Campaña por el NO, ideología de género y homofobia en Colombia

América del Sur/Colombia/09 de Septiembre de 2016/Autora:Claudia Bermúdez/Fuente: Las 2 orillas

El pasado 10 de agosto, Colombia presenció una multitudinaria marcha en distintas ciudades del país. Las razones: la página 19 de las cartillas “ambientes libres de discriminación” que el Ministerio de Educación, con el apoyo del Fondo de Poblaciones de las Naciones Unidas y la Corporación Colombia Diversa, venía revisando en distintas instituciones educativas para dar cumplimiento a la sentencia de la corte T478 de 2015, que pretende eliminar discriminación por razón de diversidad sexual en las instituciones educativas del país.

De acuerdo con los promotores de la marcha, mayoritariamente  cristianos, era inadmisible que en unas cartillas del gobierno afirmaran que “no se nace siendo mujer u hombre”, no obstante poco se dijo de los otros contenidos. Sin embargo esas fueron razones suficientes para plantear la existencia de un “adoctrinamiento”  “colonización” e imposición de una “ideología” que ellos denominan de género.   En el control político realizado al ministerio de educación por tales cartillas, la Ministra Gyna Parody mostró que el tema de la perspectiva de género – y no de ideología-,  es un asunto de Estado y no de gobierno que se viene implementando en Colombia desde el año 1993 bajo la denominada educación sexual. ¿Por qué surgió ahora el “despertar”? ¿Por qué ad portas de un plebiscito por la paz?

Todo parece indicar que desde el 10 de agosto en Colombia se autorizó y legitimó de nuevo la persecución y la discriminación por razón de la condición sexual, pese a  un marco legal que lo sanciona. Triunfantes por lo que consideran fue la manifestación multitudinaria de la gracia de Dios en Colombia, con carteles abiertamente ofensivos frente al sector LGBTI, han emprendido una cruzada antigay que niegan a capa y espada, de modo que sin vergüenza alguna y de manera abierta proponen una persecución y discriminación por razón de la condición sexual. Desde entonces la homofobia en nombre de Dios se pasea rampante por las redes sociales y por las calles de Colombia. Así, citando la biblia, convocan a la oración y hacen un llamado a sus fieles para “desenmascarar el lobby gay” y promover el “activismo proheterosexual”. Desconozco las razones que justifican este tipo de activismo, no conozco si en Colombia o en el mundo alguien ha sido perseguido, discriminado, asesinado  por su condición de heterosexual. Amparados en lo que denominan una agenda mundial del “lobby gay”, plantean que la comunidad LGBTI en el mundo es muy poderosa –también según ellos heterofóbica- y tiene un propósito “perverso” de destrucción de la familia. Según ellos, su poder es tan grande que han llegado a presionar a organismos internacionales como la ONU e incluso a entidades tan prestigiosas como la Asociación Americana de Psiquiatría, para que eliminen de su manual de diagnóstico el DSM a la homosexualidad como una patología y han manipulado a científicos prestigiosos que, temerosos por la presión en el mejor de los casos, han manipulado los resultados de sus investigaciones en torno al tema de la diversidad sexual y en el peor están vinculados con sectas satánicas.

El punto final viene amarrado al plebiscito y los acuerdos. Al igual que en las cartillas, cuyo debate se erigió desde una sola página, éste activismo “proheterosexual” hizo la tarea de filtrar la palabra género, sin leer todo lo demás. Así sin siquiera leer tampoco la propuesta en torno a la perspectiva de género, la encontraron repetida 114 veces, motivo suficiente para escandalizarse y proponer a sus fieles el voto por el NO.  Afirmando que votar por el SI es votar por el Lobby gay y señalando a Colombia como un Estado gay, mientras que votar por el NO es estar del lado de Dios.  Evidentemente la campaña por el NO desde la vertiente cristiana no solo está amarrada a la desinformación sino ante todo al temor, o quizás al terror. A juzgar por algunos de los comentarios, Colombia no solo está a punto de ser una nueva Sodoma, sino que ya se acerca al final de los tiempos, por eso hay que buscar protección. Pero el temor mayor que expresan con ahínco es el temor al diablo, pues algunos de sus líderes afirman que la presencia del lobby gay no es más que la mismísima señal que el anticristo se encuentra presente en Colombia.

Sí, el temor a satanás desde la fe cristiana es el que mueve el voto por el NO, y por este  temor a satanás saldrán a marchar de nuevo.

Fuente: http://www.las2orillas.co/campana-por-el-no-ideologia-de-genero-y-la-homofobia-en-colombia/

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