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3 millones de niños han nacido en guerra

Saná / 24 de enero de 2018 / Fuente: https://www.unicef.org/

Más de 3 millones de niños han nacido en Yemen desde que en marzo de 2015 se intensificó la violencia, según un nuevo informe de UNICEF.
Born into War (Nacidos en guerra) refleja que los niños de Yemen llevan años sufriendo violencia, desplazamiento, enfermedades, pobreza, desnutrición y falta de acceso a servicios básicos como agua, atención médica y educación.

“Toda una generación de niños de Yemen está creciendo sin conocer nada más que la violencia. Los niños están sufriendo las devastadoras consecuencias de una guerra de la que nos son responsables”, asegura Meritxell Relaño, representante de UNICEF en Yemen. “La desnutrición y la enfermedad son ya endémicas porque los servicios básicos han colapsado. Es probable que los supervivientes carguen con las cicatrices físicas y psicológicas del conflicto durante el resto de sus vidas”.
Según el informe:
• Más de 5.000 niños han sido asesinados o heridos debido a la violencia desde marzo de 2015. Esto supone una media de cinco niños por día.
• Más de 11 millones de niños necesitan ayuda humanitaria, es decir, casi todos los niños del país.
• Más de la mitad de los niños de Yemen no tiene acceso a agua potable o a un saneamiento adecuado.
• Se estima que unos 1,8 millones de niños sufren desnutrición aguda, incluyendo 400.000 con desnutrición severa aguda cuya vida está en riesgo.
• Cerca de 2 millones de niños están fuera de la escuela, incluidos casi 500.000 que la han abandonado desde la intensificación del conflicto en marzo de 2015.
• Los casos sospechosos de diarrea acuosa aguda han afectado a más de 1 millón de personas; los niños menores de cinco años constituyen la cuarta parte de los casos.
• El 75% de las niñas se han casado antes de cumplir 18 años.
• Los trabajadores sanitarios y los profesores llevan más de un año recibiendo solo una parte de su sueldo; esto afecta a la educación de 4,5 millones de niños. Menos de la mitad de las instalaciones sanitarias está en pleno funcionamiento.
• A finales de septiembre de 2017, 256 escuelas estaban totalmente destruidas, 150 estaban ocupadas por personas desplazadas y 23 por grupos armados.
Ya antes de que el conflicto se intensificara en 2015, Yemen era el país más pobre de Oriente Medio, y uno de los más pobres del mundo. Yemen ha sufrido décadas de conflicto, falta de desarrollo, declive económico y destrucción de una infraestructura y servicios públicos frágiles. La mayoría de niños y sus familias sobreviven solo gracias a la ayuda humanitaria.
El informe hace un llamamiento a las partes en conflicto, a quienes tienen influencia sobre ellos y a la comunidad global, para que prioricen la protección de los niños de Yemen con estas medidas:
• Llegar a una solución política pacífica y detener la violencia.
• Cumplir el Derecho Internacional Humanitario para proteger a los niños de manera incondicional durante el conflicto.
• Proporcionar acceso sostenible e incondicional para distribuir ayuda a cada niño que lo necesite. Se deben levantar las restricciones a la importación de bienes a Yemen. Los alimentos y el combustible son esenciales para combatir la amenaza de hambruna y para alimentar los hospitales y los sistemas de agua.
• Evitar el colapso total de los servicios sociales públicos como la atención médica, los sistemas de agua y la educación. Los salarios de los trabajadores sanitarios y de los profesores deben pagarse.
• Proporcionar fondos suficientes para que la ayuda sea constante. En 2018, UNICEF hace un llamamiento por valor de 312 millones de dólares (255 millones de euros) para seguir respondiendo a las necesidades urgentes de los niños en Yemen.

