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Escuelas comienzan a ofrecer clases en línea en Uganda

África/Uganda/30-08-2020/Autor(a) y Fuente: Spanish. xinhuanet. com

Maestras de preescolar enseñan palabras en inglés a los niños durante una clase en línea en Kampala, capital de Uganda, el 22 de agosto de 2020. Las escuelas han comenzado a ofrecer clases en línea en el país de Africa oriental. (Xinhua/Nicholas Kajoba)

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KAMPALA, 22 agosto, 2020 (Xinhua) — Maestras de preescolar realizan una presentación durante una clase en línea en Kampala, capital de Uganda, el 22 de agosto de 2020. (Xinhua/Nicholas Kajoba)

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KAMPALA, 22 agosto, 2020 (Xinhua) — Una maestra de preescolar enseña palabras en inglés a los niños durante una clase en línea en Kampala, capital de Uganda, el 22 de agosto de 2020. (Xinhua/Nicholas Kajoba)

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KAMPALA, 22 agosto, 2020 (Xinhua) — Una maestra de preescolar da una clase en línea para los niños en Kampala, capital de Uganda, el 22 de agosto de 2020. (Xinhua/Nicholas Kajoba)

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KAMPALA, 22 agosto, 2020 (Xinhua) — Maestras de preescolar preparan materiales para la enseñanza durante una clase en línea en Kampala, capital de Uganda, el 22 de agosto de 2020. (Xinhua/Nicholas Kajoba)

Fuente e Imagen: http://spanish.xinhuanet.com/photo/2020-08/26/c_139311971.htm

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Kenya: Govt disburses Free Day Secondary Education funds

Africa/Kenya/30-08-2020/Author and Source: www.kbc.co.ke

The Ministry of Education has released Free Day Secondary Education (FDSE) funds at a capitation rate of KShs 5,151.00 per student.

In a circular Wednesday to Regional Coordinators of Education and County Directors of Education, Principal Secretary in the Ministry of Education Dr. Richard Belio Kipsang says the data used for this capitation was extracted from National Education Management Information System (NEMIS) earlier this month.

In regards to payment of salaries to school employees, he said in January 2020, the Ministry of Education released 50% of FDSE funds to schools which included P.E funds up to June 2020. In this regard he said Ksh 3,226 per learner should be utilized in the payment of salaries to non-teaching staff, water and electricity bills as well as administrative costs up to December 2020.

On utilization of maintenance and improvement funds, the PS said a total annual allocation for Maintenance and Improvement (M&l) was Ksh 5,000 of which Ksh 4,000 was disbursed in January 2020.  He noted that an additional Ksh 500.00 per learner has been released to enable schools prepare for re-opening in January 2021 to conform to COVID-19 guidelines.

Consequently, he noted that the contents of a circular dated 26th November 2019 on the amounts for M&l will change to Ksh 4,500.00.

Dr Kipsang said the Ministry of Education will support teachers employed by the Boards of Management (BOMs) as at 15th March 2020 for six months only form July to December 2020 by paying them Ksh.10,000.00 per month.

“Each teacher must sign for the money personally and records kept for later auditing. Payment should be made monthly and not in advance, Schools with BOM teachers will receive a separate commensurate disbursement based on the data obtained from the Teachers Service Commission (TSC) in to their operation account. Only teachers with TSC numbers will benefit from this package. This circular supersedes the one dated 20th August, 2020.” He said

He further stated that Edu Afya medical cover for students in public secondary schools is operational and principals are required to advise students accordingly and offer support to learners/parents whenever they encounter any challenge with their UPI.

He said all principals must acknowledge receipt of funds by issuing official school receipts to the Principal Secretary, State Department of Early Learning and Basic Education for both Tuition and Operation Accounts with copies to the Sub County Directors (SCDEs) and County Directors of Education (CDEs); acknowledging receipt of funds through NEMIS by uploading a copy of the official receipt for both accounts where applicable; providing to the County Director of Education through the Sub- County Director of Education an allocation of funds dully signed by individual students and having Individual students sign form-lists that show their admission numbers and full names as in the admission register and the amount awarded. These lists should be attached to the payment voucher kept in the school as per procedure and every student issued with a school official receipt for the allocation.

He specified that this must be accomplished within two weeks of receipt of funds, failure to which further release of grants to such schools will be suspended.

“It is the responsibility of every County Director and Sub-County Director of Education to authenticate and monitor the accuracy of enrolment data of their schools as reflected in NEMIS. All County Directors of Education are asked to circulate the contents of this letter to all principals of public secondary schools within their jurisdiction.” He added.

Source and Image: https://www.kbc.co.ke/govt-disburses-free-day-secondary-education-funds/

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Zimbabue ilegaliza la expulsión de niñas embarazadas de la escuela

Las niñas y adolescentes embarazadas ya no podrán ser expulsadas de las escuelas públicas de Zimbabue, como venía ocurriendo en la inmensa mayoría de los casos hasta ahora, en virtud de la enmienda a la Ley de Educación del país que ha entrado en vigor este fin de semana.

El cambio en la legislación, que también prevé que los profesores no puedan castigar con una vara a sus alumnos, fue aprobado por el Parlamento, refrendado por el presidente, Emmerson Mnangagwa, y desde el pasado sábado ya está en vigor, según informan los medios locales.

En virtud de la nueva enmienda, «ningún alumno debe ser excluido de la escuela por no pagar las tasas o por embarazo». El África subsahariana cuenta con una de las tasas de embarazo adolescente más altas del mundo, lo que en muchos de los casos se traduce en abandono escolar para aquellas niñas que iban a la escuela, en ocasiones forzado por las propias autoridades y escuelas.

Con este paso, Zimbabue emula a Sierra Leona, que el pasado marzo también optó por prohibir por ley que se impida que estudiantes embarazadas puedan continuar sus estudios.

Por lo que se refiere a los castigos, la enmienda legal estipula que «las medidas disciplinarias deben ser moderadas, razonables y proporcionadas teniendo en cuenta la conducta, la edad, el sexto, la salud y las circunstancias del alumno concernido y los mejores intereses del niño». «Bajo ninguna circunstancia un profesor tiene permitido golpear a un niño», recalca el texto, según el diario oficial ‘Herald’.

El ministro de Educación Primaria y Secundaria, Cain Mathema, ha defendido que la nueva ley es «progresista» mientras que el presidente de la Asociación de Profesores de Zimbabue (Zimta), Sifiso Ndlovu, ha celebrado los cambios, que considera acordes con una sociedad moderna.

El sindicato, que ha participado en la redacción de la ley, está en contra de los castigos corporales porque «son una herramienta anticuada de ejercer disciplina», ha señalado, advirtiendo de que «tiene el efecto de engendrar una sociedad violenta».

«También apoyamos cualquier medida que busque salvaguardar los intereses y derechos de las niñas. Una de estas disposiciones es ilegalizar la exclusión de aquellas que se quedan embarazadas», ha resaltado Ndlovu, incidiendo en que «esto es lo que han hecho otras sociedades y nosotros lo respaldamos totalmente».

Fuente: https://www.infobae.com/america/agencias/2020/08/26/zimbabue-zimbabue-ilegaliza-la-expulsion-de-ninas-embarazadas-de-la-escuela/

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Reabrirán escuelas en Etiopía pese a propagación de la Covid-19

África/Etiopía/27 Agosto 2020/prensa-latina.cu

Como parte de los preparativos del próximo curso escolar, hoy comienza en Etiopía el registro de estudiantes, pese a la compleja situación epidemiológica generada por la Covid-19.
La matrícula, programada para todos los niveles de enseñanza y por igual en las escuelas privadas que en las públicas, está precedida por la advertencia de cumplimir las medidas encaminadas a evitar la propagación del coronavirus.

Según una comunicación del Ministerio de Educación, que no precisa cuándo comenzará el ciclo lectivo, los centros docentes recibirán mascarillas, desinfectantes para manos y otros medios que serán de uso obligatorio durante las clases.

Las instituciones educacionales, además, deberán establecer estrategias y dinámicas para hacer valer el distanciamiento físico y el resto de los protocolos sanitarios establecidos para regresar a la normalidad, agrega el documento.

El cierre de las escuelas el padado 16 de marzo pasado interrumpió el aprendizaje de alrededor de 26 millones de niños en Etiopía, que carece de recursos e infraestructura para implementar un adecuado programa de educación a distancia.

Por medio de sendas declaraciones, la Organización Mundial de la Salud y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia instaron a acelerar la reapertura de las escuelas en África, el último continente al que llegó la pandemia.

Etiopía tiene el propósito de responder a la exhortación pese a que los contagios crecen de manera exponencial desde junio.

Según el Ministerio de Salud, hasta el martes el número de infectados en el país ascendía a 43 mil 688, de los cuales 27 mil 181 permanecen ingresados, 15 mil 796 fueron dados de alta, 709 fallecieron y dos regresaron a su país, Japón.

Worldometer, uno de los principales sitios web con información sobre la pandemia, indicó que Etiopía es ya el segundo país africano con más casos activos, detrás de Sudáfrica (81 mil 797).

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=392010&SEO=reabriran-escuelas-en-etiopia-pese-a-propagacion-de-la-covid-19
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Marruecos decide que el próximo curso escolar se realice a distancia

África/Marruecos/27 Agosto 2020/elpais.com

Resumimos en este hilo, desde el inicio de la crisis, las últimas noticias sobre el impacto sanitario y socioeconómico de la pandemia

En la tarde de este domingo 23 de agosto, África registra ya 1,2 millones de casos positivos de coronavirus después de haber sumado casi cinco mil en las últimas horas. Los muertos llegan a 27.719. El mayor número de enfermos se registra en Sudáfrica, con 607.045 positivos y 13.000 fallecidos. Marruecos, con más de 52.000 personas infectadas y 888 que han perdido la vida, se ha convertido en noticia del día cuando su Gobierno ha anunciado que el próximo curso escolar 2020-2021, que comienza el 7 de septiembre, se va a realizar a distancia en todos los niveles de los sectores públicos y privados.

Docenas de médicos en al menos dos de los 47 condados de Kenia se ha declarado en huelga por el retraso de los salarios, la falta de EPIs y de seguro médico. Kenia tiene 30.636 casos confirmados y 487 muertos. Los médicos que contrajeron la covid-19 se han visto obligados a pagar de su bolsillo por su propio tratamiento, afirma Allan Ochanji, vicepresidente del Sindicato de Médicos de Kenia. «Tenemos colegas que han tenido que pagar las facturas, a pesar de que contrajeron la covid mientras estaban de servicio». Los médicos de Nairobi, la capital, también advirtieron el viernes que se declararían en huelga dentro de una semana si no se cumplían sus demandas. Nairobi tiene el mayor número de casos de coronavirus.

Pese a ser el país con más casos, el ritmo de incidencia se ha ralentizado en Sudáfrica, por lo que se ha levantado la prohibición relacionada con la covid-19 sobre la venta de alcohol y productos de tabaco. La prohibición, que ha sido controvertida y que ningún otro país introdujo de manera conjunta, entró en vigor cuando Sudáfrica entró en un estricto cierre nacional el 27 de marzo de 2020 para detener la propagación del coronavirus. A la par, Sudáfrica ha puesto en marcha un nuevo ensayo para testar en el país una potencial vacuna contra la covid-19, en este caso un tratamiento del laboratorio estadounidense Novavax que se probará en paralelo al experimento de la vacuna de la Universidad de Oxford, iniciado en junio pasado.

