Un estudio de larga duración realizado en Finlandia ha demostrado que la empatía del maestro con el alumno es clave para que éste esté motivado y desarrolle sus capacidades. Es más importante que los materiales educativos y el tamaño de las clases, y no solo en los primeros años, sino que hay indicios de que afecta también en la secundaria.
Los maestros empáticos mejoran la motivación y las habilidades académicas de los niños, como la lectura, la escritura y las habilidades aritméticas. Un ambiente positivo creado por el profesor también salvaguarda y aumenta la motivación de los niños para el aprendizaje, de acuerdo con el estudio finlandés Primeros pasos actualmente en curso en la Universidad de Finlandia Oriental, la Universidad de Jyväskylä y la Universidad de Turku, todas de Finlandia.
La importancia de la empatía y una actitud cálida en el aula sigue siendo un fenómeno poco estudiado en ciencias de la educación. Sin embargo, varias investigaciones han demostrado que la interacción entre el maestro y el alumno es más importante para los resultados que los factores estructurales, como los materiales educativos y el tamaño de las clases.
Además, estudios anteriores han encontrado que la interacción profesor-alumno es un factor importante durante los primeros años de escuela, pero hay indicios de que esta interacción que juegan un papel importante también después, cuando los retos académicos son mayores y la interacción protectora maestro-alumno puede ser menos intensiva.
«Estamos estudiando en qué medida la relación profesor-alumno en la escuela secundaria (13-16 años) puede estar relacionada con las excelentes calificaciones en lectura de Finlandia en el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes, PISA», dice el profesor titular de Educación Temprana Martti Siekkinen, de la Universidad de Finlandia oriental, líder del grupo de investigación. El éxito del sistema educativo finlandés se atribuye a menudo a un gran respeto por la profesión docente y a tener profesores altamente cualificados, a la igualdad en la educación, y al mantenimiento de las pruebas estandarizadas al mínimo.
Mecanismos
Según explica Siekkinen en una nota de la universidad, los primeros años de la escuela elemental, es decir, de los 7 a los 10 años, son un período crítico durante el cual el niño tiene que tener una relación segura con su maestro.
Una actitud empática del maestro no sólo protege la imagen de los niños de sí mismos como estudiantes, sino también contra la exclusión social por parte de sus compañeros de clase.
«Es importante que aprendamos acerca de los mecanismos que inspiran a los niños a convertirse en miembros activos de su comunidad escolar, les motivan para estudiar y establecer metas; en otras palabras, a creer en sus capacidades para lograr estos objetivos», señala el investigador. Los hallazgos se han publicado en Contemporary Educational Psychology and Early Education and Development.
El estudio Primeros Pasos es un estudio de seguimiento de diez años de duración sobre las trayectorias de estudio tempranas de los niños, el desarrollo de las habilidades de lectura y escritura y de la motivación de los niños cuando empiezan la escuela y durante sus primeros años, y sobre los métodos de asesoramiento y las formas de cooperación de padres y maestros.
Otro estudio, realizado en el Reino Unido, señala que el miedo al fracaso al inicio de la escolarización provoca que el estudiante busque el objetivo solo para satisfacer a su ego, y no por su propio interés y desarrollo.
La Pedagogía y la Educación se constituyen respectiva y complementariamente en atalaya y en motor de transformación personal y social. Ideas, acciones y dinámicas que desde la familia, desde la escuela en su más amplio sentido y desde la sociedad permitan alcanzar cotas más elevadas de bienestar, de inclusión, de justicia y de libertad a lo largo de la vida en comunidad. La finalidad de este volumen es poner a disposición de la comunidad iberoamericana nuevas investigaciones, experiencias y reflexiones pedagógicas. Unas tienen nítido alcance escolar, otras, en cambio, encuentran mejor acomodo en el terreno social y, algunas, sirven de puente entre los dos ámbitos. Esta compleja y rica panorámica se refleja en los artículos que aquí se incluyen.
Honduras / Autor: Marco Antonio Tinoco / Fuente: CLACSO
ISBN 978-99926-33-99-1
Editorial Guaymuras. CLACSO.
Tegucigalpa.
Enero de 2017
En este libro se caracteriza la política educativa puesta en marcha a partir de la década de 1990 en Honduras en el contexto de las transformaciones económicas y políticas impulsadas por el consenso de Washington, periodo en que destaca la presencia hegemónica del Banco Mundial por su aporte financiero y asesoramiento educativo.
El estudio, que explica cómo se establecen los lineamientos y prioridades de la nueva política educativa, se centra en la experiencia del Proyecto Hondureño de Escuelas comunitarias (PROHECO), situado principalmente en el área rural, y financiado por el Banco Mundial en sus inicios.