Fuente noticia: https://www.unicef.org/spanish/media/media_102463.html

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UNICEF: En Ucrania, Caperucita Roja ayuda a proteger a los niños de las armas explosivas

UNICEF – Ucrania/ 16 de enero de 2018/Por Melanie Sharpe/ Fuente: https://blogs.unicef.org

Caperucita Roja, el gran Lobo feroz y la Abuela se encuentran en el escenario del gimnasio de la escuela. Entre los niños se oyen risitas y murmullos y se observan expresiones de asombro. Hay alrededor de 40, y tienen entre seis y siete años. El público parece entretenido.

Al ver esto, se me vienen a la mente mis primeros años de escuela, cuando la bibliotecaria solía leernos a mí y a mis compañeros siempre la misma historia. No hablen con desconocidos. No se adentren solos en la oscuridad del bosque. Esas eran las importantes lecciones de Caperucita Roja, universales y atemporales.

Sin embargo, la interpretación de hoy es, de algún modo, diferente.

Estoy en la Escuela #2 de Avdiivka, al este de Ucrania. Avdiivka es una de las ciudades situadas a lo largo de la línea de enfrentamiento de Ucrania; en el conflicto actual, es la línea que divide las fuerzas controladas y no controladas por el gobierno y donde el conflicto es más grave.

Desde hace ya cuatro años hay un conflicto armado en la zona. Es una parte del país donde hay bombardeos diarios e indiscriminados. Aquí los vecindarios están plagados de municiones sin detonar y restos explosivos de guerra. El este de Ucrania, en el corazón de Europa, se ha convertido en uno de los lugares más contaminados de minas terrestres del planeta.

A group of children, listening carefully in their seats.
UNICEF/ Gilbertson VIINiños escuchan en la sesión de concientización sobre minas en la escuela #2 de Avdiivka, al este de Ucrania. Durante las sesiones se enseña a los niños a protegerse de las minas terrestres, las municiones no detonadas y los restos de explosivos de guerras.

Con todo lo que está sucediendo en el mundo, no sabemos mucho acerca de la crisis de Ucrania. Sin embargo, los niños que aquí viven padecen sus efectos cada minuto de sus jóvenes vidas.

El Lobo se pasea por el escenario y coloca en el suelo unos objetos algo sospechosos. Quiere tender una trampa a Caperucita y a la Abuela. Afortunadamente, ellas cuentan con la sabiduría necesaria para no caer, una sabiduría que la Abuela comparte con los niños.

¿Qué deberían hacer si se encontraran en su vecindario una trampa aparentemente peligrosa? “Primero deben detenerse”, les dice. “Miren a la izquierda y a la derecha para asegurarse de que no hay más trampas. Después, dense la vuelta y regresen sobre sus propios pasos, porque no se sabe si podrían encontrarse con algo más”.

“Cuéntenselo a un adulto y pídanle que llame a los servicios de emergencia”, añade.

Cuando la Abuela habla, en la sala reina el silencio. Al final, el Lobo regresa y dice: “Encontré una mina y le di una patada como si fuera una pelota. ¿Eso está bien?”

Los niños se ríen y exclaman: “¡Noooo!”

Después de varias preguntas parecidas, termina la actuación. De camino a sus clases, los niños reciben un cómic que UNICEF y sus aliados distribuyen por ciudades como Avdiivka. Los personajes del cómic son superhéroes que enseñan a los niños a protegerse de las minas terrestres y de las municiones sin detonar.

“Los PowerPoints no funcionan con los niños”, me explica Olena Kryvova después de la actuación.

Two adults cover their eyes, while a man puts equipment into a bag.
UNICEF/ Gilbertson VIICaperucita Roja y la Abuela se tapan los ojos cuando los servicios de emergencia eliminan la trampa tendida por el gran Lobo feroz. Esta nueva interpretación del cuento de Caperucita Roja forma parte de una sesión de concientización sobre minas celebrada en la escuela #2 de Avdiivka, al este de Ucrania.

Olena trabaja con FSD, la Fundación Suiza de desminado, uno de los aliados que, junto con el Grupo danés de desminado, trabaja con UNICEF para llegar a medio millón de niños del este de Ucrania y educarlos sobre los peligros de las minas: unas sesiones de formación que, mediante un enfoque adaptado a la infancia, enseñan a los niños a protegerse de las minas, las municiones sin detonar y los restos explosivos de guerras.

