Saltar al contenido principal
Page 40 of 70
1 38 39 40 41 42 70

Nuevas vertientes en la evaluación

Por: Pluma Invitada

LA RELEVANCIA DE LA EVALUACIÓN es fundamental para promover el desarrollo de la educación. La evaluación es parte constitutiva de la educación, en tanto guía y regula el proceso educativo, al obtener indicadores del desempeño, los cuales se integran, analizan y valoran, de modo que permita tomar decisiones que lleven al logro de los propósitos educativos y eventualmente mejorar.

De acuerdo con la agenda de la Oficina Internacional de Educación de la UNESCO, la evaluación debe ser un principio guía para mejorar y apoyar las oportunidades de aprendizaje. Entre los cambios más significativos en la concepción de la evaluación, es concebirla como reguladora del proceso educativo.

Philippe Perrenoud considera que la evaluación es central en el proceso educativo, porque si se cambia el enfoque, cambiará todo. El éxito de los aprendizajes se debe más a la corrección de los errores y a la autorregulación continua, que a la genialidad del método de enseñanza. La evaluación es un componente sustancial para reconocer los errores y detonar la explicación de estos, por lo que constituye un recurso en busca del logro de los propósitos educativos y no representa un fin en sí misma.

Nuevas vertientes en la evaluación

Comparte…

Imagen: internet

Felipe Tirado*

LA RELEVANCIA DE LA EVALUACIÓN es fundamental para promover el desarrollo de la educación. La evaluación es parte constitutiva de la educación, en tanto guía y regula el proceso educativo, al obtener indicadores del desempeño, los cuales se integran, analizan y valoran, de modo que permita tomar decisiones que lleven al logro de los propósitos educativos y eventualmente mejorar.

De acuerdo con la agenda de la Oficina Internacional de Educación de la UNESCO, la evaluación debe ser un principio guía para mejorar y apoyar las oportunidades de aprendizaje. Entre los cambios más significativos en la concepción de la evaluación, es concebirla como reguladora del proceso educativo.

Philippe Perrenoud considera que la evaluación es central en el proceso educativo, porque si se cambia el enfoque, cambiará todo. El éxito de los aprendizajes se debe más a la corrección de los errores y a la autorregulación continua, que a la genialidad del método de enseñanza. La evaluación es un componente sustancial para reconocer los errores y detonar la explicación de estos, por lo que constituye un recurso en busca del logro de los propósitos educativos y no representa un fin en sí misma.

La evaluación permite estimar la actividad epistémica de los estudiantes, la regulación de los aprendizajes de forma activa durante el proceso educativo, establecer el diagnóstico como regulador de las prácticas educativas, guiar la reingeniería institucional, constituyendo así un proceso de evaluación formativa.

LA EVALUACIÓN EN MÉXICO se ha polarizado, se ha politizado, ha dado lugar a posiciones ideologizadas que frecuentemente no permiten la deliberación argumentada, y se llega a las descalificaciones ramplonas. El mal manejo político de la evaluación terminó en el desmantelamiento del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, con costos altísimos para el país.

La agenda educativa de la Oficina Internacional de Educación de la UNESCO, plantea la necesidad de garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad, que integre y no segregue, que incluya y no excluya, que asegure a cada persona una educación de calidad, pertinente a lo largo de la vida. Es importante subrayar que precisamente se reconoce a la evaluación educativa, como un instrumento regulador de las prácticas que permiten gestar procesos que apoyen y den viabilidad a la educación inclusiva.

En México se formó Métrica Educativa, que es una asociación civil con fines no lucrativos, que tiene por lema: Investigación científica e innovación al servicio de la evaluación educativa, con lo cual espera coadyuvar de manera significativa al desarrollo de la calidad de la educación en México. La asociación está constituida por profesores e investigadores universitarios de distintas instituciones, formados en diferentes disciplinas, como ciencias

cognitivas, estadísticas y de la computación; y cuenta con el Registro Nacional de Instituciones y Empresas Científicas y Tecnológicas del CONACYT (RENIECYT).

En Métrica Educativa se administra y desarrollan diversos instrumentos y procesos de evaluación. Entre ellos está el Examen de Competencias Básicas (Excoba), que constituye un instrumento de vanguardia puesto a disposición de los interesados, el cual es el único examen desarrollado en México de aplicación a gran escala, basado en los principios de la teoría de la cognición y constructivismo, a partir de plataformas digitales y análisis estadísticos integrales, con los cuales es posible evaluar a partir de la construcción de respuestas, y no en su simple selección, la cual se basa comúnmente en la memorización de información (conocimiento estático), como suele ocurrir en los exámenes tradicionales de opción múltiple. En el nuevo paradigma lo relevante es evaluar la actividad epistémica de los estudiantes, la movilidad de sus saberes, sus competencias para comprender y construir nuevo conocimiento.

El examen está concebido para hacer evaluaciones educativas de alta calidad, valiéndose de los paradigmas cognitivos y tecnológicos de vanguardia, para proporcionar indicadores válidos, confiables, estables y precisos, de manera de poder generar diagnósticos que permitan regular la función docente y pronósticos para la planificación educativa.

Hay dos principios fundamentales en la teoría de los procesos cognoscitivos de los que se parte. El primero es que el proceso de apropiación de conocimientos se da a partir de que el sujeto cognoscente construye sus propias estructuras de conocimiento. El segundo es que el conocimiento se integra en estructuras semánticas a partir de la asimilación y acomodación de las experiencias del estudiante, las cuales le permiten el entendimiento y faculta la operatividad cognitiva.

La operatividad cognitiva es lo que constituye el pensamiento, que da lugar a la reflexión crítica, creativa y propositiva. El paradigma cognitivo que se plantea es que el aprendizaje transita de datos, a información y conocimiento (comprensión), lo que permite el pensamiento crítico, creativo, propositivo y de innovación. Hay un planteamiento de este corte en la metodología de evaluación utilizada por PISA (Programme for International Student Assessment), donde se utiliza la diferenciación taxonómica de niveles de dominio del conocimiento en base a competencias, establecidos por criterios: acceder y recuperar, integrar e interpretar, reflexionar y evaluar.

Lo que se explora en el paradigma que da sustento al examen (Excoba), son los conocimientos básicos estructurales que permiten la asimilación (integración) de nuevos conocimientos con significación para el alumno, y que por lo mismo le da operatividad cognitiva derivada de la comprensión. Lo que importa es la comprensión y no la retención de información.

