Estados Unidos/07 de Noviembre de 2016/
El próximo 8 de noviembre se celebrarán las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Luego de extensos debates e intercambios televisados con repercusión mundial, estas enfrentarán a la candidata demócrata Hillary Clinton y al republicano Donald Trump.
Las propuestas educativas, claves en la elección, fueron el centro de muchos de estos debates. Sus políticas al respecto revelan las más claras diferencias entre los candidatos, y por ello, pueden hacer la diferencia al momento del recuento de votos.
Al lanzar su propuesta educativa, Hillary Clinton impactó a sus propios
seguidores y aún más a quienes hasta ese momento se oponían a su candidatura. En las elecciones primarias del partido demócrata su rival, Bernie Sanders, presentó una propuesta que Hillary incorporó a su propuesta de gobierno al vencer en las primarias. En conocimiento del aumento de la deuda estudiantil acumulada por los estudiantes americanos debido a la creciente solicitud de préstamos para financiar sus estudios, Clinton adoptó la peculiar propuesta de Sanders que insistía en garantizar la gratuidad de la enseñanza superior pública a todos los ciudadanos que cumplan con determinados requisitos de admisión. Con planes de financiación y análisis financieros consistentes, esta es una de las propuestas más destacadas de la demócrata, que ha generado grandes alegrías entre los estudiantes y sus familias.
Por su parte, Donald Trump se ha negado a revelar algunas de sus propuestas. Luego de la insistencia y de un cambio en sus jefes de campaña, habló de sus
planes educativos presentando una solución a otro de los problemas latentes en el sistema educativo local, pero algo menos impactante que la elaborada por su rival de turno. Trump propuso instaurar la libre elección de colegio, es decir, acabar con las restricciones geográficas que determinan que los estudiantes solo puedan optar por centros ubicados en su distrito de residencia.
Los planes propuestos por cada candidato respecto a la educación permiten identificar cierta ventaja de Clinton. Por si fuera poco, el voto de los estudiantes y egresados universitarios también respaldaría a la demócrata.
Las encuestas han revelado la existencia de una brecha de opinión entre los votantes que poseen algún tipo de estudio universitario y aquellos que no. Estas demuestran una ventaja de 23 puntos porcentuales por parte de Hillary Clinton, indicando así que los tradicionales votantes del partido republicano
apoyarían a la candidata demócrata en demérito del representante de su partido.
Los motivos pueden ser variados, pero de acuerdo a los expertos, la mayoría de los universitarios todavía piensa continuar sus estudios, o enviar a sus hijos a la universidad, por lo que espera obtener una mejor relación costo-beneficio con su inversión en educación. Invertir menos dinero y tiempo en obtener un grado, que a su vez permita más facilidades de acceso al mercado laboral es el deseo de quienes poseen estudios universitarios, deseo que podría alcanzarse si las propuestas de Clinton se vuelven realidad.
Fuente: http://noticias.universia.es/cultura/noticia/2016/11/01/1145115/educacion-universitaria-decide-elecciones-presidenciales-estados-unidos.html