Olena comparte con nosotros los detalles de un trágico incidente en el que tres niños de la localidad intentaron abrir un proyectil. Uno de ellos murió en el acto y el otro resultó gravemente herido. También nos habla de otros casos en los que los niños recogen inocentemente granadas o detonadores y terminan volándose los dedos.

“Aquí no hay entretenimiento para los niños. Una de las pocas cosas que pueden hacer es aprender acerca de las armas”, asegura.

La semana pasada, la publicación Landmine Monitor lanzó las últimas cifras de las víctimas de minas terrestres y explosivos improvisados. El informe revela una cifra sin precedentes de víctimas infantiles, la mayor parte en Afganistán, Libia, Yemen y Ucrania.

Resulta duro ver a uno de los personajes favoritos de la infancia, Caperucita Roja, enseñando a los niños a protegerse de algunas de las armas más mortales de la guerra. Aun así, se trata de una realidad en el este de Ucrania.

Los programas de educación sobre el peligro de las minas de UNICEF en el este de Ucrania reciben la ayuda de los gobiernos de Alemania, Italia y Japón.

 

Melanie Sharpe es especialista en comunicación de la Oficina Regional de UNICEF para Europa y Asia Central 

Fuente de la Noticia:

https://blogs.unicef.org/es/blog/en-ucrania-caperucita-roja-ayuda-a-proteger-a-los-ninos-de-las-armas-explosivas/

 

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El deporte como medio para prevenir la violencia en El Salvador

Por: UNICEF El Salvador

Natividad Sánchez Ventura tiene siete años, es la menor de 10 hermanos y cada día de su vida es un caos asegurado. Cada mañana, su madre María sale de casa antes del amanecer para vender marisco en el mercado municipal, mientras sus hermanas mayores se ocupan de las tareas domésticas y su padre José lleva a los más pequeños a la escuela.

Después de la escuela, Natividad y sus hermanos regresan a casa, donde su madre suele estar cocinando o lavando la ropa. Su padre aprovecha ese rato para cumplir con sus tareas de electricista a domicilio.

Hasta hace poco, esa rutina suponía un problema para la familia: ¿qué actividad que fuera segura y fiable podía hacer un niño por las tardes?

“En casa no tenemos mucho espacio, nuestra calle es bastante peligrosa y cuando los niños quieren jugar con otros niños tienen que alejarse, y entonces no sabemos dónde están”, explica María.

Lo que más preocupaba a José de la idea de dejarles jugar en la calle era la inseguridad. El municipio se caracteriza por las altas tasas de homicidios, la violencia de las bandas y la delincuencia. Los niños estarían en peligro si jugaran en las proximidades.

Imagen del UNICEF
© UNICEF El Salvador/2017
Natividad habla con una amiga durante una clase de natación. Las clases la han ayudado a ella y a sus hermanos a hacer amigos nuevos y ganar seguridad en sí mismos fuera de la escuela.

Hacer deporte para estar seguros

Todo cambió el día que la familia recibió una invitación de la alcaldía de San Marcos para que los niños asistieran a clases gratuitas de natación en el Centro recreativo Cutacuzcat.

“Decidimos permitirles asistir al centro para que aprendieran a nadar”, dice María.

La invitación para apuntarse a actividades deportivas semanales se extendió a todos los niños de San Marcos, como parte del proyecto municipal de prevención de la violencia respaldado por UNICEF. Después de un año y medio en funcionamiento, más de 1.000 niños participan en las actividades dos o tres veces por semana.

El monitor de natación, Wilson Galán, asegura que Natividad y sus hermanos tenían una habilidad natural para el deporte. “Sus resultados me pillaron por sorpresa porque, en solo dos meses, ya controlaban bastante bien todos los estilos”, afirma.

Los niños ya tienen una colección de 47 medallas que han ganado en distintas competiciones locales y nacionales. Para Natividad, que ha ganado ocho de esas medallas, esos triunfos han sido un estímulo para confiar más en sí misma.

“Me motiva mucho escuchar a mi familia gritando: ‘vamos, vamos, vamos’; me ayuda a mantener la fuerza hasta el final”, dice.

Imagen del UNICEF
© UNICEF El Salvador/2017
Los miembros de la familia Sánchez Ventura muestran las medallas que los niños han ganado en competiciones de natación. Desde que comenzó el programa de deportes hace un año y medio, los niños han ganado 40 medallas.

Cuerpos y mentes más sanos

El deporte y las actividades recreativas son solo una parte de una estrategia global para la prevención de la violencia en el municipio, en la que UNICEF trabaja estrechamente con la alcaldía de San Marcos. La estrategia incluye componentes para el desarrollo y la protección de los niños, así como talleres para educar a niños y padres en la no violencia y el fortalecimiento de los lazos familiares.

“En esos talleres, ella puede pasar tiempo con otros niños que también están aprendiendo y nosotros conocemos a otros padres con los que podemos compartir ideas nuevas”, dice María.

El programa también ofrece una beca que cubre parte de los gastos escolares de Natividad. “Somos una familia grande y esto nos ayuda mucho, porque así ella no tiene que dejar la escuela”, afirma José.

Tanto él como la madre coinciden en que el deporte ha cambiado la vida de los niños. “Ha sido positivo para su salud y para su mente”, asegura María. “Cuando hacen ejercicio se mantienen activos y tienen un propósito en la vida, ganan autoestima y se vuelven más disciplinados en la escuela”.

Para José, uno de los mayores beneficios del programa es que mantiene a los niños a salvo de la violencia de las bandas. “La natación ha salvado a nuestros hijos de la calle”, dice.

Fuente del Artículo:

https://www.unicef.org/spanish/infobycountry/elsalvador_102385.html

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UNICEF: Aprendizaje para las niñas afganas

UNICEF/ 16 de enero de 2018/Por Toby Fricker/Fuente: https://blogs.unicef.org

Belqees siempre soñó con ir a la escuela. “Mis amigos regresaban al pueblo hablando de la escuela, contando lo que habían hecho”, dice la joven de 16 años. “Yo pensaba: son mis amigos, ¿por qué yo voy más atrasada que ellos?”

En su hogar, en un pueblo remoto de Daykundi, una provincia de la zona montañosa del centro de Afganistán, Belqees explica que no puede ir a la escuela porque está demasiado lejos. Sus padres no tienen motocicleta ni dinero suficiente para el transporte, aunque sí son conscientes de la importancia de la educación.

Gracias a eso, Belqees consiguió que la clase fuera a su casa.

Educación en la comunidad: una puerta al aprendizaje para las niñas

En una habitación de la casa de Belqees las paredes están empapeladas con el alfabeto persa y unos coloridos dibujos. En el suelo hay 15 niños sentados que miran atentos al profesor, que está escribiendo una palabra en la pizarra.

“Me quejé a mis padres, ¿qué esperanza nos queda si no podemos aprender?”, explica Belqees. “Así que lo convencí [a Hassan, su padre] para que ofreciera un espacio”.

Ahora, este es uno de los más de 4.300 espacios educativos basados en la comunidad que hay en Afganistán. Con la ayuda de UNICEF, estas clases ayudan a unas 81.000 niñas a aprender y, en la medida de lo posible, facilitan la transición a la escuela formal.

“Tienes que empezar en tu propia casa para demostrar a los demás que crees en la educación”, afirma Fátima, la madre de Belqees. “Después, los demás te seguirán”, añade.

A Fátima le habría gustado tener la oportunidad de ir a la escuela, y por eso ahora anima a Belqees, a sus hermanas y a sus compañeras a seguir estudiando. “Mi abuela, mi madre y yo no recibimos una educación y, como consecuencia, tampoco tuvimos oportunidades para hacer otras cosas en la vida”, asegura.

