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Joker, o sobre la educación inclusiva

Por: Pluma Invitada

A unas semanas del estreno de la película Joker (Guasón), resulta relevante analizar al protagonista del filme desde una visión más socioeducativa que esteta. Desde esta óptica, la cinta revela grandes problemáticas de las sociedades globales en la actualidad: individualismo, competencia malsana, materialismo, racismo y exclusión a la diversidad. La educación, en específico la institución llamada escuela, ha preservado a lo largo de su historia como principal encomienda la formación de individuos con capacidades para incorporarse al mercado laboral, con lo cual se potencialice el desarrollo económico de las Naciones, relegando en muchos aspectos la necesidad de Bildung (entendida desde el pensamiento de Humboldt) en estas nuevas generaciones.

Estas carencias de la escuela se perciben en Gótica, ciudad con tanto y tan poco como otra cualquiera, en la que los problemas y necesidades son el cotidiano de sus habitantes y la reproducción bourdieuana de la escolarización que prima en sus generaciones. Se evidencia que esta institución ha normalizado y mal empleado el término competencia en el argot escolar al grado de ser una búsqueda constante por los actores y tomadores de decisiones en educación, con fines de diferenciación social: entre más competente, mejores condiciones de vida. Joker puede —y en lo personal pienso que debiera— entenderse como la respuesta a las endebles aspiraciones formativas que la escuela pacta con los estudiantes (puesto que la responsabilidad es compartida), a la estandarización de planes y programas de estudio, así como de modelos educativos en los que subyacen procesos homogéneos de transmisión de la cultura (aludiendo a Durkheim y su definición de educación).

Ante estos retos, los sistemas educativos de la Región han buscado afanosamente resarcir el pendiente de la aceptación del otro como mecanismo de desarrollo socioeducativo. Un caso particular es el Sistema Educativo Mexicano (SEM) que presenta un nodo histórico relacionado con la atención a la diversidad y la no discriminación, cuya génesis se remonta a la mitad del siglo XIX con la creación de la Escuela Nacional para Sordos; en 1993 se constituye como nivel educativo denominado educación especial; y que en los últimos años (2015 a la fecha) ha evolucionado a educación inclusiva, conceptos que lastimoasamente se han considerado símiles en su definición como en sus alcances y población objetivo.

A guisa de precisión conceptual, defino la educación especial como el modelo pedagógico que permite, a la escuela y a sus principales actores, dar respuesta a las características, estilos y necesidades de los alumnos con discapacidad, trastorno, síndrome o aptitudes sobresalientes (en esencia, a la población con NEE), permitiendo su desarrollo académico y social por encima de las deficiencias o potencialidades físicas, genéticas o del Sistema Nervioso Central  que posean. Por otro lado, la educación inclusiva es aquel modelo educativo que vela por el derecho a una educación equitativa y de calidad para todos los individuos —con o sin Necesidades Educativas Especiales (NEE) o Barreras para el Aprendizaje y la Participación (BAP)— con apego a los preceptos de la justicia social. En otras palabras, y aunque a ambas las define su carácter de modelos formativos, los propósitos diferencian y realzan la importancia de estos agentes dentro del campo educativo, aunque la realidad operativa deje mucho que desear (cfr. Acuña Gamboa, Mérida Martínez y Villaseñor Rodríguez, 2016; Cigarroa de Aquino, Rojas Wiesner, Evangelista García y Saldívar Moreno, 2016; Laparra Méndez, 2017).

Pero, ¿qué relación guarda el Joker con la educación inclusiva? Si bien Slavoj Zizek asevera que el filme expone la indiferencia gubernamental, las ya marcadas asimetrías en el poder económico, cultural y simbólico, y el deseo disidente por reivindicar el lugar del pueblo sobre el Estado; en definitiva, el hartazgo social por los regímenes actuales (Hernández Melendez, 07/10/2019), es en el desenlace del personaje donde se observa la incapacidad que dichos Estados tiene para proponer más y mejores ejes de intervención política en y para sus Sistemas Educativos, con énfasis en la atención de los grupos en situación de riesgo; en la opacidad profesional de los docentes y directivos escolares por dar respuestas certeras a sus estudiantes y sus múltiples intereses; en la recalcitrante postura de las sociedades por enaltecer el tener más que el ser; en resumen, la carencia de una educación con sustento en la equidad y el respeto a la diversidad como común denominador de todos los procesos formativos institucionalizados; aquí es donde la educación inclusiva entra en juego en la medida que busca el desarrollo de habilidades sociales y educativas en los estudiantes para la plena aceptación de esta diversidad, donde el o la alumna con NEE o BAP es y se define en la relación con los que vive y convive en el día a día, y viceversa.

Para lograr estas empresas, se precisan como bien lo asevera Emiliano Rodríguez, maestros —a lo que añado tomadores de decisiones, directivos, padres de familia y ciudadanos en general— que quieran ser personas dispuestas a comprender y divulgar que la educación es más que una competencia por ser el mejor de la clase o en el ámbito laboral; a resarcir las ideas de homogeneización e individualización social por la colectividad y el interés por el otro; a visualizar en las diferencias áreas de oportunidad personales y grupales; así como la necesaria reestructuración de espacios sociales más justos y equitativos. Sin duda, el Joker es la expresión cinematográfica de un grito apagado de los grupos en situación de riesgo, grupos a los que el SEM, en específico, ha olvidado y relegado de las áreas prioritarias de la educación nacional. No basta con enunciar modelos pedagógicos para la atención a las NEE y BAP, se precisa que estos se implementen en la realidad educativa de los estudiantes, y que los actores clave en la educación tomen la batuta ante los nuevos desafíos que signfica la formación de las nuevas generaciones; o por el contrario, ¿esperamos que sigan apareciendo nuevos Jokers como respuesta a la ignorancia e intransigencia colectiva?