En este trabajo se argumenta que la nueva política educativa se fundamenta en una política social minimista, que reduce las necesidades básicas a la mínima expresión. así, paradójicamente, aunque la educación continúa siendo una prioridad en la lucha contar la pobreza, la inversión educativa continúa reduciéndose.
España/10 de abril de 2018/Por: LOLA HIERRO/ Fuente: https://elpais.com
Save The Children pide la modificación del temario y el Ministerio de Educación alega que en ningún caso se alude a que los flujos migratorios son un riesgo para la paz y seguridad.
Un manual didáctico sobre seguridad y defensa destinado a alumnos de Educación Primaria de los colegios de España llama a considerar a los inmigrantes en situación irregular como una amenaza para la paz. El proyecto se titula Conocimiento de la Seguridad y la Defensa Nacional en los centros educativos (Educación Primaria), está formado por diez unidades y su fin es, «mejorar el conocimiento de la seguridad y la defensa nacional» entre el alumnado, explica la web del Ministerio de Educación. A lo largo de sus páginas, se habla del himno y la bandera española, el Rey, la unidad de España, la estructura de las Fuerzas Armadas, Guardia Civil, Policía Nacional y cuerpos autonómicos como los «Mozos de Escuadra», mencionados en su forma en castellano en lugar de la catalana mossos.
La guía es fruto del acuerdo alcanzado en diciembre de 2015 entre los ministerios de Educación y Defensa, y ha sido redactado por el Centro Nacional de Innovación e Investigación Educativa (CNIIE) y la División de Coordinación y Estudios de Seguridad y Defensa de la Secretaría General de Política de Defensa. El texto describe una serie de 12 riesgos y amenazas entre las que se incluyen el terrorismo, el ciberacoso, los conflictos armados o la proliferación de armas de destrucción masiva. El punto número siete corresponde a la inmigración irregular, en referencia a todas aquellas personas que ingresan en un país sin documentación en regla. Reza así:
7. Flujos migratorios irregulares: Los flujos migratorios se han transformado en un fenómeno con implicaciones para la política de seguridad. Así, nuestro país, al igual que en el resto del entorno europeo, se enfrenta a múltiples desafíos derivados del asentamiento de las corrientes migratorias irregulares. Si persisten en algunos países la pobreza, la desigualdad, los conflictos bélicos, los riesgos medioambientales, la debilidad institucional y los regímenes autoritarios resulta previsible que los flujos migratorios irregulares se mantengan o se incrementen ya que la ausencia de expectativas vitales, la falta de seguridad personal y la falta de derechos son factores determinantes que impulsan la emigración.
La ONG Save the Children, que defiende los derechos de la infancia en 120 países, ha denunciado este contenido por considerar que fomenta el racismo entre los escolares, entendiéndose como tal la creencia de que, por motivo de la raza, el color, el idioma, la religión, la nacionalidad o el origen nacional o étnico, se justifica el desprecio o la noción de superioridad de una persona. Por ello, la organización exige que el sistema educativo transmita valores de acogida y no discriminación a los alumnos. «Abogamos por una educación en la no violencia que inculque a los niños el respeto a todas las personas sin importar su origen, sexo, etc. Tal y como está formulado el temario, se señala a los migrantes que acceden de manera irregular como una amenaza para España y para los valores y principios sobre los que se basa nuestra sociedad», explica Jennifer Zuppiroli, técnica de incidencia política e inmigración de Save the Children.
Un portavoz de Educación resalta a este medio que no corresponde a su Ministerio determinar qué son las migraciones irregulares, sino que es el marco legislativo en vigor en España quien lo establece, así como la normativa comunitaria. No obstante, tras revisar el contenido del temario, opina que el enfoque adoptado «en ningún caso se alude a que los flujos migratorios son un riesgo para la paz y seguridad, sino que destaca la labor en la lucha contra la trata de seres humanos», explica por correo electrónico. «El Ministerio comparte con Save the Children la defensa de una educación basada en la no violencia, en la que se promuevan los valores de la igualdad de sexos y culturas, el respeto, la resolución pacífica de conflictos, y que acabe con estereotipos que generan y perpetúan abusos y violencias», indica el portavoz, y se hace alusión a la norma que lo contempla, la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre.
En el primer trimestre de 2018, la llegada de migrantes a España por mar ha aumentado un 38% respecto al mismo periodo del año anterior, con 3.345 personas, y también ha subido el número de quienes no logran alcanzar el destino porque mueren: en los primeros tres meses del año han perdido la vida 120 personas, un 150% más que en 2017, según la Organización Internacional de las Migraciones. Generalmente se trata de personas que huyen de contextos de pobreza en busca de mejores oportunidades económicas y laborales, pero también existen víctimas de trata, de violencia, guerras y persecución por su condición sexual, religión, etc.
La organización Save The Children ha solicitado que no se considere la inmigración irregular como una amenaza, sino que se expliquen cuáles son los verdaderos peligros que empujan a la población a salir. «No educar a temer la diversidad y el otro, sino al contrario, deben darle la vuelta al argumento», solicita la técnica. De lo contrario, el efecto que se consigue es que los niños perciban a los demás como una amenaza para su persona y sus valores. Y mientras, recuerdan desde la organización, en las aulas españolas hay niños y niñas de distintos orígenes, papeles y clases, y ninguno debe ser considerado una amenaza para nadie. De hecho, a 1 de enero de 2016 (últimos datos disponibles) los niños de entre 3 y 15 años nacidos en España pero de padres extranjeros ya eran 299.385, según datos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y el 8,5% del alumnado en el curso 2017-2018 es extranjero. «Las clases españolas son muy diversas y la diversidad en la sociedad es un valor añadido», abundan desde Save the Children. En este contexto, cabe señalar que un estudio del Ministerio de Sanidad de 2011 (últimos datos hallados) reveló que la tasa de discriminación percibida por origen racial o étnico en el ámbito educativo ascendía al 23,9%.
Para Mikel Araguás, miembro de la federación SOS Racismo, el problema no es tanto si la migración es o no un riesgo, sino dónde coloca el fenómeno. «Por ejemplo, mezclar tráfico, Hezbollah y migraciones es un cóctel que el 99% de la población digiere mal, ya que acaban identificando una cosa con la otra. En la página 103, las migraciones aparecen entre las armas de destrucción masiva y el espionaje», alerta. Araguás lamenta que en ningún momento se haga referencia a palabras como diversidad, asilo. De hecho, que en las 245 páginas del texto solo figura dos veces el concepto «diversidad», y es para referirse a las Fuerzas Armadas y a las misiones. «Refugiado» o «refugiada» ni siquiera aparecen.
También considera que la guía no es la más adecuada para escolares de Primaria, no solo desde los contenidos, sino también desde el punto de vista pedagógico. Prueba de ello es cortapegar ordenanzas militares, algo que ocurre en el capítulo 2, las letras de algunas de las canciones propuestas o literalidades de la Estrategia de Seguridad Nacional 2017. «La mirada es securitaria y solo ofrece el punto de vista de la defensa», lamenta. En cuanto a la letra de las canciones, Araguás se refiere a la propuesta incluida en el temario de que los niños aprendan La banderita, un pasodoble de 1919 que se convirtió en el himno del Ejército español en la guerra de Marruecos.
Este manual se ha diseñado para ser impartido de forma optatitva en las asignaturas sustitutivas de la de Religión: Valores Sociales y Cívicos de Educación Primaria, pero de momento no tiene fecha de implementación, pues corresponde a las Comunidades Autónomas, responsables de definir los contenidos de estas dos asignaturas, decidir si autorizan a los centros educativos a usarlas. Save the Children ha conversado con un representante del Ministerio de Defensa para solicitar ese cambio de enfoque. «Nos han explicado su punto de vista y nos han avisado de que el temario debe ser actualizado según la nueva estrategia de seguridad en vigor», ha explicado Zuppiroli.
Educación defiende que la asignatura «Valores sociales y cívicos» ayuda a garantizar el derecho universal de los niños y niñas a recibir una educación que les permita desarrollarse al máximo de sus posibilidades, formarse en el respeto de los derechos y libertades, y prepararse para asumir una vida responsable en una sociedad libre y tolerante con las diferencias. Desde el Ministerio también se recuerda que no se ha planteado en ningún momento la creación de una nueva asignatura ni el desarrollo de un temario, sino que el manual es material curricular a disposición de los profesores, que lo pueden descargar libremente.
Elegir colegio para nuestros hijos. Estamos en ello y no es una decisión fácil. Es además complicado dar consejos prácticos cuando es algo tan personal, sujeto a preferencias y a circunstancias personales y muy distintas de una familia a otra.
“Fui a todas las que pude. Creo que se capta muy bien lo que te cuentan y la manera en la que te lo cuentan… y lo que no”, destaca Paula. María coincide en la importancia de esas visitas: “me parece fundamental, me sabría muy mal mandar al niño a un colegio sin haberlo visto ni haber hablado nada con el personal del centro”.
¿Pero en qué fijarse y qué preguntar en esas jornadas que organizan todos los colegios? He preguntado a Gemma Almena, psicóloga y orientadora escolar, y aquí tenéis su respuesta, que creo que os puede resultar útil.
Es importante que los padres sean parte activa de la elección del colegio, que sientan que se identifican con el proyecto del colegio.
En Educación Infantil hay que darle especial importancia a cómo organizan el periodo de acogida para los niños que entran al colegio por primera vez. Es importante que sea un colegio amable, que transmita comprensión hacia los niños más pequeños, que ponga facilidades y medios para que éstos pasen este periodo inicial de la forma más progresiva y respetuosa posible. Que den pautas a los padres sobre cómo actuar en el momento de dejarles por primera vez en clase, cómo gestionar aspectos evolutivos como el control de los esfínteres, así como aquellos emocionales: chupete, algún juguete con el que el niño/a se sienta tranquilo, etc.
Para el resto de niveles, es importante ver si hay coordinación entre el profesorado, si se respetan los saltos de ciclo de forma coherente y equilibrada: de infantil a primaria y de primaria a secundaria.
También es importante ver las medidas que se toman ante la diversidad del alumnado. Todos deseamos que nuestros hijos estén dentro de lo que se denomina “normalidad”, pero ¿qué ocurre sin el nuestro comienza a presentar barreras en el aprendizaje?, por eso debemos saber qué medidas se toman en el Centro para atender y dar respuesta a todo el alumnado.
Hay que ver las normas de organización y funcionamiento del centro (NCOF). Qué participación tienen las familias en el colegio (AMPA, COMUNIDADES DE APRENDIZAJE, CONSEJO ESCOLAR, etc). El Proyecto Educativo (líneas de trabajo en el colegio, atención a la diversidad, inclusión, número de alumnos, organización de las aulas, etc), proyectos de convivencia, proyectos de innovación educativa, etc. Si disfrutan de jornada continua o bien horario partido.
Y los recursos personales: ATE (auxiliar técnico educativo), PTSC (profesor técnico de servicios a la comunidad), DUE (diplomado universitario en enfermería) ,PT (pedagogía terapéutica), AL (audición y lenguaje). Tipos de aulas: Si tiene aula TEA o aula de Educación Especial.
En cualquier caso, no siempre nos conceden el colegio que esperábamos, si esta situación se da, es importante saber que debemos ser flexibles ya que nuestros hijos los son, los niños aprenden siempre. Toda andadura por esta vida ofrece la posibilidad del crecimiento y el aprendizaje y esa debe ser la actitud.
Sus hijos tienen por delante toda una etapa educativa que como mínimo durará de forma obligatoria hasta los 16 años, en este camino darán con profesores más o menos implicados, más o menos exigentes, más o menos de nuestro gusto, lo mismo le ocurrirá con sus compañeros de clase, sin embargo, de todo ello habrá un rodaje que les hará crecer como personas.
Para su tranquilidad, aunque los niños y niñas pasan mucho tiempo con nosotros en el colegio, es un hecho más que evidente que es en el seno familiar donde se define nuestra personalidad. Es la familia el origen y núcleo del aprendizaje de los niños y niñas.
América del Sur/ Uruguay/ 09.04.2018/ Fuente: www.elpais.com.uy.
«Educación, educación, educación». Casi dos horas de charla con cuatro miembros de Eduy21, el colectivo multipartidario de expertos en enseñanza que reclama una reforma urgente, y claro que esta fue la palabra que más repitieron. La dijeron 60 veces. Lo segundo fue una combinación de palabras, 34 veces: «marco curricular común». Es que esta es la base de la reestructura que proponen, y que presentarán el próximo 16 de mayo en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo. La elección del lugar no fue aleatoria: ellos se definen como un movimiento con aspiraciones políticas.
Eduy21 presentará su llamado Libro Abierto (antes era Libro Blanco, pero «para evitar suspicacias» decidieron decolorarlo). Este tendrá más de 100 páginas con medidas concretas para salir del pozo. Proponen que todo sea discutido públicamente, y si es necesario, modificado. Por algo es «abierto», porque aceptarán sugerencias, cambios, agregados.
Lo que sí tienen decidido es que, luego de finalizado este proceso, a inicios de 2019, las propuestas serán incluidas en el borrador de una nueva Ley de Educación que esperan pueda votar el gobierno que asuma en 2020, cualquiera sea su color.
Adriana Aristimuño, doctora en Ciencias de la Educación y profesora en la Universidad Católica; Fernando Filgueira, doctor en Sociología y exsubsecretario de Educación; Virginia Piedracueva, docente y directora del liceo 56; y Marcelo Martínez, docente, y hoy director del ciclo básico de Don Bosco, fueron los que dieron a El País un adelanto del nuevo plan, que «pone de cabeza» al sistema actual.
«Este es un proyecto de transformación política pública, pero no tiene ninguna afiliación partidaria», insiste Filgueira, frentista independiente. En Eduy21 también está el referente en educación del senador nacionalista Luis Lacalle Pou, Pablo da Silveira, los colorados Renato Opertti y Robert Silva (integrante del Codicen por elección de los docentes) y varios miembros del Partido Independiente. También están el dirigente sindical Richard Read y otro frentista como el exdirector de Educación, Juan Pedro Mir.
El plan que presentarán incluye más poder para el Ministerio de Educación, capacidad rectora técnica y estratégica del Codicen frente a los consejos desconcentrados, y autonomía para que los centros lleguen a los resultados por caminos alternativos. Eduy21 critica el sistema actual, que incluye 13 materias en el liceo, y propone un plan de trabajos prácticos que permitan acceder a los conocimientos sin tener que memorizar, por ejemplo, fechas o procedimientos como el de la fotosíntesis. También está contra la repetición. Y advierte que para el sistema que ellos proponen los docentes deberán recibir una formación complementaria.
«El problema que tenemos es que hace 40 años que estamos igual y solo discutimos, no hacemos. Nosotros proponemos esto. Proponemos probar, ensayar, si es necesario equivocarse, pero hacer», explica Aristimuño.
Estas son las propuestas que Eduy21 pondrá sobre la mesa:
1. Marco curricular común.
Consiste en evitar el salto brusco de la escuela al liceo. Para esto se generan dos consejos (no tres, como hay ahora: Primaria, Secundaria y UTU): uno de Educación Básica, que va de los tres a los 14 años, por tanto las clases irán de primero a noveno; y otro de Educación para Jóvenes, para los que tienen de 15 a 18.
«La idea es evitar el problema que tenemos en el pasaje de Primaria al Ciclo Básico. Ahí tenemos una fosa en el que los chiquilines caen, sobre todo en primer año de liceo. Esto es como una guerra, ver caer al soldado y no poder hacer nada. Es desesperante. Estamos así hace muchos años y es hora de decir basta a las soluciones paliativas», advierte Aristimuño.
«Si en sexto de escuela repite el 3% y en primero de liceo el 30%, lo que está pasando es que hay una fosa en la que los chiquilines caen. Se necesita, entonces, unir las dos partes: que de sexto se pase a séptimo, después a octavo, y después a noveno. Que haya una unidad», señala Filgueira.
Esta unidad se lograría a través de una currícula generada especialmente para que el salto que se da de sexto a primero de liceo no sea tan largo, e incluso un plan para que no se pase de tener una maestra a 13 profesores de un año al otro.
Los que proponen: Filgueira, Martínez y Piedracueva, referentes de Eduy21. Foto: F. Ponzetto
2. Cambios en la gobernanza.
Eduy21 propone dar más poder al Ministerio de Educación y Cultura (MEC), para que sea el responsable político de todo lo que pasa a nivel educativo. En tanto, el Codicen sería el brazo ejecutor de los objetivos que la cartera se propusiera.
«Hoy al Parlamento llamamos a la ministra, pero la ministra dice yo no puedo, no es a mí que me corresponde. Eso no puede suceder. Lo que queremos es más iniciativa y responsabilidad política del ministerio», señala Filgueira, que cuando fue subsecretario, al inicio de este gobierno, le tocó enfrentarse a ese Parlamento.
El plan incluye reestructuras en el Codicen. La idea es dotarlo de más capacidad rectora, con un departamento de desarrollo curricular (lo que implicaría que ya no fuera cada consejo el que armara los programas, sino que hubiera una unidad dictada desde el Codicen), y con una oficina de planificación encargada de armar el presupuesto quinquenal (hoy lo hace cada consejo, y el Codicen solo lo revisa y lo eleva al Poder Ejecutivo).
«El ministerio es el que tiene que marcar la cancha política, determinando hacia dónde va el sistema, y el Codicen es el que se tiene que ocupar de aterrizar eso, y lo tiene que hacer con dos brazos fuertes: por un lado los consejos desconcentrados, y por el otro la autonomía de los centros», resume Filgueira.
3. Autonomía de los centros.
«Queremos poner de cabeza el sistema», reconoce el exsubsecretario de Educación cuando habla de darles más poder a las direcciones de los centros educativos. Estas, siempre bajo el control del Codicen, tendrían más flexibilidad a la hora de buscar las mejores tácticas que sirvan para que los jóvenes logren las competencias y habilidades necesarias.
«Los egresados van a tener que salir pudiendo resolver ciertos problemas científicos. La autonomía permitirá a los centros decidir de qué manera lo logran. Si el que sigue trabajando con 13 asignaturas lo consigue, bien por las 13 asignaturas; si el que tiene un área de ciencias, con docentes de diferentes materias trabajando juntos, y poniéndoles desafíos a los estudiantes, lo logra, bien por el del área de ciencias», sostiene Martínez, que cree que esta segunda forma «es la mejor».
4. Cambio del modo de trabajo.
La apuesta de Eduy21 va justamente hacia centros educativos en los que se pueda trabajar en laboratorios, con más de un profesor por aula, cosa que ya hoy hace el centro Don Bosco y el liceo 56, donde rige el plan 2012.
«Trabajamos por un lado ciencias experimentales y matemáticas, y por otro ciencias sociales y comunicación. El modelo de diseño curricular es por proyectos: los alumnos trabajan proyectos que integran las diferentes asignaturas y se plantean desafíos, retos, que para lograrlos deben adquirir ciertos conocimientos», explica Martínez, de Don Bosco.
Aristimuño, en tanto, presenta como ejemplo lo que ocurre en Alemania, «que tiene un sistema de enseñanza dual, que en Uruguay ya lo están ensayando algunos centros privados y escuelas agrarias, donde tres días a la semana se enseña teoría y dos se tienen clases en el lugar de trabajo. Esto tiene muchas ventajas. Una de ellas es que el chiquilín ya se vincula con el mundo laboral».
Filgueira piensa, también para los primeros años, en un sistema en el que dos maestras puedan trabajar por grupo.
5. Educar en competencias.
«¿Es importante una tabla de contenidos conceptuales que haya que memorizar, porque hace 100 años encontrar una biblioteca era complicado? ¿O es importante manejar un montón de habilidades y conocimientos que permitan aprender lo que viene en el futuro, que permitan manejar los recursos tecnológicos de hoy o los que vengan después?», pregunta Martínez. Y Eduy21 ya tiene una respuesta.
El marco curricular común incluiría la creación de un sistema de evaluación estandarizada que definiría las competencias y habilidades a las que debe llegar cada estudiante. La idea es ya no evaluar conocimientos puntuales, sino la capacidad de los jóvenes para resolver ciertos problemas.
«El sistema actual se basa en contenidos: aprender la batalla tal o cual, saber lo que es la fotosíntesis, etc., etc. Está todo definido, se enseña —supuestamente— a todos los estudiantes lo mismo y a la misma vez, lo que en realidad no es posible, porque cada uno tiene su ritmo», critica Piedracueva.
«Lo que va a haber son troncos básicos de alfabetización, fundamentales, que no se puedan dejar de lado. Por eso, claro, hay contenidos matemáticos que van a estar presentes porque son importantes para lograr ciertas competencias y habilidades. Lo mismo pasa con lectura y escritura. Pero el norte son las competencias, las capacidades para resolver ciertos problemas», dice Filgueira.
6. Cargos radicados en centros.
El plan también incluye cambios en el modelo de trabajo de los docentes. En Don Bosco, por ejemplo, cada profesor tiene 17 horas de clase por semana en el centro. Similar también es el plan 2012 del liceo dirigido por Piedracueva. «Así es que conocen a los alumnos y los alumnos los conocen a ellos. Los elementos que ese docente tiene para evaluar, en comparación con otro que les da clases a 400, son enormemente diferentes», señala Martínez.
«Un docente de biología, por ejemplo, tiene tres horas semanales por grupo. Si eligió más de 20 horas, ¿cuántos grupos tiene? ¿Con cuántos jóvenes trabaja a la vez? Entonces, lo que pensamos es que hay que tener docentes que puedan encargarse de más de una asignatura. Que haya un área que englobe a varios profesores, donde varios trabajen juntos dentro de un área de ciencia experimental y matemáticas, por ejemplo. Ese es el modelo», explica Filgueira.
La idea es que los docentes puedan también preparar sus clases en los centros, en horario laboral. Y se piensa, también, en mejorar su formación para que puedan adaptarse a esta metodología.
7. Educación universitaria.
En Eduy21 consideran que los profesores deben tener educación universitaria, y sostienen que esto tiene que hacerse de tal manera que un aspirante a docente «pueda tomar créditos en distintas facultades para fortalecer sus conocimientos en ciertas áreas», señala Filgueira.
«Queremos ir hacia un modelo en el que un profesor fortalezca sus conocimientos con posgrados, o formación en servicio para lo que se requiere. Que se pueda preparar en alfabetizaciones específicas, de matemáticas y ciencias, o de lectura y escritura. Incluso que pueda hacerlo para ayudar a aquellos que tienen dificultades de aprendizaje», agrega.
8. Eliminar la repetición.
Todos en Eduy21 están de acuerdo con eliminar la repetición, aunque hay diferencias en cuanto a los tiempos. Filgueira es uno de los que sostiene que esto debe hacerse de inmediato. Otros piensan que antes se tendrían que poner en práctica algunas de las otras propuestas del Libro Abierto.
«Tenemos muchos estudiantes que están parados en el semáforo en rojo mucho tiempo. Eso te genera una aglomeración en ciertos grupos. El tema de la repetición es algo que se está discutiendo ahora, y muchos salen a decir que este es un indicador de exigencia. Si decimos eso, estamos mal. La repetición no dice nada acerca de la calidad del sistema. Lo que nos va a decir es un sistema de evaluación estandarizado y otros indicadores de calidad, que bien podrían ser sobre el tiempo que los jóvenes dedican al trabajo y a los proyectos», dice Filgueira.
9. Redistribución presupuestal.
Cambiar el sistema implica, también, modificaciones en el presupuesto: por supuesto una redistribución, pero quizá también un incremento. Un equipo de Eduy21 está analizando el dinero que se necesitaría para la reforma.
«Se están revisando estimaciones de costos. Hay una reorganización de modelos que ya se puede hacer con el presupuesto actual, como el marco curricular común. Después hay un conjunto de propuestas que tenemos para las que se necesita más: queremos que haya actividades extracurriculares que incluyan una carga en deportes y en arte, también que haya talleres, de periodismo por ejemplo; extender los tiempos en el Ciclo Básico, lo que también implica alimentación para los alumnos; cambios en la estructura y la magnitud salarial; y también temas de infraestructura», dice el exsubsecretario.
Hay otros que creen que con el dinero con el que se cuenta hoy ya se puede hacer mucho. Martínez advierte que en Don Bosco, cuando se decidieron a implementar el nuevo sistema, en el área de infraestructura lo único que esto implicó fue tirar una pared.
«Ahí tenemos una discusión interna. Lo que está claro es que hay que reasignar. Si después se necesita mucho o poco, es algo que se está evaluando. Pero reasignando tenés un cambio grueso. Nosotros debemos tener el mismo presupuesto que nos costaría el modelo tradicional. Esa es mi opinión», señala Martínez.
10. Cambios para los docentes.
Filgueira también piensa que para dar la batalla sería bueno una mejora salarial que seduzca a los docentes, para que se sumen al cambio.
«Nosotros estamos dejando de pensar en un modelo de cargas salariales por horas docentes de aula; estamos pensando en un modelo de horas de cargos radicados. Un modelo en el que se les diga a los docentes: te voy a estar pagando más porque te voy a estar reconociendo una carga de trabajo que tiene que ver con la preparación de las clases, pero queremos que esa carga sea presencial, en los centros, en un trabajo colectivo con otros docentes», explica el exsubsecretario.
Eduy21 también incluirá en su propuesta que las elecciones de horas se hagan por más de un año, y que cambie la manera en que estos optan por los centros en que trabajan, lo que lleva hoy a que docentes con menos experiencia sean los que suelen ir a los centros con realidades más críticas.
La batalla es difícil: menos lo que tiene que ver con más salario, proponen todo lo que los sindicatos rechazan.
Plan 2012, una isla dentro del sistema público
Eduy21 no descarta todo lo que se está haciendo. Incluso cree que hay ciertos planes que pueden incluirse en el nuevo sistema. Un ejemplo de esto es el plan 2012, que funciona en varios liceos, como el 56, del que Virginia Piedracueva (que es parte del colectivo) es su directora. «Lo que hacemos es trabajar en grupos de profesores. Son los mismos docentes de las asignaturas que eligen proyectos y los trabajan en conjunto con los alumnos», señala Piedracueva, que también es profesora de biología. «Es una propuesta destinada a la extra edad, es decir a chiquilines que han quedado rezagados del sistema educativo. Propone que estén todos los profesores, todas las asignaturas presentes en el mismo horario, y que se vayan distribuyendo según los proyectos, que además son consensuados con los estudiantes. Si algún docente no está dando clase, puede estar atendiendo a los padres, ayudando con una apoyatura, haciendo lo que sea necesario». El sistema se parece bastante al que Eduy21 sugiere para que los alumnos aprendan, y Piedracueva asegura que funciona.
