whatsapp en Educación (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304252

06:00:00 – Libro: El Fin de la Educación Pública (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304506

07:00:00 – El sistema de enseñanza en Cuba: un modelo alternativo para la educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/303507

08:00:00 – Libro: Hacia una pedagogía feminista: géneros y educación popular (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304513

09:00:00 – Jóvenes impulsan masivas protestas internacionales por el cambio climático (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304517

10:00:00 – Libro: “Cambio Educativo y Políticas Públicas en México” de Juan Carlos Miranda Arroyo (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304510

11:00:00 – “¿Quién está cambiando el mundo?” La pregunta que responderán los mejores docentes del mundo en Dubái

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304438

12:00:00 – México: Buscan 54 mil terminar la Prepa por internet con la SEP

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304406

13:00:00 – Estados Unidos: La lucha por la Universidad Hampshire: cómo la calamidad financiera de una escuela expone una crisis en la educación superior

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304520

14:00:00 – «Me llamo Gennet», el periplo de la primera sordociega en ir a la universidad

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304427

15:00:00 – Tres hábitos de nuestro alumnado causados por el modelo educativo que lastran el aprendizaje ¿Cómo luchar contra ellos?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304495

16:00:00 – España: El movimiento ‘Fridays for future’ seguirá convocando protestas todos los viernes en España contra el cambio climático

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304412

17:00:00 – Radio: Encuentros pedagógicos- Sábado 16 de marzo del 2019 (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304503

18:00:00 – Lecciones educativas de Japón

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304435

19:00:00 – La propuesta educativa de MORENA

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304289

20:00:00 – China: Zhejiang implementará clases a distancia para disminuir el desequilibrio pedagógico urbano-rural

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304431

21:00:00 – Amanda Labarca, pionera de la educación en Chile (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304499

22:00:00 – España: Expertos del mundo universitario proponen un decálogo para ‘resetear’ la educación superior

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304286

23:00:00 – Experta en educación global dice que medir el conocimiento con exámenes estanca el proceso innovador

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/304292

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

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Educación: la colaboración y el pensamiento crítico son más importantes en el siglo XXI que las fórmulas matemáticas, dice una especialista del MIT

Para el alumno del siglo 21, habilidades como el pensamiento crítico, la colaboración y la creatividad son mucho más importantes que la enseñanza a través de fórmulas o contenido memorizado y sin contexto.

Los contenidos tradicionales como matemáticas o incluso más nuevos, como lenguaje de programación, de nada sirven si se enseñan sin aplicación en el mundo real y sin razonar.

Es lo que dice la especialista estadounidense en Educación Jennifer Groff, cofundadora del Center for Curriculum Networkign e investigadora del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), de Estados Unidos, donde lidera el desarrollo del diseño de juegos para uso en las aulas.

«No se puede enseñar fuera de contexto. Para que exista la esperanza de que al final entiendan todo lo demás (los niños) tienen que comenzar a adquirir experiencia con los problemas reales a lo largo del vida», dice.

Groff es autora de estudios sobre temas curriculares, enseñanza personalizada y sobre cómo redefinir ambientes de aprendizaje y experiencias a través de innovaciones y tecnologías educativas. El año pasado, fue nombrada una de las 100 personas más influentes en tecnología de la educación por la revista Ed Tech Digest.

La especialista también es desde 2017 directora pedagógica de Lumiar, organización de escuelas y tecnologías de aprendizaje creada en Brasil.

Groff explica por qué un número cada vez mayor de expertos defienden la llamadaEnseñanza Basada en Competencias (EBC) que se enfoca en desarrollar habilidades y raciocinio en vez de memorización de contenido.

En ese sistema, los alumnos aprenden a través de la realización de proyectos, en lugar de recibir un contenido listo dividido en disciplinas. Esta enseñanza tampoco depende de materiales como libros didácticos o división de los alumnos en grados.

La metodología fue elegida como una de las más innovadoras por la OECD (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) en 2017 y está siendo implementada en escuelas de países como Holanda, Estados Unidos, Inglaterra y Finlandia.

A pesar de las diferencias, las escuelas que siguen el método se adaptan para no dejar de seguir las directrices obligatorias de educación de cada país.

Estos son los principales extractos de la entrevista que la periodista de BBC Brasil Letícia Mori le hizo a Jennifer Groff:

¿El método tradicional de enseñar atiende a las necesidades educativas de los alumnos?

Hay décadas de investigaciones científicas sobre cómo la gente aprende, y la forma en que estructuramos escuelas y otros ambientes de aprendizaje a menudo no está alineada con estos descubrimientos.

Las estructuras escolares tradicionales, en realidad, llevan a los niños en el sentido opuesto a lo que hoy sabemos es la forma en que aprenden mejor.

Las escuelas tradicionales ofrecen la misma orientación para todo el mundo, un tipo de aprendizaje muy lineal y descriptivo, dividiendo las clases artificialmente en materias.

El currículo es muy rígido y los profesores enseñan muy rápido para cubrir todo el temario. Y con frecuencia ese contenido no tiene contexto.

Y todo es en módulos: aprenda lo que tiene que aprender, haga la prueba y vaya a la siguiente tarea. Y ese tema nunca se reanuda.

Durante 12 años los niños simplemente dicen: «Bueno, dime qué hacer, qué aprender, ¿a dónde voy?» Literalmente se entrena a los niños para no dirigir sus propias vidas.

El método tradicional enseña que existe una respuesta única, es decir, una respuesta correcta y una equivocada. ¿Qué tipos de problemas en la vida, o en el mundo, son así? ¡Casi ninguno! Son todos complejos, multifactoriales, y las soluciones no son correctas o incorrectas, tienen pros y contras, y consecuencias. Entonces el mundo real es mucho más «desordenado».

Niños con un maestro en un vivero.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEl modelo de educación por competencias se ha aplicado en escuelas de elite en todo el mundo, pero todavía tiene que mostrar resultados.

¿Cree que el foco en disciplinas como matemáticas o idioma da a los niños habilidades que necesitan en el siglo XXI?

Por supuesto, los niños necesitan saber leer, escribir y hacer cuentas. Pero la idea de enfocarse tanto en ello en detrimento de todo lo demás está bien documentada en la ciencia como problemática.

Yo digo con frecuencia a los padres: piensen en todas las cosas que los desafían en la vida real. En todos los tipos de problemas: el calentamiento global, las cuestiones de derecha e izquierda…

¿Cómo un idioma y matemáticas son suficientes para equipar a los niños para hacer frente a estas cosas? ¡Y en el trabajo! Observa las habilidades que necesitamos para todos nuestros trabajos.

No se puede enseñar fuera de contexto y esperar que los niños al final entiendan todo lo demás y sean unicornios mágicos que todo lo pueden. Ellos necesitan ir adquiriendo experiencias con problemas reales a lo largo de la vida.

¿Y cuáles son esas habilidades necesarias? Cuando se habla de competencias para el siglo 21, muchos piensan en la robótica, la programación, etc.

Hay cuatro habilidades consideradas centrales: comunicación, colaboración, creatividad y pensamiento crítico.

Es obvio que se necesita esto en muchas partes de la vida. Comunicación para conversar con sus colegas en el trabajo. La colaboración es necesaria porque no trabajamos aislados. La creatividad sirve para pensar en soluciones nuevas e innovadoras. Y pensamiento crítico para lograr resolver problemas, para pensar en soluciones efectivas y significativas en el trabajo o en la vida.

Pero hay mucho más allá. Cuando me preguntan: «Si pudieras cambiar el currículo en una cosa, ¿qué sería?», Siempre digo: añadir el pensamiento sistémico que es aprender a trabajar con sistemas complejos, que no son lineales. Hay dinámicas que puedes aprender, que puedes observar y estar mejor preparado para lidiar con ellos. Nuestro mundo está hecho de muchas capas de sistemas complejos.

Está también el pensamiento ético, o pensamiento con perspectiva social, que es tomar decisiones considerando cómo los otros se ven afectados.

Por supuesto que se enseñan estas cosas (robótica, programación) también, pero la belleza de la Enseñanza Basada en Competencias es que el profesor no necesita ser especialista en robótica, o agricultura hidropónica, o en lo que sea el proyecto elegido para el momento. El profesor se preocupa por el desarrollo general del alumno, trae a los especialistas de la comunidad, incluso involucra a los padres.

