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El feminismo mexicano en Istmo de Tehuantepec: el sitio donde las mujeres han tenido el poder durante siglos

BBC Mundo visita el Istmo de Tehuantepec, una región de mujeres empoderadas que fascina a expertos y viajeros e inspira al feminismo mexicano.

«¿Que cómo vivimos que una mujer pueda presidir el país? Ya era hora, a ver si hace cosas ‘chingonas’ por México».

La frase es de la comerciante Griselda Martínez, una mujer clásica istmeña, zapoteca: «fuerte, luchadora, aguerrida, independiente, empoderada», es como se describe a sí misma.

Son adjetivos que se repiten cuando en el Istmo de Tehuantepec, la región interoceánica más angosta de México, pregunto por las cualidades que hacen de la mujer local un objeto de estudio que fascina a investigadores y viajeros.

A pocos días de unas elecciones en las que dos mujeres candidatas (la oficialista Claudia Sheinbaum y la opositora Xóchitl Gálvez) figuran como las favoritas por primera vez en la historia, en este lugar no se asume como un evento tan revolucionario.

Durante siglos, y a diferencia de otros grupos étnicos en México, las mujeres aquí se han caracterizado por empoderarse desde pequeñas. Dominan el mercado, el comercio, las ventas, las fiestas. En la toma de decisiones familiares comparten protagonismo con el hombre.

Han ostentado un poder y un peso político valorados de una forma inusual en un país estereotipado en la cultura del «macho» que por siglos ensombreció a la mujer, pero que en los últimos años ha dado pasos agigantados hacia una mayor paridad de género en la política y la vida pública.

Lo de las mujeres en el Istmo ha sido un protagonismo tan peculiar que algunos investigadores y periodistas extranjeros construyeron el mito de que allí existía un matriarcado.

«Es cierto que aquí las mujeres son más valoradas, más fuertes, empoderadas, pero tampoco se puede romantizar; queda mucho por hacer y llamarlo matriarcado no ayuda en absoluto», le aclara a BBC Mundo Howard Campbell, antropólogo cultural de la Universidad de Texas en El Paso.

BBC Mundo visitó Juchitán de Zaragoza, también conocida como «la ciudad de las mujeres» en el Istmo.

Buscamos conocer los orígenes de este poder femenino centenario, pero también despejar mitos como el del «matriarcado», que según locales y expertos ignoran realidades como la violencia de género y la desigualdad que sufren.

 

El Istmo

El Istmo de Tehuantepec toca los estados sureños de Oaxaca y Veracruz.

Es una zona plana, calurosa, rica en recursos naturales y de ubicación privilegiada. Solo 200 kilómetros separan al océano Atlántico del Pacífico; una joya para el comercio que en los últimos años el gobierno federal explota para impulsar la economía de la zona y por ende la de México.

Esto hizo que por siglos fuera región de paso abierta al intercambio de culturas.

Pero también un punto constante de tensión donde la mujer tomó partido.

«Es una región donde históricamente se produjeron grandes rebeliones y donde la mujer fue siempre muy visible», le explica a BBC Mundo la antropóloga zapoteca Patricia Matus Alonso, de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco en México.

Aquí conviven varias etnias: zapotecas, huaves, mixes y chontales, aunque los zapotecas son los más influyentes.

 

«Bajo el gobierno colonial, los zapotecas mantuvieron su especificidad étnica y resistieron la hegemonía cultural y política española lo mejor que pudieron», narra el antropólogo Campbell en uno de sus estudios.

 

Y parte de esa especificidad fue un protagonismo femenino poco habitual en el mundo, con crónicas que cuentan cómo mujeres fueron fundamentales en rebeliones indígenas contra el virreinato español en el Istmo desde el siglo XVII.

 

«Lo de ser así de aguerridas nos viene de nuestras ancestras», le cuenta a BBC Mundo la periodista zapoteca Diana Manzo.

 

El mercado

«Si quieres ver el protagonismo de las mujeres zapotecas, tienes que ir al mercado de Juchitán», me recomienda Matus Alonso.

 

En efecto, las mujeres acaparan cada puesto de ventas en este concurrido lugar de la ciudad.

 

Desde las 7:00 am hasta las 9:00 pm pregonan, venden, gestionan las finanzas; muchas son las proveedoras familiares de facto mientras el marido descansa porque, según cuentan, es el que se encarga de pescar o recolectar durante la madrugada y entregarles los productos que ellas luego comercializan.