En un país en el que las niñas representan más del 75% de los 3,5 millones de niños que no van a la escuela, la educación basada en la comunidad brinda esperanza a las niñas que verdaderamente quieren estudiar.

A group of children sit on the floor with their backs to the camera as a teacher teaches.
UNICEF/FrickerSadiq, de 21 años, enseña en una clase de educación basada en la comunidad en la provincia de Daykundi, en la zona montañosa del centro de Afganistán.

La educación de las niñas nos concierne a todos

Atravesando el desértico valle, al otro lado de Nili, la ciudad más grande de la zona, conocemos a Sadiq, de 21 años. Él trabaja en otro espacio educativo basado en la comunidad que ofrece clases en una habitación del edificio del consejo local.

Sadiq se vino aquí desde la vecina provincia de Bamiyán, a 12 horas por carretera, para vivir y trabajar. “Me di cuenta de que la enseñanza es muy importante para la comunidad, pues proporciona a los niños una base sólida para la vida”, asegura.

“Lo bueno es que aquí vienen muchas niñas a clase, más que niños. Los padres no diferencian entre niños y niñas”.

Sin embargo, las estadísticas revelan que no siempre es tan fácil. El acceso a instalaciones educativas de calidad, la capacidad de permanecer en la escuela, la nutrición precaria, los padres y el conjunto de la sociedad pueden restringir el derecho de las niñas a recibir una educación y su capacidad para aprender. En la actualidad, la inseguridad es otro factor. Mientras que esta parte de la zona montañosa del centro del país es relativamente tranquila y segura, a solo 60 kilómetros al norte y al sur, la frecuente violencia atormenta las vidas de las familias y ocasiona flujos constantes de desplazamientos. Cuando esto ocurre, las niñas suelen ser las primeras que dejan de ir a la escuela, ya que los progenitores consideran que su seguridad está por encima de su deseo de aprender.

Tres niñas de la clase de Belqees no son del pueblo. Llegaron hace unos meses tras escapar de la inseguridad de las zonas cercanas a sus hogares. Asistir de nuevo a clase devuelve a sus vidas un cierto sentido de la normalidad, y las ayuda a integrarse en sus nuevos entornos.

Al abrir su hogar, Hassan y Fátima están haciendo mucho más que brindarle a su hija la oportunidad de aprender. Del mismo modo, el sacrificio personal de Sadiq, que empezó una vida nueva lejos de su hogar, está beneficiando las vidas y los futuros de todos los niños que van a su clase.

Las niñas de Afganistán están listas para aprender, pero necesitan apoyo y oportunidades suficientes para lograrlo. Tal y como muestran las historias de estos campeones de la educación de las niñas, existen muchas posibilidades para hacer más accesible el aprendizaje de las niñas y lograr un cambio real en sus vidas, por el bien inmediato y a largo plazo de la sociedad.

Toby Fricker es Especialista en Comunicación y forma parte del Equipo de Respuesta ante Emergencias, donde proporciona ayuda en materia de comunicación y defiende la preparación y la respuesta humanitarias.

Fuente de la Noticia:

https://blogs.unicef.org/es/blog/aprendizaje-para-las-ninas-afganas/

 

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Unicef alarmada por situación de niños rohinyás en Myanmar

Asia/Birmania/13 Enero 2018/Fuente: Prensa Latina 
La portavoz de la Unicef en Ginebra, Marixie Mercado, denunció hoy las pésimas condiciones de vida de los niños rohinyás en Rakhine, Myanmar, donde carecen del acceso a servicios de salud y educación.
En el centro de Rakhine, más de 120 mil rohinyás quedaron varados en campamentos desde 2012, y cerca de 200 mil viven en aldeas donde su libertad de movimiento y acceso a servicios básicos está cada vez más restringida, precisó la funcionaria.

Según Mercado, la Unicef y sus socios humanitarios todavía no conocen bien la verdadera situación de los niños de esa minoría musulmana en Myanmar y todo ello, debido en gran medida, a la imposibilidad de llegar a muchos lugares.

