Estados Unidos/01 junio 2017/Fuente: La Izquierda Diario
El recorte del presupuesto estadounidense en 3,6 billones de dólares recaería sobre educación y programas de asistencia alimentaria y de salud, pero aumentaría en defensa. Otra medida impulsada por Trump contra a los sectores más vulnerables.
En consonancia con los últimos anuncios de Trump como la reforma impositiva, este martes desde el gobierno sostuvieron que pretenden reducir en 3,6 billones de dólares el presupuesto de Estados Unidos afectando áreas como salud, asistencia alimentaria y educación y aumentando el gasto en defensa. Es decir, otra vez son los sectores de menores recursos los que enfrentarán los costos del ajuste fiscal para los próximos 10 años.
Estas medidas están incluidas en la propuesta de ley de presupuesto elaborada por la Casa Blanca para el próximo año fiscal, que deberá ser votada por el Congreso.
Algunos analistas han remarcado que la propuesta presupuestaria está realizada con la intención de ganarse el beneplácito de los republicanos conservadores, ya que propone una importante reducción del déficit fiscal estadounidense.
A pesar de esto, en la política estadounidense el presupuesto presidencial no es determinante ya que el “control” lo tiene el Congreso. Así lo manifestaba Mike Enzi, presidente republicano del comité del presupuesto del Senado, en un artículo de Financial Times (FT), donde sostuvo que el Congreso es constitucionalmente responsable de gastar «y decidirá en última instancia cuáles serán las prioridades fiscales de la nación».
Recorte del gasto en salud y suba en defensa
El avance para alcanzar un gasto discrecional, luego de la gran reducción impositiva a los más ricos y las multinacionales, implicaría ahorros en el programa de salud Medicaid, destinado a los estadounidenses de menores ingresos. Este ajuste también fue impulsado con la reforma en salud que obtuvo media sanción, y dejaría sin cobertura a 14 millones de personas.
En concreto Trump pretende que los legisladores den luz verde a un recorte de 800.000 millones de dólares en gastos del Medicaid y de más de 192.000 millones de dólares en asistencia en alimentos, en los próximos 10 años.
La suba del gasto estaría destinada a defensa que obtendría un aumento de 1.600 millones de dólares. Además, y como medida de impacto, la propuesta presupuestaria de Trump prevé la venta de la mitad de los inventarios de petróleo de emergencia de Estados Unidos, creados en 1975 post crisis del petróleo. Al conocerse esta medida los mercados reaccionaron haciendo caer los precios internacionales de crudo.
En defensa del plan presupuestario de Trump -que muchos analistas han denominado como “inalcanzable”- Mick Mulvaney (director de presupuesto del gobierno) remarcó para FT que “es hora que el gobierno mire su presupuesto a través de los ojos de los contribuyentes y no a través de los receptores de fondos públicos”.
Previsiones presidenciales sobre el crecimiento que hacen agua
Una de las principales debilidades de la propuesta presupuestaria del gobierno, que además supone una importancia ya que muestra abiertamente las prioridades en materia de agenda económica del trumpismo, son su basamento en las previsiones de crecimiento económico realizadas desde la Oficina Presupuestaria del Ejecutivo.
Las mismas han sido rechazadas por un gran arco de analistas que las consideran poco creíbles. Estas prevén que el crecimiento alcanzaría el 3 % del PBI en 2021, generando 2 billones de dólares en ingresos adicionales durante 10 años “a pesar de que el lento crecimiento de la población y la débil productividad significan que la mayoría de los pronosticadores anticiparán un desempeño mucho más débil”, sostenía el artículo de Financial Times.
Tampoco hay que olvidar que no existe un cálculo oficial sobre el costo de la reforma impositiva impulsada por el gobierno, que los analistas han estimado en 5 billones de dólares.
Otra incompatibilidad señalada en el artículo de FT señala que asumir que “todas las ganancias provenientes de un mayor crecimiento ayudarían a reducir el déficit, pese a las anteriores sugerencias de que los ingresos generados por un crecimiento más fuerte pagarían recortes de impuestos”. En este sentido, el Comité para un Presupuesto Federal Responsable señaló al respecto que: «el mismo dinero no se puede usar dos veces».
Mientras Donald Trump continúa su gira internacional y se reunirá hoy con el Papa, las bolsas se hundieron la semana pasada por los escándalos que lo involucran tras el despido del ex jefe del FBI, James Comey.
Hasta el momento las reformas y propuestas de presupuesto de Trump, comienzan a delinear el sentido de las medidas que serian su prioridad para 2018. Aunque la aprobación completa o con cambios depende del Congreso, queda en claro que los principales beneficiados serán las grandes empresas y los más ricos, quienes recibirán importantes perdones impositivos. Mientras sobre los sectores más empobrecidos y los trabajadores recaerán los costos reales del plan económico de Trump.
Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/Trump-quiere-recortar-3-6-billones-de-dolares-destinados-a-salud-y-educacion