Uruguay: Educación. Construir «con el compañero que piensa distinto

Uruguay/ 12 de Diciembre de 2017/Fuente de la Noticia: http://www.universidad.edu.uy

Cientos de delegados de todo el país participaron este fin de semana del Plenario Final del Tercer Congreso Nacional de Educación (CNE) «Maestra Enriqueta Compte y Riqué». El sábado en la apertura el rector Roberto Markarian alentó a discutir respetando al otro en la discrepancia, «en un ambiente de solidaridad y de elaboración positiva».

Este Congreso da continuidad al Primer Congreso «Maestro Julio Castro» (2006), y al Segundo Congreso «Maestra Reina Reyes» (2013). El actual se desarrolló durante todo 2017 a través de diferentes instancias como asambleas territoriales, comisiones temáticas y departamentales, de representantes de la comunidad y de instituciones de enseñanza pública y privada, formal y no formal, en todos los niveles. Se discutió en torno a cuatro ejes: 1: Aportes para la elaboración del Plan Nacional de Educación; 2: Democratización, universalización y educación de calidad; 3: Educación, diversidad y diversificación; y 4: Los desafíos de la educación.

Al igual que los anteriores, este Plenario Final busca emitir resoluciones que influyan efectivamente en la elaboración de políticas educativas. Las jornadas se inauguraron con la participación de la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, el presidente del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública, Wilson Netto, el rector de la Universidad de la República, Roberto Markarian, y la consejera de la Universidad Tecnológica (UTEC), Graciela do Mato. Esta última celebró el hecho de que la UTEC participa por primera vez en un CNE. El próximo «va a tener una nueva universidad», vaticinó, en referencia a la de la educación.

Muñoz destacó que este CNE tuvo muy amplia participación, en un grado que «sorprendió a los propios organizadores». Recordó que la educación es mucho más que un capítulo específico de las políticas de Estado, es «la auténtica fuerza vertebradora de la nación» y «verdadera creadora de la república», como generadora de ciudadanos responsables y comprometidos. Hablar de educación es también hablar de valores, de afectos, de solidaridad, de cooperación, desarrollo, innovación y futuro, expresó.

Agregó que los tres congresos realizados homenajearon a tres referentes fundamentales para el país, que «nos ayudarán desde nuestra mejor historia a dar cuenta de las actuales complejidades y a desatar también enredos contemporáneos». Afirmó que si los paradigmas educativos atraviesan a nivel mundial una etapa crítica, «con más razón es necesario emprender todo proceso de renovación revisitando las fuentes, retornando a los orígenes, a donde siempre debe volverse porque allí está con seguridad la esencia de lo que somos».

Se refirió en especial a la figura de Compte y Riqué: «fue una adelantada, para toda América del Sur», y en definitiva «una mujer inteligente, preparada y resuelta, con arrojo y determinación para acometer proyectos ambiciosos, y lo más importante: concretarlos». Según Muñoz, cuando la sociedad está impactada por fluctuaciones importantes que modifican la vida cotidiana, la educación es el ámbito donde más se percibe. Por eso es comprensible que «nuestros docentes sean la primera línea de fuego», en la cual «detonan situaciones y efectos que vienen de afuera: de la familia, del barrio, las transformaciones en el campo del trabajo o de las comunicaciones». Maestros y profesores son «el primer radar que registra dificultades, crisis, desbordes, contradicciones, amenazas, perplejidades», explicó.

Respecto de la agenda política y mediática sobre educación, la ministra indicó que los docentes y las autoridades se sienten a toda hora «bajo el escrutinio de quien todo lo mira bajo la sospecha y la desconfianza», de una forma que no promueve un clima de estímulo y motivación. Si bien reconoció la necesidad de «rodear al sistema de exigencias», también es necesario darle «respaldos y apoyos», para contribuir a desenvolver mejor las políticas públicas en educación.