«La reforma de rama era buena si solo daba clase él»
Hay partidos que ya se han pronunciado, otros que se puede prever que, por tener a sus mayores referentes de la educación dentro de Eduy21, apoyarán su plan de reforma. El Partido Independiente es uno de los que ya ha dicho sí; el Partido Colorado aún no tiene claras sus candidaturas, pero Renato Opertti es uno de los más importantes referentes del colectivo de expertos; los blancos tienen a Pablo da Silveira, asesor en educación de Luis Lacalle Pou; los frentistas tienen más disidentes que otra cosa, como es el caso de Fernando Filgueira, Juan Pedro Mir, y el dirigente de la bebida Richard Read (todos independientes). Un referente de la oposición consultado por El País espera que se dé un escenario similar al que se dio en el segundo gobierno de Julio María Sanguinetti con la reforma de Germán Rama: cuando se votó en el Parlamento recibió el aval de todos los partidos, incluso del Frente Amplio a excepción del Partido Comunista y el MPP. Filgueira, en tanto, dice que las reformas son distintas porque la de Rama se basaba en los contenidos, y la de ellos en las competencias a las que tienen que llegar los alumnos. «Mi padre, sociólogo al igual que yo, fue consultado por Rama cuando estaba haciendo la reforma en el área de ciencias sociales —cuenta Filgueira. La respuesta de mi viejo fue: Esto es buenísimo, pero solo si vos podés dar clases en todos los liceos. Porque solo Rama era capaz de dar ese programa, que es un tipo enciclopédico, que tiene los conocimientos. Nosotros lo que queremos es escapar de esa trampa».
«En Finlandia la pelea con los sindicatos fue a cuchillo; no hay atajos, hay que confrontar»
No hay que ser clarividente para saber qué van a decir los sindicatos del plan de Eduy21. ¿Elecciones de horas docentes por más de un año? ¿Que los profesores de mayor edad tengan que ir a los centros de peor contexto? ¿Autonomía para los centros educativos? ¿Más poder para el Ministerio de Educación y Cultura? ¿Erradicación de la repetición? Es todo lo que ellos no quieren.
Los expertos en educación que conforman Eduy21, sin embargo, ya saben que van a la guerra; pero también tienen confianza en que, esta vez, podrán ganarla.
«Ya veremos qué pasa con los sindicatos. Ya lo hablaremos. En Finlandia, que tanto hablamos de Finlandia, que tan admirable es su sistema, que tanto lograron trabajar con los sindicatos, lo que en realidad pasó fue que en la década del 70, cuando sentaron las bases del sistema educativo y de la sociedad finlandesa, las peleas con los sindicatos fueron a cuchillo. Acá no hay atajos», señala Adriana Aristimuño.
La especialista lo resume en una frase: «Si alguien tiene miedo a enfrentar a los sindicatos, está frito». Aristimuño cree que «se llegó a un punto donde el sistema de bloqueos es fenomenal, por eso estamos como estamos. Si no se trabaja no se pueden lograr resultados: hay que sentarse a trabajar, hay que arremangarse, hay que discutir y, claro, hay que confrontar».
Fernando Filgueira, en tanto, confía en que la propuesta de Eduy21 puede ser seductora para los docentes en general —sin hablar en particular de los que están sindicalizados—, porque justamente incluye estabilidad en los centros para los trabajadores y también se pone en discusión la posibilidad de mejorar salarialmente.
El exsubsecretario de Educación advierte, además, que el plan busca encantar a las familias. «Si se genera un shock fiscal y edilicio, y a la vez un shock de permisos en las zonas de alta vulnerabilidad, con autonomía en los centros para generar alta calidad formativa, ¿las familias no van a reconocer eso como algo positivo? ¿No va a haber un rédito político posible y potencial a recibir allí? Si se extiende el tiempo lectivo en la educación media básica en zonas de alta vulnerabilidad, con alimentación, ¿las familias no van a apoyar? Lo cierto es que hay mecanismos de intercambio: pago un costo acá, pero tengo un rédito allá. Eduy21 se lanzó para mostrar que son más los costos políticos de no hacer nada, que los de hacer. Y para favorecer la idea de que hay un cambio posible y que este es un juego de suma positiva, no de suma cero; no que hay un grupo que vaya a perder mucho para que otro gane. Todos podemos ganar bastante», señala Filgueira.
Marcelo Martínez, director del bachillerato tecnológico de Don Bosco, en tanto, confía en que la mayoría de los docentes van a apostar por el cambio. «Si hay algo que se pueda decir de los docentes en general es que no están contentos con ir al fracaso todos los días. El plan busca que ya no vayan más a la guerra con un tenedor».
Fuente de la reseña: https://www.elpais.com.uy/que-pasa/rompan-plan-eduy21-educacion.html
El modelo del Aprendizaje Invertido es una alternativa muy interesante a las clases tradicionales, sobretodo a nivel universitario. Si se sabe aprovechar, este modelo puede garantizar el desarrollo de comprensiones profundas en los estudiantes, pasado así de un enfoque en el maestro a un enfoque en el estudiante. La premisa básica de este modelo es hacer en clase lo que usualmente se haría fuera de clase y hacer fuera de clase lo que usualmente se haría dentro de esta. A continuación pueden encontrar una explicación más amplia del modelo.
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