Prácticamente todas las personas que concluyeron la educación básica obligatoria recuerdan haber escuchado la palabra “pi”; si se solicita reconocer cuál es el valor de “pi”, más del 90% lo pueden hacer (3.1416); si se les pide que refieran, no que reconozcan, cuál es su valor, sobre dos tercios lo pueden decir; pero si se cuestiona de dónde se obtiene ese valor, menos de un tercio puede identificar la opción correcta (las veces que el diámetro cabe en el perímetro); ya no se diga cuando se les pide explicar 3.1416. La mayoría retiene por memorización datos e información (pi – 3.1416), conocimiento atomizado; sólo muy pocos tienen la comprensión (conocimiento) del pensamiento relacional que le da la operatividad cognitiva, para saber que se trata de una relación proporcional entre el valor del diámetro de una circunferencia y el valor de su perímetro. De aquí que sea muy distinto evaluar el valor de pi con reactivos de reconocimiento, a plantear reactivos que exploran la comprensión de dónde se obtiene 3.1416.

Esta enseñanza memorística ha dominado en el sistema educativo. También se puede apreciar cuando a los alumnos les es requerido aprender las funciones trigonométricas, sin comprender el principio estructural epistémico. Para comprender se requiere entender la lógica básica que estructura las relaciones que hay entre los lados y ángulos de un triángulo, comprender que sus variaciones constituyen cambios que modifican las relaciones de manera proporcional, dando lugar a funciones (al variar el tamaño de un lado o ángulo, hay variaciones proporcionales en otros lados o ángulos del triángulo). Lo que se observa es que los estudiantes comúnmente logran memorizar las razones trigonométricas, incluso pueden operar bien algebraicamente con ellas, pero sin entender los principios básicos del pensamiento relacional que las explican y les da la operatividad cognitiva de la comprensión. Un nivel taxonómico es saber cómo operar, y otro entender por qué se opera de esa manera. Para despertar interés en matemáticas, se requiere entenderlas.

El aprendizaje por memorización ha sido práctica común en todos los campos disciplinarios del conocimiento, por ejemplo, en historia se requiere saber fechas y personajes, sin estructurar el entramado que permite la comprensión de la concatenación de los procesos históricos. Si se le requiere a estudiantes universitarios reconocer en un listado de nombres de personajes que hayan gobernado en México, con su nombre y fotografía, la mayoría, reconocen (en orden descendente) a F. Madero, P. Díaz, V. Carranza, V. Huerta y A. Obregón. Pero si se les solicita que los estructuren históricamente en el orden en que gobernaron, sólo una minoría es capaz de establecer la secuencia correcta, lo que evidencia la falta de concatenación, ya que cada uno de estos personajes participó en la caída para remplazarlo, a excepción de P. Díaz. Si no se entiende la concatenación de los hechos y las circunstancias históricas que dieron lugar a esta serie de sucesiones en el poder, se evidencia que no se tienen elementos básicos estructurales de la historia de la revolución mexicana que permitan comprenderla. El poder sólo reconocer a los personajes sin concatenar a los acontecimientos, queda claro que se reduce a un conocimiento estático memorístico de información inconexa, que no tiene operatividad cognitiva.

Bajo el principio de la cognición situada, en el Excoba se busca generar procesos de evaluación auténtica con validez contextual, donde los contextos y circunstancias permitan construir respuestas más apegadas a lo que sucede en la vida real. Por ejemplo, en geografía, la estructuración geográfica de la división política constituye un andamiaje conceptual básico que todo alumno de primaria debería comprender, para poder entender los órdenes de gobierno (federal, estatal, municipal). Pero además, es importante entender que las entidades están interrelacionadas sobre una distribución geográfica que les da contextos específicos, lo que las hacen grandes o pequeñas, lejanas o cercanas, por lo que si se establecen estas interrelaciones bajo un mapa, permite la cognición operativa situada en un contexto que crea la Gestalt del conjunto. También, el conocimiento de la división política de las entidades de la federación y sus capitales, constituyen una red semántica que es básica para poder formarse una visión conjunta del país, de manera tal que se pueda comprender e interpretar los acontecimientos o sucesos relacionados dentro de su contexto. Por ello, en el Excoba, le es requerido al sustentante reconstruir en un mapa digital la localización de algunas de las entidades y capitales seleccionadas al azar. Lo mismo aplica para la geografía mundial.

El tipo de reactivos referidos son posibles de hacer gracias a las ventajas que ofrece la plataforma digital de Métrica, que consiste en un generador automatizado de exámenes (GenerEx), el cual puede producir una infinidad de versiones distintas de exámenes equivalentes, controlando su grado de dificultad. Todo esto con otra gran ventaja, dadas las bases de datos digitales que se generan, las cuales permiten hacer analítica de datos para proporcionar evaluación diagnóstica y pronóstica, pudiendo orientar al estudiante, profesores y padres de familia, dónde se encuentran los puntos de bajo o nulo dominio, y con este sustento poder tomar las mejores decisiones para orientar el proceso educativo. Además, la aplicación computarizada, permite evitar problemas comunes de las aplicaciones tradicionales de lápiz y papel, como distorsiones ocasionadas por el azar, la invalidación de preguntas por haber sido previamente utilizadas y conocidas, la distribución clandestina de preguntas, el fácil copiado de respuesta y la vulnerabilidad en la seguridad del examen.

LA INVESTIGACIÓN es una parte indispensable en la evaluación, para el reconocimiento de la obsolescencia, de errores, para estar siempre atentos explorando la búsqueda constante que permita encontrar alternativas que lleven a mejorar los procesos de evaluación. En Métrica, es esta visión la que crea condiciones progresivas en el sentido de poder siempre mejorar.

No hay duda de que una de las grandes transformaciones del siglo XXI es la revolución digital, que da lugar a un mundo globalizado de interacciones sin fronteras, en la sociedad contemporánea del conocimiento.

Randy Bennett afirmó hace más de dos décadas, que ningún tema se convertiría más importante para la innovación y la práctica futura de la evaluación educativa, que las computadoras y el Internet. Su predicción ha demostrado que fue correcta, ya que la evaluación está cambiando vertiginosamente dadas las nuevas posibilidades tecnológicas.

Hoy en día, entre los exámenes más acreditado de los EEUU, elaborados por el Educational Testing Service, como son el Test of English as a Foreign Language (TOEFL iBT) o el the Graduate Record Exam (GRE), trabajan en plataformas digitales. También el Programme for International Student Assessment (PISA), ya está computarizado.

