América del sur/Brasil/03 octubre 2019/Prensa Latina
Los organizadores informaron que la movilización, que continuará mañana, forma parte de la lucha contra los numerosos ataques que la educación pública sufre del Gobierno del presidente Jair Bolsonaro.
También de proyectos gubernamentales como Future up, la militarización de los centros de enseñanza, la iniciativa ‘Escuela sin partidos’, los recortes presupuestarios y el ataque a la autonomía universitaria.
La Central Unitaria de Trabajadores comunicó asimismo que en la huelga participarán movimientos populares y se rechazará la política de privatización de empresas símbolos del país como Petrobras y Correos. ‘Desde mayo, la educación y la ciencia han sido los principales sectores para movilizarse contra Bolsonaro, precisamente porque también son los principales objetivos de los ataques de este Gobierno’, indica una nota firmada por 66 entidades estudiantiles.
Señala que ‘los recortes presupuestarios en las áreas llegan al sistema desde la educación primaria hasta la de posgrado. Ponen en peligro la operación de cientos de campus universitarios, institutos federales, de investigación y laboratorios’.
Tales medidas, prosigue el texto, ‘amenazan con paralizar la ciencia brasileña con el recorte de los mercados bursátiles, pero principalmente, con la disminución del presupuesto previsto en el Proyecto de Ley Presupuestaria Anual 2020’.
Los signatarios del mensaje aseguran que ‘el Gobierno de Bolsonaro nos ha elegido como enemigos y, por este motivo, la educación ha sufrido varios ataques desde principios de año. No faltan razones para luchar, destacamos más allá de los recortes en la financiación de la educación, el programa Future up no es más que un mecanismo’.
La privatización de la red educativa federal y la militarización de las escuelas es una verdadera dictadura que el mandatario de extrema derecha quiere aplicar a la educación, refiere el aviso.
Añade que nuestras luchas no han sido en vano. Llevamos a millones de personas a las calles en mayo, hicimos un gran acto en Brasilia durante el congreso de la UNE en julio y nos movilizamos el 13 de agosto y el 7 de septiembre.
Incluso con la insistencia de Bolsonaro en mantener sus políticas de ajuste fiscal atacando las inversiones en educación y ciencia pública, ‘la movilización debe continuar’, remarca la nota.