América del sur/Perú/26 Agosto 2017/Fuente: Prensa Latina
Los uniformados usaron gases lacrimógenos y desplegaron a la policía montada, para contener y dispersar a la multitud, sin que se registraran daños personales de consideración.
En medio de los incidentes, el líder del comité de lucha que coordina la huelga, Pedro Castillo, acudió por segundo día al parlamento, donde sostuvo reuniones, por separado, con las bancadas del grupo neoliberal Fuerza Popular (FP), mayoritaria, y del progresista Frente Amplio (FA).
El dirigente no informó sobre lo tratado con esas fuerzas y solo dijo que la huelga continúa en demanda de una negociación directa con la ministra de Educación, Marilú Martens.
La jornada registró además nuevos llamados de Martens para que los maestros cesen la paralización de 19 de los 26 sindicatos regionales y advirtió que si no lo hacen hasta el lunes próximo habrá sanciones salariales, despidos y contratación de reemplazos.
El gobierno lanzó un decreto de urgencia que pone en vigencia mejoras salariales y otras, logradas en una negociación indirecta con los dirigentes magisteriales que abortó por la exigencia sindical de que las evaluaciones a los maestros no determinen despidos.
El decreto fue presentado y aprobado en una reunión del Acuerdo Nacional, un mecanismo de concertación de poderes del Estado, partidos y organizaciones sociales, donde lo presentó y explicó la ministra Martens.
Pese a augurios sobre el debilitamiento del paro, los sindicatos lo ratificaron y respaldaron las exigencias de Castillo, en medio de una polémica sobre la idoneidad de las evaluaciones del rendimiento del maestro en el aula y el de sus alumnos, que se han convertido en tema clave.
La legisladora centrista Marisol Espinoza planteó al respecto que se considere los factores externos que afectan la concentración y rendimiento del estudiante, como la desnutrición, pues hay 900 mil niños con anemia; los problemas familiares y las condiciones geográficas de las escuelas.
Espinoza coincidió con un proyecto de la bancada congresal del Frente Amplio, para que los profesores que desaprueben tres evaluaciones no sean despedidos y solo se mantengan en el mismo nivel salarial, para evitar ceses por subjetividades.
La huelga fue comenzada el 15 de junio por el sindicato de maestros de la región surandina de Cusco, que la mantuvo solitario durante varias semanas pero la terminó el 9 de agosto junto a otros tres sindicatos regionales.