Adolescentes en robótica.Derechos de autor de la imagen GETTY IMAGES
La robótica y la programación son algunas de las nuevas disciplinas en educación.

¿Cómo deben enseñarse estas competencias?

Nuestro modelo no es como llenar un cubo de contenido, que es como la mayoría de la gente piensa que es la educación. Los niños no guardan el contenido.

Hay un famoso video en el que a estudiantes de la universidad de Harvard le dan una batería, una lámpara, un hilo y les dicen: ‘Enciéndanlo’. ¡Y ellos no consiguen realizar algo que depende de la comprensión básica de los circuitos! La mayor parte del contenido es inútil porque muchos de nosotros no recuerda la mayor parte de las cosas que nos enseñan en la escuela.

Lo que importa son las habilidades y competencias que se ganan trabajando en esos proyectos. Estamos enfocados en crear experiencias complejas para que los niños aprendan a razonar y que reflejen lo que se les exigirá en el mundo real.

Entonces, si hay una discusión ideológica ocurriendo en el mundo real, debe suceder en la escuela también, sin elegir un lado, y obviamente adaptada para la edad de ellos.

No estamos preocupados en recordar hechos y conocimientos, en cambio sí en tener habilidades necesarias para lidiar con el mundo complejo.

¿Qué puntos del desarrollo de los alumnos muestran que este método es realmente mejor?

La manera en la que ellos hablan y resuelven problemas. Cómo raciocinan y discuten, cómo profundizan en un tema, dialogan y preguntan es más avanzada, compleja y llena de matices de lo que podemos ver en otras escuelas.

Yo bromeo que cuando converso con algún alumno de 14 años de las escuelas que usan ese método, le digo: ‘¡Ven a trabajar conmigo!’ (Risas). Porque la forma en que abordan problemas es algo que me gustaría ver en la gente de mi equipo.

¿Cómo equilibrar esa forma de aprendizaje con exigencias de la enseñanza tradicional, como en exámenes?

Miramos los elementos generales que están en las pruebas, en qué habilidades serán examinados para que puedan ser aprobados en universidades.

Garantizamos que ellos tendrán las habilidades necesarias para aprobar los exámenes. Y eso sucede, la mayoría de las veces, sólo participando, profundizando en esos proyectos.

Nos preocupamos por la alfabetización y las matemáticas específicamente porque hay un nivel de alfabetización básico para poder hacer cualquiera de estos proyectos. Y hay que hacer que los profesores estén capacitados en esas áreas.

Ronda de alumnos con maestro hablando.Derechos de autor de la imagen GETTY IMAGES
El pensamiento crítico es uno de los pilares de la Enseñanza Basada en Competencias.

¿Por qué entonces la educación más enfocada en competencias no es usada de forma más amplia?

Técnicamente, el modelo actual es del siglo 18. Hemos hecho algunos avances y cada escuela es un poco diferente de la otra. Hay algunas que todavía están en el pasado, otras más avanzadas.

Mi primera tesis de maestría fue sobre eso: ¿por qué las escuelas no cambian? Y la respuesta es que hay muchas barreras en los sistemas educativos. Hay políticas estatales, municipales y federales que determinan lo que las escuelas pueden hacer, qué deben hacer, dónde pueden innovar.

Pero también es una cuestión de tomar riesgos. Son niños pequeños, son los hijos de las personas. ¿Querrías arriesgar a aplicar esa innovación en ellos?

Y es por eso es que en EE.UU. hay mucha inversión en investigación para entender lo que es mejor para quien está aprendiendo. Pero tener claridad de lo que es mejor no significa necesariamente que la mejora va a ser aplicada.

La gente tiene resistencia al cambio. Especialmente porque los padres a menudo no entienden el proceso de aprendizaje a fondo, o cómo funciona la investigación en educación. Hay muchos factores que necesitan alinearse para permitir que la escuela cambie.

Al final, lo que posibilita el cambio son recursos, y el apoyo financiero a la educación no es tan alto. No es un negocio tan grande, no da tanto dinero como Google.

Pero creo que estamos en un momento de viraje. Llegamos a un punto en que el mundo ha cambiado tanto que es extremadamente claro que sólo preocuparse por aprobar exámenes no está dando resultados, y que necesitamos preparar a los niños con habilidades más amplias y profundas en un mundo tan complejo. Creo que los padres lo entienden.

¿Cómo es posible organizar una enseñanza sin libros didácticos?

Muchos distritos en Estados Unidos están creando directrices de enseñanza bastante diferentes de los estándares nacionales.

Muchas escuelas en Estados Unidos están elaborando nuevas estructuras basadas en competencias. El objetivo es personalizar la enseñanza, tener en cuenta las necesidades de cada niño.

No estamos educando a niños en una línea de producción, ellos no aprenden todo de la misma manera. Ellos crecen con sus propios caminos, en su tiempo, con diferentes habilidades y de diferentes formas.

Estudiantes en un aula con libros.Derechos de autor de la imagen GETTY IMAGES
La Enseñanza Basada en Competencias (EBC) que se enfoca en desarrollar habilidades y raciocinio en vez de memorización de contenido.

Hasta ahora, la enseñanza por competencia está, en general, bastante restringida a la elite. ¿Una enseñanza diferente para cada niño en el sector público no genera el riesgo de producir más desigualdad?

La desigualdad surge por muchos otros factores, como recursos y políticas regionales. La esperanza es que sea lo contrario, que ese tipo de enseñanza pueda abrir la puerta para más igualdad.

No sólo estás tomando profesores que enseñen diferente, hay toda una preparación detrás. Los profesores que enseñan por EBC (Enseñanza basada en competencias) tienen, en general, más habilidades.

En el caso de las escuelas de elite, hasta ahora se ha implementado este tipo de enseñanza. Pero (en Brasil) estamos, sin embargo, tratando de encontrar recursos y estructuras para que otras escuelas apliquen este método.

Esto debe traer más igualdad. Todo depende de la forma en que se aplicará.

Esta transición de modelo de enseñanza no significa necesariamente que habrá un cambio en la calidad, todo depende de cómo se aplica este tipo de política y cómo se utilizan los recursos.

¿Cómo discutir el temario curricular y el método cuando muchas escuelas a menudo no tienen cosas básicas, como merienda y sillas?

Cuando este es el tema, discutir el currículo es una conversación sin sentido. Porque si no tienes alimento o abrigo, no estás preocupado por la creatividad. Esta es una discusión separada sobre el presupuesto para la educación.

Pero las encuestas muestran que las «charter schools» (escuelas que reciben dinero público pero son operadas por instituciones privadas) en Estados Unidos, que son las que están tratando de asistir a las personas en mayor fragilidad social, incluso cuando ofrecen enseñanza de inglés y matemáticas, logran beneficios, pero no tan grandes. Esta enseñanza no es suficiente para la universidad ni para el mundo real.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-47519869

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Educación: la colaboración y el pensamiento crítico son más importantes en el siglo XXI que las fórmulas matemáticas, dice una especialista del MIT

Redacción: BBC News Mundo

Para el alumno del siglo 21, habilidades como el pensamiento crítico, la colaboración y la creatividad son mucho más importantes que la enseñanza a través de fórmulas o contenido memorizado y sin contexto.

Los contenidos tradicionales como matemáticas o incluso más nuevos, como lenguaje de programación, de nada sirven si se enseñan sin aplicación en el mundo real y sin razonar.

Es lo que dice la especialista estadounidense en Educación Jennifer Groff, cofundadora del Center for Curriculum Networkign e investigadora del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), de Estados Unidos, donde lidera el desarrollo del diseño de juegos para uso en las aulas.

«No se puede enseñar fuera de contexto. Para que exista la esperanza de que al final entiendan todo lo demás (los niños) tienen que comenzar a adquirir experiencia con los problemas reales a lo largo del vida», dice.

Groff es autora de estudios sobre temas curriculares, enseñanza personalizada y sobre cómo redefinir ambientes de aprendizaje y experiencias a través de innovaciones y tecnologías educativas. El año pasado, fue nombrada una de las 100 personas más influentes en tecnología de la educación por la revista Ed Tech Digest.

La especialista también es desde 2017 directora pedagógica de Lumiar, organización de escuelas y tecnologías de aprendizaje creada en Brasil.

