Organizaciones políticas, sociales y judiciales se movilizaron frente a Tribunales para exigir la democratización de la Justicia.
A las cuatro de la tarde el sol pega fuerte en la plaza Lavalle. Las banderas de agrupaciones políticas y sociales ya están atadas en las vallas que rodean al Palacio de Justicia y un puñado de trabajadores de saco y corbata miran desde el otro lado, parados en las escalinatas, cómo de a poco llega la gente de todas direcciones a manifestarse en contra de la Corte Suprema de Justicia.
En la plaza, Sergio se para a posar para las fotos con su obra: un cartel-caja que él lleva con un palo y que representa a Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti sentados sobre un estrado, cada uno con una corona sobre sus cabezas y el símbolo Clarín a un costado. Cuando Sergio tira de una cuerda, el estrado se abre y revela a un buitre gigante con sus alas extendidas que en una de sus garras tiene tres ramas, una para cada supremo. “Estuve tres días para hacerlo y no lo terminé. Me faltó ponerles al cuello una bolsa de dinero”, dice el creador.
Mientras tanto, en Twitter, dirigentes de Juntos por el Cambio critican la movilización y la tildan de inconstitucional. “Son siempre los mismos los que se quejan, son los dueños de la Argentina. Si se quejan está bien, significa que les molesta, el pueblo en la calle les duele”, opina Sergio.
“Lo antidemocrático es lo que hace la Corte Suprema, los últimos fallos que hemos visto son completamente anticonstitucionales”, dice a El Grito del Sur Sofía Corradini, secretaria general adjunta del Sindicato de Trabajadores Judiciales (Sitraju). “Nosotros creemos en el sistema de justicia y creemos también en las instituciones. Lo cierto es que si las instituciones se deslegitiman nosotros estaremos acá marcando nuestra postura”, manifiesta.
La marcha convocada para las 18 horas frente a Tribunales -y que se replicó en distintos puntos del país- se organizó bajo la consigna “Democratizar la Justicia” para exigir “el fin del lawfare” y una reforma del Poder Judicial, en especial de los jueces de la Corte: Rosatti, Rosenkrantz -ambos designados por el expresidente Mauricio Macri-, Lorenzetti y Carlos Maqueda.
“Van a quedar en la historia como la peor Corte que hubo, los que más delitos cometieron y encubrieron», dice Juan María Ramos Padilla, el juez del Tribunal Oral Criminal 29 y uno de los convocantes, desde el escenario ubicado en la intersección de Talcahuano y Tucumán.
La lectura del documento está a cargo de las actrices Luisa Kuliok y Cristina Banegas. “Decimos que se tiene que ir porque esta Corte viene convalidando sistemáticamente las políticas neoliberales de destrucción y desmantelamiento de derechos humanos fundamentales”, leen y recuerdan que además de avalar “pericias fraudulentas, actividades de inteligencia interna”, la Corte “legitimó el abuso de prisiones preventivas, con decenas de presos políticos obscenamente exhibidos, muchos de los cuales siguen sufriendo esa prisión en la actualidad”.
Alrededor del Obelisco se concentran la mayoría de las organizaciones antes de marchar. Domingo, militante de la Tupac Amaru, reparte las banderas entre sus compañeros. “Cuando empezó el gobierno de Macri empezó la detención de los compañeros nuestros, de Milagro (Sala), compañeros de Jujuy, Mendoza y después políticos del Frente de Todos, les fueron armando causas injustificadas -dice a este medio-. Queremos una Corte independiente, que sea real, que no esté trabajando para un sector del macrismo que siempre hace lo que quiere”.
Eduardo López, secretario general de la CTA de la Ciudad de Buenos Aires y secretario general adjunto de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), asegura que a los docentes “la Corte nunca nos responde”. “Solo nos responde para mandarnos a la presencialidad a los docentes cuando había que dar clases a distancia. Hoy hay 35 docentes fallecidos”, afirma.
“Ellos avalaron la Gestapo antisindical, la suba de tarifas, le sacaron Internet a nuestros pibes dándoles de baja un DNU, solo protegen a Clarín, nosotros queremos que protejan las leyes y la Constitución”, agrega.
Por su parte, Paula Pelayo, maestra inicial e integrante de UTE, recuerda que la Corte “decidió en una reunión por Zoom que los chicos no iban a usar barbijo”. “Y los mismos chicos te lo pedían porque tienen un poco más de conciencia y de criterio”, señala.
Walter Correa, exdiputado nacional y secretario general de la Federación del Cuero (Fatica), afirma que “nosotros hemos vivido la apertura democrática del ‘83 hasta la fecha, sin embargo la Justicia no se hace cargo del sistema democratico. Nosotros vivimos y padecemos la monarquia judicial que defiende los intereses de los poderes fácticos, de los ricos, de los poderosos, y no los intereses del pueblo”. “Por eso venimos acá”, explica.
Adolfo y Dina llegan a la plaza por Talcahuano, del lado de Lavalle. Los dos usan banderas argentinas como capas y se paran a mirar las consignas de las banderas. “Esto va más allá de lo partidario, hay que reforzar las instituciones, no se trata de cambiar a cuatro figuras y poner otras que respondan a intereses particulares como los de la oligarquía”, dice él mientras que ella señala que “si no cambiamos eso, estamos perdidos”.
Y Dina cierra: “Venimos por la democracia, porque creemos en un país mejor, porque apoyamos todo lo que sea a favor del pueblo”.
Fuente de la información e imagen: https://elgritodelsur.com.ar