América del Sur/Venezuela/Octubre 2016/Noticias/http://www.correodelorinoco.gob.ve/
La declaración que ha elaborado el Departamento de Estado de los Estados Unidos, y circulado la misión de Paraguay es una insólita manifestación de intervencionismo contra un país soberano.
Este acto inamistoso, contrario a los principios que deben guiar el comportamiento de todos los países en este Consejo, se inscribe en la escalada imperialista que pretende destruir la democracia venezolana y derrocar el Gobierno legítimo del presidente Nicolás Maduro Moros.
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, renovó el Decreto Ejecutivo mediante el cual se declara a Venezuela como una amenaza inusual y extraordinaria para ese país.
El imperio y sus lacayos alegan, falsamente, que en Venezuela podría haber una “crisis humanitaria”.
Y llama la atención que su declaración “alienta” a la Oficina del Alto Comisionado a la “pronta ejecución” de un programa de protección de la seguridad alimentaria y de salud en Venezuela, “coordinado por las Naciones Unidas”.
Y propone que se activen “mecanismos” del Sistema de Naciones Unidas para controlar los procesos económicos y sociales de la patria de Bolívar.
¡Qué casualidad!
El 22 de octubre de 2015 el jefe del Comando Sur de Estados Unidos, general John Kelly, declaró a la cadena de noticias CNN que “(…) si hay un colapso de la economía al punto de necesitarse con urgencia alimentos, agua y medicinas, podríamos reaccionar”. El Pentágono estaría preparado para ejecutar una invasión militar contra Venezuela.
“Y lo haríamos solo si se nos pidiera desde organismos como la ONU y la OEA”, dijo Kelly.
Es indebido que los redactores de la intervencionista declaración hayan utilizado el Tema 10 de la Agenda de este Consejo, referido a la “asistencia técnica y fomento de la capacidad”, cuando este tema es para promover la cooperación técnica y fomentar la capacidad en el campo de los derechos humanos, con el concurso de los países que así lo requieran.
La declaración injerencista, en vez de fomentar la cooperación, fomenta la pugnacidad entre países.
No deberían tener cabida en este Consejo las iniciativas políticamente motivadas y claramente intervencionistas contra Estados soberanos.
RECHAZAR INSOLENCIAS IMPERIALES
Deploramos que algunos países hagan coro, bien por intereses geopolíticos, bien por desinformación, bien por servilismo, a este intento por desprestigiar nuestra democracia participativa y protagónica.
Rechazamos las pretensiones imperiales de socavar la estabilidad democrática y de destruir las conquistas alcanzadas por el pueblo venezolano, en el marco de la Revolución Bolivariana iniciada por el presidente Hugo Chávez Frías y continuada por el presidente Nicolás Maduro Moros.
Los patrocinantes de esa indigna declaración también piden a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos que analice “una propuesta de cooperación” para interferir en el diálogo político en Venezuela.
¡Qué insensata exhortación!
¿Es que no saben que el presidente Nicolás Maduro ha solicitado la facilitación de Unasur y de su secretario general, el expresidente Ernesto Samper, para que facilite el diálogo en Venezuela entre el Gobierno y la oposición?
¿Es que ignoran que el expresidente de Colombia ha designado como facilitadores del diálogo político, entre el Gobierno y la oposición, a los expresidentes de España, José Luis Rodríguez Zapatero; de República Dominicana, Leonel Fernández, y de Panamá, Martín Torrijos?
Sin duda, lo que persiguen el imperio y sus peones domésticos es sabotear el diálogo propuesto por el presidente Nicolás Maduro y el formato de facilitación que lleva adelante Unasur.
Los patrocinantes de la declaración intervencionista instan a Venezuela a aceptar la facilitación de la Santa Sede en el diálogo.
¿Es que acaso el Gobierno Bolivariano de Nicolás Maduro Moros se ha rehusado a aceptar el concurso del Vaticano? ¡Qué falsedad!
Cierto, el papa Francisco ha ofrecido sus buenos oficios para que avance el proceso de diálogo, y el presidente Maduro Moros los ha acogido con beneplácito.
DIÁLOGO: BANDERA DEL PRESIDENTE MADURO
El presidente Nicolás Maduro ha hecho reiterados llamados a todos los sectores nacionales para adelantar un diálogo amplio y sin exclusiones. Siempre ha fomentado el diálogo democrático. ¿Por qué se niegan sectores de la oposición antidemocrática a atender esos llamados?
El Presidente ha propuesto un diálogo para canalizar democráticamente las diferencias políticas y para superar las dificultades creadas por la guerra económica que lanzan contra Venezuela factores nacionales y foráneos vinculados a Estados Unidos.
Cínico es que el Gobierno de los Estados Unidos -redactor de la declaración que ha leído su lacayo, Paraguay- hable de violaciones a los derechos humanos en otros países en desarrollo.
¿Con qué moral un gobierno que ha cometido tantos actos barbáricos y criminales en el mundo -verbigracia Irak, Libia, Vietnam, Camboya, Panamá, Chile, Guatemala-, y cuyos responsables deberían ser enjuiciados por la Corte Penal Internacional, puesto que los crímenes de guerra y de lesa humanidad no prescriben, se atreve a hablar de respeto a los derechos humanos?
El Gobierno de Paraguay, que se ha prestado, indignamente, para circular en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU la infeliz declaración redactada por el Departamento de Estado contra Venezuela, está presidido por un condenado por la justicia de su país por delito de estafa. Ha sido señalado como el capo mayor de la mafia de contrabandistas de tabaco hacia Brasil.
Exhortamos en este Consejo a rechazar la utilización de los derechos humanos como instrumento para satanizar y desestabilizar gobiernos legítimos, que no se someten a los designios del imperio más sanguinario que conoce la historia de la humanidad.
PLENO RESPETO A LOS DERECHOS HUMANOS
La democracia participativa y protagónica de Venezuela ha ampliado -como nunca- el disfrute de los derechos humanos y, en consecuencia, los niveles de libertad, justicia, igualdad y solidaridad.
Venezuela impulsa una política internacional soberana e independiente que contribuye a la paz de las naciones, y fomenta la democratización de las relaciones internacionales.
En el marco de la Revolución Bolivariana se han producido históricas transformaciones que han elevado la calidad de vida de millones de personas.
La pobreza ha disminuido sustancialmente, la clase media se ha expandido. Las desigualdades se han reducido. La justicia social se ha universalizado. La democracia se ha vigorizado.
LA DIGNA VOZ DE LOS PUEBLOS
Los países en desarrollo, los países amantes de la paz, los países que creen en la soberanía y que adhieren los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas y defienden la importancia que tienen el diálogo y la cooperación entre las naciones que conforman el Consejo de Derechos Humanos, han elevado hoy su digna voz.
¡Han dado una gran lección a los intervencionistas y a sus lacayos!
¿Qué significado tiene el abrumador apoyo brindado a Venezuela por la mayoría de los países del mundo?
Las respuestas son esperanzadoras: la dignidad ha prevalecido frente al servilismo. La ética ha primado sobre la falacia. Y es que, a la postre, la verdad impera sobre la mentira”.
T/Especial para el Correo del Orinoco
F/Archivo
Fuente:
http://www.correodelorinoco.gob.ve/multipolaridad/victoria-diplomacia-bolivariana-consejo-derechos-humanos/
Fuente imagen:
https://lh3.googleusercontent.com/5XGidJVheLMCCqT4nKhI6YgeozZqWDoM4gVDtL6uHUtb7HVEziVkV87f2R_gIOZh-8wHLA=s128