Groff explica por qué un número cada vez mayor de expertos defienden la llamadaEnseñanza Basada en Competencias (EBC) que se enfoca en desarrollar habilidades y raciocinio en vez de memorización de contenido.

Jennifer GroffDerechos de autor de la imagenGENTILEZA JENNIFER GROFF
Image captionJennifer Groff defiende la enseñanza basada en competencias.

En ese sistema, los alumnos aprenden a través de la realización de proyectos, en lugar de recibir un contenido listo dividido en disciplinas. Esta enseñanza tampoco depende de materiales como libros didácticos o división de los alumnos en grados.

La metodología fue elegida como una de las más innovadoras por la OECD (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) en 2017 y está siendo implementada en escuelas de países como Holanda, Estados Unidos, Inglaterra y Finlandia.

A pesar de las diferencias, las escuelas que siguen el método se adaptan para no dejar de seguir las directrices obligatorias de educación de cada país.

Estos son los principales extractos de la entrevista que la periodista de BBC Brasil Letícia Mori le hizo a Jennifer Groff:

¿El método tradicional de enseñar atiende a las necesidades educativas de los alumnos?

Hay décadas de investigaciones científicas sobre cómo la gente aprende, y la forma en que estructuramos escuelas y otros ambientes de aprendizaje a menudo no está alineada con estos descubrimientos.

Las estructuras escolares tradicionales, en realidad, llevan a los niños en el sentido opuesto a lo que hoy sabemos es la forma en que aprenden mejor.

Las escuelas tradicionales ofrecen la misma orientación para todo el mundo, un tipo de aprendizaje muy lineal y descriptivo, dividiendo las clases artificialmente en materias.

El currículo es muy rígido y los profesores enseñan muy rápido para cubrir todo el temario. Y con frecuencia ese contenido no tiene contexto.

Y todo es en módulos: aprenda lo que tiene que aprender, haga la prueba y vaya a la siguiente tarea. Y ese tema nunca se reanuda.

Durante 12 años los niños simplemente dicen: «Bueno, dime qué hacer, qué aprender, ¿a dónde voy?» Literalmente se entrena a los niños para no dirigir sus propias vidas.

El método tradicional enseña que existe una respuesta única, es decir, una respuesta correcta y una equivocada. ¿Qué tipos de problemas en la vida, o en el mundo, son así? ¡Casi ninguno! Son todos complejos, multifactoriales, y las soluciones no son correctas o incorrectas, tienen pros y contras, y consecuencias. Entonces el mundo real es mucho más «desordenado».

Niños con un maestro en un vivero.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEl modelo de educación por competencias se ha aplicado en escuelas de elite en todo el mundo, pero todavía tiene que mostrar resultados.

¿Cree que el foco en disciplinas como matemáticas o idioma da a los niños habilidades que necesitan en el siglo XXI?

Por supuesto, los niños necesitan saber leer, escribir y hacer cuentas. Pero la idea de enfocarse tanto en ello en detrimento de todo lo demás está bien documentada en la ciencia como problemática.

Yo digo con frecuencia a los padres: piensen en todas las cosas que los desafían en la vida real. En todos los tipos de problemas: el calentamiento global, las cuestiones de derecha e izquierda…

¿Cómo un idioma y matemáticas son suficientes para equipar a los niños para hacer frente a estas cosas? ¡Y en el trabajo! Observa las habilidades que necesitamos para todos nuestros trabajos.

No se puede enseñar fuera de contexto y esperar que los niños al final entiendan todo lo demás y sean unicornios mágicos que todo lo pueden. Ellos necesitan ir adquiriendo experiencias con problemas reales a lo largo de la vida.

¿Y cuáles son esas habilidades necesarias? Cuando se habla de competencias para el siglo 21, muchos piensan en la robótica, la programación, etc.

Hay cuatro habilidades consideradas centrales: comunicación, colaboración, creatividad y pensamiento crítico.

Es obvio que se necesita esto en muchas partes de la vida. Comunicación para conversar con sus colegas en el trabajo. La colaboración es necesaria porque no trabajamos aislados. La creatividad sirve para pensar en soluciones nuevas e innovadoras. Y pensamiento crítico para lograr resolver problemas, para pensar en soluciones efectivas y significativas en el trabajo o en la vida.

Pero hay mucho más allá. Cuando me preguntan: «Si pudieras cambiar el currículo en una cosa, ¿qué sería?», Siempre digo: añadir el pensamiento sistémico que es aprender a trabajar con sistemas complejos, que no son lineales. Hay dinámicas que puedes aprender, que puedes observar y estar mejor preparado para lidiar con ellos. Nuestro mundo está hecho de muchas capas de sistemas complejos.

Está también el pensamiento ético, o pensamiento con perspectiva social, que es tomar decisiones considerando cómo los otros se ven afectados.

Por supuesto que se enseñan estas cosas (robótica, programación) también, pero la belleza de la Enseñanza Basada en Competencias es que el profesor no necesita ser especialista en robótica, o agricultura hidropónica, o en lo que sea el proyecto elegido para el momento. El profesor se preocupa por el desarrollo general del alumno, trae a los especialistas de la comunidad, incluso involucra a los padres.

Adolescentes en robótica.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLa robótica y la programación son algunas de las nuevas disciplinas en educación.

¿Cómo deben enseñarse estas competencias?

Nuestro modelo no es como llenar un cubo de contenido, que es como la mayoría de la gente piensa que es la educación. Los niños no guardan el contenido.

Hay un famoso video en el que a estudiantes de la universidad de Harvard le dan una batería, una lámpara, un hilo y les dicen: ‘Enciéndanlo’. ¡Y ellos no consiguen realizar algo que depende de la comprensión básica de los circuitos! La mayor parte del contenido es inútil porque muchos de nosotros no recuerda la mayor parte de las cosas que nos enseñan en la escuela.

Lo que importa son las habilidades y competencias que se ganan trabajando en esos proyectos. Estamos enfocados en crear experiencias complejas para que los niños aprendan a razonar y que reflejen lo que se les exigirá en el mundo real.

Entonces, si hay una discusión ideológica ocurriendo en el mundo real, debe suceder en la escuela también, sin elegir un lado, y obviamente adaptada para la edad de ellos.

No estamos preocupados en recordar hechos y conocimientos, en cambio sí en tener habilidades necesarias para lidiar con el mundo complejo.

¿Qué puntos del desarrollo de los alumnos muestran que este método es realmente mejor?

La manera en la que ellos hablan y resuelven problemas. Cómo raciocinan y discuten, cómo profundizan en un tema, dialogan y preguntan es más avanzada, compleja y llena de matices de lo que podemos ver en otras escuelas.

Yo bromeo que cuando converso con algún alumno de 14 años de las escuelas que usan ese método, le digo: ‘¡Ven a trabajar conmigo!’ (Risas). Porque la forma en que abordan problemas es algo que me gustaría ver en la gente de mi equipo.

¿Cómo equilibrar esa forma de aprendizaje con exigencias de la enseñanza tradicional, como en exámenes?

Miramos los elementos generales que están en las pruebas, en qué habilidades serán examinados para que puedan ser aprobados en universidades.

Garantizamos que ellos tendrán las habilidades necesarias para aprobar los exámenes. Y eso sucede, la mayoría de las veces, sólo participando, profundizando en esos proyectos.

Nos preocupamos por la alfabetización y las matemáticas específicamente porque hay un nivel de alfabetización básico para poder hacer cualquiera de estos proyectos. Y hay que hacer que los profesores estén capacitados en esas áreas.

Ronda de alumnos con maestro hablando.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEl pensamiento crítico es uno de los pilares de la Enseñanza Basada en Competencias.

¿Por qué entonces la educación más enfocada en competencias no es usada de forma más amplia?

Técnicamente, el modelo actual es del siglo 18. Hemos hecho algunos avances y cada escuela es un poco diferente de la otra. Hay algunas que todavía están en el pasado, otras más avanzadas.

Mi primera tesis de maestría fue sobre eso: ¿por qué las escuelas no cambian? Y la respuesta es que hay muchas barreras en los sistemas educativos. Hay políticas estatales, municipales y federales que determinan lo que las escuelas pueden hacer, qué deben hacer, dónde pueden innovar.

