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Chile: El Perito Moreno, pionero de la educación popular

“La fuerza y la grandeza del mañana de la Patria dependen de la escuela de hoy”. Así lo expresaba. Breve. Contundente. La frase sintetiza la fe que en la educación deposita su autor, Francisco P. Moreno, de cuyo fallecimiento se cumplieron el 22 de Noviembre 100 años. Fue «el Perito” por antonomasia.

Pero la misma no refiere a la educación en abstracto. No es una mera frase altisonante. Su autor sabía, por su propia experiencia personal, que la falta de educación formal no es un obstáculo para el progreso de quienes tienen la fortuna de nacer en una clase social acomodada. Si bien culminó sus estudios secundarios, Moreno nunca asistió a la Universidad, pero ello no le impidió la publicación de trabajos científicos, la creación y dirección del Museo de la Plata, el acceso a la banca de diputado o ejercer el cargo de Vicepresidente del Consejo Nacional de Educación ni, por supuesto, ser un eficiente defensor de los intereses del país en la cuestión de límites.

Ha observado y tiene clara conciencia de ello, que todo lo contrario ocurre en las clases más postergadas. Cuando dice “educación” se refiere a la educación popular, y es este aspecto (junto a su labor filantrópica, de la que va de la mano), el menos conocido de su fecunda labor por su patria y por su pueblo.

El joven Moreno, a quién su padre llamaba cariñosamente “Pangolín”, debió haber escuchado repetidas veces, cuando visitaban la casa familiar personajes como Domingo F. Sarmiento, Bartolomé Mitre y Juan María Gutiérrez, comentarios y reflexiones acerca de lo peligrosa que resultaba para el progreso de las naciones la ignorancia de los pueblos.

Por eso el ímpetu creador de escuelas que serían «templos del saber y de la virtud cívica» de esa época. No se trata sólo de enseñar sólo para comunicar conocimientos, se trata –sobre todo- de formar ciudadanos útiles a la democracia y al proyecto de Nación que la generación del ´80 se propone construir.

La labor educativa de Moreno se expresa en los niveles superiores a través de su proyecto de Museo, que concretará en La Plata. Un sitio donde no sólo se hagan expediciones e investigaciones, sino también un lugar donde el lego pueda contemplar y aprender acerca de la Naturaleza, en un modelo que se inspira en la Smithsonian Institution de los Estados Unidos, y que Moreno complementa con otras ideas, que no lograría concretar, como la creación de un Servicio Científico Nacional, que podría considerarse el primer antecedente del actual CONICET.

Se expresa también en su interés en introducir las actividades de campamento en la escuela 6 de Barracas, lo que le lleva a su activa participación en la creación de la Comisión Organizadora del Movimiento Scout en la Argentina, que luego preside y que, en brevísimo lapso y trabajando con el apoyo de la Asociación Cristiana de Jóvenes (de la que Moreno es miembro), concreta la institucionalización del movimiento scout a nivel nacional en el año 1912, apenas cuatro años después de la visita de F. Baden Powell, creador en 1907 del movimiento scout en Inglaterra, a la Argentina.

Pero donde se hace evidente con mayor rotundidad el altruismo de Moreno es en la educación primaria, concretada con la creación de las Escuelas Patrias, proyecto que comienza con la instalación de comedores escolares en la quinta familiar (ubicada donde se levanta hoy el Instituto Bernasconi) y para cuyo sostenimiento vende las tierras que el gobierno le había otorgado como pago por su labor de perito. Instala también otros comedores en barrios populares muy humildes, como Barracas, y crea las Cantinas Maternales, donde las madres que trabajaban podían dejar a sus hijos al cuidado de nodrizas cuyo sueldo pagaba Moreno. Son los primeros comedores escolares y guarderías de la República Argentina. Es, también a propuesta suya siendo diputado, que se incorpora la copa de leche en las escuelas públicas. “Un niño con la barriga vacía no puede aprender a escribir la palabra pan” dice, y Moreno es de los que dicen lo que piensan, creen firmemente en lo que dicen y actúan en consecuencia. Tomemos ejemplo.

José Sellés-Martínez Dpto. de Geología/Fac. de Cs. Exactas y Naturales-UBA

Fuente: ttps://www.clarin.com/opinion/perito-moreno-pionero-educacion-popular_0_n03Ve6n4.html

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Diversidad cultural y Reforma Educativa

Por: Pluma Invitada

Dedicado a mi querido maestro Carlos Lenkersdorf

El México profundo está formado por una gran diversidad de pueblos, comunidades y sectores sociales que constituyen la mayoría de la población del país. Lo que los une y los distingue del resto de la sociedad mexicana es que son grupos portadores de maneras de entender el mundo y organizar la vida que tienen  su origen en la civilización mesoamericana, forjada aquí a lo largo de un dilatado y complejo proceso histórico… La civilización mesoamericana es una civilización negada, cuya presencia es imprescindible reconocer.

Guillermo Bonfil Batalla[2]

En el siguiente texto vamos a presentar un análisis en relación con la diversidad cultural y la educación, en específico sobre la enseñanza de las culturas de los pueblos originarios y las lenguas originarias. Lo que señalaremos es lo que se ha observado del 2013 hasta el 2019, lo cual implica mencionar algunos puntos sobre el proyecto educativo y la reforma educativa que inicia su promulgación a partir de publicar el artículo 3° constitucional el 15 de mayo de 2019, en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Para iniciar la exposición retomamos lo señalado por la ONU referente a la diversidad cultural:

La cultura adquiere formas diversas a través del tiempo y del espacio. Esta diversidad se manifiesta en la originalidad y la pluralidad de las identidades que caracterizan los grupos y las sociedades que componen la humanidad. Fuente de intercambios, de innovación y de creatividad, la diversidad cultural es, para el género humano, tan necesaria como la diversidad biológica para los organismos vivos. En este sentido, constituye el patrimonio común de la humanidad y debe ser reconocida y consolidada en beneficio de las generaciones presentes y futuras.[3]

A partir de esto retomamos que la diversidad cultural significa diferentes culturas e identidades que conforman la humanidad, las naciones, los Estados. México está constituido por diferentes culturas y pueblos, al ser el nuestro un país multicultural donde conviven matrices culturales de pueblos originarios, afroamericanos, y de otras matrices europeas, asiáticas y norteamericanas. Por ello mismo, es un país de convivencia conflictiva, ya que existen ciertos sectores de la sociedad que viven privilegiados con las mejores condiciones de vida y dignidad, mientras un muy alto porcentaje vive en condiciones de explotación, ignorancia, exclusión social y en procesos de discriminación constante, procesos racistas, misóginos, homofóbicos, gerontofóbicos, etc.

En este trabajo me limitaré a presentar algunas ideas sobre la diversidad cultural en los pueblos originarios, lo que no implica desconocer la diversidad cultural de otros sectores que integran la sociedad mexicana. Sin embargo, considero que hoy en día, a pesar del discurso de la interculturalidad y de neoindigenismo que vivimos, se debe poner sobre la mesa de discusión educativa puntos para mejorar y construir un proyecto educativo no neoliberal, colonial y racista, pues tal sigue siendo hoy en día nuestro proyecto educativo, no abiertamente por supuesto, sino en el contenido y en el tipo de políticas pública que no resuelven los problemas de los pueblos originarios y de otros sectores de la sociedad mexicana, lo cual no será posible mientras no cambien los contenidos, políticas y proyectos de corte neoliberal.

Para entrar en materias de nuestro tema es importante señalar algunas cosas relacionadas con la reforma educativa actual 2019 del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Recordemos que la reforma inicia con la publicación del 3° constitucional el 15 de mayo de 2019 y con las leyes secundarias el 30 de septiembre de 2019. Un dato interesante es que en dos de las leyes secundarias está escrita muy pocas veces la palabra indígena o cultura; por ejemplo: en la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, sólo se menciona una vez la palabra “indígena” y dos veces la palabra “cultura”, y en la Ley Reglamentaria del artículo 3° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en Materia de Mejora Continua de la Educación, aparece una sola vez la palabra “indígena” y cuatro veces la palabra “cultura”. Donde el concepto “indígena” o “cultura” aparece mayor número de veces es en la Ley General de Educación.

En la Ley General de Educación se pueden leer varias cuestiones importantes de anotar y preguntar: ¿Para quién es la educación indígena? ¿Quiénes aprenden los conocimientos y saberes de los pueblos indígenas? ¿Cómo se percibe el valor de los conocimientos de los pueblos indígenas en el proyecto educativo nacional de México?

En la Ley General de Educación se puede leer en su artículo 14 en su fracción V que se debe de “promover la participación de los pueblos y comunidades indígenas en la construcción de los modelos educativos”; y en el artículo 30 que se refiere a los contenidos de los planes y programas de estudio que imparta el Estado en su fracción V se menciona que uno de los contenidos será: “El conocimiento y, en su caso, el aprendizaje de lenguas indígenas de nuestro país, la importancia de la pluralidad lingüística de la Nación y el respeto a los derechos lingüísticos de los pueblos indígenas”. Sin embargo, es ambiguo si esos contenidos se tienen que enseñar a todos y todas la estudiantes de México aunque no sean indígenas. Se hace la interpretación de que esos contenidos sólo se transmiten en la modalidad de educación indígena. Ello se puede leer en el Capítulo VI, artículo 56 de la Ley General de la Educación, en su párrafo segundo que dice: “La educación indígena debe atender las necesidades educativas de las personas, pueblos y comunidades indígenas con pertinencia cultural y lingüística; además de basarse en el respeto, promoción y preservación del patrimonio histórico y de nuestras culturas”.

En este sentido, es importante reconocer que las personas que pertenecen a un pueblo o comunidad indígena deben ser educadas con “pertinencia cultural y lingüística”. Sin embargo, no se le da el valor e importancia que tienen los conocimientos y saberes de los pueblos indígenas u originarios para el desarrollo económico, político, ético o ambiental de México. Planteamos una hipótesis del porqué no se piensan los conocimientos, saberes y cosmovisiones para ser enseñados en todo el Sistema Educativo Nacional, sin necesidad de pertenecer a un pueblo originario o indígena.

Por un lado, está la simple mitificación que han hecho investigadores e intelectuales de izquierda y derecha que piensan que los pueblos originarios sólo están interesados en mitos y leyendas o en preservar una cultura milenaria idealizada; y no reconocen que los pueblos originarios son pueblos que se encuentran en procesos históricos de reconfiguración, adaptación, integración de diferentes elementos culturales, creación de cultura, saberes y conocimiento. Ello implica que los pueblos no se niegan a aprender la ciencia, las humanidades y artes que pertenecen a otros pueblos, aunque sean occidentales.

Por otro lado, a manera de hipótesis del porqué no retomar conocimientos, saberes y cosmovisiones de los pueblos originarios y volverlos sistemáticos para crear contenidos nacionales en el Sistema Educativos Nacional, a través de la escritura u otras tecnologías que permiten la recuperación de saberes y conocimientos, es que las culturas originarias cuestionan las bases epistemológicas, políticas e ideológicas de la educación neoliberal, la educación dominante: la propiedad privada, la libertad individual, la relación que se tienen entre la naturaleza y el ser humano, el individualismo, la competencia, la soledad, la calidad/excelencia, los procesos de selección, los tipos de exámenes o aprendizajes que se llevan a cabo, el tipo de justicia o el desarrollo económico.[4]

Luis Villoro señalaba que el nuevo liberalismo a través de la libertad individual que promulga, necesitaría de la ausencia de la comunidad, y en el caso de los actuales actores sociales, son los pueblos originarios quienes siguen produciendo comunidad; sin embargo, la reproducción de su cultura, sociedad y cosmovisión está llevando grandes cambios en todos los pueblos originarios en México y en el mundo, ya que existen procesos de desindianización, discriminación lingüística y epistemológica que dan como resultado la pérdida de las lenguas y las culturas. Ello lo podemos leer en documentos como los que ha producido el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), México, lenguas indígenas nacionales en riesgo de desaparición, donde todas las lenguas indígenas están en riesgo de desaparición; claro, con diferente nivel de riesgo.[5]

Un elemento fundamental del porqué nos debe de preocupar la pérdida de las lenguas y las culturas originarias, no debe ser sólo por un argumento folcklorizante o un nuevo indigenismo, que realmente no les importa a los seres humanos que pertenecen a los pueblos originarios. Primero, se trata de una posición ética de reconocer que ellas y ellos son ejemplo concreto de cómo es y puede ser el ser humano. No seres humanos de segunda ni subhumanos, como se ha visto a lo largo de la historia de conquistas y colonización que se ha llevado a cabo en América. Por otro lado, sus saberes y conocimientos, como han señalado autores como Leonardo Boff, Noam Chomsky, Pablo González Casanova, Naomi Klein, Carlos Lenkersdorf, nos pueden permitir que continúe la vida humana, por los problemas que han producidos otros sectores de la humanidad como es el cambio climático y el calentamiento global. Nos urge relacionarnos de otra forma con la naturaleza, con el planeta, con el globo, entre nosotros mismos como seres humanos. En este sentido, sus conocimientos ante una emergencia mundial se convierten en universales que debemos aprender, para que continúe la vida humana sobre la faz de la tierra, por lo cual sus saberes no son locales o regionales, sino se convierten, ante las necesidades actuales en el mundo, en conocimientos éticos, ambientales y antropológicos para formar otras humanidades.

Educación, pueblos originarios y pedagogía

Ahora bien, es importante ubicar la discusión del papel de los pueblos originarios en el terreno de la educación. En este texto se va a comprender a la educación como un proyecto social, cultural, histórico, político y económico donde se hacen presentes diversos modos de formar al ser humano para llevar a cabo un determinado proyecto de sociedad. A partir de esta forma de conceptualizar la educación, considero que en ella conviven y se articulan diferentes pedagogías, que hacen presentes diferentes modos de formar al ser humano. Lo que está en juego hoy en día es la educación, o en otros términos, el proyecto educativo nacional. Se puede señalar que la educación dominante hoy en día es la continuación del proyecto educativo gerencialista y neoliberal como lo han demostrado autores como Lucia Rivera, Roberto González Villareal y Marcelino Guerra, en texto como Cancelar la Reforma Educativa, un kit para luchar contra la reforma neoliberal así como Mauro Jarquín en su libro de próxima publicación: Pedagogía del capital. Empresarios, nueva derecha y reforma educativa en México.

Ante este panorama, lo que debemos ir construyendo es otra educación no neoliberal, donde participen otros actores que construyan otros objetivos que persigan formar al ser humano, no como consumista, cosa, objeto, sino como un ser humano diferente a los ideales gerencialistas y neoliberales hegemónicos en México y en muchas partes del mundo, lo que implica formar subjetividades no neoliberales. En México tenemos una gran diversidad cultural, que podemos leerla como matrices epistémicas y epistemológicas desde donde se pueden construir pedagogías de cada uno de los pueblos que conforman México. Esta tesis se sostiene a partir de la experiencia personal como docente y pedagogo así como desde la lectura hecha de la obra de Carlos Lenkersdorf, desde su convivencia con el pueblo maya tojolabal.[6]

La sistematización de los conocimientos de esos modos posibles de formar a mujeres y hombres en los distintos pueblos humanos, es a lo que aquí se le da el nombre de “pedagogías de los pueblos”. A cada pueblo le corresponde una pedagogía. Los caminos de su construcción pueden ser diversos. Sin embargo, me limito a plantear algunas posibilidades para la construcción de “las pedagogías de los pueblos”, y señalar lo siguiente:

  1. A partir de cada cultura de los pueblos, se puede sistematizar o construir una pedagogía propia.
  2. A partir de cada filosofía de los pueblos, se puede sistematizar o construir una pedagogía propia.
  3. A partir de cada lengua que pertenezca a troncos lingüísticos diferentes, se puede construir una pedagogía.
  4. A partir de las diferentes cosmovisiones, se puede construir, sistematizar o tejer la pedagogía de cada uno de los pueblos.

En este sentido, al hablar de pueblos, no sólo me refiero a los pueblos originarios, sino a una forma de clasificar a los diferentes grupos humanos en nuestra América, como ya lo ha hecho de forma extraordinaria en la década de los setenta Darcy Ribeyro cuando hace una tipología de los pueblos extraeuropeos del mundo moderno, presentando las siguientes categorías: Pueblos Testimonio, Pueblos Nuevos, Pueblos Transplantados y Pueblos Emergentes, pensándolos como macroetnias.[7] Por nuestro lado, nos concentraremos en mencionar algunos de los pueblos que observamos en la realidad mexicana: los pueblos originarios, los pueblos afromexicanos y los pueblos mestizos, concentrándonos, por el momento, en apelar a la construcción de las pedagogías de los pueblos originarios para ir superando el problema de la colonización pedagógica, qué se comprende como la transmisión del consenso de un modo único e ideal de formar a los seres humanos que no corresponde a la diversidad cultural de las naciones.

Sugerencias para otra educación

Alguna propuesta sobre la educación ante la diversidad cultural son las siguientes:

  1. Enseñar las diferentes lenguas originarias, en sus respectivas variantes lingüísticas en las diferentes regiones de México, desde educación inicial hasta educación superior, para que no haya desubicación lingüística.
  2. Enseñar las diferentes morales de los pueblos originarios en relación a los problemas ambientales, relaciones sociales individualistas, competitivas y violentas que estamos viviendo en México en pueblos no indígenas; con relaciones colectivas y solidarias que algunos pueblos originarios viven y comparten, poner sobre la mesa nuevamente el nosotros, como planteaba Carlos Lenkersdorf, quien lo identifica entre los mayas tojolabales y que comparten muchos pueblos más.
  3. Enseñar el español como segunda lengua, propuesta que ha trabajado más a fondo Leopoldo Valiñas.
  4. Sistematizar la escritura de todos los pueblos originarios para que se escriba en los salones de clases desde educación inicial hasta educación superior, y no haya necesidad sólo de escribir en español, ya que eso implica que poco a poco se vaya perdiendo la lengua. Conservar las lenguas originarias por escrito hoy se convierte en una necesidad para poder resolver la desindianización y etnocidio que se lleva a cabo todos los días en los salones de clases del Sistema Educativo Nacional.
  5. Hablar las lenguas originarias desde educación inicial hasta educación superior dentro de las escuelas y en los salones de clases.
  6. Sistematizar contenidos epistemológicos y éticos desde los pueblos originarios para que se enseñen en todos los planes y programas de estudio de educación inicial e educación superior.
  7. Transmitir la historia de mujeres y hombres que conforman los pueblos, comunidades y estados, para construir no una historia colonial, sino una historia donde se reconozcan a las mujeres y hombres como actores fundamentales en la vida de nuestra nación; una historia no patriarcal ni colonial.[8]
  8. Hacer presente que los diferentes modos de discriminación (por ejemplo racismo, misoginia, homofobia, gerentofobia) son una de las bases de la educación dominante en México, y por lo tanto un problema que se debe resolver pedagógicamente, lo cual implica valorar de forma positiva y práctica los conocimientos, saberes, creencia y cosmovisiones de los pueblos como una herencia histórica que se debe enseñar en todas las escuelas públicas de México.
  9. Hacer presente todos los ideales de ser humano a formar que posee cada uno de los pueblos, para tenerlos como ejes o perfiles de formación, de ingreso y egreso en los diferentes niveles educativos. Esto a partir de concebir que no hay una sola forma de ser mexicanos o mexicanas, sino diferentes modos y, por lo tanto, de ser humano. Y es que los perfiles del proyecto educativo actual en el Sistema Educativo Nacional sigue estando limitando por los principios e ideales del neoliberalismo: un ser competitivo, un ser individualista, un ser indolente, un ser violento, un ser excelente, un ser que ha perdido la historia de su pueblo y se ha impuesto la historia y memoria del consumo y del capitalismo actual, a través de los medios de comunicación como internet, redes sociales, música, artes, ropa, cine y otros productos culturales.
  10. Desmitificar que los pueblos originarios, los pueblos afros y hasta los pueblos mestizos no están interesados en aprender los conocimientos de las ciencias, las humanidades o artes porque los puede desindianizar; por lo contrario, es necesario pensar que esos conocimientos son parte de la cultura universal, por ende un derecho humano, el derecho al conocimiento, que todo pueblo debe de ejercer e integrarlo para que se convierta en su cultural propia; concepto comprendido desde lo que proponía Guillermo Bonfil Batalla: “Los ámbitos de cultura autónoma y cultura apropiada forman el campo más general de la cultura propia; es decir, aquel en que los elementos culturales propios o ajenos están bajo el control de grupo”.[9]
  11. Hacer presente que todas las culturas son incompletas, como señala Boaventura de Sousa Santos, principio de incompletud que debe ser uno de los ejes para la construcción de contenidos curriculares y en general de cualquier conocimiento pedagógico.[10]
  12. Valorar las cosmovisiones, culturas y leguas originarias como matrices pedagógicas desde donde se pueden construir otro tipo de conocimientos, prácticas y relaciones sociales, no sólo para los indígenas, sino para toda la sociedad mexicana. Pensar que estamos urgidos de pensar y comportarnos de formas diferentes para salvar nuestra propia vida, ante problemas como el calentamiento global o el problema de la violencia estructural que vivimos en México; violencia que tiene diferentes modos de expresión, como es: la violencia de género, la violencia contra las mujeres, la violencia contra los homosexuales, la violencia contra los niños, la violencia contra los viejos, la violencia contra los indios, la violencia que ejercen compañeros de trabajo contra otros compañeros de trabajo, violencia de un estudiante contra otro estudiante. Violencia que se convierte en el modus operandi de vida de un alto porcentaje de la población mexicana.
  13. Reconocer que la forma en que se ha intentado resolver los problemas que están relacionados con la diversidad cultural, con la interculturalidad impulsada por el estado, que tiene como base el indigenismo, no ha sido suficiente.[11]
  14. Impulsar políticas públicas que tengan como base epistemológica y ética los conocimientos de los pueblos originarios para resolver problemas, no sólo la sobrevivencia del pueblo local, sino para la resolución de problemas nacionales, ya que sus epistemes poseen una dimensión universal cuando nos ayudan a transformar las relaciones humanas y mejorar nuestra relación con nuestra casa común, la Tierra.

Ante la gran diversidad cultural y diversidad pedagógica, es necesario pensar que la educación es un proyecto, que es la unidad en la diversidad, y que mejorar es reflexionar en las posibilidades de aperturas para la discusión, así como en urgencias para cambiar las formas de plantear y resolver problemas, ya que debemos hacer presentes nuestros problemas como mayorías que somos: como pueblos indígenas, afromexicanos, jóvenes, mujeres, niños, viejos, lesbianas, homosexuales, desempleados, explotados, enfermos, etc., para poder resolver nuestros propios problemas.

Bibliografía

 

Bonfil Batalla, Guillermo, México profundo. Una civilización Negada, México, CONACULTA, 2001.

Embriz, Arnulfo y Oscar Zamora, México. Lenguas indígenas nacionales en riesgo de desaparición: variantes lingüísticas por grado de riesgo, México, INALI, 2012.

Gargallo, Francesca, Feminismo desde abya yala. Ideas y proposiciones de las mujeres de 607 pueblos de nuestra América, México, UACM, 2015.

Guillermo Bonfil Batalla, “La teoría del control cultural en el estudio de procesos étnicos”, En: Estudios sobre las Culturas Contemporáneas, Colima, Universidad de Colima, vol. IV, núm. 12 Colima, 1991.

Lenkersdorf, Carlos, Filosofar en clave tojolabal, México Miguel Ángel Porrúa, 2005.

Lenkersdorf, Carlos, Los hombres verdaderos. Voces y testimonios tojolabalesLengua y sociedad, naturaleza y cultura, arte y comunidad cósmica, México, Siglo XXI editores, 2005.

Ribeyro, Darcy, Las Américas y la civilización. Proceso de formación y causas del desarrollo desigual de los pueblos americanos, México, Editorial Extemporáneos, 1977.

Santos, Boaventura de Sousa Descolonizar el saber, reinventar el poder, Montevideo, Ediciones Trilce, 2010.

UNESCO, Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultura, UNESCO, 2001.

Villoro, Luis, De la libertad a la comunidad, México, Fondo de Cultura Económica, 2004.

[1] Coordinador del Seminario de Perspectivas Críticas en Educación de México y Latinoamérica: construcción de discursos y prácticas. Agradezco a David Elías Hernández por sus correcciones y a Miriam Isabel Arciniega Miranda y a Mauro Jarquín por su lectura y sugerencias.

[2] Guillermo Bonfil Batalla, México profundo. Una civilización Negada, México, CONACULTA, 2001, p. 21.

