Australia/29 septiembre 2016/Fuente: Proexpansion
Australia se ha vuelto escenario del debate educativo y económico sobre la reducción de tamaños de clase, es decir, clases más pequeñas con menos estudiantes. Sin embargo, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), en su reporte Education at a Glance 2016, hecho sobre 46 países, muestra que la cantidad de alumnos por aula no causa efectos relevantes en el desempeño académico.
El artículo de Australian Financial Review que recoge los resultados de la OECD, titulado, OECD backs call to stop reducing class sizes, spend resources more effectively, señala que el tamaño de las clases en Australia sigue reduciéndose, con apoyo de la comunidad. En este país los sindicatos docentes impulsaron el proyecto que realizó cambios en los 60’s y 70’s, y que ha continuado haciendo recortes en la década pasada. Sólo del 2005 al 2014, las clases de primaria se redujeron en 1% y las de secundaria en 4%, a pesar que es económicamente contraproducente según The Australian Financial Review, que calculó se ahorrarían aproximadamente 1.2 billones de dólares aumentando dos estudiantes por clase.
En Australia, la cantidad promedio de estudiantes por aula es 24, en primaria y secundaria. Este número es cercano al promedio general calculado por la OCDE. Sin embargo países como Japón y Corea del Sur, con más estudiantes por salón, obtienen mejores resultados en la prueba diseñada por esta organización, Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA), que mide las habilidades de estudiantes de 15 años en diferentes países. En Japón las aulas de primaria tienen 27 alumnos y las de secundaria 32. Por su parte, las aulas de primaria en Corea del Sur cuentan con 24 alumnos y las de secundaria con 32 al igual que en Japón.
Curiosamente, los países que tuvieron peores resultados que Australia, casi siempre tienen clases más pequeñas. Gran Bretaña tiene aproximadamente 25 alumnos por clase en primaria y 19 en secundaria, y Estados Unidos tiene clases con 21 alumnos en primaria y 27 en secundaria.
Finlandia, tuvo un mayor rendimiento que Australia en la prueba PISA pero sus clases son aún más pequeñas, con 19 alumnos en las aulas de primaria y 20 en secundaria.
Por ello, el reporte de la OECD insiste en que gobiernos y escuelas necesitan evaluar si vale la pena invertir en la reducción de la relación estudiante-maestro, cuando el mismo dinero se podría invertir en proyectos que traigan mejores resultados. Se pierden oportunidades de invertir en mejores salarios, capacitaciones a docentes e implementación de tecnologías.
Esta evaluación debería realizarse profundamente tomando en cuenta variables económicas pero también el factor humano, porque tener menor alumnado por aula beneficia a estudiantes con entornos de aprendizaje desfavorables, según el reporte de la OCDE. Puede que el fin de estos espacios sea más que nada inclusivo y que las actividades que se desarrollen en estos vayan más allá de estudiar para aprobar la prueba PISA.