REFERENCIAS

Acuña Gamboa, L. A., Mérida Martínez, Y. y Villaseñor Rodríguez, A. D. (2016). Trastorno del Espectro Autista e Inclusión Educativa en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas: ¿reto posible para la USAER? Revista Nacional e Internacional de Educación Inclusiva, 9 (1), pp. 278-291.

Cigarroa de Aquino, R. I., Rojas Wiesner, M. L., Evangelista García, A. A. y Saldívar Moreno, A. (2016). Educación inclusiva y niñez migrante: barreras a la educación de niñez de origen centroamericano en escuelas de Tapachula, Chiapas (México). Revista de Investigación en Educación, 1 (14), pp. 85-104.

Hernández Melendez, J. C. (07/10/2019). ¿Por qué sentimos empatía por el Joker? El Tiempo Blogs. Recuperado de http://blogs.eltiempo.com/masalladelcine/2019/10/07/sentimos-empatia-joker/

Laparra, Méndez, S. A. (2017). Formación docente para el medio indígena: interculturalización o inclusión. Revista Electrónica de Investigación e Innovación Educativa, 2 (3), pp. 26-35.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/joker-o-sobre-la-educacion-inclusiva/

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Acento en la Educación Inicial

Por: Pluma Invitada

La Educación Inicial ya es obligatoria, según lo marca la propia Constitución. El primer párrafo del artículo tercero estipula lo siguiente:

“El Estado impartirá y garantizará la educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior. La educación inicial, preescolar, primaria y secundaria, conforman la educación básica; ésta y la media superior serán obligatorias (…) La educación inicial es un derecho de la niñez y será responsabilidad del Estado concientizar sobre su importancia.”

La Educación Inicial comprende desde los 0 a los 6 años de edad (SEP, 2019). Varias investigaciones recientes han señalado su importancia, incluyendo la del Premio Nobel de Economía, James Heckman, quien en 2015 concluyó que para impulsar el crecimiento económico en nuestro país, es necesario enfocarse en el desarrollo de la primera infancia. Él aseguró que la niñez, en especial hasta los seis años, es la que recibe menos atención.

Asimismo, Isabel Crowley, representante de la UNICEF en México, coincidió en 2014 que en la educación a la primera infancia está la fórmula precisa para que nuestro país enfrente los retos de desarrollo que tiene en cuanto a desigualdad y pobreza.

Efectivamente, la carencia de educación inicial entorpece significativamente el resto de los niveles educativos. Un niño sin preescolar presenta dificultades en su coordinación, motricidad, seguimiento de reglas, e incluso en cuestiones tan básicas, como los colores.

Imaginemos el esfuerzo titánico que deben hacer los profesores de primer grado de primaria para llenar estos huecos, y además, lograr la lectoescritura y asentar el pensamiento matemático. Y esto es mucho más frecuente de lo que imaginamos, sobre todo en las escuelas vespertinas, y en las periferias citadinas.

El acento en la Educación Inicial es muy reciente. El Preescolar tiene apenas 10 años de ser completamente obligatorio, cuando primer grado de dicho nivel se tornó un deber.  Según el Informe “La Educación Obligatoria en México” (INEE, 2019), sólo 8 de cada 10 niños acude al preescolar, y ni siquiera se cuenta con cifras exactas sobre Educación antes de los tres años de edad.

Ahora que la Educación Inicial ya es obligación estatal, el desafío es enorme: actualizar estadísticas, crear programas de estudio y libros de texto, capacitar docentes, y concientizar a las familias de lo vital de dicha formación. El ritmo de avance ha sido hasta ahora lento, pero sí se le asigna la prioridad suficiente, los objetivos pueden alcanzarse, y con ello, forjar las bases para el mejoramiento de la Educación Primaria y el resto de los niveles educativos.

El desarrollo infantil temprano, además de ser un derecho, brinda rendimientos a largo plazo para los países. Rendimientos que se traducen en economía; pero también en niños, jóvenes y ciudadanos más exitosos y felices. Porque para mejorar  la cúspide, es preciso empezar por las bases.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/acento-en-la-educacion-inicial/

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Sobre el rol del banco mundial en la educación: Un carruaje sin caballos

Por Vernor Muñoz

A raíz del lanzamiento de la meta del Banco Mundial  “Reducir la pobreza de aprendizajes”, en días pasados aparecieron nuevos argumentos que cuestionan su contraproducente rol en la educación y su espasmódica ambición de regularla mediante medidas financieras.

Las intervenciones del Banco Mundial son guiadas por una lógica empresarial

La intervención del Banco Mundial y de otros bancos de desarrollo también ha sido emulada por ciertas agencias internacionales de cooperación, con diferentes enfoques y conclusiones divergentes y hasta contradictorias, que condicionan el desembolso de fondos a la adopción de reformas educativas que muchas veces no concuerdan con el contexto social de los países en los que se impone el poder bancario sobre la educación y la cultura.