[3] UNESCO, Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultura, UNESCO, 2001, p.p. 1-2.

[4] En relación con algunos de los anteriores puntos, Luis Villoro señalaba: “Esas cuatro palabras, libertad individual, democracia, Estado debilitado y desarrollo, resumen el pensamiento de un liberalismo renovado que parece haber obtenido un consenso planetario. Pero he calificado a ese liberalismo de “desencantado”. Porque, en efecto, la adhesión que suscita no se acompaña de entusiasmo, sino de un creciente malestar por sus resultados de una nostalgia dolorosa.” Luis Villoro, De la libertad a la comunidad, México, Fondo de Cultura Económica, 2004, p.p. 3-4.

[5] Arnulfo Embriz y Oscar Zamora, México. Lenguas indígenas nacionales en riesgo de desaparición: variantes lingüísticas por grado de riesgo, México, INALI, 2012.

[6] Dos obras fundamentales de Carlos Lenkersdorf son: Filosofar en clave tojolabal y Los hombres verdaderos.

[7] Darcy Ribeyro, Las Américas y la civilización. Proceso de formación y causas del desarrollo desigual de los pueblos americanos, México, Editorial Extemporáneos, 1977, p. 93.

[8] Un trabajo esencial en la recuperación del conocimiento de las mujeres está el trabajo fundamental de Francesca Gargallo, titulado: Feminismo desde abya yala. Ideas y proposiciones de las mujeres de 607 pueblos de nuestra América, México.

[9] Guillermo Bonfil Batalla, “La teoría del control cultural en el estudio de procesos étnicos”, En: Estudios sobre las Culturas Contemporáneas, Colima, Universidad de Colima, vol. IV, núm. 12 Colima, 1991, p. 176.

[10] Boaventura señala: “La tercera premisa es que todas las culturas son incompletas y problemáticas en sus concepciones de dignidad humana. Lo incompleto se debe a la propia existencia de una pluralidad de culturas. Si cada cultura fuera tan completa como afirma ser, habría apenas una única cultura. La idea de completud es la fuente de exceso de sentido que parece plagar todas las culturas. La incompletud es de esta manera más visible desde afuera, desde la perspectiva de otra cultura.” Boaventura Sousa Santos, Descolonizar el saber, reinventar el poder, Montevideo, Ediciones Trilce, 2010, p. 71.

[11] La idea de que la interculturalidad impulsada por el Estado tiene como base el indigenismo, la señaló Gunther Dietz en: la 63° sesión del Seminario de Perspectivas Críticas en Educación de México y Latinoamérica, conferencia magistral de Gunther Dietz, titulada: “Los problemas de la educación intercultural en México”, moderó: José Carlos Buenaventura, martes 16 de junio de 2015, a las 17:00 horas, Salón 005 de la Facultad de Filosofía y Letras, UNAM. Consultado en: https://www.youtube.com/watch?v=jRz-beOL204&t=1s, sábado 16 de noviembre de 2019, a las 12:44 p.m.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/diversidad-cultural-y-reforma-educativa/

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Pasar de la retórica a la acción para ampliar el acceso a la educación superior

Por Graeme Atherton

No es sorprendente que, como se informó en las Noticias Mundiales Universitarias de la semana pasada, el progreso en el logro del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 en materia de educación esté por debajo del objetivo.

A medida que nos acercamos al segundo Día Mundial del Acceso a la Educación Superior (WAHED) el 26 de noviembre, la evidencia sugiere que, si bien hay una creciente comunidad de instituciones e individuos que adoptan enfoques innovadores para ampliar el acceso a la educación superior en todo el mundo, compromisos globales más profundos En todo el sector faltan.

Los esfuerzos para involucrar a esas instituciones en todo el mundo en WAHED han sido extensos. El compromiso es tan fácil como ofrecer una declaración de apoyo, pero para la mayoría de esas instituciones se acercó, incluso eso parece un paso demasiado lejos.

En un nivel, no falta el compromiso. La preocupación expresada por los líderes mundiales de educación reunidos a principios de este mes en París para discutir el progreso hacia el ODS 4 es indudablemente genuina. También está claro que los problemas en el sistema escolar están en la raíz de muchas de las disparidades en el acceso y el éxito en la educación superior.

Un gran desafío

Otra investigación publicada este mes también muestra signos más prometedores, al menos en lo que respecta a los sistemas en Europa. Un nuevo informe publicado por la Asociación Europea de Universidades muestra que las instituciones de todo el continente están comprometidas con esta agenda. Sin embargo, hay más trabajo por hacer aquí para identificar si, al igual que con las políticas nacionales, rascarse debajo de la superficie revela los resultados para respaldar el compromiso.

El panorama general es que, si bien el sector de la educación superior quiere demostrar que está preocupado por las desigualdades a las que está contribuyendo, la escala de lo que se necesita para abordar realmente estas desigualdades es demasiado grande para poder comprenderla. Sin embargo, el tamaño del desafío no significa que la única opción sea la desesperación o la dependencia de una corriente continua de retórica digna.

Hacia la acción

Los últimos dos años de construcción de WAHED sugieren que hay cosas que se pueden hacer. El punto de partida aquí es, como con cualquier problema desalentador, dividirlo en partes más pequeñas. Hay muchas de estas partes más pequeñas en lo que respecta a este problema.

Cubren aspectos de casi todo lo que hace la educación superior, desde el personal que contrata y cuánto cuesta hasta la forma en que se diseñan los campus (y si debería haber alguno).

Pero hay tres áreas en las que podría llevarse a cabo un trabajo específico que puede ayudar a abordar la desigualdad en el acceso y el éxito a escala mundial.

El primero es avanzar significativamente en lo que sabemos sobre el tema. Todavía hay relativamente poca investigación que esté analizando sistemáticamente los patrones de participación en la educación superior por antecedentes sociales y la recopilación de estos datos a nivel nacional varía enormemente en términos de profundidad y calidad. Quizás haya aún menos investigación que analice qué intervenciones están teniendo un impacto.

Jamil Salmi, ex jefe de educación terciaria en el Banco Mundial y apoyado por la Fundación Lumina, lanzará una nueva investigación para marcar el WAHED de este año, que analiza en profundidad las políticas de acceso y equidad en cinco países. Sostiene que incluso cuando se presta atención a la política sobre equidad y acceso, existe una falta de investigación que mida el impacto de estas políticas.