Ninguna de las cinco instalaciones de atención primaria de salud apoyados por la Unicef funciona ahora y tampoco hay suficiente agua limpia o alimentos, detalló.

Del mismo modo, agregó, no se pudo continuar el tratamiento con los niños que sufren desnutrición aguda severa y 12 centros de tratamiento terapéutico para pacientes ambulatorios están cerrados porque fueron saqueados, destruidos o el personal no puede acceder a ellos.

Otras localidades como Maungdow muestran cicatrices de la violencia reciente: extensas áreas han sido arrasadas por excavadoras, la mayoría de las tiendas están cerradas, hay escasas personas en las calles, muy pocas mujeres y aún menos niños, expuso la fuente.

De una población de 440 mil rohinyás, solo quedan en Maungdow unos 60 mil, según estadísticas del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia.

Los niños en las áreas rurales están casi totalmente aislados y les resulta extremadamente difícil abandonar los campamentos para recibir tratamiento médico, indicó la portavoz y asesora de Unicef en Ginebra.

El permiso para viajar en busca de asistencia médica solo se otorga cuando hay una justificación certificada por un médico y esa autorización cuesta un dinero que la mayoría de las personas en los campamentos no pueden pagar, ahondó Mercado.

‘Una vez que están en un hospital, los rohinyás están confinados a un área restringida y no se le permite el contacto externo. Como resultado, las personas recurren a los curanderos tradicionales, a los médicos no entrenados o se automedican.’

Además, la restricción de movimiento afectan las posibilidades de recibir enseñanza y las condiciones de los campamentos de los desplazados empeoran cada día, alertó la Unicef

Los menores de esa etnia necesitan una solución política al problema de la identidad legal y la ciudadanía. Urge respetar la Convención sobre los Derechos del Niño y garantiza sus derechos a la salud, la educación y las oportunidades de aprender, recalcó la portavoz.

Estos niños rohinyás se han visto profundamente afectados por años de violencia y división comunitaria, y muchos fueron separados de sus familias o perdieron a sus padres debido a las agresiones.

La asesora de Unicef realizó una visita a Myanmar del 6 de diciembre de 2017 al 3 de enero de 2018, tiempo en el que visitó varias localidades y pudo constatar la situación sobre el terreno.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=143547&SEO=unicef-alarmada-por-situacion-de-ninos-rohinyas-en-myanmar
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Los ataques contra los niños han alcanzado proporciones alarmantes en los conflictos de todo el mundo, dice UNICEF

Nueva York / 05 de enero de 2018 / Fuente: https://www.unicef.org/

“No quedan lugares seguros para los niños, ya que son un objetivo bélico en sus hogares, sus escuelas y las zonas donde juegan“

Los ataques contra los niños han alcanzado proporciones alarmantes durante todo el año en las zonas en conflicto del mundo entero, advirtió hoy UNICEF, y las partes beligerantes se han negado a cumplir de manera flagrante con las disposiciones del derecho internacional diseñadas para proteger a los más vulnerables.

“Los niños han sido blancos de guerra y han estado expuestos a ataques y a una violencia brutal en sus hogares, escuelas y zonas de juego”, dijo Manuel Fontaine, Director de Programas de Emergencia de UNICEF. “A medido que estos ataques se repiten año tras año, no podemos volvernos insensibles a ellos. Esta brutalidad no puede ser la nueva normalidad”.

En los conflictos de todo el mundo, los niños se han convertido en objetivos de primera línea, utilizados como escudos humanos, asesinados, mutilados y reclutados para participar en los combates. La violación, el matrimonio forzado, el secuestro y la esclavitud se han convertido en tácticas habituales en los conflictos que asolan países como Iraq, Siria, Yemen, Nigeria, Sudán del Sur o Myanmar.

En algunos contextos, los niños secuestrados por grupos extremistas vuelven a ser víctimas de abusos después de su liberación, cuando son detenidos por las fuerzas de seguridad. Millones más de niños están pagando un precio indirecto por estos conflictos, ya que sufren desnutrición, enfermedades y traumas debido a que se les priva de los servicios básicos –incluido el acceso a alimentos, agua, saneamiento y salud– o a que estos servicios sufren daños o quedan destruidos durante los combates.

