América del Norte/México, 2 de septiembre de 2017. Fuente: www.nvinoticias.com
Activar y trabajar en campañas en favor de la educación de las niñas es una necesidad en todo el mundo. Este fue el mensaje central de Malala Yousafzai al convivir con 10 mil estudiantes mexicanos, en el evento México Siglo XXI (MSXXI), organizado para por la Fundación Telmex Telcel.
“-¡Hola México!”, pronunció en español la Premio Nobel de la Paz al saludar a los asistentes a este encuentro anual. “Estoy aquí para ver cómo podemos empoderar a México con sus jóvenes. Favorecer el cambio, porque el cambio es ahora. Todos los niños deben seguir su sueño, seguir adelante con su educación, es su derecho. Necesitamos que la gente no pierda su compromiso y ambición con esta necesidad”.
Sonriente y con un mensaje de paz consigo, en su caminar, hablar y gesticular, la joven de 20 años, quien está por ingresar a la Universidad de Oxford, contagió a los becarios de una pasión por generar cada uno campañas de educación para niñas: “siempre habrá alguien cerca a quien se pueda ayudar”.
Avances en igualdad de género
Ante un auditorio eufórico, con decenas de preguntas que los anfitriones del evento hicieron llegar a la activista, Malala Yousafzai aceptó que hay avances que conducen a lograr la igualdad de género, pero hay mucho aún que luchar por los derechos de la niñas, porque existen en el mundo 130 millones de niñas sin acceso a la educación.
En México hay dos millones de niñas que no estudian y de las que lo hacen, se salen antes de terminar la educación secundaria. “Es cierto que en los últimos años cada vez más niñas van a la escuela, pero tenemos un gran reto, hay mucho qué hacer, debemos seguir luchando porque sigue habiendo discriminación y desigualdad en contra de las mujeres en casi todos los países”.
“Seguiré luchando por este sueño, porque todos los niños tengan educación y que logren sueños. Seguiré trabajando en ello aquí y en otros países”. FOTO: Carina Pérez García
Consideró que deben subrayarse estos desafíos, darlos a conocer, porque la gente debe estar consciente de este tema; ya no se puede permanecer en silencio. Invitó a unirse al Malala Fund y empoderar cada vez más a las mujeres, porque ellas, dijo, tienen todo el potencial, el cual pierden si no se hace algo para educarse.
Cree que el beneficio de la educación es incontable y expresó su deseo de que en 10 años haya más niñas estudiando de las que hay ahora. Expresarse también es crucial para que las mujeres logren empoderarse. No piensa fragmentariamente, defiende que la educación es una misión compartida de la que todos son parte, no sólo es tarea de mujeres o de hombres.
Su ejemplo es una joven que a los 11 años expresó sus sentimientos y que no sabía si podía cambiar algo, pero que alzó la voz al decir que la educación es su derecho y que nadie la podía detener. “Sí, la gente se asustó y creyó que podía callarme, porque la voz de una niña es tan poderosa, que hay que darle importancia para lograr cambios considerables. No se esperen, comiencen desde ahora. Siempre hay alguien que podemos ayudar”.
Confesó que le justa jugar cricket, ver el tenis, y que sus libros favoritos son los que cuentan historias reales; no es amante de la ficción. Se despidió con un mensaje de agradecimiento, como acto constante para ella y el cual relaciona con el acto de compartir, que siempre va de la mano.
Se reúne Malala con estudiantes oaxaqueñas
En un encuentro privado, en la capital del país, Malala Yousafzai se reunió con dos becarias del Fondo Guadalupe Musalem AC, para intercambiar experiencias y motivarlas a seguir estudiando y a trabajar en beneficio de sus comunidades.
La Premio Nobel de La Paz sostuvo un encuentro con las oaxaqueñas: Delia Ramírez Hernández y Sydney Paulina Mendoza Gutiérrez, para reflexionar acerca de las barreras que tienen que librar las jóvenes indígenas en México, para ejercer su derecho a la educación.
Esto ocurrió durante un encuentro privado al que sólo asistieron cuatro estudiantes: las dos oaxaqueñas, una brasileña y una colombiana, quienes convivieron con ella en la ciudad de México, en el marco de la primera visita de esta joven activista paquistaní.
Malala preguntó a las becarias del Fondo cómo es la educación en su comunidad, cuáles son los problemas a los que se enfrentan cotidianamente. Ellas contestaron que la cultura machista y la falta de recursos siguen siendo algunos de los principales obstáculos.
La joven paquistaní, quien sobrevivió a un atentado por defender la educación de las niñas de su país, motivó a Sydney Paulina y a Alma Delia a no rendirse en su deseo de continuar su preparación académica y a tenderle la mano a otras mujeres de su comunidad, para que ellas también alcancen sus metas.
Tanto Alma Delia, originaria de la Sierra Sur, y Sydney Paulina, de la Sierra Mixe, se comprometieron a seguir trabajando en beneficio de su comunidad, porque al igual que Malala, aspiran a tener un mundo en el que todas las mujeres ejerzan su derecho a la educación.
Como parte del encuentro, las estudiantes y Malala tomaron una clase de cocina en la que cada una participó en la elaboración de salsa verde, roja y sopes, que disfrutaron al final de la jornada.
En este marco, las oaxaqueñas le obsequiaron a la joven activista un rebozo de San Pedro Amuzgos, con el que de inmediato Malala se cubrió, tras darles las gracias por este detalle.
La presidenta del Consejo Directivo del Fondo Guadalupe Musalem AC, Lina Herrera Martínez Negrete, agradeció a Malala la invitación que le hizo llegar a las becarias oaxaqueñas, mientras que la activista paquistaní la felicitó por la importante labor que realiza esta asociación civil que otorga becas a jóvenes de comunidades rurales e indígenas de Oaxaca, para que estudien el bachillerato y la universidad.
Fuente noticia: http://www.nvinoticias.com/nota/69138/mucho-que-hacer-por-la-educacion-de-las-ninas-en-oaxaca-y-el-pais