Las nuevas tecnologías digitales ofrecen hoy en día oportunidades que apenas hace una década eran impensables, como rastrear el movimiento pupilar sobe una pantalla (eye tracking), registrar los clics, errores cometidos, cuánto tardaron los estudiantes en realizar cada tarea, analizarlos y dar respuestas guía en tiempo real, dando lugar a una nueva era en la evaluación educativa.

Uno de los logros más significativos del impacto en los aprendizajes mediados por tecnologías (eLearning), son las plataformas digitales de Sistemas de Gestión del Aprendizaje (en inglés Learning Management Systems), los cuales permiten enriquecer la enseñanza complementada por una evaluación progresiva, que es dinámica, adaptándose a los niveles de competencia de los alumnos (evaluación adaptativa).

De acuerdo con un estudio de la Oficina de Publicaciones de la Unión Europea, el cambio más significativo que traerán las plataformas digitales a la educación, es la capacidad de poder operar el manejo inconmensurable de datos en volumen, variedad, velocidad y veracidad, para poder supervisar en tiempo real los sistemas educativos.

Las nuevas teorías cognoscitivas y el gran avance de las tecnologías digitales, han permitido que se realice investigación sustantiva y se logren grandes innovaciones en materia de evaluación de los aprendizajes. Por ello, el lema de Métrica Educativa es: investigación científica e innovación al servicio de la evaluación educativa.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/felipe-tirado-evaluacion/

Comparte este contenido:

La OCDE y la Educación Superior

Por: Pluma invitada

Aunque existe una Ley de Coordinación de Educación Superior (LCES), esta se promulgó en el año de 1978, durante el gobierno de José López Portillo, lo que la hace ya inadecuada en el contexto de la modernidad y, aunque se han llevado a cabo foros de análisis al respecto, aún no se han establecido los acuerdos y criterios que deban regir a las IES (Instituciones de Educación Superior), con base en una normatividad para las universidades, tanto públicas, como privadas.

Sin embargo, a instancias de la SEP en 2018, la OCDE (2019) publicó un breve resumen en un documento llamado El Futuro de la Educación Superior en México, en el que se analizan, de manera sucinta, las fortalezas y debilidades que privan en el ámbito de la educación superior.

Por un lado, existe una discrepancia entre la información que presenta la OCDE y otras referencias en cuanto al número de alumnos inscritos en el nivel superior, ya que la OCDE habla de 4.5 millones, mientras que Unión Guanajuato sitúa la cifra en 3.6 millones, lo que hace significativa la diferencia, pero, a pesar de ello, se sabe que la población estudiantil universitaria va en aumento (16 a 23% en los últimos años de los jóvenes en edad universitaria), siendo que la oferta educativa es de 5343 instituciones a nivel superior en todo México, repartidas según la demanda poblacional: el Estado de Puebla con 486, como la entidad con mas universidades, y Baja California Sur con 35, como la entidad con menos.

Otro aspecto a considerar se refiere a la división que existe entre la oferta pública y la oferta privada que presentan diversidad en cuanto a la implementación de los planes de estudio, ya que si bien, las universidades públicas son sustentadas con fondos federales, también gozan de autonomía y no existe una federalización al respecto, por la propia autonomía de las entidades federativas -la misma LCES no es clara al respecto-, y, en cuanto a la oferta privada, esta es aún mas diversa, ya que se regula e implementa de acuerdo a la competencia, la demanda, los recursos, etc.

En el documento de la OCDE referido, se presentan algunas conclusiones sobre el estado general de la educación superior en México, a la vez que se plantean recomendaciones para subsanar las deficiencias en la educación universitaria.

Como se mencionó, existe un descuido general en cuanto a los planes de desarrollo, lo que dificulta el establecimiento de líneas de acción objetivas; esto también evita un impacto significativo del profesionista en el marco socioeconómico, ya que no existe una información precisa o uniformidad en cuanto al perfil de los egresados.

Por otro lado, el destino del financiamiento por parte de la federación, y por la propia autonomía, no queda esclarecido de forma confiable, es decir, no hay transparencia en el manejo de los recursos, sobre todo tomando en cuenta que el gasto anual por estudiante universitario es significativamente alto.

También, y como se mencionó, al no contar con una legislación actualizada, la adecuada acreditación y la calidad de la misma quedan en entredicho, ya que no todas las universidades cuentan con el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE) de la SEP, para las instituciones privadas, lo que no favorece a   las IES para la obtención de registros de calidad mínimos y aceptables a favor de sus egresados, a pesar de la enorme inversión que representa estudiar una carrera o un posgrado en una universidad particular.

Ante toda esta problemática la OCDE propone una serie de medidas encaminadas a la mejora que pueda garantizar profesionales capaces de cumplir con las expectativas que representa la formación universitaria, para el bien de la comunidad y para el bien de los mismos estudiantes, en cuanto a la calidad y la equidad, y dejando a un lado criterios politizados y/o de escritorio, como las reformas educativas, la NEM y otras retóricas sustentadas en el oficialismo.

  • Calidad de las IES y la Ley de Coordinación de Educación Superior (esta, por supuesto tendría que ser actualizada).
  • Uniformidad en los criterios de evaluación.
  • La creación de un sistema eficaz de estadísticas que brinde información confiable.
  • Objetivos y tareas claramente establecidos y que sean implementados en forma general.
  • La generación de un organismo a nivel nacional para el aseguramiento de la calidad mediante las agencias acreditadoras existentes, como sería el caso del CENEVAL.
  • Programas sustanciales y competitivos encaminados a la acreditación externa.
  • Cohesión en los programas y currículas de posgrados (maestría y doctorado).
  • Obligatoriedad para todas las instituciones privadas del RVOE; esto evitaría el surgimiento y proliferación de las universidades llamadas “patito” y, por supuesto la pérdida de tiempo y dinero por parte de los estudiantes.
  • Apoyo a las IES pequeñas.
  • Fortalecimiento de las escuelas superiores tecnológicas, con los mismos parámetros ya mencionados.
  • Terminar con el verticalismo de las escuelas normales, mediante el establecimiento de nexos con la Universidad Pedagógica Nacional (UPN).

Otro aspecto a considerar tiene que ver con el entorno social y con la equidad, lo que nos lleva a pensar en las serias diferencias sociales, de género, etc. que existen en nuestro país y, en general, en toda la América Latina, cuando al interior de los entornos menos favorecidos se presenta la imperiosa necesidad de una educación equitativa, la necesidad de becas de manutención y de estudios para los aspirantes menos favorecidos y su eventual proyección hacia la acreditación externa, ya que existe mucho potencial desperdiciado, esto, en un país cuya ventaja es el bono poblacional.

