Europa/Francia/04 Noviembre 2017/Fuente: La tercera
El anuncio se enmarca en el exceso de demanda en algunas carreras que deben “sortear” el ingreso de sus estudiantes. El proyecto de ley deberá ser presentado el 22 de noviembre ante el Consejo de Ministros.
Macron conversa con estudiantes y el ministro de Educación Jean-Michel Blanquer, en octubre.
“Nunca he tenido miedo de la palabra selección, pero eso no es lo que proponemos”, apuntó el lunes el primer ministro francés, Edouard Philippe, al anunciar el Plan de Estudiantes para 2018 que preparó el gobierno de Emmanuel Macron en un pacto con actores del mundo universitario. Sin embargo, es precisamente esa palabra, “selección”, la que ha generado el mayor debate dentro de la comunidad estudiantil gala.
El proyecto de ley que el gobierno deberá presentar ante el Consejo de Ministros el próximo 22 de noviembre, busca poner fin al “sorteo” que se lleva a cabo actualmente en las universidades públicas para otorgar cupos a los candidatos que postulan a carreras en las que la demanda es ampliamente mayor a las vacantes ofrecidas. Dentro de estos casos está Medicina, Derecho, Psicología y Educación Física. Este “sorteo” se organiza para dichas carreras como última opción para conceder cupos y permite dejar al azar el ingreso de los candidatos.
Las cifras sostienen que solo el 60% de los postulantes se pueden inscribir en la carrera que prefieren, y la tasa de deserción en el primer año de universidad llega a casi uno de cada dos estudiantes, ya sea por el ingreso a una escuela que no era de su preferencia, o porque no contaba con el nivel necesario.
Desde 2018, las universidades públicas de Francia deberán establecer un conjunto de habilidades que se considerarán necesarias para ingresar a sus carreras. Así, tras la revisión por parte de las instituciones de las “carpetas” de los estudiantes -que deberán incluir notas y motivaciones- se les proporcionarán distintas opciones. La primera será el “sí”, siempre y cuando el estudiante cuente con el nivel requerido y la carrera tenga cupos. La segunda opción es un “sí, pero con condiciones”. Este caso se dará cuando un alumno no cuente con el nivel requerido, pero la carrera sí tenga cupos, a lo que el alumno deberá seguir ciertos módulos propuestos por el establecimiento para ponerse al nivel necesario.
Con esto, el gobierno propone que ningún estudiante podrá ser rechazado mientras la carrera tenga cupos, pese a que el alumno pueda no tener el nivel. La tercera opción se basa en el caso de que un estudiante desee una carrera que tenga una demanda por sobre los cupos ofrecidos. En esa ocasión, los estudiantes serán puestos en listas de espera. Su ingreso finalmente dependerá “de sus motivaciones y habilidades”, explicó la ministra de Educación Superior, Frédérique Vidal.
Ante estas tres posibilidades, Vidal aseguró que ya “no va a ser posible rechazar la entrada a los alumnos a partir del momento en que la capacidad de recepción no sean suficiente”.
Estos cambios, sin embargo, requieren también de modificaciones en la educación secundaria. Así, los alumnos de último año en los colegios deberán formular 10 elecciones de carreras, en vez de las 24 actuales y tendrán dos semanas de orientación en donde se les presentarán los requisitos para cada carrera, la tasa de inserción profesional y además podrán saber cuántos otros estudiantes desean inscribirse en esa misma carrera.
“Como dijo el primer ministro, entre el sorteo y la selección seca, hay toda una gama de soluciones, y estamos ahí”, sostuvo Stéphane Leymarie, académica de la U. de Lorena.
Además, se anunció el aumento de cupos para las carreras con mayor demanda, sin precisar la repartición. Así, se crearán 130 mil nuevas plazas, con un apoyo financiero de 500 millones de euros en cinco años.
Discrepancias
“A partir de ahora, las universidades podrán decir no a un candidato”, criticó Lilâ Le Bas, presidenta del sindicato estudiantil UNEF. “El gobierno respalda claramente la posibilidad de selección”, denunció Hervé Christofol de la Unión Nacional de Educación Superior (Snesup).
Dentro de la clase política el anuncio generó controversia. El ex ministro de Educación de Hollande, Benoît Hamon, estimó que “el gobierno generaliza la selección a la universidad para todos los estudiantes”. El partido de oposición Francia Insumisa denunció la “clasificación selectiva” y llamó a los jóvenes a manifestarse.
Entre los distintos sindicatos estudiantiles también hay dudas, especialmente por el estrecho calendario que se aproxima, puesto que el nuevo sistema debería estar en funcionamiento en enero de 2018. Los sindicatos ya llamaron a una movilización para el 16 de noviembre con el objetivo de manifestarse en contra de la “selección” en el ingreso a la universidad, en un sistema que parece colapsado”.
Fuente: http://www.latercera.com/noticia/reforma-educacion-superior-francia-genera-debate-seleccion/