Quitado el viernes:

En Túnez, las infecciones por covid-19 casi se han duplicado desde que el pasado 27 de junio reabriera sus fronteras marítimas y terrestres, han advertido las autoridades sanitarias. Según las mismas, en el último mes y medio se han detectado 983 nuevos casos positivos, 424 de ellos importados del exterior y 559 locales. Además, se han producido seis nuevos decesos, lo que eleva a 56 el número de fallecimientos en el país desde que comenzara a registrarse la enfermedad de forma oficial. A la preocupación de las autoridades locales por el ascenso de los contagios se suman las críticas de numerosos médicos y enfermeros locales que denuncian que la mayor parte de los casos no se contabilizan o se tratan como una simple gripe. “Especialmente en los hospitales y clínicas de las provincias del sur, que tienen menos medios y recursos” y que ofrecen un número de contagios extrañamente bajo, explicó a EFE un galeno en la ciudad costera de Monastir.

Ghana, un país en el Golfo de Guinea con unos 28 millones de habitantes, no es ajena a la caótica situación que ha provocado el coronavirus. La pandemia ha dejado ya más de 43.000 casos positivos y casi 300 muertes, aunque ambas cifras caducan con una periodicidad diaria. Pero no todo el mundo la sufre con la misma aspereza. Las personas ciegas han visto incrementadas las dificultades en una nación en la que hablar de problemas y barreras es casi una constante para cualquiera.

El número medio de infecciones diarias de covid-19 en África disminuyó la semana pasada, una señal «positiva», anunció el jueves el director del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de la Unión Africana. La media en África la semana pasada era de 10.300 nuevos casos por día, frente a los 11.000 la semana anterior, indicó John Nkengasong, en una rueda de prensa en Adís Abeba.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/08/17/planeta_futuro/1597644244_000340.html

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La migración juvenil del campo a la ciudad daña la agricultura de Malawi

Reseñas/África/Malawi/27 Agosto 2020/rebelion.org

 Las familias del distrito rural de Chiradzulu, en el sur de Malawi, comienzan a preparar sus fincas para la próxima temporada del cultivo de maíz, y Frederick Yohane, de 24 años, es un joven ocupado.

Todas las mañanas labora con sus dos hermanos en la tierra familiar donde cultivan maíz y frijoles de árbol (Cajanus cajan), mientras en las tardes trabaja como jornalero en granjas vecinas, a fin de obtener el dinero que le hace falta para cubrir las necesidades de su familia.

Además, dos veces por semana va en bicicleta a los mercados cercanos para vender pollos que compra en los pueblos de los alrededores y así obtener más recursos.

Esta ha sido su vida desde que tenía 16 años cuando su padre sufrió un derrame cerebral que le paralizó la pierna y el brazo izquierdos. Yohane terminó la escuela secundaria en 2014, dos años después de que su padre se enfermara. Pero no llegó a aprobar los exámenes finales.

Sin un certificado de estudios secundarios, él siguió la ruta de otros muchos jóvenes de este distrito (municipio) rural que viajan a Blantyre, la capital comercial de Malawi, en busca de trabajos precarios, principalmente como ayudantes en tiendas asiáticas o como vendedores ambulantes.

«A través de un amigo, encontré trabajo en una ferretería propiedad de un indio. Pero el dinero no era bueno comparado con lo que ganaba en el pueblo. Así que trabajé dos meses y regresé», dijo a IPS.

Yohane no planea volver a buscar trabajo en esa u otra ciudad. Está convencido que puede ganar más dinero en su pueblo, aunque tenga que trabajar más duro para construirse un buen fututo.

«Además, soy el hijo mayor. Mi padre ya no puede trabajar. Mi madre pasa gran parte de su tiempo cuidándole. Así que los tres hermanos trabajamos en el campo», explicó.

La familia de Yohane es una entre millones que en Malawi dependen del trabajo familiar para mantener sus granjas.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) indica que en Malawi la agricultura ocupa a 80 por ciento de la población de 17,5 millones de habitantes. De esa población, alrededor de 75 por ciento son agricultores que explotan pequeñas fincas familiares.

Sin embargo, al igual que en el resto de África, Malawi sufre una alta tasa de migración del campo a la ciudad, principalmente de jóvenes que buscan una vida mejor en las ciudades.

Cuando los jóvenes, que constituyen la mayoría de la población de Malawi, migran a los centros urbanos, la productividad de las explotaciones agrícolas familiares decae, según un  estudio encargado por el Instituto Internacional de Agricultura Tropical (IITA).

