Por: Observatorio FAROS Sant Joan de Déu
Un estudio realizado hace unos años en Holanda detectó que un tercio de los niños entre 5 y 15 años tomaban fármacos para tratar la hiperactividad, un dato que contrastaba con la prevalencia de este trastorno, que ronda el 5%.
Psicólogos y pedagogos comenzaron a buscar una explicación y la encontraron en la excesiva presión que viven los padres de estos pequeños, dispuestos a darles cualquier cosa que puedan creer que les ayuda a rendir más. Una sociedad que mide a la gente por su rendimiento, se venía a decir, crea padres ansiosos, con miedo al fracaso, que pueden sentirse culpables si sus hijos no funcionan de forma satisfactoria.
Datos como este evidencian la obsesión por una educación perfecta que se vive en muchos países y los problemas que puede acarrear. Algunos responsables educativos de Reino Unido y Estados Unidos han alertado recientemente de la creciente presión para que los niños entren en las escuelas infantiles de élite y obtengan buenos resultados en ellas. Con la crisis, aseguran algunos expertos, la competitividad en la educación se ha exacerbado.
¡Cuidado con presionar excesivamente a tus hijos! Escuela, deberes y sus múltiples actividades extraescolares pueden dejarles sin tiempo libre suficiente. Ten en cuenta que ellos necesitan espacios de ocio sin las presiones de la vida adulta. Comportarse como niños es lo que les ayuda a potenciar su creatividad e imaginación. Una presión excesiva puede tener efectos negativos sobre ellos.
Evita que se vean afectados emocionalmente
Según diversos especialistas en pedagogía, tus hijos pueden tener más problemas de autoestima y confianza en sí mismos si sienten que la presión paterna sobre ellos es demasiado pesada. Se pueden convertir en niños tristes y retraídos, lo que puede conducirles a ser posteriormente adultos insatisfechos.
Además, una excesiva presión puede hacerles cuestionarse su propia inteligencia y habilidades, lo que les creará dificultades para aprender y crecer. Ten en cuenta que la semilla de la felicidad futurase siembra durante la infancia.
Ayúdales para que no se agoten físicamente
El bienestar emocional de tus hijos no es lo único que puede verse afectado por una presión excesiva por tu parte. Es probable también que muestren síntomas de agotamiento físico.
Por ejemplo, si estás demasiado tiempo presionándoles para que alcancen un alto nivel en la escuela o en algún deporte, es posible que no puedan dormir adecuadamente, lo que afectará a su estado de ánimo, su actitud y su capacidad de aprendizaje.
Establece objetivos de aprendizaje, no de rendimiento
Es natural que quieras que tus hijos rindan bien en los deportes, en la escuela y en la vida, pero si sienten demasiada presión para hacerlo siempre a la perfección, sufrirán. Para evitarlo, te será de utilidad establecer objetivos de aprendizaje más que de rendimiento.
Por ejemplo, más que presionarlos excesivamente para que obtengan una buena nota en una asignatura, motívales para que aprendan del examen. Si no lo han hecho bien, ayúdales a decirte qué han aprendido de su experiencia, y así sabrán si necesitan estudiar más la próxima vez o quizá dormir más antes del examen. Esto les ayudará a aprender no sólo de sus calificaciones sino también de sus errores, lo que es bastante más productivo que presionarles siempre para obtener buenos resultados.
Limita la presión sobre ellos
Puedes ver a tus hijos desbordados de actividades y creer que lo están disfrutando. Sin embargo, debes hablar con ellos y preguntarles si están demasiado estresados. Si sienten que no tienen tiempo suficiente para disfrutar de su vida, debes ayudarles a eliminar actividades de su agenda. Ten en cuenta que tus hijos pueden no querer decírtelo por miedo o por no querer enfadarte. Tendrás que ser capaz de comprender sus estados de ánimo. Si tus hijos sienten que jugar al fútbol al mismo tiempo que van a clases de piano no les deja suficiente tiempo para estudiar y tener tiempo libre, será recomendable que dejen de realizar alguna de estas actividades.
Ten siempre presente que es muy importante que tus hijos puedan disfrutar de ser niños. El éxito a toda costa no es una ambición saludable. Tu principal prioridad debe ser guiarlos y darles apoyo para que sean felices y tengan un entorno estable. Además, los niños satisfechos son al final capaces de rendir mejor.
Fuente noticia: http://faros.hsjdbcn.org/es/articulo/cuidado-presionar-excesivamente-tus-hijos-su-educacion
Fuente imagen: http://www.elcorreo.com/noticias/201511/05/media/cortadas/deberes–575×380.jpg