Sin duda alguna, contamos con excelentes universidades, no solo las mas caras o las mas prestigiosas; existen IES relativamente pequeñas que cumplen perfectamente con el objetivo de ofertar una educación superior de calidad, pero también es cierto que han venido proliferando escuelas que se ostentan como universidades y que no cumplen con los requisitos mínimos para serlo y que resultan negocios muy lucrativos a costa de las expectativas de los jóvenes, quienes, al egresar se encuentran con que es, precisamente, su “Alma Mater”, el principal obstáculo para continuar con un posgrado o para ingresar al mercado laboral, lo que los sitúa nuevamente en el estatus de la inequidad.

REFERENCIAS

 Decreto para la expedición de la Ley de Coordinación de Educación Superior (24/12/1978)

https://www.oecd.org>educacion Evaluaciones Políticas Nacionales de Educación.  El Futuro de la Educación en México.

http://www.unionguanajuato.mx/articulo/2017/03/07educacion/cuantas-universidades-hay-en-mexico

fuente: http://www.educacionfutura.org/la-ocde-y-la-educacion-superior/

Comparte este contenido:

Lo digital nos desafía

La digitalización de la cultura, las nuevas formas de transmitir el saber y producir conocimiento y  cómo todo ello nos obliga —sin importar qué lugar ocupamos en el sistema educativo—, a replantear la especificidad de la escuela y del trabajo docente, es el tema central de esta edición de Saberes.

Las —no tan— nuevas tecnologías han impactado en todos los ámbitos de nuestra vida —el modo en que nos relacionamos, nos entretenemos, consumimos, trabajamos— y la organización escolar, las propuestas de enseñanza, los contenidos a abordar y las capacidades a desarrollar no son, ni deberían ser, la excepción.

En este nuevo número de la revista los invitamos a analizar el alcance de las transformaciones que han producido los medios digitales —que operan con lenguajes, audiencias, intereses y dinámicas que exceden lo técnico y abarcan dimensiones sociales e institucionales— y cuáles son los desafíos que desde la educación debemos asumir frente a las nuevas condiciones socioculturales imperantes.

Las escuelas ProA; la capacitación para la incorporación de la programación y la robótica desde el nivel inicial; la unidad técnica pedagógica —y la inclusión de saberes digitales— en los establecimientos de la modalidad que están bajo el programa de Nuevo Régimen Académico; la especialización del ISEP sobre Educación y Medios Digitales y el plan de conectividad para que todos las instituciones escolares (aun en los parajes más alejados) cuenten con internet, son algunos ejemplos de cómo Córdoba está afrontando los cambios en los conocimientos, las prácticas de enseñanza y las formas de evaluación, en una sociedad cuya episteme —en tanto manera de entender el mundo— está en transición.

Nuestra propuesta es que incorporemos las nuevas tecnologías al aula, pero no solo porque es una manera de captar la atención y entrar en diálogo con las maneras de conocer y relacionarse de las nuevas generaciones. De lo que se trata, fundamentalmente, es que, entre todos, podamos reflexionar sobre qué, cómo y para qué lo hacemos: qué sentido pedagógico y ético tiene. Son muchos y variados los dispositivos de acompañamiento que el Estado ha puesto en marcha en el tránsito hacia lograr las capacidades que nos exige el mundo virtual: a ese repaso los invitamos.

Pero no es el único tema que abordaremos.  Como contrapunto y de manera provocadora, el filósofo y pedagogo español, Jorge Larrosa nos dice que para lograr que los alumnos se interesen por el estudio lo único que hace falta es enamorarse de lo que uno enseña y de allí que el rol de la escuela en una sociedad hipermediatizada no es otro que el de generar mecanismos de lentificación para poner el acento en lo que debe saberse. Haciendo foco, justamente, en aquellos conocimientos que los chicos tienen que apropiarse, también en esta edición de Saberes damos un paseo por la Feria de las Palabras y les presentamos una investigación sobre las prácticas de enseñanza de la matemática.

En definitiva, los convocamos a pensar juntos cómo hacer frente a los desafíos que enfrenta la escuela en la que es, más allá de los cambios socioculturales que se produzcan, su misión fundamental: la transmisión de la cultura y la distribución equitativa de los saberes necesarios para comprender e interactuar en el mundo en el que vivimos.

Fuente: https://revistasaberes.com.ar/2019/10/lo-digital-nos-desafia/

Comparte este contenido:

La investigación científica sobre cómo enseñar el pensamiento crítico contradice las tendencias educativas

Un investigador de educación escribe que los científicos están unidos en su creencia de que el conocimiento del contenido es crucial para el pensamiento crítico efectivo

Por Puntos de prueba/ Columna de

El pensamiento crítico está de moda en la educación. Las escuelas alardean de que lo enseñan en sus sitios web y en casas abiertas para impresionar a los padres. Algunos sostienen que el pensamiento crítico debería ser el objetivo principal de la educación y una de las habilidades más importantes que se deben tener en el siglo XXI, con máquinas y algoritmos avanzados que reemplacen el trabajo manual y repetitivo.

Pero una revisión fascinante de la investigación científica sobre cómo enseñar el pensamiento crítico concluye que enseñar habilidades genéricas de pensamiento crítico, como el razonamiento lógico, podría ser una gran pérdida de tiempo. Los ejercicios y juegos de pensamiento crítico no han producido mejoras duraderas para los estudiantes. Y la literatura de investigación muestra que es muy difícil para los estudiantes aplicar las habilidades de pensamiento crítico aprendidas en una materia a otra, incluso entre diferentes campos de la ciencia.

«Querer que los estudiantes puedan» analizar, sintetizar y evaluar «la información parece un objetivo razonable», escribe Daniel Willingham, profesor de psicología en la Universidad de Virginia. «Pero el análisis, la síntesis y la evaluación significan cosas diferentes en diferentes disciplinas».

Willingham escribió un artículo, » Cómo enseñar el pensamiento crítico «, en mayo de 2019 para el Departamento de Educación de Nueva Gales del Sur en Australia. Pero es completamente aplicable al contexto estadounidense.

En el documento, Willingham traza la historia de la enseñanza del pensamiento crítico. Hace más de un siglo, muchos pensaban que temas difíciles como el latín podrían mejorar las habilidades de pensamiento. Pero los científicos descubrieron posteriormente que los estudiantes que estudiaron latín no obtuvieron mejores resultados en las pruebas que aquellos que no lo hicieron. Hay resultados mixtos de estudios más recientes en la enseñanza de ciencias de la computación a los estudiantes. Un metaanálisis de 2018 mostró un mejor pensamiento creativo, matemáticas, metacognición, habilidades espaciales y razonamiento para los estudiantes que toman programas de computadora. Pero las ganancias fueron mucho menores para los estudios con buenos grupos de control. Gran parte del supuesto beneficio de estudiar ciencias de la computación parece ser un efecto placebo.

Sin duda, existen principios lógicos básicos que son verdaderos en todas las materias, como comprender que «A» y «no A» no pueden ser verdaderos simultáneamente. Pero los estudiantes generalmente no aplican principios genéricos como estos en situaciones nuevas. En un experimento descrito por Willingham, la gente leyó un pasaje sobre cómo los rebeldes atacaron con éxito a un dictador escondido en una fortaleza (dispersaron las fuerzas para evitar daños colaterales y luego convergieron en el punto de ataque). Inmediatamente después, se les preguntó cómo destruir un tumor maligno usando un rayo que podría causar mucho daño colateral al tejido sano. La solución fue idéntica a la del ataque militar, pero los sujetos en el experimento no vieron la analogía. En un experimento de seguimiento, A las personas se les dijo que la historia militar podría ayudarles a resolver el problema del cáncer y casi todos lo resolvieron. “Usar la analogía no fue difícil; el problema fue pensar en usarlo en primer lugar ”, explicó Willingham.

Para ayudar a los estudiantes a ver analogías, «muestre a los estudiantes dos problemas resueltos con diferentes estructuras de superficie pero la misma estructura profunda y pídales que los comparen», aconseja Williingham a los maestros, citando una técnica pedagógica que los investigadores probaron  que funcionaba en 2013.

En matemáticas, los estudiantes a menudo se descarrilan cuando un problema de palabras es ligeramente diferente de un modelo paso a paso que han estudiado. Una estrategia probada por la investigación aquí, desarrollada por Richard Catrambone en el Instituto de Tecnología de Georgia , es etiquetar los subpasos de la solución con el objetivo que sirven. De esa forma, los estudiantes pueden entender por qué están usando cada paso y qué están logrando.

Pero el mayor problema es que el pensamiento crítico varía mucho. «Se necesita un pensamiento crítico cuando se juega al ajedrez, se diseña un producto o se planifica una estrategia para un partido de hockey de campo», escribió Willingham. «Pero no hay soluciones rutinarias y reutilizables para estos problemas».

Y aquí es donde el conocimiento del contenido se vuelve importante. Para comparar y contrastar, el cerebro tiene que guardar ideas en la memoria de trabajo, que pueden sobrecargarse fácilmente. Cuanto más familiarizado esté un alumno con un tema en particular, más fácil será para él guardar esas ideas en su memoria de trabajo y realmente pensar. Willingham usa el ajedrez como un buen ejemplo. Una vez que un estudiante ha jugado mucho ajedrez, tiene muchas posiciones de tablero memorizadas en su cerebro y puede determinar cuál es mejor en cada circunstancia en particular.

Willingham dice que la investigación científica muestra que es muy difícil evaluar la afirmación de un autor si no tienes conocimientos previos sobre el tema. «Si carece de conocimientos previos sobre el tema, una amplia evidencia de los últimos 40 años indica que no comprenderá las afirmaciones del autor en primer lugar», escribió Willingham, citando su propio libro de 2017 .

¿A qué edad deben los maestros comenzar esta enseñanza específica de las habilidades individuales y discretas de pensamiento crítico? Algunos maestros pueden pensar que es inapropiado para el desarrollo, y posiblemente dañino, participar en un trabajo cognitivo que parece más apropiado para un niño mayor. Pero la investigación de los últimos 30 años muestra que los niños pequeños son mucho más capaces de participar en el razonamiento que alguna vez pensamos. Los científicos ahora piensan que el desarrollo cognitivo es más gradual y comienza joven. «En algunas circunstancias, incluso los niños pequeños pueden comprender los principios del razonamiento condicional, y en otras circunstancias, el razonamiento condicional confunde a los médicos adultos», escribió Willingham. «Todo depende del contenido del problema».

Las ideas de Willingham son similares a las de Natalie Wexler, quien hace un apasionado argumento de que las escuelas deberían volver a un currículum rico en contenido en su libro de 2019, » The Knowledge Gap «. Ambos vale la pena leerlos como un fuerte contrapunto al énfasis en el pensamiento crítico. en las escuelas de hoy.

Esta historia sobre cómo enseñar el pensamiento crítico fue escrita por Jill Barshay y producida por The Hechinger Report , una organización de noticias independiente y sin fines de lucro centrada en la desigualdad y la innovación en la educación. Regístrese para recibir el  boletín de Hechinger .

Fuente: https://hechingerreport.org/scientific-research-on-how-to-teach-critical-thinking-contradicts-education-trends/

Comparte este contenido:

¿Enseñanza invertida?

Por: Pluma Invitada

Tradicionalmente, las tareas escolares han tenido el objetivo de reforzar los conocimientos adquiridos o poner en práctica lo aprendido, eso, en el mejor de los casos, ya que la mayoría de las veces, la tarea sirve como una justificación del docente del trabajo que no siempre realizó, o, simplemente, la tarea sirve para eso, para dejar tarea.

En el contexto de la didáctica contemporánea, se proponen estrategias diversas, sobre todo con el desarrollo de las tecnologías y dentro de la tendencia constructivista, siendo que el alumno, cada vez mas, juega un papel protagónico dentro del proceso de E-A, como es el caso del concepto de Aula Invertida (Flipped Classroom, Jonathan Bergmann y Aaron Sams), como un método de aprendizaje, más que de enseñanza.

En síntesis, el aula invertida propone una serie de estrategias con las que se busca que la producción del conocimiento provenga, principalmente, del alumno a través de invertir el proceso de la secuencia de la clase, es decir, que, en lugar de que sea el maestro el que exponga los contenidos temáticos, los explique, diseñe los ejercicios y distribuya las tareas durante la hora-clase, sería el alumno el que lleve a cabo la investigación, previamente a la sesión dentro del aula y que sea en esta en donde se realicen las tareas de reforzamiento, debate y aspectos propositivos, generando, así, un aprendizaje colectivo en el que cada elemento tenga un papel protagónico, de acuerdo a sus propios intereses y contextos particulares, para la solución, en conjunto, de los problemas.

De esta manera, se pretende que el aprendizaje se dé al ritmo del estudiante desde su propio espacio (físico y virtual), y, en el aula, como un foro participativo.

En cuanto a los objetivos que se pretenden con el aula invertida, se pueden mencionar la generación de una meta final, la producción de un plan de trabajo, la evaluación de contextos, la resolución de problemas en conjunto y la búsqueda de mejores resultados, palpables y evaluables de forma integral.

Dentro del campo de la investigación, el proceso de la generación de contenidos siempre se ha hecho, si no, sería imposible hablar de investigación; así, en todo trabajo escolar, se pretende, precisamente eso: que sea el estudiante el que aporte los contenidos y que estos sean llevados al aula para su exposición, debate, etc., lo cual no siempre sucede, ya que la gran mayoría de estudiantes, sobre todo en los niveles básico y medio superior, no lleva a cabo investigaciones serias, cayendo, muchas veces en el plagio, sobre todo con las facilidades de acceso a la información que da la tecnología de internet.

La implementación del aula invertida ha generado alguna polémica y, hasta cierto punto, algunas contradicciones a considerar.

La estrategia del aula invertida requiere del acceso a las redes y del uso de la tecnología de los diversos dispositivos, tanto por parte del estudiante, como por parte de las instituciones que pretenden aplicarla y, por supuesto, del docente, lo que significa la disposición de recursos que en la mayoría de las escuelas no existen (pantallas, cañón, conexión a internet, plataformas, etc.), y la habilidad requerida para su manejo y cuidado.

Por un lado, leemos que esta pedagogía deja mas tiempo al maestro que, sabemos, siempre se ve mas que saturado de actividades, sobre todo en cuanto a la carga de trabajo extraclase, pero por otro, encontramos que la misma propuesta del aula invertida implica aún mas aumento de la carga laboral  del profesor, aunque se dice que lo convierte en un innovador y coprotagonista del aprendizaje, siendo que no se menciona nada sobre el otro aspecto del proceso, el de la enseñanza, lo que nos lleva a pensar que el docente será, entonces un operador, un animador, un promotor; todo menos un educador.

Supone, el aula invertida, que el alumno será lo suficientemente responsable para cumplir, cabalmente, con los objetivos, sobre todo a la hora de realizar el trabajo en casa y dentro de un tiempo predeterminado, con la finalidad de generar el conocimiento para sí y para sus compañeros, lo cual, definitivamente, es de dudarse, sobre todo cuando tenemos ante nosotros la tarea de revisar los trabajos escolares, cuya calidad, casi siempre deja mucho que desear en cuanto a veracidad del origen de los textos, su presentación, su sustento y su ortografía, lo que nos lleva a preguntarnos: ¿realmente los trabajos escolares de investigación aportan o solo sirven para completar las listas de calificaciones?, es decir, se habla de fallas al momento del aterrizaje, o sea, de calibrar los resultados como una operación en números negros…, ¿hay resultados positivos?

Otra pregunta que, inevitablemente, salta se refiere al aspecto formativo del alumno: ¿en qué momento se presenta la oportunidad de que el tiempo invertido sea redituable en cuanto a la puesta en práctica de los valores?

Todo esto adquiere mayores dimensiones cuando se trata de un escenario educativo deficiente, por decir lo menos, como es el caso de los países latinoamericanos en los que los presupuestos para la educación son reducidos de forma alarmante o, simplemente, van permeando en el camino.

Sin duda, la propuesta es positiva, ya que busca la mejora del proceso del aprendizaje y busca mayor compromiso por parte del alumno, pero requiere de altos recursos tecnológicos, lo que se logra en la mayoría de los países altamente desarrollados.

Se trata de una mas de las estrategias del constructivismo, pero con el plus de la tecnología, y eso es bueno, ya que el estudiante debe “despertar” para convertirse, sí, en el sujeto receptor, pero también en generador de su propio conocimiento.

Es probable que en el nivel superior o en escuelas con recursos abundantes, el Aula Invertida sea funcional, pero en el resto del panorama educativo, aún estamos lejos de lograr una conciencia educativa que pueda proyectarse hacia la segunda mitad del Siglo XXI.

Referencias

https://blogs.unitec.mx clase-invertida-profesores-evolucionados

https://www.nubemia.com

Comparte este contenido:

Un impulso moral semanal para los maestros

Enviar correos electrónicos con cumplidos compartidos entre el personal es una forma sencilla de difundir la positividad y aumentar la eficacia del maestro.

Por Mary Davenport

No puedo contar la cantidad de veces que escuché a un colega aconsejar a un estudiante que hiciera lo que lo hace feliz. Sin embargo, a menudo me pregunto cuántos maestros son felices en sus trabajos. En una encuesta de 2012, la satisfacción laboral fue baja en 25 años , la rotación de maestros es alarmantemente alta y costosa , y la moral está constantemente bajo ataque por comentarios sociales y políticos. ¿Pero quién necesita estadísticas? Solo mire a su alrededor durante una reunión de personal para ver el peso que tienen los educadores.

En un esfuerzo por contrarrestar estos patrones, las partes interesadas deben construir sistemas de apoyo mutuo. Es incluso mejor cuando esos sistemas de apoyo son esfuerzos de base en lugar de obligatorios. Una forma en que he hecho esto durante los últimos años es a través de lo que llamo el Hump Day Bump, una compilación de notas de gratitud y cumplidos de personal a personal que se envían por correo electrónico cada miércoles.

Comencé el Hump Day Bump como una forma de difundir la positividad muy necesaria en mi primera escuela urbana. La pobreza, la violencia y los recursos limitados abrumaron a los estudiantes. Una sensación de derrota impregnaba al personal, compuesto por puntajes bajos, evaluaciones exigentes, camarillas divisivas y horas agotadoras. Las presiones internas y externas exacerbaron las tensiones entre la administración y el personal. El correo electrónico de Bump nos dio la oportunidad de leer buenas noticias en nuestras bandejas de entrada, observar cosas buenas entre nosotros y compartir esas cosas en un medio no amenazante.

Sin embargo, Bump no es solo una herramienta para contrarrestar la negatividad generalizada en nuestro campo, sino que también es una forma de desarrollar capacidad. En primer lugar, una cultura adulta viable basada en el respeto mutuo es fundamental para el éxito de una escuela. Es casi imposible que un educador que se ejecuta en vacío dé lo mejor a los estudiantes, y una cultura adulta saludable ayuda a mantener nuestros tanques llenos.