La lógica del negocio es la que inspira el quehacer del banco, por lo que la rentabilidad económica se equipara a la realización de los propósitos de la educación.  Es esta lógica simplista y reduccionista de costo-beneficio la que anima la privatización de la educación y es la misma que pretende profundizar el endeudamiento de los países como respuesta a la baja inversión doméstica.

La economización del debate educativo es una medida política e ideológica que busca desplazar los propósitos de la educación, contemplados por el derecho internacional de los derechos humanos, que es vinculante para los gobiernos, pero refractario para los bancos de desarrollo.

La compleja interrelación del acceso, pertinencia, adaptabilidad y aceptabilidad de la educación, son tratadas bajo la óptica bancaria como temas de insumos y productos. Asimismo, la gobernanza escolar es reducida a estándares de eficiencia, en los que el derecho a la educación es solo un saludo a una bandera de níquel.

Y no toma en consideración el alcance completo del derecho a la educación

Siendo el financiamiento de la educación un asunto político, la influencia del Banco Mundial y de otros bancos y agencias de cooperación conduce al desplazamiento del marco del derecho a la educación y termina imponiendo modelos pedagógicos utilitaristas concentrados en el rendimiento escolar y la reducción curricular, para que respondan a las necesidades de los empleadores, antes que al desarrollo del pensamiento crítico, la construcción de ciudadanías comprometidas con la igualdad y la justicia y el fortalecimiento de los derechos humanos como forma de vida.

No olvidemos que el tema central es la educación, no el financiamiento, y que al invertir el orden de los factores (todos importantes, sin duda), los resultados pueden ser catastróficos. El carruaje no funciona sin caballos.

Vernor Muñoz

Fuente: https://www.campaignforeducation.org/es/2019/11/01/world-bank-a-carriage-without-horses/

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Nuevas vertientes en la evaluación

Por: Pluma Invitada

LA RELEVANCIA DE LA EVALUACIÓN es fundamental para promover el desarrollo de la educación. La evaluación es parte constitutiva de la educación, en tanto guía y regula el proceso educativo, al obtener indicadores del desempeño, los cuales se integran, analizan y valoran, de modo que permita tomar decisiones que lleven al logro de los propósitos educativos y eventualmente mejorar.

De acuerdo con la agenda de la Oficina Internacional de Educación de la UNESCO, la evaluación debe ser un principio guía para mejorar y apoyar las oportunidades de aprendizaje. Entre los cambios más significativos en la concepción de la evaluación, es concebirla como reguladora del proceso educativo.

Philippe Perrenoud considera que la evaluación es central en el proceso educativo, porque si se cambia el enfoque, cambiará todo. El éxito de los aprendizajes se debe más a la corrección de los errores y a la autorregulación continua, que a la genialidad del método de enseñanza. La evaluación es un componente sustancial para reconocer los errores y detonar la explicación de estos, por lo que constituye un recurso en busca del logro de los propósitos educativos y no representa un fin en sí misma.

Nuevas vertientes en la evaluación

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Imagen: internet

Felipe Tirado*

LA RELEVANCIA DE LA EVALUACIÓN es fundamental para promover el desarrollo de la educación. La evaluación es parte constitutiva de la educación, en tanto guía y regula el proceso educativo, al obtener indicadores del desempeño, los cuales se integran, analizan y valoran, de modo que permita tomar decisiones que lleven al logro de los propósitos educativos y eventualmente mejorar.

De acuerdo con la agenda de la Oficina Internacional de Educación de la UNESCO, la evaluación debe ser un principio guía para mejorar y apoyar las oportunidades de aprendizaje. Entre los cambios más significativos en la concepción de la evaluación, es concebirla como reguladora del proceso educativo.

Philippe Perrenoud considera que la evaluación es central en el proceso educativo, porque si se cambia el enfoque, cambiará todo. El éxito de los aprendizajes se debe más a la corrección de los errores y a la autorregulación continua, que a la genialidad del método de enseñanza. La evaluación es un componente sustancial para reconocer los errores y detonar la explicación de estos, por lo que constituye un recurso en busca del logro de los propósitos educativos y no representa un fin en sí misma.

La evaluación permite estimar la actividad epistémica de los estudiantes, la regulación de los aprendizajes de forma activa durante el proceso educativo, establecer el diagnóstico como regulador de las prácticas educativas, guiar la reingeniería institucional, constituyendo así un proceso de evaluación formativa.

LA EVALUACIÓN EN MÉXICO se ha polarizado, se ha politizado, ha dado lugar a posiciones ideologizadas que frecuentemente no permiten la deliberación argumentada, y se llega a las descalificaciones ramplonas. El mal manejo político de la evaluación terminó en el desmantelamiento del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, con costos altísimos para el país.

La agenda educativa de la Oficina Internacional de Educación de la UNESCO, plantea la necesidad de garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad, que integre y no segregue, que incluya y no excluya, que asegure a cada persona una educación de calidad, pertinente a lo largo de la vida. Es importante subrayar que precisamente se reconoce a la evaluación educativa, como un instrumento regulador de las prácticas que permiten gestar procesos que apoyen y den viabilidad a la educación inclusiva.

En México se formó Métrica Educativa, que es una asociación civil con fines no lucrativos, que tiene por lema: Investigación científica e innovación al servicio de la evaluación educativa, con lo cual espera coadyuvar de manera significativa al desarrollo de la calidad de la educación en México. La asociación está constituida por profesores e investigadores universitarios de distintas instituciones, formados en diferentes disciplinas, como ciencias

cognitivas, estadísticas y de la computación; y cuenta con el Registro Nacional de Instituciones y Empresas Científicas y Tecnológicas del CONACYT (RENIECYT).