 

A diferencia de muchas partes de México, aquí mujeres y hombres contribuyen de una forma más igualitaria a la economía familiar. Muchas se convierten en jefas de familia.

 

Aunque en este caso, Manzo pide «no romantizar».

 

«Muchas de esas jefas de familia realizan ‘dobles jornadas’ alternando trabajo y crianza de hijos», señala.

 

En una de las fondas del mercado encuentro a Griselda Martínez, quien me brinda comida y se ofrece a contarme todo sobre la mujer zapoteca e istmeña.

Baila segura de sí misma; paso erguido, mirada altiva. Son cualidades que aparecen con frecuencia en los textos académicos sobre las mujeres en esta región.

Comparte pista con otras mujeres. Es otra tradición inusual en México: mujeres que bailan con mujeres.

Todas lucen regias en sus tradicionales vestimentas, el huipil y la enagua, que inspiraron a artistas como la pintora Frida Kahlo al ver en las zapotecas un ejemplo de empoderamiento femenino atípico en su tiempo.

Al día siguiente, López, de 20 años, reflexiona recostada en una hamaca colgada en medio del salón de casa, escena habitual en las calurosas estancias juchitecas.

 

«Mi orgullo y seguridad los aprendí en la familia. Por décadas no tuvimos el apoyo de un hombre. En mi casa las mujeres siempre asumieron los dos roles: el de proveer y cuidar».

 

López tampoco cree que una mujer por ser presidenta vaya a hacer la diferencia.

 

«En esta sociedad aprendí que no hace falta ostentar un cargo político para tener influencia. Hemos demostrado que la mujer puede movilizar y llevar la batuta sin precisamente tener un cargo», cuenta.

La escena política

En México, como en la mayoría de países, las mujeres no contaron con el mismo acceso de los hombres a la arena política hasta décadas recientes.

 

“Pero el Istmo fue visto por muchos como una excepción a la falta de poder de las mujeres mexicanas”, según escribió Campbell.

 

En los 70, las tehuanas tuvieron un rol clave en uno de los movimientos políticos más revolucionarios de México.

 

Conocida como Coalición Obrera Campesina Estudiantil del Istmo (COCEI), la organización pretendió derrotar a la hasta entonces hegemonía política que encabezaba el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

 

En la coalición, según Matus Alonso, primó la identidad étnica.

 

«Se defendió y puso en valor el idioma, los rituales y la fortaleza de la mujer zapoteca, que ocuparon un lugar central en el movimiento coceísta», comenta la antropóloga.

 

La COCEI consiguió que en 1981 Juchitán de Zaragoza se convirtiera en el primer ayuntamiento mexicano donde gobernase un movimiento de corte socialista.

Según Campbell, las mujeres comprendieron el 50% o más en las manifestaciones, mítines y bloqueos de la COCEI, protagonizaron huelgas de hambre y se arriesgaron físicamente «a diferencia de las mujeres priistas, cuya participación política se reducía a organizar actividades y asistir a los mítines del PRI».

 

«El fuerte carácter y voluntad de la mujer zapoteca para pelear (literalmente) por sus intereses en la arena pública son actores clave en este grupo étnico», analiza Campbell.

 

Desde entonces, en la región aparecieron las primeras alcaldesas, aunque todavía pocas y en municipios pequeños, según contó en una entrevista con el diario mexicano La Jornada la experta Margarita Dalton.

 

«Mucho antes de que en el país se pusiera de moda la cuota de género en la política, en el Istmo esa paridad ya se intentaba practicar», me dice la periodista Manzo.

 

«Para estas elecciones, varias mujeres istmeñas compiten para puestos de diputadas, presidentas municipales e incluso senadoras», añade la reportera.

 

Las cuotas de género es una iniciativa introducida en años recientes para “garantizar la efectiva integración de mujeres en puestos o funciones clave dentro de organismos de diversa índole”, según explica la web del gobierno de México.

 

Si bien Campbell pide no romantizar y reconocer el carácter político de las mujeres en otras partes del país, sí admite que el activismo de las istmeñas ha sido reconocido de una forma peculiar en el contexto mexicano.

 

El debate sobre el matriarcado

Durante años, varios investigadores, periodistas y artistas, la mayoría extranjeros, describieron las dinámicas del Istmo como matriarcales.

 

Muchos viajeros llegaron aquí atraídos por esta idea desechada por otros investigadores y, sobre todo, las mujeres locales.

 

«Si hubiera matriarcado, no existirían los altos niveles de violencia contra la mujer que se dan en el Istmo. Sigue habiendo machismo», me cuenta Beatriz Ramos, de la fundación de planificación familiar MexFam.

 

 

Juchitán está de fiesta los días que visita BBC Mundo.

Son celebraciones donde la mujer es el centro, la cara más visible, el símbolo más puro del feminismo zapoteca que ha sido usado en México por artistas, intelectuales y políticos para mostrar una cara más liberadora de la mujer, a veces bajo una mirada elitista e idealizadora.

Es una sociedad inspiradora, pero ya se ve que no está libre de los machismos y desigualdades que afectan a todo el territorio.

Hay una incógnita: cuánto tiempo tomará erradicarlos.

También una certeza: las zapotecas y el resto de mujeres del Istmo no pararán de luchar. Va en los genes

Fuente: https://www.eleconomista.net/actualidad/El-feminismo-mexicano-en-Istmo-de-Tehuantepec-el-sitio-donde-las-mujeres-han-tenido-el-poder-durante-siglos-20240531-0008.html

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México: Más de 300 maestros protestan en la Secretaría de Educación en Mérida; exigen aumento salarial (Yucatán)

Aumento salarial y entrega de plazas, son las exigencias que los maestros hacen a la Secretaría de Educación de Yucatán durante una protesta afuera de las instalaciones

Más de 300 maestros de diversos municipios del estado se manifestaron esta tarde de manera pacífica en las instalaciones de la Secretaría de Educación de Yucatán (Segey) en demanda del aumento salarial que desde el año pasado no se realiza para el personal de educación.

El director de la escuela “Raquel Dzib Cicero” Víctor Manuel Enriques Cabrera destacó que alegan el 11 por ciento para este, así como una respuesta por la entrega de plazas que han sido manejadas de manera política.
Los inconformes acusan que el Secretario de Educación está dando plazas a personas que hacen campaña.

“Desde que inició el bachiller Liborio Vidal Aguilar andamos negociando y viendo que muchas cosas que se están manejando en la Secretaría no van de acorde a los protocolos que nosotros sabemos, por ejemplo: sabemos que a los que están brigadeando por el partido al pertenecer Vidal Aguilar son a quienes les están dando las plazas cuando no tienen ni dos años de antigüedad”, indicó.

A la espera están más de 5 mil docentes en todo el estado para que puedan recibir una plaza, así como en la lucha del aumento salarial, en la que confían que se puede realizar a nivel estatal o al menos recibir el apoyo de los representantes al frente para alegar sobre su situación.

La autoridad federal mandó un documento para que los representantes de la Segey atiendan a los maestros inconformes y se planteen soluciones, por lo que fueron pasados a salas pequeñas para poder tener una reunión con los manifestantes en la que se determinó la mesa de negociaciones con la Secretaría.

https://www.poresto.net/yucatan/merida/2024/5/27/mas-de-300-maestros-protestan-en-la-secretaria-de-educacion-en-merida-exigen-aumento-salarial.html

Fuente de la información e imagen:  https://www.grieta.org.mx

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Salario docente, incertidumbres y confusiones

Por: Lev Moujahid Velázquez Barriga

 

Es de reconocer el temple de los docentes para tomar distancia de las agendas partidistas…

Uno de los problemas que la CNTE enfrenta de manera cotidiana es la desinformación, es decir, las noticias falsas y las medias verdades sobre sus demandas y su lucha. Los casos no son pocos.

Entre otros, se encuentran las declaraciones sobre la apertura del Mexe, hasta hoy incompleta; la supuesta abrogación de la reforma educativa, que todavía mantiene el régimen de excepción laboral, y el limitado fondo de pensiones del Bienestar, que no es para todos los trabajadores. Además de éstas, recupero tres ejemplos para explicar el porqué de la inconformidad y la intensificación de las acciones de presión del magisterio.

El pasado 17 de febrero, en gira por Guerrero, se dijo a los maestros de esa entidad que se analizaba hacer lo mismo que en Michoacán, donde ya se había logrado la federalización de la nómina. Desafortunadamente, esto no es del todo así. A los 28 mil trabajadores estatales de la tierra de Ocampo se les sigue negando cualquier movimiento que implique mayores recursos federales, como ascensos, promoción horizontal para mejora salarial, horas adicionales a los docentes de secundaria, cambios de escuela a las zonas de vida cara o la medida del bienestar que se aplicó a los maestros de apoyo a la educación a nivel nacional. En otras palabras, los deja con todas las obligaciones laborales y básicamente sin ningún derecho.