Una cohorte de creadores de cambio global

La segunda área en la que una mayor actividad podría marcar la diferencia es aumentar la capacidad del personal en instituciones de educación superior, gobiernos y organizaciones benéficas para abordar los desafíos de acceso equitativo.

Definir las habilidades y el conocimiento necesarios para tratar de hacer una diferencia en esta área y equipar a todos los niveles en las organizaciones de partes interesadas clave con estas cosas es crucial si se va a producir un cambio.

Junto con el WAHED de este año, realizaremos nuestro primer curso de creación de capacidad global, que cuenta con el apoyo de la Fundación Asia-Europa. Reunirá a 30 colegas de todos los sectores para participar en un curso intensivo diseñado para impulsar la formación de una cohorte global de creadores de cambio en el área de acceso equitativo.

Finalmente, las instituciones y las redes universitarias deben tomar la iniciativa para iniciar una conversación y acción colaborativas. Las redes en particular tienen un papel importante aquí para garantizar que el acceso equitativo sea una parte central de su cartera.

Esto está sucediendo en algunos casos, por ejemplo, la Asociación de Universidades Europeas ha demostrado su compromiso con la nueva investigación lanzada este mes y mencionada anteriormente. Sin embargo, para demasiadas redes, el acceso equitativo parece ser una preocupación periférica en la actualidad.

El Dr. Graeme Atherton es el director de la Red Nacional de Oportunidades de Educación (NEON) en el Reino Unido. NEON lidera el Día Mundial del Acceso a la Educación Superior (WAHED), que se celebra el 26 de noviembre.

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La educación en diversidad afectivo-sexual y de género como garantía de respeto, empatía y libertad

No educar en diversidad afectivo-sexual y familiar y en identidad de género es un modo de perpetuar una sociedad basada en la falta de empatía, el desconocimiento y la invisibilidad y, al final de todo ese túnel, encontramos el odio, las agresiones y el sufrimiento.

La educación siempre ha sido un arma política de control de la sociedad. Desde que estamos en democracia, las diferentes normas han velado para asegurar que, dentro de las aulas, se está educando en democracia, libertad, respeto y valores humanos. Sin embargo, en los últimos tiempos, estamos viendo estos valores amenazados por el avance de la ideología de la represión, el ocultismo y el miedo, lo que suena más a una serie de HBO que a la realidad de un país como es España en el siglo XXI.

El pin parental, que ya se ha aprobado en una comunidad autónoma y se ha anunciado en otra, atenta directamente contra los derechos luchados y conseguidos en este país durante décadas. Nos hace retrotraernos a la España casposa del siglo pasado donde la dictadura era la única ley. Además de incidir en su ILEGALIDAD por incumplir diferentes normas y leyes, es necesario ir más allá y poner el foco en la importancia de la repercusión que tendrá que a miles de niñas, niños, niñes y adolescentes se les vete el conocimiento.

No educar en diversidad afectivo-sexual y familiar y en identidad de género es un modo de perpetuar una sociedad basada en la falta de empatía, el desconocimiento y la invisibilidad y, al final de todo ese túnel, encontramos el odio, las agresiones y el sufrimiento. Y es que, asegurar la invisibilidad de la diversidad y alejar al alumnado del conocimiento genera en los menores y adolescentes miedos que se traducen en agresiones y violencia hacia sus iguales.

¿Cuál es el miedo de determinados grupos y partidos políticos a la hora de educar en diversidad? Educando en diversidad gana toda la sociedad. El alumnado menor edad, que no tiene desarrollada su orientación sexual o su identidad de género, aprende desde la empatía que existen diferentes modos de amar y ser y que, aunque sean una minoría, las personas LGTBI existen y tienen derechos y libertades.

Nos aseguramos que la infancia, cuando llegue a la adolescencia, va a poder elegir en libertad lo que su corazón le dicte, porque por mucho que pongamos presas al corazón, éste siempre encuentra la manera de seguir su rumbo. Todos los estudios científicos avalan que la orientación sexual y la identidad de género no se pueden enseñar, no podemos cambiar su deseo. Es así y así tiene que respetarse siempre.

Cuando se difama sobre la educación afectivo-sexual diciendo que se enseñan actos sexuales o de adoctrinamiento, lo único que se hace es tratar de ignorante a la sociedad. Sabemos que esto no está ocurriendo dentro de las aulas por dos motivos: en primer lugar, porque el profesorado trabaja apoyado en la documentación que el propio centro escolar genera y por la normativa autonómica y estatal, velando por la seguridad del alumnado. En segundo lugar, porque la orientación sexual y la identidad de género no se puede adoctrinar. Si así fuese, el 100% de la sociedad actual sería heterosexual y cisexual.

Cuando el alumnado es adolescente y sus hormonas y el deseo empiezan a aparecer, su orientación sexual comienza a asomar la cabeza y es imparable, ya sea heterosexual, homosexual o bisexual. Por su parte, la identidad de género se define a más temprana edad. En ese momento, atendiendo a la normativa del Estado y de las comunidades autónomas, es maravilloso e imprescindible que el alumnado escuche y vea que hay otras maneras de vivir y que todas son válidas y respetables.

Con la educación en diversidad afectivo-sexual, familiar y de género, trabajamos la empatía que tan importante es para ponerse en la piel del otro y para ver que, bajo esa piel, estamos buscando lo mismo: coherencia, amor, libertad, seguridad para ser una ciudadanía sana mentalmente. Con ello, alcanzaremos una sociedad libre de fobias donde los delitos de odio vayan a menos porque estaremos educando desde la raíz, desde la infancia.

Si una persona observa en la adolescencia que su orientación sexual o identidad de género no son normativas, y la educan en diversidad dentro de las aulas, empezará a respetarse, empoderarse y amarse dentro de esa minoría. No pasa nada por salirse de la norma, ¿quién no lo hace en algún aspecto?

Todo esto conllevará que la futura sociedad, que se está horneando en las aulas actualmente, será rica en conocimiento de la diversidad, respeto hacia uno mismo y hacia los demás, empatía, libertad y amor universal. ¿No queremos una sociedad así?