En Métrica Educativa se administra y desarrollan diversos instrumentos y procesos de evaluación. Entre ellos está el Examen de Competencias Básicas (Excoba), que constituye un instrumento de vanguardia puesto a disposición de los interesados, el cual es el único examen desarrollado en México de aplicación a gran escala, basado en los principios de la teoría de la cognición y constructivismo, a partir de plataformas digitales y análisis estadísticos integrales, con los cuales es posible evaluar a partir de la construcción de respuestas, y no en su simple selección, la cual se basa comúnmente en la memorización de información (conocimiento estático), como suele ocurrir en los exámenes tradicionales de opción múltiple. En el nuevo paradigma lo relevante es evaluar la actividad epistémica de los estudiantes, la movilidad de sus saberes, sus competencias para comprender y construir nuevo conocimiento.

El examen está concebido para hacer evaluaciones educativas de alta calidad, valiéndose de los paradigmas cognitivos y tecnológicos de vanguardia, para proporcionar indicadores válidos, confiables, estables y precisos, de manera de poder generar diagnósticos que permitan regular la función docente y pronósticos para la planificación educativa.

Hay dos principios fundamentales en la teoría de los procesos cognoscitivos de los que se parte. El primero es que el proceso de apropiación de conocimientos se da a partir de que el sujeto cognoscente construye sus propias estructuras de conocimiento. El segundo es que el conocimiento se integra en estructuras semánticas a partir de la asimilación y acomodación de las experiencias del estudiante, las cuales le permiten el entendimiento y faculta la operatividad cognitiva.

La operatividad cognitiva es lo que constituye el pensamiento, que da lugar a la reflexión crítica, creativa y propositiva. El paradigma cognitivo que se plantea es que el aprendizaje transita de datos, a información y conocimiento (comprensión), lo que permite el pensamiento crítico, creativo, propositivo y de innovación. Hay un planteamiento de este corte en la metodología de evaluación utilizada por PISA (Programme for International Student Assessment), donde se utiliza la diferenciación taxonómica de niveles de dominio del conocimiento en base a competencias, establecidos por criterios: acceder y recuperar, integrar e interpretar, reflexionar y evaluar.

Lo que se explora en el paradigma que da sustento al examen (Excoba), son los conocimientos básicos estructurales que permiten la asimilación (integración) de nuevos conocimientos con significación para el alumno, y que por lo mismo le da operatividad cognitiva derivada de la comprensión. Lo que importa es la comprensión y no la retención de información.

Prácticamente todas las personas que concluyeron la educación básica obligatoria recuerdan haber escuchado la palabra “pi”; si se solicita reconocer cuál es el valor de “pi”, más del 90% lo pueden hacer (3.1416); si se les pide que refieran, no que reconozcan, cuál es su valor, sobre dos tercios lo pueden decir; pero si se cuestiona de dónde se obtiene ese valor, menos de un tercio puede identificar la opción correcta (las veces que el diámetro cabe en el perímetro); ya no se diga cuando se les pide explicar 3.1416. La mayoría retiene por memorización datos e información (pi – 3.1416), conocimiento atomizado; sólo muy pocos tienen la comprensión (conocimiento) del pensamiento relacional que le da la operatividad cognitiva, para saber que se trata de una relación proporcional entre el valor del diámetro de una circunferencia y el valor de su perímetro. De aquí que sea muy distinto evaluar el valor de pi con reactivos de reconocimiento, a plantear reactivos que exploran la comprensión de dónde se obtiene 3.1416.

Esta enseñanza memorística ha dominado en el sistema educativo. También se puede apreciar cuando a los alumnos les es requerido aprender las funciones trigonométricas, sin comprender el principio estructural epistémico. Para comprender se requiere entender la lógica básica que estructura las relaciones que hay entre los lados y ángulos de un triángulo, comprender que sus variaciones constituyen cambios que modifican las relaciones de manera proporcional, dando lugar a funciones (al variar el tamaño de un lado o ángulo, hay variaciones proporcionales en otros lados o ángulos del triángulo). Lo que se observa es que los estudiantes comúnmente logran memorizar las razones trigonométricas, incluso pueden operar bien algebraicamente con ellas, pero sin entender los principios básicos del pensamiento relacional que las explican y les da la operatividad cognitiva de la comprensión. Un nivel taxonómico es saber cómo operar, y otro entender por qué se opera de esa manera. Para despertar interés en matemáticas, se requiere entenderlas.

El aprendizaje por memorización ha sido práctica común en todos los campos disciplinarios del conocimiento, por ejemplo, en historia se requiere saber fechas y personajes, sin estructurar el entramado que permite la comprensión de la concatenación de los procesos históricos. Si se le requiere a estudiantes universitarios reconocer en un listado de nombres de personajes que hayan gobernado en México, con su nombre y fotografía, la mayoría, reconocen (en orden descendente) a F. Madero, P. Díaz, V. Carranza, V. Huerta y A. Obregón. Pero si se les solicita que los estructuren históricamente en el orden en que gobernaron, sólo una minoría es capaz de establecer la secuencia correcta, lo que evidencia la falta de concatenación, ya que cada uno de estos personajes participó en la caída para remplazarlo, a excepción de P. Díaz. Si no se entiende la concatenación de los hechos y las circunstancias históricas que dieron lugar a esta serie de sucesiones en el poder, se evidencia que no se tienen elementos básicos estructurales de la historia de la revolución mexicana que permitan comprenderla. El poder sólo reconocer a los personajes sin concatenar a los acontecimientos, queda claro que se reduce a un conocimiento estático memorístico de información inconexa, que no tiene operatividad cognitiva.

Bajo el principio de la cognición situada, en el Excoba se busca generar procesos de evaluación auténtica con validez contextual, donde los contextos y circunstancias permitan construir respuestas más apegadas a lo que sucede en la vida real. Por ejemplo, en geografía, la estructuración geográfica de la división política constituye un andamiaje conceptual básico que todo alumno de primaria debería comprender, para poder entender los órdenes de gobierno (federal, estatal, municipal). Pero además, es importante entender que las entidades están interrelacionadas sobre una distribución geográfica que les da contextos específicos, lo que las hacen grandes o pequeñas, lejanas o cercanas, por lo que si se establecen estas interrelaciones bajo un mapa, permite la cognición operativa situada en un contexto que crea la Gestalt del conjunto. También, el conocimiento de la división política de las entidades de la federación y sus capitales, constituyen una red semántica que es básica para poder formarse una visión conjunta del país, de manera tal que se pueda comprender e interpretar los acontecimientos o sucesos relacionados dentro de su contexto. Por ello, en el Excoba, le es requerido al sustentante reconstruir en un mapa digital la localización de algunas de las entidades y capitales seleccionadas al azar. Lo mismo aplica para la geografía mundial.

El tipo de reactivos referidos son posibles de hacer gracias a las ventajas que ofrece la plataforma digital de Métrica, que consiste en un generador automatizado de exámenes (GenerEx), el cual puede producir una infinidad de versiones distintas de exámenes equivalentes, controlando su grado de dificultad. Todo esto con otra gran ventaja, dadas las bases de datos digitales que se generan, las cuales permiten hacer analítica de datos para proporcionar evaluación diagnóstica y pronóstica, pudiendo orientar al estudiante, profesores y padres de familia, dónde se encuentran los puntos de bajo o nulo dominio, y con este sustento poder tomar las mejores decisiones para orientar el proceso educativo. Además, la aplicación computarizada, permite evitar problemas comunes de las aplicaciones tradicionales de lápiz y papel, como distorsiones ocasionadas por el azar, la invalidación de preguntas por haber sido previamente utilizadas y conocidas, la distribución clandestina de preguntas, el fácil copiado de respuesta y la vulnerabilidad en la seguridad del examen.

LA INVESTIGACIÓN es una parte indispensable en la evaluación, para el reconocimiento de la obsolescencia, de errores, para estar siempre atentos explorando la búsqueda constante que permita encontrar alternativas que lleven a mejorar los procesos de evaluación. En Métrica, es esta visión la que crea condiciones progresivas en el sentido de poder siempre mejorar.

No hay duda de que una de las grandes transformaciones del siglo XXI es la revolución digital, que da lugar a un mundo globalizado de interacciones sin fronteras, en la sociedad contemporánea del conocimiento.

Randy Bennett afirmó hace más de dos décadas, que ningún tema se convertiría más importante para la innovación y la práctica futura de la evaluación educativa, que las computadoras y el Internet. Su predicción ha demostrado que fue correcta, ya que la evaluación está cambiando vertiginosamente dadas las nuevas posibilidades tecnológicas.

Hoy en día, entre los exámenes más acreditado de los EEUU, elaborados por el Educational Testing Service, como son el Test of English as a Foreign Language (TOEFL iBT) o el the Graduate Record Exam (GRE), trabajan en plataformas digitales. También el Programme for International Student Assessment (PISA), ya está computarizado.

Las nuevas tecnologías digitales ofrecen hoy en día oportunidades que apenas hace una década eran impensables, como rastrear el movimiento pupilar sobe una pantalla (eye tracking), registrar los clics, errores cometidos, cuánto tardaron los estudiantes en realizar cada tarea, analizarlos y dar respuestas guía en tiempo real, dando lugar a una nueva era en la evaluación educativa.

Uno de los logros más significativos del impacto en los aprendizajes mediados por tecnologías (eLearning), son las plataformas digitales de Sistemas de Gestión del Aprendizaje (en inglés Learning Management Systems), los cuales permiten enriquecer la enseñanza complementada por una evaluación progresiva, que es dinámica, adaptándose a los niveles de competencia de los alumnos (evaluación adaptativa).

De acuerdo con un estudio de la Oficina de Publicaciones de la Unión Europea, el cambio más significativo que traerán las plataformas digitales a la educación, es la capacidad de poder operar el manejo inconmensurable de datos en volumen, variedad, velocidad y veracidad, para poder supervisar en tiempo real los sistemas educativos.

Las nuevas teorías cognoscitivas y el gran avance de las tecnologías digitales, han permitido que se realice investigación sustantiva y se logren grandes innovaciones en materia de evaluación de los aprendizajes. Por ello, el lema de Métrica Educativa es: investigación científica e innovación al servicio de la evaluación educativa.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/felipe-tirado-evaluacion/

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La OCDE y la Educación Superior

Por: Pluma invitada

Aunque existe una Ley de Coordinación de Educación Superior (LCES), esta se promulgó en el año de 1978, durante el gobierno de José López Portillo, lo que la hace ya inadecuada en el contexto de la modernidad y, aunque se han llevado a cabo foros de análisis al respecto, aún no se han establecido los acuerdos y criterios que deban regir a las IES (Instituciones de Educación Superior), con base en una normatividad para las universidades, tanto públicas, como privadas.

