19 de julio de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com
Boris Mir
Transformar el currículum, la metodología y la evaluación. ¿Es posible hacerlo desde cada centro?
Es posible hacerlo, sin duda. Los márgenes que ofrece la legislación y la normativa son mucho más amplios de lo que el colectivo supone. Los verdaderos límites los tenemos los docentes y las familias. Los tenemos en nuestra concepción de la escuela, de lo que es enseñar y aprender, de lo que entendemos por currículum, metodología y evaluación.
De hecho, no es que sea posible, es que es imprescindible. Si queremos una escuela mejor, no podemos mantener el sistema estático. En el Institut-Escola Les Vinyes lo estamos haciendo.
¿Qué resultados obtenéis?
Obtenemos resultados diferentes, que no es poco. La transformación de la educación debe obedecer a un propósito. El nuestro es ofrecer una educación personalizada que prepare a los alumnos para una sociedad más global, abierta, digital, ética y justa. Queremos ciudadanos empoderados, con iniciativa y capaces de actuar éticamente en un mundo complejo. No sabremos si lo habremos logrado hasta que nuestros alumnos se desenvuelvan fuera de la escuela. Pero que aprenden otras cosas, de eso, no tengo ninguna duda.
¿Hay que convertir los simulacros propuestos hasta ahora (ejercicios de libros de texto, los ejemplos, etc.) en experiencias reales aplicadas por los alumnos?
Toda experiencia es real para el alumno. El problema es que lo “real” es demasiado escolar, demasiado incrustado en un sistema que no se parece en nada a lo que sucede fuera de la escuela. En la vida no hay exámenes, hay situaciones problemáticas a resolver, por ejemplo. Nosotros tratamos de combinar las clases activas, las preguntas relevantes y los proyectos transversales. Un motor de tres tiempos que trata de ir más allá del sonsonete exposición magistral, ejercicios, deberes y examen.
¿Qué papel tienen los alumnos en estas experiencias?
Un papel central. En las clases, en las preguntas relevantes y en los proyectos. Los alumnos son el sujeto activo de su aprendizaje, así que toda nuestra actividad está centrada en el alumno. Al menos, ese es nuestro reto.
¿Qué papel tienen los docentes en un proyecto de semejante envergadura?
Los docentes son el motor del Institut-Escola Les Vinyes. Sin su compromiso y su trabajo exigente, nada de esto sería posible. En nuestro centro los profesores están más allá de su “zona de confort”. Un entorno deliberadamente innovador es muy exigente con la plantilla. No es un sitio convencional, sin duda. Esto nos permite atraer a profesores con talento, con ganas de transformar la escuela. A veces es duro, pero siempre es estimulante. ¡Es la diferencia entre practicar senderismo y hacer alta montaña!
¿Quién lleva la iniciativa o “tira del carro”?
Nadie tira del carro: el carro somos todos. Algunos tenemos más experiencia, pero sin las aportaciones de todos nuestro proyecto es inviable. En Les Vinyes no vas a recibir instrucciones, vas a tener que trabajar con tu equipo, aportar tu iniciativa y ayudar a los demás. A cambio, vamos a acompañarte, a hacerte crecer profesionalmente y a colaborar contigo para conseguir un propósito común.
No todo el mundo es capaz de esto de entrada. Pero se puede aprender. Si queremos alumnos autónomos y comprometidos, necesitamos profesores así.
¿Cómo se organizan los equipos docentes?
Los equipos docentes tienen libertad y responsabilidad a partes iguales. Son el núcleo del Proyecto Educativo. Cada docente está asignado a un único equipo docente, así que muchos damos más de una asignatura. Así trabajamos siempre con los mismos alumnos y los mismos colegas: todos somos tutores, planificamos juntos los trabajos globalizados (preguntas relevantes) y los proyectos. En realidad, Les Vinyes son seis equipos docentes compactos, auto liderados e independientes. Los equipos no rinden cuentas al equipo directivo, las rinden a los alumnos y a sus familias. Es una organización totalmente horizontal, muy atípica.
¿Qué pautas darías a los equipos directivos que se proponen transformar la metodología de sus centros?
No creo que un equipo directivo pueda transformar un centro, así, sin más. El equipo directivo puede encabezar un proyecto común, darle forma y generar sinergias. Pero necesitas un colectivo comprometido y un propósito compartido para cambiar un centro. No soy capaz de dar pautas, sinceramente. En general creo que se habla demasiado y se actúa poco. Todo el mundo espera que los cambios vengan del entorno, de los otros agentes, de la administración, de las tecnologías, etc. Los cambios vienen de nosotros, comprendiendo más profundamente la educación, proponiendo un destino, asumiendo riesgos y trabajando duro. Innovar es sangre, sudor y lágrimas. Aunque, a veces, las lágrimas son de risa.
¿Y a aquellos docentes a los que les gustaría que su centro cambiara?
Los docentes deberían trabajar en equipo y dejar de ir por libre. Si quieres cambiar tu centro, busca aliados y ponte al frente de tu departamento, de tu equipo docente o de tu claustro. Uno no decide liderar, pero puede arremangarse y comprometerse. Y si nadie te sigue, será por algo. Puede que todavía no estés preparado o que no estés en el sitio adecuado. A veces, hay que cambiar de centro. Lo dicho, cambiar un centro educativo es complejo y exige mucho, hay que pasar de las palabras a los hechos.
¿De qué manera introducís las nuevas tecnologías en las aulas?
Lo más complicado ha sido conseguir la infraestructura y el equipamiento. La Generalitat nos tiene bastante abandonados, nos proporciona la fibra óptica y poco más. Nos hemos apoyado mucho en la administración local y en la comunidad educativa. En cada promoción hacemos un salto cualitativo en temas tecnológicos. Las competencias digitales del profesorado también están en la agenda, así que también vamos “digitalizando” al profesorado. En realidad, la tecnología la damos por normalizada. No es un tema central, simplemente tratamos de aprender y educar con herramientas y entornos digitales, tanto alumnos como docentes.
¿Cómo favorecen las TIC a la implantación y desarrollo del proyecto en el aula?
Las TIC son imprescindibles para la mayoría de nuestros proyectos: hacer un cortometraje, montar una exposición, publicar una revista, crear un talk show televisivo… no se puede hacer con libretas y bolígrafos. Las TIC son nuestro entorno de trabajo natural, son nuestras herramientas de comunicación y productividad. El mundo es con tecnología, la escuela debe serlo.
Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/boris-mir-si-queremos-alumnos-comprometidos-necesitamos-docentes-asi/