En el marco de su programa de Mejora de la Capacidad en la Aplicación de Evidencias Científicas (CARE, en inglés), el IITA trabaja con jóvenes investigadores en África para analizar cómo potenciar el empleo y reducir la pobreza y promover la participación de los jóvenes en los agronegocios y la economía agrícola y no agrícola.

Dentro de ese programa, el investigador Emmanuel Tolani hizo un estudio en dos distritos de Malawi,  Zomba y Lilongwe, conocidos por su alta producción de maíz, el cultivo básico en este país sin salida al mar del sureste de África.

El estudio de CARE se centró en un análisis comparativo entre los hogares donde los jóvenes habían emigrado a los centros urbanos y aquellos donde los jóvenes habían permanecido en sus localidades rurales.

Según el informe final,  titulado «Juventud en movimiento: efectos sobre el bienestar en los hogares de origen», la investigación encontró que los hogares con jóvenes que migraron a las urbes,  producían cada una 13 sacos de 50 kilogramos menos de lo que habrían cosechado si esos jóvenes se hubieran seguido trabajando en la explotación familiar.

«Esto se puede (atribuir) al hecho de que la migración de los miembros jóvenes del hogar estaba provocando una pérdida de mano de obra para la producción agrícola que no fue compensada con mano de obra contratada, utilizando las remesas recibidas (por parte de ellos)», indica el documento.

En el estudio, Tolani recomienda la introducción de actividades generadoras de ingresos entre los hogares rurales para reducir la necesidad de que los hogares busquen otros medios para diversificar sus ingresos, como fomentar la migración de jóvenes.

Timilehin Osunde, responsable de comunicación del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (Fida) y del proyecto de CARE en Nigeria, dijo a IPS que la falta de un entorno adecuado para la agroindustria, la búsqueda de oportunidades educativas y el acceso a servicios y recursos se encuentran entre los factores que provoca el éxodo de los jóvenes del campo a las ciudades en África.

A lo largo de los años, Malawi ha diseñado e implementado programas destinados a mejorar las condiciones sociales y económicas en las zonas rurales, con la intención de contener esa migración interna.

Pero hasta ahora, la migración desde las áreas rurales a las urbes no ha disminuido. La Comisión Nacional de Planificación de Malawi atribuye esto a lo que dice son «inconsistencias en la implementación de políticas entre regímenes políticos».

Este argumento ha ocupado un lugar destacado en el discurso del desarrollo en Malawi, de modo que motivó el establecimiento de la Comisión Nacional de Planificación. Establecida mediante una ley vigente desde 2017, el mandato de la Comisión es garantizar la continuidad de las políticas de desarrollo en todas las administraciones políticas.

Por otro lado, Osunde observa que muchos programas de desarrollo rural en África han fracasado porque fueron diseñados por responsables políticos sin incluir a la parte involucrada: la juventud rural.

«A menudo se implementan con un enfoque ascendente en lugar de utilizar un enfoque ascendente», aseguró la especialista de Fida y CARE

Para ayudar a los gobiernos africanos a detener la marea de la migración de jóvenes del campo a la ciudad, el IITA está implementando una serie de programas específicos de agricultura, además del CARE.

Por ejemplo, el Programa Comenzando Temprano para Ellos,  destinado a cambiar la mentalidad de los jóvenes en las escuelas primarias y secundarias proporcionándoles conocimientos básicos de agricultura para orientarlos hacia carreras relacionadas con esa actividad, dijo Osunde.

IITA también implementa el proyecto Empoderando a los Jóvenes, que brinda oportunidades para aquellos subempleados, motivándolos a establecer empresas agrícolas y mejorar sus habilidades en la agroindustria.

El programa “ayuda a crear un entorno empresarial propicio al promover políticas dirigidas por jóvenes y proporciona una red de comunicación que brinda información agrícola muy necesaria a otros jóvenes involucrados en la agroindustria», explicó Osunde.

Otro proyecto del IITA, el de Jóvenes Agroemprendedores, pretende cambiar las percepciones de los jóvenes en África sobre la agricultura y hacerles percibir que es una actividad apasionante y que puede ser muy gratificante económicamente.

«Dado que la agricultura en África sufre en gran medida las percepciones negativas entre los jóvenes debido a la monotonía que implica, las ganancias financieras insuficientes y la escasez de infraestructura básica, los programas para la juventud de IITA tienen como objetivo cambiar la percepción entre esos jóvenes, así como crear recursos para que comiencen negocios agrícolas en el continente”, explicó la experta.

Osunde precisó que todos ellos son programas específicos para los jóvenes rurales que Malawi puede adoptar para atraer a los jóvenes a la agroindustria.

El director general de la Comisión Nacional de Planificación de Malawi, Thomas Munthali, dice que actualmente están estudiando las zonas donde puedan establecerse proyectos financiables que desarrollen jóvenes del área rural, como una forma de reducir su abandono del campo.

«La idea es crear urbes secundarias en esas zonas basadas en su potencial de tierra cultivable, minería y turismo. Estas se convertirán en centros industriales que ofrecerán trabajos decentes sostenibles y servicios socioeconómicos como en las ciudades», dijo Munthali.

Sin esperar a que esos programas para los jóvenes rurales cristalicen, Yohane ya ha decidido quedarse en su pueblo. Y sueña en grande.

«Cosechamos suficiente maíz para nuestra alimentación. Pero tenemos que ganar dinero. Por eso estamos planeando alquilar otro terreno este año donde podamos cultivar más maíz para la venta”, explicó sobre sus planes.

Para ello, explicó, no necesita contratar mano de obra, pero sí para más adelante, cuando espera comprar más tierra “en la que podamos hacer una agricultura comercial seria”.

Fuente e imagen tomadas de: https://rebelion.org/la-migracion-juvenil-del-campo-a-la-ciudad-dana-la-agricultura-de-malawi/

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Mujeres y niñas en Kenia doblemente golpeadas por la covid-19

África/Kenia/27 Agosto 2020/elpais.com

La mutilación genital femenina, los embarazos y los matrimonios infantiles han aumentado de manera alarmante durante la pandemia y no se están aplicando políticas eficaces de protección

“He estado recibiendo cada día llamadas de socorro de las comunidades diciendo ‘muchas niñas están siendo cortadas (mutiladas), por favor haz algo, por favor haz algo, contacta con las autoridades, por favor, rescátalas’”, explica Chesang Domtila en una conversación telefónica que se corta cada dos minutos. Es activista por los derechos de las niñas, fundadora de la organización I_Rep Foundation, y vive en el condado de West Pokot, fronterizo con Uganda, uno de los más golpeados por la mutilación genital femenina (MGF) durante la pandemia.

La MGF es la extirpación parcial o total de los genitales externos femeninos por motivos no médicos. Hay cuatro tipos diferentes de mutilación según el grado de agresividad y se suele practicar entre la infancia y la adolescencia. Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Kenia hay un 21% de mujeres entre 15 y 49 años que han sufrido algún tipo de MGF, cifra que se sitúa por debajo de otros países como Somalia (98%), Guinea (97%) o Yibuti (93%), pero que sigue siendo alarmante ya que se trata de una práctica ilegal en el país desde 2011.

Domtila asegura que los casos de mutilación en West Pokot habían bajado mucho, pero durante la pandemia se han disparado y se ha dejado atrás el secretismo para hacerlo en público mediante ceremonias. “Los padres se imaginan que pueden esconderse detrás de la covid-19 para cortar a las niñas y salir impunes; se piensan que el gobierno está demasiado ocupado como para arrestarles”, comenta la activista. La topografía de la zona hace difícil el acceso a muchos de los pueblos pero se ha conseguido arrestar a algunas de las personas responsables gracias a la movilización de líderes locales como Domtila.

A menudo, los rituales de ablación se hacen durante las vacaciones escolares para no llamar la atención y para que las niñas tengan tiempo de curarse. Hay diferentes tradiciones y creencias que envuelven esta práctica y su grado de incidencia varía según el grupo étnico —los somalis tienen un 94% de incidencia, por ejemplo, mientras que los luo tan solo un 0,2%—. Suele ser una práctica más prevalente en las áreas rurales que las urbanas (un 25,9% ante un 13,8%) y entre las comunidades con menor escolarización (un 58,2% ante un 8,6%). Supone un ritual del paso de niña a mujer, aumenta las posibilidades de contraer matrimonio y lleva asociadas una lista de connotaciones culturales de pertenencia a la comunidad que en caso de rechazarlas, acarrea exclusión y estigma.

“Había programas en las escuelas que protegían a las niñas pero ahora estas están cerradas y la comunidad no tiene otra alternativa que celebrar el rito de paso. Las mutilan y así están listas para casarse en dos o tres años”, comenta Domtila, que estima que los casos de ablación femenina en West Pokot han subido a 800 entre marzo y junio. En situaciones de crisis como la actual, el matrimonio es visto como una transacción económica que puede ayudar a la familia de la mujer a mejorar su situación económica gracias a la dote.

En cada comunidad las afectaciones y las medidas están siendo distintas y, de hecho, debido a la limitación de la movilidad por la pandemia y la dificultad de acceder a zonas remotas, no se dispone del número real de chicas afectadas por este o cualquier tipo de violencia. “El impacto actual de la covid-19 se verá realmente cuando las escuelas reabran (en 2021) y todo vuelva a la normalidad; es entonces cuando veremos cuantas niñas regresan al colegio”, dice Tony Mwebia, activista por la igualdad de género y fundador de la organización Men End FGM, centrada en educar a los niños y hombres en torno a la mutilación genital femenina y al matrimonio infantil. Asimismo, cuando se tiene constancia de un caso sigue siendo muy difícil llegar a una condena, ya que depende de la evidencia presentada en el juicio “y eso lo complica porque se supone que las niñas que han sido circuncidadas tienen que testificar y a veces se sienten amenazadas porque quien se lo ha hecho son vecinas o miembros de su propia familia”, añade Mwebia.

Convivencia forzosa con familiares abusadores

Son varios los esfuerzos de la Administración y la sociedad civil para acabar con la incidencia de cualquier violencia contra niñas y mujeres, pero faltan recursos y una mejor organización. “Las estrategias deben ser dirigidas; qué hacer en qué comunidades, ya que no todas tienen las mismas necesidades», explica Eva Komba, investigadora y especialista en género.

“Necesitamos conocer cada casa donde haya niñas entre cuatro y 18 años y ponerlo en una base de datos, de manera que si vas a esa comunidad podrás implementar respuestas específicas”, comenta Komba, que añade que la violencia contra las mujeres forma parte de todo un espectro que debe ser modificado, incluyendo el cambio climático, la seguridad alimentaria, la mejora de la cobertura sanitaria, la escolarización de las niñas, etcétera.

En los últimos meses, Kenia se ha enfrentado no solo a un incremento de la ablación sino también a una subida preocupante de los embarazos adolescentes. En el condado de Machakos, bordeando Nairobi, se registraron 4.000 embarazos  de niñas menores de 19 años tan sólo de enero a abril. Los casos se concentraron sobretodo a partir de marzo cuando los colegios cerraron por el coronavirus, y se especula que puede haber más.

La convivencia forzosa con familiares abusadores ha sido una de las causas, pero también el intercambio de sexo sin protección con hombres mayores por productos de higiene menstrual que antes ofrecía el colegio y ahora son de difícil adquisición para las chicas sin recursos. La menstruación no desaparece ante una pandemia, las ayudas sí.

Recientemente en el condado de Kajiado, el gobierno local junto con organizaciones comunitarias lanzaron una campaña de sensibilización para dar respuesta a este problema. La iniciativa lleva el nombre de “Funga Miguu”, que se traduce en un “Cerrar las piernas”. Y va dirigida exclusivamente a mujeres, hecho que ha generado críticas, ya que, de nuevo, se está responsabilizando a las víctimas del abuso sufrido.