Sin embargo, a instancias de la SEP en 2018, la OCDE (2019) publicó un breve resumen en un documento llamado El Futuro de la Educación Superior en México, en el que se analizan, de manera sucinta, las fortalezas y debilidades que privan en el ámbito de la educación superior.

Por un lado, existe una discrepancia entre la información que presenta la OCDE y otras referencias en cuanto al número de alumnos inscritos en el nivel superior, ya que la OCDE habla de 4.5 millones, mientras que Unión Guanajuato sitúa la cifra en 3.6 millones, lo que hace significativa la diferencia, pero, a pesar de ello, se sabe que la población estudiantil universitaria va en aumento (16 a 23% en los últimos años de los jóvenes en edad universitaria), siendo que la oferta educativa es de 5343 instituciones a nivel superior en todo México, repartidas según la demanda poblacional: el Estado de Puebla con 486, como la entidad con mas universidades, y Baja California Sur con 35, como la entidad con menos.

Otro aspecto a considerar se refiere a la división que existe entre la oferta pública y la oferta privada que presentan diversidad en cuanto a la implementación de los planes de estudio, ya que si bien, las universidades públicas son sustentadas con fondos federales, también gozan de autonomía y no existe una federalización al respecto, por la propia autonomía de las entidades federativas -la misma LCES no es clara al respecto-, y, en cuanto a la oferta privada, esta es aún mas diversa, ya que se regula e implementa de acuerdo a la competencia, la demanda, los recursos, etc.

En el documento de la OCDE referido, se presentan algunas conclusiones sobre el estado general de la educación superior en México, a la vez que se plantean recomendaciones para subsanar las deficiencias en la educación universitaria.

Como se mencionó, existe un descuido general en cuanto a los planes de desarrollo, lo que dificulta el establecimiento de líneas de acción objetivas; esto también evita un impacto significativo del profesionista en el marco socioeconómico, ya que no existe una información precisa o uniformidad en cuanto al perfil de los egresados.

Por otro lado, el destino del financiamiento por parte de la federación, y por la propia autonomía, no queda esclarecido de forma confiable, es decir, no hay transparencia en el manejo de los recursos, sobre todo tomando en cuenta que el gasto anual por estudiante universitario es significativamente alto.

También, y como se mencionó, al no contar con una legislación actualizada, la adecuada acreditación y la calidad de la misma quedan en entredicho, ya que no todas las universidades cuentan con el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE) de la SEP, para las instituciones privadas, lo que no favorece a   las IES para la obtención de registros de calidad mínimos y aceptables a favor de sus egresados, a pesar de la enorme inversión que representa estudiar una carrera o un posgrado en una universidad particular.

Ante toda esta problemática la OCDE propone una serie de medidas encaminadas a la mejora que pueda garantizar profesionales capaces de cumplir con las expectativas que representa la formación universitaria, para el bien de la comunidad y para el bien de los mismos estudiantes, en cuanto a la calidad y la equidad, y dejando a un lado criterios politizados y/o de escritorio, como las reformas educativas, la NEM y otras retóricas sustentadas en el oficialismo.

  • Calidad de las IES y la Ley de Coordinación de Educación Superior (esta, por supuesto tendría que ser actualizada).
  • Uniformidad en los criterios de evaluación.
  • La creación de un sistema eficaz de estadísticas que brinde información confiable.
  • Objetivos y tareas claramente establecidos y que sean implementados en forma general.
  • La generación de un organismo a nivel nacional para el aseguramiento de la calidad mediante las agencias acreditadoras existentes, como sería el caso del CENEVAL.
  • Programas sustanciales y competitivos encaminados a la acreditación externa.
  • Cohesión en los programas y currículas de posgrados (maestría y doctorado).
  • Obligatoriedad para todas las instituciones privadas del RVOE; esto evitaría el surgimiento y proliferación de las universidades llamadas “patito” y, por supuesto la pérdida de tiempo y dinero por parte de los estudiantes.
  • Apoyo a las IES pequeñas.
  • Fortalecimiento de las escuelas superiores tecnológicas, con los mismos parámetros ya mencionados.
  • Terminar con el verticalismo de las escuelas normales, mediante el establecimiento de nexos con la Universidad Pedagógica Nacional (UPN).

Otro aspecto a considerar tiene que ver con el entorno social y con la equidad, lo que nos lleva a pensar en las serias diferencias sociales, de género, etc. que existen en nuestro país y, en general, en toda la América Latina, cuando al interior de los entornos menos favorecidos se presenta la imperiosa necesidad de una educación equitativa, la necesidad de becas de manutención y de estudios para los aspirantes menos favorecidos y su eventual proyección hacia la acreditación externa, ya que existe mucho potencial desperdiciado, esto, en un país cuya ventaja es el bono poblacional.

Sin duda alguna, contamos con excelentes universidades, no solo las mas caras o las mas prestigiosas; existen IES relativamente pequeñas que cumplen perfectamente con el objetivo de ofertar una educación superior de calidad, pero también es cierto que han venido proliferando escuelas que se ostentan como universidades y que no cumplen con los requisitos mínimos para serlo y que resultan negocios muy lucrativos a costa de las expectativas de los jóvenes, quienes, al egresar se encuentran con que es, precisamente, su “Alma Mater”, el principal obstáculo para continuar con un posgrado o para ingresar al mercado laboral, lo que los sitúa nuevamente en el estatus de la inequidad.