A contrapelo de los cuestionamientos sobre la incidencia de estos congresos en las definiciones educativas, dijo que a partir de 2005 «ha habido avances importantes». Muñoz también anunció la remisión al Parlamento del proyecto que crea la universidad de la educación: «otro hito en la jerarquización de la profesionalización docente». A juicio de la ministra «resulta imprescindible que articule de forma proactiva las funciones de enseñanza, extensión e investigación, ofrezca formación continua y genere sinergia con otras instituciones».

Mirar los problemas por altura
El rector Roberto Markarian informó sobre su participación esta semana en un encuentro de rectores de la Asociación de Universidades Grupo Montevideo, donde se analizaron aspectos de la educación superior en la región y en el mundo: «problemas que tienen que ver con la mercantilización, procesos de privatización, de influencia creciente de grupos no representativos», relató. «Los que aquí invierten en soja, carne o en picar madera, en grandes países del mundo como Brasil invierten cifras cuantiosas para sacar ganancias del sistema educativo», explicó. «Me parece fundamental mirar los problemas por altura, y no solo a nivel local», recomendó.

Markarian mostró preocupación porque estamos «sujetos a influencias globales», y defendió la necesidad de «una visión no ombliguista de los problemas educativos». Esta doble visión debe alcanzar aspectos sociales, geográficos y demográficos. Por ejemplo: en Montevideo en la zona comprendida entre avenida Italia y Camino Carrasco, «la pobreza fluye hacia el sur, los sectores más pobres se educan donde viven los de clase media, los de clase media estudian donde viven los ricos, y los ricos van a la enseñanza privada». No podemos «dejar de ver estos problemas, que son decididamente uruguayos», reflexionó.

El rector citó una carta que él y el decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Álvaro Rico, dirigieron a los delegados representantes de la Udelar: «Es claro que nuestra institución no tiene posición tomada sobre toda la diversidad de temas que se tratan», sin embargo «tenemos posiciones generales sobre temas sustantivos, que colaboren en la consolidación y coordinación del Sistema Nacional de Educación Pública». La nota expresa a los delegados: «les rogamos que colaboren para que la reunión transcurra en un ambiente de solidaridad y de elaboración positiva, más que de confrontación e imposición de posiciones».

Markarian trasladó a todos los participantes del congreso el mismo llamamiento «porque la construcción delicada del polígono de la educación se hace mirándonos tranquilamente a los ojos, y no viendo al que opina un poco distinto como un enemigo». Markarian recordó que en la época de su juventud, «cuando nos peleábamos y discutíamos (…) nos queríamos y nos respetábamos: respetar en la discrepancia es una gran virtud». «Respetando a un compañero que piensa distinto, así es que vamos a construir», completó.

Por su parte Wilson Netto destacó la importancia de la participación y el «derecho a construir nuestro propio relato». Dijo que los informes de los CNE, así como el Plan Nacional de Educación, son instrumentos que permiten «más transparencia, más garantías, y confianza en todos los actores».

Tras la mesa de apertura, la represante del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEEd), Carmen Haretche, presentó diversos datos sobre el sistema educativo. Explicó que hay más jóvenes dentro del sistema, que la educación facilita su inserción laboral, y que aun para los que viven en contextos desfavorables y tienen mayor rezago, «el clima de aula logra revertir aspectos negativos». Por otra parte, los desempeños de los estudiantes que terminan Primaria no han variado en los últimos diez años, y la inequidad entre quienes egresan de contextos más altos y los más bajos se ha mantenido, lamentó.

Haretche defendió el manejo de los perfiles de egreso en cada nivel educativo, porque «contribuye a reducir la inequidad». Afirmó que hay que definir metas de aprendizaje y promover climas de trabajo en el aula que sean favorables.

Respecto de los docentes, los estudios del INEEd muestran que son titulados el 70% en Secundaria y el 40% en UTU, y que el 42% se desempeña en un solo centro educativo. Consultados sobre el nivel de reconocimiento que perciben, maestros y profesores señalan que este es menor por parte de los padres y de la comunidad que el que reciben de sus colegas, alumnos y directores.

Fuente de la Noticia:

http://www.universidad.edu.uy/prensa/renderItem/itemId/41534

Comparte este contenido: