Siria / 1 de octubre de 2017 / Autor: SRLW Assad Crimes Archive / Fuente: Youtube
Siria / 1 de octubre de 2017 / Autor: SRLW Assad Crimes Archive / Fuente: Youtube
Por: Núria Vilà
Comienza un nuevo curso escolar en Turquía, aunque el reto de aumentar el número de escolarizados sirios sigue siendo todavía una asignatura pendiente. Casi la mitad de los más de 800.000 refugiados sirios en edad escolar en Turquía no va a las aulas, a pesar de los esfuerzos del gobierno turco para aumentar su asistencia. Las cifras oficiales del pasado año académico muestran que los 833.039 refugiados que se encontraban en edad escolar -entre los 5 y los 18 años-, sólo 492.544 fueron escolarizados en diferentes tipos de centros. Recientemente, el gobierno de Turquía ha anunciado la voluntad de integrar en las escuelas públicas oficiales a todos los estudiantes sirios que reciben la enseñanza en centros temporales. El trámite se debería dar por concluido en un período máximo de tres años.
El idioma constituye un impedimento en la educación de los pequeños. Rawa es una niña de 11 años que participa en las actividades de la ONG Small Projects Estambul, que se dedica a promover proyectos y prestar apoyo pedagógico a niños sirios refugiados en Turquía. Procede de Damasco, la capital siria, y llegó a Turquía hace tres años escapando de la guerra. «Al principio fui dos o tres meses en una escuela turca, pero debido a los abusos de otros estudiantes y por el hecho de que nadie me enseñaba turco, mi madre decidió ponerme en una escuela siria». Pasado un tiempo, cuando su nivel de lengua turca mejoró, Rawa volvió al colegio anterior. La relación con el resto de estudiantes también ha mejorado, dejando atrás los insultos que asegura que recibía en los inicios. «Actualmente hay muchos sirios en las escuelas turcas, por eso los otros estudiantes han visto que es normal, no como hace unos años. Ahora me gusta ir a la escuela turca», explica.
Rawa se ha adaptado como ha podido a la vida en Turquía, ya que en Siria no le queda nada. «Me encantaba Siria cuando mi padre estaba con nosotros, hasta que lo encarcelaron hace cinco años. He perdido mi hermano y dos hermanas. Después de esto, odio la vida en Siria», explica con la mirada baja. Rawa tardará un rato a recuperar la sonrisa para volver a jugar con los compañeros, que pintan un mural que quedará exhibido en la asociación.
Trabajo vs estudios
Además del idioma, otro de los obstáculos en la inserción escolar de los pequeños es la necesidad de las familias de obtener ingresos económicos, un hecho que conduce a muchos niños a trabajar en vez de ir a la escuela. «Si empiezas a trabajar a los 10 años, o empiezas a ir a la escuela a esa edad, la posición donde acabarás será muy diferente», explica Naz, coordinadora de programas de la ONG en Estambul. «Los niños no deberían estar en la calle vendiendo cosas. Si empiezan ahora en las calles, lo más probable es que sigan estando allí cuando sean mayores», considera Naz, que pone todos sus esfuerzos para conducir a la escuela a los 120 niños que atiende su asociación. Aparte, la ONG donde trabaja se dedica a localizar a niños sirios que se encuentran fuera del sistema educativo con el fin de ayudarles a registrarse para ir a la escuela.
Para muchos niños nacidos durante la guerra siria, la enseñanza en Turquía ha constituido su primer contacto con las aulas. El cierre de las escuelas en Siria y la peligrosidad de desplazarse por las calles han impedido la educación a miles de niños en su país. El idioma, en estos casos, no es el único impedimento. «Asistí a una reunión entre el maestro y los padres de uno de los estudiantes sirios. El maestro dijo que su nivel de turco era muy bueno, pero para otras asignaturas no es fácil. Se utilizan muchos términos nuevos, en Matemáticas o Historia, por ejemplo. Todo es nuevo, es otra cultura con la que no están familiarizados, y han estado mucho tiempo sin ir a la escuela «.
A pesar de las dificultades, los niños y niñas que participan en la ONG tienen clara la importancia de la enseñanza que reciban para su futuro. «Si no vamos a la escuela, no podremos hacer realidad nuestros sueños», afirma Mohammed Nour Aldeen, de 12 años de edad y procedente de Alepo. Su hermano, Osama, tiene 10 años y hace sólo uno que ha empezado a ir a la escuela por primera vez en su vida. «Si no aprendemos nada, al final no podremos trabajar en nada», explica Osama, con todo el futuro por delante.