En el transcurso de 2017:

– En Afganistán, casi 700 niños fueron asesinados en los primeros 9 meses del año.
– En la República Centroafricana, después de meses de reiterados combates, la intensificación grave de la violencia llevó a que los grupos armados asesinaran, violaran, secuestraran y reclutaran a numerosos niños.
– En la región de Kasai, en la República Democrática del Congo, la violencia ha expulsado a 850.000 niños de sus hogares, mientras que más de 200 centros de salud y 400 escuelas fueron atacados. Se estima que 35.000 niños han sufrido de desnutrición aguda grave.
– En el noreste de Nigeria y Camerún, Boko Haram ha obligado a por lo menos 135 niños a actuar como terroristas suicidas, casi cinco veces más que en 2016.
– En Iraq y Siria, según los informes, los niños han sido utilizados como escudos humanos, atrapados en asedios, atacados por francotiradores y sometidos a intensos bombardeos y actos de violencia.
– En Myanmar, los niños rohingya sufrieron y presenciaron casos de una violencia terrible y generalizada cuando fueron atacados y expulsados de sus hogares en el estado de Rakhine; mientras tanto, los niños que viven en las zonas fronterizas remotas de los estados de Kachin, Shan y Kayin continúan sufriendo las consecuencias de las tensiones entre las Fuerzas Armadas de Myanmar y diversos grupos étnicos armados.
– En Sudán del Sur, donde el conflicto y una economía en caída libre llevaron a que se declarara la hambruna en partes del país, más de 19.000 niños han sido reclutados por las fuerzas armadas y los grupos armados, y más de 2.300 niños han muerto o sufrido heridas desde que el conflicto estallara por primera vez en diciembre de 2013.
– En Somalia se notificaron 1.740 casos de reclutamiento de niños en los primeros 10 meses de 2017.
– En Yemen, tras casi 1.000 días de enfrentamientos, al menos 5.000 niños murieron o sufrieron heridas, según datos verificados, aunque se teme que las cifras reales sean mucho más altas. Más de 11 millones de niños necesitan asistencia humanitaria. De los 1,8 millones de niños que padecen malnutrición, 385.000 están gravemente desnutridos y corren peligro de morir si no reciben un tratamiento urgente.

UNICEF hace un llamamiento a todas las partes en el conflicto para que cumplan sus obligaciones en virtud del derecho internacional y pongan fin de inmediato a las violaciones contra los niños y los ataques contra la infraestructura civil, incluidas las escuelas y los hospitales. UNICEF también hace un llamamiento a los Estados con influencia sobre las partes en conflicto para que usen esa influencia para proteger a los niños.

En todos estos países, UNICEF trabaja con sus asociados para proporcionar a los niños más vulnerables servicios de salud, nutrición, educación y protección infantil.

Fuente noticia: https://www.unicef.org/spanish/media/media_102357.html

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UNICEF pide proteger a los niños en el mundo digital al tiempo que se mejora el acceso a internet de los más desfavorecidos

Nueva York / 13 de diciembre de 2017 / Fuente: https://www.unicef.org

El principal informe de la organización revela las divisiones digitales y explora los debates actuales sobre las repercusiones de internet y las redes sociales en la seguridad y el bienestar de los niños

A pesar de que los niños están muy presentes en internet –1 de cada 3 usuarios en todo el mundo es un niño– son muy escasas las medidas que se toman para protegerlos de los peligros del mundo digital y para aumentar su acceso a un contenido seguro en línea, dijo UNICEF en su informe anual más importante, publicado hoy.

El Estado Mundial de la Infancia 2017: Niños en un mundo digital analiza por primera vez de manera integral las diferentes formas en que la tecnología digital está afectando las vidas y las posibilidades vitales de los niños, y describe los peligros y las oportunidades. Sostiene que los gobiernos y el sector privado no se han adaptado al ritmo del cambio, y esto expone a los niños a nuevos riesgos y peligros, al tiempo que deja atrás a millones de los niños más desfavorecidos.

