Por: Leonardo Díaz
La libertad es un proceso continuo de trabajo colectivo en la realización de las potencialidades de sus integrantes y que debemos cuidar permanentemente.
En un artículo publicado para el Diario El País, la científica Marta Fraile, titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), retoma el problema de la libertad, uno de los temas clásicos en la historia del pensamiento occidental, relacionándolo con el problema de la educación.
Apoyándose en el texto de la académica albanesa Lea Ypi, Free: Coming of Age at the End of History, donde se muestran parte de las experiencias personales de la autora como una niña en la Albania del dictador Enver Hoxha, Fraile cuestiona el uso interesado del término libertad trivializado desde posturas políticas conservadoras.
Existe, en esa concepción trivializada, la noción de que la libertad es la ausencia absoluta de límites, desconociendo que son estos límites los que nos permiten comprenderla y hacerla factible, no el capricho arbitrario que se opone al Estado.
La libertad es un problema social. Una sociedad puede ser no solo el espacio para su realización, sino también un serio obstáculo si tiene problemas estructurales de inequidad.
En este sentido, la libertad es un proceso continuo de trabajo colectivo en la realización de las potencialidades de sus integrantes y que debemos cuidar permanentemente.
Y en este cuidado constante Fraile recuerda el rol que debe jugar la educación en la realización progresiva de la libertad. El problema es qué tipo de modelo educativo se ha ido generalizando en las sociedades occidentales y si el mismo sirve a dicho propósito. Este será el tema de nuestro próximo artículo.
Fuente: https://acento.com.do/opinion/libertad-educacion-y-equidad-9041375.html