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La explotación laboral como característica estructural de México

Parte 2. La precariedad laboral, un rasgo persistente en el trabajo en México

Por: Irving Góngora

Jorge[1] nunca pensó que ser profesionista fuera tan miserable. Él soñaba con ser abogado; perseguía el sueño inocente de estudiar derecho para servir a la sociedad en búsqueda de un país más justo; por eso se esforzó en la escuela y logró excelentes calificaciones. Ahora, se retrasó su salario, de nuevo: mañana vence su renta, aún no paga sus deudas; confió en que su patrón le pagaría a tiempo y, por eso, decidió consumir lo último que le quedaba de su despensa mensual. En el camino a casa se compró un pan dulce, aunque hubiera deseado comprar dos, uno para el camino y otro para la cena. -No importa-, se dijo a sí mismo; -mañana aprovecho los bocadillos de la oficina y, al salir, voy a casa de mamá para comer y traer comida a casa-; también conserva la esperanza de que ahora sí, le paguen. -No puedo-, pensó de nuevo. Su jefe le recordó que debe doblar turno, nuevamente. -Ni modos que le diga que no puedo-, se dijo; el trabajo que tiene, si bien no es el mejor, es el único que pudo conseguir en, al menos, 6 meses. Sabe lo difícil de la situación para un abogado y cuidará su empleo por el tiempo que pueda o que aguante. -Lo bueno de estar muy cansado y llegar tarde al trabajo-, pensó, -es que puedes ahorrarte la cena y aprovechar a dormir- (práctica que aprendió en su época de universitario). Antes de conciliar el sueño diversos pensamientos le abruman su mente: desesperación, estrés, ansiedad y remordimiento: – ¿Cuánto más tiempo soportaré esto?, ¿qué haré si sigo así?, ¿qué estoy haciendo con mi vida? – Recordó que terminó una relación con su novia tan estable que incluso habían pensado vivir juntos y tener hijos; ahora carece de certeza sobre cómo solucionará su hambre de mañana, mucho menos puede pensar en planes para este año o a futuro. No puede dormir. – ¿Dónde está mi diazepam? -, pensó. Se levanta a buscarlo y ve que sólo le queda uno: – ¿Habré abusado mucho de él? Y ¿si mejor no lo tomo? -. Pensó un tiempo: -Tengo que tomarlo, mañana trabajaré, otra vez, 16 horas, no puedo darme el lujo de estar cansado-.

Algo que es claro para los académicos, pero no tanto para la población general, es que las condiciones pésimas que ofrecen los empleos son parte estructural del trabajo en México. Primero cabe recapitular lo que dijimos en la primera parte de esta disertación: el triunfo del capitalismo es ocultar que la riqueza de los súper ricos sucede por la participación de todos, especialmente de los trabajadores, y que esto ocurre en condiciones de explotación. En este segundo escrito nos detendremos en esto último: una expresión de la explotación es la precariedad laboral (concepto que definiremos más abajo). Algo debe quedar claro: todo empleado mexicano tiene derechos por el simple hecho de trabajar en el país; éstos deberían ser inalienables e irreductibles. ¡Oh, sorpresa!, tales garantías parecen privilegios, pues gran parte de la población carece de éstos. ¿Por qué? Puedo adelantar una respuesta, un tanto superficial, pero útil para empezar este texto: porque al empleador le cuesta dinero brindar derechos a sus subordinados. Aquí seré directo: ¡entiende, tú, empleado, lo que tu patrón se ahorra evitando pagar tu Infonavit, tu IMSS, tus vacaciones pagadas, tu prima vacacional, tu reparto de utilidades, una jornada justa, un salario decente se lo embolsa como capital! He sido testigo de quienes dicen: – A mí no me interesa tener nada de eso, no lo utilizo, además me descuentan mucho -. Sin importar que lo quieras o no tú patrón está obligado a dártelo (no hay de otra), claro, a menos que quieras renunciar a tus derechos; además, ahora, tal vez no los utilices, pero en algún momento enfermarás y necesitarás descanso y vivienda; cuando vivas eso implorarás que se respeten las garantías laborales que emanan de la ley.

Para entender la precariedad laboral definamos primero a qué nos referimos con la palabra “precariedad”. Éste es un fenómeno social y económico que se relaciona con la incertidumbre de ser dañado; es decir, un perjuicio latente e inesperado contra el individuo. La filósofa Judith Butler en su libro Precariedad vital dice, al referirse a la precariedad vital: Sin duda, el hecho de que puedan hacernos daño, de que otros puedan sufrir daño, de que nuestra vida dependa de un capricho ajeno, es motivo de temor y dolor (Butler, 2006, p. 14). La reacción del individuo a sentimientos de temor y dolor son repuestas esperadas ante situaciones negativas: el temor lleva al individuo a tener ansiedad por la huida o se paraliza por el terror. Pero este sentimiento no está originado en el propio individuo, sino en un capricho ajeno. El capricho es una determinación arbitraria inspirada por un antojo; pero en la definición de Butler este antojo no es propio. Si lo primero refiere al individuo, esto segundo se relaciona con lo social. El capricho ajeno puede ser un “otro”; pero para que éste pueda hacer daño basta que el individuo reconozca la legitimidad de su poder; este otro no se trata de un individuo en igualdad de condiciones, sino de alguien con jerarquía como: un gerente, un empleador, un patrón o cualquier superior. Otra de las palabras claves en esta definición es la condicional puedan, pues esto indica la incertidumbre, algo que puede o no suceder. Entonces, la precariedad implica la incertidumbre de que nuestra vida está vulnerada por lo que “otro”, con poder reconocido, quiera hacernos. No sabemos si hoy sí me pagará o no; si podré salir temprano o me tendré que quedar para terminar pendientes; si me condicionará mi pago sólo si cedo a concederle favores. Esta precariedad indica la vulnerabilidad en las relaciones sociales donde existe desigualdad de poder.

Al poner el adjetivo “laboral” a la precariedad, encontraremos algunos paralelismos con las ideas de Marx. Primero, veamos cómo se define la precariedad laboral por el organismo que vigila el trabajo en el mundo, la Organización Internacional del Trabajo. La define como un medio utilizado por los empleadores para trasladar los riesgos y las responsabilidades a los trabajadores[2] (2012, p. 32). Es claro que este concepto alude a una relación de un empleado con su patrón. Si bien, existen otros autores que extienden esta noción a otras formas de trabajo, pierde la precisión que quiero dejar claro en este escrito. En una relación salarial el trabajador vende su trabajo por un salario a un empleador. La única obligación del primero es hacerse cargo de su trabajo, mientras que el último, toma el riesgo por toda la producción; a fin de cuentas, es éste quién más riqueza genera. Las diversas luchas obreras resultaron en que los patrones se hicieran responsables de brindar un sueldo justo por el trabajo, una jornada adecuada y otorgar acceso a la seguridad social. La precariedad laboral es vulnerar los derechos de los trabajadores mediante el arrebato de los derechos laborales. Esto se traduce en bajos salarios, jornadas laborales extensas, falta de claridad en la contratación, falta de seguridad y poca posibilidad para exigir que se garanticen los derechos de trabajo.

La seguridad social surgió como una forma de distribución de la riqueza del empresario al reconocer la situación insegura de su subordinado. El Estado interviene entre el capitalista y el obrero para garantizar que este último trabaje seguro mientras el primero disfruta de sus riquezas. Si bien lo anterior sólo termina por justificar la desigualdad social, al menos, en teoría, permite la distribución de la riqueza generada en la producción. A través de la seguridad social el trabajador puede acceder a satisfactores para la reproducción de su vida que no podría alcanzar de otra forma con su nivel de sueldo, tales como acceso a servicios de salud ante accidentes de trabajo o de otra índole, descanso pagado, reparto de utilidades, etc. Lo anterior, en gran parte del mundo, se ha cristalizado como derechos laborales dentro de las constituciones de los países. Trasladar el riesgo del trabajo del empleador al trabajador es una forma de evitar la distribución de la riqueza producida por los propios trabajadores.

Cuando digo que tal precariedad es parte estructural del trabajo en México, me refiero a que es necesaria su existencia. La estructura, según se define en la RAE, es la disposición o modo de estar relacionadas las distintas partes de un conjunto. La precariedad al ser parte del conjunto del trabajo se vuelve necesaria. Pero hay que ser claros con lo que sigue: no todo el conjunto del trabajo es precario, pero gran parte sí lo es. Obtener un trabajo sin precariedad se convierte en una gran proeza en nuestro país. Por paradójico que suene, tal proeza no se relaciona directamente con el mérito del individuo. Hay condiciones sociales como el lugar donde se nace: ciudad o campo, localidad pequeña o grande, mercado de servicios, mercado industrial, familia empobrecida o familia acomodada. La manera en la que se acomodan las condiciones sociales se traduce en el tipo o nivel de oportunidades de la población. En nuestro país, si naces con pocas oportunidades tal vez no las incrementes a lo largo de tu vida; pero, si naciste con muchas oportunidades lo más seguro es que las mantengas o las incrementes. La desigualdad de nuestra nación se traduce en un mínimo de población con gran cantidad oportunidades y una gran mayoría con escasas oportunidades. Esta última población es la que está en riesgo de trabajar precariamente.

El asunto no es únicamente poblacional, pues la disponibilidad de trabajos decentes es un problema económico y de la organización del empleo. México se convirtió en el patio trasero de Estados Unidos después de los años 80. Nuestra economía transitó de una que protegía la producción mexicana y limitaba las importaciones a otra completamente opuesta. A partir de los años 90, México abrió sus fronteras al mercado mundial y desmanteló la industria estatal. Ha sido en estos años que nuestro país ha dependido de la inversión de capitales extranjeros, mayormente norteamericanos. Pero, es bueno esto ¿no? ¿No supuestamente el desarrollo de un país alcanza sus límites internos por lo que se volvería necesaria la inversión externa? Bueno, si esto fuera así, ¿por qué México no se desarrollado económicamente como se prometía en los años 90? Al abrirse las fronteras se dio paso libre a la explotación de parte de las empresas transnacionales hacia los mexicanos. Pero ¿cómo hizo México para convencer a los héroes gringos de que vinieran a “salvarnos”? Concesiones y mano de obra abaratada. Se crearon condiciones para que las empresas se instalaran: reducción de competencia con la empresa nacional, exenciones al pago de servicios, construcción de infraestructura y desregulaciones laborales para flexibilizar las contrataciones de mano de obra. También, se desprotegió el trabajo de los mexicanos y se abarató su precio: nuestro país es uno con grandes desigualdades, con un gran ejército de mano de obra sin preparación, empobrecida, con muchas necesidades, que aceptaría cualquier trabajo para poder sobrevivir nuestra cruda realidad. Y todo salió bien en las cuentas y en los libros: México hizo convenios con nuestro vecino del norte, se dispararon las inversiones, aumentaron las transacciones con el extranjero, los ricos se volvieron más ricos; pero todo salió mal para el grueso mexicano: empleo precario.

Es necesario que haya empleos mal remunerados y explotados para que nuestra economía “avance” (noten las comillas). Son escasos los empleos decentes (trabajo sin precariedades) y abruman los precarios; según investigaciones sólo 3 de 10 empleos son decentes. Nos pintan que el esfuerzo individual basta para conseguir buenos empleos. Antes dijimos que la disponibilidad de empleos no depende de las características poblacionales, sino de la forma en la que está organizado el trabajo y nuestra economía. Por mejor preparada que esté nuestra población en términos educativos y laborales no se generarán nuevas plazas laborales decentes. Es necesario que muchos estén con trabajos de mierda, para que otros se enriquezcan. Pues – lógico-, dirían los privilegiados, -ni modo que un intendente o velador gane lo mismo que un profesionista-. Parece tan natural en nuestra cultura culpar a los individuos por fallas estructurales. Lo que no es natural es la abrumadora desigualdad: un país que tiene a la mitad de su población en pobreza y a uno de los hombres más ricos del mundo.

Por diversos estudios, se ha descubierto que a menores niveles de educación o experiencia laboral aumenta la propensión de tener un trabajo precario. Se espera que a más educación mejoren las posibilidades de lograr un trabajo decente. Pero la realidad de México dista de este ideal. Una parte sustantiva de la población en México apenas termina el nivel secundario. Si bien, la educación básica ha incrementado, su calidad es insuficiente y la población no tiene los medios y recursos para mantenerse estudiando. Sólo una porción menor de la población estudia y termina una licenciatura y, una porción aún menor, estudia algún posgrado y especialización. Las condiciones desiguales del país provocan que la acumulación de capital humano aún diste de lo ideal. Pero si bien, estudiar una licenciatura aumenta las posibilidades de tener un empleo sin precariedades, no lo asegura. Nuevas investigaciones en la población profesionista han descubierto que una parte significativa de los jóvenes con licenciatura encuentran trabajos precarios.

Veamos cómo ha sucedido la precariedad en México. Para 2008, Mora realizó un análisis para identificar niveles de precariedad laboral en los empleados[3]. Descubrió que sólo el 37% de la población trabajó sin alguna condición de precariedad; es decir, el 63% laboró con alguna modalidad de precariedad. Encontró que casi el 42% de la población trabajó con alta y muy alta precariedad. La precariedad en nuestro país se ha mantenido constante desde los años 90. Mora y Oliveira (2010) realizaron un ejercicio histórico para encontrar la prevalencia de los distintos niveles de precariedad desde 1991 hasta 2004[4]. Para ello clasificaron las condiciones laborales como no precario, precariedad moderada y precariedad extrema. La primera se ha mantenido constante con cifras alrededor de 32% a 37%; algo similar a lo que reportó Mora para 2008. La precariedad moderada también ha visto ligeros cambios pues se ha mantenido constante entre 15% y 18%. La precariedad extrema se ha mantenido similar, pero con cifras alarmantes entre 49% a 48%. De 1991 a 2008 la problemática de las condiciones laborales ha cambiado poco, a pesar de la alternancia política del 2000. Más bien, existe una continuidad económica que privilegia la desregulación del trabajo y el deterioro de la clase trabajadora. La precariedad es alarmante, veamos las estadísticas de nuestro país en 2019. En ese año 44.1% de los asalariados carecieron de acceso a los servicios de salud por el trabajo. Éstos ante un accidente laboral no están amparados por su empleador y, como quedó evidenciado, carecieron de servicios médicos durante la pandemia de 2020. Para el mismo año, el 36% de los asalariados carecieron de acceso a prestaciones sociales como el aguinaldo, reparto de utilidades y vacaciones pagadas; formas para distribuir la riqueza de las empresas. El 43% careció de contrato escrito indefinido, de planta o base; tener contrato, en términos ideales, da certeza de la permanencia en el trabajo hasta que la relación se rompa justificadamente o que el trabajador renuncie como manda su derecho; su falta ocasiona discrecionalidad en los despidos o en las renuncias, o bien, incertidumbre en que mañana un trabajador contará con su trabajo y, por tanto, con su sueldo. Para ese mismo año, 20% trabajó con jornada parcial por razones de mercado, es decir gente subempleada que no pudo ser contratada con jornada completa a pesar de que el trabajador quisiera, lo que evita que éste goce de los derechos laborales propios de la jornada completa. El 27% trabajó más de las 48 horas máximas legales en México, cosa que está prohibida, pues, incluso, las horas extras están condicionadas. Un 54% trabajó con una paga de hasta 2 salarios mínimos, que este es el límite para considerar un ingreso precario.

El trabajo es importante pues es una forma de integrarnos a la sociedad, pero también puede significar enajenación y exclusión social. Algo que nos diferencia como seres humanos es nuestra capacidad creativa que se expresa a través de la fabricación de un objeto o una habilidad. El trabajo concretiza nuestra habilidad creativa. Desde una perspectiva sociológica el trabajo permite que nos integremos socialmente. Nosotros, como individuos, podemos aportar nuestra capacidad creativa al servicio de los demás. Una de las consecuencias de nuestra participación en forma de trabajo es la garantía de seguridad. Como maestro, yo puedo hacer mi trabajo con la certeza de que hay personas que aportan su creatividad en forma de agricultura, ganadería, medicina, y un sinfín de actividades; como no puedo hacerme mi propia comida o curarme tengo la seguridad de contar con otros que lo puedan hacer por mí; pero también esos que producen alimentos pueden estar seguros de que hay profesores como yo para brindar educación. Ese reconocimiento de nuestra aportación social se traduce en forma de disponibilidad de puestos de trabajo, ingresos suficientes, prestaciones sociales y buenas condiciones de trabajo. Cuando todo lo anterior sucede se puede decir que el trabajo permite inclusión social.

Cuando no sucede lo anterior podríamos decir que el trabajo se enajena o provoca exclusión social. En Mérida, una de las ciudades más caras para vivir en el país, en la que los salarios están por debajo de la media nacional podemos observar cosas como la siguiente. Existen restaurantes de lujo que emplean cocineros que cocinan los mejores platillos; platillos que por los cuales tal restaurante se volvió famoso. La capacidad creativa de los cocineros (su trabajo) es reconocido por los comensales. Pero ellos, los cocineros, con sus ingresos actuales, no podrían comprar lo que ellos mismos cocinan; no proveyeron los insumos, no les pertenecen los ingredientes, sólo su trabajo; pero es su trabajo lo que hizo que ese pescado y esa pasta se cocinarán tan bien. Qué paradójico, el restaurante enajena el producto creativo de los cocineros. Además, los cocineros: no tienen acceso a seguridad social, sus ingresos son bajos, no tienen vacaciones, sus días de descanso son rotativos, trabajan horas extras superiores a las legalmente permitidas y no se las pagan; les rotan turnos, les extienden la jornada sin avisar, tienen atrasos en sus pagos, existe burnout en el espacio de trabajo, acoso, mobbing y se les cobran los platillos mal hechos. Algunas de las consecuencias de estas pésimas condiciones son: falta de tiempo para dedicarle al descanso, a la familia (si es que tiene), al estudio, a la cultura, falta de solvencia económica para participar en el consumo y permitir el acceso a diversos bienes, cansancio, estrés, ansiedad y, en última instancia, la renuncia. Este restaurante no sólo enajena el trabajo reconocido, sino que sus condiciones precarias vulneran al trabajador.

Jorge pudo comer al llegar a su trabajo. Por fortuna, una amiga le convidó de su comida. El patrón de Jorge lo encontró en el pasillo y le dijo – ven a mi oficina más tarde -. – ¿Qué querrá? -, pensó Jorge. – Tal vez por fin me pagará -. La alegría del pago lo puso con buen ánimo, tanto que se le olvidó que no llevó nada para comer, incluso se le olvidó su hambre. Toda su jornada de 16 horas se las pasó tomando agua y café. Inspirado por su buena noticia pensó: – he trabajado bien; la semana pasada me felicitó por mi informe. ¿Y si me ofrece otro puesto o me aumenta mi salario? -. Esto lo inspiró a trabajar tanto que acabó todos sus pendientes con 5 horas de anticipación. Se le olvidó preguntarle a su jefe a qué hora debía ir a verlo. Decidió esperarlo hasta que lo llame. Todos se habían ido, sólo Jorge se mantuvo en la oficina. – Olvidé mis llaves en la oficina. Estaba yendo a mi casa y recordé que las dejé-, oyó decir a su jefe. – ¡Jorge, cierto! Se me olvidó, ven a mi oficina-. Ambos entraron y empezó el jefe: – espero que estés bien. Yo lo estoy. Mi sobrino acaba de graduarse de la universidad; la verdad le iba tan mal en la escuela que es un logro que la haya terminado. Bueno, por eso te llamo. Mi hermana me pidió que lo contratara y si no lo hago se molestará. Lamento decirlo, pero tengo que despedirte. Eres el más nuevo, si despido a otra persona tendré que pagarle mucho de finiquito. Tienes que firmar tu baja -. Jorge no podía con la noticia: trabajó días enteros, no comió y tampoco le habían pagado. – De hecho-, continuó tu jefe: – no tienes que firmar, recordé que firmaste una hoja en blanco cuando te contratamos. Qué bueno, eso aligera más los trámites. Como recomendación para tu futuro, Jorge, nunca firmes hojas en blanco. Ahora, vete, si necesitas una carta de recomendación pídemela, la verdad eres un gran elemento. Ten tu paga y mil pesos de finiquito, de nada-. Jorge salió del edificio. -Sé positivo-, pensó. Se dirigió rumbo a casa de sus papás, lo más seguro es que se quede allá unos días, así puede ahorrarse algunos gastos en lo que encuentra otro trabajo.


Irving Góngora es Maestro en Ciencias Sociales por El Colegio de México.

[1] “Jorge” es un personaje típico resultado de la información recabada mediante entrevistas en una investigación sobre la precariedad laboral en jóvenes profesionistas.

[2] OIT (2012). Del trabajo precario al trabajo decente: documento final del simposio de los trabajadores sobre las políticas y reglamentación para luchar contra el empleo precario/ Oficina Internacional del Trabajo. Ginebra: OIT.

[3] Mora, M. (2012). La medición de la precariedad laboral: problemas metodológicos y alternativas de solución. Revista Trabajo, 9: 89-124.

[4] Mora, M; Oliveira, O. (2010). Las desigualdades laborales: evolución, patrones y tendencias. En Los grandes problemas de México. V, Desigualdad, pp. 101-140. Publicaciones COLMEX, Ciudad de México.

Fuente de la información e imagen:  https://cemees.org

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Remembranza del PC-SiNEMS: el sistema de la RIEMS que mejoraría la educación media superior en México

Por: Irvin Rodolfo Tapia Bernabé

Fue un 16 de enero del año 2019, cuando el Consejo para el Evaluación de la Educación del Tipo Medio Superior, A.C. (Copeems), encabezado por el Mtro. Antonio Gago Huguet anunció a los centros educativos inscritos en el Padrón de Calidad del Sistema Nacional de Educación Media Superior (PC-SINEMS), la disolución de este consejo evaluador de la calidad educativa de la educación media superior (EMS) en México, quedando inconclusa la labor del mecanismo más importantes de la Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS) para asegurar la calidad en este nivel educativo.

Cabe recordar que la RIEMS del año 2008, tuvo el firme propósito de dar solución a los problemas que enfrentaba el nivel medio superior en el país, tales como la baja cobertura y eficiencia terminal, los altos índices de reprobación y deserción, así como los bajos resultados en pruebas estandarizadas nacionales e internacionales en la evaluación del logro de los aprendizajes.

Bajo este planteamiento, la reforma generó cuatro ejes de acción: 1) La integración de un marco curricular común; 2) La definición y regularización de las diferentes modalidades de este nivel de estudios; 3) El establecimiento de mecanismos de gestión para el logro del marco curricular común; y 4) La certificación complementaria del Sistema Nacional del Bachillerato (SNB). Este último, considerado como una certificación que dejaba asentado que la institución solicitante evidenciaba de que sus estudiantes habían desarrollado las competencias descritas en el marco curricular común.

Para ello, el Copeems, A.C. fue creado por acuerdo del Comité Directivo del SNB en el 2010, como una instancia evaluadora para el ingreso, permanencia y salida de instituciones al Sistema Nacional del Bachillerato (SNB), y a partir del año 2016 en el Padrón de Calidad del Sistema Nacional del Bachillerato de la Educación Media Superior (PC-SiNEMS).

Bajo este mecanismo, las instituciones de la EMS, que desearon demostrar la calidad educativa a la sociedad en sus respectivas regiones de influencia o bien a sus autoridades educativas, movilizaron una serie de esfuerzos importantes, así como recursos para ingresar a dicho padrón en uno de sus diferentes niveles (IV, IVa III, IIIa, II, I). Estos niveles eran asignados una vez solicitados a la instancia evaluadora, existiendo procesos que tenían un precio que rondaban desde los $42, 297.86 pesos hasta los $233,830.71 pesos, según el nivel solicitado.

De igual manera, los centros escolares debían demostrar ante el Copeems de manera documental y en sitio (según el nivel al que aspiraba) una serie de criterios, indicadores y parámetros que se relacionaban con la existencia, pertinencia y suficiencia de los siguientes aspectos: 1) Planes y programas de estudio; 2) Liderazgo directivo; 3) Planta docente; 4) Trabajo Directivo; 5) Orientación y tutoría; 6) Bibliotecas; 7) Servicios escolares; 8) Infraestructura; 9) Inclusión educativa; 10) Seguridad escolar y protección civil; 11) Programa de sostenibilidad; y 12) Plan de mejora continua.

Un acercamiento a las cifras de planteles acreditados en el PC-SiNEMS data del año 2017, en donde personal de la dirección académica del Copeems presentó en el 10° Coloquio Nacional de Formación Docente los datos oficiales del estatus nacional de planteles de la EMS. A finales de este año, se contaba con un total de 2,308 planteles acreditados de un total de 17,799 en el país (13%), en donde, 33 planteles se situaban en el nivel IVa, 36 en el nivel IIIa, 784 en el nivel IV, 1243 en el nivel III, 190 en el nivel II y 22 en el nivel I.

Si bien es conocido que el número de planteles de la EMS acreditados en el PC-SiNEMS creció de manera considerable a partir del 2017 y hasta la extinción del Copeems en el 2019 (40%), en la actualidad la cifra real es desconocida para la consulta pública, dada la anulación del listado de los planteles miembros del Sistema Nacional del Bachillerato, el cual estuvo disponible en: http://www.copeems.mx/planteles/planteles-miembros-del-snb.

Como se mencionó al inicio, el comunicado emitido por el entonces Presidente Directivo del Copeems a las instituciones incorporadas al PC-SiNEMS, exponía que, ante la disolución de dicha entidad evaluadora, no se consideraba así la extinción del PC-SiNEMS, por lo que sugería esperar las nuevas disposiciones legislativas en materia educativa para conocer el rumbo de tan importante proyecto.

En los primeros meses posteriores al comunicado, muchas de las instituciones de la EMS que se gestionaban bajo el “Manual para evaluar planteles que solicitan ingresar o permanecer en el PC-SiNEMS”, en su versión 4.0 continuaron con la inercia y las dinámicas en favor a la mejora educativa, esperando la reactivación y continuidad de los procesos de evaluación. Sin embargo, hoy en día, algunas de las comunidades educativas que lograron acceder a los niveles de mayor reconocimiento del PC-SiNEMS, viven ante la zozobra y la duda, respecto a si la MEJOREDU les reconocerá sus logros alcanzados como parte de la implementación de la RIEMS.

Uno de los principales logros atribuibles a la acreditación de los planteles en el PC-SiNEMS, fue entre otros, la promoción de la matrícula y su prestigio, el reconocimiento al personal docente, directivo y administrativo para mejorar el desempeño académico, así como en los procesos de actualización y profesionalización docente. Sin embargo, el mayor logro dicho en voz de expertos fue la adopción de un modelo de gestión de mejora continua basado en estándares de calidad educativa reconocidas en el plano nacional e internacional, los cuales lograron concretarse en el aula, justo, donde otros modelos de calidad en México adoptados por instituciones de la EMS, no han logrado acceder, tal es el caso de las acreditaciones de los planes y programas de estudios del COPAES y la Norma ISO 9001:2008 y 2015.

Si bien la RIEMS a través del PC-SiNEMS tuvieron como finalidad mejorar la calidad educativa del nivel medio superior en México, los indicadores educativos del año 2019, momento de la extinción del Copeems reflejaban muy poco avance en este nivel educativo entre los años 2012 y 2016. Por ejemplo, en cobertura se logró un incremento del 65.9% al 82% en este periodo, en el caso del abandono escolar se redujo de 15% a 12.6%, y en el caso de la medición de la evaluación del logro de los aprendizajes en pruebas ENLACE y PLANEA los resultados fueron poco plausibles.

En la actualidad, siguen existiendo muchas dudas sobre cuál será el futuro de la evaluación educativa en México, lo cierto es que, a dos años y medio de la interrupción de los procesos de evaluación del Copeems, la autoridad educativa no ha emitido comunicado alguno respecto a la continuidad del PC-SiNEMS o bien la generación de un nuevo modelo de evaluación de la calidad educativa en las instituciones de la EMS, dejando por un lado los esfuerzos humanos realizados por los colectivos docentes en planteles, así como los recursos financieros.

Bibliografía

Copeems. (2017). Estrategias para atender las recomendaciones del Copeems: el acompañamiento a planteles miembros del PBC-SiNEMS. Colima: Consejo para la Evaluación del Tipo Medio Superior, A.C.

Copeems. (2018). Manual para evaluar planteles que solicitan ingresar o permanecer en el Padrón de Buena Calidad del Sisntema Nacional de Educación Media Superior. Versión 4.0. México: Consejo para la Evaluación del Tipo Medio Superior.

DOF. (26 de agosto de 2009). ACUERDO número 3/CD/2009 del Comité Directivo del Sistema Nacional de Bachillerato.

García , O., & Valenzuela, G. (2019). Caracterización de los planteles de bachillerato que fueron acreditados por el Padrón de Calidad del Sistema Nacional de Educación Media Superior de Tlaxcala en el 2018 . Debates en Evaluación y Currículum, 1-12.

Gobierno de México. (24 de 07 de 2021). SNB. Obtenido de Sistema Nacional de Bachillerato: http://educacionmediasuperior.sep.gob.mx/es/sems/sistema_nacional_bachillerato

Tuirán , R. (2017). La educación media superior como cimiento de un proyecto de vida. Gaceta de la Política Nacional de Evaluación Educativa en México, 12-15.

Fuente de la información:    https://profelandia.com

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México: advierte CNTE continuidad neoliberal en proyecto educativo de AMLO; piden nuevos libros de texto y mejores planes y programas de estudio

Por: Erick Juárez Pineda

La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) advierte que el proyecto educativo del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador es una continuidad neoliberal del anterior gobierno y que no existen cambios profundos ni reformas fundamentales para mejorar la educación en nuestro país.

Para Lev Velázquez Barriga, Secretario Técnico de Gestión Educativa de la Sección XVIII de la CNTE en Michoacán, en esencia, esta reforma educativa es una continuidad de las propuestas de Aurelio Nuño y Enrique Peña Nieto, pues solo han maquillado algunos cambios y no plantean un nuevo horizonte pedagógico ni laboral.

El Doctor en Pedagogía Crítica y líder de la organización disidente magisterial advirtió que lo que se busca es un cambio profundo en los planes y programas de estudio, nuevos libros de texto y enfoques más integrales de desarrollo y formación ciudadana.

