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Delfina Gómez: las falacias del optimismo y el pesimismo

 Rogelio Javier Alonso Ruiz

Cuenta Adolfo Gilly (1994, pp.190-191) que en 1914, cuando la fuerzas revolucionarias campesinas habían tomado la Ciudad de México, el general villista apodado “El Agachado” amenazó de muerte a un secretario del gobierno que el mismo villismo sostenía, el de la Convención Revolucionaria. El enojo del militar era hacia un licenciado que años antes había ofrecido defenderlo y sacarlo de la cárcel, pero finalmente desapareció con el pago que, por adelantado, había recibido del preso. Juan Banderas, el general encorvado, alegaba que independientemente de la recuperación de su dinero, no podía tolerar que un hombre tan inmoral ocupara un cargo como el que ostentaba su defraudador. Fue el mismo Pancho Villa quien personalmente recomendó al abogado dejar su puesto y abandonar la capital, advirtiendo que de no hacerlo se lo iban a “quebrar”. Esta sugerencia fue abrazada inmediatamente por el funcionario. Contrario a los deseos de “El Agachado”, el licenciado resultaría, a la postre, el secretario de Educación más reconocido en la Historia de México: José Vasconcelos.

Para 1914, parecería inesperado que aquel abogado fraudulento, que tuvo que salir huyendo temeroso de pagar con su vida las trampas de otros tiempos, terminaría convirtiéndose en el “Apóstol de la educación”: se le consideraría como una de las figuras educativas más relevantes, veneradas hasta por Enrique Krauze, a quienes muchos consideran ideólogo de los últimos gobiernos y ha puesto a Vasconcelos como uno de los referentes para medir el desempeño de la próxima secretaria de Educación. ¿Incurrió entonces “El Agachado” en una falacia? ¿Sus críticas hacia el personaje al cual quería quitar la vida nada tenían que ver con su desempeño en la función pública? En lógica, existe un tipo de razonamiento que se conoce como falacia de composición: transferir las propiedades de los elementos de un conjunto a un todo. Así pues, el general villista fincaba sus augurios en un episodio específico de la vida del secretario de Educación.

Aún sin haber tomado posesión del cargo, la llegada de Delfina Gómez a la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha desatado, como era de esperarse, una serie de opiniones favorables y desfavorables. Muchas de éstas pueden ser incluso catalogadas como falacias, al notarse que no existe una relación sólida entre las premisas y las conclusiones a las que se llegan. Se predicen los mejores o peores escenarios, en algunos casos como si se tuviera una bola de cristal, sin cuidar el sostén de tales augurios.

Uno de los argumentos más frecuentes es suponer que, por ser maestra, Delfina Gómez será una buena secretaria de Educación. Desafortunadamente, no necesariamente tiene que ser así. Es necesario dimensionar objetivamente la importancia del perfil de la nueva secretaria de Educación: haber ejercido la docencia es, hasta el momento, sólo una esperanza para que una perspectiva más realista y proveniente del interior de las aulas –y no sólo de las oficinas de gobierno– sea incorporada a las políticas educativas del país. Si la nueva secretaria tiene la capacidad para generar acciones acordes a sus orígenes sociales, académicos y laborales, su paso por el cargo debería suponer una experiencia favorable. Desde luego el pasado en la docencia es un componente atractivo, pero no se puede por eso soslayar otras capacidades de naturaleza política o administrativa igualmente importantes para un cargo de ese tipo. Hasta ahí, pues, por el momento, las razones del entusiasmo: una mera posibilidad que los mismos hechos futuros se encargarán de confirmar o descartar.

Muy cercano al razonamiento anterior surge una falacia que consiste en suponer que, también por tener a una maestra en el cargo, se vienen los mejores tiempos educativos. ¿Es acaso tan fácil resolver el problema educativo como poner a una maestra de secretaria? ¿Por qué no se nos había ocurrido antes? Debe añadirse con respecto a esta idea que el mejoramiento del complejo panorama educativo no puede fincarse en una sola persona, por más importante que sea el cargo que ocupa ésta. Se olvida en todo caso el hecho de que en el éxito educativo confluye el éxito de otras áreas de la vida pública. Aunque se tenga la mayor de las voluntades, ¿de qué sirve cuando otros actores, como el presidente de la República o los legisladores, proponen y aprueban, respectivamente, presupuestos que limitan la capacidad de acción en el campo educativo? ¿Podemos aspirar a mejores resultados educativos cuando prevalece el hambre, la pobreza y la desigualdad, generadas mayormente fuera del ámbito educativo? Es pues un error suponer la omnipotencia de una maestra secretaria de Educación.

