América Central/El Salvador:/22-01-2021/Autora: Susana Joma/Fuente: www.elsalvador.com
El hecho de que los niños no reciben educación presencial desmotiva a los padres, por lo cual algunos se abstienen de matricularlos. La matrícula de preescolar y kínder en colegios ha caído no menos de un 50 % y se ha roto la continuidad educativa, advierte especialista.
Los centros educativos privados que brindan servicios de educación inicial y preescolar, a niños de entre 0 y 6 años, han empezado el 2021 con problemas de matrícula escolar, informó Javier Hernández Amaya, presidente de la Asociación de Colegios Privados de El Salvador (ACPES).
El fenómeno surge mientras el país experimenta alza en los casos de COVID-19 y las autoridades educativas han postergado de forma indefinida el regreso a clases presenciales, supeditando la enseñanza a la modalidad virtual.
“En el grupo etario de educación inicial y educación Parvularia definitivamente que el sistema educativo privado y también el sistema educativo público tiene serias dificultades para atenderlo”, afirmó el dirigente de la ACPES a mediados de la semana, durante una entrevista con este periódico.
Hernández Amaya explicó que este fenómeno se debe a que para formar a estos infantes es necesario darles atención presencial o semipresencial, en donde lo que se busca es lograr la adaptación de los pequeños al sistema educativo, pero que eso es algo que en este momento no es viable.
“Entonces cuando se van buscando principios de adaptabilidad, de aprendizaje, de manejo de la motricidad, de otros temas que tienen que ver técnica y exclusivamente para esos grupos etarios, el ofrecerles un servicio educativo virtual se vuelve de repente un motivo que significa la deserción o el ausentismo del estudiante en esos niveles”, comentó.
El dirigente de la ACPES sostuvo que muchos padres que tienen hijos en edades que corresponden a estos niveles de enseñanza están optando por no matricularlos, ante el hecho de que no les pueden brindar atención presencial.
“Hemos experimentado algunas matrículas muy bajas en este año escolar en estos niveles”, aseguró.
Afirmó que si bien al cierre del año pasado 15 colegios que brindan varios niveles educativos habían definido cerrar operaciones por problemas financieros, resultado del impago de los padres, ya en este inicio del 2021 algunos colegios de educación preescolar, kínder y Parvularia en un momento dado le han externado intención de cerrar porque sus presupuestos, que dependen de la matrícula y colegiatura, no les resultan suficientes para continuar.
Comentó que una cadena de colegios que brinda estos servicios educativos, en la capital, se vio durante estas primeras semanas de enero precisamente en esa disyuntiva de cerrar tres de sus sedes, pero al final encontró una alternativa.
Aunque Hernández Amaya se abstuvo de brindar el nombre del centro educativo, porque dijo no tener autorización para hacerlo, señaló que al final las autoridades del centro educativo privado obtuvieron un permiso provisional del Ministerio de Educación (MINED) para reubicar a sus alumnos en otro local que significa menos inversión; esto evitó su cierre.
El viernes, al cierre de la semana, se conoció también que el Colegio María de Bruner, conocido como kinder Pasitos, cerró sus puertas luego de 35 años de funcionar. Las responsables informaron que tuvieron una deserción del 20 % de los niños.
Paralelo a la difícil situación de estos colegios, el representante de la ACPES externó preocupación ante el hecho de que este sector poblacional, sobre todo los del nivel inicial quede rezagado, pues a su criterio el sistema educativo público no está en condiciones de atenderlo.
Según afirmó, el sistema de enseñanza pública no tiene una mínima cobertura de educación inicial; además, este año tampoco brindará la educación presencial que está buscando el padre de familia, lo cual implica que el niño quedará sin acceder a servicios educativos.
Describió que si bien hay algunas oficinas de gobierno que cuentan con Centros de Desarrollo Infantil (CDI) para los hijos de sus empleados, esto no garantiza una cobertura total de esa población.
“Entonces lo que vamos a comenzar a ver es que la brecha que hay de no cobertura del nivel de educación inicial se va ampliar, educación Parvularia igual, consecuencia de que las oportunidades van a ir siendo cada día menores para ir atendiendo estos niveles”, advirtió.
El dirigente de la ACPES subrayó que en el marco de esta pandemia los niños quedarán fuera del sistema porque sus padres están a la espera de que el servicio educativo se dé un 50 % o 100 %; o van a tener que esperar cumplir la edad para poder entrar a un nivel en el que pueda ser más autodidacta de lo que es en este momento.
Señaló que es de lamentar la difícil situación en que están los colegios que brindan estos servicios educativos, puesto que a su criterio el que uno de ellos quiebre es impactante: “El cierre de un colegio es como la muere de un hijo, eso es durísimo. Ver a una persona que ha sido dueña de un colegio 30 años y después verlo frustrado es para darle un pésame”.
Para 2019, según datos oficiales, la matrícula final de estudiantes de Educación Inicial fue de 14,149 niños, mientras que en Parvularia alcanzó los 209,365.
Al iniciar el 2020 hubo 3,737 niños matriculados en Educación Inicial y 205,202 en Parvularia, pero todavía no se conoce cuántos de ellos finalizaron.
El especialista educativo, Óscar Picardo, a partir de sondeos que realiza estimó que la matrícula de preescolar y kínder en colegios ha caído no menos de un 50 % y se ha roto la continuidad educativa; con lo cual no descarta que centros más pequeños, débiles en sus finanzas cierren, sobre todo porque no tendrán ingresos con el tema de útiles y uniformes.
“El impacto pedagógico de preescolar y primer ciclo será dramático para el futuro escolar de los niños”, subrayó.