“Involucrar a los hombres en esta lucha es vital”, comenta Tony Mwebia. “Necesitamos transformar la masculinidad de los chicos jóvenes para que puedan entender que las mujeres son seres humanos iguales y que tienen sus derechos y debemos respetarlos y cuidarlos”. Esta es su tarea en la organización Men End FGM, que en situación de normalidad imparte talleres presenciales a grupos de chicos y hombres de todo el país sobre su papel en la desigualdad y la violencia contra las mujeres, y genera un espacio de debate y reflexión.

Iniciativas en red  o puerta a puerta

Las comunidades hace años que trabajan conjuntamente para combatir estas prácticas que amenazan los derechos de las niñas y las mujeres, pero durante la pandemia han visto como su radio de acción ha quedado gravemente afectado y han tenido que extremar sus lazos y buscar alternativas para seguir protegiendo este colectivo.

En algunas localidades rurales los jefes comunitarios van puerta por puerta para controlar que no se circuncide ni se case a ninguna niña, y también se han lanzado campañas de sensibilización por radio, uno de los canales más accesibles para la sociedad. No obstante, hay demandas para una actuación policial más eficaz, ya que parece que todos los esfuerzos van dirigidos únicamente a hacer cumplir las restricciones impuestas por la covid-19.

Las personas que tienen Internet y smartphones disponen de más recursos para hacer frente a estas prácticas durante la pandemia. No sólo es más fácil mantener un contacto directo con líderes locales y centros de rescate sino que también facilita el acceso a aplicaciones como i-Cut, creada en 2017 por un grupo de adolescentes, que permite acceder a ayuda medica y legal antes o después de sufrir la mutilación genital femenina. El principal problema es que aún hay muchas zonas rurales que no tienen acceso a Internet, por lo que cuesta hacer un rastreo o seguimiento de las menores más vulnerables.

Este es uno de los obstáculos con los que se ha encontrado la activista Selina Nkoile desde que empezó la pandemia. Gestiona un internado para niñas llamado Naning’oi en la ciudad masai de Mosiro (Kajiado), el mismo al que ella acudió siendo pequeña y que la salvó de un matrimonio ya pactado. La institución tuvo que cerrar en marzo y Nkoile ha enviado a casa de su madre a las niñas más vulnerables que no podían volver con sus familias y ha intentado mantener contacto telefónico con el resto. Asimismo, trata de tejer una red de colaboración con los líderes locales y las autoridades, pero es un trabajo duro y lento para una sola persona y reconoce estar preocupada porque “las niñas saben que Naning’oi es un sitio seguro donde pueden acudir en caso de violencia o si las van a casar, pero (…) ahora no hay ningún sitio donde puedan escapar si hay un problema, están encerradas en casa con los mismos padres abusivos”.

Para coordinar esfuerzos entre activistas, Tony Mwebia ha creado un ciclo de conversaciones en línea llamado “End FGM Live” en el que participan activistas de todo el país y ponen en común los problemas y las estrategias de sus comunidades. Las llamadas se comparten en directo a través de las redes sociales. «Y de esta forma amplificamos sus voces e intentamos responsabilizar al Gobierno”, explica.

Acabar con la ablación en 2022

Kenia había fijado el año 2022 para la eliminación total de la MGF, y el 2030 para la de todas las formas de violencia de género, pero parece que las actuaciones no están yendo por ese camino, siendo el coronavirus un importante obstáculo. Se realiza mucho trabajo por parte de la sociedad civil pero se necesita más compromiso y apoyo gubernamental para amplificar su incidencia. “No hemos visto los sistemas ni los recursos ni la movilización para asegurar que este objetivo se consiga”, comenta Mwebia.

Se trata de un proceso complejo que requiere la unión de fuerzas de todos los sectores de la sociedad para conseguir una infraestructura externa eficiente que responda a un cambio de mentalidad de la comunidad. La activista Masai Selina Nkoile no duda en su valoración: “En vez de aplicar normas duras desde arriba, introduzcamos medidas en la comunidad para que un padre no llegue ni a plantearse la idea de cortar a su hija”.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/08/12/planeta_futuro/1597247467_508576.html

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