Se ha dicho también que, por haber ejercido previamente un cargo de confianza por parte del presidente de la República o incluso por haber recibido su apoyo cuando fue candidata a gobernadora, la nueva secretaria se someterá ciegamente a los deseos de su jefe. Incluso, peyorativamente, hace algunos años el expresidente Felipe Calderón se burlaba del nombre de la maestra sugiriendo, en alusión a un delfín, un supuesto adiestramiento por parte del hoy presidente de México. Cabe matizar aquí: ¿no es hasta lógico que el jefe de un aparato de gobierno busque un mínimo de lealtad entre los funcionarios que designa? ¿Existe algún secretario de Estado que actúe con absoluta independencia del jefe del ejecutivo? Desde luego que Delfina Gómez responderá a los intereses del régimen que integra, tal como sus antecesores lo han hecho. Si será un títere o tendrá el valor para defender su perspectiva, está por verse.

Otro razonamiento que se ha mencionado es que, por las filiaciones políticas de la próxima secretaria, la gobernanza del sistema educativo estará en riesgo: se entregarán las riendas de la educación a corrientes sindicales perversas. No necesariamente el perfil político de la maestra asegura lo anterior. Desde luego es preocupante el guiño que Delfina Gómez, en las elecciones para gobernadora en que participó, recibió por parte de personajes ligados a un sindicalismo charro (la versión anterior al que actualmente ostenta el poder) que busca recobrar fuerza y ya hasta un partido político ha formado. Decía uno de estos personajes que el apoyo era “a cambio de nada”: ¿es esto posible en política? Sin embargo, habría que mirar el pasado y darse cuenta que incluso sin haber recibido muestras explícitas de afecto de los líderes magisteriales, sin ser militantes de corrientes sindicales, otros funcionarios le entregaron buena parte del control del sistema educativo al sindicato, en una simbiosis de acuerdo mutuo. ¿No fue, en el sexenio de Calderón, cuando se extralimitó el poder al SNTE que hasta se le entregó la Lotería Nacional a la lideresa magisterial?

Una última falacia, más ruin y despreciable, consiste en asegurar el fracaso de Delfina Gómez en su nueva tarea, dados sus orígenes sociales, académicos y laborales. No es necesario decir mucho para dar cuenta de la debilidad de este argumento: demuestra no sólo la escasa inteligencia de quienes lo vierten, sino también su clasismo. Algunos demeritan la importancia de una escuela formadora de docentes para enaltecer instituciones educativas de renombre internacional, cuando ya la Historia nos enseñó, en la Revolución, cómo generales militares sin formación, algunos semianalfabetas, hicieron pedazos a los militares de carrera, instruidos en las más prestigiosas escuelas europeas: la lucidez no se adquiere sólo a través de costosas colegiaturas en dólares.  Algunos otros, tácitamente, intentan negar que los alcances de la hija de un albañil puedan compararse con los de los miembros de la aristocracia: guardando las debidas proporciones, ¿qué pensaría de esto aquel indígena zapoteca que llegó a ser presidente?

Como se observa, el polarizado clima de la vida política del país ha hecho incurrir en juicios que deliberada, forzosa y artificialmente, apuntan hacia escenarios positivos o negativos. Ya no hay matices ni puntos medios. La mesura se ha perdido, pasando a echar las campanas al vuelo a la menor provocación, o a alertar de las peores catástrofes, haciendo muchas veces una tormenta en un vaso de agua. Ninguna de las dos posiciones contribuye a un debate pertinente. Por el momento, aunque parecería una obviedad tener que mencionarlo, no hay elementos para calificar a una secretaria de Educación que ni siquiera ha tomado el cargo. Habrá que ser críticos con su desempeño, alejados de filiaciones o antipatías que impidan ver con nitidez el fenómeno educativo. Hasta hoy, el anuncio de la nueva secretaria de Educación únicamente puede generar esperanzas, preocupaciones y conjeturas que sólo el tiempo se encargará de validar. Ojalá, por el bien de México, sea una excelente secretaria de Educación.

Twitter: @proferoger85

Facebook: El Profe Rogelio

Blog: http://proferogelio.blogspot.com/


REFERENCIAS

GILLY, ADOLFO (1994). La revolución interrumpida. México: Era.

Fuente e Imagen: https://profelandia.com/delfina-gomez-las-falacias-del-optimismo-y-el-pesimismo/

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Llama AMLO a renovar dirigencias sindicales del magisterio con voto libre, directo y secreto

Por: Erick Juárez Pineda

Durante la conferencia mañanera de este 28 de diciembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador, señaló que las renovaciones de las dirigencias del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación deben ser bajo voto libre, directo y secreto, tal y como lo señala la nueva Reforma laboral.

Explicó que si hay acuerdo entre el magisterio, se pueden llevar a cabo las elecciones el próximo año y así garantizar estos procesos.

«No debe existir ningún problema porque los maestros son conscientes de que debe existir democracia sindical, sin injerencia de grupos de poder como el gobierno o los medios de comunicación», puntualizó.

En este sentido, insistió que los docentes deben elegir a sus representantes de forma libre y acorde con la ley laboral, y que el gobierno  debe garantizar que haya democracia y un piso parejo.

Ante ello, la ex líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo Morales, compartió en sus redes sociales lo dicho por el presidente, añadiendo esta publicación a otras más respecto el mismo tema.

Hace meses, diversos legisladores y ex dirigentes sindicales, hicieron un llamado a la dirigencia nacional del SNTE, representada por Alfonso Cepeda Salas, para que iniciaran los procesos de renovación de sus dirigencias.

Fuente e Imagen: http://www.educacionfutura.org/llama-amlo-a-renovar-dirigencias-sindicales-del-magisterio-con-voto-libre-directo-y-secreto/

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Balance de 2020 y retos de 2021

Por: Dinorah García Romero

Por otra parte, el año 2021 presenta retos, cuya atención es impostergable. Requieren voluntad política del Gobierno dominicano y corresponsabilidad ciudadana. Cabe destacar el reto de una mayor y mejor observancia de la normativa del Ministerio de Salud Pública, MSP; de la Organización Panamericana de la Salud, OPS y de la Organización Mundial de la Salud, OMS.

El año 2020 ya está en el tramo final. Este período se ha dejado sentir con fuerza en los diferentes sectores y actores de la sociedad, tanto en el mundo como en el ámbito local. En general, ha sido una etapa compleja y aleccionadora. Su complejidad viene dada, especialmente, por la presencia de la pandemia COVID-19. Esta enfermedad ha generado, y continuará provocando, cambios sociales personales, locales y mundiales; institucionales y culturales. Ha sido un tiempo en el que, sin quererlo, hemos tenido que empezar a pensar y a actuar violentando tradiciones y prácticas habituales que nos llenaban de gozo, de satisfacción. En el 2020, muchas tareas sufrieron cambios drásticos: se han reducido las fiestas de familias extensas; los encuentros y fiestas sociales; el diálogo con expresiones libres de mascarillas; los abrazos y la proximidad física. El virus del año ha restringido la diversión nocturna; y la libre circulación vespertina y nocturna. De igual modo, ha urgido a dialogar en tono bajo, para evitar la expansión del contagio y la letalidad.

El año que finaliza no ha sido un tiempo fallido. Ha posibilitado el avance en muchos aspectos. A nivel mundial, se celebra la celeridad con la que se han obtenido vacunas para enfrentar el impacto del coronavirus. A nivel local, hemos de celebrar el inicio de una fase en la que parece que el Poder Judicial se respetará a sí mismo y actuará conforme a los dictados de la Constitución de la República y los principios de los derechos humanos. En este 2020, a nivel local, hemos de destacar el fortalecimiento de la conciencia y corresponsabilidad ciudadana, cuyo indicador más relevante se vincula con la vigilancia permanente del curso de acción de la corrupción y de la impunidad en la República Dominicana. Es un seguimiento inteligente y crítico, para controlar a los depredadores del Estado Dominicano. Ha sido el año de la educación preuniversitaria virtual y de la educación superior híbrida, despertando capacidades dormidas; movilizando la creatividad de los docentes y de los estudiantes. Este año ha propiciado oportunidades para repensar la práctica; sustantivar lo esencial; priorizar la vida y acentuar el cuidado personal y colectivo. El 2020 ha sido una época de reaprendizaje continuo y de búsqueda del sentido trascendente de la realidad pandémica.

Por otra parte, el año 2021 presenta retos, cuya atención es impostergable. Requieren voluntad política del Gobierno dominicano y corresponsabilidad ciudadana. Cabe destacar el reto de una mayor y mejor observancia de la normativa del Ministerio de Salud Pública, MSP; de la Organización Panamericana de la Salud, OPS y de la Organización Mundial de la Salud, OMS. Si continúa el cumplimiento discrecional por parte de los ciudadanos de las medidas sanitarias, la República Dominicana afrontará problemas graves, con repercusión para los que respetan la normativa y para los que las violan de forma sistemática. Asimismo, el año entrante nos presenta el reto de una educación virtual más consistente, fundamentada e incluyente. Este reto demanda, al mismo tiempo, atención especializada a la salud, al trabajo; y a la persona de los estudiantes y de los maestros, quienes han de renovar sus aprendizajes, para no reproducir de forma instrumental y rutinaria acciones y procesos básicos en el acto de enseñar.

El nuevo año también nos reta, personal y colectivamente, para que aprendamos a priorizar lo esencial. Nos reta, para que posibilitemos un bienestar común, a alejarnos del afán de parecer, negando la posibilidad de ser y de compartir los valores que poseemos. El país requiere un compromiso sostenido de cada ciudadano, para que entre todos potenciemos el desarrollo educativo, social, económico y cultural. En esta tarea nadie tiene vacaciones; es una responsabilidad ineludible desde el ámbito en el que nos desenvolvemos. Para actuar en esta dirección, es necesario una toma de conciencia colectiva de la necesidad del esfuerzo compartido, si queremos que la nación avance y, al mismo tiempo, favorezca la humanización de la sociedad y de sus instituciones. Acojamos el año 2021 como una ocasión nueva para aportar lo mejor de nosotros mismos, al tiempo que valoramos las potencialidades de las personas con las que damos pasos para buscar y construir el bien personal y social.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/balance-de-2020-y-retos-de-2021-8896375.html

Imagen: Free-Photos en Pixabay

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Nostalgia del futuro

Por: Manuel Gil Antón

La nostalgia es como los trenes: hay para el norte y para el sur. Ese “sentimiento de pena por la lejanía, la ausencia, la privación o la pérdida de alguien o algo queridos” se afianza en el pasado. Ahí encuentra su raíz: en el recuerdo. Y desde allá brota el deseo, el ojalá de hallar, de nuevo, en los días o meses por venir lo extraviado. Ese hueco.

Echar en falta o echar de menos es notar que algo o alguien, que debería o solía estar, no está. Por primera vez Julia Antón no ayudó a deshebrar el bacalao ni se sentó a la mesa en la cena del 24, contenta de vernos juntos a todos. Ese lugar se fue con ella y su mirada, o ya no más sus ojos y la ilusión que a ratitos supiese quiénes éramos.

Por vez primera, también, nuestra generación y las más jóvenes no recorrimos el camino a la escuela. Sabemos donde está, y si nos acercamos no se puede abrir la puerta y la hierba ha crecido. Hay cadena y candado, los pupitres habitados por el polvo y el silencio que expulsó al barullo.

El lugar de encuentro con las maestras, de la conversación y la sonrisa con los profes no pudo seguir siendo lo que era. Y las amigas, los cuates, esos que se van a la lista de carnales sin la sangre compartida como mecate que hermana, divierte, a veces asusta o nos rompe la cara cuando no ocurre. Llena de contradicciones, sí, como cualquier espacio social. El lugar que guarda el recreo como la mejor parte de la jornada y que al salir – pese a todo – hacía posible el milagro de una jícama con chile piquín y limón, o una paleta en tiempos en que la calor aprieta.

El salón donde, si había paciencia, la maestra guiaba nuestra mano para ayudarnos a escribir bien las primeras letras y más adelante un cuento, o el maestro ensayaba muchas maneras de comprender eso que la base por altura sobre dos nos daba noticia del tamaño del área de un triángulo. La escuela, autoritaria a veces, espaciosa para la libertad en otras, se nos quitó y con ella las ganas de levantarse temprano pues no sabíamos si la carta de amor en papel cuadriculado le había gustado a la condiscípula anhelada como novia a los 9 años.