REFERENCIAS

 Decreto para la expedición de la Ley de Coordinación de Educación Superior (24/12/1978)

https://www.oecd.org>educacion Evaluaciones Políticas Nacionales de Educación.  El Futuro de la Educación en México.

http://www.unionguanajuato.mx/articulo/2017/03/07educacion/cuantas-universidades-hay-en-mexico

fuente: http://www.educacionfutura.org/la-ocde-y-la-educacion-superior/

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Lo digital nos desafía

La digitalización de la cultura, las nuevas formas de transmitir el saber y producir conocimiento y  cómo todo ello nos obliga —sin importar qué lugar ocupamos en el sistema educativo—, a replantear la especificidad de la escuela y del trabajo docente, es el tema central de esta edición de Saberes.

Las —no tan— nuevas tecnologías han impactado en todos los ámbitos de nuestra vida —el modo en que nos relacionamos, nos entretenemos, consumimos, trabajamos— y la organización escolar, las propuestas de enseñanza, los contenidos a abordar y las capacidades a desarrollar no son, ni deberían ser, la excepción.

En este nuevo número de la revista los invitamos a analizar el alcance de las transformaciones que han producido los medios digitales —que operan con lenguajes, audiencias, intereses y dinámicas que exceden lo técnico y abarcan dimensiones sociales e institucionales— y cuáles son los desafíos que desde la educación debemos asumir frente a las nuevas condiciones socioculturales imperantes.

Las escuelas ProA; la capacitación para la incorporación de la programación y la robótica desde el nivel inicial; la unidad técnica pedagógica —y la inclusión de saberes digitales— en los establecimientos de la modalidad que están bajo el programa de Nuevo Régimen Académico; la especialización del ISEP sobre Educación y Medios Digitales y el plan de conectividad para que todos las instituciones escolares (aun en los parajes más alejados) cuenten con internet, son algunos ejemplos de cómo Córdoba está afrontando los cambios en los conocimientos, las prácticas de enseñanza y las formas de evaluación, en una sociedad cuya episteme —en tanto manera de entender el mundo— está en transición.

Nuestra propuesta es que incorporemos las nuevas tecnologías al aula, pero no solo porque es una manera de captar la atención y entrar en diálogo con las maneras de conocer y relacionarse de las nuevas generaciones. De lo que se trata, fundamentalmente, es que, entre todos, podamos reflexionar sobre qué, cómo y para qué lo hacemos: qué sentido pedagógico y ético tiene. Son muchos y variados los dispositivos de acompañamiento que el Estado ha puesto en marcha en el tránsito hacia lograr las capacidades que nos exige el mundo virtual: a ese repaso los invitamos.

Pero no es el único tema que abordaremos.  Como contrapunto y de manera provocadora, el filósofo y pedagogo español, Jorge Larrosa nos dice que para lograr que los alumnos se interesen por el estudio lo único que hace falta es enamorarse de lo que uno enseña y de allí que el rol de la escuela en una sociedad hipermediatizada no es otro que el de generar mecanismos de lentificación para poner el acento en lo que debe saberse. Haciendo foco, justamente, en aquellos conocimientos que los chicos tienen que apropiarse, también en esta edición de Saberes damos un paseo por la Feria de las Palabras y les presentamos una investigación sobre las prácticas de enseñanza de la matemática.

En definitiva, los convocamos a pensar juntos cómo hacer frente a los desafíos que enfrenta la escuela en la que es, más allá de los cambios socioculturales que se produzcan, su misión fundamental: la transmisión de la cultura y la distribución equitativa de los saberes necesarios para comprender e interactuar en el mundo en el que vivimos.

Fuente: https://revistasaberes.com.ar/2019/10/lo-digital-nos-desafia/

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La investigación científica sobre cómo enseñar el pensamiento crítico contradice las tendencias educativas

Un investigador de educación escribe que los científicos están unidos en su creencia de que el conocimiento del contenido es crucial para el pensamiento crítico efectivo

Por Puntos de prueba/ Columna de

El pensamiento crítico está de moda en la educación. Las escuelas alardean de que lo enseñan en sus sitios web y en casas abiertas para impresionar a los padres. Algunos sostienen que el pensamiento crítico debería ser el objetivo principal de la educación y una de las habilidades más importantes que se deben tener en el siglo XXI, con máquinas y algoritmos avanzados que reemplacen el trabajo manual y repetitivo.

Pero una revisión fascinante de la investigación científica sobre cómo enseñar el pensamiento crítico concluye que enseñar habilidades genéricas de pensamiento crítico, como el razonamiento lógico, podría ser una gran pérdida de tiempo. Los ejercicios y juegos de pensamiento crítico no han producido mejoras duraderas para los estudiantes. Y la literatura de investigación muestra que es muy difícil para los estudiantes aplicar las habilidades de pensamiento crítico aprendidas en una materia a otra, incluso entre diferentes campos de la ciencia.

«Querer que los estudiantes puedan» analizar, sintetizar y evaluar «la información parece un objetivo razonable», escribe Daniel Willingham, profesor de psicología en la Universidad de Virginia. «Pero el análisis, la síntesis y la evaluación significan cosas diferentes en diferentes disciplinas».