Fuente: https://www.telesurtv.net/opinion/La-escolarizacion-de-los-refugiados-sirios-en-Turquia-asignatura-pendiente-20170926-0033.html
Jordan/September 26,2017/ Source: https://www.albawaba.com
Prime Minister Hani Mulki has approved a recommendation by concerned officials to allow Syrian refugees who do not possess the required documents to enroll in government schools, officials have announced.
To be able to join formal education in the Kingdom, Syrians have to present a special ID card issued by the Interior Ministry indicating their status as refugees.
In exclusive remarks to Al Rai and The Jordan Times, Education Minister Omar Razzaz said that the decision is consistent with the government’s policy not to leave any children without education “because we do not want anyone to lose their right to education”.
In remarks to The Jordan Times, State Minister for Media Affairs and Government Spokesperson Mohammad Momani said: “In line with our value system in Jordan, we do not accept that any child be left out without education.”
“Education is among a string of services provided to Syrian refugees from the moment they are received on border,” the minister said, renewing a call on the international community to ensure proportionate assistance for Jordan to continue carrying out its humanitarian mission.
Asked if the new numbers would add to the problem of crowding at schools, he said that the newcomers would join afternoon periods in double-shift schools, where there is no such a problem.
In an exclusive statement to The Jordan Times, UNICEF Representative Robert Jenkins said: “We would like to congratulate the government of Jordan for this bold and positive step forward towards ensuring that every vulnerable girl and boy in Jordan goes to school.
“UNICEF stands by the Ministry of Education in doing everything we can for every child to access quality education and get a fair chance in preparing for a better future for themselves and their families.”
In addition to expanding schools in Syrian refugee camps, the Ministry of Education has opened a total of 200 schools operating double shifts to offer formal education to young refugees, according to UNICEF. Catch-up education programmes are also being rolled out to reach children who have missed more than three years of schooling, for them to accelerate their learning, and enroll in the formal system, the agency has said in a report.
In Jordan, according to official figures, more than 126,000 Syrian children were receiving education in public schools last year, while 80,000 were out of school, for different reasons, including the fact that they did not have the necessary identification documents. There is no official estimate of how many children would benefit from the new policy.
According to a report by Save the Children, 35 percent of the 4.8 million Syrian refugees in the region are of school age. Whereas before the conflict 94 percent of Syrians attended primary or lower secondary school by June 2017, 43 percent of Syrian refugees were out of school. “This is, in fact, an increase from 34 percent in December 2016,” according to the organization.
Source:
https://www.albawaba.com/news/jordan-eases-education-enrollment-rules-syrian-refugees-1025718
Siria/25 de Septiembre de 2017/Europa Press
Aldeas Infantiles abre un nuevo centro de atención temporal en Siria
Aldeas Infantiles SOS ha abierto un nuevo Centro de Atención Provisional en Tartús (Siria), que acogerá a 450 niños solos o separados de sus familias, así como a aquellos que han perdido el cuidado parental.
Aldeas Infantiles abre un nuevo centro de atención temporal en Siria
La ciudad costera de Tartús aloja a un gran número de personas desplazadas que han huido de sus hogares a lo largo de los seis años de guerra civil en Siria, según ha informado la ONG. El centro ofrece refugio seguro, atención psicológica y médica, actividades educativas y de entretenimiento para niños en situación de vulnerabilidad. Los profesionales de Aldeas utilizan además todos los recursos a su alcance para ayudarles a reunirse con sus familias.
Aldeas Infantiles abre un nuevo centro de atención temporal en Siria
«La guerra se lo ha quitado todo a nuestros niños», ha manifestado Samar Daboul, presidenta de Aldeas Infantiles SOS de Siria, durante la inauguración del centro. «Muchos de ellos perdieron sus hogares, familias y esperanzas. Creemos que la apertura de este y otros Centros de Atención Provisional mitigará el impacto de la guerra y ayudará a estos niños a recuperar su infancia «.
Aldeas Infantiles abre un nuevo centro de atención temporal en Siria
Aldeas Infantiles SOS de Siria también cuenta con un Espacio Amigo de los Niños en Tartús, donde realiza actividades con más de 350 niños y trabaja proporcionando cursos y soporte educativo a más de 1.100 menores. La organización de atención directa a la infancia tiene dos Aldeas Infantiles SOS en Damasco y programas de emergencia en Alepo, Damasco y Tartús. SIRIA ALDEAS INFANTILES
Fuente: http://www.europapress.es/epsocial/migracion/noticia-aldeas-infantiles-abre-nuevo-centro-atencion-temporal-siria-20170918115957.html
UNICEF/ 19 de septiembre de 2017/ Por: Pablo Linde/Fuente: https://elpais.com
La llaman la Malala siria y ella no puede ocultar el orgullo que le produce que le comparen con la premio Nobel de la Paz de 2014. Tampoco la satisfacción de considerarse “amiga” de Malala Yousafza, una activista por el derecho a la educación de las niñas. La lucha de Mozoon Almellehan es parecida: está empeñada en que todos los menores refugiados puedan ir al colegio.
Hoy, la mitad de ellos no acude a la escuela, según datos de Unicef. Y la cifra se reduce a una cuarta parte si hablamos del instituto. Almellehan, de 19 años, sabe bien lo que es esto. Hace cuatro años tuvo que huir de su casa en Siria con su familia por culpa de la guerra. Al hacer el equipaje tuvo claro qué se llevaría: tantos libros como podía cargar para continuar sus estudios.
El peregrinaje de un campo de refugiados a otro le impedía continuar su educación de forma regular, pero ella seguía con sus libros: primero a un campo en el sur de su país, después a Zaatari, en Jordania, para llegar más tarde a Azraq, en el mismo país. En estos lugares se daba cuenta de que la mayoría de los niños de su edad no tenían su inquietud por sus estudios o sus posibilidades para continuar aprendiendo, así que se dedicaba a recorrer tienda por tienda hablándole a las familias y a los propios chavales de lo importante que era seguir en la escuela. “Se habla de una generación perdida de sirios y eso sucede porque sin educación no hay futuro”, explica tras participar en el Social Good, una conferencia de líderes mundiales en el marco de la 72º asamblea de la ONU en Nueva York.
Allí ha acudido de la mano de Unicef para participar en una campaña que denuncia que hay 27 millones de niños en zonas de conflicto sin escolarizar. Un grupo de 27 autobuses escolares amarillos hicieron el pasado domingo un recorrido desde Brookyn hasta Times Square con mensajes como: Los colegios no deben ser zona de guerra; Los deberes de esta noche no deberían incluir esconderse o Sortear minas no debería ser una actividad extraescolar.
Se habla de una generación perdida de sirios y eso sucede porque sin educación no hay futuro
Almellehan y Unicef cruzaron sus caminos cuando su familia fue recolocada en Londres, donde ella está acabando el instituto con la intención de estudiar Política y Relaciones Internacionales. Cuando la organización para la Infancia de la ONU descubrió su compromiso con la educación decidió nombrarla embajadora de buena voluntad. Es la más joven y la única persona refugiada que ostenta este título.
La siria reclama a los líderes internacionales que la escolarización no sea una opción cuando se habla de ayuda a los refugiados. “Es tan importante como la comida”, asegura. «Si no aprenden, ¿cómo podemos esperar que los niños lleguen a desarrollar todo su potencial. Tenemos que continuar luchando hasta que veamos un mundo en el que todos van al colegio”, continúa.
En su recorrido por los campos de refugiados intentando concienciar a las familias sobre la importancia de la escolarización encontró a muchos niños “deseando volver al colegio”. “Eso me hace muy feliz. Claro que también había quien me decía que me metiera en mis asuntos, pero nadie me va a parar. Sé que esto es lo correcto, que va a beneficiarles a ellos y a sus países”, relata.
La situación de vulnerabilidad de los niños refugiados es extrema. Según Unicef, tienen cinco veces más probabilidades de no estar escolarizados que uno que nazca en un lugar sin guerra. Y esto incrementa la probabilidades de explotación o de ser víctimas de agresiones sexuales, en el caso de las niñas, que se llevan la peor parte: tienen 2,5 veces más posibilidades de no ir a la escuela que los chicos en las zonas de conflicto. En el mejor de los casos, que es salir de los campos de refugiados y llegar a otros países de acogida, no todo se soluciona. La agencia de la ONU denuncia que encuentran barreras por el idioma, xenofobia, exclusión y estigmatización. Hay incluso países europeos que no reconocen el derecho a la educación de los niños indocumentados.
Unicef, junto a Almellehan, ha aprovechado esta asamblea de la ONU para pedir a todos los países miembros que hagan los esfuerzos necesarios para integrar a lo niños refugiados en las escuelas y que, para ello, refuercen los sistemas educativos, de forma que puedan brindarles las oportunidades que necesitan. Se trata, como dice la Malala siria, de que “dejen de ver a estas personas como refugiados, y comiencen a mirarlas como doctores, arquitectos, médicos…”.
Fuente de la Noticia:
https://elpais.com/elpais/2017/09/18/planeta_futuro/1505690654_699915.html
África/18 de Septiembre de 2017/El Guardián
Un informe señala que 28 millones de niños viviendo en países en guerra necesitan ayuda humanitaria.
El nivel de escolarización en Oriente Medio y el Norte de África han retrocedido a niveles de hace diez años.
Sólo en Yemen, 1.700 niños han sido reclutados como soldados en los tres años de conflicto en el país.
El número de niños reclutados para luchar en conflictos de Oriente Medio y el Norte de África se ha duplicado en un año, según ha revelado un análisis de la ONU. El incremento de niños soldado en Siria, Yemen, Irak y otros países proviene de años de violencia, desplazamientos y falta de servicios básicos, reduciendo así las posibilidades de salir adelante para las familias, según Unicef.
Al menos uno de cada cinco niños en la región –28 millones en total– necesitan asistencia humanitaria de inmediato. Más del 90% de estos niños viven en países afectados por conflictos, y en algunos casos las familias mandan a sus hijos a luchar.
“Sin un fin a la vista para estos conflictos, y con el declive de los recursos económicos de las familias, muchos no tienen otra alternativa que enviar a sus hijos a trabajar o casar pronto a sus hijas”, explica Geert Cappelaere, director regional de Unicef. “El número de niños afiliados a la lucha ha hecho más que duplicarse”.
La agencia ha dicho que ha presenciado anteriormente casos en los que niños han trabajado de porteadores, guardas, o de paramédicos, pero que ahora está viendo cómo ocupan roles más activos, llevando armas, encargándose de puestos de control y siendo entrenados como soldados asalariados. El número de niños reclutados para luchar creció de 576 en 2014 a 1.168 en 2015, según cifras verificadas por la ONU.
La situación en Yemen es particularmente grave, con cinco veces más niños reclutados para conflictos armados en 2015 en comparación con el año anterior, aunque en Unicef creen que esta cifras son una estimación a la baja. En Sudán y en Libia también estaban siendo reclutados niños como soldados.
Años de violencia, desplazamientos y falta de servicios básicos han afectado principalmente a los niños y amenazan con afectar su desarrollo normal, según Unicef. “El conflicto sigue privando de su infancia a millones de niños y niñas”, afirma Cappelaere. “Décadas de progreso están en peligro de verse revertidas a lo largo de Oriente Medio y el Norte de África.”
Las infraestructuras civiles –incluidos hospitales e instalaciones sanitarias, de agua, y de energía– han sido objeto de ataques en países como Yemen, Siria, e Irak. Millones de familias se han visto obligadas a huir de sus hogares, algunas de ellas en repetidas ocasiones, y bajo fuego.
La semana pasada, la ONU comunicó que 1.700 niños, algunos de hasta 10 años, han sido reclutados para luchar en el conflicto de Yemen que ya va por su tercer año. La deteriorada situación del país lo convierte en la peor crisis humanitaria del mundo, con casi 18,8 millones de personas necesitadas de ayuda y siete millones al borde de la hambruna.
Más de la mitad de las instalaciones médicas del país están fuera de servicio, las instalaciones de agua han sido destruidas y más de 15 millones de niños carecen de infraestructuras sanitarias y de agua. El país se encuentra asolado por el peor brote de cólera del mundo, con más de 610.00 casos hasta la fecha. Más de 2.000 personas han muerto desde abril del año pasado de esta infección bacteriana –muy contagiosa pero curable–, con miles de casos nuevos cada día.
