América del norte/Estados Unidos/10 Octubre 2019/Prensa Latina
De acuerdo con su campaña, la iniciativa de Biden tendría un costo de 750 mil millones de dólares en 10 años y sería pagada a través de una reforma tributaria que comprenda una mayor carga impositiva sobre los estadounidenses más ricos.
El plan se implementaría mediante una asociación federal-estatal, en la cual el Gobierno del país cubriría el 75 por ciento de los costos y los estados aportarían el resto de los fondos.
Su propuesta también incluye una inversión de 50 mil millones de dólares en capacitación de la fuerza laboral, incluidas las asociaciones y los aprendizajes empresariales de la comunidad universitaria.
Pero la iniciativa del exvicepresidente se queda por debajo de los planes mucho más ambiciosos de sus principales rivales en busca de la nominación demócrata, los senadores Bernie Sanders y Elizabeth Warren.
Esas dos figuras, los candidatos más progresistas entre el grupo de 19 aspirantes presidenciales por el Partido Demócrata, lanzaron iniciativas que comprenderían cuatro años de matrícula universitaria gratuita.
Asimismo, Sanders llamó a eliminar en su totalidad la deuda estudiantil de 1,6 billones (millones de millones) de dólares que se calcula en el país, mientras que Warren manifestó que, de llegar a la mansión ejecutiva, eliminaría el 95 por ciento de ese monto.
Biden, sin embargo, plantea beneficiar a trabajadores del servicio público, como maestros y miembros de las Fuerzas Armadas, con una suspensión de la deuda estudiantil por un máximo de hasta 10 mil dólares por año.
Además, garantizaría que aquellos que ganen menos de 25 mil dólares no deban nada en sus préstamos estudiantiles federales para estudiantes universitarios, mientras que los pagos de todos los demás estén limitados a un cinco por ciento de sus ingresos discrecionales por encima de 25 mil dólares, lo cual reduciría a la mitad el actual tope del 10 por ciento.
La propuesta se da a conocer cuando la campaña del exvicepresidente no enfrenta un buen momento, pues su nombre aparece a menudo en el escándalo de las interacciones del presidente Donald Trump con Ucrania, y Warren amenaza cada vez más con quitarle el liderazgo que ha tenido hasta ahora sobre el resto de los candidatos demócratas.