África/13 julio 2017/Fuente: Noticia Cristiana
Las universidades cristianas recorrieron la ola de crecimiento. Lo bueno de estas instituciones es que sirven como herramientas para el desarrollo nacional.
El África subsahariana ha experimentado un rápido crecimiento en las universidades cristianas, convirtiéndose en uno de los puntos calientes de la educación superior cristiana. Esta tendencia destaca dos acontecimientos positivos en la región: el aumento febril de la adhesión cristiana y el crecimiento fenomenal del aprendizaje superior.
Según Christian Post Hace un siglo, sólo había 9 millones de cristianos en África.
La mayoría de ellos prosperaron en las antiguas iglesias de Egipto y Etiopía. El número se triplicó a 30 millones en 1950 y luego se triplicó después de dos décadas. Hoy se calcula que hay 360 millones de cristianos africanos-ortodoxos, católicos, protestantes, pentecostales y africanos-instituidos.
Junto con el rápido crecimiento del cristianismo vino el ascenso de la educación superior de África subsahariana. A principios de los años 60, el continente sólo tenía 16.500 estudiantes matriculados en 41 instituciones de educación superior. Para 2010, había 668 colegios y universidades con 5.
2 millones de estudiantes, que es más del doble del número de inscritos una década antes.
Impulsado por los gobiernos de apoyo, la era post-colonial vio inversiones internacionales en educación. Esto fue obstaculizado por la crisis económica de los años 80 cuando el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional impusieron políticas presupuestarias estrictas a los gobiernos.
Estos incluyeron el viraje del gasto educativo lejos de las instituciones universitarias hacia las escuelas primarias y secundarias. Los regímenes dictatoriales tampoco ayudaron, ya que privaron de fondos a los colegios y universidades bajo sospecha de participar en actividades subversivas.
El BM anuló este sesgo contra la educación terciaria cuando volvió a enfatizar el papel de las universidades en el desarrollo nacional. Los donantes privados regresaron después de años de negligencia. Los programas de ayuda exterior reorientaron su impulso hacia la educación superior. Durante los próximos 10 años, ocho fundaciones estadounidenses gastaron 440 millones de dólares en universidades de nueve países africanos.
Las universidades cristianas recorrieron la ola de crecimiento. Lo bueno de estas instituciones es que sirven como herramientas para el desarrollo nacional en lugar de limitar sus programas a sus propios miembros jóvenes. Esto se hace abri
Fuente: http://www.noticiacristiana.com/educacion/educacion-publica/2017/07/universidades-cristianas-africa.html