Visi González, coordinadora de Educación de FELGTB

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/11/13/la-educacion-en-diversidad-afectivo-sexual-y-de-genero-como-garantia-de-respeto-empatia-y-libertad/

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Joker, o sobre la educación inclusiva

Por: Pluma Invitada

A unas semanas del estreno de la película Joker (Guasón), resulta relevante analizar al protagonista del filme desde una visión más socioeducativa que esteta. Desde esta óptica, la cinta revela grandes problemáticas de las sociedades globales en la actualidad: individualismo, competencia malsana, materialismo, racismo y exclusión a la diversidad. La educación, en específico la institución llamada escuela, ha preservado a lo largo de su historia como principal encomienda la formación de individuos con capacidades para incorporarse al mercado laboral, con lo cual se potencialice el desarrollo económico de las Naciones, relegando en muchos aspectos la necesidad de Bildung (entendida desde el pensamiento de Humboldt) en estas nuevas generaciones.

Estas carencias de la escuela se perciben en Gótica, ciudad con tanto y tan poco como otra cualquiera, en la que los problemas y necesidades son el cotidiano de sus habitantes y la reproducción bourdieuana de la escolarización que prima en sus generaciones. Se evidencia que esta institución ha normalizado y mal empleado el término competencia en el argot escolar al grado de ser una búsqueda constante por los actores y tomadores de decisiones en educación, con fines de diferenciación social: entre más competente, mejores condiciones de vida. Joker puede —y en lo personal pienso que debiera— entenderse como la respuesta a las endebles aspiraciones formativas que la escuela pacta con los estudiantes (puesto que la responsabilidad es compartida), a la estandarización de planes y programas de estudio, así como de modelos educativos en los que subyacen procesos homogéneos de transmisión de la cultura (aludiendo a Durkheim y su definición de educación).

Ante estos retos, los sistemas educativos de la Región han buscado afanosamente resarcir el pendiente de la aceptación del otro como mecanismo de desarrollo socioeducativo. Un caso particular es el Sistema Educativo Mexicano (SEM) que presenta un nodo histórico relacionado con la atención a la diversidad y la no discriminación, cuya génesis se remonta a la mitad del siglo XIX con la creación de la Escuela Nacional para Sordos; en 1993 se constituye como nivel educativo denominado educación especial; y que en los últimos años (2015 a la fecha) ha evolucionado a educación inclusiva, conceptos que lastimoasamente se han considerado símiles en su definición como en sus alcances y población objetivo.

A guisa de precisión conceptual, defino la educación especial como el modelo pedagógico que permite, a la escuela y a sus principales actores, dar respuesta a las características, estilos y necesidades de los alumnos con discapacidad, trastorno, síndrome o aptitudes sobresalientes (en esencia, a la población con NEE), permitiendo su desarrollo académico y social por encima de las deficiencias o potencialidades físicas, genéticas o del Sistema Nervioso Central  que posean. Por otro lado, la educación inclusiva es aquel modelo educativo que vela por el derecho a una educación equitativa y de calidad para todos los individuos —con o sin Necesidades Educativas Especiales (NEE) o Barreras para el Aprendizaje y la Participación (BAP)— con apego a los preceptos de la justicia social. En otras palabras, y aunque a ambas las define su carácter de modelos formativos, los propósitos diferencian y realzan la importancia de estos agentes dentro del campo educativo, aunque la realidad operativa deje mucho que desear (cfr. Acuña Gamboa, Mérida Martínez y Villaseñor Rodríguez, 2016; Cigarroa de Aquino, Rojas Wiesner, Evangelista García y Saldívar Moreno, 2016; Laparra Méndez, 2017).

Pero, ¿qué relación guarda el Joker con la educación inclusiva? Si bien Slavoj Zizek asevera que el filme expone la indiferencia gubernamental, las ya marcadas asimetrías en el poder económico, cultural y simbólico, y el deseo disidente por reivindicar el lugar del pueblo sobre el Estado; en definitiva, el hartazgo social por los regímenes actuales (Hernández Melendez, 07/10/2019), es en el desenlace del personaje donde se observa la incapacidad que dichos Estados tiene para proponer más y mejores ejes de intervención política en y para sus Sistemas Educativos, con énfasis en la atención de los grupos en situación de riesgo; en la opacidad profesional de los docentes y directivos escolares por dar respuestas certeras a sus estudiantes y sus múltiples intereses; en la recalcitrante postura de las sociedades por enaltecer el tener más que el ser; en resumen, la carencia de una educación con sustento en la equidad y el respeto a la diversidad como común denominador de todos los procesos formativos institucionalizados; aquí es donde la educación inclusiva entra en juego en la medida que busca el desarrollo de habilidades sociales y educativas en los estudiantes para la plena aceptación de esta diversidad, donde el o la alumna con NEE o BAP es y se define en la relación con los que vive y convive en el día a día, y viceversa.

Para lograr estas empresas, se precisan como bien lo asevera Emiliano Rodríguez, maestros —a lo que añado tomadores de decisiones, directivos, padres de familia y ciudadanos en general— que quieran ser personas dispuestas a comprender y divulgar que la educación es más que una competencia por ser el mejor de la clase o en el ámbito laboral; a resarcir las ideas de homogeneización e individualización social por la colectividad y el interés por el otro; a visualizar en las diferencias áreas de oportunidad personales y grupales; así como la necesaria reestructuración de espacios sociales más justos y equitativos. Sin duda, el Joker es la expresión cinematográfica de un grito apagado de los grupos en situación de riesgo, grupos a los que el SEM, en específico, ha olvidado y relegado de las áreas prioritarias de la educación nacional. No basta con enunciar modelos pedagógicos para la atención a las NEE y BAP, se precisa que estos se implementen en la realidad educativa de los estudiantes, y que los actores clave en la educación tomen la batuta ante los nuevos desafíos que signfica la formación de las nuevas generaciones; o por el contrario, ¿esperamos que sigan apareciendo nuevos Jokers como respuesta a la ignorancia e intransigencia colectiva?

REFERENCIAS

Acuña Gamboa, L. A., Mérida Martínez, Y. y Villaseñor Rodríguez, A. D. (2016). Trastorno del Espectro Autista e Inclusión Educativa en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas: ¿reto posible para la USAER? Revista Nacional e Internacional de Educación Inclusiva, 9 (1), pp. 278-291.