Willingham escribió un artículo, » Cómo enseñar el pensamiento crítico «, en mayo de 2019 para el Departamento de Educación de Nueva Gales del Sur en Australia. Pero es completamente aplicable al contexto estadounidense.

En el documento, Willingham traza la historia de la enseñanza del pensamiento crítico. Hace más de un siglo, muchos pensaban que temas difíciles como el latín podrían mejorar las habilidades de pensamiento. Pero los científicos descubrieron posteriormente que los estudiantes que estudiaron latín no obtuvieron mejores resultados en las pruebas que aquellos que no lo hicieron. Hay resultados mixtos de estudios más recientes en la enseñanza de ciencias de la computación a los estudiantes. Un metaanálisis de 2018 mostró un mejor pensamiento creativo, matemáticas, metacognición, habilidades espaciales y razonamiento para los estudiantes que toman programas de computadora. Pero las ganancias fueron mucho menores para los estudios con buenos grupos de control. Gran parte del supuesto beneficio de estudiar ciencias de la computación parece ser un efecto placebo.

Sin duda, existen principios lógicos básicos que son verdaderos en todas las materias, como comprender que «A» y «no A» no pueden ser verdaderos simultáneamente. Pero los estudiantes generalmente no aplican principios genéricos como estos en situaciones nuevas. En un experimento descrito por Willingham, la gente leyó un pasaje sobre cómo los rebeldes atacaron con éxito a un dictador escondido en una fortaleza (dispersaron las fuerzas para evitar daños colaterales y luego convergieron en el punto de ataque). Inmediatamente después, se les preguntó cómo destruir un tumor maligno usando un rayo que podría causar mucho daño colateral al tejido sano. La solución fue idéntica a la del ataque militar, pero los sujetos en el experimento no vieron la analogía. En un experimento de seguimiento, A las personas se les dijo que la historia militar podría ayudarles a resolver el problema del cáncer y casi todos lo resolvieron. “Usar la analogía no fue difícil; el problema fue pensar en usarlo en primer lugar ”, explicó Willingham.

Para ayudar a los estudiantes a ver analogías, «muestre a los estudiantes dos problemas resueltos con diferentes estructuras de superficie pero la misma estructura profunda y pídales que los comparen», aconseja Williingham a los maestros, citando una técnica pedagógica que los investigadores probaron  que funcionaba en 2013.

En matemáticas, los estudiantes a menudo se descarrilan cuando un problema de palabras es ligeramente diferente de un modelo paso a paso que han estudiado. Una estrategia probada por la investigación aquí, desarrollada por Richard Catrambone en el Instituto de Tecnología de Georgia , es etiquetar los subpasos de la solución con el objetivo que sirven. De esa forma, los estudiantes pueden entender por qué están usando cada paso y qué están logrando.

Pero el mayor problema es que el pensamiento crítico varía mucho. «Se necesita un pensamiento crítico cuando se juega al ajedrez, se diseña un producto o se planifica una estrategia para un partido de hockey de campo», escribió Willingham. «Pero no hay soluciones rutinarias y reutilizables para estos problemas».

Y aquí es donde el conocimiento del contenido se vuelve importante. Para comparar y contrastar, el cerebro tiene que guardar ideas en la memoria de trabajo, que pueden sobrecargarse fácilmente. Cuanto más familiarizado esté un alumno con un tema en particular, más fácil será para él guardar esas ideas en su memoria de trabajo y realmente pensar. Willingham usa el ajedrez como un buen ejemplo. Una vez que un estudiante ha jugado mucho ajedrez, tiene muchas posiciones de tablero memorizadas en su cerebro y puede determinar cuál es mejor en cada circunstancia en particular.

Willingham dice que la investigación científica muestra que es muy difícil evaluar la afirmación de un autor si no tienes conocimientos previos sobre el tema. «Si carece de conocimientos previos sobre el tema, una amplia evidencia de los últimos 40 años indica que no comprenderá las afirmaciones del autor en primer lugar», escribió Willingham, citando su propio libro de 2017 .

¿A qué edad deben los maestros comenzar esta enseñanza específica de las habilidades individuales y discretas de pensamiento crítico? Algunos maestros pueden pensar que es inapropiado para el desarrollo, y posiblemente dañino, participar en un trabajo cognitivo que parece más apropiado para un niño mayor. Pero la investigación de los últimos 30 años muestra que los niños pequeños son mucho más capaces de participar en el razonamiento que alguna vez pensamos. Los científicos ahora piensan que el desarrollo cognitivo es más gradual y comienza joven. «En algunas circunstancias, incluso los niños pequeños pueden comprender los principios del razonamiento condicional, y en otras circunstancias, el razonamiento condicional confunde a los médicos adultos», escribió Willingham. «Todo depende del contenido del problema».

Las ideas de Willingham son similares a las de Natalie Wexler, quien hace un apasionado argumento de que las escuelas deberían volver a un currículum rico en contenido en su libro de 2019, » The Knowledge Gap «. Ambos vale la pena leerlos como un fuerte contrapunto al énfasis en el pensamiento crítico. en las escuelas de hoy.

Esta historia sobre cómo enseñar el pensamiento crítico fue escrita por Jill Barshay y producida por The Hechinger Report , una organización de noticias independiente y sin fines de lucro centrada en la desigualdad y la innovación en la educación. Regístrese para recibir el  boletín de Hechinger .

Fuente: https://hechingerreport.org/scientific-research-on-how-to-teach-critical-thinking-contradicts-education-trends/

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