En mayo de 2023 se anunció un aumento salarial de 8.2 por ciento y un incremento especial para que ningún profesor ganara menos de 16 mil pesos mensuales. Ni una ni otra cosa sucedieron. Se otorgó un alza diferenciada cuyo porcentaje fue menor, por ejemplo, para docentes de tiempo completo, y ningún profesor de plaza inicial en educación básica alcanzó la media nacional del IMSS, porque su percepción real, sin impuestos agregados, no es mayor a 14 mil pesos mensuales.

El Día del Maestro del presente año se anunció 10 por ciento de alza salarial. Todavía no se ha explicado oficialmente cómo será la distribución del monto global en los porcentajes concretos que se destinarán a sueldo base y prestaciones. Ojalá no sea necesario esperar hasta después de la jornada electoral del 2 de junio para calcular el impacto real que esto tendrá en la recuperación del poder adquisitivo del magisterio, tan deteriorado en las últimas décadas.

En reiteradas ocasiones se ha dicho que los aumentos son una medida para los trabajadores de la educación federalizados, es decir, se excluye a quienes dependen de los sistemas estatales. En diálogo con los disidentes se informó la aplicación de sólo 4 por ciento al salario base, lo que representa un aumento de alrededor de 200 pesos quincenales para quienes tienen plaza inicial. El incremento restante sería para prestaciones, pero distribuido de forma diferenciada, de manera que el alza total para estas plazas podría alcanzar hasta 350 pesos. Con ello se afecta los maestros contratados con más de 22 horas semanales, tiempo completo, doble plaza, directivos y supervisores, que tendrían un incremento menor en prestaciones.

Luego de la escalada de movilizaciones de la CNTE, que pasaron del plantón en el Zócalo capitalino a los bloqueos del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que cerraron vialidades y oficinas gubernamentales, centrales de autobuses, instalaciones de Pemex, oficinas de partidos políticos y del INE, tanto en la capital como del interior del país, la respuesta gubernamental fue ofrecer, sin respaldo documental de por medio, un nuevo aumento de 13 por ciento, el cual, en el caso de profesores con plaza inicial, redistribuirá el impacto al sueldo base hasta con 11 y 2 por ciento a prestaciones. Con esto se mantiene un trato diferenciado que divide al magisterio y que lo segrega en niveles de precariedad salarial.

Es de reconocer el temple de los docentes para tomar distancia de las agendas partidistas, su decisión de sostener el plantón frente a las manifestaciones de los dos bloques electorales, desinteresados en resolver las demandas de la CNTE. Es de celebrar que, pese a la desinformación y el monopolio comunicacional en el que sólo se aparecían en las calles y plazas los partidos políticos en campaña, los maestros estén en el centro de la vida nacional, colocando las banderas de izquierda de los movimientos sociales para eliminar las continuidades del neoliberalismo. Entre éstas, la reforma al Issste de 2007, que no sucumbió a pesar de los amparos de más de 2 millones de trabajadores y que prevalece, prácticamente, intacta.

Fuente de la información e imagen: https://profelandia.com

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México: La mirada de Olac Fuentes sobre la educación superior. Palabras preliminares (Parte 1)

La mirada de Olac Fuentes sobre la educación superior. Palabras preliminares   (Parte 1)

Olac Fuentes Molinar murió el pasado lunes 13 de mayo. Su presencia siempre fue notable. Ya varios amigos y colegas se han encargado de señalar la potencia de sus ideas, su inteligencia, memoria y amplitud de conocimientos, sus vastísimas lecturas y campos de interés, su irónico y penetrante sentido del humor, y su generosa amistad y solidaridad. Otros han destacado su labor como ensayista y como promotor de publicaciones; y han recordado su destacado papel como militante del Partido Comunista Mexicano y, posteriormente, del Partido Socialista Unificado de México, como constructor y renovador de instituciones, como impulsor de reformas educativas y como funcionario público. No se escaparon de los recuerdos sus pasiones deportivas: el beis (Dodgers), el americano (Raiders) y, de pasadita, el soccer (Chivas); su afición por las cantinas, los buenos tragos y los juegos de mesa; su ecléctico, pero enorme repertorio musical (de Toña la Negra a Juan Gabriel y a Mozart no hay más que un paso); y sus innumerables anécdotas y dichos para toda ocasión. Seguramente todos los que lo recordamos aceptaremos sin chistar que Olac Fuentes dejó una huella muy positiva sobre la educación en todos sus niveles y sobre la vida de quienes se cruzaron en su camino. Todo eso y mucho más fue Olac. Sin embargo, si su presencia fue notable, su ausencia comienza a abrirse como un enorme hueco, por la falta de una figura de gran talla intelectual que contribuya a organizar ideas y a diseñar rutas para el futuro de la educación mexicana. Se extraña al maestro, al amigo.

Otros colegas acaso dedicarán sus recuerdos a los aportes de Olac en la educación básica y media superior. En este escrito intentaré algo más modesto, inevitablemente sintético y tal vez simplificador: exponer sus contribuciones a la educación superior mexicana, de forma entreverada con algunas experiencias de mi formación académica bajo su guía e influencia en el Departamento de Investigaciones Educativas del Cinvestav (DIE).

Olac abrió en México una forma diferente de entender la educación superior mexicana y tuve la fortuna, junto con otros queridos colegas, de aprender en el acto mismo de su producción intelectual. Muchas veces tuve el privilegio de estudiar sus trabajos antes de que fueran publicados y hacerlo acompañado de muchos otros autores que llegaron a mí gracias a la pasión lectora de Olac y a su incesante búsqueda por novedades que permitieran comprender los cambios del país y de su educación. Es asombroso estar cerca del acto creativo y no exagero si digo que mi cercanía académica, intelectual, política y personal con Olac fue uno de los episodios formativos más importantes de mi vida. En ese proceso conocimos teoría política, estudios organizacionales aplicados a la educación superior, análisis de políticas públicas, trabajos de economía política, crítica a las teorías reproductivistas, eurocomunismo y muchos otros temas que fueron aplicados por Olac para comprender el momento en el que se encontraba la educación superior en los años setenta y ochenta.

No poseo uno de los dones que le caracterizaron, el de la concisión, pero intentaré decir en pocas páginas los elementos centrales de su legado en la conformación y consolidación de la educación superior como campo de estudio. En esta serie de artículos, abordaré, en primer lugar, los rasgos del contexto social y teórico de los años 70 y 80. En segundo lugar señalaré los esfuerzos que Olac impulsó en el Departamento de Investigaciones Educativas para comprender los cambios sociales, políticos y económicos y su expresión en la educación superior. En tercer lugar, mencionaré los temas y algunos trabajos que surgieron del seminario que dirigió en el DIE y del seminario de la UAM Azcapotzalco. Y, en cuarto lugar, haré algunas referencias a la continuidad que tuvieron los estudios sobre educación superior, luego de que Olac se dedicara en cuerpo y alma a la educación básica.

*Investigador del DIE-Cinvestav

 

Fuente de la Información: https://www.educacionfutura.org/la-mirada-de-olac-fuentes-sobre-la-educacion-superior-palabras-preliminares-parte-1/

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Cifras educativas en México y prueba PISA

De cada 100 niños que ingresan a primaria solo 26 egresan de licenciatura.

educativo creciente que venimos cargando, que para colmo y como anillo al dedo se vio agudizado con la pandemia.

 

De 81 países evaluados quedamos en el lugar 51, de tal manera que las habilidades de los estudiantes de 15 años en materias como matemáticas, lectura y ciencias están por los suelos y para el 2025 será incluida en la prueba el inglés, ay nanita.

 

Ahí están, como la puerta de Alcalá más de dos décadas en cifras de esta prueba donde seguimos siendo de los peor evaluados en ciencias, matemática y lectura.

 

Eso sí, en este sexenio hay que exhibirlo, nos fue peor y a las pruebas me remito.

 

Ahora nos dicen que estos parámetros son neoliberales, pero ni modo, gracias a la nueva escuela mexicana somos ya el tercer país de la OCDE peor evaluado comparado con países ricos.

 

Y también con países no tan ricos como Argentina, Perú, Brasil, Chile, Colombia o más pequeños como Guatemala, el Salvador Costa Rica entre otros.

 

En suma, a evaluar se ha dicho y los candidatos tienen la palabra ya que este asunto es de interés nacional y deberá ser prioritario gane quien gane.

 

Por lo pronto, apoyemos la realización de la prueba PISA 2025 y de sus resultados partamos.