Además, señala que las propuestas de la actual titular de la Secretaría de Educación Pública, Delfina Gómez, no son suficientes y explica que la Nueva Escuela Mexicana, ruta educativa del actual gobierno, no tiene claro hacia dónde tenemos que ir ni toma en cuenta las propuestas de otras organizaciones, como la CNTE.

Lo que nosotros buscamos, señala, es un proyecto pedagógico de emancipación social, alfabetización popular y la creación de centros de desarrollo holístico educativo desde niños hasta adultos, así como la formación de escuelas integrales que contribuyan al desarrollo completo de las y los estudiantes.

“Con el actual gobierno se mantiene ese espíritu neoliberal de formación para el trabajo y la inclusión en el mundo laboral, pero desde la CNTE, tenemos una visión más integral” añade.

Ante ello,  y bajo el lema “En la calle somos protesta, en la escuela somos propuesta”, la CNTE ha convocado a la XVIII edición del encuentro Educador Popular, el cual busca ser un punto de encuentro de diversas propuestas y perspectivas del Sistema Educativo Nacional.

Ante la crisis educativa generada por la pandemia, la CNTE señala que es momento de escuchar las propuestas que vienen desde el aula y los maestros, pues son ellos quienes han estado al frente de esta batalla por mantener a flote el ejercicio del derecho a la educación.

Este evento, explican, es un escaparate en el que los maestros exponen sus visiones y experiencias en el tema educativo para enriquecer su labor ante los retos de la actualidad en la materia y por el asunto sanitario.

En el encuentro, donde participarán todas las Secciones de la CNTE a nivel nacional, investigadores, estudiantes, profesores, expertos y analistas, ofrece este espacio  de  formación pedagógica con experiencias desde la escuela y la comunidad a los trabajadores de la educación del país y de Latinoamérica, a los interesados en la educación pública y pretende construir una sociedad más justa, equitativa y humana.

El evento se realizará los días 16, 17 y 18 de agosto del 2021 en modalidad híbrida y se transmitirá a través de las cuentas del Centro Sindical de Investigación e Innovación Educativa de la Sección XVIII de la CNTE

Fuente de la información e imagen: https://www.educacionfutura.org

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¿Reelección en el SNTE?

Por: Wenceslao Vargas Márquez 

¿Hay reelección en el SNTE? En Tamaulipas dicen que sí. Yo tengo otros datos. En 1927 y 1928 la República entró en agitación en lo político (y en lo doctrinario) pues el expresidente Álvaro Obregón, quien lo había sido en 1920-24, pretendía serlo de nuevo a pesar de la prohibición constitucional y del contrasentido, pues la Revolución se había levantado contra las reelecciones, las de Porfirio Díaz y de cualquier otro. 

Los obregonistas alegaron que la prohibición constitucional contra la reelección aplicaba, en el año 1928, sólo contra Plutarco Elías Calles pues era el presidente en ejercicio 1924-28. Alegaron que en ése 1928, no siendo Obregón el presidente en ejercicio, no podía aplicársele el concepto de reelección.       

En el SNTE de Tamaulipas, Sección 30, se está alegando algo similar para hacer candidato a un docente que ya fue secretario general seccional y que en este momento no lo es. Dice una nota de prensa: “Entre quienes le están apoyando en este tema está el  profesor Enrique Meléndez Pérez, quien es ahora el Coordinador de Maestros por México, MXM, en Tamaulipas”. Añade la nota una razón como la de Obregón en 1928: “Dejó en claro Meléndez: “La verdad es que en el estatuto no te limita, no te prohíbe, dice el estatuto que no puedes reelegirte cuando tú estás en funciones de secretario general ni en el próximo periodo”. El mismo alegato de Obregón hace casi un siglo. 

¿En verdad el estatuto no limita? Yo tengo otros datos. El estatuto vigente del año 2018 dice: “Artículo 42. El Representante de Escuela o Centro de Trabajo no podrá ser reelecto para el periodo inmediato. Artículo 43. Los miembros de los Comités Ejecutivos Delegacionales y Seccionales no podrán ser reelectos para el mismo cargo en el mismo Comité”. Cierto, que a pesar de esto, los secretarios generales delegacionales se reeligen dejando pasar un periodo, a pesar de que no deben reelegirse para el mismo cargo (secretario general) en el mismo comité (el delegacional). Así, el candidato de Tamaulipas no puede reelegirse por mandato del art. 43 en contradicción con el 42. Esta imposibilidad absoluta del art. 43 la hace prohibitiva para el seccional en todo tiempo futuro: hace diferencia con el 42, que sólo limita “para el periodo inmediato”. 

¿La Ley Federal del Trabajo permite la reelección? Sí. La permite desde la reforma del 1º de mayo de 2019. “Artículo 371. Los estatutos de los sindicatos contendrán (…) X. Período de duración de la directiva sindical y de las representaciones seccionales. En el caso de reelección, será facultad de la asamblea decidir mediante voto personal, libre, directo y secreto el período de duración y el número de veces que pueden reelegirse los dirigentes sindicales”.  

Aplicando el art. 371 al caso Tamaulipas y a cualquier otro caso similar (ejemplo, el líder nacional del SNTE si quisiera intentarlo en 2024), hallaremos que primero se deberán reformar los estatutos para que se adapten al artículo 371 de la ley. Esto no lo hizo el SNTE para permitir elecciones nacionales en el plazo que la ley ordenó, el segundo semestre del 2019. Así, está claro que no lo hará, no reformará estatutos, entre otros motivos porque esa facultad, la de renovar estatutos, es una facultad reservada estrictamente en favor de un congreso nacional que por ahora no está a la vista.  

La maestra Gordillo y el maestro Juan Díaz de la Torre, con el discurso contradictorio de que no hay caciques ni propietarios del SNTE, se reeligieron cuando lo intentaron recurriendo a un expediente sencillo: cambiándole el nombre al cargo. Nótese que las prohibiciones estatutarias de los citados artículos 42 y 43 del SNTE no aplican a la dirigencia nacional. La maestra le prohibía a todos, menos a su propio cargo. Díaz de la Torre se reeligió en febrero de 2018 para el periodo 2018-2024 aunque en noviembre del mismo 2018, en un pasillo oscuro, se le apareció la 4T. Si en 2024 se intentara una reelección nacional sería una exigencia legal la modificación previa del estatuto… a menos que salga de la chistera un reglamento nacional de elecciones que lo permita a pesar del artículo 371 de la ley.  

