Educación y Acción en Afganistán

Afganistán/Marzo 2016/ Fuente: http://www.sitesofconscience.org/

Mientras que el estado de la educación de las niñas en Afganistán ha mejorado mucho en los últimos diez años, menos de la mitad de las niñas afganas van a la escuela y muchos de ellos finalmente abandonan, desgastado por las condiciones inseguras, la pobreza y los matrimonios infantiles. Sólo el 14% de las mujeres afganas saben leer y escribir.

Nuestro miembro de Afganistán Derechos Humanos y Organización Democracia (AHRDO) lleva a cabo programas innovadores que hacen hincapié en el poder de la expresión y la creatividad en la lucha por los derechos humanos, en particular entre las mujeres y otros grupos desfavorecidos. La Coalición invitó recientemente a una de estas mujeres, Masooma Maqsoodi, para contar su historia.

Masooma  Maqsoodi.

Cuando yo era acosados ​​en las calles de Irán, donde vivía la mayor parte de mi vida como un refugiado afgano, solía culpar a mí mismo por haber hecho algo malo que llevó al acoso: mi forma de prendas de vestir, mi maquillaje, mi manera de caminar, o la hora del día o de la noche yo estaba en las calles. Entonces empecé a corregir «mi error.»   El propósito del sistema educativo de Irán era producir ciudadanos obedientes que completamente sometidos a las normas religiosas y culturales. Se esperaba que los únicos estudiantes que hay que hacer era aceptar, apreciar, internalizar, y memorizar lo que han aprendido en las aulas con el fin de pasar las pruebas. Un sistema educativo tales no ayuda a los estudiantes a ver el panorama más amplio y analizar las relaciones de poder en la información que reciben. Yo era una víctima de la subordinación a una cultura conservadora y patriarcal que puso toda la responsabilidad de mantener a la sociedad «virtuoso» y «seguro» en los hombros, en los hombros de las mujeres.

Las cosas, sin embargo, cambió en 2010, cuando me dieron una beca completa para estudiar en la Universidad de Asia para mujeres en Bangladesh (UAW). Era completamente diferente a las escuelas en Irán; se empodera y emancipadora. Me ayudó a explorar mi voz oculta que había sido silenciado y reprimido durante tanto tiempo. Con el apoyo de mis maestros y profesores de la UAW he aprendido a expresar mis pensamientos y sentimientos acerca de todos los temas que me importaba. Empecé a comprender cómo las normas de género que allanaron el camino para que las discriminaciones estructurales contra las mujeres se construyen socialmente y normalizada en todas las sociedades a través de un proceso histórico.

Pude ver cómo las imágenes de las mujeres por los libros de texto escolares, religiosas y medios de comunicación, y los predicadores en las mezquitas perpetúan y justifican el trato discriminatorio de las mujeres como seres humanos inferiores. Cuánto más he reflexionado sobre mi educación pasada y presente, más me daba cuenta de la importancia de la enseñanza del pensamiento crítico y capacitar a los estudiantes a levantar la voz en contra de cualquier forma de injusticia, y, aún más importante, para animarles a tomar acción y cambiar el estado quo. Mi educación en AUW me había preparado para eso.

Después de tomar una clase de liderazgo en el verano de 2012, empecé una campaña de acoso contra la calle en las escuelas de Kabul y empecé a escribir sobre temas de la mujer en un periódico con sede en Kabul.  Después de graduarse de la UAW en 2015, decidí volver a Afganistán para servir a mi país. Me uní a una organización llamada Organización de Derechos Humanos y la Democracia Afganistán, que promueve los derechos humanos y los derechos de las mujeres que usan el arte y el teatro. Que trabaja para promover los derechos de la mujer en Afganistán es cada vez más difícil con el aumento de la insurgencia, el radicalismo y la inseguridad en el país. Muchas escuelas y centros educativos han sido cerrados en las provincias inestables, y los datos muestra la violencia contra las mujeres ha aumentado en los últimos años. Sin embargo, en las regiones más seguras donde las niñas mantengan en camino a la escuela y las mujeres reciben una educación superior y trabajan fuera de la casa, hay un futuro más brillante para las mujeres que luchan para obtener la igualdad de derechos. Es un viaje largo, difícil, pero el camino es una educación de calidad que permite a las mujeres y los hombres a ver el mundo por sí mismos, crear su propio sentido de la vida y tratar de vivir felices y ayudar a otros a ser felices.

Masooma  Maqsoodi, de 29 años, es un oficial de programa en Afganistán Derechos Humanos y la Democracia Organización.

Fuente de la Noticia: http://www.sitesofconscience.org/2016/03/activists-for-change-in-afghanistan/

Información de la Foto: Masooma  Maqsoodi, de 29 años, es un oficial de programa en Afganistán Derechos Humanos y la Democracia Organización.

Dirección de la Foto:

https://www.oxfam.org/es/campanas/salud-y-educacion-para-todo-el-mundo/la-educacion-femenina-en-afganistan-testimonios

Socializado por:

Javier Ernesto Chávez Torrealba. Licenciado en Educación. Docente Universitario. Investigador del CIM. Coordinador del Centro Nacional de Investigaciones Educativas por el estado Portuguesa.

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