Dentro de Siria y de otros países receptores de refugiados, como el Líbano o Jordania, alrededor de 12 millones de niños sirios precisan de ayuda humanitaria, según Unicef. Aproximadamente dos millones de niños en Siria viven en zonas de difícil acceso o sitiadas, que han recibido asistencia humanitaria escasa en los últimos años.
En Irak, más de cinco millones de niños necesitan asistencia al intensificarse las luchas, como en los casos de Tel Afar y de Mosul. Necesitan comida, refugio y educación.
En la franja de Gaza, la actual crisis energética ha reducido el acceso al agua en un 30%. Se han duplicado en tres meses los casos de diarrea en niños, según ha comunicado la agencia de la ONU.
“Los niños en Oriente Medio y el Norte de África han sufrido niveles de violencia sin precedentes y han sido testigo de horrores que nadie tendría que presenciar. Si la violencia y las guerras continúan, las consecuencias –no sólo para la región sino para el mundo en general– serán nefastas. Los líderes mundiales tienen que esforzarse mucho más para poner fin a la violencia por el bien de los niños y las niñas y de su futuro,” afirma Cappelaere.
La semana pasada, cifras de Unicef mostraron cómo está afectando la guerra a las oportunidades educativas de la infancia. Los conflictos en Irak y en Siria han significado que 3,4 millones de niños más no puedan ir a la escuela, haciendo que el número de menores no escolarizados en Oriente Medio y el Norte de África vuelva a niveles del año 2007: 16 millones de niños.
Fuente: http://www.eldiario.es/theguardian/duplica-reclutados-Africa-Oriente-Medio_0_686282085.html
Asia/Siria/15 Septiembre 2017/Fuente: aguasdigital/Autor: EFE
Los millones de dólares prometidos el año pasado para la educación de los niños sirios refugiados no han llegado, lo hicieron tarde o no pudieron ser localizados debido a la falta de transparencia, denunció hoy en un comunicado Human Rights Watch (HRW). «Se necesita información más detallada y completa sobre la ayuda a la educación para evaluar si los donantes han cumplido sus promesas y han prestado asistencia de manera adecuada», indicó la organización que lucha por los derechos humanos.
En un informe de 55 páginas titulado «Rastreando el dinero: la falta de transparencia de los donantes para financiar la educación de los refugiados sirios», HRW adujo que «de la financiación para la educación que se envió, mucha no llegó hasta después del comienzo del año escolar», es decir, «demasiado tarde».
«Los donantes y países de acogida han prometido que los niños sirios no se convertirán en una generación perdida, pero esto es exactamente lo que está sucediendo», afirmó Simon Rau, miembro de la fundación Mercator en HRW. Rau instó a que haya «más transparencia en la financiación» para comprobar si se está respondiendo realmente a las necesidades, pues algunos fondos internacionales no han aportado ni siquiera detalles sobre dichas transferencias que, según HRW, no han llegado.
La Unión Europea fue el mayor donante para la educación en Jordania, el Líbano y Turquía en 2016, ya que ofreció más de 776 millones de dólares (739 millones de euros). Este dinero fue entregado por medio de tres vías, pero una de ellas, concretamente el fondo fiduciario regional en respuesta a la crisis siria, no ha aportado detalles sobre su financiación. Al igual que Estados Unidos, que aseguró a HRW que aportó 1.400 millones de dólares en ayuda humanitaria para Siria y la región en el año fiscal de 2016, pero «no queda claro cuánto dinero fue destinado para la educación de los niños refugiados». HRW señaló además que más de 530.000 niños sirios en edad escolar en el Líbano, Turquía y Jordania -los tres países que más refugiados acogen- no asistieron a los centros educativos a final del pasado curso académico.
Recordó que los seis principales donantes -Unión Europea, EEUU, Alemania, Reino Unido, Japón y Noruega- prometieron 1.400 millones de dólares para una «educación de calidad» para los niños que se encuentran en Siria y en los Estados donde están refugiados. «A pesar de la preocupación mundial sobre los niños refugiados sirios, todavía es imposible encontrar respuestas a preguntas básicas sobre si se responde a sus necesidades educativas (…) Los niños sirios no pueden esperar más para regresar al colegio», concluyó Rau.
Fuente de la noticia: http://aguasdigital.com/actualidad/leer.php?idnota=13363902&t=e
Fuente de la imagen: http://aguasdigital.com/fotos/efe/13363918w.jp