Además, escuchar la afirmación de qué parte de nuestra pedagogía y profesionalidad es efectiva aumenta la eficacia del maestro , otro componente crítico tanto de la felicidad de los maestros como del logro de los estudiantes.

Lo más importante, para capitalizar los beneficios antes mencionados, nuestro campo necesita desesperadamente maestros que estén en él a largo plazo . Una puerta giratoria de maestros no beneficia a nadie, ni a los estudiantes ni a las escuelas. Los maestros que se sienten valorados por sus contribuciones tienen más probabilidades de quedarse. Sé quien soy.

IMPLEMENTANDO EL HUMP DAY BUMP

Planear su primer Hump Day Bump es sencillo. (Por favor, siéntase libre de elegir un nombre diferente, por supuesto, tengo un colega que llama a esto Bump-Ups.) En su sistema de correo electrónico, configure dos carpetas: Pesca y Golpes de día. Elija un pequeño grupo de colegas en diferentes departamentos o grados con los que ya colabora con frecuencia. Envíeles un correo electrónico que describa cómo y por qué planea implementar Hump Day Bump. Pídales golpes, notas con elogios y / o expresiones de gratitud por sus compañeros. Yo llamo a esto el correo electrónico de «pesca».

Aquí hay algunos golpes recientes que he visto:

  • “Estoy asombrado de todos los recursos sin explotar en la Biblioteca, y estoy realmente feliz de que estés allí para ayudar. ¡Ahora eres mi Yoda!
  • «… por armar una maravillosa calle Trick or Treat!»
  • «Gracias por estar dispuesto a cubrir mi clase para poder colaborar con otro maestro».
  • “Podría tomar clases de coro solo para tratar de ser tan genial como tú. ¡Desde conversaciones sobre TOK y paneles hasta vivir en esta ciudad loca, es muy fácil estar cerca de ti!

Mientras sus colegas responden, mantenga todos esos correos electrónicos en su carpeta de Pesca.

Cuando tenga algo de tiempo (generalmente demora entre 10 y 30 minutos, dependiendo del número de golpes), copie y pegue todas las respuestas de pesca en el cuerpo de un correo electrónico. Haga que cada protuberancia sea una viñeta separada y formateelas para que los nombres se destaquen (usando negrita, por ejemplo). Elimine los correos electrónicos mientras copia y pega (para mantenerse organizado).

Ahora la parte divertida: envía tu Hump Day Bump inaugural al personal completo. Para evitar respuestas innecesarias o un aplauso que distraiga al remitente, es mejor usar BCC para esto. Brinde una descripción general de qué es el correo electrónico, por qué es importante y cómo lo abordará cada semana.

Una vez que hayas hecho esto por primera vez, establece una rutina. Por lo general, envío correos electrónicos de pesca el viernes para el Bump de la semana siguiente. Si no recibo suficientes respuestas, enviaré un recordatorio el lunes o martes.

Ya sea el martes por la noche o el miércoles por la mañana, sintetizo los bultos en un correo electrónico, que envío los miércoles. Por lo general, termino ese correo electrónico con un llamado a gritos para la semana siguiente, así como algún tipo de imagen divertida, meme o video. Mantenga los correos electrónicos de Hump Day Bump en su carpeta designada.

¡Haz que funcione para ti! Aquí hay algunas modificaciones y precauciones: puede incluir a los estudiantes como receptores o autores de golpes, o realizar esta actividad en su salón de clases. También puede usar una versión verbal para iniciar reuniones de colaboración.

Obtenga protuberancias específicas para ciertas vacaciones educativas, por ejemplo, el Día de Apreciación del Secretario.

Haga un seguimiento de quién no está recibiendo golpes y comuníquese directamente con sus colegas para obtener algo que agregar en la próxima edición. Si hay un inconveniente en el Bump, es que tiene el potencial de resaltar a ese personal que generalmente se destaca e ignorar a los que generalmente se ignoran. El seguimiento de la participación puede ayudar a mitigar esto. O envíe correos electrónicos a los jefes de departamento y de grado para que puedan asegurarse de que nadie se pase por alto.

Once años y cuatro escuelas después, el Hump Day Bump todavía se está fortaleciendo. De hecho, no solo lo he llevado a todas mis escuelas, sino también a varios de mis colegas. El bache se está extendiendo, y espero que ahora pueda proporcionar algo de positividad en sus escuelas.

Fuente: https://www.edutopia.org/article/weekly-morale-boost-teachers

Comparte este contenido:

La importancia de la enseñanza de la Historia para el futuro de los estudiantes

Por Pedro Pérez Herrero y Gonzalo Andrés García Fernández

Cuando hablamos de investigación histórica nos vienen a la mente varios conceptos como el pasado, la historia y una serie de imágenes y nociones sobre lo que, supuestamente, ha sucedido tiempo atrás. Dicha percepción lineal, rígida, objetiva y monolítica de la historia que, a menudo, se confunde con el pasado es la introducción para este artículo. Y decimos esto ya que el pasado no se entiende en singular, sino en plural. La enseñanza de la historia en la actualidad forma parte de la enseñanza de “un pasado” específico: la historia-nación.

Tres ejes fundamentales

Se trata de un asunto que nos remonta al siglo XIX y principios del siglo XX. Para empezar a desgranar esta problemática de la historia escolar debemos señalar tres ejes fundamentales:

  1. Historia o narrativa histórica. Se trata de una dimensión que está reservada recelosamente a un pequeño colectivo intelectual (historiadores profesionales). A pesar de ello, estamos ante una dimensión académica muy influyente en el que será nuestro segundo eje.
  2. La educación. Esta situación es fruto de una especie de simbiosis política, intelectual e ideológica producida a finales del siglo XIX y principios del siglo XX en la Europa occidental y el continente americano. ¿Entre quiénes exactamente se produjo esta simbiosis más allá de los conceptos abstractos “historia” y “educación”? Pues nos referimos específicamente al Estado-nación, recientemente configurado, pero todavía neonato en materia de desarrollo político, y también al colectivo académico de historiadores.

¿Qué sucederá entre el Estado y los historiadores? Nacerá la profesionalización de la historia de la mano del Estado, pero sobre todo de la nación, un concepto problemático, incluso, hasta nuestros días.

¿Entonces, por qué el Estado-nación necesita del colectivo de historiadores? Para no extendernos demasiado, esto lo resumiríamos de la siguiente manera: el Estado necesita de la nación para legitimarse como estructura de poder tras los procesos revolucionarios de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX.

Pero, al mismo tiempo, la nación necesita de una historia, es decir, de un relato para construir una identidad nacional que sirva como verdadero pegamento social y cultural en prospectiva.