Fuente: https://www.uniradiosonora.com/columnas/cifras-educativas-mexico-prueba-pisa-n748591

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México: Colectivos de búsqueda llaman a votar por las personas desaparecidas

Ciudad de México | Desinformémonos. Familiares, madres buscadoras y colectivos lanzaron la campaña «Vota por las personas desaparecidas», para visibilizar la crisis de desapariciones en el país «que se ha intentado invisibilizar en el proceso electoral».

«Si has tomado la decisión de anular tu voto en estas elecciones federal 2024 a la Presidencia de la República porque consideras que las opciones de los partidos políticos no representan una opción digna, te invitamos a que te sumes a nuestra campaña “Vota por las personas desaparecidas”», se lee en el sitio web habilitado para la campaña.

Para participar, se utilizará el apartado «candidatos no registrados» de las boletas electorales, ubicado al final con la leyenda «Si desea votar por algún/a candidato/a no registrado/a, escriba en este recuadro el nombre completo». Ahí deberá escribirse el nombre de la persona desaparecida que el ciudadano elegirá del listado de «candidaturas por la dignidad». Posteriormente, se puede tomar una fotografía y mandarla al correo votaxdesaparecidos@gmail.com o por medio de alguna de las redes sociales de los colectivos de búsqueda.

«La intención es hacer un conteo del ejercicio y publicar las boletas, lo cual se hará garantizando el anonimato de todas las personas», explicaron las familias. Añadieron que la razón de no colocar el nombre de la persona desaparecida en cualquier lugar de la boleta es que, a pesar de que los efectos prácticos entre anular el voto y votar por una persona candidata no registrada son los mismos, «la diferencia radica en que las personas funcionarias de casilla están obligadas a registrar los nombres de las candidaturas no registradas, es decir, los nombre de las personas desaparecidas aparecerán en los conteos oficiales haciendo que estas sean visibilizadas».

En el sitio habilitado para la campaña también se encuentran materiales gráficos y de difusión, con grabados, pancartas y fotos intervenidas para invitar a la población al #VotoDignamente.

Para más información, click aquí

 

Fuente de la información e imagen:  https://desinformemonos.org
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40, 30 y 20 años de reinvención zapatista en su guerra contra el olvido.

Es muy conocido que al amanecer del primer día del año 1994, hace 30 años, miles de indígenas mayas tomaron por las armas las plazas de 7 municipios del estado mexicano de Chiapas, incluyendo la ciudad de San Cristóbal de las Casas. A este hecho le siguieron 12 días de enfrentamientos armados entre quienes se nombraron Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el ejército federal mexicano. Pero no todo el mundo sabe que esta guerrilla maya tuvo su origen en la decisión de un puñado de militantes que lo fundaron en 1983, y que provenían de un movimiento guerrillero del norte del país: las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN), creadas en agosto de 1969 en Monterrey, Nuevo León.

Dado el autoritarismo del régimen del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó México durante casi 80 años, y su alto grado de represión de las disidencias (como la matanza de estudiantes del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco), las FLN no veían vías políticas factibles para transformar al país. A diferencia de otras organizaciones activas en ese entonces, las FLN consideraban que la lucha urbana no iba a ser fructífera en las ciudades, así que fundaron un primer asentamiento en la selva chiapaneca, en febrero de 1972, con la idea de ir creciendo y, en un tiempo, formar un ejército popular. En 1974, las FLN vivieron su peor momento represivo. Como fichas de dominó, sus refugios fueron descubiertos por el ejército mexicano a raíz del ataque a la casa de seguridad en la población de Nepantla, Estado de México, donde fueron capturadas o asesinadas varias personas. Ahí encontraron documentos que llevaron al gobierno al grupo de Chiapas. Ahí fueron desaparecidos 7 guerrilleros de los cuales aún se desconoce su paradero. Entre ellos se encontraba el fundador de las FLN, César Yáñez, alías Manuel o Pedro.

Pese a la casi desaparición de las FLN, lograron reorganizarse y volver al sureste mexicano en la década de los 80, y el 17 de noviembre de 1983, hace 40 años, fundaron el EZLN. A partir de entonces, su presencia entre las comunidades indígenas empieza poco a poco a crecer hasta lograr la aceptación entre la población. Pero ante los planteamientos programáticos del EZLN, son las comunidades indígenas quienes, desde entonces, llevan a una reformulación de la lucha, dando mucho más peso a las decisiones que se toman en las asambleas de los pueblos.