No fue poco el esfuerzo de miles de maestras y maestros que, a pesar del candado en la puerta, buscaron no soltar el hilo de la relación con esas personas que llaman suyas porque las quieren a pesar de la fatiga por no hallarle el modo de que se aprenda de fondo por qué es necesario el mínimo común denominador en un quebrado. Ingenio no faltó en muchas ocasiones, pero aprender así, o intentarlo, no sabe a escuela. Y ese sabor que quedó atrás lo queremos para cuando en el futuro se pueda. Nostalgia del futuro.

Nuestra maestra, Elsie Rockwell, escribió ayer: “Sigo de cerca a los trabajos de muchos y muchas docentes en esa lucha por mantener un pequeño hilo de conexión con sus alumnos, por muy diversos medios. Tenemos mucho que aprender. Ojalá nos podamos encontrar enteros y en presencia, que la pantalla no es escuela ni verdadera reunión”.

Ese ojalá que retome lo perdido en la ausencia de la escuela, puede ser cimiento de una nueva escuela en el país en serio. No resultará de la pandemia por sí sola sino del diálogo entre el magisterio y su diversidad generador de nuevos proyectos. Nostalgia de la escuela extraviada. Nostalgia de una escuela futura que se haga cargo de lo vivido en estos largos meses. Es la mera raíz de una reforma educativa desde donde debe surgir: del abajo que, bien visto, es el arriba que puede recuperar lo mejor de la escuela y reparar su grietas. De veras, ojalá.

mgil@colmex.mx

@ManuelGilAnton

Fuente: http://www.educacionfutura.org/nostalgia-del-futuro/

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El Colegio Internacional Alameda de Osuna estudiará las diferentes vías de infecciones por Covid-19 en la población escolar

Por: ABC

El centro escolar madrileño realizará un estudio de la transmisión COVID a 600 alumnos con el objetivo de establecer si existe y en qué grado hay transmisión del virus entre adultos y niños y transmisión entre los menores.

El Colegio Internacional Alameda de Osuna, en colaboración de Health Diagnostic, Laboratorio Synlab, la empresa de software tecnológico DBSOFT y el equipo investigador del doctor Carlos Prada, unen fuerzas contra la COVID 19 en la realización de un estudio de la transmisión COVID a 600 alumnos con el objetivo de establecer si existe y en qué grado hay transmisión del virusentre adultos y niños y transmisión entre los propios menores.

Un grupo de investigación médica del Hospital Universitario de Torrejón de Ardoz de Madrid será el encargado de desarrollar el estudio clínico con un test de RT-PCR en saliva para detectar las diferentes vías de infecciones por Covid-19 en la población escolar.

El estudio contempla la realización de test salivales cada lunes y jueves durante un mes mediante «pools», con el objetivo de controlar y realizar un rastreo de la transmisión en caso de suceder algún caso positivo. Si alguna prueba diera resultado positivo, se realizaría igualmente un test salival, aparte del realizado por Salud Pública, a su familia y entorno de convivencia con el fin de identificar lo antes posible el posible proceso de transmisión.

La población escolar que participará será la del Colegio Internacional Alameda de Osuna, en el madrileño distrito de Barajas, donde 600 alumnos, familias y profesores participarán en el ESTUDIO SARS COV-2 dirigido por el doctor Carlos Prada Puentes, Jefe de Servicio Anatomía Patológica en un hospital madrileño.

Una alianza de Instituciones como Grupo Quirón Salud, Laboratorio Synlab, la empresa de software tecnológico DBSOFT y el Colegio Internacional Alameda de Osuna se ponen a las órdenes del equipo de investigadores dirigidos por el Dr. Prada para intentar aportar luz a este extraño virus que ha revuelto nuestra sociedad.

Comienzo del estudio: Lunes 14 de diciembre en el Colegio Alameda de Osuna: Pº Alameda de Osuna, 60 28042 (Madrid).

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-colegio-internacional-alameda-osuna-estudiara-diferentes-vias-infecciones-covid-19-poblacion-escolar-202012260043_noticia.html

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“Feliz año pasado”

Por: Leonardo Díaz 

Desprendernos de las cosas no significa arrojarlas a la nada. En muchas ocasiones, significa traspasarlas a quienes pueden resignificarlas en función de sus propios estados de ánimo.