“Para bien o para mal, la tecnología digital es un hecho irreversible en nuestras vidas”, dijo el Director Ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake. “En un mundo digital, nuestro doble desafío es saber cómo mitigar los daños y maximizar los beneficios de internet para cada niño”.

El informe explora las ventajas que la tecnología digital puede ofrecer a los niños más desfavorecidos, incluidos aquellos que crecen en la pobreza o que se ven afectados por situaciones de emergencia humanitaria. Estos beneficios incluyen aumentar su acceso a la información, desarrollar aptitudes útiles en un lugar de trabajo cada vez más digital, y ofrecerles una plataforma para conectarse y comunicar sus puntos de vista.

Pero el informe muestra también que millones de niños no están aprovechando la conectividad. Alrededor de un tercio de los jóvenes del mundo, 346 millones, no están conectados, lo que agrava las inequidades y reduce la capacidad de los niños para participar en una economía cada vez más digital.

El informe también señala cómo internet aumenta la vulnerabilidad de los niños a los riesgos y los peligros, entre ellos el uso indebido de su información privada, el acceso a contenidos perjudiciales y el acoso cibernético. La presencia ubicua de dispositivos móviles, según el informe, ha hecho que el acceso en línea para muchos niños esté menos supervisado y sea potencialmente más peligroso.

Y las redes digitales como la Web Oscura y las criptomonedas están facilitando las peores formas de explotación y abuso, entre ellas la trata y la difusión en línea de pornografía infantil “hecha a la medida del usuario”.

El informe presenta datos actuales y análisis sobre la utilización de internet por parte de los niños y las consecuencias de la tecnología digital sobre su bienestar, y explora debates cada vez más amplios sobre la “adicción” digital y el posible efecto del tiempo de pantalla en el desarrollo cerebral.

Otros datos adicionales del informe:

• Los jóvenes son el grupo de edad más conectado. En todo el mundo, el 71% utilizan internet en comparación con el 48% de la población total.

• Los niños y jóvenes africanos son los menos conectados, con alrededor de 3 de cada 5 jóvenes desconectados, en comparación con solo 1 de cada 25 en Europa.

• Aproximadamente el 56% de todos los sitios web están en inglés y muchos niños no pueden encontrar un contenido que entiendan o que sea culturalmente relevante.

• Más de 9 de cada 10 sitios de abuso sexual infantil identificados a nivel mundial están alojadas en cinco países: Canadá, los Estados Unidos, Francia, los Países Bajos y Rusia.

Solo la acción colectiva –por parte de los gobiernos, el sector privado, las organizaciones infantiles, la docencia, las familias y los propios niños– puede ayudar a asegurar la igualdad de oportunidades en el espacio digital y a hacer que sea más seguro y más accesible para los niños, dice el informe.

Las recomendaciones prácticas para contribuir a la elaboración de políticas más eficaces y unas prácticas comerciales más responsables en beneficio de los niños incluyen:

• Proporcionar a todos los niños acceso asequible a recursos en línea de alta calidad.

• Proteger a los niños de los daños en línea, incluido el abuso, la explotación, la trata, el acoso cibernético y la exposición a materiales inadecuados.

• Proteger la privacidad y la identidad de los niños en línea.

• Impartir alfabetización digital para mantener a los niños informados, comprometidos y seguros en línea.

• Aprovechar el poder del sector privado para promover normas y prácticas éticas que protejan y beneficien a los niños en línea.

• Poner a los niños en el centro de la política digital.

“Internet fue diseñado para adultos, pero los niños y los jóvenes lo utilizan cada vez más, y la tecnología digital afecta cada vez más sus vidas y su futuro. Por ello, las políticas, las prácticas y los productos digitales deberían reflejar mejor las necesidades, las perspectivas y las opiniones de los niños”, dijo Lake.

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Fuente noticia: https://www.unicef.org/spanish/media/media_102303.html

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