Pero también es una cuestión de tomar riesgos. Son niños pequeños, son los hijos de las personas. ¿Querrías arriesgar a aplicar esa innovación en ellos?

Y es por eso es que en EE.UU. hay mucha inversión en investigación para entender lo que es mejor para quien está aprendiendo. Pero tener claridad de lo que es mejor no significa necesariamente que la mejora va a ser aplicada.

La gente tiene resistencia al cambio. Especialmente porque los padres a menudo no entienden el proceso de aprendizaje a fondo, o cómo funciona la investigación en educación. Hay muchos factores que necesitan alinearse para permitir que la escuela cambie.

Al final, lo que posibilita el cambio son recursos, y el apoyo financiero a la educación no es tan alto. No es un negocio tan grande, no da tanto dinero como Google.

Pero creo que estamos en un momento de viraje. Llegamos a un punto en que el mundo ha cambiado tanto que es extremadamente claro que sólo preocuparse por aprobar exámenes no está dando resultados, y que necesitamos preparar a los niños con habilidades más amplias y profundas en un mundo tan complejo. Creo que los padres lo entienden.

¿Cómo es posible organizar una enseñanza sin libros didácticos?

Muchos distritos en Estados Unidos están creando directrices de enseñanza bastante diferentes de los estándares nacionales.

Muchas escuelas en Estados Unidos están elaborando nuevas estructuras basadas en competencias. El objetivo es personalizar la enseñanza, tener en cuenta las necesidades de cada niño.

No estamos educando a niños en una línea de producción, ellos no aprenden todo de la misma manera. Ellos crecen con sus propios caminos, en su tiempo, con diferentes habilidades y de diferentes formas.

Estudiantes en un aula con libros.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLa Enseñanza Basada en Competencias (EBC) que se enfoca en desarrollar habilidades y raciocinio en vez de memorización de contenido.

Hasta ahora, la enseñanza por competencia está, en general, bastante restringida a la élite. ¿Una enseñanza diferente para cada niño en el sector público no genera el riesgo de producir más desigualdad?

La desigualdad surge por muchos otros factores, como recursos y políticas regionales. La esperanza es que sea lo contrario, que ese tipo de enseñanza pueda abrir la puerta para más igualdad.

No sólo estás tomando profesores que enseñen diferente, hay toda una preparación detrás. Los profesores que enseñan por EBC (Enseñanza basada en competencias) tienen, en general, más habilidades.

En el caso de las escuelas de elite, hasta ahora se ha implementado este tipo de enseñanza. Pero (en Brasil) estamos, sin embargo, tratando de encontrar recursos y estructuras para que otras escuelas apliquen este método.

Esto debe traer más igualdad. Todo depende de la forma en que se aplicará.

Esta transición de modelo de enseñanza no significa necesariamente que habrá un cambio en la calidad, todo depende de cómo se aplica este tipo de política y cómo se utilizan los recursos.

¿Cómo discutir el temario curricular y el método cuando muchas escuelas a menudo no tienen cosas básicas, como merienda y sillas?

Cuando este es el tema, discutir el currículo es una conversación sin sentido. Porque si no tienes alimento o abrigo, no estás preocupado por la creatividad. Esta es una discusión separada sobre el presupuesto para la educación.

Pero las encuestas muestran que las «charter schools» (escuelas que reciben dinero público pero son operadas por instituciones privadas) en Estados Unidos, que son las que están tratando de asistir a las personas en mayor fragilidad social, incluso cuando ofrecen enseñanza de inglés y matemáticas, logran beneficios, pero no tan grandes. Esta enseñanza no es suficiente para la universidad ni para el mundo real.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-47519869

 

 

 

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Educación: la colaboración y el pensamiento crítico son más importantes en el siglo XXI que las fórmulas matemáticas, dice una especialista del MIT

Estados Unidos / 13 de marzo de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: BBC News Mundo

Para el alumno del siglo 21, habilidades como el pensamiento crítico, la colaboración y la creatividad son mucho más importantes que la enseñanza a través de fórmulas o contenido memorizado y sin contexto.

Los contenidos tradicionales como matemáticas o incluso más nuevos, como lenguaje de programación, de nada sirven si se enseñan sin aplicación en el mundo real y sin razonar.

Es lo que dice la especialista estadounidense en Educación Jennifer Groff, cofundadora del Center for Curriculum Networkign e investigadora del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), de Estados Unidos, donde lidera el desarrollo del diseño de juegos para uso en las aulas.

«No se puede enseñar fuera de contexto. Para que exista la esperanza de que al final entiendan todo lo demás (los niños) tienen que comenzar a adquirir experiencia con los problemas reales a lo largo del vida», dice.

Groff es autora de estudios sobre temas curriculares, enseñanza personalizada y sobre cómo redefinir ambientes de aprendizaje y experiencias a través de innovaciones y tecnologías educativas. El año pasado, fue nombrada una de las 100 personas más influentes en tecnología de la educación por la revista Ed Tech Digest.

La especialista también es desde 2017 directora pedagógica de Lumiar, organización de escuelas y tecnologías de aprendizaje creada en Brasil.

Groff explica por qué un número cada vez mayor de expertos defienden la llamadaEnseñanza Basada en Competencias (EBC) que se enfoca en desarrollar habilidades y raciocinio en vez de memorización de contenido.

Jennifer Groff
Derechos de autor de la imagen GENTILEZA JENNIFER GROFF
Jennifer Groff defiende la enseñanza basada en competencias.

En ese sistema, los alumnos aprenden a través de la realización de proyectos, en lugar de recibir un contenido listo dividido en disciplinas. Esta enseñanza tampoco depende de materiales como libros didácticos o división de los alumnos en grados.

La metodología fue elegida como una de las más innovadoras por la OECD (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) en 2017 y está siendo implementada en escuelas de países como Holanda, Estados Unidos, Inglaterra y Finlandia.

A pesar de las diferencias, las escuelas que siguen el método se adaptan para no dejar de seguir las directrices obligatorias de educación de cada país.

Estos son los principales extractos de la entrevista que la periodista de BBC Brasil Letícia Mori le hizo a Jennifer Groff:

¿El método tradicional de enseñar atiende a las necesidades educativas de los alumnos?

Hay décadas de investigaciones científicas sobre cómo la gente aprende, y la forma en que estructuramos escuelas y otros ambientes de aprendizaje a menudo no está alineada con estos descubrimientos.

Las estructuras escolares tradicionales, en realidad, llevan a los niños en el sentido opuesto a lo que hoy sabemos es la forma en que aprenden mejor.

Las escuelas tradicionales ofrecen la misma orientación para todo el mundo, un tipo de aprendizaje muy lineal y descriptivo, dividiendo las clases artificialmente en materias.

El currículo es muy rígido y los profesores enseñan muy rápido para cubrir todo el temario. Y con frecuencia ese contenido no tiene contexto.

Y todo es en módulos: aprenda lo que tiene que aprender, haga la prueba y vaya a la siguiente tarea. Y ese tema nunca se reanuda.

Durante 12 años los niños simplemente dicen: «Bueno, dime qué hacer, qué aprender, ¿a dónde voy?» Literalmente se entrena a los niños para no dirigir sus propias vidas.

El método tradicional enseña que existe una respuesta única, es decir, una respuesta correcta y una equivocada. ¿Qué tipos de problemas en la vida, o en el mundo, son así? ¡Casi ninguno! Son todos complejos, multifactoriales, y las soluciones no son correctas o incorrectas, tienen pros y contras, y consecuencias. Entonces el mundo real es mucho más «desordenado».

Niños con un maestro en un vivero.Derechos de autor de la imagen GETTY IMAGES
El modelo de educación por competencias se ha aplicado en escuelas de elite en todo el mundo, pero todavía tiene que mostrar resultados.

¿Cree que el foco en disciplinas como matemáticas o idioma da a los niños habilidades que necesitan en el siglo XXI?

Por supuesto, los niños necesitan saber leer, escribir y hacer cuentas. Pero la idea de enfocarse tanto en ello en detrimento de todo lo demás está bien documentada en la ciencia como problemática.