Las organizaciones indígenas, por su parte, pasaron de sufrir la dominación y tutelaje en las fincas de hacendados, que los trataban como bestias, a una incipiente organización que mejoraría el estado de su existencia. En 1974 la diócesis de San Cristóbal de las Casas, encabezada por su obispo Samuel Ruíz García, organizó el primer Congreso Indígena en Chiapas con motivo de los 500 años del nacimiento de Fray Bartolomé de Las Casas. Más de mil comunidades y sus representantes debatieron sobre la problemática de la tierra, el comercio, la educación y la salud. Durante tres días denunciaron en las cuatro lenguas de los pueblos participantes (tzotzil, tzeltal, tojolabal y chol) el abuso y la explotación, el despojo de las tierras, la destrucción de su cultura e incluso las violaciones y los asesinatos cometidos en las fincas, incluido el derecho de pernada.

La diócesis de San Cristóbal de las Casas colaboró al despertar consciente de la situación de explotación de los pueblos en busca de su emancipación. Para las comunidades indígenas, muy creyentes, fue importante entender que su dios no era el que los quería pobres, que eso era cosa del hacendado explotador. Aunque, desde luego, la diócesis no impulso el nacimiento de la opción armada.

La primera pulsión de las FLN, convertidas ya en EZLN, fue convencer a los pueblos indígenas sobre la forma en que se debía hacer la insurrección. Sin embargo, fueron las organizaciones indígenas chiapanecas las que convencieron a los miembros del FLN de cómo debían hacerse las cosas. Así creció el EZLN, con dos raíces que se encontraron y lograron actuar mutuamente según sus 7 principios: convencer y no vencer, proponer y no imponer, representar y no suplantar, bajar y no subir, construir y no destruir, servir y no servirse, y obedecer y no mandar.

Tras la guerra que enfrentó al EZLN con las fuerzas armadas mexicanas, y el llamado de la sociedad civil a un alto el fuego, los y las zapatistas decidieron consultar al pueblo mexicano sobre qué rumbo seguir. Los pueblos zapatistas decidieron seguir la vía del dialogo con el gobierno, lo que devino en los llamados Acuerdos de San Andrés sobre Derechos y Cultura Indígena, firmados entre ambas partes el 16 de febrero de 1996.

Sin embargo, el gobierno del entonces presidente Ernesto Zedillo optó por no honrar los Acuerdos, lo que rompió el dialogo y motivo el silencio del zapatismo hasta llegado el gobierno de Vicente Fox en el año 2000. Ante el cambio de gobierno y de partido en el poder, intentaron, a través de la Marcha del Color de la Tierra, llevar la propuesta al Congreso mexicano en 2001. Esta acción, que logró una movilización masiva a su paso, tuvo su momento de mayor trascendencia cuando la comandanta Esther leyó en la tribuna del Congreso los motivos para aceptar la ley indígena que, para ese entonces, era conocida como Ley Cocopa, al haber sido consensuada entre la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) y el EZLN. Pero las y los diputados de los principales partidos políticos, PRI, PAN y PRD, votaron una nueva Ley que desnaturalizaba el contenido de la Ley Cocopa. Una traición más del Estado mexicano al EZLN en la construcción de un dialogo para la paz y la transformación de la situación de subordinación sobre pueblos y comunidades indígenas.

El EZLN regresó a Chiapas, guardó silencio y en agosto de 2003 anunció la puesta en marcha de la ley indígena original en su territorio a través del nacimiento de los primeros cinco Caracoles y sus Juntas de Buen Gobierno (JBG). Las y los zapatistas decretaron el nacimiento de una nueva forma de relacionarse dentro del movimiento zapatista y, externamente, con las organizaciones y personas solidarias con el EZLN. La estructura zapatista quedaba constituida desde los gobiernos locales de los pueblos con sus autoridades; en un segundo nivel estaban los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAREZ) y el nivel regional eran los Caracoles, como sedes de las JBG.

Los Caracoles nacieron como el espacio de realización de las tareas zapatistas: techo, tierra, trabajo, pan, salud, educación, libertad, independencia, justicia, democracia y paz. Quedaba claro que nacía una entidad propia para el desarrollo político y social de las comunidades que ahora sería responsabilidad de las JBG, y que el EZLN como aparato militar quedaría como garante de esa autonomía. A partir de entonces, la interlocución nacional e internacional con el zapatismo para apoyos y solidaridades sería con las JBG directamente.