Cigarroa de Aquino, R. I., Rojas Wiesner, M. L., Evangelista García, A. A. y Saldívar Moreno, A. (2016). Educación inclusiva y niñez migrante: barreras a la educación de niñez de origen centroamericano en escuelas de Tapachula, Chiapas (México). Revista de Investigación en Educación, 1 (14), pp. 85-104.

Hernández Melendez, J. C. (07/10/2019). ¿Por qué sentimos empatía por el Joker? El Tiempo Blogs. Recuperado de http://blogs.eltiempo.com/masalladelcine/2019/10/07/sentimos-empatia-joker/

Laparra, Méndez, S. A. (2017). Formación docente para el medio indígena: interculturalización o inclusión. Revista Electrónica de Investigación e Innovación Educativa, 2 (3), pp. 26-35.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/joker-o-sobre-la-educacion-inclusiva/

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Acento en la Educación Inicial

Por: Pluma Invitada

La Educación Inicial ya es obligatoria, según lo marca la propia Constitución. El primer párrafo del artículo tercero estipula lo siguiente:

“El Estado impartirá y garantizará la educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior. La educación inicial, preescolar, primaria y secundaria, conforman la educación básica; ésta y la media superior serán obligatorias (…) La educación inicial es un derecho de la niñez y será responsabilidad del Estado concientizar sobre su importancia.”

La Educación Inicial comprende desde los 0 a los 6 años de edad (SEP, 2019). Varias investigaciones recientes han señalado su importancia, incluyendo la del Premio Nobel de Economía, James Heckman, quien en 2015 concluyó que para impulsar el crecimiento económico en nuestro país, es necesario enfocarse en el desarrollo de la primera infancia. Él aseguró que la niñez, en especial hasta los seis años, es la que recibe menos atención.

Asimismo, Isabel Crowley, representante de la UNICEF en México, coincidió en 2014 que en la educación a la primera infancia está la fórmula precisa para que nuestro país enfrente los retos de desarrollo que tiene en cuanto a desigualdad y pobreza.

Efectivamente, la carencia de educación inicial entorpece significativamente el resto de los niveles educativos. Un niño sin preescolar presenta dificultades en su coordinación, motricidad, seguimiento de reglas, e incluso en cuestiones tan básicas, como los colores.

Imaginemos el esfuerzo titánico que deben hacer los profesores de primer grado de primaria para llenar estos huecos, y además, lograr la lectoescritura y asentar el pensamiento matemático. Y esto es mucho más frecuente de lo que imaginamos, sobre todo en las escuelas vespertinas, y en las periferias citadinas.

El acento en la Educación Inicial es muy reciente. El Preescolar tiene apenas 10 años de ser completamente obligatorio, cuando primer grado de dicho nivel se tornó un deber.  Según el Informe “La Educación Obligatoria en México” (INEE, 2019), sólo 8 de cada 10 niños acude al preescolar, y ni siquiera se cuenta con cifras exactas sobre Educación antes de los tres años de edad.

Ahora que la Educación Inicial ya es obligación estatal, el desafío es enorme: actualizar estadísticas, crear programas de estudio y libros de texto, capacitar docentes, y concientizar a las familias de lo vital de dicha formación. El ritmo de avance ha sido hasta ahora lento, pero sí se le asigna la prioridad suficiente, los objetivos pueden alcanzarse, y con ello, forjar las bases para el mejoramiento de la Educación Primaria y el resto de los niveles educativos.

El desarrollo infantil temprano, además de ser un derecho, brinda rendimientos a largo plazo para los países. Rendimientos que se traducen en economía; pero también en niños, jóvenes y ciudadanos más exitosos y felices. Porque para mejorar  la cúspide, es preciso empezar por las bases.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/acento-en-la-educacion-inicial/

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Sobre el rol del banco mundial en la educación: Un carruaje sin caballos

Por Vernor Muñoz

A raíz del lanzamiento de la meta del Banco Mundial  “Reducir la pobreza de aprendizajes”, en días pasados aparecieron nuevos argumentos que cuestionan su contraproducente rol en la educación y su espasmódica ambición de regularla mediante medidas financieras.

Las intervenciones del Banco Mundial son guiadas por una lógica empresarial

La intervención del Banco Mundial y de otros bancos de desarrollo también ha sido emulada por ciertas agencias internacionales de cooperación, con diferentes enfoques y conclusiones divergentes y hasta contradictorias, que condicionan el desembolso de fondos a la adopción de reformas educativas que muchas veces no concuerdan con el contexto social de los países en los que se impone el poder bancario sobre la educación y la cultura.

La lógica del negocio es la que inspira el quehacer del banco, por lo que la rentabilidad económica se equipara a la realización de los propósitos de la educación.  Es esta lógica simplista y reduccionista de costo-beneficio la que anima la privatización de la educación y es la misma que pretende profundizar el endeudamiento de los países como respuesta a la baja inversión doméstica.

La economización del debate educativo es una medida política e ideológica que busca desplazar los propósitos de la educación, contemplados por el derecho internacional de los derechos humanos, que es vinculante para los gobiernos, pero refractario para los bancos de desarrollo.

La compleja interrelación del acceso, pertinencia, adaptabilidad y aceptabilidad de la educación, son tratadas bajo la óptica bancaria como temas de insumos y productos. Asimismo, la gobernanza escolar es reducida a estándares de eficiencia, en los que el derecho a la educación es solo un saludo a una bandera de níquel.

Y no toma en consideración el alcance completo del derecho a la educación

Siendo el financiamiento de la educación un asunto político, la influencia del Banco Mundial y de otros bancos y agencias de cooperación conduce al desplazamiento del marco del derecho a la educación y termina imponiendo modelos pedagógicos utilitaristas concentrados en el rendimiento escolar y la reducción curricular, para que respondan a las necesidades de los empleadores, antes que al desarrollo del pensamiento crítico, la construcción de ciudadanías comprometidas con la igualdad y la justicia y el fortalecimiento de los derechos humanos como forma de vida.

No olvidemos que el tema central es la educación, no el financiamiento, y que al invertir el orden de los factores (todos importantes, sin duda), los resultados pueden ser catastróficos. El carruaje no funciona sin caballos.

Vernor Muñoz

Fuente: https://www.campaignforeducation.org/es/2019/11/01/world-bank-a-carriage-without-horses/

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