Yo digo con frecuencia a los padres: piensen en todas las cosas que los desafían en la vida real. En todos los tipos de problemas: el calentamiento global, las cuestiones de derecha e izquierda…

¿Cómo un idioma y matemáticas son suficientes para equipar a los niños para hacer frente a estas cosas? ¡Y en el trabajo! Observa las habilidades que necesitamos para todos nuestros trabajos.

No se puede enseñar fuera de contexto y esperar que los niños al final entiendan todo lo demás y sean unicornios mágicos que todo lo pueden. Ellos necesitan ir adquiriendo experiencias con problemas reales a lo largo de la vida.

¿Y cuáles son esas habilidades necesarias? Cuando se habla de competencias para el siglo 21, muchos piensan en la robótica, la programación, etc.

Hay cuatro habilidades consideradas centrales: comunicación, colaboración, creatividad y pensamiento crítico.

Es obvio que se necesita esto en muchas partes de la vida. Comunicación para conversar con sus colegas en el trabajo. La colaboración es necesaria porque no trabajamos aislados. La creatividad sirve para pensar en soluciones nuevas e innovadoras. Y pensamiento crítico para lograr resolver problemas, para pensar en soluciones efectivas y significativas en el trabajo o en la vida.

Pero hay mucho más allá. Cuando me preguntan: «Si pudieras cambiar el currículo en una cosa, ¿qué sería?», Siempre digo: añadir el pensamiento sistémico que es aprender a trabajar con sistemas complejos, que no son lineales. Hay dinámicas que puedes aprender, que puedes observar y estar mejor preparado para lidiar con ellos. Nuestro mundo está hecho de muchas capas de sistemas complejos.

Está también el pensamiento ético, o pensamiento con perspectiva social, que es tomar decisiones considerando cómo los otros se ven afectados.

Por supuesto que se enseñan estas cosas (robótica, programación) también, pero la belleza de la Enseñanza Basada en Competencias es que el profesor no necesita ser especialista en robótica, o agricultura hidropónica, o en lo que sea el proyecto elegido para el momento. El profesor se preocupa por el desarrollo general del alumno, trae a los especialistas de la comunidad, incluso involucra a los padres.

Adolescentes en robótica.Derechos de autor de la imagen GETTY IMAGES
La robótica y la programación son algunas de las nuevas disciplinas en educación.

¿Cómo deben enseñarse estas competencias?

Nuestro modelo no es como llenar un cubo de contenido, que es como la mayoría de la gente piensa que es la educación. Los niños no guardan el contenido.

Hay un famoso video en el que a estudiantes de la universidad de Harvard le dan una batería, una lámpara, un hilo y les dicen: ‘Enciéndanlo’. ¡Y ellos no consiguen realizar algo que depende de la comprensión básica de los circuitos! La mayor parte del contenido es inútil porque muchos de nosotros no recuerda la mayor parte de las cosas que nos enseñan en la escuela.

Lo que importa son las habilidades y competencias que se ganan trabajando en esos proyectos. Estamos enfocados en crear experiencias complejas para que los niños aprendan a razonar y que reflejen lo que se les exigirá en el mundo real.

Entonces, si hay una discusión ideológica ocurriendo en el mundo real, debe suceder en la escuela también, sin elegir un lado, y obviamente adaptada para la edad de ellos.

No estamos preocupados en recordar hechos y conocimientos, en cambio sí en tener habilidades necesarias para lidiar con el mundo complejo.

¿Qué puntos del desarrollo de los alumnos muestran que este método es realmente mejor?

La manera en la que ellos hablan y resuelven problemas. Cómo raciocinan y discuten, cómo profundizan en un tema, dialogan y preguntan es más avanzada, compleja y llena de matices de lo que podemos ver en otras escuelas.

Yo bromeo que cuando converso con algún alumno de 14 años de las escuelas que usan ese método, le digo: ‘¡Ven a trabajar conmigo!’ (Risas). Porque la forma en que abordan problemas es algo que me gustaría ver en la gente de mi equipo.

¿Cómo equilibrar esa forma de aprendizaje con exigencias de la enseñanza tradicional, como en exámenes?

Miramos los elementos generales que están en las pruebas, en qué habilidades serán examinados para que puedan ser aprobados en universidades.

Garantizamos que ellos tendrán las habilidades necesarias para aprobar los exámenes. Y eso sucede, la mayoría de las veces, sólo participando, profundizando en esos proyectos.

Nos preocupamos por la alfabetización y las matemáticas específicamente porque hay un nivel de alfabetización básico para poder hacer cualquiera de estos proyectos. Y hay que hacer que los profesores estén capacitados en esas áreas.

Ronda de alumnos con maestro hablando.Derechos de autor de la imagen GETTY IMAGES
El pensamiento crítico es uno de los pilares de la Enseñanza Basada en Competencias.

¿Por qué entonces la educación más enfocada en competencias no es usada de forma más amplia?

Técnicamente, el modelo actual es del siglo 18. Hemos hecho algunos avances y cada escuela es un poco diferente de la otra. Hay algunas que todavía están en el pasado, otras más avanzadas.

Mi primera tesis de maestría fue sobre eso: ¿por qué las escuelas no cambian? Y la respuesta es que hay muchas barreras en los sistemas educativos. Hay políticas estatales, municipales y federales que determinan lo que las escuelas pueden hacer, qué deben hacer, dónde pueden innovar.

Pero también es una cuestión de tomar riesgos. Son niños pequeños, son los hijos de las personas. ¿Querrías arriesgar a aplicar esa innovación en ellos?

Y es por eso es que en EE.UU. hay mucha inversión en investigación para entender lo que es mejor para quien está aprendiendo. Pero tener claridad de lo que es mejor no significa necesariamente que la mejora va a ser aplicada.

La gente tiene resistencia al cambio. Especialmente porque los padres a menudo no entienden el proceso de aprendizaje a fondo, o cómo funciona la investigación en educación. Hay muchos factores que necesitan alinearse para permitir que la escuela cambie.

Al final, lo que posibilita el cambio son recursos, y el apoyo financiero a la educación no es tan alto. No es un negocio tan grande, no da tanto dinero como Google.

Pero creo que estamos en un momento de viraje. Llegamos a un punto en que el mundo ha cambiado tanto que es extremadamente claro que sólo preocuparse por aprobar exámenes no está dando resultados, y que necesitamos preparar a los niños con habilidades más amplias y profundas en un mundo tan complejo. Creo que los padres lo entienden.

¿Cómo es posible organizar una enseñanza sin libros didácticos?

Muchos distritos en Estados Unidos están creando directrices de enseñanza bastante diferentes de los estándares nacionales.

Muchas escuelas en Estados Unidos están elaborando nuevas estructuras basadas en competencias. El objetivo es personalizar la enseñanza, tener en cuenta las necesidades de cada niño.

No estamos educando a niños en una línea de producción, ellos no aprenden todo de la misma manera. Ellos crecen con sus propios caminos, en su tiempo, con diferentes habilidades y de diferentes formas.

Estudiantes en un aula con libros.Derechos de autor de la imagen GETTY IMAGES
La Enseñanza Basada en Competencias (EBC) que se enfoca en desarrollar habilidades y raciocinio en vez de memorización de contenido.

Hasta ahora, la enseñanza por competencia está, en general, bastante restringida a la elite. ¿Una enseñanza diferente para cada niño en el sector público no genera el riesgo de producir más desigualdad?

La desigualdad surge por muchos otros factores, como recursos y políticas regionales. La esperanza es que sea lo contrario, que ese tipo de enseñanza pueda abrir la puerta para más igualdad.

No sólo estás tomando profesores que enseñen diferente, hay toda una preparación detrás. Los profesores que enseñan por EBC (Enseñanza basada en competencias) tienen, en general, más habilidades.

En el caso de las escuelas de elite, hasta ahora se ha implementado este tipo de enseñanza. Pero (en Brasil) estamos, sin embargo, tratando de encontrar recursos y estructuras para que otras escuelas apliquen este método.

Esto debe traer más igualdad. Todo depende de la forma en que se aplicará.

Esta transición de modelo de enseñanza no significa necesariamente que habrá un cambio en la calidad, todo depende de cómo se aplica este tipo de política y cómo se utilizan los recursos.

¿Cómo discutir el temario curricular y el método cuando muchas escuelas a menudo no tienen cosas básicas, como merienda y sillas?

