América del Sur/Colombia/Octubre de 2016/El Tiempo
A pesar de que esta semana el Ministerio de Educación reveló una mejoría en las pruebas Saber 11, que miden las competencias de los alumnos de bachillerato del país, el viceministro Víctor Saavedra reconoce que los buenos resultados se concentraron en zonas urbanas y en las “rurales hay que seguir mejorando”.
Saavedra, encargado de la educación preescolar, básica y media en la cartera, presentó este miércoles en la Universidad de los Andes el primer esbozo del Plan Nacional de Educación Rural, que busca cerrar la brecha en ese sentido entre el campo y la ciudad, y atiende los compromisos del Gobierno en los acuerdos de paz firmados con las Farc.
Según lo expuesto por Saavedra, quien insistió en que es un plan preliminar, la educación rural en Colombia recibiría un impulso durante los próximos cinco años con una inversión estimada de 1.6 billones de pesos para construir 200 nuevas sedes y 20 internados, además de infraestructura de servicios en zonas apartadas. Se realizarían también mejoras en 400 escuelas que hoy funcionan y se trabajaría en dos componentes claves: el ambiente escolar y mejores condiciones para docentes y directivos. (Lea: Colegio de Pasto, por tercera vez, con más pilos en Colombia)
“Ese plan incluye no solo la construcción de nuevos colegios, sino un acompañamiento de pedagógico especial y la dotación de textos. Pero aún estamos buscando los recursos para llevarlo a cabo”, le dijo Saavedra a EL TIEMPO.
El foco de este programa del Ministerio serán los 650.000 niños y jóvenes que hoy estudian en colegios de menos de 100 estudiantes en zonas apartadas del país. De ese número, 200.000 alumnos están en 180 municipios contemplados dentro del plan de posconflicto del Gobierno, explica el viceministro. (Además: Las inversiones en educación en los departamentos con más pilos)
Actualmente, en la Colombia rural las instituciones educativas son frecuentemente de una o dos aulas y eso lleva a que varios grados tengan que compartir clases con docentes provisionales, agrega Saavedra.
Sandra García, catedrática de la Universidad de los Andes y experta en temas de educación, destaca que el plan del Ministerio sirvió para hacer por primera vez una autocrítica sobre las brechas entre la calidad que se ve en los colegios de la ciudad y el campo.
Este plan -menciona- reconoce la necesidad de atacar varias dimensiones educativas al mismo tiempo, como la infraestructura y el ambiente escolar y “pone el dedo en la llaga en el tema de tener docentes con mejores condiciones laborales”. “Tiene una visión integral y sistémica en términos de lo que se requiere hacer, sobre todo porque hoy tenemos un alto porcentaje de la población que está por fuera del sistema educativo y en lugares remotos ni siquiera hay oferta de básica y media”, complementa.
“Los esfuerzos del Ministerio en los últimos años se han centrado en las zonas urbanas, y por eso la mejoría en las pruebas Saber, pero muy poco se ha hecho en cuestión de intervenciones de calidad en lugares con poca presencia del Estado. Hay que empezar ya o las brechas van a ampliarse. El llamado es de urgencia para el ministro que llegue”, sostiene.
Arturo Harker, también docente de los Andes, enfatiza en el punto del plan que propone maestros de calidad para las zonas rurales. En ese sentido, plantea que se generen incentivos para que docentes nuevos en el sistema, estudiantes de maestrías de educación o incluso alumnos de últimos semestres de pregrado se decidan a dictar en regiones apartadas en una especie de año rural.
Por ahora, el Plan Nacional de Educación Rural seguirá su construcción sorteando varias etapas: la consecución de recursos, la socialización con los sectores comprometidos y la llegada del Ministro que supla en el cargo a Gina Parody, que renunció hace tres semanas.
Fuente: http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/educacion/presentan-plan-nacional-de-educacion-rural/16735808
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