¿El resultado? La construcción de los relatos nacionales o historias generales de la nación que hoy en día conocemos como historias de países (de España, de Chile, de México, de Francia, de Marruecos, de China, de Japón y un largo etc.).

¿Pero, qué pasa con nuestro segundo eje, el de la educación? A esto se responde con una pregunta: ¿cómo hizo el Estado, y sigue haciendo, para construir ciudadanía?

Esto se llevará a cabo a través de un sistema educativo centralizado que gire, en última instancia, en torno a las naciones.

Y es aquí es donde entra nuestro tercer eje:

  1. La ciudadanía o formación ciudadana. El sistema educativo de cada país, de cada nación, de cada Estado, se encarga de construir planes educacionales-formativos en lo que se denomina escolarización. Así pues, desde la escuela, la niñez y la juventud temprana se edificará en torno a ciertos valores, conceptos, normas y percepciones.

Extensión de este sistema educativo

A lo largo del siglo XX lo que hemos podido comprobar es una evolución progresiva de la extensión y masificación de este sistema educativo en todo el mundo. Eso sí, a diferentes velocidades y con las particularidades pertinentes, pero con los mismos fines. Hoy en día nuestro mundo sigue siendo el regido bajo el ideal liberal-republicano de naciones.

Llevamos más de doscientos años bajo este modelo. Y todo ello muy a pesar de la globalización o de los procesos tecnológicos revolucionarios que avanzan a una velocidad vertiginosa sin que apenas nos demos cuenta.

¿Es la historia escolar importante en la formación de sociedades en la actualidad? Se habla mucho de la importancia de la historia ¿pero, sabemos realmente las consecuencias que tiene aquello en la construcción de percepciones de los jóvenes sobre lo que sucede en el mundo?

Hay un “gen profesionalizante” de la historia al cual todo historiador debe “lealtad académica”: la nación. Pero no solo la nación, también el Estado, e incluso el todopoderoso liberalismo republicano (o, dicho de otra forma, las repúblicas de gobierno representativo vigentes hoy en día).

¿Influye la historia escolar en la formación ciudadana de los jóvenes del siglo XXI?

La historia no solo importa en este ámbito, sino que es fundamental. Tal es su importancia que cuando un ministerio o gobierno la intenta eliminar del currículo, los profesores salen a la calle, tal y como está sucediendo hoy en Chile, por ejemplo.

Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 en Chile. Bombardeo del Palacio de La Moneda (palacio de gobierno) Biblioteca del Congreso Nacional de ChileCC BY

¿Pero, por qué defender la historia si lo que está haciendo es construir una ciudadanía con contenidos estancos y conceptos homogeneizantes y obsoletos?

El ejemplo de la guerra entre la ministra de Educación chilena, Marcela Cubillos, con el Colegio de Profesores de Chile y con una mayoría social bastante transversal y diversa, es una muestra empírica de que la historia es parte de la identidad chilena, de sus valores patrios, sus tradiciones, sus costumbres y, más importante, su pasado.

Es aquí cuando se establece lo que entendemos que es el primer error: el eje pasado-historia. La historia no es el espejo del pasado. Otra cosa es que las historias nacionales pretendan que así lo sea bajo un relato lineal, androcéntrico, blanco, occidentalocéntrico y que versa sobre la cronología del ejercicio de poder y los poderosos.

A pesar de que este relato ha sido objeto de críticas, no lo es en su principio fundacional. Autores como Frank AnkersmitGeorg G. IggersHayden White o Herman Paul se han dedicado a cuestionar el rol positivista e historicista de la historia, es decir, de una percepción objetiva y axiomática de la misma.

El problema que crea una historia objetiva en los estudiantes

En estudios de este tipo (Teoría de la Historia) nos encontramos precisamente con un reconocimiento literario y subjetivo de la historia. Lo que sucede es que finalmente los estudios e investigaciones acerca de la Teoría de la Historia no dialogan con los estudios sobre Didáctica de la Historia, y aún menos con estudios etnográficos acerca de lo que ocurre en la escuela y con los estudiantes. Por eso, faltan importantes esfuerzos interdisciplinares en este campo o problemática de estudio.

La historia en el sistema escolar no está creando niños, niñas y jóvenes reflexivos, creativos y pensantes. Y si lo hacen, lo harán dentro de unas limitaciones conceptuales como el liberalismo político, el republicanismo, la democracia, la ciudadanía, la nación y un largo etc.

¿Se puede ser reflexivo y crítico con estas categorías de modernidad y progreso? Sí, pero no es posible superar cognitivamente ciertas problemáticas políticas, sociales y culturales en la actualidad si no superamos este laberinto epistemológico, es decir, del origen del conocimiento enseñado.

Por esta razón, la pregunta que nos hacemos es qué se está enseñando y no tanto cómo se está enseñando. Autores como Juan Sisinio Pérez Garzón, Sebastián Plá, Joaquim Prats, Antoni Santisteban Fernández, Joan Pagès o Mario Carretero, entre otros, son protagonistas en los estudios de la didáctica de la historia. En ellos vemos una defensa generalizada de una historia escolar menos memorística y más reflexiva, sumado a una transformación al cómo ofrecer clases de Historia.

Retrocesos y limitaciones

Por esto es muy importante poner el acento en cómo muchos de esos conocimientos nos están provocando serios retrocesos y limitaciones de cara a la construcción de diferentes futuros posibles.

La historia no estaría ayudando a construir una ciudadanía verdaderamente libre, sino a seres pasivos ante lo que ocurre en el mundo, es decir ciudadanos espectadores y no activos en los principales problemas de nuestra sociedad.

Quizás parezca raro, pero hubo una vez que la historia sirvió para elaborar utopías. Hoy en día eso es sinónimo de debates metafísicos que, al final, no tienen ninguna transcendencia ni incidencia en nuestras vidas.

Finalmente, la esclavitud del siglo XXI parece no estar únicamente en lo material y financiero, sino también en lo intelectual. Estamos condenados socialmente si no logramos emanciparnos cognitivamente, ya que no podemos permitirnos como colectivo humano seguir encadenados a un pasado que nos limita, a un presente que cada vez nos oprime más y a un futuro inexistente y vacío de toda esperanza.

Fuente: https://theconversation.com/la-importancia-de-la-ensenanza-de-la-historia-para-el-futuro-de-los-estudiantes-121205

Comparte este contenido:
Page 40 of 70
1 38 39 40 41 42 70
OtrasVocesenEducacion.org