Cuando este es el tema, discutir el currículo es una conversación sin sentido. Porque si no tienes alimento o abrigo, no estás preocupado por la creatividad. Esta es una discusión separada sobre el presupuesto para la educación.

Pero las encuestas muestran que las «charter schools» (escuelas que reciben dinero público pero son operadas por instituciones privadas) en Estados Unidos, que son las que están tratando de asistir a las personas en mayor fragilidad social, incluso cuando ofrecen enseñanza de inglés y matemáticas, logran beneficios, pero no tan grandes. Esta enseñanza no es suficiente para la universidad ni para el mundo real.

Fuente de la Entrevista:

https://www.bbc.com/mundo/noticias-47519869

ove/mahv

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Bolsonaro contra el pensamiento crítico en Brasil

Brasil / 10 de marzo de 2019 / Autor: Revista Semana Educación / Fuente: semana.com

El proyecto Escuela sin partido, ideado por el presidente de Brasil, pretende eliminar de las aulas las ‘ideologías de izquierda’ y todo rastro del principal pedagogo en la historia del país, Paulo Freire.

Desde que era candidato, el ahora presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, planteó una radical reforma al Ministerio de Educación. Una campaña con más tintes ideológicos que principios pedagógicos, la cual incluye iniciativas como eliminar las discusiones de género, excluir el pensamiento crítico, implementar un gran número de escuelas militares y borrar el legado del pedagogo pernambucano Paulo Freire.

Figura respetada y estudiada en los círculos académicos internacionales, Freire fue uno de los intelectuales brasileños más reconocidos en el mundo. Su visión no solo conserva vigencia en las aulas, sino que tuvo un impacto significativo en otras esferas sociales. Autor de más de 27 obras, su libro Pedagogía del oprimido aparece entre los cien más citados en lengua inglesa y ocupa el segundo lugar en el área de educación, según Google Scholar.

La relación de Bolsonaro con la educación, en cambio, ha alternado durante décadas entre la indiferencia y contados episodios de tensión. De las 150 propuestas que presentó en 27 años como diputado, solo dos fueron aprobadas y solo una trata sobre educación. Su proyecto de 1991 para reducir impuestos y tasas a las familias con más de un hijo aún se encuentra archivado.

En 2006, mientras se discutían las cuotas para estudiantes negros en las universidades, planteó irónicamente que el 50 por ciento de las curules del Congreso deberían ser para población afro y anunció que él mismo votaría en contra de su propuesta; una jugada mal recibida entre sus colegas y en el medio educativo por la falta de seriedad y el trasfondo discriminatorio. Recientemente, durante su campaña presidencial, insistió en su intención de reducir las cuotas tanto en las universidades como en todos los concursos públicos.

Las arremetidas de Bolsonaro contra Freire forman parte de las iniciativas con las cuales pretende eliminar las “ideologías nocivas” que, según él, los gobiernos de izquierda del Partido de los Trabajadores (PT) impusieron durante 13 años en las escuelas estatales.

Las alarmas de académicos se han disparado incluso por fuera del país. Tal es el caso de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad de la Plata, en Argentina, que cita con preocupación en su portal el anuncio de Bolsonaro de “entrar con un lanzallamas al Ministerio de Educación”; una alusión directa a la intención del presidente de prohibir libros y temas como la orientación sexual y degénero en las aulas de clase.

En esa misma línea, el 22 de noviembre de 2018, Bolsonaro anunció por Twitter que su ministro de Educación sería el filósofo colombiano Ricardo Vélez Rodríguez. Graduado en la Pontificia Universidad Javerianade Bogotá y radicado en Brasil desde 1979, es profesor emérito de la Escuela de Comando y Estado Mayor del Ejército y autor de más de 30 obras.

Sus declaraciones están en sintonía con la línea dura del presidente, a quien tilda como “conservador, pero no ultraderechista”, y a quien ha respaldado, especialmente en cuanto al rechazo de los temas de género en el aula.

No es gratuito que la pedagogía crítica de Paulo Freire ocupe la primera línea en esa lista de prohibiciones y sesgos con la que despega el nuevo plan educativo Escuela sin partido. El autor de ‘Pedagogía del oprimido‘ encarna aquella herencia de los gobiernos anteriores que Bolsonaro pretende eliminar.

Freire fue un activo miembro del PT y como parte del mismo se convirtió en una figura visible de la educación popular desde principios de los años sesenta. En ese momento empezó a trabajar en campañas dealfabetización para adultos a partir de los saberes y experiencias acumuladas, un sistema que pronto trascendió las fronteras del país para convertirse en modelo ejemplar en el mundo.

Los principios han calado en toda una generación de educadores brasileños. “No existe un ‘método’ de Freire, su aporte son concepciones: promover el pensamiento independiente, y darle especial importancia a la relación entre profesor y estudiante. En el caso de los jóvenes y adultos, respetarlos por lo que ya saben. En este momento de capitalismo y de explotación laboral, los valores de Freire son cruciales para ayudar a los alumnos a leer la realidad; en sus palabras: ‘leer el mundo antes que leer la palabra’”, afirma una profesora de São Paulo que no quiso revelar su identidad, pues siente que los simpatizantes de Freire, como ella, están bajo la mirada del gobierno.

Las iniciativas de educación popular del pernambucano no se limitan a la alfabetización (la experiencia maratónica de haber enseñado a leer y escribir a más de 300 jornaleros de las plantas azucareras de Rio Grande do Norte en solo 45 días es apenas anecdótica).

A partir de principios como el diálogo entre profesores y estudiantes, su objetivo no solo era lograr un mayor alcance, sino principalmente promover el pensamiento crítico como herramienta para fortalecer las libertades individuales.

El pedagogo pernambucano era enfático en una posición abiertamente ideológica de su trabajo, centrado en el debate y la crítica. Como afirmó en una entrevista con El País de España: “No hay una dimensión política de la educación, sino que esta es un acto político en sí misma”.

Mientras tanto Bolsonaro pone el acento en su preocupación por los supuestos resultados negativos de las escuelas públicas en matemáticas y física, y se presenta como partidario de una educación “más objetiva”, alejada del enfoque crítico cultivado por los gobiernos anteriores: “Vayan a Japón para ver si ellos están preocupados por el pensamiento crítico”, afirmó.

Una objetividad que suena bastante dudosa, desde el momento en que ciertas publicaciones son proscritas, ciertos temas excluidos y la teoría darwinista de la evolución es puesta en tela de juicio por Aléssio Ribeiro Souto, general designado por el gobierno para construir el plan de educación.

Apenas en los primeros meses desde la posesión de Bolsonaro y Vélez, y sus declaraciones han sido resonantes y su efecto viral, pero la implementación del plan de gobierno aún deja un margen tan amplio de preocupación como de duda. Los próximos meses indicarán la nueva ruta de Brasil en educación y definirán el destino del legado de Freire para su país.

Fuente del Artículo:

https://www.semana.com/educacion/articulo/bolsonaro-contra-paulo-freire-el-nuevo-rumbo-educativo-de-brasil/603936

ove/mahv

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Jordi Nomen: “No tener pensamiento crítico implica ser más fácilmente manipulable”

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¿Qué es el pensamiento crítico? ¿Cómo lo podemos definir?
Es un método que utilizamos para sentirnos seguros de nuestra opinión apoyándolas en argumentos fuertes, que sean lógicos, que sean válidos, etc. Al mismo tiempo que se pregunten por la verdad, que sean autocorrectivos. El pensamiento crítico te obliga a revisar las preguntas que te haces y a crecer personalmente con ellas.

¿Qué implica no tener pensamiento crítico? ¿Qué pasa si no nos hacemos preguntas?
No tener pensamiento crítico implica ser más fácilmente manipulable. Pierdes la libertad de pensar por tí mismo, es muy fácil caer en prejuicios y estereotipos porque no hay un trabajo riguroso del propio pensamiento. Esto también implica la imposibilidad de reorganizar tu pensamiento teniendo en cuenta las ideas de los otros. Hay un punto de pérdida de la diversidad, de ser incapaces de atender lo que los demás nos proponen.

