Redacción: EL País
1.300 millones de personas son pobres en todos los sentidos de la palabra, porque no tienen apenas ingresos o carecen de acceso a agua potable, alimentos suficientes o electricidad
El 10% de la población mundial, 736 millones de personas, sobreviven cada día con menos de 1,90 dólares. Son extremadamente pobres… económicamente. Estar por encima de este nivel de ingresos no asegura automáticamente tener una vida digna, una en la que se defeca en un retrete, se come al menos tres veces al día y los hijos no mueren de una diarrea. Por eso, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se ha aliado con la Iniciativa para el Desarrollo Humano y contra la Pobreza de la Universidad de Oxford (OPHI, por sus siglas en inglés) para saber cuántos seres humanos sufren carencias múltiples y simultáneas más allá del dinero. Son 1.300 millones, una cuarta parte de la población de los 104 países que se han estudiado en el primer Índice de Pobreza Multidimensional global, publicado este jueves. La mitad son niños.
Con datos sobre desnutrición, años de escolarización, estado de las viviendas, el combustible con el que cocinan y así hasta 10 indicadores sobre salud, educación y nivel de vida, los autores han sido capaces de calcular no solo el número de pobres multidimensionales —que sufren carencias de al menos un tercio de estos indicadores—, sino también el grado, en función del tipo, la cantidad e intensidad de las privaciones, e incluso dónde viven y qué edad tienen. «Desagregamos tanto como nos lo permiten los datos», ha explicado Sabina Alkire, directora de la OPHI y creadora de este índice, en la presentación de la investigación en la sede de la ONU en Nueva York, retransmitida en directo a través de su canal de televisión.
«La mitad de ellos son niños», ha explicado Achim Steiner, administrador del PNUD. «Es toda una generación cuyas vidas están atrapadas en la pobreza», ha lamentado. Como la de Amudhra, una niña de 14 años de Tamil Nadu, al sur de India, a la que entrevistaron las estudiantes de la Lady Doak Colleague de esta misma ciudad para el estudio. Así supieron que en su hogar había varios miembros desnutridos, no tenían un combustible limpio para cocinar, ni agua potable ni saneamiento, aunque sí tenía electricidad tomada de unos vecinos, todos los niños en la casa iban a la escuela y ningún menor había muerto en la última década. «Con un cuestionario de 10 preguntas, tenemos una idea de cómo es la vida de Amudhra», ha explicado Alkire. Conclusión: es multidimensionalmente pobre.
El 83% de pobres multidimensionales se concentra en dos regiones: África subsahariana con 560 millones y Asia meridional con 546 millones
Hay dos maneras de interpretar estos resultados, ha considerado Steiner. Una pesimista, pues los datos revelan una cantidad mucho más abultada de personas en situación de pobreza de las que muestran las estadísticas realizadas hasta ahora. La optimista, en opinión del administrador del PNUD, es que esta herramienta es «una oportunidad» para luchar de manera certera contra todas las miserias para erradicarlas, como manda el primero de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El ejemplo positivo de nuevo lo han encontrado en India, el primer país en el que se ha analizado el progreso alcanzado a lo largo del tiempo. Entre 2006 y 2016, 271 millones de personas salieron de la pobreza. Más que toda la población de Indonesia. Según los datos más recientes del índice, aún 364 millones de habitantes del país asiático, un 27,5%, eran pobres multidimensionalmente en 2016, principalmente por las malas condiciones de vida y, en menor proporción, por las carencias relacionadas con la salud y la educación, en ese orden. Una década antes, los números eran peores: un 55% de los indios sufría varias de las privaciones escrutadas.
«Esto no es producto de la casualidad», ha destacado Steiner, quien ha alabado la determinación del Gobierno indio en el uso de este índice para tomar las decisiones adecuadas para mejorar la vida de las personas. Para él, el avance de India es la prueba de que este problema se puede combatir si las prioridades y programas están bien definidos. Para ello, el trabajo de investigación y estadístico es fundamental.
India es el primer país en el que se ha analizado el progreso. Entre 2006 y 2016, 271 millones salieron de la pobreza
«El Banco Mundial y organizaciones como la Fundación Bill y Melinda Gates producen informes sobre pobreza e investigaciones sobre qué funciona y qué no. Y todos coincidimos en que millones de personas están siendo abandonadas y no se benefician del desarrollo», ha asegurado Steiner. Para sacar a la luz a esos pobres que permanecían en la oscuridad estadística, el PNUD se alió con el equipo de Alkire en la OPHI que venía trabajando con este índice en decenas de países, pero nunca se había aplicado en el ámbito global con datos armonizados y comparables entre territorios.
Una vez obtenidos los primeros resultados, la intención es recabar datos periódicamente para poder observar los progresos y disponer de una fotografía más nítida sobre quiénes necesitan ayuda, qué tipo y dónde. Con ella, los políticos comprometidos con poner fin a la pobreza podrán tomar decisiones más informadas y financiar adecuadamente los programas diseñados para este propósito. «La pregunta que habrá que responder es si los más pobres son los que más mejoran», ha indicado Alkire. El ejemplo de India demuestra que sí, pero aún es el país con más cantidad de pobres del mundo y los más vulnerables siguen encontrándose en los mismos grupos de la sociedad: las castas más bajas, los musulmanes y los niños.
Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/09/20/planeta_futuro/1537441680_635893.html