A través de los Caracoles, los y las zapatistas consolidaron su forma de administración interna y la compartieron con las comunidades no zapatistas de su entorno. No son pocas las personas de los asentamientos colindantes a las regiones zapatistas que acuden a ellas para obtener educación y salud, pese a no pertenecer a la organización. Los y las zapatistas no dudan en otorgar este servicio a sus hermanos y hermanas indígenas. Pero es más llamativo que recurran también a la justicia zapatista, sistema no punitivista para la resolución de conflictos.

Sin embargo, después de 20 años de fundadas las Juntas de Buen Gobierno, el EZLN ha comenzado un proceso de transformación de su estructura organizativa territorial. Los y las zapatistas dicen que la estructura anterior terminó funcionando como una pirámide. Reconocen que uno de los fallos fue construir esa pirámide en la que había unos cuantos representantes. Si el pueblo manda y el gobierno obedece había que tumbar la pirámide, porque las y los representantes se iban alejando de los pueblos. Las autoridades se estaban distanciando, no por mala fe, sino porque a veces se creaba una dinámica de teléfono descompuesto o descacharrado. La información desde los pueblos hasta las JBG, en ocasiones, no llegaba en su totalidad. La voluntad del pueblo no se veía representada. Esa era la pirámide.

La primera tentación fue darle vuelta a la pirámide, pero tampoco era solución. Las cosas seguían teniendo un flujo vertical. En su reflexión, las y los zapatistas ven esa estructura muy similar con la pirámide capitalista, donde las propuestas del pueblo no llegan arriba, las propuestas no se toman en cuenta. Ahí, los y las zapatistas fueron encontrando trabas en el flujo de las decisiones y de las acciones. En el camino se perdía mucha información, desde los y las comisarias y agentes de los pueblos hasta las JBG y viceversa. Cuando entraba una JBG no siempre daba continuidad a los trabajos anteriores, quedaban cosas a medio hacer.

Los pueblos querían decidir, pero no podían. A 20 años de la constitución de las JBG se dieron cuenta de que había que cambiar, no sirve copiar lo que hace el capitalismo en pirámide. Había que destruirla. En sus palabras, la democracia es de los pueblos, como en el 94 decidieron ir a la guerra, este pasado 2023 los pueblos decidieron tirar la pirámide. Lo sometieron a discusión y decidieron cambiarlo y empezar con lo nuevo, ahora poniendo énfasis en el abajo.

El resultado es una nueva estructura basada en los Gobiernos Autónomos Locales (GAL). El gobierno está abajo, en los GAL, lo demás sólo coordina. Los nuevos Colectivos de Gobiernos Autónomos Zapatistas (CGAZ) no son autoridad, solo son espacios de coordinación. Estos se reúnen por unos días y se vuelven a sus pueblos. Cuando el CGAZ no pueda resolver lo de la región, entonces entrará la Asamblea de Colectivos de Gobiernos Autónomos Zapatistas (ACGAZ), ahí se convoca a los cientos de pueblos y miles de autoridades que se reunirán por el tiempo que haga falta. Así no hay gobierno arriba, el gobierno está en los GAL, en los pueblos.

Es difícil que cualquier movimiento social, indígena o urbano pueda compararse a la trayectoria de estos 40, 30 o 20 años de aniversarios zapatistas. No es sólo la longevidad de su caminar, sino la capacidad de reinventar su organización, la creatividad de su proceso vital, reacomodando lo que no ha funcionado sin morir en el intento.

Pero la buena nueva es que hay zapatismo para rato. Lo atestiguan unos jovencísimos milicianos y sobre todo unas jovencísimas milicianas que han hecho suya la rebelión a ritmo de Panteón Rococó. Nuevas generaciones zapatistas que permanecen cuando en muchos movimientos sociales la lógica es que los más jóvenes opten por abandonar los ideales de sus padres y mayores. Serán ellos y ellas quienes modelen el zapatismo de los años por venir.

El zapatismo abrió la posibilidad de la construcción altermundista de nuevas formas de relaciones políticas frente al despojo que se vivía en las fábricas y los barrios, convocando a una rebelión intergaláctica: por la humanidad y contra el neoliberalismo. Hoy esta frase sigue tan vigente como hace 30 años.

Arturo Landeros es sociólogo de la organización Taula per Mèxic

Fuente de la información:  https://vientosur.info

Fotografía: Viento sur

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