¿Cómo podemos transmitir esta necesidad de ser críticos a los niños y niñas?
De entrada, siendo su ejemplo. Los adultos, los profesores debemos ser un modelo de pensamiento riguroso, tenemos que demostrar que nosotros también nos interrogamos. A su vez hay que permitir el tiempo y el espacio para que ellos estén con otra gente, con sus iguales, construyendo pensamiento colectivo. Yo soy muy partidario de que pensemos juntos, de que el aprendizaje es colectivo. Muchos matices y contrariedades que podemos tener respecto a nuestras opiniones nos las aportan los demás. Esto hace que necesitamos a los otros para pensar mejor.

¿Qué más necesitamos para pensar mejor?
El pensamiento crítico es solo una parte de la filosofía para niños. El pensamiento también debe ser creativo y curoso. El pensamiento tiene que buscar soluciones a los problemas y por ello se debe abordar desde distintos flancos y pensar en todas las alternativas posibles.

¿Por qué es importante ser creativo?

Es la mejor forma de encarar el futuro. Nosotros siempre construimos el futuro con la vocación de que sea mejor que el presente que vivimos. Es importante hacer volar la imaginación, pero al mismo tiempo hay que tocar de pies en el suelo. Esto es muy importante en un mundo cuyos problemas cada vez serán más complejos y más difíciles de resolver.

Una de las herramientas para trabajar el sentido crítico son las preguntas. ¿Cómo podemos enseñar a hacer preguntas?
El problema es que no nos han preparado para esto. La retórica y la oratoria han desaparecido del sistema educativo. Si el profesor no es una persona que se formula preguntas en público, si no hace avanzar a los alumnos en las deducciones de lo que van viendo y viviendo, es muy difícil enseñar nada. Hay muy buenas preguntas, pero son preguntas que amplían el conocimiento, que buscan la complicidad. No nos preguntamos por ejemplo por conceptos como la amistad. ¿Cuál es el límite? ¿Qué implica? Es importante definir rigurosamente los conceptos.

¿Es fácil preguntar y enseñar a preguntar?
No, los profesores no estamos preparados, esto no se transmite con facilidad. No se puede hacer un curso y con esto ya sabes preguntar. Requiere mucha experiencia, para conseguir un profesor socràtico necesita tiempo y necesita a sus compañeros, la pregunta siempre se amplia en función de tu interlocutor.

Hacer preguntas, y hacerlas colectivamente genera muchas oportunidades de diálogo. ¿Cómo podemos fomentar este tipo de situaciones?
De entrada, tenemos que tener muy claro lo que es un diálogo: volvamos al rigor de las palabras. Un diálogo significa que no competimos, sino que colaboramos intentando ver matices, puntos oscuros, debilidades de aquello que estamos analizando. Necesitamos mucho tiempo también por que un diálogo de estas características no se puede hacer en un ratillo. Requiera tiempo, tranquilidad, confianza, etc.

¿Estamos acostumbrados a dialogar?
No, además tenemos muy malos referentes. A nuestro alrededor frecuentan las tertulias, los debates, que implican un posicionamiento y la defensa acérrima de la misma. Comporta que hay ganadores y perdedores cuando un diálogo debe ser algo que construya. Vemos mucha gente discutiendo, sobre todo en los medios de comunicación, utilizando falacias lógicas, prejuicios, etc cualquier cosa es válida para atacar al enemigo.

¿En qué consiste el proyecto de filosofía 3/18?
Nos lo tenemos que imaginar como una mesa. Hay 4 patas en esta mesa, las habilidades de pensamiento. Cuando empezamos la clase tenemos que tener claro qué habilidad queremos trabajar esta es la primera pata. La segunda pata es la comunidad de investigación: un grupo de personas, reunidos en círculo, que se vean todos las caras. En tercer lugar, necesitamos un profesor socrático que pueda dirigir este diálogo que sea capaz de conducir, que reparta palabras, etc. Y por último el propio diálogo. La creación de un diálogo que se preocupe por la esencia del tema que se quiere trabajar.
Sobre esta mesa tendremos los tres tipos de pensamiento: el crítico, el creativo y el cuidadoso.

¿Qué objetivo persigue este proyecto? 
El objetivo es que los niños aprendan a pensar bien, en las tres dimensiones. El objetivo de este pensamiento es que sean capaces de transformar la sociedad, con mentalidad ciudadana. No estamos formando personas que solo cuiden de construir su camino, si no que procuramos que piensen en la construcción y transformación del colectivo.

¿Cuáles son sus beneficios?
Los beneficios son claros: una persona crítica es valiente,tiene libertad, es humilde porque capta las opiniones de los demás. Si es creativo, es una persona capaz de imaginar el futuro de intuir posibilidades, etc y si es curoso siempre tendrá a los demás en cuenta, que la ética será uno de los valores que guiarán sus pasos. El pensamiento curoso introduce este componente ético de tener en cuenta a los demás y de querer trabajar por el bien común.

¿El sistema educativo español está preparado ahora mismo para incorporar esto con garantías?
No, no creo que esté preparado. El sistema educativo español actualmente está siendo sacudido y es indudable que las TIC han desbordado la educación tradicional, que la ciencia a través de la neurociencia nos está proporcionando datos muy relevantes sobre cómo aprendemos, por ejemplo que las emociones son básicas para garantizar un buen aprendizaje. No tenemos a docentes preparados para afrontar estos retos, les desborda perder la centralidad del aula. Nos perturba mucho una evaluación que es muy clasificadora y que nos impide ver como progresa cada persona. Hay muchas cosas en el sistema educativo que deberían cambiar para hacer viable un proyecto como el de 3/18.

¿Qué papel adoptan las humanidades en esta sacudida del sistema educativo?
La verdad es que soy muy pesimista. Nos equivocamos mucho bandeando las humanidades del sistema educativo porque las humanidades nos humanizan. La poesía, las artes plásticas, la literatura, la filosofía, nos dotan de la humanidad que necesitamos las personas. Evidentemente no voy en contra de la ciencia y la tecnología, son aprendizajes imprescindibles.

¿Qué lecturas recomendarías para trabajar la filosofía con niños y niñas?
Yo creo que hay que recurrir a los clásicos y en este caso a Mathew Lipman y todo su currículo pensado precisamente para hacer filosofía con niños. Ya en los años 60 empieza a trabajar sobre este currículum con novelas para niños y niñas y libros guía para maestros para que aprendan a trabajar las novelas filosóficas. Abarcan todo el sistema educativo y son fundamentales para avanzar de forma sistemática.

Fuente: http://blog.tiching.com/jordi-nomen/

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Maestros de Maestros: Paulo Freire (1921-1997) -PDF-

Brasil / 10 de marzo de 2019 / Autor: Rafael Reyes Galindo / Fuente: Compartir Palabra Maestra

La pedagogía instala en cada hombre y en cada mujer una capacidad: la capacidad de rebelarse

Para Freire, “todo educador es un artista, una de las tareas del educador es rehacer esto: el educador rehace el mundo, él redibuja el mundo, repinta el mundo, recanta el mundo, redanza el mundo” (2000). Si para Dewey no hay educación si no aprendemos a analizar las fuerzas políticas que nos gobiernan, para Freire no hay educación si no instala en cada hombre y en cada mujer la posibilidad de rebelarse, “fuer por esta razón –confiesa Freire- y no porque yo estaba metido en la alfabetización, que yo fui a la cárcel y pasé dieciséis años fuera de Brasil. La alfabetización que yo hacía implicaba esta comprensión critica del mundo” (Freire, constructor de sueños. 2000).

Con Freire se expande por Latinoamérica una educación como “práctica de la libertad” y una pedagogía que se hace consciente de los límites en los que cada uno y cada una hayan condicionado. La pedagogía se hace lucha por hacerse reconocer, lucha por la visibilidad. Nadie puede permitir pasar invisible en el contexto en el mundo en que vive: hacerse visible como campesino, hacerse visible como comunidad, hacerse visible como negro, hacerse visible como indígena, hacerse visible como extranjero, hacerse visible como nativo como recién llegado, hacerse visible como gitano, hacerse visible como mujer, hacerse visible como juventud.  Aparece una educación insatisfecha siempre, “se trata de una educación para que se tenga poder”, afirma con frecuencia Freire.