Las oposiciones internas del CEN del SNTE carecen de ideas y de fuerza, y tienen como único punto de su plan de trabajo (como obsesión, pues) que haya elecciones magisteriales nacionales por la razón de que es la única manera de recuperar la jugosa chequera que no rinde cuentas. A esa oposición interna los derechos laborales de los agremiados les valen m…menos que un pepino. Muy bien que en Tamaulipas y en cualquier parte del país un docente levante la mano y diga que quiere ser el líder seccional. Muy mal que para lograrlo alegue lo que en 1928 alegaba el general Obregón.

Fuente de la información:  https://www.educacionfutura.org

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México: La sección siete del SNTE-CNTE en Chiapas, Inició actividades rumbo a la IV Comunidad Pedagógica Crítica Estatal

Por: Fernando David García Culebro

 

El 27 y 28 de Julio, la Comisión Estatal  de Educación Alternativa de la sección siete en Chiapas celebró la primera etapa de la  IV Comunidad Pedagógica Crítica, con representaciones regionales sindicales.

El día 27, en modalidad presencial,  participaron representantes regionales y  analizaron temas como: Política y Educación, además de problemáticas actuales. Todo con miras a la construcción de orientaciones que fortalezcan la propuesta educativa emancipadora de la CNTE.

El miércoles 28 de julio, las actividades se realizaron en la modalidad virtual con las comisiones regionales CREA, con el propósito de dar a conocer el documento orientador y organizar las siguientes acciones consideradas en la ruta política-educativa.

De esa manera, los y las representantes del Proyecto de Educación Alternativa  (PEA) de la sección siete de Chiapas, dieron comienzo a una serie de actividades que tienen programadas durante el receso escolar.

En ese sentido, destacaron el  próximo encuentro con supervisores, jefes de sector, inspectores y directores de todos los niveles educativos a celebrarse  el 5 y 6 de agosto.

En ese mismo marco, el 9, 10 y 11 de agosto estarán celebrando la IV comunidad Pedagógica crítica Estatal, con representaciones de todas las delegaciones sindicales.

Asimismo, dieron a conocer que  los días, 16, 17 y 18  de agosto, llevarán a cabo, talleres regionales con todas y todos los trabajadores de la educación pertenecientes al bloque democrático  de la sección siete.

Fuente de la información e imagen:  CEEAS VII Chiapas

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México / UACM: Estallido a huelga y la lucha por derechos de docentes de asignatura

Por: Alejandra Santamaria

El 10 de agosto vence el plazo para el estallido a huelga en el SUTUACM, ¿qué puede hacer el sindicato por las y los trabajadores, en especial por docentes de asignatura?

El Sindicato Único de Trabajadores de la UACM (SUTUACM), prorrogó el término de emplazamiento a huelga al 10 de agosto del presente año, en el marco de una revisión contractual favorable a los trabajadores y un aumento salarial del 8%. Frente a eso, la rectoría de la UACM, encabezada por Tania Rodríguez Mora, se ha negado a escucharlos pues la política de todas las administraciones de la universidad ha ido encaminada a la degradación de las condiciones laborales y de vida de las y los trabajadores, quienes han resentido los salarios magros, la pérdida del poder adquisitivo y el estancamiento de las prestaciones, y sumado a todo esto, las enfermedades y perdidas en lo que va de la pandemia.

Así, la precarización laboral en la UACM es, claramente hoy, el tema de las y los profesores de asignatura, el cual no aparece aún en el mapa del sindicato a pesar de que Gabriela Barrueta, Secretaria de Organización del SUTUACM, se ha pronunciado públicamente por la necesidad de la basificación de profesores de asignatura, lo que consideramos muy importante si también se refracta en los hechos.

Como se puede ver, la lucha entre los sindicalizados y los no sindicalizados es la misma, por eso la acción conjunta es fundamental para que ambos sectores puedan vencer.

 

Recordemos que, las y los docentes de asignatura, se organizaron en asamblea permanente debido a que las administraciones anteriores —y actuales— de la UACM, habían avanzado en la incorporación de la precarización laboral en la institución ante lo cual, las direcciones del SUTUACM han caso omiso, lo que derivó en una violación del Contrato Colectivo de Trabajo y podemos considerar que éstas fueron cómplices por la vía de los hechos.

¿Qué puede hacer el SUTUACM para hacer valer sus demandas y la de los más precarios?

Creemos que es necesario, en primer lugar, que el sindicato se movilice para defender las exigencias de sus agremiados, pues esa es la mejor vía para mostrar en las calles la potencialidad y fuerza de sus bases y así lograr la conquista de sus demandas. De lo contrario, la rectoría seguirá en sus planes de no escucharlos. Pero, para ello, opinamos que la movilización debe desarrollarse desde la perspectiva de la más amplia unidad.

Por ello, consideramos que es urgente que la dirección sindical, a la par que encabeza el posible estallido a huelga en la lucha por los derechos de las y los compañeros basificados, abrace el combate contra la precarización laboral que hemos emprendido las y los profesores de asignatura y tome las siguientes medidas en el cumplimiento de la más amplia democratización de sindicato que preside:

1) Afiliar de manera efectiva a las y los docentes despedidos de la asamblea de profesores para defender sus demandas que son las de todos los trabajadores de esta área educativa.

2) Campaña de afiliación masiva, como en su momento lo requirió la Asamblea de Profesores de Asignatura de la UACM en Lucha, para que totas y todos los docentes de asignatura de dicho organismo, sin excusas ni excepciones, seamos parte en los procesos de defensa del CCT.

3) Incorporar en su pliego de emplazamiento a huelga las exigencias de reinstalación de todo trabajador despedido por reclamar sus derechos, así como la basificación y pleno ejercicio de derechos laborales, en igualdad de condiciones, para todas y todos los trabajadores de esta universidad.

4) Las sesiones que tenga el SUTUACM con la patronal y/o la Junta de Conciliación siempre deben ser públicas, para que todas y todos los trabajadores puedan participar de ellas y los acuerdos no sean producto de un diálogo a puertas cerradas entre el sindicato y la patronal, sino, transparentes y democráticos.