Algunas personas aprovechan el fin de año para despojarse de viejos objetos. Esta práctica puede circunscribirse a un mero acto de limpieza. También, puede constituir un acto simbólico de renovación personal muy arraigado en la historia de la civilización humana.

El proceso de recreación emocional llevado a cabo al despojarse de las cosas personales es la sipnosis de la película Feliz año pasado, del director y guionista tailandés Nawapol Thamrongrattanarit, disponible en plataforma de streaming.

El film cuenta la historia de una joven tailandesa llamada Jean. Influida por la perspectiva de Marie Kondo, gurú japonesa del katazuke, práctica de ordenar e higienizar, Jean decide resideñar su espacio hogareño de un modo minimalista.

De acuerdo con el enfoque de Kondo, las pertenencias deben arrojarse si no proporcionan alegría a su dueño. Pero, ¿Cuál es el significado de que un objeto ya no te de alegría? Nuestra relación emocional con las cosas no es estática, ni meramente instrumental. La foto de una persona puede agradarnos o irritarnos dependiendo de nuestra actitud emocional con ella al momento que observamos su retrato. Una cosa adquiere valor, aunque no nos guste por si misma, por remitirnos a alguien que nos la regaló con afecto.

Los objetos adquieren sentido a partir de nuestras vínculos emocionales con los demás. A veces, nos desprendemos de los objetos como un acto simbólico que representa nuestra desvinculación con personas a las que debemos dejar marchar; pero también, a veces los conservamos como la expresión simbólica de la rememorización de relaciones que aún nos proporcionan sentido.

Desprendernos de las cosas no significa arrojarlas a la nada. En muchas ocasiones, significa traspasarlas a quienes pueden resignificarlas en función de sus propios estados de ánimo.

En síntesis, nuestra relación con los objetos no se reduce a un “usar y tirar”. Conlleva una circulación de significados forjados en comunidad, como lo son nuestros rituales y celebraciones, incluyendo las festividades del Año Nuevo.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/feliz-ano-pasado-8897234.html

Imagen: ob Dmyt en Pixabay

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Cada uno en su burbuja

Por: Elisabeth De Puig

La crisis de la covid-19 y las incertidumbres que esta arrastra me hicieron reflexionar sobre los aprendizajes que nos ha traído el 2020.  La solidaridad, compasión y reciprocidad de muchos se ha mostrado en forma directa e indirecta, pero a la vez también se han manifestado actitudes de egoísmo, deshonestidad, injusticia y mentira.

Cada uno en su burbuja. Estas Navidades fueron especiales y atípicas. A lo opuesto de las que fueron desde que, al nacer mi hijo, inicié mi propia tradición celebrándolas en mi casa y no en Puerto Plata con la familia de mi esposo.

No puedo recordar todos esos comensales, pero algunos fueron fieles durante decenios y los he tenido muy presentes en esta Noche Buena fuera de rumbo.

El teléfono, las redes, fueron lo que nos acercó más a nuestras amistades encerradas por edad, responsabilidad o circunstancias dentro de sus casas, en el país y alrededor del mundo.

Las caritas sonrientes reemplazaron en muchos casos los abrazos y apretones, hubo algunos toques de codos, pero ni ellos son recomendados.

“Estuve sola con mi cenita frente al televisor”. Eso pasó a menudo para los “ancianos”, tanto en Santo Domingo como en París o Plousganou, y miles de ciudades alrededor del mundo según las normas impuestas y los diferentes toques de queda. Las mismas modalidades, pero en horas diferentes.

La crisis de la covid-19 y las incertidumbres que esta arrastra me hicieron reflexionar sobre los aprendizajes que nos ha traído el 2020. La solidaridad, compasión y reciprocidad de muchos se ha mostrado en forma directa e indirecta, pero a la vez también se han manifestado actitudes de egoísmo, deshonestidad, injusticia y mentira.

Hemos tomado conciencia de nuestra vulnerabilidad e interdependencia y de hasta qué punto nos necesitamos los unos a los otros para sobrevivir y vivir dignamente, también de que la naturaleza es vulnerable.

Necesitamos tener mayor responsabilidad y compasión para estar más atentos a nuestras obligaciones que a nuestros derechos, más atentos a las consecuencias que tienen nuestros actos en el trato con los demás y también con el medio ambiente.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/cada-uno-en-su-burbuja-8896774.html

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