Ahora bien, esta práctica crítica de la educación y de la pedagogía no hay que confiársela a los que detentan el poder, no es un asunto de directivas, ni de instituciones: “sería en verdad una actitud ingenua esperar que las clases dominantes desarrollen una forma de educación que permitiesen a las clases dominadas percibir las injustificadas sociales en forma crítica” (Freire, constructor de sueños. 2000). Y las clases dominantes son las políticas públicas, los modelos pedagógicos, los sujetos a los que le han encargado las prácticas exitosas de la pedagogía, la excelencia docente y la acreditación institucional. Ellos tienen un oficio sin el cual posiblemente no tendríamos una educación racionalmente administrada; pero no le pidamos a estos ámbitos una educación con inquietud crítica y menos una pedagogía como lucha por hacerse reconocer y un desborde de la obediencia hacia una creación de un mundo nuevo.

Pero si no es un asunto de directivas ni de instituciones, la educación critica es un acontecimiento fundacional de rehacer todo y, también, una actividad de sujetos que conciben el mundo a partir de sus relacione mutuas. Como acontecimiento fundacional, se coloca en la génesis primordial de todo lo creado, “Dios dijo, nombrarás las cosas, darás nombre a las cosas. Y solo es posible “dar nombre” cuando las cosas están hechas. Por lo tanto, Dios dijo: ¡transformarás el mundo! Y En esto consiste transformar, dar de nuevo nombres a las cosas (…) las ideologías inmovilizantes obstaculizan que hombres y mujeres rehagan el mundo y van contra el Génesis” (Freire, constructor de sueños. 2000).

Pero además de un acontecimiento fundacional, la educación crítica es una actividad de los sujetos. Somos poder porque somos educadores, “como educadores y educadoras somos políticos, hacemos política al hacer educación” (Freire, constructor de sueños. 2000). La educación hace que los individuos se movilicen, que los individuos se organicen, y que los individuos se asocien para transformar “el mundo malo” (Freire, constructor de sueños. 2000). Aparece aquí una íntima relación entre enseñanza y educación (Freire, Cartas a quien pretende enseñar, 2010): no hay neutralidad en la enseñanza de las ciencias; toda enseñanza lleva una comprensión del mundo que debe ser explicada, analizada, cuestionada y transformada. Toda enseñanza de la ciencia lleva a la trasformación de las condiciones culturales en la que se encuentran los educandos, no hay una epistemología que nos permita comprender el mundo sin cambiar a los sujetos que comprenden, sin ser cambiado por los sujetos que aprenden. Por eso, no hay enseñanza neutral, objetiva, general para todos sin que le pase algo a los que aprenden, sin que le suceda un aprendizaje al que enseña. Algunas pedagogías centradas en el aprendizaje desconocen esto, desconocen el trabajo relacional de la enseñanza, la capacidad transformadora de los contenidos de la enseñanza, la transformación de los contenidos en los espacios culturales, y el acontecimiento fecundo de los encuentros de sujetos con deseos de saber.

La transformación del mundo pasa por una lectura del mundo. Leer es transformar.  “Leer” la educación, leer la pedagogía, leer la didáctica del lenguaje es cambiar el mundo que nos sucede. Consiste en habitar nuestro espacio y ser soberanos en él. Por eso, Freire elabora la noción de “Pedagogía del oprimido” (2005) como una herramienta analítica, para detectar las prácticas de la educación bancaria en la que estamos limitados y condicionados. Uno se imagina un cajero de una entidad financiera que traslada dinero que no es suyo, sin enriquecerlo a él, sin cambiarlo para nada su modo de vida.

Así es la educación bancaría. Este tipo de educación legitima una pedagogía del opresor, mantiene oprimidos a los educandos, hace perpetua la opresión. En este estado, los oprimidos carecen de mundo propio, afectándose de manera directa la forma de estar en el mundo pues le impiden tomar posesión de él. Se necesita una pedagogía que le permita al educando decir su mundo y tomar su vida a dos manos. Freire instala una concepción problematizadora de la relación pedagógica, al detectar la contradicción educador-educando. Al mismo tiempo ofrece un modo de superación de esta contradicción mediante el ejercicio mediador del lenguaje, señalando el carácter dialógico de la educación como práctica de la libertad.

La educación bancaria sería una vida unidimensional donde el mundo del oprimido es el mismo mundo del opresor donde se legitima la vida que se lleva y las injusticias en las que se mueve. En cambio, en una educación liberadora, los educandos leen su mundo, se dan cuenta que están condicionados, pero que no están determinados y se movilizan para cambiar todo. Esta apropiación la llama la capacidad de decir su mundo, se trataría de un proceso de concientización.

La lectura, la enseñanza de la literatura, en este contexto liberador no es asunto de cuantos libros lee al año, cómo hacer su lectura rápida ni como adquirir competencias lecturas sino de cómo la lectura del mundo lo ha llevado a la lectura de determinados libros. Y de cómo determinados libros lo lleva a una lectura del su mundo. En La importancia de leer y el proceso de liberación (2005) Freire recalca que la lectura del mundo es primero que la lectura de los libros y que si se leen los libros es porque primero se ha leído el mundo. De modo que, si se logra éxitos en los Derechos Básicos de Aprendizaje, pero nuestros jóvenes, nuestros niños y niñas no han aprendido a leer su mundo lo que hemos hecho es negarles el derecho primordial: la capacidad de darle nuevos nombres al mundo que les heredamos.

Paulo Freire fue cuando joven profesor de portugués, cuando tenía veinte años sus estudiantes no tenían que memorizar ciegamente la sintaxis, sino que “se proponía a la curiosidad de los alumnos de manera dinámica y viva, en el cuerpo mismo de los textos, ya de autores que estudiábamos, ya de ellos mismos, como objetos a desvelar y no como algo parado cuyo perfil yo describiese” (p. 101).

Me refiero a que la lectura del mundo precede siempre a la lectura de la palabra y la lectura de esta implica la continuidad de la lectura de aquel. […] Este movimiento del mundo a la palabra y de la palabra al mundo está siempre presente. Movimiento en que la palabra dicha fluye del mundo mismo a través de la lectura que de él hacemos. De alguna manera, sin embargo, podemos ir más lejos y decir que la lectura de la palabra no es solo precedida por la lectura del mundo, sino por cierta forma de “escribirlo” o “reescribirlo”, es decir, de transformarlo a través de nuestra práctica consciente. (p. 106)

Enseñar y la lectura misma siempre fueron vistas como “un acto político y un acto de conocimiento, y por eso mismo como un acto creador” (P. 104). El maestro ocupa un papel importante, sobre todo en sus últimos trabajos. Hay un trabajo creativo en la relación pedagógica: hacer todas las cosas nuevas: no se limita a “ir llenando cabezas vacías” sino que se hace de cada educando un sujeto; alguien capaz “de su tarea creadora” (p. 105).

Paulo Freire construyó una pedagógica critica, que después es retomada por pensadores como Henry Giroux, Peter Maclaren, Stephen Kemmis, Michel Apple. En Colombia ha sido el inspirador de la Educación Popular, de las Comunidades Eclesiales de base y de los movimientos sociales.

Si Inmanuel Kant señaló en los inicios de la Modernidad, que la Ilustración, es “la salida de la minoría de edad” (1804) que toda educación consiste en arriesgarse a pensar por sí mismo (sapere aude), Dewey nos mostró que esto no es posible si un análisis de las fuerzas que nos construyen. Para Freire, pensar por sí mismo sería la capacidad de ocupar el “metro de poder” que nos pertenece: de tomar la palabra, de hacerse visible, de reinventar el mundo que se nos ha dado. Con Freire, la educación para la obediencia no tiene lugar. La obediencia se infiltro en la educación moderna, por alguna razón, pero que pertenece a otro registro que debe ser analizado. No nos educamos para obedecer, nos educamos para tener razones de obedecer, y esas razones de obedecer son las mismas razones para la desobediencia.

Con Freire la práctica pedagógica toca las fronteras de la escuela, la práctica pedagógica se abre a los saberes comunitarios, los saberes escolares se redefinen como proyectos políticos, el currículo se hace crítico, el maestro intelectual orgánico y el educando un artista de sí mismo.

Link para la descarga:

https://compartirpalabramaestra.org/documentos/aliados/maestros-de-maestros/maestros-de-maestros-freire.pdf

Fuente de la Reseña:

https://compartirpalabramaestra.org/especiales-tematicos/maestros-de-maestros/paulo-freire-1921-1997

ove/mahv

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