5) Convocar a asambleas de base para fortalecer las acciones y la movilización de los agremiados, y que en ellas se trate la cuestión de la precarización laboral como tema primordial, para que toda la base conozca la situación que padecen las y los profesores de asignatura y se tomen medidas de conjunto contra este flagelo para que se prohíba en la institución y no permitamos el avancen en la liquidación de las conquistas que hoy conservan las y los basificados.

6) Que la dirección sindical se oponga a la implementación del Estatuto de Personal Académico (EPA), en especial a lo que refiere a la cuestión de los profesores temporales y todas sus subcategorías, ya que, de forma ilegal, se intenta imponer la regulación de cuestiones laborales lo cual representa una directa violación al CCT permitiendo el avance “legal” de la precarización al mismo tiempo que la división de las y los trabajadores en categorías de primera, de segunda y hasta de tercera.

7) Continuar con la exigencia de mayor presupuesto educativo, lo que va a garantizar mejores condiciones para el cumplimiento de derechos laborales, además de las condiciones dignas de estudio para todas y todos aquellos que quieran profesionalizarse en nuestra institución.

8) Consideramos fundamental que la dirección sindical del SUTUACM, así como la base trabajadora y estudiantil, tome nota de la aguda situación de precariedad que se está viviendo en las demás universidades del país, lo que se ha puesto de manifiesto con la emblemática lucha de #UNAMnoPaga de las y los profesores de asignatura de la máxima casa de estudios, —que allí son más de 40mil— generando paros de labores en una treintena de escuelas de la UNAM con el firme apoyo del estudiantado. Ante ello, vemos que la situación de la UACM no es distinta en cuanto al avasallamiento de los derechos laborales y la cuestión presupuestal, e incluso, ante el deterioro de los planes de estudio y cierre de cátedras, por lo que ya dejó de ser el problema de una escuela y atañe a todo el nivel superior de la educación y el futuro de éste. En ese sentido, creemos que el sindicato debería avanzar con la solidaridad efectiva con trabajadores en lucha de otras universidades, pero, a la vez, buscar la unidad para no pelear aislados y lograr realmente todas nuestras demandas, así como garantizar una educación digna para todo el estudiantado.

Los docentes de la Asamblea de Profesores de la UACM en Lucha, a pesar de este duro año y medio, en medio de la peor pandemia del siglo, seguimos convencidos de que conquistar nuestras justas demandas es posible, y la herramienta más poderosa para ello es la unidad de las y los trabajadores, ya que, tarde o temprano, aquellos que hoy tienen estabilidad se verán en la misma situación que los más precarizados.

Fuente de la información e imagen: https://www.laizquierdadiario.mx

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Criminal: Incluso en semáforo rojo se buscará abrir las escuelas

Por: Soledad Farfalla

Con siete semanas al alza, en México se vive la tercera ola de la pandemia. En menos de un mes los casos activos se cuatriplicaron. Pese a que esta semana los nuevos contagios se registraron por decenas y se llegó a 80 mil casos activos, los semáforos continúan en verde en la mayor parte de los estados.

Anticipándose al indeseado, y hasta ahora oculto, semáforo rojo, el subsecretario de salud Hugo López Gatell afirmó que incluso estando en éste, no habrá cierres como los hubo antes. En la vespertina del 20 de julio afirmó que particularmente las actividades educativas no pueden permanecer cerradas.

Es un peligro volver a clases presenciales sin vacunas y con cepas más contagiosas

No les bastó la experiencia en Campeche en donde apenas 1 mes después de la reapertura de escuelas, se tuvo que cerrar de nuevo por un importante repunte que impuso el cambio de semáforo epidemiológico. O la experiencia en la capital, en la que se forzó un regreso prematuro en algunas escuelas. Pese a que se presentaron una minoría de alumnos y docentes los contagios no se hicieron esperar y apenas 2 semanas después tuvieron que cerrar. Se cerró con nuevos contagios de los que se desconoce hasta la fecha el estado de salud de esos alumnos y sus familias.

López Gatell afirma que el riesgo de muertes es menor, pues la población con mayor vulnerabilidad está vacunada, sin embargo, de los más de 127 millones de mexicanos, apenas una quinta parte cuenta con el esquema de vacunación completo.

Plantean que las cosas no se pueden forzar, claro, si éstas conflictúan los intereses de los patrones y empresarios. Forzosa fue la reapertura económica de junio de 2020, cuando los contagios subían, que envió al matadero a miles de trabajadoras y trabajadores de maquilas, fábricas y otros centros de trabajo.

Aseguran que el riesgo de muerte es menor que en la primera parte de la pandemia, y la afirmación puede ser cierta una vez que ha sido vacunada la población con mayor riesgo, sin embargo, el riesgo existe y se multiplica con las nuevas variantes que son más contagiosas, como la Delta.

Los de arriba deciden, los de abajo arriesgamos la salud y la vida

Ese riesgo no será asumido por las hijas e hijos jóvenes de políticos y empresarios que han podido viajar al extranjero para vacunarse, o que no se ven forzados ni a estudiar ni a trabajar hacinados y en condiciones inseguras en algún call center de la ciudad o una maquila del norte.

Para ellos siguen siendo números, riesgos y costos que pueden asumirse. Para nosotras y nosotros son huérfanos en las aulas, alumnas y alumnos que perdieron a su madre o padre y su principal fuente de ingresos en casa, son tragedias y quiebras familiares.

Porque nuestras vidas valen más que cualquier activación económica, las maestras y maestros seguiremos en pie de lucha para evitar cualquier regreso prematuro que exponga aún más las vidas de nuestros alumnos y sus familias, y claro, las nuestras.

La supuesta preocupación del Estado, que recién expresa, por el rezago académico y la deserción escolar, no se ha manifestado en los hechos. Esto a pesar de que docentes y familias hemos exigido durante meses medidas como la dotación de equipos e internet en los hogares de alumnos y docentes para que nadie quede fuera.

De la misma manera con la vacunación para toda la población, un plan de construcción de escuelas para evitar el hacinamiento en las aulas y la dotación de todos los insumos necesarios para un regreso seguro a clases presenciales, pues las escuelas no se abren con discursos, sino con todos los recursos necesarios para ello.

Te invitamos a sumar con tu firma en la petición por un regreso a clases seguro.

Fuente de la información e imagen: https://www.laizquierdadiario.mx/

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