4. Cuando el periódico La Jornada o la revista Proceso, raramente otra publicación, han destapado un asunto importante en México, nos enteramos de cosas que ni siquiera imaginábamos. No sabíamos que tras la carita bondadosa del candidato Meade del PRI/PAN, estaba la figura de un padre gran político del PRI que estuvo en FOBAPROA, creó el IPAB, que metió en esas dos empresas saqueadoras de México, a sus dos hijos como jefes, proyectando a uno de ellos en la gran política. Por ello es muy importante la historia y las biografías en política. Por ello también he escrito varias veces que el pasado puede “borrarse” después de siete u ocho años de ser destacado en la defensa abierta de los trabajadores. Pienso que Cárdenas, Muñoz Ledo, López Obrador, Monreal, aunque no hayan llegado al izquierdismo y se hayan anclado en la centro/izquierda, ya no podrán regresar al neoliberalismo de donde salieron.
5. Obviamente los saltinbanquis, chapulines o trepadores, dado que no defienden más que el derecho de acomodarse según la orientación del viento, esos son los más peligrosos porque careciendo de ideología, vergüenza o moral, se venden por cualquier cosa que logren. ¿Cuál es la ideología de los Mancera, Barrales, Anaya, Dante, que los diferencie del neoliberalismo o capitalismo empresarial? ¿Por qué coinciden con el gobierno yanqui al combatir a los gobiernos de Corea del Norte, de Venezuela y la lucha autonomista de los catalanes, sino porque también son subordinados? En Yucatán, un viejo marxista muy íntimo amigo, que nunca ha creído en los procesos electorales, me preguntaba: ¿Por qué López Obrador -siendo de izquierda- no condena a los líderes charros, les explica a los obreros y los llama a derrocarlos? Claro me aclaraba: “él no es marxista, sino sólo de centro-izquierda que busca reformar el sistema”.
6. Sí, la realidad es que López Obrador no se ha planteado, ni puede, una transformación profunda de la política y la economía del país; sólo busca una reforma que sea suficiente para crear las bases de la transformación que ayude a erradicar un poco la corrupción, convencer a los empresarios para que limiten la explotación y sus ganancias, convencer a los trabajadores para que participen más en la defensa de sus derechos, tratar de acabar con los privilegios de los políticos y encontrar la fórmula para elevar la producción. Aunque es muy limitado lo que se puede lograr, si llega al gobierno López Obrador sufrirá una fuerte oposición porque los empresarios y políticos nunca han contado con una oposición en el gobierno. Nosotros en la izquierda ya conocimos muchas experiencias, desde Allende en Chile, hasta Chávez, Maduro, Morales u Ortega en Nicaragua. La experiencia de un gobierno de López Obrador en México sería muy importante.
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